Construir un futuro óptimo para la humanidad requiere reflexionar sobre el pasado: Rigoberta Menchú, México

La Doctora Honoris Causa por la UNAM, junto con prestigiados juristas y académicos como Sergio García Ramírez, Diego Valadés Ríos, Julieta Morales Sánchez y Fernanda Gil Lozano, analizaron el Derecho Humano al Futuro
• Participaron en el marco del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, cuyas conversaciones temáticas estuvieron coordinadas por Raúl Contreras Bustamante

Cuando hablamos del mejoramiento de las condiciones humanas en el futuro, necesariamente debemos mirar al pasado profundo, más allá de la Segunda Guerra Mundial, hasta el origen de nuestras civilizaciones, para recordar la importancia de generar consensos y fuerza en beneficio de las sociedades, aseguró la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum.

Durante las conversaciones temáticas “Derecho humano al futuro”, en ocasión del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, coordinadas hoy por el director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras Bustamante, la prestigiada activista guatemalteca y defensora de derechos humanos destacó que, en la historia está el testigo de los grandes procesos democráticos y de defensa de derechos humanos, que han protagonizado distintas generaciones, los cuales debemos reivindicar y defender.

“Fueron grandes consensos que se fueron dando a costa de dolor, de sufrimiento, de censuras y por eso es por lo que, también, después de la Segunda Guerra Mundial, tenemos una tremenda lección en derechos humanos y es la necesidad de la tipificación de los crímenes de lesa humanidad, esos crímenes que ofenden la conciencia humana, que es lo que ocurre cuando se impone el poder establecido”, afirmó.

Al tener conocimiento de estas luchas, incluida la de las mujeres y sus derechos, añadió, se podrán tener más herramientas, principalmente las y los jóvenes, para generar nuevas conciencias para una mejoría en el futuro de la sociedad. “Porque no existe futuro sin pasado y esta es nuestra oportunidad, de hacer nuestras aportaciones al futuro. Tenemos la obligación de construir nuestro futuro con la realidad impactante que tenemos”.

Sobre el papel de la comunidad internacional, particularmente de las Naciones Unidas frente a las grandes crisis humanitarias y de garantía fundamentales, dijo que se trata de un intermediario vital para resolver los problemas que afectan a la dignidad, pero también debe transformarse, sobre todo luego de la pandemia por COVID-19, que nos mostró lo vulnerables que somos.

“La ONU no puede seguir igual como antes de la pandemia, antes de la pandemia tolerábamos ciertos procedimientos que parecía que quedaban en letra muerta, pero hoy no puede ser igual que antes del COVID, ni yo puedo ser igual, porque el COVID nos enseñó que hoy los habitantes somos vulnerables y no hay institución poderosa que venga y en un instante nos salve a todos, por lo que las generaciones que vivieron el COVID, deben proyectar su mirada a futuro”.

La Premio Nobel de la Paz celebró que existan instituciones académicas como la UNAM en donde se ha introducido el estudio del derecho indígena, para reivindicar sus derechos y cosmovisión, por lo que hizo un llamado a que sean más las sociedades que se sumen a ello.

En su intervención, Sergio García Ramírez, profesor emérito la Facultad de Derecho de la UNAM, jurista y expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, apuntó que han habido avances significativos en la materia, con la creación de instituciones nacionales e internacionales que encabezan la defensa y protección de los derechos humanos y ahora es el turno de esta generación para hacerse cargo de las nuevas travesías y batallas por venir.

En la segunda sesión de estas conversaciones temáticas se abordaron algunos de los problemas críticos de la impartición de justicia y la protección a las garantías inalienables en nuestro país, en donde se cuestionó la existencia de las figuras del arraigo y la prisión preventiva oficiosa, que han estado a debate en los últimos meses, tras las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la materia.

“Debemos reformar nuestra Constitución, nunca debimos incluir en la Constitución estos engendros llamados arraigo y prisión preventiva oficiosa, creo que debemos reformar. Ha habido propuestas intermedias para que sean los jueces quienes resuelvan individualmente cada caso; esto sería muy complejo, tardado y dejaría en nuestra Constitución el estigma de la prisión preventiva forzosa”, señaló García Ramírez.

Sobre el mismo tema, Julieta Morales Sánchez, catedrática de la Facultad de Derecho y especialista en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, indicó que es inadmisible que hoy en día estas medidas cautelares existan cuando hay otras formas de control y monitoreo electrónico, como las pulseras o las tobilleras.

Y abundó: “Hay que atacar las causas estructurales que producen delitos que son impunidad, corrupción, la falta de oportunidades, de trabajo decente educación de calidad, pero lamentablemente no tenemos una estrategia real en materia de seguridad desde hace muchas décadas, y la presencia de las fuerzas armadas en las calles detonan muchas violaciones a los derechos humanos y es una estrategia sumamente equivocada”.

A su vez, Diego Valadés Ríos, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, comentó sobre los rezagos de la Agenda 20-30 de Naciones Unidas.  Entre los objetivos de esta se considera la reducción significativa de todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en el mundo o la reducción significativa de las corrientes financieras y de armas ilícitas.    

En ese sentido, el catedrático universitario subrayó que mientras las proclamas retóricas de Naciones Unidas no se constituyan en normas jurídicas vinculantes para los estados que las suscriban, seguiremos rezagados como con las constituciones de antes de 1921.

“En la agenda del derecho humano al futuro algo muy práctico y muy sencillo que podemos hacer es avanzar en la construcción del Derecho. Así como hemos avanzado en la juridización de la norma constitucional, avancemos en la juridización de las múltiples disposiciones internacionales que ya están ahí, pero que solamente están esperando en ser convertidas, de declaraciones, retoricas en normas jurídicas; y esa es una parte del futuro que nos espera”.

En tanto, la directora del Centro Internacional para la Protección de los Derechos Humanos de la UNESCO, Fernanda Gil Lozano, en enlace virtual desde Argentina,  reiteró que en los planteamientos y reflexiones sobre el futuro se debe dar mayor espacio de acción y participación a los jóvenes, quienes serán los tomadores de decisiones.

“El debate sobre el futuro tiene la obligación de dar un espacio a la juventud. Estamos viviendo en la incertidumbre y sabemos que cualquier acción que hagamos tendrá una multiplicidad de consecuencias a lo largo del tiempo”.

Sobre cuáles podrían ser las rutas para transitar de manera efectiva a un planteamiento sobre el futuro están el fortalecimiento del Estado de derecho, pero, sobre todo, que en el quehacer público y político no se quede nadie atrás.

Fuente: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2023_311.html

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Capitalismo humano para todos

Pluma Invitada – Pedro Martínez

El capitalismo humano es la producción de personas, bienes y servicios de  altísima calidad, es decir, con características sobresalientes con un mínimo de variaciones, fallas o errores y es propio de la tercera etapa del desarrollo de la sociedad llamada cooperativa o sinérgica que está empezando a surgir en personas, familias y  países de todo el mundo. Y a diferencia del capitalismo tradicional, donde lo que más importa es conseguir dinero sin importar la forma, en el capitalismo humano se considerará que el bienestar de todos los individuos debe constituir el valor supremo de la sociedad sin distinción de nadie.1

Nuestro planeta, en el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional donde prevalece la violencia y confrontaciones de diversa clase, estará  poblado de personas de todas las razas y etnias plenas de salud económica, física, emocional,  mental y espiritual, haciendo lo que más les guste, les convenga y sea su obligación hacer, sin mayores problemas por su sobrevivencia, convivencia y bienestar personal. La Tierra en esta etapa se convertirá en un paraíso con toda la riqueza de su biodiversidad, sin peligro de especies en extinción y sin problemas mayores del cambio climático.

En el capitalismo humano se considerará a la niñez  como la riqueza más valiosa  que posee cada país, y se enviarán a todos los niños, sin ninguna excepción, a las mejores escuelas del mundo para que reciban la educación e instrucción que sus talentos demanden, sin pretexto de raza, color, religión, género, capacidades especiales, posición sexual, condición económica o cualquier otra diferencia.

Todos los niños nacen con un alto índice de creatividad, lo que los hace diferentes, es la calidad de la tecnología que los padres y maestros utilizan para educarlos e instruirlos. La tecnología es tangible cuando emplea artefactos o máquinas y es intangible cuando habla de educación, instrucción, métodos, procedimientos, protocolos o costumbres. En el capitalismo humano primero se enfatizará el uso de la tecnología intangible y posteriormente de la tangible; en el capitalismo tradicional se procede en contrario, originándose con ello una serie de graves problemas personales, escolares, empresariales y administrativos.

En el capitalismo humano se contará con el conocimiento y la tecnología educativa suficiente para hacer que todas las personas desde su infancia sean niños del mundo con responsabilidad social y posean un altísimo nivel de calidad en todos los aspectos. En esta etapa predominarán, los padres estimuladores, los alumnos autodidactas, los maestros del aprendizaje, las escuelas creadoras de riqueza, los empresarios de inversión, los políticos de altura y los Estados Protectores. Desaparecerán los padres consentidores, los falsos estudiantes, los maestros de la enseñanza, las escuelas fraudulentas, los empresarios especulativos, los políticos sinvergüenzas y los gobiernos corruptos. Y ya no habrá tanta gente violenta, atenida, improductiva, incompetente, superficial, despilfarradora y deshonesta.

Los padres estimuladores, los maestros del aprendizaje, los empresarios de inversión, los políticos de altura y los Estados Protectores utilizarán la tecnología del capitalismo humano, cuyos principios importantes son: Estándares de Calidad: características sobresalientes de personas, bienes y servicios con un mínimo de fallas, errores o variaciones;  Motivación: premio o castigo; Acariciar: “excelente, vas muy bien”, Misión: “ayudar para que me ayuden”; Visión: “yo quiero ser …”; Estrategias: “primero lo primero”, “primero los primeros”  y  “lo  que  hace  la  mano  hace  la  tras”; Perfil: autosuficiente, productivo, competente, preocupado, profundo, sencillo y honesto; Sentimientos: admiración, agradecimiento, orgullo y vergüenza; Personajes: estudiante autodidacta, padre estimulador, maestro del aprendizaje, empresario de inversión, político de altura;Organización motivacional: pactos y triángulos pedagógicos; Pago de impuestos: corresponder  la ayuda recibida.

En el capitalismo humano, un niño con responsabilidad social será autosuficiente, productivo, competente, preocupado, profundo, sencillo y honesto. Ayudará para que lo ayuden. Reconocerá y admirará todo lo que tiene valor universal. Será agradecido y sabrá sentir orgullo por sus aciertos o vergüenza por los errores que cometa.

En el capitalismo humano, los padres estimuladores considerarán a sus hijos lo más valioso que poseen e impulsarán su desarrollo con la  tecnología  educativa e instructiva de esta etapa para que lleguen a ser ciudadanos ejemplares con responsabilidad social y formen hogares plenos de gozo y bienestar.

En el capitalismo humano, las relaciones de matrimonio serán de  entrega al otro, servicio al otro, pensar en la felicidad del otro y trabajar por el otro. La convivencia marital no será al estilo de reyes, reinas, tiranos o súbditos, sino de personas con igualdad de derechos y obligaciones. La relación sexual no será machista ni hembrista, sino profundamente personal y duradera. El cuidado y educación de los hijos será responsabilidad de ambos cónyuges, pero sí sólo uno de ellos tiene  que trabajar, lo hará aquel que convenga mejor al desarrollo de la familia, y el otro, al quedarse en casa, sea hombre o mujer, será el responsable principal de la educación de los niños.

En el capitalismo humano los sistemas educativos estarán basados en el aprendizaje y no en la enseñanza. Se encontrarán bajo estricto control estadístico para lograr que el número de errores, fallas o variaciones sea mínimo y se pueda determinar con precisión si estos son causados por el  sistema o  las personas. Su diseño, planeación, aplicación y evaluación se efectuará con puntual periodicidad para convertir cada centro educativo en una  escuela creadora de riqueza de máxima calidad y eficiencia en un mínimo de tiempo.

En el capitalismo humano, todas las escuelas de cualquier clase, nivel, o especialidad serán creadoras de riqueza, es decir, formadoras de personas con características de altísima calidad con un mínimo de errores, fallas o variaciones. Trabajarán bajo el sistema desescolarizado para que los  alumnos avancen en su educación e instrucción  de acuerdo a sus condiciones personales y tendrán una función polifacética de plazas públicas, centros de evaluación, bibliotecas, laboratorios, talleres, auditorios, sitios artísticos, deportivos y recreativos.

En el capitalismo humano, los maestros del aprendizaje mediante el estudio dirigido, formarán alumnos autodidactas capaces de investigar, trabajar, redactar y exponer, y para ello, sabrán convertir los salones de clase en bibliotecas, laboratorios, talleres o auditorios. Con la dinámica de grupos capacitarán a los alumnos para que aprendan a convivir y a comunicarse con sus semejantes e interactúen cara a cara con sus iguales para intercambiar conocimientos, comentarios o tengan confrontaciones bajo una atmósfera de solidaridad y cooperación. También sabrán utilizar la evaluación, no sólo para acreditar adecuadamente a sus alumnos, sino fundamentalmente para motivar su fuerte desempeño  y hacer que logren adquirir la capacidad de autoevaluarse.

En el capitalismo humano, los empresarios de inversión serán productores de personas, artículos y servicios de máxima calidad con un mínimo de errores, fallas o variaciones. Y para lograr la plena satisfacción de los clientes, primero dejarán satisfechos a los trabajadores con salarios justos, prestaciones de ley, participación accionaria y ambiente de cooperación para que sientan aprecio por la empresa y su labor sea altamente satisfactoria y creativa. En esta etapa, los empresarios de inversión sentirán un fuerte aprecio por los trabajadores y los verán como el activo más valioso de la empresa. Los considerarán más como proveedores que como empleados para que al sentirse también empresarios, tengan una fuerte relación de cooperación de tú a tú en donde todos salgan ganando y la riqueza se multiplique de manera exponencial o geométrica. Los empresarios de inversión emplearán gran parte de las utilidades de la empresa para motivar a los trabajadores a que se transformen de hombres ordinarios en hombres extraordinarios.

En el capitalismo humano, el trabajo será fundamentalmente un gusto y no un requerimiento para subsistir, No se tendrá que laborar por hambre, sino por el placer de crear algo útil o bello que nos diferencie de los otros. Todo mundo al nacer contará con una pensión mínima de por vida proporcionada por el Estado Protector. Para obtener cualquier otra cosa que nos apetezca, tendremos que poner a prueba en el estudio y en el trabajo nuestra capacidad creativa para lograrlo. Al liberar a la actividad laboral del yugo de emplearnos para subsistir, explotará toda la fuerza creativa que motiva nuestro deseo de sobresalir, de ser distintos, de recibir algún reconocimiento, una medalla, un diploma o algún pequeño lujo, nada que sea espurio, ilegítimo, depredador, insultante o injusto. El trabajo en el capitalismo humano tendrá la misma condición que el deporte, donde disfrutaremos más el juego que el triunfo, aunque nuestra naturaleza nos demande querer ser siempre los primeros, algo de fuerte raigambre instintiva, imposible de soslayar y más de querer cambiar o eliminar, pero si factible de educar.

En el capitalismo humano, el alto desarrollo tecnológico será aprovechado para disminuir el  tiempo de las jornadas de trabajo y ofrecer empleo y salario digno  a toda persona que desee laborar. A mayor número de gente disponible para ser ocupada, menor número de días y horas de trabajo. Toda la actividad productiva de artículos y servicios de alta calidad se generará en empresas de inversión de diferente índole y tamaños y los precios y salarios serán justos y equitativos.

El trabajo creativo será el detonador de la cantidad de bienes y servicios de inmejorable calidad que se necesiten producir para garantizar el bienestar absoluto de todas las personas que habiten el mundo. En el capitalismo humano, toda labor inútil y nociva para la sociedad y la naturaleza desaparecerá y será sustituida por aquellas ocupaciones generosas y amigables para el ser humano y su entorno.

En el capitalismo humano surgirá la calidad de vida de una forma difícil de imaginar, pero fácil de constatar si volteamos la mirada a Singapur donde en la actualidad en su “Ciudad Jardín”, convive una población urbana de diferentes credos y etnias con fauna y flora de variedad increíble.

En el capitalismo humano se recuperará el tiempo libre que hemos perdido por  agobio del trabajo, tortura del transporte, salarios insuficientes y problemas personales, familiares y sociales de toda clase. En esta etapa, las charlas en la calle, en los pórticos, en los cafés, de pareja, de familia, de vecinos y de asambleas, estarán de nuevo al orden del día. También la asistencia a eventos recreativos, deportivos, científicos, artísticos y culturales de una variedad increíble será lo habitual. La confraternidad de personas de todas las razas, géneros, credos, posiciones políticas y países se dará sin distingo alguno y con suma facilidad.

En el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional lleno de trabas  para cruzar fronteras, todas las personas serán ciudadanos del mundo y podrán viajar a cualquier país sin restricción alguna para estudiar, trabajar, conocer o divertirse. El libre tránsito también alcanzará a las mercancías y ya no se verán más las garitas aduanales, los ignominiosos muros divisorios o las migraciones de muerte en busca de una mejor vida.

En el capitalismo humano sólo habrá políticos de altura que sientan genuina preocupación por sus semejantes y que cubran todas las condiciones y exigencias que existen para una profesión a nivel universitario. Además, sustentarán pruebas periódicas de actualización como si fueran médicos y también pasarán  exámenes de control de confianza y harán todo tipo de declaraciones  que avalen su total honestidad. Los políticos de altura serán expertos en aglutinar voluntades. Sólo sabrán sumar, nunca restar. Nunca dividirán a la gente en buenos o malos, rojos o blancos, sólo en honestos y sinvergüenzas. Únicamente reconocerán el mérito ajeno para encomiarlo, Sólo identificarán al que falla, para ayudarlo, Sólo estarán pensando en el siguiente paso. Sólo darán pasos grandes. Sólo sabrán servir y no  ser servidos, y lo más encomiable es que  siempre se les encontrará ofreciendo el mejor de sus  esfuerzos con o sin nombramientos.

En el capitalismo humano, todas las autoridades del planeta estarán integradas por políticos de altura y la democracia se ejercerá con extraordinaria eficiencia y eficacia, ya que serán los pueblos los que verdaderamente gobiernen, porque habrá nítida transparencia de los asuntos públicos, referéndums, plebiscitos y revocación de mandatos sin trampas, y ya no serán las mafias coludidas con intereses espurios las que sigan manipulando al mundo.

En el capitalismo humano, ya no habrá mafias de ninguna calaña porque el altísimo desarrollo científico y tecnológico alcanzado en esta etapa hará imposible la secrecía de cualquier tipo y todo grupo humano que se congregue soló lo podrá hacer para optimizar el bienestar del hombre y del planeta. El “factor no declarado” que tanto daño causa en el capitalismo tradicional a nivel personal, familiar, empresarial, político, administrativo y mundial, desaparecerá para dar cabida a las más cristalinas de las relaciones económicas y sociales de las personas, familias, grupos,  instituciones y países.

En el capitalismo humano, el mundo y los países contarán con Estados Protectores que velarán por el bienestar de la población mediante gobiernos elegidos democráticamente e integrados por políticos de altura que administrarán y distribuirán la riqueza producida  de manera que no haya zonas pobres o arruinadas en ningún sentido. Los Estados Protectores mediante sus gobiernos e instituciones pares, regularán la actividad productiva y comercial, tanto pública como privada, para que la competencia que se genere entre las empresas se realice en sano tono  deportivo con reglas claras, justas y equitativas. También serán los responsables de cobrar los impuestos que toda empresa y persona tiene que pagar para cubrir los gastos de ayuda que se requiera de habitación, alimentación, educación, instrucción, salud y seguridad social para toda la  población mundial.

En el capitalismo humano, toda la actividad prestataria desaparecerá porque cualquier persona, empresa o país que desee realizar un proyecto de su creación, debe tener prevista tanto la idea como los medios de inversión. La actividad financiera que en el capitalismo tradicional ha traído las perversiones económicas más truculentas y atroces que se conozcan en la historia del hombre, será sustituida por la actividad inversora. El dinero que sobre a cualquier nivel, ya sea personal, empresarial, o institucional, se gastará o invertirá, pero no se prestará ni se regalará. Así, las empresas de inversión de todos los tamaños y giros proliferarán por doquier.

En el capitalismo humano, a diferencia del capitalismo tradicional, ya no habrá tantas instituciones, leyes y reglamentos para regular la convivencia humana, sino fundamentalmente, estándares de calidad. Al ser los estándares de calidad acuerdos voluntarios que asumen las personas con educación cooperadora o sinérgica para hacer algo con elevada eficiencia y eficacia, cualquiera que esto sea, resultará obsoleto todo el engranaje inútil, excesivo y corrupto que existe hoy en día  para regular la mayor parte de nuestras múltiples actividades.

En el capitalismo humano los países ya no tendrán ejércitos ni harán gastos en material bélico, pero sí contarán con cuerpos policíacos con excelente posición económica y pública, integrados por personas con altísima responsabilidad social para que funjan como mentores de las personas transgresoras del orden institucional  y sean prominentes gestores sociales de campo.

En la vida moderna, el capitalismo tradicional ha traído consigo un cúmulo de innumerables ventajas que ninguna persona objetiva podría rechazar, pero también ha generado gravísimos problemas y vicios que se tienen que eliminar si queremos preservar la vida en el planeta. El capitalismo tradicional se podría decir que es el portador del cielo y el infierno en la Tierra. La parte generosa de él se está convirtiendo en forma natural en capitalismo humano en diferentes países y estratos de la sociedad mundial. Todas las personas, sin distingo alguno, tenemos algo de la nobleza del capitalismo humano que utilizamos en nuestra vida cotidiana sin advertirlo, sin apreciar, y lamentablemente también sin aprovechar. Hasta la persona más despreciable, peligrosa, desorientada o apática  tiene una partícula de  capitalismo humano que podría empezar a utilizar para convertirse en un individuo con responsabilidad social para su propio beneficio y de quienes lo rodean.

Todos los niños, si se presentan las condiciones, pasan por tres etapas en su desarrollo. La primera  es de enfrentamiento: el niño sólo desea hacer lo que le gusta y si encuentra resistencia, lucha, llora o agrede. La segunda es de tolerancia y propia de los pactos: “si tú haces esto, yo te permito esto otro”.  Si los padres le hacen aprender al niño, por medio de pactos oportunos y apropiados, que si actúa bien le irá bien y que si actúa mal le irá mal, lograrán que pase a la etapa cooperativa o sinérgica con facilidad, Esta tercera etapa es exponencialmente creativa, porque se basa en la diferencia que tenemos todas las personas, en la consideración por el otro, en el acuerdo de todos ganar y en el compromiso de cumplir lo pactado a pesar de las dificultades que se presenten.

La humanidad, al igual que el ser humano, atraviesa en su desarrollo por las mismas tres etapas de la niñez. La primera es de luchas, enfrentamientos, violencias y guerras; la segunda, de tolerancia, aguante o pactos, y la tercera, llamada cooperativa o sinérgica, es propia de estándares de calidad, más que de leyes y reglamentos; de educación e instrucción, más que de tribunales y cárceles; de visiones y misiones, más que de ideologías; de frentes amplios, más que de partidos políticos; de socios de producción, más que de patrones y trabajadores; de asistencia social para toda la población, más que por clase social; de riqueza repartida, más que de riqueza acumulada; de capitalismo humano, más que de socialismo o libre mercado; de cooperación, más que de violencia o tolerancia.

Los gravísimos problemas mundiales existentes se deben a que varios  países, familias, y personas están atorados en la etapa de la violencia o la tolerancia, y que necesitan de la gestión de buenos pactos para completar su sano desarrollo. Los buenos pactos (ayudar para que me ayuden, todos ganamos y honestidad) no sólo evitan el enfrentamiento violento o la tolerancia estéril de las partes, sino que preparan el advenimiento de la etapa cooperativa o sinérgica. Pero si los actores lo quieren todo sin ceder nada o los mediadores son parciales o corruptos, nadie sale ganando. De ahí, la creciente miseria y conflictos que hay en el planeta.

El capitalismo humano está emergiendo en el mundo por la creciente aparición cada día, de personas, familias, empresas, organizaciones, instituciones y países con  responsabilidad social que están tomando los aspectos nobles del capitalismo tradicional para lograr en sus respectivos ámbitos un envidiable bienestar económico  y social. Sólo falta que se unan a pesar de sus diferencias, (en eso radica su fuerza) para propiciar el advenimiento mundial de la etapa cooperativa o sinérgica de la sociedad lo antes posible.

La llegada del capitalismo humano no obedece a una planeación exprofeso, ni a una elucubración desesperada o imaginada por el grave peligro en que se encuentra la Tierra, ¡No! El capitalismo humano no es un invento de nadie, sino un proceso natural, propiciado por el vertiginoso avance científico y tecnológico que se viene gestando en la sociedad mundial de una manera incontrovertible, lo único que tenemos que hacer las personas con responsabilidad social, es reconocer este hecho, aprenderlo, aplicarlo, propagarlo  e impulsarlo con la mayor fuerza posible  en el frente en que nos encontremos, ya sea éste, familiar, escolar, religioso, empresarial, académico, artístico, deportivo, político o gubernamental. De esta manera el asentamiento de un sistema noble, justo y gratificante para todo ser vivo del planeta, será de inmediato una realidad y no una utopía.

La naturaleza es nuestra maestra y su dictado apremiante y salvador es el capitalismo humano o nada. El alto desarrollo tecnológico pone al hombre ante el dramático dilema de iniciar una guerra nuclear que acabe con la vida en la Tierra o de propiciar el desarrollo del capitalismo humano en nuestros hogares y  el mundo, tal como lo demanda el más elemental sentido común.

1 Véase: P. Martínez, “Capitalismo Humano: Niños del Mundo con Responsabilidad Social” Chiado Editorial. 2015

*Director de la Escuela Creadora de Riqueza México  pedromtz2512@hotmail.com

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/capitalismo-humano-para-todos/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/capital-humano-300×197.jpg

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Los Juegos Olímpicos: metáfora de la humanidad humanizada

Leonardo Boff

Desde el día 5 de este mes de agosto Río de Janeiro es la sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Se ha creado una inmensa infraestructura de arenas, estadios, nuevas avenidas y túneles que dejarán un legado inolvidable a la población carioca.

La apertura y la clausura son ocasión de grandes celebraciones, en las cuales el país que hospeda intenta mostrar lo mejor de su arte y singularidad. La apertura esta vez fue de un esplendor inigualable, a semejanza de los grandes desfiles de las escuelas de samba. Los efectos de luces y de imágenes proyectadas en pantallas enormes creaban una atmósfera de mágica y casi surrealista, provocando en muchos lágrimas de emoción.

El momento principal fue el desfile de las delegaciones de 206 países, un número mayor que el de los países representados en la ONU, que son 193. Cada delegación desfilaba con trajes típicos de sus pueblos, destacándose por sus colores vistosos y elegantes, los trajes africanos y asiáticos.

Sabemos que en todas las relaciones sociales e internacionales subyacen intereses y maniobras de poder. Pero aquí, en los Juegos Olímpicos, si existieron, fueron prácticamente invisibles. Predominaba el espíritu deportivo y olímpico por encima de las diferencias nacionales, ideológicas y religiosas. Aquí todos estaban representados, hasta un grupo, muy aplaudido, de refugiados que hoy inundan especialmente Europa. Tal vez este evento sea uno de los pocos espacios en los cuales la humanidad se encuentra consigo misma, como una única familia, anticipando una humanización siempre buscada pero nunca definitivamente mantenida porque todavía no hemos avanzado en la conciencia de que somos una especie, la humana, y tenemos un único destino común junto con nuestra Casa Común, la Tierra.

Este tal vez sea el mensaje simbólico más importante que un evento como este envía a todos los pueblos. Más allá de los conflictos, diferencias y problemas de todo tipo, podemos vivir anticipadamente y, por un momento, la humanidad que finalmente se humanizó y encontró su ritmo en consonancia con el ritmo del propio universo. Este es uno y complejo, hecho de redes incontables de relaciones de todos con todos, constituyendo un cosmos en cosmogénesis, gestándose continuamente a medida que se expande y se complejiza. A este ritmo no escapa tampoco la humanidad.

Los Juegos Olímpicos nos invitan a reflexionar sobre la importancia antropológica y social del juego. No pienso aquí en el juego que se volvió profesión y gran comercio internacional como el futbol, el baloncesto y otros, que son más bien deportes que juegos. El juego, como dimensión humana, se revela mejor en los medios populares, en la calle o en la playa o en algún espacio con hierba o con arena. Este tipo de juego no tiene ninguna finalidad práctica, pero lleva en sí mismo un profundo sentido como expresión de alegría de divertirse juntos.

En los Juegos Olímpicos impera otra lógica, diferente de la cotidiana de nuestra cultura capitalista, cuye eje articulador es la competición excluyente: el más fuerte triunfa y, en el mercado, si puede, se come a su concurrente. Aquí hay competición, pero es incluyente, pues participan todos. La competición es para el mejor, apreciando y respetando las cualidades y el virtuosismo del otro.

La tradición cristiana desarrolló toda una reflexión sobre el significado transcendente del juego. Quiero concentrarme un poco sobre ella. Las dos Iglesias hermanas, la latina y la griega, se refieren al Deus ludens, al homo ludens e incluso a la eccclesia ludens (Dios, el hombre y la Iglesia lúdicos).

Veían la creación como un gran juego de Dios lúdico: hacia un lado lanzó las estrellas, hacia otro el sol, más abajo puso los planetas y con cariño colocó la Tierra, equidistante del Sol, para que pudiese tener vida. La creación expresa la alegría desbordante de Dios, una especie de teatro en el cual desfilan todos los seres y muestran su belleza y grandeur. Se hablaba entonces de la creación como un theatrum gloriae Dei (un teatro de la gloria de Dios).

En un bello poema dice el gran teólogo de la Iglesia ortodoxa Gregorio Nacianceno (+390): «El Logos sublime juega. Engalana con las más variadas imágenes y por puro gusto y por todos los modos, el cosmos entero». En efecto, el juguete es obra de la fantasía creadora, como lo muestran los niños: expresión de una libertad sin coacción, creando un mundo sin finalidad práctica, libre del lucro y de beneficios individuales.

«Porque Dios es vere ludens (verdaderamente lúdico) cada uno debe ser también vere ludens, aconsejaba, ya mayor, uno de los más finos teólogos del siglo XX, Hugo Rahner, hermano de otro eminente teólogo, que fue profesor mío en Alemania, Karl Rahner.

Estas consideraciones sirven para mostrar cómo puede ser sin nubarrones y sin angustia nuestra existencia aquí en la Tierra, al menos por un momento, especialmente cuando se vislumbra en la belleza de las diferentes modalidades de juegos la misteriosa presencia de un Dios lúdico. Entonces no hay que temer. Lo que nos bloquea la libertad y la creatividad es el miedo.

Lo opuesto a la fe no es tanto el ateísmo sino el miedo, especialmente el miedo a la soledad. Tener fe, más que adherirse a un conjunto de verdades, es poder decir, siguiendo a Nietzsche, “sí y amén a toda la realidad”. En lo profundo, la realidad no es traicionera, sino buena y bonita, alegre acogedora. Alegrarse por formar parte de ella lo expresamos en el juego, y, de forma universal, en los Juegos Olímpicos. Tal vez éste sea su sentido secreto.

Fuente del articulo: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=785

Fuente de la imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1418198301090/sites/telesur/img/news/2014/12/10/juegos.jpg_1718483346.jpg

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Juegos olímpicos entre la unidad y la confortación

Por: Guido Zuleta 

El deporte internacional ha sido considerado como una actividad humana que sirve para unir a las personas de diferentes lugares y culturas en un ambiente festivo, apreciando los diferentes talentos humanos.

De allí la existencia de rivales en las diversas disciplinas que tienden a convertirse en amigas y amigos, con el mutuo reconocimiento de sus destrezas. Sin embargo, si bien se ha tratado de apartar esta actividad de la confrontación  humana, como la política y hasta bélica, la actividad deportiva no suele salir indemne.

La inauguración de los Juegos Olímpicos Río 2016 llega en medio de una crisis global y particularmente, en un Brasil conmocionado por el intento de golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff, lo cual conlleva no solamente problemas logísticos de última hora, tanto para el funcionamiento del evento y la acogida a los miles de deportistas y visitantes que llegan de todas partes, sino también sentimientos encontrados con manifestaciones que aspiran divulgar  al mundo sus planteamientos frente a la realidad política vivida.

Resaltan así, las anunciadas ausencias en la ceremonia inaugural de los promotores de los Juegos Olímpicos de Río, como la presidenta Dilma Rousseff  y el expresidente Lula Da Silva, quien encabezó el 2 de octubre 2009 la delegación brasileña en Copenhague, cuando el Comité Olímpico Internacional eligió a Río como sede.

Los Juegos llegan en el marco de una fecha especialmente dramática. Un 6 de Agosto de 1945, la humanidad observó horrorizada la explosión atómica contra Hiroshima, Japón. Con más de doscientas mil víctimas fatales. El teólogo brasileño Leonardo Boff  analiza al respecto:  “Hay una propuesta profundamente humanitaria que nos llega de São Paulo, de la Asociación de los Supervivientes de Hiroshima y Nagasaki (llamados hibakusha, se presume que hay unos 118 en Brasil), animada por el militante contra la energía nuclear Chico Whitaker: que el día 6 de agosto, …en los Juegos Olímpicos, se haga un minuto de silencio pensando en las víctimas de Hiroshima. Pero no solo eso, sino que volvamos también nuestras mentes contra la violencia en contra de las mujeres, los refugiados, los negros y pobres que son sistemáticamente diezmados (solamente en Brasil en 2015, 60 mil jóvenes negros), los indígenas, los quilombolas y los sin-tierra y sin-techo, en fin, todas las víctimas de la voracidad de nuestro sistema de acumulación.  En este sentido el alcalde de Hiroshima ya dirigió una carta al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos. Esperamos que él se sensibilice y promueva ese grito silencioso contra las guerras de todo tipo y por la paz entre todos los pueblos. (Boff L. “La Bomba Atómica y los Juegos Olímpicos”. 14.06.2016).

En medio de la crisis global, este evento deportivo puede aportar así, un clamor unitario a la conciencia humana hacia la construcción de la paz con la gente y con la Madre Tierra.

*Programa: “LLEGÓ LA HORA” de FUNDALATIN Nº 770. Sábado 06/08/2016  transmitido por Radio Nacional de Venezuela Canal Informativo. Dial 91.1 FM y 630 AM. Los  sábados  de 8.00 a 8.45 AM. Registro Productor Nacional Independiente No.11610.

   Edit_770.OlimpicosUnidadConfrontación.06.08.2016

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