Nicaragua / 1 de abril de 2018 / Autor: Cassandra Irschitz / Fuente: Confidencial
Más de 26,000 jóvenes se han beneficiado en los últimos 20 años a través de los programas de la Fundación Semillas para el Progreso.
Ericka Salmerón es madre de familia en la comunidad La Reforma Arriba, en Jinotega. Como todos los días, ayuda a sus tres hijos a alistarse para dirigirse a la escuela de la comunidad. Para esta madre de familia, la educación de sus hijos es una prioridad para su futuro. “Yo me siento muy orgullosa de ellos, de mandarlos al colegio para que ellos aprendan y sean algo en la vida”, afirma.
“Todos los días caminamos una hora para venir al colegio”, indica Marlene al llegar a la escuela Las Marías, en compañía de sus dos hermanos menores. Esta es la realidad de muchos jóvenes del campo, donde las escuelas distan de sus hogares en la mayor parte de los casos, y los estudiantes tienen que caminar largas distancias para asistir a clases. Antes de que existiera esta escuela, los niños de esta comunidad tenían que caminar a escuelas de otras comunidades, lo que implicaba mayor tiempo.
La escuela Las Marías está localizada en la comunidad La Reforma Arriba, cerca de Mancotal, Jinotega. Fue construida en 2003, con el apoyo de Semillas Para el Progreso, una fundación de CISA Exportadora — Grupo Mercon que cuenta con el apoyo de toda la cadena de valor del café. La misión de la Fundación es brindar acceso y aumentar la calidad de la educación en las zonas rurales de las regiones cafetaleras del país. Actualmente, la Fundación trabaja en 123 comunidades de Jinotega, Madriz, Matagalpa, Nueva Segovia y Nueva Guinea, brindando un apoyo directo a 18 escuelas directamente y llegando a más de 100 escuelas satélites.
La maestra Nazarena
En el año 2002, La Reforma Arriba no contaba con un centro escolar, por lo que muchos niños y niñas de la comunidad no iban a clases o debían recorrer grandes distancias para estudiar en otras comunidades. Teniendo esto en cuenta, Nazarena Blandón, quien en ese entonces cursaba su tercer año de secundaria los sábados en Jinotega, decidió tomar la iniciativa de impartir clases a niños de preescolar en la sala de su casa.
“Yo ya trabajaba como educadora, pero en otras comunidades, como me quedaba muy largo viajar, decidí levantar una matrícula en mi propia casa”, explica.
Nazarena empezó con una matrícula de 20 niños de tercer nivel y contaba con dos mesas y doce sillitas que recibió del Ministerio de Educación. “Los niños quedaban incómodos y no se sentían bien, porque quedaban muy apretados para estar ahí”, cuenta.
La iniciativa inspiró a otros miembros de la comunidad. Pocos meses después de haber iniciado el preescolar en su casa, Nazarena recibió la visita de productores de la comunidad y miembros de CISA Exportadora, interesados en apoyar la creación de una escuela en La Reforma Arriba. Los miembros de la comunidad se unieron por un mismo interés. Con la donación del terreno por parte de una familia de la comunidad, y con la ayuda de la Fundación Semillas Para el Progreso, en coordinación con el MINED, se inició la construcción de la escuela Las Marías. Durante el proceso, Nazarena logró completar su formación de docente y actualmente imparte clases de primaria en la escuela Las Marías.
Esta escuela abrió sus puertas a finales del año 2003, con una matrícula de cien estudiantes de primero a tercer grado de primaria. Luego se completaron las clases de primaria hasta sexto grado. Con el éxito de la escuela, se vio la necesidad de abrir una secundaria, ya que los jóvenes tenían que irse a otras comunidades para poder seguir estudiando.
En 2013 se inauguraron los primeros dos salones de secundaria, donde se atendían a jóvenes de primero y segundo año. En 2014 se abrió el tercer año de secundaria y así sucesivamente hasta que en 2016 la escuela tuvo su primera promoción de quinto año. En la actualidad, Las Marías atiende a más de 210 estudiantes.
Educación de calidad
Casi 500,000 dólares han sido invertidos en la escuela Las Marías desde sus inicios. A través del Programa Semillas Digitales, consolidado en 2009 con el apoyo de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos y el Ministerio de Educación, la Fundación se enfoca en cuatro ejes para mejorar la calidad de la educación en la zona: la infraestructura escolar, la integración de tecnologías dentro de los procesos de aprendizaje, el desarrollo de habilidades de lectoescritura y matemáticas en niños de primer a tercer grado, y el desarrollo profesional del docente.
La Fundación Semillas Para el Progreso trabaja de cerca con las escuelas que apoya por medio de facilitadores, quienes acompañan a los docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cada facilitador está a cargo de dos escuelas, y sirve de enlace entre la escuela, los docentes, la comunidad y la Fundación.
El acceso a la tecnología en las escuelas ha sido una prioridad para la Fundación en los últimos años.
Por medio de su Programa Semillas Digitales, se instaló un proyector en cada salón de clases de Las Marías. La escuela también cuenta con acceso a internet y recibió 85 computadoras XO, diseñadas especialmente para la educación. Esto es el complemento a las capacitaciones que los docentes reciben en metodologías educativas innovadoras y con uso de la tecnología, lo que ha permitido mejorar la retención escolar y la motivación de los estudiantes.
Hace un año la Fundación invirtió en un rincón de cuentos en la Escuela Las Marías. “Es el primero que tenemos en las escuelas del Programa Semillas Digitales, pero poco a poco queremos ir replicando, que todas las escuelas tengan acceso a un sitio como este, un sitio bonito, un sitio en el que los niños se desconecten de las otras cosas y desarrollen el hábito y el amor por leer”, explica Nayibe Montenegro, facilitadora de la escuela Las Marías.
Montenegro reconoce la importancia de inculcar el hábito de la lectura en los niños desde temprana edad. Los estudiantes que participan en el Programa mejoran notablemente sus habilidades de lectoescritura. Al egresar del tercer grado, los niños logran leer un promedio de 87 palabras por minuto, es decir, dos palabras más que el estándar de fluidez lectora según la escala IDEL (Indicadores Dinámicos del Éxito en la Lectura). El promedio en las escuelas no atendidas por el programa es de 78 palabras por minuto. En el caso de las matemáticas, los niños que terminan su tercer grado en una de las escuelas del programa logran resolver de 4 a 6 problemas en un minuto.
Programa de Becas
En alianza con la Fundación Lacewing, Semillas Para El Progreso ofrece becas a estudiantes destacados de tercer año de secundaria de la escuela Las Marías. Desde hace más de diez años, la Fundación otorga dos becas al año a estudiantes que deseen continuar su secundaria en una escuela técnica. Para esto la Fundación trabaja en alianza con el Colegio Técnico Agropecuario La Bastilla, ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad de Jinotega. Al graduarse, el estudiante obtiene su diploma de educación secundaria y un certificado de técnico agropecuario.
En 2017, 4,385 estudiantes resultaron beneficiados por la Fundación Semillas Para el Progreso y más de 26,000 jóvenes han participado en las iniciativas de la Fundación desde sus inicios.
Para Rosa Rivas, directora ejecutiva de la Fundación, Las Marías es un “ejemplo de cómo la educación aporta al desarrollo de las comunidades”. Diez años después de la fundación de la escuela Las Marías, centenares de estudiantes de la zona han logrado completar sus estudios de secundaria regular o técnica, e incluso ingresar a la universidad. Algunos de ellos han decidido regresar a sus comunidades para aportar a su desarrollo.
Marlene Salmerón es uno de los ejemplos de superación que tiene la escuela Las Marías. Cursa su tercer año de secundaria y ha logrado mantener un nivel académico intachable. Esto le ha permitido representar a su salón de clases como presidenta y a su escuela como secretaria. “Mi sueño es llegar a ser una grandiosa doctora”, indica la joven, decidida a cumplir su sueño.
Fuente de la Noticia:
https://confidencial.com.ni/educacion-de-calidad-en-las-comunidades-cafetaleras/