Deberes escolares en verano: ¿sí o no?

La discutida cuestión se extiende también a lo largo de todo el curso y no solo durante las vacaciones escolares

Por deberes escolares entendemos aquellos ejercicios o tareas que los alumnos deben realizar fuera de clase a fin de completar o asentar la actividad diaria del colegio y que, «según algunos docentes, favorecen la adquisición de hábito de trabajo, desarrollan la responsabilidad y la autonomía personal, la organización, la atención y la concentración, incluso hay quien dice que son necesarios para asimilar y memorizar la densidad de los currículos», explica Julio Díaz, subdirector de Colegio Brotmadrid. Mientras que «algunos profesores los consideran imprescindibles, otros no terminan de ver los beneficios cognitivos ni, sobre todo, emocionales».

No obstante, a la hora de mandar deberes, «el profesorado debe tener en cuenta las edades y las características individuales de los alumnos y las familias para evitar que se produzcan desigualdades y sobrecargas innecesarias. No es adecuado café para todos».

En ese sentido, según María García, responsable del programa terapéutico «Aprendizaje 4C» del Centro de Evaluación e Intervención Educativa Corat, «los deberes aparecen muchas veces como fuente de conflicto en casa». Además, «cada vez es más frecuente escuchar «estoy cansado» por el frenético ritmo semanal que niños y niñas tienen que seguir».

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El 80% de los españoles considera que tener su hogar limpio ayuda a los niños en sus estudios

Por: ABC Sociedad

Otras cualidades como ser más responsables, ser más sociables o traer amigos a casa con mayor frecuencia también aumentan cuando se tiene la casa más limpia y recogida

Tal y como afirmaba el reciente estudio “Limpieza y felicidad” realizado por una consultora independiente para la compañía española Las 3 Brujas, a mayor limpieza en el hogar, mayor felicidad. Sin embargo, este mismo estudio corrobora que la limpieza y el orden en casa benefician de forma específica a los más pequeños en aspectos tan importantes como ser más responsables, ser más sociables e, incluso, a obtener mejores notas en el colegio.

Precisamente, ahora que comienza el curso escolar, es importante destacar que, en los hogares más limpios, los hijos sacan mejores notas. Así, si bien un 38% de los encuestados declara que sus hijos btienen “Muy buenos resultados”, en los hogares “Muy limpios” el porcentaje sube 24 puntos, situándose en un 62%.

De igual manera, mantener la casa más limpia también implica una mayor predisposición a recibir clases de forma telemática. De hecho, casi una cuarta parte de los hijos/as españoles se ha sentido muy a gusto dando clases desde casa, una cantidad que sube hasta el 43% en los hogares “Muy limpios”.

Otras de las cualidades en las que la limpieza en el hogar tiene un efecto positivo son la responsabilidad y la sociabilidad de los más pequeños. De esta manera, un 27% y un 44% declara que sus hijos son “Muy responsables” y “Muy sociables”, respectivamente, pero en los hogares “Muy limpios” el porcentaje se dispara, subiendo hasta el 53% y el 67%, en cada uno de los casos.

Por último, tener un hogar libre de suciedad aumenta la frecuencia con la que los hijos traen amigos a casa. En concreto, casi 4 de cada 10 encuestados declara que a sus hijos “Les gusta mucho traer amigos a casa”, mientras que en aquellas casas “Muy limpias” el porcentaje sube hasta casi el 60%.

Y es que tener el hogar sin suciedad tiene muchos beneficios, entre los que destaca por encima de todos que es un buen ejemplo para los niños (95%). De igual manera, el 90% de los españoles también se enorgullece de tener su casa limpia, al 88% los anima a invitar a sus seres queridos e incluso el 80% considera que ayuda a los niños en sus estudios.

El teletrabajo

El informe también destaca que tener la casa limpia no solo es beneficioso para los estudios de los niños, sino también para aquellas personas que teletrabajan. De esta forma, si bien el 37% se siente “Muy a gusto” teletrabajando en casa, el porcentaje sube hasta el 56% en los hogares que están “Muy limpios” y al 42% en aquellos que limpian más semanalmente (+10h).

Con respecto a la productividad, el teletrabajo se impone. De hecho, hay un empate (37% ambos) entre quienes piensan que se es más productivo en casa y quienes creen que, directamente, no hay diferencia de productividad entre casa y la oficina. El empate se reproduce en los distintos segmentos sociodemográficos, pero sí que varía el peso de quienes creen que en la oficina se es más productivo (25%). En concreto, desciende hasta el 22% entre las mujeres y sube al 29% entre quienes no tienen hijos.

Reflejo del bienestar emocional

Tal y como demuestra el estudio cuando a uno le preguntan qué es lo que le aporta tener la casa limpia y ordenada, la mayoría de los españoles afirma que es más cómodo (71%), seguido de relajante (59%), feliz (37%) y en cuarta posición, seguro (29%). A tenor de estos resultados, no es de extrañar, por tanto, que los españoles se sientan más tristes, más solos y tengan más estrés a medida que disminuye el nivel de limpieza en el hogar.

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-80-por-ciento-espanoles-considera-tener-hogar-limpio-ayuda-ninos-estudios-202109030122_noticia.html

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«Hijo, aléjate de Pablo que dio positivo en Covid-19»

Por: Laura Peraita

Algunos niños podrían quedar «señalados» por sus compañeros tras pasar el coronavirus.

«Hijo, tu no te acerques a Pablito en el cole que fue positivo en Covid-19». La incertidumbre y el miedo está provocando que algunas familias –sobre todo aquellas que se han visto afectadas seriamente por el coronavirus o que conviven con personas mayores o vulnerables–, alienten a sus hijos a alejarse de aquellos compañeros que han pasado el Covid. «Acabamos de empezar las clases y todavía es pronto, pero en cuanto haya un niño que dé positivo y vuelva a clase, somos conscientes de que habrá padres que “obliguen” a sus hijos a que no se junten con él», asegura Andrés Cebrián, presidente del Sindicato Independiente de Enseñanza Anpe.

Precisamente, hace tan solo unos días, el Consejo General de Enfermería ha advertido de la posibilidad de que el contagio por Covid-19 traiga consigo «un estigma para los niños infectados e, incluso, para los que han pasado la enfermedad», por lo que ha pedido a los centros educativos que estén preparados y tomen medidas.

Salud emocional

El presidente de Anpe señala que es un problema «del que somos conscientes y del que ya hablamos en el mes de julio con la Consejería de Educación». Explica que la salud emocional de los alumnos es muy importante, pero el problema es que los profesores están «relativamente preparados» para dar respuesta a estas nuevas situaciones porque ahora mismo «tienen una sobrecarga de trabajo enorme al tener que hacer de maestros, sanitarios, psicólogos… Un docente no va a saber qué hacer si se encuentra con niños solos porque sus compañeros no quieren estar con él por haber pasado el Covid-19».

Pedro José Caballero, presidente de Concapa, asegura que cuando haya un positivo en una clase, el coordinador Covid del colegio será el encargado de llevárselo a una habitación especialmente habilitada para ello. Este coordinador avisará a los padres para que vayan a recoger a su hijo y llamará al centro de salud para que indique los pasos a seguir. Al avisar al resto de familias de escolares de su clases, en ningún caso se facilitará el nombre del niño afectado por protección de datos pero, al final, como ocurre en otros casos –como cuando un niño es el que tiene piojos–, todo se sabe y el nombre sale a relucir, lo que puede ser un problema para el afectado».

Reconoce Caballero que ese alumno puede quedar marcado «y no es un problema baladí». «Los psicólogos del colegio –prosigue– deberán mediar para que su regreso sea lo más óptimo posible. Hay que trabajar, no obstante, con todos los alumnos porque llevamos meses diciéndoles que no se acerquen a otras personas porque hay un bicho muy malo que mata cuando ahora se ven metidos en un aula con sus compañeros. Hay que transmitir seguridad sin restar importancia a la situación. Es una contexto nuevo para todos y la Administración también debe ofrecer respuestas adecuadas a este problema».

Sin malas intenciones

Para la doctora en Psicóloga Silvia Álava Sordo, las familias también tienen un papel importante. «Es esencial que cuenten a sus hijos que no hay mala intención por parte de un compañero que ha tenido Covid, sino que es mala suerte. Se puede aprovechar para enseñarles a empatizar, a ponerse en el lugar del niño afectado y saber cómo se siente si nadie quiere estar con él. Y, muy importante, hacerle saber que mañana puede ser él el que tenga Covid y pase por esa misma situación. Los padres, no obstante, deben tener cuidado con lo que dicen delante de sus hijos porque están muy atentos y actuarán o dirán lo que escuchan a los adultos».

En la misma línea se manifiesta Rocío Ramos- Paul, directora de Ramos- Paul Psicólogos, al hablar de la necesidad de empatizar con los demás. «La labor se tiene que realizar conjuntamente desde casa y el colegio. La solución es parecida a una situación de acoso. Los niños necesitan que les demos herramientas y explicarles que es verdad que su amigo ha pasado el Covid, pero que es suficiente con tomar medidas de distanciamiento, lavado de manos… para evitar contagios. No hay que bajar la guardia, pero tampoco estigmatizar a nadie».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-hijo-alejate-pablo-positivo-covid-19-202009090140_noticia.html

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La conciliación es cosa de todos

Sonia Sierra

Cuando se entrevista a una mujer política es habitual que se le pregunte sobre la conciliación laboral y familiar, algo que no suele suceder cuando el entrevistado es un político. De la misma manera, cuando se realiza un debate o algún acto político solo de mujeres, siempre se le dedica mucho tiempo al mismo tema. ¿Por qué sucede esto? ¿Sólo tienen que conciliar las mujeres? ¿Acaso los hombres ya vienen conciliados de casa?

Hay dos razones fundamentales para ello. La primera son los estereotipos de género según los cuales, todo lo que tiene que ver con el hogar y el cuidado de la familia pertenece a la mujer y, con un poco de suerte, su pareja «ayuda en casa». La segunda es que, desgraciadamente, esto es así en la mayoría de los casos.

Es evidente que en los últimos años se ha avanzado mucho con respecto a este tema y la vida de la mayoría de mujeres actuales no tiene mucho que ver con la de nuestras abuelas, pero estamos todavía muy lejos de alcanzar la igualdad real.

Para cambiar los estereotipos y las ideas preconcebidas de lo que es ser hombre o ser mujer es fundamental incidir en la educación ya que pensamos que es ahí donde radica la clave de un cambio a mejor. Las escuelas, además de enseñar conocimientos y competencias son una fuente fundamental de transmisión de valores.

Así, desde la educación inicial es importante que los alumnos sepan que no hay una sola manera de ser mujer o de ser hombre, que no hay unos colores o unos juegos para niños y otros para niñas y, más adelante, que tampoco hay unas carreras femeninas y otras masculinas. Y es que, actualmente, la desproporción de género que nos encontramos en facultades de Educación o de Ingeniería no se corresponde con una sociedad que pretenda ser igualitaria.

Por otra parte, para que las tareas domésticas o el cuidado de los niños dejen de ser tareas que recaigan de forma mayoritaria sobre la mujer, es necesario fomentar la corresponsabilidad y para ello son necesarias medidas como por ejemplo tender a la igualación de las bajas de paternidad y maternidad siguiendo los modelos de los países del norte de Europa. Se trata de un cambio de paradigma imprescindible que debe afrontar el nuevo Gobierno en sus primeros cien días de mandato.

Esta medida ayudaría, además, a disminuir la tremenda brecha salarial entre hombres y mujeres que se agranda, especialmente, en la franja de edad en la que las mujeres deciden ser madres. Tenemos que acabar de una vez por todas con la pregunta de si «¿piensas tener hijos?» en las entrevistas de trabajo.

Para fomentar la conciliación familiar y laboral es necesario también racionalizar nuestros horarios, que son una excepción en todo el mundo. Durante la dictadura franquista, la precariedad de una gran parte de las familias españolas obligaba a los hombres a tener dos empleos. Y digo los hombres porque las mujeres se dedicaban, fundamentalmente, al cuidado de las familias y si tenían trabajo solía ser considerado de menor importancia que el del marido. Esos dos empleos los llevaban a comer a las tres de la tarde por lo que la hora de la cena se retrasaba considerablemente.

Eso, unido a las horas de sol hasta muy tarde por haber adoptado el horario de Alemania da como resultado unos horarios que dificultan la conciliación. Además, en España pasamos más tiempo en nuestros lugares de trabajo que el resto de nuestros países vecinos. Para acabar con esta anomalía proponemos acortar el tiempo dedicado a la comida, acumular horas en un banco de tiempo para poder trabajar menos los días que lo necesitemos y potenciar el teletrabajo.

Estas medidas son positivas para las mujeres y también para los hombres ya que acabar con los estereotipos es liberador tanto para unas como para otros y qué decir tiene de la mejor conciliación y la racionalización de horarios. Además, hay que potenciar el talento allí donde esté y, por desgracia, todavía hay demasiadas mujeres que se ven obligadas a tener que elegir entre la maternidad y su carrera profesional. Y es que, en definitiva, trabajar por una sociedad más igualitaria es trabajar por un mundo mejor.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/06/la-conciliacion-es-cosa-de-todos-84653.php

Fuente de la imagen: http://www.comunicarseweb.com.ar/sites/default/files/styles/galeria_noticias/public/biblioteca/images//1394048435_conciliacion_laboral_espana.jpg?itok=xPgbBPUa

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