Nicaragua: Promoción de docentes para más calidad en la educación

Centroamérica/Nicaragua/Noviembre de 2016/Fuente: MINED

Un total de 200 docentes de diversas partes del país, recibieron hoy certificados  de aprobación de cursos en línea en herramientas científicas y metodológicas para la enseñanza de la Matemática e Informática.

La Directora de Tecnología Educativa y Laboratorios del Ministerio de Educación, Mónica Genet, indicó que la entrega de certificados se realiza a docentes, estudiantes y personas de la comunidad que han estado formándose en temas de tecnología y de matemática.

Destacó que los cursos se realizaron “a través de la plataforma en línea que utilizamos y que tenemos en alianza con el Ministerio de Educación de España, con la UNAN-León y nosotros como Ministerio de Educación (y seguimos) trabajando en la restitución de derechos para la formación de las personas para que estén mejor preparados a enfrentarse al mundo laboral”.

“Es una buena iniciativa, por que nos ayuda a nosotros, los maestros, especialmente los de Matemáticas, a desarrollarnos, a ser mejores cada día, nos ayuda a mejorar la calidad como docentes, a conocer nuevas estrategias a través de las tecnologías”, dijo el docente Alberto García.

“Nosotros debemos prepararnos constantemente, y esta iniciativa que está teniendo el Gobierno, de tecnificarnos y profesionalizarnos en uso de tecnologías, y podamos hacer más dinámicas las clases en el aula”, agregó.

“Agradecemos al Gobierno, al Ministerio de Educación, a la UNAN-León por habernos facilitado estos cursos, que nos permitirá mejorar la calidad como docente y a la vez la calidad de la enseñanza y aprendizaje de los estudiantes”, dijo Julio César Treminio, docente de Sébaco, departamento de Matagalpa.

“Nos motiva como docentes, porque  con la actualización estamos fortaleciendo los conocimientos para ponerlo en práctica en nuestros estudiantes”, indicó.

Fuente: http://www.mined.gob.ni/index.php/2016/11/12/promocion-de-docentes-para-mas-calidad-en-la-educacion/

Comparte este contenido:

El camino de la Universidad Latinoamericana hacia la certificación de saberes y de competencias

Eva Elena Monagas (*)

“…poco se avanzó en la redefinición y en la puesta en marcha de iniciativas de reforma académica, curricular, de paradigmas pedagógicos y de formación integral, o en la oferta universitaria, con todo y que se ha valorado y discutido ampliamente su enorme importancia”.

Axel Didriksson (2008)

Una gran cantidad de iniciativas a nivel mundial promueven el desarrollo de modelos, prototipos y proyectos que pueden ser desarrollados por personas, independientemente de si ellas pertenecen al sistema educativo o del nivel en que se encuentren, solo con el fin de vincular los talentos a la solución de problemas y proyectarlos en la sociedad; sin embargo, el sistema educativo tradicional presta poca atención al aprendizaje a lo largo de la vida, al no formal, al informal y a la motivación natural que lleva al hombre al conocimiento. En este contexto, aún las sociedades se concentran en el aprendizaje formal en instituciones educativas lo que conduce al desconocimiento de algunos sujetos y la subutilización del talento encubierto en la sociedad, por tanto ¿Deben quedarse las instituciones educativas de espalda al conocimiento adquirido? ¿Cuál debe ser el recorrido para el reconocimiento del saber o de un conjunto de saberes? ¿Cuáles son los desafíos que tiene la gestión educativa para certificar saberes y competencias?

En este punto se hace necesario aclarar los conceptos de saber, competencias y certificación.

De acuerdo con Foucault (2006), los saberes son las manifestaciones homogéneas y masivas existentes como corriente de pensamiento o mentalidad colectiva, y solo es requerido para la imaginación del sujeto. Foucault también lo llama “creencia común” ya que es aceptado sin demostración, por lo cual no es una ciencia, porque la ciencia debe mostrar unas reglas de práctica discursiva, conceptos, objetos y series teóricas que lo delimitan, le dan estructura y rigidez. La gran diferencia que Foucault presenta con la ciencia, es que el saber es libre, no cuenta con restricciones, delimitaciones teóricas ni sistemas de relaciones, ya que proviene de lo que ha sido vivido o de la experiencia, donde el individuo en la comunicación del saber a otros, deja claro que existe una conexión entre el saber y la expresión lingüística ya que la forma en que estas corrientes de pensamiento se ponen de manifiesto es fundamentalmente a través de la palabra.

A diferencia de Foucault, Bunge (2002) no le da tantas libertades al saber, y establece compatibilidad con la ciencia, al señalar que el saber tiene características estructurales (materialistas, dinamicista, emergentista, sistemista, cientificista y es exacta). Coincide con Foucault en que queda inserto en el sistema social manifestando que no se aprende sin sociedad porque el prójimo, incluidas las instituciones, estimula o inhibe el saber. Tanto Foucault como Bunge, en principio, ofreceen dos interpretaciones: una es que las personas en sociedad pueden alcanzar el saber y la otra es que las instituciones de educación, entre ellas las universidades, están llamadas a la estimulación, promoción y diseño de estrategias para alcanzar y reconocer el saber.

Por su parte, Celis de Soto (2006) le impone movilidad al saber indicando que no está confinado a un lugar o espacio predeterminado, puede ser adquirido en un lugar, trasladado de un lugar a otro y puede ser enriquecido en función de las aplicaciones, y coincidiendo con Foucault, puede articular el presente y el pasado. Se puede deducir que la importancia del saber está en las oportunidades que brinda a las personas para enfrentar y resolver problemas en cualquier lugar y momento a través del aprendizaje obtenido por la interacción con el mundo, el descubrimiento y por las posibilidades de crear nuevas visiones articulando el pasado con el presente. Así, en este caso, su certificación promueve su existencia, la legitima y legaliza, y las instituciones de educación son las llamadas a desarrollar esos procesos.

La definición de competencia ha sido tratada en diversos estudios realizados por instituciones nacionales y multinacionales, así como por filósofos, en tal sentido, Durant y Naveda (2012) presentan una guía de todos los aportes. Tobón (2006) define la competencia como un conjunto de actuaciones integrales en distintos escenarios, integrando el saber ser (compromiso, normas, valores, actitudes, creencias), el saber conocer (teorías, conceptos, argumentaciones, principios, leyes, hechos) y el saber hacer (formas de construir conocimiento, habilidades, métodos, procedimientos) para identificar, analizar y resolver problemas del contexto. El mismo Tobón (2007) amplía su definición para establecerla como unos procesos complejos de desempeño con idoneidad en determinados contextos, integrando diferentes saberes (saber ser, saber hacer, saber conocer y saber convivir), para realizar actividades y/o resolver problemas con sentido de reto, motivación, flexibilidad, creatividad, comprensión y emprendimiento, dentro de una perspectiva de procesamiento metacognitivo, mejoramiento continuo y compromiso ético, con la meta de contribuir al desarrollo personal, la construcción y afianzamiento del tejido social, la búsqueda continua del desarrollo económico-empresarial sostenible, y el cuidado y protección del ambiente y de las especies vivas.

Como el término competencia también ha sido abordado por instituciones multinacionales, donde se identifican a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Unión Europea (UE), el Centro Interuniversitario de Desarrollo en América Latina y el Caribe (CINDA-ALC) y el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (CINTERFOR), a continuación se indica un breve resumen de los aportes e implicaciones.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) establece la competencia como habilidad para enfrentar demandas complejas administrando recursos psicosociales en un contexto. El mismo organismo involucra la competencia con el desarrollo sostenible y la cohesión social constituyéndola en una característica social. Igualmente, la UNESCO también agrega fines a la competencia y establece que es la capacidad desarrollada por el ser humano, para impactar en el contexto de realidades socioculturales, sociopolíticas e históricas y propiciar la igualdad y la justicia.

La UNESCO (2006), con el fin de democratizar la educación promueve la educación para todos a lo largo de la vida y establece las directrices para la certificación de saberes y competencias. La Unión Europea con el “Proyecto Tuning” introduce la clasificación de competencias genéricas y específicas en programas educativos. El CINDA promueve cambios profundos en la acción docente para el desarrollo de procesos educativos centrados en competencias. El CINTERFOR, adscrito a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), promueve la conformación de comunidades de aprendizaje, gestión del conocimiento, lleva a cabo e integra las experiencias en certificación de saberes y competencias laborales en Latinoamérica.

  Como se observa, el término competencia involucra al saber e integra a varios saberes en un conjunto que permite definir que un individuo alcanza una condición idónea para hacer algo de valor en la sociedad en la que convive y por esto se muestra como de gran importancia para la educación. Ahora bien, emprender la certificación de competencias involucra reconocer la existencia de un conjunto de saberes que “legitima y legaliza” que hubo aprendizaje en un individuo que le permite hacer algo.

El reconocimiento, validación y acreditación (RVA) de los resultados del aprendizaje es una práctica, promovida por la UNESCO (2012) que “hace visible y valora toda la amplia gama de competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) que las personas han obtenido en diversos contextos, mediante distintos medios y en diferentes etapas de su vida”.

La certificación es el procedimiento mediante el cual un organismo o institución autorizada, da garantía por escrito, mediante un reconocimiento (certificados, diplomas o títulos) u otorga equivalencias, unidades de crédito o excepciones, o emite documentos tales como portafolios de competencias para indicar que una persona está conforme a los requisitos especificados basándose en la evaluación de los resultados o competencias del aprendizaje según diferentes propósitos y métodos. La certificación comprende los siguientes elementos: un conjunto de las actividades implementadas en el marco de un proceso para evaluar la conformidad de acuerdo a requisitos especificados; un certificador que es el Organismo/Institución que procede a la certificación y asume la responsabilidad de los resultados del proceso; un beneficiario de la certificación es una persona natural al que un organismo de certificación otorga el certificado; y la certificación que se materializa en un documento emitido conforme a las reglas del sistema de certificación.

Pero reconocer el aprendizaje de un individuo, sin haber guiado el proceso de enseñanza, involucra la evaluación de la puesta en marcha de procesos cognitivos no supervisados que determinan que un individuo alcanzó la competencia, es decir, evaluar si el individuo alcanzó un nivel satisfactorio de conocimientos y habilidades, así como la capacidad para aplicarlas demostrando valores y actitudes como motivación, creatividad, compromiso ético para el desarrollo de la sociedad deseada. Los procesos cognitivos, según García, Garrido y Rodríguez (1998), son los garantes de la consistencia de la conducta humana ya que definen la personalidad, ocurren a través de la atención, la percepción, la memoria, y con ellos se puede procesar, analizar, interpretar, almacenar y recuperar la información.

Este parece ser un punto de intimidación de las instituciones educativas. A pesar de las directrices propuestas por los organismos multinacionales y de la importancia para la equidad, la inclusión en el acceso a las oportunidades de aprendizaje y para el avance académico, conocer la forma en que se dan los procesos cognitivos en ambientes de aprendizajes distintos al aula, o distintos del aprendizaje tradicional, y cómo hacer su evaluación, lo cual requiere el compromiso de las instituciones de educación a implementar novedosos modelos educativos o modelos emergentes, puede intimidar al más experimentado sistema pedagógico por lo cual es poco implementado o promovido por las instituciones de educación superior.

Sin embargo, otros problemas acompañan la certificación de saberes; Molis (2003) indica que ante la crisis de las universidades tradicionales para adaptarse a las demandas sociales, a la precariedad del conocimiento cultural y científico en Latinoamérica, nuevas universidades con finalidad de lucro son consecuentes para responder a esta crisis, que junto al cortoplacismo del mercado y un debilitado financiamiento universitario, alimentan a “compradores de diplomas” confundiendo la educación universitaria con la educación postsecundaria.

Entonces, los desafíos que se plantean para las instituciones universitarias para emprender el camino de la certificación de saberes son:

  • Ser suficientemente ágiles como para identificar los talentos encubiertos en sus sociedades y desarrollar nuevas ofertas que permitan la inclusión de ellos a las oportunidades de aprendizaje y al avance académico.
  • Tener la flexibilidad para implementar nuevos modelos educativos o modelos emergentes que permitan el reconocimiento y acreditación del aprendizaje de un individuo, sin haber guiado el proceso de enseñanza.
  • Tener la capacidad para estructurar procesos de certificación de saberes y competencias, suficientemente sólidos, respetables y transparentes, para otorgar equivalencias, unidades de crédito, o para emitir documentos como portafolios de competencias que puedan dar avance académico a los excluidos, y además, que puedan ser sometidos a revisiones periódicas que demuestren que no se han comprometido los valores institucionales.
  • Contar con los recursos necesarios y la formación docente (evaluadores) para indicar que una persona está conforme a los requisitos especificados basándose en la evaluación de los resultados o competencias del aprendizaje según diferentes propósitos y métodos.

  En instituciones tradicionalistas este camino puede ser accidentado, pero ¿Pueden las instituciones educativas continuar de espaldas a reconocer diversas formas de aprendizaje? La situación es que cuando la universidad da la espalda a los procesos de certificación, manifiesta abiertamente que no quiere reconocer el saber y rechaza la oportunidad de dirigir la generación y aplicación del conocimiento (científico, tecnológico y humanístico) desde nuevas perspectivas en momentos donde, de acuerdo a López (2003), el rol de la educación y del conocimiento en la formación del ciudadano requiere atender demandas de un mundo globalizado donde una fuerza de trabajo más preparada es lo que consolida las empresas competitivas en el mercado mundial, por lo que los procesos educativos son responsables de “incorporar en una mayor orientación hacia la personalización de los procesos de aprendizaje, hacia la construcción de la capacidad de construir aprendizajes, de construir valores, de construir la propia identidad” (p.43).

Finalmente, emprender el camino hacia la certificación de saberes y de competencias como proyecto nacional implica que se ha determinado la necesidad de satisfacer una demanda social para lo cual el Estado diseña y gestiona la política pública. En este caso, respecto a las políticas de certificación Hernández (2002) advierte, entre otras cosas, que en Latinoamérica se están abordando sobre el espacio de la certificación en vez de proyectar el aprendizaje para sacarlo “de lo privado, de lo individual, de lo invisible”. Es decir, el talento encubierto sigue quedando encubierto porque los procesos de certificación no se enfocan a acompañar y motivar a las personas en los aprendizajes sino en el certificado, mientras que estas políticas deben orientarse a consolidar sistemas de certificación sólidos, abiertos, plurales, participativos que promuevan e incentiven el aprendizaje diversificado, articulado, democrático y justo. En todo caso, investigaciones y nuevos conocimientos se están generando respecto a los procesos de certificación mientras gran parte de las universidades se mantienes de espaldas a estos procesos.

Los innovadores modelos pedagógicos o modelos emergentes que habría de implementar la universidad parecen quedar como tarea pendiente. De acuerdo a Tünnermann (2008), discutir los alcances de la satisfacción a su comunidad humana por parte de las instituciones de educación universitaria y las expectativas de éstas de generar cambio y progreso en sus sociedades, así como su contribución a la construcción de sociedades de conocimiento y al impulso del desarrollo sostenible en el contexto nacional e internacional aún permanece en discusión en universidades de América Latina.

El Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (CINTERFOR) señala que el camino de la certificación de saberes y competencias ya empezó su recorrido en veintiocho países en Latinoamérica. Muchos actores están involucrados, tales como, Ministerios de Trabajo, Ministerios de Educación, Instituciones Nacionales de Formación, organizaciones sectoriales de la industria, centros de formación y empresas, pero muy pocas universidades.

Solo queda responder ¿Hasta cuándo la universidad latinoamericana permanecerá ajena a asumir el rol activo que les corresponde?

Referencias bibliográficas.

Bunge, M. (2002). Ser, saber, hacer. Editorial Paidós Mexicana, S.A. y Facultad de Filosofía y Letras Universidad Autónoma de México. DF, México.

Celis de Soto, F (2006). Experiencias innovadoras de la UPEL en formación docente. Ponencia presentada en el Encuentro de Universidades del Convenio Andrés Bello. Bogotá, Colombia, 2006. Disponible en: http://150.187.142.20/info-general/eventos/Pregrado/Archivos/ExperienInnovaUPELFormaDocent.pdf. [Consulta: 2016, abril 21].

Didriksson, A. (2008). Capítulo IX. Educación superior y sociedad del conocimiento en América Latina y el Caribe, desde la perspectiva de la Conferencia Mundial de la Unesco. En C. Tünnermann (Ed.), La educación superior en América Latina y el Caribe: diez años después de la Conferencia Mundial de 1998 (pp. 399-458). IESALC, UNESCO. Cali, Colombia.

Durant, M. y Naveda, O. (2012). Transformación curricular por competencias en la educación universitaria bajo el enfoque ecosistémico formativo. Fundacelac UC. Valencia, Venezuela.

Foucault, M. (2006). La arqueología del saber. Vigésimo segunda edición en español. Siglo XXI, S.A de C.V. D.F., México.

García, J., Garrido, M., Rodríguez, L. (1998). Personalidad, procesos cognitivos y psicoterapia. Un enfoque constructivista. Madrid, España.

Hernández, D. (2002). Políticas de certificación en América Latina. Boletín Cinterfor: Boletín Técnico Interamericano de Formación Profesional, (152), 31-50.

López, F. (2003). El impacto de la globalización y las políticas educativas en los sistemas de educación superior de América Latina y el Caribe. En M. Mollis (Ed.), Las Universidades en América Latina (pp. 38-58). Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO. Buenos Aires, Argentina.

Mollis, M. (2003). Las Universidades en América Latina. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO. Buenos Aires, Argentina.

Tobón, S. (2006). Las competencias en la educación superior. Políticas de calidad. Bogotá: ECOE.

Tobón, S. (2007). El enfoque complejo de las competencias y el diseño curricular por ciclos propedéuticos. Acción Pedagógica, 16(1): p. 14 – 28.

Tünnermann, C. (2008). La educación superior en América Latina y el Caribe: diez años después de la Conferencia Mundial de 1998. IESALC, UNESCO. Cali, Colombia.

UNESCO (2006). La educación encierra un tesoro. Disponible en: http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF [Fecha de la consulta: 05/05/2016].

UNESCO (2012). Directrices de la Unesco para el reconocimiento, validación y acreditación de los resultados del aprendizaje no formal e informal. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002163/216360s.pdf [Fecha de la consulta: 05/05/2016].

UNESCO (2015). Informe de la Unesco sobre la ciencia. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0023/002354/235407s.pdf [Fecha de la consulta: 16/07/2016].

(*) Eva Elena Monagas

contacto: evamonagas@gmail.com

La autora forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autora.

 

Fuente de la imagen: http://www.libertadyprogresonline.org/wp-content/uploads/2012/01/Internet-la-Mente-y-el-Cerebro-Libertad-y-Progreso.jpg

Comparte este contenido:

Vietnamese universities reform their curricula

Asia/Vietnan/02 de Septiembre de 2016/Fuente: Vietnan.net

RESUMEN: A medida que Vietnam se integra a la economía mundial, se enfrenta a los retos de transformación de una población joven en una mano de obra cualificada. La transformación requiere la aceleración de la reforma en todo el sistema educativo, y, sobre todo, en la educación superior. Como una de las universidades insignia en Vietnam, VNU-HCM City ha encabezado muchas iniciativas de reforma. Un esfuerzo clave ha sido la adopción de principios CDIO, que se utiliza para construir un marco modelo para la reforma curricular nacional. VNU-HCM Ciudad ha implementado un marco basado en la adopción y adaptación del enfoque CDIO para 62 programas de formación, incluyendo la ingeniería, desde 2010.CDIO ha ayudado sobre todo la mayoría de los profesores para ser competentes en la prestación de experiencias de aprendizaje integrados, y ha dado lugar a un aprendizaje activo y experimental, además de mejorar las evaluaciones de aprendizaje, todos los cuales son ahora más innovadora. los resultados del aprendizaje de los estudiantes también se han mejorado. CDIO ayudó programas de negocios internacionales y química de VNU-HCM City reciben la acreditación de la evaluación de la Red-Aseguramiento de la Calidad de la Universidad de la ASEAN en 2015.Los programas recibieron críticas positivas para el diseño de planes de estudio, instalaciones de enseñanza, la enseñanza y la estrategia de aprendizaje, y la evaluación de los alumnos.

Doan Thi Minh Trinh, vice director of Viet Nam National University-HCM City’s Department of Academic Affairs, said that initial results of CDIO implementation had improved the learning environment, the basic content of programmes and teaching and learning methods.

Trinh spoke at a conference about CDIO that was held on Thursday at Viet Nam National University-HCM City, which is one of 10 universities implementing CDIO as part of a pilot programme

As Viet Nam is integrating into the global economy, it faces challenges transforming a young population into a skilled labour force. The transformation requires acceleration of reform in the entire education system, and, especially, in higher education.

As one of the flagship universities in Viet Nam, VNU-HCM City has spearheaded many initiatives for reform.

A key effort has been the adoption of CDIO principles, which is being used to build a model framework for national curriculum reform.

VNU-HCM City has implemented a framework based on the adoption and adaptation of the CDIO approach for 62 training programmes, including engineering, since 2010.

Faculty and staff are also working in a more professional and systematic way, using the CDIO approach.

“Through implementation of CDIO, we have a more practical basis for improving policy in education reform,” Trinh said, adding that human resources were the most significant factor in education innovation and change.

CDIO has especially helped the majority of faculty to become competent in providing integrated learning experiences and has led to active and experiential learning, in addition to improving learning assessments, all of which are now more innovative. Student learning outcomes have also been enhanced.

CDIO helped VNU-HCM City’s international business and chemistry programmes receive accreditation by the ASEAN University Network-Quality Assurance evaluation in 2015.

The programmes received positive reviews for curriculum design, teaching facilities, teaching and learning strategy, and student assessment.

Pham Ngoc Tuan of HCM City University of Technology’s mechanical engineering faculty said that innovation was integrated into the CDIO syllabus.

“Via the CDIO syllabus, students are more self-confident and can become future engineering leaders with an innovative spirit,” he said.

The conference attracted more than 300 representatives of universities and colleges as well as enterprises throughout the country.

Fuente: http://english.vietnamnet.vn/fms/education/162914/vietnamese-universities-reform-their-curricula.html

Comparte este contenido:

Ya está en marcha el Premio Clarín-Zurich a la Educación

Argentina/18 Junio 2016/Fuente: Clarín 

Los ganadores recibirán 440.000 pesos

El jurado analizó la propuesta de este año, que promueve proyectos de escritura y lectura en la escuela secundaria.

Con frecuencia se habla de las dificultades que tienen los estudiantes cuando escriben, cuando leen y cuando se expresan oralmente. Las causas de este problema y cómo enfrentarlo fueron tema de análisis de la reunión del jurado del Premio Clarín Zurich a la Educación que, en esta octava edición, está dedicado a la promoción de prácticas de lectura y de producción escrita y oral en las distintas disciplinas de la escuela secundaria.

“Lo que quizás no se advierte es que, muchas veces, las dificultades en la escritura están originadas en lecturas inadecuadas. Por este motivo, se impone la necesidad de que la interpretación de los textos de estudio ocupe un espacio en las prácticas docentes de todas las disciplinas y se establezcan relaciones más explícitas o más estrechas entre la lectura de la bibliografía y la producción de los propios textos”, sostuvo María Marta García Negroni, doctora en Ciencias del Lenguaje, directora del Centro de Escritura Universitaria de la Universidad de San Andrés e investigadora principal del Conicet.

En sintonía con su colega, Beatriz Hall –lingüista especialista en lectura y escritura académicas y profesora e investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora–, se distanció de ciertas posturas tradicionales respecto de la lectura y la escritura. En este sentido enfatizó que la lectura no es una práctica que los estudiantes adquieren de una vez y para siempre en la primera etapa de su formación y que la escritura no es una simple transcripción de lo que se quiere decir o una mera traducción de las ideas que “se tienen en la cabeza”.

“La lectura –argumentó Hall– requiere de un aprendizaje permanente, porque los textos que se leen en cada etapa tienen sus particularidades, y los modos de leer que los docentes solicitan suelen variar. En cuanto a la escritura, es un proceso que exige poner en palabras las ideas y, al hacerlo, el conocimiento se transforma. En el desarrollo de un texto escrito se establecen relaciones entre diferentes conceptos, entre conceptos y ejemplos. Para esto, hay que ordenarlos, tomar distancia, y también tratar de ser claros y precisos. Se trata de un trabajo que incluye revisar el texto, es decir leer lo que se ha escrito para identificar los segmentos pocos claros y luego volver a escribirlos. En otras palabras, la práctica de escritura exige reescritura”.

Además de García Negroni y Hall, integran el jurado de este premio Guillermo Jaim Etcheverry, doctor en Medicina, decano y ex rector de la UBA y miembro de las academias nacionales de Educación y de Ciencias de Buenos Aires; Pablo Miguel Jacovkis, doctor en Matemática, ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, ex presidente del CONICET y actual secretario de Investigación y Desarrollo de la UNTREF y Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas, profesor y director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes, investigador principal del CONICET y coordinador del Programa Nacional de la Popularización de la Ciencia y la Innovación. Los jurados estuvieron reunidos en la sede de Clarín.

El objetivo del premio es contribuir a la concientización de que los obstáculos que encuentran los estudiantes para avanzar en su formación académica residen no solo en la ausencia de conocimientos disciplinares, sino también en lo que concierne al uso del lenguaje.

Como esta convocatoria se busca llamar la atención acerca de la importancia que tienen la lectura, la producción oral y la escritura en el desarrollo de todas las asignaturas que se dictan en la escuela media. Y aunque no constituye un requisito obligatorio, se incentiva la presentación de proyectos interdisciplinarios, es decir que puedan ser implementados -en forma conjunta- por parte de docentes a cargo de distintas asignaturas.

Los participantes podrán presentar proyectos pedagógicos a desarrollar o que se encuentren en etapa de implementación, pero la condición es que se pueda implementar en una o más secundarias públicas de gestión estatal.

En esta oportunidad se otorgarán 440.000 mil pesos en premios. El primer premio recibirá 230.000 pesos: 40.000 pesos el autor/es del proyecto y 190.000 pesos estarán destinados a su puesta en práctica. También habrá tres Menciones de Honor de 70.000 pesos cada una para financiar las propuestas seleccionadas. La fecha límite para la entrega de proyectos es el 31 de agosto. Bases y condiciones en premioalaeducacion.clarin.com.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/marcha-Premio-Clarin-Zurich-Educacion_0_1597640392.html

Comparte este contenido:

Uruguay: Se realizaron actividades educativas por el Día de los Museos

Uruguay/ 23 de Mayo de 2016/El Día

La dirección de Cultura de la Municipalidad lo celebró con distintas actividades destinadas a alumnos de primaria de distintos colegios desde el 18 al 20 de mayo.
La coordinadora de Museos Natalia Derudi explicó: “estamos muy entusiasmados con las jornadas que realizamos, en la que estimamos una participación de más de 600 chicos en las actividades propuestas para los 3 días”.

En este sentido, en el museo Casa de Haedo se realizaron actividades de 9 a 17 horas, con el propósito y la intención de generar nuevos espacios de aprendizaje. Para revitalizar la plaza como lugar patrimonial que forma parte importante de nuestra historia,  se proyectan actividades que abordan  contenidos de Lengua, Ciencias Sociales, Historia y Plástica (específicas para 1° y 2° ciclo) para ser realizadas en la Plaza San Martín. Los alumnos comienzan con la visita al museo y la proyección de un video, realizado para esta ocasión, que cuenta la historia de la plaza, desde la fundación, muy rico en imágenes y relato, que servirá de disparador para el resto de las propuestas.

El ICOM (Consejo Internacional de Museos) propone cada año trabajar sobre un lema unificador, que motive la realización de actividades en los museos de todo el mundo, inspirados en el sentido social que tienen este tipo de instituciones. El lema del 2016 es “Museos y paisaje cultural”.

Museos 3

Según el comunicado del ICOM la propuesta hace hincapié en la “responsabilidad de los museos con respecto al paisaje del que hacen parte, al cual pueden aportar su contribución de conocimientos y competencias propias, siendo protagonistas activos de su gestión y buen mantenimiento. La misión principal de los museos es velar sobre el patrimonio, que esté dentro o fuera de sus muros. Su vocación natural es de ampliar su misión y desplegar sus propias actividades en el campo abierto del patrimonio cultural y del paisaje que los entorna y del cual pueden asumir la responsabilidad, en grados diversos”.

Fuente: http://www.eldiaonline.com/se-realizaron-actividades-educativas-dia-los-museos/

Comparte este contenido: