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Con hojas de plátano como cubrebrocas, indígenas peruanos claman por ayuda

Redacción: Telemundo

La escasez de alimentos está comenzando a afectar a estas comunidades en el interior del Perú.

Para comprender el alcance mundial de la pandemia de coronavirus, solo se necesita mirar la selva del Perú.

Lejos de los epicentros de la enfermedad, los pueblos indígenas del Perú luchan contra la pandemia de COVID-19 con mascarillas hechas de hoja de plátano y se recluyen en cuarentena voluntaria.

Esas se han convertido en las únicas armas que las comunidades remotas como estas tienen para combatir el virus. El martes una comunidad en la región amazónica se confinó del resto del Perú.

Con la clausura de la entrada de su asentamiento esperaban evitar que el virus entrara en su área. Algunos otros grupos indígenas se pusieron bajo encierro hace varias semanas.

Pero la escasez de alimentos está comenzando a afectar a estas comunidades en el interior del Perú. Muchos de los grupos indígenas están pidiendo ayuda al gobierno.

El presidente de Perú reconoció sus súplicas, pero dijo que enviar apoyo sería un desafío. Martin Vizcarra dijo que «debido a lo remotas que son las comunidades indígenas, es difícil atenderlas y más aún en este período de inmovilización. Pero eso no significa que no las tengamos en mente».

Agregó que «es necesario reconocerlo como un sector que no está siendo atendido como debería ser y tenemos que corregirlo lo más rápido posible».

Fuente: https://www.telemundoutah.com/noticias/mundo/con-hojas-de-platano-como-cubrebrocas-indigenas-peruanos-claman-por-ayuda/1994718/

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Canadá tiene una deuda pendiente con los indígenas

Redacción: La Vanguardia

Las promesas de Trudeau siguen sin concretarse cuatro años después.

Unos 150.000 niños indígenas pasaron por los “internados indios” canadienses entre 1880 y 1996, escuelas de asimilación para sacarles “el indio que tenían adentro” mientras sufrían maltratos agresiones sexuales. Unos 6.000 niños murieron en estos internados, varios por malnutrición.

Al final del siglo XIX la sociedad canadiense veía que los indígenas tenían que integrarse en el proyecto de Estado que se estaba consolidando. De otra forma se les marginaría aún más. Por esto, el Estado, en colaboración con varias iglesias cristianas, inició el proyecto de los internados para niños de los pueblos inuit, First Nations y Métis. La idea era integrarlos a través de la educación.

 

 

Sin embargo, estos internados gozaban de impunidad al no ser vigilados por ningún organismo público. Muchos de ellos se convirtieron en auténticos centros de abuso, tanto psicológico como físico e incluso sexual.

Genocidio cultural

Entre 1880 y 1996 unos 150.000 niños indígenas pasaron por internados de reeducación

Según explica el antropólogo canadiense Ronald Niezen, “todas las escuelas eran diferentes. No obstante, dentro de los relatos de terror de los supervivientes hay rasgos que se parecen”. Muchos testimonios coincidían en que la disciplina era muy estricta y les obligaban a vestirse con ropas extrañas para ellos, añade este profesor de la McGill University de Montreal. “Les enseñaban lenguas y costumbres con mucha intensidad. Al volver a sus comunidades, los niños habían perdido sus habilidades comunicativas y muchos no podían conectar con sus propios familiares al no entender su manera de relacionarse”, indica.

De ahí que el proceso se conozca como un “genocidio cultural”. Los internados fueron utilizados con el objetivo de eliminar la cultura aborigen. Durante muchos años esta agresión no se percibió como un agravio hacia los indios, puesto que no se daba ningún valor cultural a las tradiciones indígenas. Se pensaba que, poco a poco, los indios abandonarían su cultura para adaptarse a una sociedad dominada por inmigrantes europeos.

En total hubo 130 escuelas. Su momento álgido fue en los años treinta del siglo pasado. En 1931 funcionaban 80 de manera simultánea.

Actualmente, sin embargo, permanece un recuerdo muy vivo entre los indios ya que la última escuela fue cerrada en 1996. Los mandatarios de Canadá nunca condenaron claramente los hechos hasta el 2008, cuando el primer ministro conservador Stephen Harper se disculpó, pero continuó con políticas muy agresivas hacia las comunidades indígenas.

 

 

 

Abusos

Muchos menores sufrieron maltratos, agresiones sexuales e incluso hubo muertes por malnutrición

Cuando el primer ministro Justin Trudeau llegó al poder en el 2015 se comprometió a compensar a las víctimas de este sistema educativo. Apoyó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que estudió todos los abusos cometidos.

Hasta finales de los años cincuenta, por ejemplo, los niños estudiaban durante media jornada y trabajan la otra media. La excusa era que debían aprender un oficio, pero el verdadero motivo era que debían trabajar para mantener la escuela en marcha con un coste mínimo. Por otra parte, las materias que se impartían era muy básicas, abundando en el cliché de que los indios era intelectualmente inferiores.

La Comisión de la Verdad estuvo en entredicho porque no permitía a las víctimas nombrar a sus agresores, sólo explicar su testimonio.

Trudeau sentó un precedente en el 2015 acogiendo la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Harper, su antecesor, la había rechazado en 2007. Aceptar la declaración, en todo caso, no ha supuesto aplicar las medidas que recomienda.

Un ejemplo claro de la escasa sensibilidad de Trudeau hacia los pueblos indios es la decisión de expandir el oleoducto TransMountain, desde Alberta a la costa en la Columbia Británica, a pesar de su fuerte oposición. Los indios critican que la infraestructura cruza territorios sagrados y es un serio atentado ecológico.

 

 

En las pasadas elecciones de octubre, las comunidades indígenas se desmarcaron de Trudeau reprochándole que no había cumplido sus promesas. Mientras él se expresaba en los medios a favor de estas comunidades, su gabinete aprobaba una ley que amenazaba las reservas.

A la pregunta de cómo es la relación entre el Gobierno y los indios, Niezen manifiesta que “sigue igual, nada ha cambiado. La idea de que los pueblos originarios de Canadá se integrarán en la sociedad podría parecer bonita, pero no se tuvo en cuenta que existen unas barreras raciales que nunca les permitirán ser blancos ”, asegura.

Mientras tanto, los indígenas siguen siendo los grandes olvidados en la sociedad canadiense. Los servicios que reciben del Gobierno, la tasa de desempleo, la cobertura médica; en las comunidades indígenas todos los barómetros de calidad de vida son más bajos que la media nacional. A Canadá todavía le queda una deuda pendiente.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20191128/471925241171/canada-indigenas-indios-deuda-trudeau-internados-maltratos.html

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Libro: Zapatismo o barbarie

Apuntes sobre el movimiento zapatista chiapaneco

Autor: Fernandez Farias, Marcelo Gustavo
Zapatismo o barbarie. Apuntes sobre el movimiento zapatista chiapaneco.­
1a ed.­ Mendoza : Fundíbulo Ediciones, 2013.
218 p. ; 14×21 cm.
ISBN 978­987­26423­4­1

Reseña: Este libro está basado en un trabajo de investigación titulado “La situación actual del zapatismo. Un ejemplo latinoamericano de reivindicación étnica”. Cuando comenzamos a trabajar sobre esta temática ni se nos cruzaba por la cabeza que este intento explicativo podría ser un libro.

En un primer momento, nuestra inquietud giraba en torno al indio y el indigenismo. Habíamos trabajado muy brevemente el pensamiento del anarquista mexicano Ricardo Flores Magón y estuvimos pendientes del conflicto de Oaxaca (2006) y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Aquella situación nos acercó a México y luego al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

El abordaje no fue fácil. No fue fácil, sobre todo, porque no tuvimos teorías “limpias” desde las cuales “pinchar” las realidades que nos entregaban las comunidades indígenas chiapanecas y el zapatismo en general. Aquello que en un primer momento parecía una lectura lineal del proceso de formación, fortalecimiento y desarrollo del neozapatismo, se convirtió en una lectura de re-conocimiento de las mismas bases sobre las cuales estábamos parados.

Mucho hemos aprendido de los modos de las comunidades mayas y, sobre todo, mucho nos queda por aprender.

En este recorrido pusimos una pregunta por delante: ¿cuál es el lugar que ocupa la cuestión étnica dentro del conjunto de reivindicaciones sociales planteadas por el zapatismo? Para responder a esta pregunta participamos de encuentros y reuniones en donde se discutía sobre el movimiento zapatista y también sobre indigenismo y formas alternativas de construcción (alternativas al modo de relación-producción capitalista). Fue así que pudimos asistir a un ciclo de cine debate organizado por los integrantes de la CECA (Casa de la Expresión, la Cultura y el Arte) cuyo tema central era “Las luchas en Latinoamérica”. Este ciclo se proyectó durante el mes de diciembre de 2007 en la plaza Godoy Cruz (Mendoza-Argentina). Los audiovisuales que se proyectaron fueron: “Mujeres de Oaxaca” y “Crónica de una rebelión” (segunda parte). En este ámbito pudimos intercambiar ideas y puntos de vista con otras personas que asistieron al encuentro.

Un trabajo en una radio comunitaria en la Comunidad de San José, Lavalle, nos dio la posibilidad de conocer una parte de la realidad de los puesteros y la vida de campo lavallina. La relación con la CECA y el Centro de Documentación “Ideas del Sol” nos llevó a formar parte de una Red de Comercio Justo integrada –entre diversas organizaciones– por la UST (Unión de trabajadores rurales Sin Tierra de Lavalle). Conocer y participar en estos espacios nos ha dado la posibilidad de observar formas de vida y construcción del campo, modos y pautas diferentes a las que vivimos habitualmente en las ciudades.

Ese contacto con la UST nos llevó a participar, del 13 al 19 de julio de 2008, en la Escuela de la Memoria Histórica que se realizó en El Nihuil, San Rafael, Mendoza, que tuvo como organizador al MNCI (Movimiento Nacional Campesino Indígena). Este encuentro nacional reunió a 270 personas aproximadamente y tuvo como protagonistas al MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Este- ro), al MOCAMI (Movimiento Campesino de Misiones), la Red Puna de Jujuy, al MCC (Movimiento Campesino de Córdoba), la Mesa campesina del Norte neuquino, la UST, entre otros y otras. Aquí se planteaba, en primera instancia, la recuperación de la memoria indígena y los conflictos y experiencias que se viven en el campo: expropiacio nes, alambradas, explotación, soja transgénica, etc.

La propuesta que hoy llega a tus manos está dividida en cuatro capítulos. El primero (Identidad) trata de abordar la cuestión indígena teniendo presente diversas interpretaciones que giran alrededor de la noción de identidad y cultura. El segundo (Multiculturalismo) se adentra en una discusión centrada en una crítica a las ciencias sociales occidentales (aquella parte más fuertemente vinculada con una idea eurocéntrica y colonial) y muestra los modos culturales zapatistas que se enfrentan-generan una alter- nativa a esta mirada. El tercer capítulo (La Otra Política Zapatista) enumera y desarrolla aquellas características que nosotros consideramos “fuera” de la política tradicional de partidos –de todas las tendencias existentes–. Esta “otra política” integra elementos tales como la religión, la mirada de (y hacia) la muerte y modos particularmente indígenas, entre otros ingredientes que hacen del Ejército Zapatista un ejército de nuevo tipo. Por último, en el capítulo 4 (Sexta Declaración de la Selva Lacandona: La Otra Campaña), hacemos un recorrido general desde el 1 de enero de 1994 y el levantamiento armado, pasando por la Sexta Declaración (2005) y su propuesta de construcción política para México; para terminar con el “Primer Coloquio in memoriam Andrés Aubry” de diciembre de 2007 y el “Tercer encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo – La Comandanta Ramona y los zapatistas” (realizado del 28 al 31 de diciembre de 2007 y el 1 de enero de 2008).

Queremos expresar aquí que el trabajo original fue finalizado a mediados del año 2008. El texto ha sido revisado para generar breves actualizaciones, sobre todo en lo relacionado a la posición del autor en función del proceso político que vive la Argentina. Luego de una serie de acontecimientos y acciones de gobierno (hablamos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner), la derecha argentina se reorganizó poniendo en jaque todas aquellas políticas que habían redundado en beneficios sociales. Este ataque franco a un gobierno democrático con un alto nivel de aprobación popular (a setiembre de 2010), por sectores “muy poco democráticos” y radicalmente peli- grosos, nos ha llevado a revalorizar ciertos espacios esta- tales como freno a políticas neoliberales puras que, desde otros sectores, abundan. En el mismo derrotero, encontramos en los “neopopulismos latinoamericanos” (caso de Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador o Evo en Bolivia) mecanismos de acción contrarios a la democracia liberal que, muchas veces, promueve un modelo económico neoliberal puro. (Follari, 2010)

Así y todo, entendemos que la validez de la propuesta zapatista es, como la vida de los pueblos originarios, muy anterior a lo que acabamos de redefinir. En el mismo sentido, creemos que existe una deuda pendiente: en primer lugar, de parte de los Estados invasores de España y Portugal que en 1492 perpetraron el primer genocidio de la historia moderna; y, en segundo lugar, de parte de los Estados latinoamericanos que aún no reconocen plena- mente los derechos y los “modos indios” de organización política y social. Lejos de comenzar a saldar esta deuda, no son pocos los proyectos capitalistas que buscan volver a expropiar a los pueblos originarios para hacer negocios con muchos y diversos bienes naturales. Por esto mismo, creemos que este trabajo puede contribuir a conocer un poco más sobre esta realidad.

Vale aclarar que sólo las seis declaraciones políticas que ha lanzado el neozapatismo para explicar sus planes para Chiapas, México y el mundo, suelen resultar ajenas a la “literatura” habitual de quienes se interesan por movimientos antisistémicos. En este punto, resaltamos que las seis declaraciones son la columna vertebral de este trabajo. Si acaso el lector pudiera sacar en limpio las ideas fundamentales de estas seis esquelas, el objetivo de esta pesquisa estaría cumplido.

Descargar: https://www.alainet.org/sites/default/files/zapatismo.o.barbarie-marcelo.fernandez.pdf

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Reiteran llamado a paro nacional para el 25 de abril en Colombia

Redacción: Telesur

Están previstas jornadas de protestas en contra del presidente Iván Duque por no respetar lo establecido en el acuerdo alcanzado en 2016 entre el Gobierno y las FARC-EP.

Sindicatos, movimientos políticos, sociales y campesinos reiteran el llamado a sumarse al gran paro nacional el próximo 25 de abril en Colombia para exigir el cumplimiento del Acuerdo de Paz y en rechazo al Plan Nacional de Desarrollo (PND).

Está previsto que ese día se realicen jornadas de protestas en contra del presidente Iván Duque por no respetar lo establecido en el acuerdo alcanzado en 2016 entre el Gobierno y el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Además, exigirán al Estado políticas para garantizar la vida de los líderes y lideresas sociales, los defensores de derechos humanos y activistas, ante el asesinato sistemático que ha ya dejado casi 600 desde la firma del Acuerdo de Paz, entre ellos, 114 excombatientes de las FARC-EP.

El es un llamado a retomar el camino del diálogo y exige al Estado colombiano el derecho a transformar nuestros territorios para el buen vivir

Según el fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, los sectores que se movilizarán para defender la paz en el país y expresar su desacuerdo con el intento de Duque de cambiar la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

El paro nacional también busca que se realice un ajuste al PND para eliminar los artículos y disposiciones establecidas que han sido denunciadas por ser contrarias al interés de la mayoría de la población.

Esta actividad nacional se suma a las denuncias de la Minga social del Cauca impulsada por campesinos e indígenas, quienes han exigido al Gobierno de Duque mayor atención a sus demandas, como el cese de los asesinatos sistemáticos, acciones para evitar la violencia en la región y ser consultados sobre proyectos que afecten sus tierras.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/colombia-paro-nacional-acuerdo-de-paz-protestas-ivan-duque-20190419-0044.html

 

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La educación purépecha es una batalla que se da en los pueblos originarios

Por: Revolución 3.0. 

La educación para el pueblo tiene que emerger del pueblo, con la historia y con la memoria colectiva, esa es la máxima que recogen protagonistas e investigadores del pueblo de Cherán en colaboración con la Universidad de Guadalajara (UdeG), y que se plasma en el libro titulado “Cherán K’eri: caminos para recordar nuestra educación”.

Más que un libro, este material fue elaborado como una herramienta que se recoge parte de la tradición educativa purépecha, y como una manera de promocionar esa misma educación.

Pedro Chávez Sánchez, oriundo de Cherán y colaborador de esta edición, refirió que es el tercer y último de tres libros en los que se aborda la cultura, la historia y la educación de esa comunidad de la sierra purépecha.

En el primero de ellos se aborda la historia, “es una narrativa de los orígenes, los principios del pueblo purépecha, la mirada retrospectiva de la comunidad en dos capítulos, y en un tercer capítulo se habla sobre una propuesta de respuesta al proceso de transformación”, expresó el ex integrante del Consejo Indígena.

Para la elaboración de ese primer material se contó con la participación de compiladores, historiadores, testimonios y conocedores de la historia de la comunidad indígena.

El segundo libro se elaboró con motivo de los cinco años de autonomía que celebró la comunidad de Cherán, incluyendo colaboraciones de analistas e investigadores externos a la comunidad que expresaron su óptica.

Pero faltó un tercer libro, Pedro Chávez refirió que tenían la intención de presentarlo en el periodo en que él todavía fungía como integrante electo del Concejo Indígena, pero terminó su gestión antes de que este material estuviera listo.

Será el próximo viernes 22 de febrero cuando se realice la presentación del libro dedicado al tema del proceso educativo entre los purépechas, donde se abortan tópicos como el aprovechamiento, el conocimiento y la defensa de los bosques, la política, la tradición artística, entre otros temas.

“Es un libro en el que hay redacciones de gente de la comunidad y especialistas fuera de ella, la intención es ayudar a entender el proceso de la comunidad”.

“Se iba a presentar en junio del 2018, pero por cuestiones de trabajo, y otros propios de la Universidad de Guadalajara, con quien hay acuerdos de colaboración, se vino retrasando la presentación”, expuso.

La edición de este material también recoge exposiciones gráficas de murales y pinturas propias de la comunidad, esto como una forma de dar testimonio y reconocimiento de los artistas y pintores de ese pueblo.

“En el libro nos enfocamos en ver la educación en el proceso comunitario y temas que nos atañen a los purépechas. Por ejemplo, la política, consideramos que es un tema que se tiene que ver desde la libre determinación de los pueblos originarios, pero es una visión del caminar en la resistencia”.

“Creemos que no se ha podido hacer frente de manera milenaria al genocidio de las culturas originarias; ahora bien, no planteamos un método, pero sí vemos un método de crítica, de cómo hacer frente al egocentrismo, con la intención de que no se olviden los procesos comunitarios, los saberes y la cultura purépecha”, refirió.

Finalmente, el cheranense explicó que con este material se busca fortalecer la memoria histórica de los pueblos originarios, hacer visible una lucha que se da en el terreno de los pueblos originarios, de los saberes; “es nuestra lucha y es nuestro pensar”.

Fuente de la reseña: http://michoacantrespuntocero.com/la-educacion-purepecha-una-batalla-se-da-los-pueblos-originarios-pedro-chavez/

 

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México: Indígenas huyen de la marginación

Redacción: La Vanguardia

Carecen desde comida, médicos, escuelas y hasta caminos; exigen atención

Esta vez no fueron balazos, fue la pobreza, la marginación, la falta de escuelas, de médicos, caminos, trabajo y de comida lo que empujó a 300 familias indígenas de Cochoapa el Grande y de Metlatónoc a salir huyendo de sus pueblos y asentarse en el municipio de Tlapa.

Estos dos municipios son los más pobres en Guerrero. Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tienen los índices de marginación más altos del país. En ellos campean las carencias:56 por ciento de su población es analfabeta; 74 por ciento no es derechohabiente de algún servicio de salud, y 80 por ciento no tiene escusado ni drenaje.

Estas 300 familias salieron de golpe el pasado 20 de noviembre, lo hicieron como pudieron: de aventones y en el transporte público. Huyeron de las comunidades de Tierra Blanquita, San Lucas, San Cristobalito, Llano de la Piedra, San Miguel el Nuevo, San Rafael, Llano del Metate y Rancho San Marcos.

Llegaron a un terreno en la colonia Las Mesas en Tlapa, el municipio que es el centro comercial de toda La Montaña, donde el propietario les permitió estar sólo 15 días. 

El alcalde de Tlapa, Dionicio Merced, se dijo incapaz para atenderlos, y advirtió que el dueño del terreno puede echarlos. Ellos no quieren apropiarse del predio, sólo buscan que la Federación y el gobierno del estado los ayude. Piden, en específico, que les compren un terreno para vivir. La única condición es que esté cerca de los servicios, de los médicos, de las escuelas y de los trabajos. 

Estas familias, en 2013, se hicieron aún más pobres tras cuatro días de intensas lluvias provocadas por la tormenta “Manuel” y el huracán “Ingrid”, que que arrasaron con sus cosechas y casas. No han superado eso.

De las 300 familias, en el terreno sólo queda la mitad: 150 que no están dispuestas a volver a sus pueblos sin que el gobierno estatal solucione sus problemas.

Fuente: https://vanguardia.com.mx/articulo/indigenas-huyen-de-la-marginacion

 

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Estados Unidos: Una nueva ley en Dakota del Norte amenaza con retirar el derecho a voto a los indígenas

Redacción: Portal Rebelión/Oliver Laughland

Una nueva legislación obliga a indicar la dirección y en la reserva, muchos inmuebles carecen de dirección formal. «Están tratando de evitar que votemos porque no quieren oír nuestra voz y nuestras opiniones», protesta una de las ciudadanas indígenas.

Mientras la capa de niebla matutina se evapora en las afueras de Fort Yates, un grupo de voluntarios hace cola en el interior de un edificio amarillo anodino, decorado con carteles en los que se puede leer: Standing Rock votará. Todos los lugareños saben de la existencia de esta oficina. Existe desde hace décadas y es propiedad de la jefatura de la tribu de la reserva. Sin embargo, es probable que no dispongan de la siguiente información: la dirección exacta.

Hasta no hace mucho esto no tenía ninguna importancia. En la reserva, muchos inmuebles, desde edificios gubernamentales a casas pequeñas, carecen de dirección formal. De hecho, los miembros de la tribu sioux Lakota que viven en Standing Rock, como los nativos americanos de otras cuatro reservas en Dakota del Norte, saben dónde viven los miembros de su comunidad, sin necesidad de tener una dirección exacta. La mayoría de ellos utiliza un apartado de correos para recoger la correspondencia. Durante años, miles de personas han utilizado sus apartados de correos al registrar documentos de identificación oficiales.

Sin embargo, ahora, cuando solo faltan dos semanas para que en Estados Unidos se celebren unas elecciones legislativas que son clave, la falta de una dirección formal se ha convertido en un problema burocrático que podría cambiar el resultado de una campaña crucial.

Después de que el Tribunal Supremo se pronunciara a principios de mes a favor de la ley de votantes, los nuevos requisitos legales entrarán en vigor en noviembre. Según la nueva ley, para poder depositar su voto en la urna, primero los votantes deberán mostrar un documento de identidad que incluya su dirección. Esta ley, auspiciada por el Partido Republicano, se interpreta como una acción deliberada para que la comunidad indígena no pueda votar.

«Tramitaron la ley sin pedir nuestra opinión en ningún momento», indica Danielle Ta’Sheena Finn, directora de asuntos externos de Standing Rock: «Nunca nos invitaron para que pudiéramos expresar nuestras preocupaciones o preguntar. Lo hicieron prácticamente a escondidas, con lo cual queda claro qué pretenden conseguir».

En el interior del edificio amarillo, el pequeño ejército de voluntarios, convocado por una coalición de grupos indígenas para la defensa de los derechos civiles, tiene el firme propósito de contraatacar. Planean llamar a todas las puertas del lado norte de esta gran reserva, que se extiende por los estados de Dakota del Norte y Dakota del Sur, y llevar a los habitantes en autobús al único edificio gubernamental que expide nuevos documentos de identificación tribal hasta que toda la población de Standing Rock tenga la documentación que le permita votar.

Un proceso complicado

Se trata de una tarea de gran envergadura. En esta extensa zona viven unos 3.000 votantes, en comunidades repartidas a lo largo y ancho de una extensión de unos 3.000 kilómetros cuadrados.

Alva Cottonwood-Gabe está sentada en la oficina, con el documento de identidad [sin dirección] que ha utilizado hasta ahora. Caducó hace muchos años pero esta mujer de 57 años, que vive con una ayuda [cupones para alimentos] de unos 340 euros al mes y otros subsidios del Gobierno, no podía pagar los cinco dólares que cuesta renovarlo. «Mantengo a cuatro nietos y tengo otros gastos en casa», explica.

Tras el fallo del Tribunal Supremo, los gobiernos tribales de todas las reservas han decidido renovar los documentos de identidad sin coste alguno para los ciudadanos y han asumido el coste del trámite. Cottonwood-Gabe fue una de las primeras en llegar en autobús para recoger su nuevo documento de identidad, que blandió sobre su cabeza, un pequeño símbolo de victoria. Es idéntico a su documento de identidad anterior, salvo que ahora incluye su dirección: 568 Sioux Avenue.

A la mujer, todos los trámites, y el farragoso proceso, que incluyó rellenar tres formularios y hacer cola en la oficina federal, le sirvieron como recordatorio de lo que, para ella, es el objetivo final de la nueva ley.

«Están tratando de evitar que votemos porque no quieren oír nuestra voz y nuestras opiniones», indica: «Pero votar es muy importante, no solo para mí, sino también para mis hijos, mis nietos, mis bisnietos».

Madre de 13 hijos y abuela de 20 nietos, Cottonwood-Gabe participó activamente en las protestas por la construcción de un oleoducto en Dakota del Norte que logró captar la atención internacional en 2016. En los enfrentamientos con la policía, fue atacada en tres ocasiones con gases lacrimógenos. Los agentes también utilizaron dispositivos acústicos de largo alcance [cañones de sonido antidusturbios] y la mujer ha quedado parcialmente sorda.

Siempre ha vivido en Standing Rock y desde 1984 ha votado en todos los comicios. En las elecciones legislativas de noviembre, su prioridad es la protección del medio ambiente.

El importante escaño de Dakota del Norte

La batalla para conseguir el escaño de Dakota del Norte es una de las más determinantes en estas elecciones legislativas. La actual senadora demócrata, Heidi Heitkamp, se enfrenta al congresista republicano Kevin Cramer en una votación que podría decidirse por sólo unos pocos miles de votos. Si los demócratas no consiguen el escaño, será casi imposible que tengan el control sobre el Senado. Según los sondeos, Heitkamp, que votó en contra del polémico candidato de Donald Trump para magistrado del Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, parte de desventaja.

De hecho, en 2012 ganó por un margen de menos de 3.000 votos. Es por este motivo que las comunidades indígenas, que representan el 5% de la población del estado y tienden a votar demócrata, se han convertido en un grupo decisivo.

Prácticamente después de su victoria, los republicanos impulsaron la ley para cambiar los requisitos del documento de identidad. Tras algunos fallos judiciales que en un inicio la dejaron sin efecto, y tras la decisión del Supremo, ya habrá entrado en vigor cuando se celebren las elecciones legislativas.

Cramer, un ultraconservador, ha argumentado, como otros republicanos del estado, que la ley es indispensable para luchar contra el fraude electoral. En un debate celebrado la semana pasada indicó que no discriminaba a ninguna comunidad y acusó a los que critican la ley de estar jugando la carta de «políticas identitarias».

La historia nos demuestra que la realidad es muy diferente.

En las últimas décadas, Dakota del Norte, el único estado del país que no exige a los ciudadanos que se registren antes de votar, solo ha tenido un caso de fraude electoral. Según el consejo tribal de Standing Rock, en el condado Sioux nunca se ha dado un caso de fraude electoral.

Para algunos, la nueva ley es un recordatorio del pasado racista del estado, cuando se impidió a las comunidades indígenas que pudieran votar. En el siglo XX, la constitución de Dakota del Norte otorgó el derecho de voto solo a «las personas civilizadas con antepasados indios» que ya no mantenían vínculos con el gobierno de la tribu. Como las leyes Jim Crow de los estados sureños, la discriminación se acabó formalmente con la ley de derecho de voto de 1965; un logro determinante para el movimiento a favor de los derechos civiles.

La decisión del Tribunal Supremo de 2013 terminó con disposiciones clave de esa ley y el derecho de voto de minorías como las comunidades indígenas se ha visto amenazado.

Desde lo alto de una colina con vistas a Fort Yates, mientras el viento arrastra las hojas de otoño, Chase Iron Eyes contempla el hogar donde creció. «A lo largo de la historia, no hemos sido respetados como seres humanos ni se ha respetado nuestro derecho a la participación ciudadana en una democracia», señala.

«El Gobierno nunca necesitó nuestra dirección para venir hasta nuestros hogares y mandar a nuestros hijos a un internado. Tampoco necesitó una dirección cuando consideró que nuestros jóvenes se tenían que alistar en el ejército. Ahora necesitan nuestra dirección para que nosotros podamos reivindicar uno de los derechos más básicos en una democracia representativa».

La movilización de los votantes

Como muchas otras personas que reivindican su derecho a voto, Iron Eyes, un destacado activista y excandidato demócrata al Congreso espera que las trabas legales solo sirvan para movilizar a los votantes. Sin embargo, es consciente del reto que plantea este nuevo inconveniente burocrático en un territorio azotado por la epidemia de la adicción y que tiene unas tasas de desempleo que superan el 60%.

«Cada vez que se celebran elecciones tenemos que hacer un esfuerzo monumental y organizarnos para que a los miembros de nuestra comunidad, personas que se sienten desencantadas, oprimidas y marginadas, les importe su destino. Es difícil».

The Guardian siguió durante dos días a los voluntarios que llamaban puerta a puerta a los miembros de la comunidad para convencerlos de que renovaran su documento de identidad. Decenas de ellos les indicaron que ya lo habían hecho. Sin embargo, los activistas se quedaron preocupados por varios incidentes que muestran que los requisitos para obtener el nuevo documento y poder votar son muy estrictos.

La solicitud se tiene que rellenar con un bolígrafo de tinta azul. Los funcionarios han rechazado solicitudes que habían sido rellenadas con un bolígrafo de color negro o verde. A un miembro de Standing Rock, Dale Ramsey, le denegaron la solicitud porque en otro documento había hecho constar una dirección distinta (durante un tiempo no tuvo hogar y dio la dirección del refugio donde se estaba quedando). De momento, no podrá votar.

A la tribu también le preocupa el hecho de que el día de la jornada electoral dos de los cinco colegios electorales de la reserva no abrirán hasta el mediodía; los otros tres estarán abiertos a partir de las nueve de la mañana.

Los voluntarios han pedido a los votantes que vayan a votar antes de la jornada electoral y lo hagan en el juzgado del condado. Para ello, deben tramitar una solicitud de voto ausente y entregarla junto con la papeleta de voto. Sin embargo, lo cierto esas oficinas también estarán saturadas porque tienen que atender otras tareas municipales.

En el lejano asentamiento de Selfridge, Honorata Defender, una mujer de 34 años, llama puerta a puerta junto con otros tres voluntarios. En una polvorienta calle, James Cowry, un hombre de 81 años, abre la puerta, sorprendido por la visita.

Hace treinta años que vive en la misma casa y nunca ha tenido una dirección formal. Los voluntarios le aconsejan que llame al 911 para que le proporcionen toda la información necesaria para votar. Sin embargo, él todavía no sabe si votará.

«No me identifico con ninguno de los candidatos», reconoce. Defender le promete que volverá en una semana y conducirá 50 kilómetros para recoger su documento de identificación. «Cada voto cuenta», puntualiza: «Haré todo lo que sea necesario para ayudarte».

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248523&titular=una-nueva-ley-en-dakota-del-norte-amenaza-con-retirar-el-derecho-a-voto-a-

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