Política educativa y reformas curriculares

Por: Sergio Martínez Dunstan

«La definición de un nuevo perfil de egreso trajo consigo, para los políticos, la inigualable oportunidad de formar a los estudiantes desde otra visión»

Agosto quedará marcado para la política educativa mexicana como el mes de las reformas curriculares. Fueron modificados los planes y programas de estudios en los niveles educativos de preescolar, primaria, secundaria, media superior y de las licenciaturas para la formación de maestras y maestros de educación básica. En lo general, hay aspectos comunes entre ellas. En contraparte, se distinguen por sus particularidades inherentes al nivel educativo y a la población a que se encauzan. Resulta evidente que fueron cortadas con la misma tijera. Pero los propósitos, al final de cuentas, dejan entrever intenciones muy alejadas a lo que se establece en los documentos oficiales.

En todos los casos, por ejemplo, la justificación del cambio la basaron en el fracaso de los anteriores modelos curriculares. En los documentos oficiales, de una u otra manera, mencionan que los modelos curriculares dejaron de responder a las circunstancias y lejos de resolver las necesidades diagnosticadas se convirtieron en parte del problema. Para los diseñadores del currículum los culpables del desastre educativo fueron los pasados gobiernos neoliberales, la globalización y la pandemia. Los villanos preferidos.

Las enmiendas a la carta magna aprobadas el quince de mayo del 2019, fueron las banderas enarboladas para acometer el cambio. Garantizar el derecho a la educación lo vendieron como la solución a todos los males que nos aquejan, los sociales por encima de todos. De los principios, fines, criterios orientadores, y demás preceptos contenidos en el resto de los párrafos y fracciones del artículo constitucional que regula la educación, derivaron el marco legal, ético y filosófico a defender, a capa y espada, entre los correligionarios y los escépticos. Esas causas englobadas en la obligación del Estado Mexicano de impartir y garantizar la educación fueron usadas para proyectar el ideal de ciudadano mexicano modelo.

Por otra parte, la definición de un nuevo perfil de egreso trajo consigo, para los políticos, la inigualable oportunidad de formar a los estudiantes desde otra visión. Y desde esa perspectiva restarle importancia al pensamiento característico de los gobiernos impulsores de la mundialización de la economía. En las ideas primigenias del marco curricular, la sociedad del conocimiento y la información sucumbió a la perspectiva comunitaria en aras de la transformación social. Le restaron importancia a la generación de la ciudadanía global otorgándole el rol protagónico al establecimiento de la ciudadanía local. Siendo así, se le resta importancia, al menos en el papel, la educación orientada al desarrollo de competencias. Ésta, como sabemos, fue la base de la pasada currícula, aprendizajes clave para la educación integral, condenada a la extinción. Su agonía se prolongará hasta que la generación de estudiantes que iniciaron con ella, la concluyan en su totalidad. Ya estaba el remedio, faltaba el trapito. Sostenerla didácticamente con métodos activos y participativos en la búsqueda de la integración curricular llamada también, transversalidad.

La revalorización docente se incluyó también. La colgaron artificiosamente de la autonomía curricular y profesional. Conceptos cercanos y apologizados alrededor de la libertad de cátedra. En la búsqueda del camino que facilitara transitar hacia la renovación se fincó la flexibilidad curricular. Etapas del proceso de la reforma curricular: Flexibilidad, transición, renovación y de nueva cuenta a otra flexibilidad reformulada. Esta categorías conceptuales traen consigo implicaciones de otra índole aunque se insista en qué no afectan los derechos del magisterio sino todo lo contrario, se respetan. Las organizaciones gremiales han sido testigos mudos y los han convertidos en simples comparsa. Al fin de cuentas, resulta políticamente correcta la descarada decisión de los sindicatos de apegarse a la rectoría del Estado. Cuando les conviene, pues.

La implementación se ha previsto con lineamientos más o menos parecidos. Las reformas curriculares serán implantadas formalmente a partir del ciclo escolar 2023 – 2024. Pero en los hechos, de aquí a entonces, actualizarán a los docentes en el conocimiento de los recientes planes y programas de estudio con la expectativa de lograr que los hagan suyos (si, como no). E involucrar, en algún momento del ciclo escolar en curso, a los alumnos. Todo ello al margen de la puesta a prueba (piloteo le dicen algunos y pilotaje, otros). Esta suerte de experimentación aún no queda técnicamente del todo definida o aclarada desde la concepción de las mejores prácticas sobre el asunto en el ámbito internacional. De igual manera, se contempla también, la adaptación de los materiales curriculares al contexto en donde se ubica la escuela de acuerdo con las características de las alumnas y los alumnos. Éste es un trabajo colegiado a cargo de los maestros aprovechando el tiempo dedicado a las sesiones del Consejo Técnico, de las reuniones de Academias o cómo se le llamen en ciertos subsistemas o entidades federativas sobre todo en el caso de educación media superior. Le llaman técnicamente, codiseño.

En la narrativa gubernamental y los ufanos discursos pronunciados por diferentes funcionarios públicos se insiste en que los planes y programadas han sido puestos a consideración —tanto para su elaboración como en su discusión— en eventos diversos entre educadores, académicos, especialistas y demás interesados. Destacan la validación social por encima de la validación técnica. Al cabo que la técnica es lo que menos importa para los fines políticos. El medio más socorrido para la divulgación han sido las páginas web oficiales y su publicación en el Diario Oficial de la Federación (excepto el marco curricular común para la educación media superior aunque hayan antepuesto la aprobación de la Secretaría de Educación Pública en voz de su titular y la recepción por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria por la CONAMER como antesala, y dando por sentado, a su aprobación) ha sido el medio más socorrido. La discusión pública a través de los medios de comunicación y las redes sociales han generado acalorados debates. Así como también, en todos los casos, la divulgación ha pasado por el tamiz del Consejo Nacional de Autoridades Educativa (CONAEDU) incluidos los destinados a la formación de docente que se acogen a un órgano análogo, el Consejo Nacional de Autoridades de Educación Normal (CONAEN).

Leer cientos de folios, sino es que miles, de los documentos oficiales en los cuales se plasman las reformas curriculares aludidas al principio del presente escrito, nos conduce a la síntesis de lo reseñado en el resto de los párrafos. Y bajo ese mismo tenor continuará la recién anunciada reforma a la educación de adultos, quizá. Por ello, es conveniente analizar las reformas curriculares en su conjunto como un elemento central de la política educativa del gobierno actual. La suerte de cada una de ellas en lo particular está condicionada, de una manera u otra, al éxito o fracaso de todas en su conjunto. Debemos reconocer que nunca antes se habían atrevido a tanto. Pero la oleada de reformas no es garantía de alcanzar los nobles propósitos de mayor relevancia y trascendencia. Salen a relucir los intereses políticos mas que la utópica necesidad de hacer bien las cosas encaminadas hacia la educación de un ciudadano que asuma un rol protagónico en la transformación social. Pretenden, en mi parecer, influir en la percepción ciudadana más que en el cambio educativo per sé. Lo primero se puede lograr en el corto plazo y lo segundo lleva más tiempo. Y la cuestión electoral ocurrirá primero. De hecho, está sucediendo. Y el tiempo vuela. Está a toda marcha, la sucesión presidencial. En pocas palabras, con las reformas curriculares recientes, gana la política y pierde la educación. Ya forman parte del proceso electoral para dar cuenta de las capacidades y habilidades puestas en juego en la función pública. Y convencer a los ciudadanos de que representan la mejor opción.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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El plan y programa de estudios 2022 a discusión

Por: Sergio Martínez Dunstan

«Resulta conveniente que la SEP dé a conocer a la brevedad posible la versión final del Plan y programas de estudio 2022. Su publicación en el Diario Oficial de la Federación no debe ir más allá de la finalización del ciclo escolar en curso.»

La educación debe por tanto esforzarse al mismo tiempo por hacer al individuo consciente de sus raíces, a fin de que pueda disponer de puntos de referencia que le sirvan para ubicarse en el mundo, y por enseñarle a respetar las demás culturas.

La educación encierra un tesoro

En la colaboración anterior referí algunos indicios que daban cuenta del replanteamiento al marco curricular. Primero, se pospuso su entrada en vigor para el ciclo escolar 2023 – 2024. Segundo, la actualización del documento primigenio modificado el 31 de mayo según el mismo nombre del archivo. Tercero, la definición de pautas para su implementación por parte de las autoridades educativas.  Entre ellas el piloteo de la transformación curricular; el codiseño de contenidos; el programa de formación continua a los docentes para la socialización, conocimiento y operación de la propuesta.

Publicado en los portales Profelandia y Educación Futura bajo el título “El replanteamiento del marco curricular 2022” sirvió también para discutir su contenido en las redes sociales. Entre algunos colegas, intercambiamos puntos de vista en Twitter sobre el paradigma que subyace al plan de estudios de la educación básica 2022. Resultaron por demás interesantes las ideas vertidas al respecto. Citaré algunas de ellas, las que considero representativas, en los párrafos subsecuentes disculpándome de manera anticipada la omisión del resto de a totalidad por razones de espacio.

En el referido articulo de mi autoría, lancé una interrogante al aire respecto a la ausencia de la Dirección General de Educación Superior para el Magisterio en la pasada reunión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). ¿todo será reformado menos los planes y programas de estudio de las escuela normales? Al respecto reaccionó @AbelardoCarro “Habría que profundizar sobre eso que se denomina codiseño (…) La escuela normal en estos meses se encuentran en ese proceso de codiseño del plan de estudios para la educación normal”. A @Pablomarlo le pareció un resumen de la reforma (más) que un nuevo planteamiento.

Y, por otra parte, @Irma_vh cuestionó, a propósito de un tuit de @MarxArriaga, ¿la SEP recibe el proyecto educativo elaborado por la SEP? A lo cual, @rzamudiovg preguntó ¿tienen el archivo? Consideré necesario situarnos en la misma tesitura para el diálogo. Por lo tanto, remití a ambos a mi colaboración en la cual comparto éste y otros documentos utilizados en la reciente sesión del CONAEDU.

Desde otra perspectiva, Laura Frade (@lgfrade) propició el debate: “Más bien habría que discutir si queremos un paradigma posmoderno que minimiza las ciencias, las matemáticas y el laicismo al enaltecer las creencias, tradiciones y costumbres comunitarias cuya ambivalencia es tal que podría impactar el respeto a los derechos humanos”. Mauro Jarquín (@MaurroJarquin) opinó “Creo que hay una gran cantidad de debates teóricos e históricos que ignoramos con tal de dar respuesta rápida a lo que pasa. Yo no que recuperar la memoria histórica y apostar por ciertas -mínimas- lógicas de-coloniales sea la antesala de una “negación de la modernidad”. Por su parte, Lev Velázquez (@levmx666) reaccionó: “En otro enfoque: si queremos continuar con un paradigma hipermoderno economista, que forma para ser capital humano consumidor (no ciudadano); reproductor de un modelo de civilización que pone al borde de la extinción”. Particularmente, consideré una paradoja el hecho que en aras de defender el derecho humano se violentaran las libertades. @lgfrade lo rebatió “El debate actualmente es el tipo de paradigma que se quiere plasmar desde la base epistemológica”. Mencioné que tal idea era conveniente considerarla desde una perspectiva antropológica ¿qué educación? ¿para cuál sociedad? ¿qué tipo de persona se requiere formar? @MaaurroJarquin consideró “que un intercambio en otro formato podría resultar muy interesante.” Les propuse que debatiéramos por videoconferencia.  Erick Juárez (@elErickJuarez), Director Editorial de Educación Futura, secundó diciendo “yo pongo la plataforma para hacerlo abierto y público”. Sólo hace falta que las agendas coincidan, Ojalá que así sea.

Posteriormente, @AbelardoCarro prosiguió con la reflexión: “y me quedo pensando en el docente, aquel maestro maestra con sus múltiples circunstancia que posibilitan o limitan su actual. ¿No habría qué considerarlo en este proceso? ¿verá en sus niños a liberales y conservadores? Esas niñas y niños, ¿verán en su maestro o maestra a un liberal o conservador? @MaurroJarquin refirió que “ya están actuando. Discutiendo y planteando qué hacer”. Catalina Inclán (@inclan66) también deliberó “debatimos el currículum como si determinara las prácticas escolares. Sabemos que son coordenadas que guían, no olvidemos los otros traductores que son más importantes que nuestra mirada. Un plano de análisis que no va a llegar a las escuelas, un debate curricular interminable. Creo en dos pistas sobre el currículum, una que se da para lo que es objeto de estudio y otra para los que significa objeto de acción”.  Por su parte, @TeresaBrachoG cree que “plantear ese eje de discusión no lleva a mucho y sí reproduce estereotipos que deben dejarse fuera de cualquier discusión”. Para @JorgeAurelioMx, este intercambio de ideas es “un ejemplo claro de que en esta red es posible intercambiar mensajes y presentar puntos en debate con respeto y elocuencia. Además de la aproximación a temas muy profundos es fantástica. Ojalá se haga la sesión formal y se abra al público”.

Es evidente que la diversas posturas de quienes participaron en el diálogo virtual variaron desde lo formal hasta lo epistémico, sociológico, filosófico, pedagógico incluso antropológico. Pero la polémica continuó desde otra mirada, la política, que aportó Juan Carlos Miranda (@jcma23): “quizá el paquete completo de políticas públicas educativas del gobierno es contradictorio con un proyecto trasformado de la educación pública”. Dicha expresión encontró eco en @levmx66: “sólo espero que la apuesta no sea porque esa contradicción se defina por ser congruente con el neoliberalismo educativo”. Al igual de quién esto escribe: “Es un asunto es muy criticado en la propuesta curricular. Mientras que en aprendizajes clave se buscaba formar a ciudadanos globales en el marco curricular se pretende contrarrestar los efectos del neoliberalismo”. En las distintas versiones del plan y programa de estudio que se han ventilado a la opinión pública se pueden hallar críticas al neoliberalismo educativo. Aunque en las mas recientes, el neoliberalismo educativo se sustituye por la palabra globalización. Por ejemplo, “el multiculturalismo es un racismo que mantiene la diferencia desde una distancia asentada en el privilegio de su posición universal: la escuela es la que se adjudica el derecho a reconocer a las niñas, niños y adolescentes de otras culturas, para mantener la coexistencia de distintos modos de vida cultural que exige la globalización”.

Ya se discutía al respecto en el influyente Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jaques Delors, subtitulado “La educación encierra un tesoro”, Capítulo 1. “De la comunidad de base a la sociedad mundial”. Ahí se aborda lo relacionado con las tensiones entre lo local y lo mundial. “La rápida evolución de las sociedades humanas que estamos presenciando, en el punto en que se articular dos siglos, opera en dos direcciones: hacia la mundialización, como hemos visto, pero también hacia la búsqueda de múltiples enraizamientos particulares.” Comprender el mundo, comprender al otro, comprender a los demás permite también conocerse a sí mismo. Se relaciona estrechamente con los cuatro pilares de la educación: Aprender a conocer; aprender a hacer; aprender a vivir junto, aprender a vivir con los demás; aprender a ser.

Por lo anteriormente mencionado, resulta conveniente que la SEP dé a conocer a la brevedad posible la versión final del Plan y programas de estudio 2022. Su publicación en el Diario Oficial de la Federación no debe ir más allá de la finalización del ciclo escolar en curso. Puesto que se tiene contemplado llevar a cabo un taller durante la fase intensiva del Consejo Técnico del Ciclo Escolar 2022 – 2023. Ya falta menos para que eso suceda. Habrá que esperar pacientemente.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información: https://profelandia.com

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México: SEP adelanta vacaciones de Semana Santa ante brote de Covid-19

América del Norte/México/15-03-2020/Autora: Laura Poy Solano/Fuente: www.jornada.com.mx

 El periodo vacacional de Semana Santa se adelantará una semana, con el objetivo de contener los contagios de Covid-19, según lo señaló Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Informó que las a partir del próximo martes, cuando se reanuden las clases en más de 219 mil escuelas públicas y privadas, se aplicarán nuevos lineamientos para el combate del Covid-19 en los centros escolares, entre ellas adelantar y ampliar las vacaciones, que iniciarán este 20 de marzo y concluirán el 20 de abril, es decir, un asueto de 30 días.

En conferencia de prensa, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, anunciaron nuevas medidas para combatir el Covid-19 en las escuelas, públicas y privadas, del país, como la implementación de tres filtros para el ingreso de los menores al plantel escolar.

En la 17 reunión nacional plenaria extraordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), que sesionó a puerta cerrada en las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se acordó aplicar un filtro de colaboración con los padres de familia, que implica suscribir un reporte diario en el que aseguran que el menor se lava las manos antes de salir de casa y no tiene fiebre.

También se aplicaran dos filtros adicionales en la escuela, tanto al ingreso al plantel, como en el salón. Moctezuma Barragán agregó que también se crearan comités de salud en cada escuela, como parten de los Consejos Escolares de Participación Social, se trata dijo de un esfuerzo comunitarios, pues también se solicitó a los padres que colaboren con insumos como jabón y gel antibacterial.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/14/sep-adelanta-vacaciones-de-semana-santa-ante-brote-de-covid-19-8075.html

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