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OPINIÓN: La lucha campesina contra el emporio minero

Por: Tlachinollan

 

A las 5 de la mañana del 3 de septiembre, más de 700 habitantes de la comunidad de Carrizalillo se apostaron en la entrada de la minera Equinox Gold, actual operadora de la extracción de oro del proyecto Los Filos en el municipio de Eduardo Neri. Por el trato despótico y racista del gerente, quien recurrentemente incumplía con las cláusulas del convenio, los trabajadores decidieron cerrar toda la operación de la mina a cielo abierto y de la mina subterránea.  Esta acción de fuerza nos rememora lo que sucedió el 8 de enero de 2007, cuando los ejidatarios tomaron la decisión de bloquear la mina ante la postura arrogante de los empresarios mineros que se negaban a incrementar el pago de la renta de las tierras ejidales, fijada en mil pesos anuales. La reacción fue virulenta por parte del gobierno de Zeferino Torreblanca quien mandó policías del Estado a desalojar a las familias que se atrevieron a desafiar al emporio minero Gold Corp.

De nueva cuenta se reactivó el conflicto por incumplimiento del convenio firmado el 3 de abril del 2019, ahora por la minera Equinox Gold, que fue suscrito por un periodo de 6 años. Con el aval del gobierno federal, que en estos meses de la pandemia consideró a la actividad minera como esencial, las empresas que trabajan en Guerrero se sintieron cobijadas, y por eso algunas no dejaron de trabajar, como sucedió en el mes de mayo, en la comunidad de Tehuixtla, municipio de Teloloapan, con la minera Capela, donde murieron 2 trabajadores y 3 quedaron heridos.

El 13 de mayo cuando se dio el anuncio de la nueva normalidad, a través del sistema de semáforos, la actividad minera fue considerada como parte de las actividades esenciales. Con este respaldo presidencial la empresa Equinox Gold, desde el 16 de mayo convocó de manera precipitada, a los trabajadores subcontratados provenientes de varios estados del país. Ignoró que en Guerrero la curva de la pandemia iba en pleno ascenso.  La minera movilizó a 500 trabajadores para preparar el inicio de sus actividades. Implementó un protocolo de seguridad sanitaria que no le dio importancia a la instalación de campamentos para el resguardo de los trabajadores que se aplicaron la prueba PCR.

Actuaron de forma displicente y no le dieron importancia al contagio que podría suscitarse dentro de las comunidades rurales. Para la empresa la vida de los campesinos queda supeditada al mega negocio del oro, por eso no se preocuparon en instalar un triage para detectar y atender a la población que presentara algunos síntomas del coronavirus. Fue grande su sorpresa cuando aplicaron 170 pruebas, donde resultaron positivas 42 personas, que al parecer no presentaban síntomas. Los representantes de la minera, en lugar de implementar medidas de confinamiento para los trabajadores positivos los regresaron a sus domicilios, poniendo en riesgo a más personas y a sus familias.

Por su parte las comunidades de Carrizalillo, Xochipala y Mezcala se vieron obligadas a tomar sus propias medidas de seguridad para contener el contagio. Instalaron filtros sanitarios y acordaron impedir la entrada a trabajadores de otros lugares. Ante la falta de resultados inmediatos de las pruebas PCR que se aplicaban a la población, la situación se salió de control, porque ninguna persona se aislaba y todos realizaban sus actividades. Las consecuencias han sido fatales ante el incremento del número de contagios que hay en la mina, y en las mismas comunidades. Hace dos meses se registró la muerte por COVID-19 de un trabajador sindicalizado, de 32 años, originario de Carrizalillo, quien padeció las consecuencias del trato discriminatorio y racista que caracteriza al gerente de la minera.

Una de las cláusulas que más se incumplen en el presente convenio está relacionada con la atención médica de los trabajadores. Este servicio se ha dejado de brindar, a pesar de que existe un fondo anual asignado para la compra de medicamentos. El gerente en todo momento regatea la entrega, y lo más truculento, es que triplican el precio de los medicamentos, además de que la entrega se hace con un mes de retraso. Lo contrastante en esta relación, abismalmente inequitativa, es el servicio del agua que los habitantes de Carrizalillo siguen padeciendo desde que la empresa Gold Corp instaló su infraestructura hidráulica para consumir 250 millones de litros de agua al día mezclada con 19 toneladas de cianuro para el lavado del metal. Los habitantes de Carrizalillo, que padecen varias enfermedades a causa de la contaminación ambiental y del agua misma, no cuentan con este líquido de manera suficiente para su uso cotidiano. A pesar de las ganancias millonarias que obtienen con la extracción de mineral, la empresa de manera burda y cínica ha incumplido con el compromiso de trabajar en un nuevo proyecto que restablezca la red de agua potable, y sobre todo que no esté contaminada de arsénico.

La lucha de los ejidatarios de Carrizalillo, además de mejorar los precios en la renta de la tierra; de garantizar la atención médica, y contar con suficiente agua potable en sus viviendas, su pelea con la empresa es asegurar el empleo para la población local. Se firmó una cláusula de que se asignaría un porcentaje 60/40 para contratar a trabajadores de Carrizalillo, y hasta la fecha, el gerente ha argumentado que la empresa tiene otros compromisos y que no es fácil cumplir con este acuerdo. Queda claro que para los emporios mineros la población local es desechable, no forma parte de su proyecto extractivista, sólo requiere su riqueza natural. Esto mismo sucede con la renta de maquinaria y de camiones, que de manera permanente bloquea la contratación de estas unidades que poseen algunas familias de la comunidad, incumpliendo el acuerdo de darle prioridad a los trabajadores locales con el porcentaje de 60/40.

En el convenio hay una cláusula destinada al otorgamiento de becas para estudiantes de nivel medio superior y superior, con el fin expreso de que los jóvenes alcancen un nivel de especialización para desempeñar un trabajo calificado. De igual manera, el gerente general ha dejado sentir su desprecio por este deseo de las familias de que sus hijas e hijos alcancen una formación profesional. Cada mes tienen que acudir a sus oficinas para pedirle que libere los recursos. Se trata de 110 becas con un monto de 2 mil 200 pesos que, en la vía de los hechos, el gerente cree que no se lo merecen por ser hijas e hijos de campesinos.

Ante este trato arrogante y discriminatorio del gerente Juan Carlos Flores, los ejidatarios de Carrizalillo han tomado la decisión de no tenerlo como interlocutor para negociar este convenio. Más bien exigen su despido. Así se lo expresaron en una carta al ingeniero Peter Burger vicepresidente de operaciones en México “es importante que usted sepa que, hasta el día de ayer viernes 4 de septiembre le dimos la oportunidad a la empresa de rectificar su actuación de omisión ante nuestros planteamientos, los cuáles como se lo mencionamos al gerente interino todavía la asamblea nos proporcionó un margen de diálogo para destrabar el conflicto.” Sin embargo, para el día sábado 5 de septiembre, la mesa agraria del ejido de Carrizalillo, le enfatizó al vicepresidente una carta de renuncia del gerente, como requisito para reanudar el diálogo, de lo contrario, quedarían cerradas totalmente las operaciones de la mina Los Filos. De igual manera, concluirían el convenio firmado con la empresa en 2019 por el incumplimiento de varias cláusulas que atentan contra sus derechos como trabajadores y como dueños de las tierras.

La lucha que han emprendido los ejidatarios de Carrizalillo muestra las profundas contradicciones que existen entre los intereses del capital minero y los derechos laborales de los trabajadores. La vocación depredadora de este emporio avasalla, no sólo el entorno natural, sino la vida de sus pobladores, truncando el futuro de las nuevas generaciones. Es abismal la riqueza que han acumulado estas empresas mineras, que, a más de 15 años, han destruido el hábitat; sobreexplotado el agua del Rio Balsas; envenenado los mantos freáticos; desertificado las tierras de esta cuenca; cancelado la vida campesina; desplazado de manera forzada a familias; propiciando la violencia intracomunitaria y generando pactos con el crimen organizado, que se han erigido como guardianes de la mina.

La depredación y el atraso social es como el fierro quemador que destruye el tejido comunitario y deja en condiciones de extrema vulnerabilidad a sus pobladores, que han cimentado su vida en la agricultura. El malestar de los campesinos se empieza a extender en las comunidades vecinas, ante el atraco de la empresa minera que se siente respaldada y protegida por las autoridades de los 3 niveles de gobierno, y por la misma Guardia Nacional que subió para atemorizar a los ejidatarios y criminalizar su protesta. La minería a cielo abierto forma parte de los santuarios del capitalismo salvaje, que tiene como sus protectores a los gobiernos en turno, dejando a su suerte a las comunidades campesinas, que siempre han estado asediadas por los dragones del capital.

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-la-lucha-campesina-contra-el-emporio-minero/

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Educación rural no es cortar limón en la pandemia

Por: Darili Oropeza.

Esta historia es una ventana a cómo viven las comunidades rurales la educación en medio de la pandemia por covid-19. Muestra cómo la tecnología crea mayor exclusión en la educación, que la organización de base logra acortar

Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE y José Antonio Sanchez

Todos los días, al regresar de cortar limón, María Elena Martínez Valencia se sienta con su hijo de segundo de primaria a estudiar. Con la pandemia de covid-19 quedó sin trabajo. Tiene a sus cuatro hijos en casa. Buscaron en la televisión las clases de la SEP, pero no dieron con el canal. Viven en la Nopalera, una comunidad de Apatzingán, Michoacán.

Llegan del campo y de inmediato se ponen a estudiar. A veces ni tiempo le da de comer. Como hoy:

«Los puse a hacer la tarea ahorita, después de explicarles cómo hacerlo» comenta María Elena, al tiempo que les pide que la dejen hablar por teléfono.

En las ocasiones en que María Elena pierde su trabajo, le queda la opción de ir al corte de limón. Es jefa de familia, soltera. Sus hijos van con ella al campo, también a cortar.

«Esta nueva rutina escolar nos ha traído un poco más de trabajo, hay que apoyar a los muchachos».

María Elena dedica más tiempo a sus hijos que van en primaria, uno en segundo y el otro en quinto. Asegura que los dos que van en secundaria y bachillerato no requieren tanto apoyo.

«Para mí no es posible la modalidad virtual, no tengo internet y no tengo computadora. La modalidad, pues, son los cuadernillos que proporcionan los maestros a mis hijos».

Gran parte del dinero del corte de limón, termina en saldo para celular.

«Tanto el más grande que va en bachiller y el de secundaria hacen trabajos en su libreta y le toman fotos y le envían a su maestro por mensajería electrónica».

María Elena, acompañada de sus familiares con una despensa.
Foto:  Cortesía Sección XVIII CNTE 

Modalidad que excluye, modalidad que contribuye

La educación virtual agudizó la exclusión de la educación, de acuerdo con el maestro Lev Velázquez:

«Las carencias que ya existían, de agua, espacios deportivos, bibliotecas, laboratorios, computadoras, personal, maestros, a todo lo que implica un buen aprendizaje, ahora se suman las carencias de infraestructura pedagógica virtual».

Lev Velázquez es profesor de la telesecundaria de Apatzingán, Michoacán.  La pandemia llegó, y desde su región ha sido muy difícil mantener cualquier clase virtual, pues si las escuelas no cuentan con computadoras, menos aún tendrán las familias de los estudiantes.

Ante la situación de emergencia por covid 19, los profesores se organizan en colectivos para darle sentido a la educación.

Lo primero es garantizar que los estudiantes puedan acceder a la educación de un modo en el que tengan la posibilidad de comprender lo que viven en su entorno con la pandemia. Lev asegura que el temario de la SEP no contribuye a la comprensión del mundo en estos momentos y no se puede seguir al pie de la letra. “Los contenidos no tienen que ver con su cotidianidad”, afirma.

Los profesores del colectivo de la región de Apatzingán visitan una vez a la semana las comunidades de sus alumnos. Ahí entregan las cartillas que ellos mismos crearon. A la semana siguiente regresan para recogerlas y darles las siguientes. Llevan tres cartillas y ya preparan la siguiente.

«Nosotros estamos haciendo todo lo posible para continuar el proceso educativo», dice el profesor Lev, también doctor en pedagogía crítica. Eligieron los temas que les parecen centrales en este momento de emergencia.

Educar por el principio: ¿Qué es una pandemia?

La primera cartilla que repartieron fue de salud integral, el cuidado de la salud, de la alimentación, lavarse las manos, higiene, explicar a qué se enfrentan, qué es un virus, cómo funciona, por qué no hay una cura.

El siguiente tema de las cartillas fue el desarrollo de la afectividad, reconocer qué pasa en casa, cómo se tensan las relaciones entre los integrantes, papá, mamá, abuelos, tutores y, cómo podemos construir una buena relación. Lev explica el siguiente tema de las cartillas:

«La otra ronda de cartillas trata sobre la familia que canta, juega, baila y crea, proponiendo actividades para que desarrollen pensamiento estratégico, con juegos tradicionales, prehispánicos incluso, como la pitarra, para el desarrollo neuronal desde casa, el desarrollo motor de los jóvenes, para la convivencia familiar. Colocamos temas como el derecho humano al trabajo, el derecho humano al agua, y estamos haciendo la siguiente cartilla que será sobre la casa sustentable».

Más allá de la «educación»

Maestros en Apatzingán se organizaron para llevar despensa a los abuelos de las comunidades y a las familias de sus estudiantes.
Fotos: Cortesía Sección XVIII CNTE

Los colectivos de profesores donde participa Lev son parte de la sección XVIII democrática de la CNTE en Michoacán. El profesor asegura que han hecho un diagnóstico conjunto de las carencias, pero sobre todo de cómo solucionarlas.

«Nos encontramos que el sistema educativo es deficiente, que las escuelas no tienen conectividad, no tienen dispositivos inteligentes. En mi escuela hay dos computadores, ninguna es para los maestros. Son parte de la administración».

En sus reuniones, los maestros concluyen que la emergencia les rebasó. Hay maestros de escuelas multigrado que tienen hasta 300 alumnos. No se imaginan con sus celulares llenos de trabajos y tareas por whatsapp. Piensan que seguir los lineamientos de la SEP ha sido imposible, pues lo virtual solo incrementó la burocratización de la educación.

Según Lev, una parte importante de las comunidades y las escuelas no han entrado en estas dinámicas virtuales “porque no existe la infraestructura tecnológica, no hay conectividad. Con las actividades que deja la Secretaría de Educación, los profesores tienen que estar pegados al teléfono o computadora, recibiendo imágenes. La cantidad que te lleguen diario. Mandar foto de cada cosa”.

«Hay—dice —un control mas rígido del tiempo, más férreo, diferente a lo que lo tienes destinado. Es educación descontextualizada. La SEP está fuera de lo que sucede en los ámbitos rurales».

El profesor asegura que hay temas más urgentes que atender en las comunidades escolares de los pueblos de Michoacán: es el tener algo qué comer. Por ello, entre los profesores, además de organizar un seguimiento pedagógico con las cartillas, armaron brigadas para recolectar víveres y repartirlos.

Repartieron la primera tanda de alimentos entre adultos mayores de distintas comunidades. La segunda fue más enfocada a las familias de los alumnos. La tercera, y que recién entregaron, consistió en donar un día de salario por cada maestro y entregarlo a las familias de sus estudiantes.

«Pusimos varios puntos de recolección de víveres, y los llevamos a la gente más vulnerable, sobre todo de tercera edad».

Profesor Lev Velázquez

María Elena y sus cuatro hijos también recibieron una despensa por parte de la brigada de profesores. Les dieron una despensa básica muy completa y otra despensa con bolsas de leche. Para ella es algo muy bueno que le ayuda a alivianar los gastos y el trabajo de cortadora de limón.

Evaluación y año escolar

El profesor Lev es consciente de que no se puede evaluar de manera normal los contenidos escolares en la emergencia.

«Cometeríamos un error en evaluar, en cumplir con temáticas, sin que nos importe generar propuestas para que las familias puedan llevar otro tipo de aprendizajes que le sirvan para su casa. Para mejoras sus vidas, sus  aprendizajes; producir alimento en sus casas; repensar relaciones internas, el contexto, qué pasa en el mundo. ¿Por qué corrieron a mi papá o mamá, primo o amigo de su trabajo? ¿Qué no hay leyes que nos protejan?»

Es consciente que en Apatzingán, donde él nació, buena parte de las personas son campesinas, la mayoría cortadoras de limón y en en este tiempo de pandemia no se detiene el corte de este fruto. Sabe que muchas de ellas son jóvenes y se se han integrado a la vida productiva con sus papas, y que la mayoría no tienen parcela propia sino trabajan “como peones”.

María Elena por su parte, espera que la SEP sea consciente del trabajo que han hecho las mamás en este confinamiento. La exigencia que tiene es que les aprueben el año escolar, que no sea perdido, ya que ella le ha echado muchas ganas al aprendizaje de sus hijos.

«Es triple trabajo—explica la madre —usted si viera. No he comido y estoy con el mas pequeño día y tarde. Necesito estar más constante con él porque se atrasa en lectura. Los mayores hacen sus tareas solos y me ayudan a las labores de la casa. Necesito ser yo la que en este caso le revise al más pequeño que van bien las cosas. Los mayores no los dejo con sus hermanos, no me siento segura porque no lo hacen con paciencia. Dios quiera que sí, que nos hagan valido en lo que hemos estado trabajando. No se vale que una deja de comer para que sus hijos pasen de grado».

Aunque para cualquiera en la ciudad podría ser bonito ver cientos de árboles de limón en la cuarentena, para María Elena no es lo mejor:

«Pero la necesidad te orilla a verlo bonito, a verlo  como ejercicio, como pasatiempo. La necesidad te orilla a trabajar en pleno sol, se anda una arriesgando a que le pique la planta».

Fuente del artículo: https://piedepagina.mx/la-educacion-rural-no-es-cortar-limon-en-la-pandemia/

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Perú: Docentes cusqueños diseñan cuadernos y audios para reforzar educación a distancia

América del Sur/Perú/31-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

Materiales en quechua y español se destinan a estudiantes de zonas rurales sin internet, radio ni televisión.

A fin de que ningún niño se quede sin acceso a la educación, un grupo de profesores de Cusco puso en marcha una iniciativa para diseñar cuadernos de trabajo y audios con cuentos en quechua y español, destinados a las comunidades rurales más alejadas donde no hay señal de internet, radio ni televisión y no pueden seguir las clases virtuales de Aprendo en Casa.

Se trata del proyecto AllinRuway, ejecutado  junto a la ONG de ayuda humanitaria World Vision, y que consta de un cuaderno de trabajo (que abarca los cursos de matemática, comunicación, ciencia, arte, personal social y otros) y un CD con cuentos en quechua y español. Además, el paquete contiene juegos para que los estudiantes los disfruten en familia.

“Estamos trabajando para que todos los niños tengan la oportunidad de continuar estudiando a pesar de la baja cobertura de internet y señal de los medios de comunicación que no llegan a las comunidades más alejadas. El proyecto se está poniendo en marcha en un primer momento en los distritos de Ccatcca y Ocongate, provincia de Quispicanchi”, expresó Marco Ríos, coordinador regional de World Vision Perú.
Los audios con los cuentos serán difundidos por los presidentes comunales, en coordinación con la Asociación de Padres de Famiia (Apafa), por medio de los parlantes comunales; y los cuadernos serán entregados a los niños para luego ser revisados por los docentes. A la fecha ya se han entregado 330 cuadernos de trabajo para cuarto, quinto y sexto grado de primaria.
La iniciativa se ejecuta en coordinación con el gobierno local y el equipo técnico de los profesores. “Esta es la primera etapa de nuestro proyecto, la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) apoya la iniciativa y más adelante esperamos llegar a un mayor número de niños”, sostuvo el representante de World Vision.

Además de la ayuda humanitaria que despliega World Vision en varias regiones del país colabora con el Ministerio de Educación con diversos materiales para que todos los niños y las niñas puedan continuar estudiando en sus entornos familiares.
Otro aporte es la capacitación que ha brindado a más de 1,500 maestros de Cusco, Ayacucho, Áncash, La Libertad, Lima, Tacna, Tumbes y Huancavelica, con el objetivo de otorgarles mejores herramientas educativas para lograr un mejor aprendizaje remoto.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-docentes-cusquenos-disenan-cuadernos-y-audios-para-reforzar-educacion-a-distancia-799347.aspx
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El corto trecho entre coronavirus y mutilación genital

Reseñas/21 Mayo 2020/elpais.com

Las medidas de confinamiento son una trampa para mujeres y niñas. Un estudio sobre el aumento de la ablación a causa de la nueva pandemia confirma que el cierre de escuelas y programas en zonas vulnerables provocarán dos millones más de casos en la próxima década

Algunas veces, las coincidencias pueden ser realmente extrañas. El 28 de abril, el Gobierno de Sudán anunció una ley que por fin convertirá en delito la mutilación genital femenina, en uno de los países africanos con mayor número de víctimas de esta cruel tradición patriarcal (Unicef considera que el 87% de las mujeres del país la ha sufrido). Sudán era, hasta ahora, uno de los más reacios a considerar delito lo que para muchos grupos étnicos sigue siendo un sello de pureza indispensable para cualquier chica que aspire a un buen matrimonio.

En las mismas horas en que activistas de todo el mundo celebraban esta victoria histórica por los derechos de las mujeres, el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), inició un estudio sobre la posibilidad de que la mutilación genital femenina se propague en todo el mundo a causa de la pandemia en curso. Es uno de los numerosos efectos secundarios de la covid-19: las medidas de confinamiento, el toque de queda y el cierre de las actividades económicas y de las escuelas, decretado en toda en África para detener el virus pueden ser una trampa para muchas mujeres y niñas, que serán aún más vulnerables frente a la violación de sus derechos.

Según los expertos del UNFPA, que han publicado el análisis en colaboración con la ONG Avenir Health, la universidad estadounidense Johns Hopkins y la universidad australiana Victoria, la prolongación del confinamiento podría provocar en la próxima década dos millones más de casos de mutilación genital femenina respecto a las cifras previstas, además de 13 millones de matrimonios forzosos para niñas menores de 10 años.

¿Las razones? En primer lugar, el retraso en la aplicación de los programas contra la mutilación genital femenina, que se basan en encuentros con las comunidades, la sensibilización de los jefes de las aldeas, las reuniones y el intercambio continuo de informaciones. Todo ello ha quedado en suspenso debido a los cierres causados por la covid-19 y la restricción de movimientos.

La mutilación genital femenina afecta a 200 millones de mujeres en el mundo y tiene consecuencias psicológicas y sanitarias devastadoras, según el último informe de Unicef. La mayor concentración se produce en África, donde 27 Estados siguen registrando distintos porcentajes de esta violencia de género, incluidos aquellos que la declararon ilegal mucho antes que Sudán. Estos porcentajes varían del 95% de mujeres que han sufrido la mutilación en Guinea al 76% de Burkina Faso; del 65% de Etiopía al 24% de Senegal; hasta países donde la práctica es marginal, pero aún no se ha erradicado, como Benín (9%) y Togo (3%).

“Los nuevos datos muestran el impacto catastrófico que la covid-19 podría tener pronto en las mujeres y las niñas de todo el mundo”, afirma la directora del UNFPA, Natalia Kanem. Aunque son solo cálculos: “Las proyecciones ofrecen una visión alarmante sobre el futuro de las mujeres y las niñas, a menos que se hagan urgentemente esfuerzos para garantizar su bienestar y sus derechos”.

Cuatro mujeres sudanesas caminan juntas por un barrio de la capital del país, Jartum, el pasado 5 de mayo de 2020, pocos días después de que Sudán prohibiese por ley la práctica de la mutilación genital femenina.
Cuatro mujeres sudanesas caminan juntas por un barrio de la capital del país, Jartum, el pasado 5 de mayo de 2020, pocos días después de que Sudán prohibiese por ley la práctica de la mutilación genital femenina. ASHRAF SHAZLY AFP

Es probable que las mutilaciones genitales femeninas aumenten también debido a la crisis económica y la consiguiente pobreza, que es el principal motor de los matrimonios infantiles que, en países en los que se sigue esta tradición, van precedidos del “corte” de la niña para que llegue pura a la boda. “Las familias pobres tienen más probabilidades de casar a sus hijas en tiempos de estrés económico, para aliviar la carga que supone cuidarlas”, subraya Natalia Kanem.

Judy Gitayu, coordinadora regional en África de la campaña Equality Now, ha observado que también el cierre de las colegios durante la pandemia puede ser perjudicial, y no solo desde el punto de vista educativo. “Las escuelas, en general, son lugares seguros para las niñas”, asegura, “y aquellas que no asisten a clase son más vulnerables a la violación de los derechos humanos, incluida la explotación sexual y laboral, la mutilación genital, el embarazo precoz y el matrimonio infantil. Además, las escuelas suponen un canal para denunciar violaciones o amenazas y tomar medidas; la pandemia ha bloqueado esta importante fuente de salvaguardia, lo que seguramente se traducirá en una menor protección para las niñas y una menor responsabilidad para los autores del delito”.

También hay quienes aprovechan el encierro para retomar de nuevo campañas a favor de la mutilación genital femenina, que se presenta como una tradición cultural típicamente africana que debe mantenerse para preservar su identidad étnica. Lo denuncia, en Nairobi, en Kenia, Everlyne Komba de la red EndFGM: “En las comunidades donde la mutilación genital femenina está profundamente arraigada, la niña no tiene otra opción, no puede negarse sin pagar un precio social, físico o cultural muy alto. En situaciones de emergencia como la que estamos experimentando debido al virus, esas consecuencias degeneran en intolerancia extrema o en etnoterrorismo, o incluso en sanciones sociales como la marginación dentro de la comunidad, el abuso psicológico, o la maldición, la excomunión y las amenazas de muerte”.

Tomemos el ejemplo de Kenia, considerado el país más avanzado del África subsahariana en la lucha contra la mutilación genital femenina, con un porcentaje de víctimas en constante disminución (actualmente, el 21%). El Gobierno de Uhuru Kenyatta se ha comprometido a suprimirla por completo de aquí a 2022, es decir, ocho años antes que el quinto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU. “Una meta muy ambiciosa”, comenta Komba, que ahora se enfrenta a un movimiento pequeño pero decidido que se opone a la criminalización de esta práctica.

«La pandemia ha creado las condiciones ideales para que estas personas persigan sus motivaciones perversas, aprovechando que las instituciones están completamente enfocadas en responder a la covid-19 y, por lo tanto, prestan menos atención a otros asuntos». La activista africana comunica que ha recibido noticias directas de niñas a las que mutilaron clandestinamente (en Kenia se considera un crimen desde 2001), y lo mismo cuenta la psicoterapeuta y feminista de origen somalí Leyla Hussein, que ha fundado en Reino Unido, donde vive, varias asociaciones que brindan apoyo psicológico a las víctimas de la mutilación genital: “En este período, estoy dando apoyo a través de Internet a muchas activistas de África”, explica. “Una de ellas me dijo que en su aldea mutilaron a 45 niñas en una mañana. Por supuesto, la pandemia está matando a muchas personas, pero creemos que, en el mundo, cada 11 segundos se le corta el clítoris a una niña. ¿Por qué no podemos preocuparnos también por esto? Sin embargo, el aumento de esta violencia contra las mujeres tendrá un gran impacto en comunidades enteras”.

De hecho, en toda África se alzan voces que invitan, en este período de covid-19, a no bajar la guardia en lo relativo a los derechos de las niñas. En Ghana, la actriz Yvonne Ossei, protagonista de una serie de televisión que habla precisamente de la mutilación genital femenina, no pierde ninguna ocasión de recordar públicamente a sus compatriotas que no se escuden en la pandemia para no denunciar los abusos contra las mujeres. En Kenia, en el condado septentrional de Samburu, Bernadette Loloju, del organismo gubernamental Anti-FGM, declaró a la agencia Reuters que el cierre de escuelas desde el 16 de marzo ha provocado un aumento de la mutilación genital. “Se ha detenido incluso a una madre que hizo que mutilaran a su hija de 12 años”, refiere, “y las autoridades nos pidieron a los técnicos y a los jefes de la aldea que visitáramos las comunidades rurales del condado para vigilar”.

En el sureste de Nigeria, Kenneth Ehouzou, del UNFPA, ha observado que durante el confinamiento es casi imposible vigilar a las comunidades, y que el alto riesgo de mutilación genital también se debe a la falta de apoyo social a las niñas, obligadas a recluirse en su entorno familiar. En otras palabras, si los padres deciden mutilar a su hija, ella no puede pedir ayuda a nadie.

En Tanzania, la ONG Hope reunió a expertos internacionales (todos a través de Internet) para buscar la mejor manera de lidiar con el posible aumento de las mutilaciones clandestinas debido al nuevo coronavirus: “En la región de Mara”, señalan desde Hope, “el 32% de las mujeres han sufrido la mutilación genital. Hope ha abierto dos casas refugio para niñas que huyen de esta práctica: llegan por la noche, con lo puesto, y les ofrecemos seguridad, educación y esperanza. Ahora nos preguntamos cómo equiparnos para un posible aumento de casos”.

En Nigeria, donde más de 40 millones de mujeres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sufren la herida de una mutilación genital, durante un foro organizado en Lagos por la fundación Think Right, varias asociaciones han pedido al Gobierno federal que, durante esta pandemia, redoble sus esfuerzos contra esta forma de violencia. “Nunca quise circuncidar a mi hija de 10 años, a pesar de la presión de la familia de mi marido”, contaba la activista Foluke Olowoyo durante el foro, “pero cuando fuimos a visitarlos con ocasión de un funeral en el estado de Ekiti, al suroeste del país, los parientes cogieron a la niña y la mutilaron a la fuerza, y luego trataron de aplacar nuestra ira diciendo que el clítoris es un tabú y que una niña no circuncidada sufrirá graves consecuencias en la vida. Mi hija desarrolló una infección y poco después murió. Esta es la realidad de la mutilación genital femenina”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/11/planeta_futuro/1589200091_762767.html

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Mujeres de América Latina se adiestran en paneles solares en India

Asia/India/19 Septiembre 2019/Prensa latina

Un grupo de mujeres indígenas, de sitios recónditos de Ecuador, México, Guatemala y Colombia, recibieron adiestramiento en la India para montar paneles solares en sus comunidades rurales.
Entre estas decididas mujeres que cursaron prácticas aquí por medio de la llamada cooperación Sur-Sur las hay provenientes de la etnia Chachi, un grupo indígena que habita en la zona selvática del noroeste de la provincia Esmeraldas, sobre la costa norte en el océano Pacífico de Ecuador.

Los Chachi hablan el idioma cha’palaa o cha’palaachi y junto con los tsáchilas y los éperas son los tres únicos grupos amerindios prehispánicos que sobrevivieron en el área costera ecuatoriana, aunque los épera son originarios de Colombia y llegaron a Ecuador en épocas recientes.

Entre estas valientes muchachas, que dejaron por un momento los avatares diarios de sus vidas junto a sus familias para llegar a un sitio para ellas desconocido como es la India, está Lucía Quintero, quien solo piensa en el bien de su comunidad una vez que ya concluyó su curso sobre paneles fotovoltaicos.

‘Durante seis meses aquí en la India aprendí sobre esos sistemas y ahora me marcho a mi país a apoyar con mis conocimientos a quienes no tienen electricidad’, explicó a Prensa Latina esta dispuesta mujer chachi.

De Altos de Chiapas, uno de los municipios más marginados de México, mujeres de Mitontic, que hablan la lengua Tzotzil, atravesaron miles de kilómetros por primera vez en sus vidas para llegar a la India en aras de adentrarse en el uso de estas técnicas de las energías renovables.

Blanca Fabiola Ordóñez Martínez dijo a Prensa Latina que este aprendizaje fue algo totalmente nuevo ‘y resulta muy bonito para ella saber que de no conocer nada acerca de resistencias y lo que es un capacitor, ahora todas estas mujeres conocen para qué son, y están aptas para armar un circuito eléctrico para un controlador de carga o para una lámpara LED de una instalación del hogar’.

Mi municipio es uno de los más pobres de México, agregó, y por eso fue seleccionado para enviar a una persona a capacitarse aquí en estos temas.

La colombiana Laddie Vernaza Vidal quiere cambiarle la vida a Tumaco, un municipio colombiano ubicado en el departamento de Nariño, en el suroccidente de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador.

‘Con los conocimientos adquiridos aquí quiero aportar mi granito de arena. Vamos a crear fuentes de ingreso para las mujeres y aprovechar las energías alternativas para cambiarle la calidad de vida a ellas y sus familias’, aseveró.

La cooperación para el desarrollo ocupa un lugar primordial en la política exterior de la India, que incrementó la asistencia a los países del tercer mundo, incluyendo líneas de crédito, donaciones, consultoría técnica, socorro en casos de desastre, ayuda humanitaria, becas educacionales y programas de fomento de la capacidad mediante cursos cortos de formación.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=306456&SEO=mujeres-de-america-latina-se-adiestran-en-paneles-solares-en-india
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