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Reflexiones sobre la internacionalización de la educación a nivel global: Chile en un punto de inflexión

Por: Philippe Werner

El actual escenario global de la educación superior se caracteriza por la existencia de varios factores: entre ellos proyectos internacionales de investigación colaborativa, universidades binacionales, desarrollo de redes, programas de movilidad global, centros regionales de excelencia y centros internacionales de educación. Ello está impulsando la creación de políticas supranacionales para la reforma de la educación superior, enfocadas en un marco interdependiente. El posicionamiento de la educación superior, según Jane Knight, como un instrumento del poder blando en estas condiciones, no alcanza a constituir una visión integral del compromiso internacional de la educación superior, opinión con la que coincidimos plenamente.

En este contexto cabe preguntarse ¿Por qué el enfoque del poder blando no logra-necesariamente dar una visión integral para la internacionalización de la educación? ¿Qué rol cumplen las universidades nacionales al momento de verse inmersas en la dinámica internacional? ¿Están las universidades chilenas involucradas en aportar dentro de la agenda internacional? ¿Pueden nuestras universidades constituirse en agentes de cambio y facilitadoras de la gestión diplomática, como complemento activo dentro del contexto planteado? Para responder a dichas interrogantes, resulta necesario indagar en distintas áreas, las cuáles serán tratadas en los siguientes párrafos.

  • Hacia un enfoque más adecuado: pasar del Soft Power a La Diplomacia del Conocimiento.

A nivel político, el constante aumento de la movilidad estudiantil requiere que los gobiernos busquen balancear los intereses nacionales con los asuntos internacionales. Debido a ello muchos países han adoptado estrategias de poder blando con el objeto de lograr influenciar a la comunidad internacional de los beneficios que significa formarse fuera de las fronteras. Ejemplo de ello son las becas ofrecidas por la Comisión Fullbright de Estados Unidos y el Consejo de Becas del Gobierno Chino, entre otras. Sin lugar a dudas, la imagen país juega un rol fundamental para poder establecer intereses dentro de la sociedad internacional. Al margen de lo anterior, existen nuevos enfoques, más adecuados a las actuales circunstancias y que merecen la pena conocerse, entenderse y por supuesto, difundirse adecuadamente.

Siguiendo las bases indicadas por Joseph Nye, el poder blando, en su naturaleza, busca atraer sin la necesidad de ejercer fuerza y por medio de la persuasión. Empero, sigue siendo poder, lo cual inexorablemente nos lleva a la idea de dominación. Por ello, el enfoque diplomático resulta más interesante y adecuado para poder efectuar el equilibrio entre cooperación e intereses. Aquí se hace interesante el enfoque de Knight, quien plantea que la diplomacia del conocimiento toma fuerza, en el contexto en que los agentes internacionales pretenden llevar a cabo sus respectivas agendas con un foco centrado en la negociación y entendimiento; en estrategias basadas en mediación, colaboración, compromiso y facilitación.

Nuestra pregunta es: ¿Qué actores paralelos están trabajando para fomentar la internacionalización de la Educación chilena de manera integral y coordinada?

  • Capacidades y desafíos nacionales para una internacionalización educacional

Chile, gradualmente se ha visto inmerso dentro del proceso globalizador. Nuestra economía es una de las más abiertas del mundo. Los flujos migratorios muestran que nuestro país es el destino más codiciado, a nivel regional. Asimismo, nuestro país está siendo uno de los agentes internacionales que van a la vanguardia en temas globales, como, por ejemplo:  energías renovables, asuntos antárticos, investigación astronómica, entre otros. Como consecuencia de lo anterior, la internacionalización de Chile por medio de las universidades está jugando un rol clave; la marca sectorial “Learn Chile” o el “Parque Científico Tecnológico” son ejemplos de ello; uno por medio de la promoción de un consorcio de universidades que busca posicionar al país en el extranjero, y el otro por medio de la colaboración en proyectos de innovación y desarrollo.

Sin embargo, no existe una política de Estado que se enfoque estratégicamente a la internacionalización de la educación. Si bien muchas universidades, centros de investigación, ONGs, y otros actores buscan abordar temáticas de interés internacional, donde Chile tiene mucho que aportar, la falta de coordinación hace que muchas de las iniciativas no logren tener un apropiado impacto internacional. Adicionalmente, a veces, las estrategias de internacionalización se quedan en la promoción de intercambios académicos -muy importantes, por cierto-, pero que no ahondan en iniciativas innovadoras.

  • ¿La necesidad de contemplar agentes facilitadores de la internacionalización?

Adicionalmente, el tema logístico es de gran importancia y de una envergadura poco común. Ocurre que muchas universidades tienen vinculaciones con sus pares en el extranjero. No obstante, no existe la capacidad de acción para atraer una masa crítica de expertos, ya que algunas universidades no tienen el know how para tratar con los servicios anexos tales como alojamiento, visados y traslados, entre otrosPor ejemplo, las relaciones entre China y Chile, en cuanto a movilidad académica, no han prosperado adecuadamente. Ejemplo de ello según fuentes del MINEDUC, sólo un 0.4% de los estudiantes extranjeros en Chile vienen de China. Ello se explica en que no existe la capacidad para recibir una masa crítica desde otra cultura (de alojamientos, visados, etc). Chile se encuentra en un punto de inflexión, y para forjar su rol internacional, la cooperación educacional no puede ni debe quedarse atrás.

No basta con crear estrategias de marketing si no se pueden abrir las fronteras culturales. Chile posee una diversidad de ventajas comparativas. No obstante, el desafío es poder concretar nuevas iniciativas y abrir espacio para un accionar coordinado entre las partes interesadas. Esto, con el objeto de que la internacionalización de la educación superior pueda aportar al desarrollo de una sociedad del conocimiento -con estudiantes internacionales y movilidad académica – que perpetúe la lógica de los beneficios mutuos. Por ello las universidades deben transformarse en activos agentes de nuestra Diplomacia Pública y del Conocimiento basadas en la educación internacional, la diversidad cultural, los proyectos de investigación, y el desarrollo y la innovación. Nuestra pregunta es: ¿Qué actores paralelos están trabajando para fomentar la internacionalización de la Educación chilena de manera integral y coordinada?

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2018/03/03/reflexiones-sobre-la-internacionalizacion-de-la-educacion-a-nivel-global-chile-en-un-punto-de-inflexion-2/

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Aportaciones científicas para una educación de calidad

Por: Ignacio Morgado Bernal

El aprendizaje activo es siempre la clave, tanto si se trata de repetir para adquirir hábitos como si se trata de reconstruir la información para establecer las relaciones funcionales que dan flexibilidad a las memorias y el conocimiento.

Una subcomisión del Congreso de los Diputados ha comenzado a trabajar en un pacto educativo para mejorar la calidad de la enseñanza en nuestro país y dotarla de un marco jurídico estable y duradero. En este escenario quizá no venga mal una reflexión sobre el conocimiento científico actual relacionado con las capacidades del cerebro y la mente humana para aprender y adquirir conocimientos. Ello puede ayudarnos a potenciar lo bueno que ya tenemos, que no es poco, y a evitar caminos equivocados o infructuosos que impidieran mejorar la calidad de la enseñanza.

En 1894 Santiago Ramón y Cajal intuyó el mecanismo fisiológico que hace posible las conexiones o ligamientos entre las neuronas y ahora la moderna Psicobiología nos desvela los detalles. Las neuronas se conectan entre ellas emitiendo minúsculos brotes, llamados espinas dendríticas, capaces de alcanzar a otras neuronas y establecer con ellas nuevas conexiones (sinapsis funcionales). Para que eso ocurra, el trabajo de aprendizaje ha de ser capaz de inducir en las neuronas un complicado proceso, que puede durar de minutos hasta días, y que incluye la activación simultánea o secuencial de decenas de genes y otras moléculas químicas. Además, muchas de las memorias o representaciones neuronales sufren un proceso de migración funcional desde los lugares del cerebro, como el hipocampo, donde originalmente se forman, hasta otras partes del mismo, como la corteza cerebral. Esa migración puede durar incluso meses, y resulta crítica para establecer memorias consistentes y duraderas. Es por ello muy importante una sinergia entre los sistemas educativos y los propios enseñantes que permita establecer las condiciones que activan y facilitan dichos mecanismos.

Para adquirir hábitos motores, como conducir un vehículo o tocar el violín, o mentales, como el cálculo matemático o aprender una lengua extranjera, de lo que se trata es de formar y fortalecer las conexiones cerebrales que incitan siempre al movimiento o la respuesta correcta. En ello intervienen los núcleos subcorticales del cerebro, cuyas conexiones neuronales son resistentes a su formación, pero muy duraderas una vez establecidas. La forma de conseguirlo es la repetición, pues es lo que activa suficientemente el proceso bioquímico que forma, refuerza y estabiliza las conexiones neuronales pertinentes. Si al aprender no practicamos lo suficiente, las conexiones interneuronales no se estabilizan y podemos acabar por abandonar al no sentirnos ni diestros ni seguros en lo aprendido.

Además, en la temprana infancia el cerebro es muy plástico y tiene más capacidad para establecer conexiones rígidas y potentes entre las neuronas que en otras épocas de la vida. Ello es especialmente relevante a la hora de adquirir una nueva lengua, particularmente su fonética, pues nacemos con una parte de la corteza frontal del cerebro especialmente capacitada para albergar las representaciones precisas de las lenguas que adquirimos en la temprana infancia, estableciéndose en áreas diferentes y menos habilitadas para hacerlo cuando las adquirimos más tardíamente (Nature, 30 julio, 1997). De ello se deriva que solo la inmersión lingüística temprana y la práctica continuada pueden garantizar un conocimiento preciso y fluido de una nueva lengua.

Para adquirir hábitos motores, como conducir un vehículo o tocar el violín, o mentales, como el cálculo matemático o aprender una lengua extranjera, de lo que se trata es de formar y fortalecer las conexiones cerebrales que incitan siempre al movimiento o la respuesta correcta

Pero la situación es diferente cuando se trata de adquirir conocimiento semántico, como una materia literaria o científica, caracterizada por su complejidad y variedad interpretativa y expresiva. En ese caso más que unas pocas y rígidas conexiones, el cerebro necesita establecer múltiples y flexibles conexiones entre una mayor variedad de representaciones neuronales, muchas de las cuales se encuentran en la corteza cerebral. La estructura crítica para establecer ese tipo de conexiones es el hipocampo, situado en el lóbulo temporal y una de las primeras regiones del cerebro que se deterioran en enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.

Cuando el hipocampo funciona se forman memorias relacionales y flexibles, susceptibles de evocarse en situaciones o contextos variados y diferentes al que originalmente generó el aprendizaje. Pero el mejor modo de conseguirlo ahora no consiste en repetir, como en la formación de hábitos, sino en la comparación y el contraste entre múltiples informaciones. Las actitudes pasivas, como la simple lectura o la toma de apuntes sin guía ni objetivos precisos, no son la mejor manera de formar memorias relacionales y flexibles, pues más bien tienden a formar memorias rígidas, poco útiles cuando se trata de evocar el recuerdo en un contexto o modo diferente al conocido. Sí lo son procedimientos como el analizar las diferencias o similitudes entre textos o informaciones variadas, el buscar la información que permita dar respuesta a cuestiones concretas, el tratar de explicar, resumir o sintetizar lo esencial de un texto, el hacer inferencias o deducciones sobre la información disponible o el buscar soluciones alternativas a las ya conocidas para un determinado problema. Todas ellas son formas de aprendizaje activo que incitan a la comparación y el contraste, activando por ello el hipocampo y la formación del tipo de conexiones cerebrales que albergan las memorias semánticas. Son formas útiles en todos los niveles de enseñanza, y suelen ser las que utilizan los buenos profesores para preparar sus clases o dar conferencias. La mejor forma de aprender es tratar de enseñar, por lo que la mejor forma de enseñar consiste precisamente en inducir al alumno a hacerlo del mismo modo.

Solo la inmersión lingüística temprana y la práctica continuada pueden garantizar un conocimiento preciso y fluido de una nueva lengua

Nunca debemos engañarnos creyendo que ya sabemos algo simplemente porque esa es la impresión mental que tenemos. Hay que demostrarlo prácticamente y ese es también el mejor modo de aprender, es decir, reconstruyendo el conocimiento adquirido, lo que induce a su comprensión y permite además descubrir las lagunas inadvertidas sobre el mismo. Eso es también lo que permite orientar y dirigir la búsqueda de la nueva información necesaria para completar y perfeccionar lo que ya sabemos. De ahí las enormes ventajas de procedimientos como los exámenes o pruebas orales, pues incitan al tipo de estudio anteriormente indicado, el que garantiza la comprensión de lo aprendido y la flexibilidad en su expresión. Los enseñantes experienciados saben muy bien cómo se aclara la lengua (o la pluma) cuando se aclara la mente, es decir, el cerebro. Un estudio con 80 alumnos de instituto en EE UU mostró que la técnica de aprendizaje que produjo mejores resultados consistió precisamente en explicar lo que se ha aprendido, más que el encerrarse a releer o incluso hacer esquemas (EL PAÍS, 30 enero y Science, 11 febrero, 2011).

Además, el aprendizaje distribuido es más eficaz que el intensivo, pues evita interferencias y da tiempo a que cursen los lentos procesos que subyacen a la formación de memorias consistentes. Ahora sabemos también que una de las funciones del sueño consiste en favorecer y consolidar lo que aprendemos durante el día, por lo que intercalar los períodos de sueño nocturno entre sesiones de aprendizaje es también una buena manera de robustecer las memorias. De ahí también que sea más útil estudiar poco con frecuencia que mucho pocas veces.

Hay modos diferentes de enseñar, pero los más eficaces son los que asumiendo a priori las características del conocimiento que se quiere transmitir (p.e. rigidez vs flexibilidad en la expresión del mismo) incitan la estructura cognitiva necesaria para guiar el aprendizaje favoreciendo los procesos cerebrales requeridos en cada caso. El aprendizaje activo es siempre la clave, tanto si se trata de repetir para adquirir hábitos como si se trata de reconstruir la información para establecer las relaciones funcionales que dan flexibilidad a las memorias y el conocimiento. Nada de ello se opone a la llamada libertad de cátedra, pues son muchos y variados los procedimientos pedagógicos que permiten alcanzar esos objetivos. Pero sí se oponen a ello las rigideces en la planificación académica y los procedimientos que impidiendo esa libertad acaban convirtiendo la enseñanza en rutinas burocratizadas. En definitiva, no son muchas las reglas verdaderamente críticas para una enseñanza de calidad, incluida la que permite a cada enseñante adaptarlas a sus propias condiciones y experiencia.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/02/05/ciencia/1517842746_801124.html

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Ciencia prefabricada

Por: 

Hacer ciencia con el objetivo de “probar” que ciertas actividades son perjudiciales para el ambiente no es ciencia, es activismo interesado. Lo que hay que construir son buenas hipótesis para evaluar su nivel de inocuidad, que nunca será cero: todo modifica algo.

Crece la modalidad de hacer investigación con los resultados escritos de antemano, escudada en la condición (inobjetable) de que la ciencia no es apolítica y cada marco teórico produce sus preguntas de manera consecuente con un cuerpo de paradigmas. Pero si la contaminación del agua derivada del fracking se presenta aún antes de que haya un proceso de fracking, hay motivos para pensar que los expertos (¿?) están viajando en el tiempo y plantando evidencia, al mejor estilo del Dr. Who. No de otra manera se interpretan los descubrimientos de que las cosas que no gustan a ciertos grupos de opinión sean, curiosamente, coincidentes con la evidencia a la que los encaminan sus prejuicios.

El mundo reclama decisiones basadas en evidencia. Y la evidencia no es lo que se percibe por la calle ni lo que se ha dado por llamar, de manera equívoca, el conocimiento ancestral o popular. Las comunidades tienen derecho a utilizar cualquier mecanismo para defender sus intereses, por supuesto, o exigir claridad acerca de los riesgos a los que eventualmente se exponen, pero hay que establecer un umbral entre lo que “nos parece”, el argumento de hígado o de miedo que usan muchos e imponen desde sus puestos de poder o impotencia, y lo plausible que define la ciencia dentro de sus márgenes de certidumbre. Y si la investigación acción participativa (IAP) generó parámetros para la construcción de conocimiento robusto en este ámbito, nunca pregonó la invención colegiada de opinión para ello.

 La mala ciencia es la peor aliada del ambientalismo (o de cualquier cosa) y por eso hay que ser implacables con el tema de las evidencias y la calidad y consistencia de los procedimientos con los que se juzga la conveniencia de algo. Para tomar decisiones de política nacional, la revelación o las percepciones no son el mecanismo, a lo sumo una fuente de preguntas, la evidencia de una preocupación lícita. La preventa de resultados científicos se está convirtiendo también en un problema de calidad en las instituciones universitarias, donde el “compromiso social” de los investigadores, léase su particular manera de entender la política, se conjuga con la arrogancia para declarar en Yo mayor la Verdad. Y hagámonos pasito, en vez de exponer hipótesis, métodos y discusiones al arbitrio de pares utónomos, no correligionarios.

Hacer ciencia con el objetivo de “probar” que ciertas actividades son perjudiciales para el ambiente no es ciencia, es activismo interesado: lo que hay que construir son buenas hipótesis para evaluar su nivel de inocuidad, que nunca será cero: todo modifica algo. Medir qué tanto, qué tan irreversible, a cambio de qué, quién se ve más o menos afectado es lo adecuado. Hacer ciencia para probar que una empresa, una institución o una comunidad hacen mal las cosas ya ronda en la difamación encubierta, un hecho tan grave como que las mismas empresas, instituciones o comunidades la utilicen para conseguir ventajas en un eventual juicio de responsabilidades. Y utilizar el principio de precaución como excusa para expandir rumores o hechos incompletos es una falla ética muy delicada.
¿Academias: será que la estratagema de los resultados prefabricados no nos pone en alerta?

Fuente: http://www.semana.com/opinion/articulo/la-importancia-de-hacer-buena-ciencia-columna-de-opinion-de-brigitte-baptiste/557890

 

 

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Iberoamérica mejora el acceso a la educación pero falla en calidad, dicen los expertos

Brasil/24 de Febrero de 2018/Autores: nbo/ass/mah/La Vanguardia

Los países iberoamericanos mejoraron el acceso a la educación, pero tienen el desafío de garantizar más calidad e igualdad a los alumnos, defendió hoy el director de educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Andreas Schleicher.

«Iberoamérica hizo muchas conquistas, en especial respecto al acceso de los niños y jóvenes a las escuelas. El principal desafío de la región ahora es mejorar la calidad y la equidad de la educación en estos países», explicó a Efe Schleicher, quien está en Sao Paulo para discutir con expertos y secretarios de educación iberoamericanos los resultados del informe trienal Pisa.

El director destacó los «resultados positivos» de Colombia, Perú y Brasil, además de Portugal, país cuyos esfuerzos calificó de «muy exitosos» para el avance de las habilidades de aprendizaje en los últimos 15 años.

La reunión de este martes tiene como punto clave discutir y definir las «políticas educativas que hay que llevar adelante» en la región, según afirmó el director subregional de la Secretaría General Iberoamericana, Alejo Ramírez.

«En términos generales, el gran logro de Iberoamérica fue el aumento de la tasa de participación educativa, con algunos rasgos de aumento en la calidad. Por otra parte, la desigualdad socioeconómica aún es un gran desafío», declaró Ramírez.

Para el director, el informe Pisa, el cual fue analizado hoy, se es un importante indicador para analizar y mejorar la calidad educativa, aunque, subrayó, hay que tener en cuenta otros factores de investigación más allá de «tan solo tres elementos».

«Una región como la nuestra, que es una región diversa, desigual y compleja, requiere no solamente elementos y análisis puntuales sino también poner en contexto otros elementos. El índice Pisa es un componente adicional para mejorar nuestra calidad educativa», enfatizó.

Pese a los «acalorados debates» que acompañan la divulgación del informe, opinó Ramírez, los secretarios de educación están de acuerdo que la «desigualdad socioeconómica determina la calidad educativa», por lo que se hace fundamental la implementación de políticas públicas concretas orientadas a la educación.

«Es la calidad en la enseñanza infantil, básica y secundaria que determinará un cambio estructural en la perspectiva de futuro de los jóvenes», afirmó el ministro de Educación de Brasil, Mendonça Filho.

El año pasado, el gobierno brasileño aprobó una reforma en la enseñanza secundaria que incluye, entre otras medidas, un currículum común a todas las escuelas del país -que deberán se adecuar a las nuevas reglas hasta el final de 2020-, y la capacitación de los profesores.

En línea con Brasil, España viene discutiendo en las últimas semanas un pacto educativo nacional para «revisar mejoras» en el ámbito educacional, según apuntó el secretario general de universidades español, Jorge Sainz González.

«Algunas situaciones (expuestas en el informe Pisa) son comunes para todos los países iberoamericanos, en las que se puede invertir en mejorías. Hoy es un momento importante de compartir, ver resultados y ver como distintos proyectos dan distintos frutos en distintos países», completó.

Participaron en el último examen Pisa, en 2015, más de medio millón de estudiantes de 15 años, provenientes de 72 países, y que fueron evaluados en asignaturas como ciencias, matemáticas, nociones financieras, resolución de problemas y lectura.

Aunque los líderes iberoamericanos discutirán diferentes abordajes para solucionar el problema educativo en esta región, Sainz sintetizó el principal reto común de la zona.

«Políticas educativas no tienen un impacto inmediato en la sociedad. Es un impacto futuro, pero que tiene mucha relevancia. Se trata de un futuro muy competitivo donde todo los países están invirtiendo tiempo, dinero y capacidad en mejorar los resultados educativos en todo el mundo, por lo que tenemos que hacer nuestra parte», concluyó

Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20180220/44945899118/iberoamerica-mejora-acceso-a-educacion-pero-falla-en-calidad-dicen-expertos.html

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Cultura y educación, bastiones para el desarrollo humano

Por: Luis Cifuentes

Con el paso del tiempo se ha aumentado la tendencia de los países por preservar la cultura y las tradiciones con el fin de mantener una estructura social que pasa de generación en generación.

La influencia de la cultura y la educación en el desarrollo de las sociedades modernas trasciende fronteras y generaciones. Los expertos en desarrollo humano han debatido durante décadas sobre el papel que han jugado estos dos elementos en el crecimiento de las naciones.

La educación con su formalidad institucional y la cultura basada en las costumbres, hábitos y creencias son dos mundos que marchan por separado, pero que al final se unen para las más grandes expresiones artísticas o musicales, en el caso de la educación.

Respecto a la cultura, podrían citarse las celebraciones de carnaval o las veneraciones religiosas. Cada manifestación artística o cultural posee sus características particulares, lo que es fácil de apreciar en la gran diversidad de sociedades que conviven en el planeta.

A lo largo de la historia ha existido una tendencia de los países de preservar y rescatar sus orígenes y cultura. Es a través de ella que se determina la estructura social, que luego pasa de generación en generación.

La socialización de los individuos debe ser asumida como un proceso educativo, pues se transforma en un vehículo para culturizar y educar a todos los miembros.

Desde el punto de vista social, la educación es la que promueve la adaptación de los individuos a los comportamientos de su grupo, y también propicia el deseo de mejorar y cambiar su propia realidad.

Aportar conocimientos

El avance y el progreso de las sociedades no serían posibles de no ser por la educación. Además de aportar conocimientos, enriquece la cultura, los valores, el espíritu y todo aquello que caracteriza a los seres humanos.

La educación es necesaria en todos los niveles y en todos los sentidos. Lograr un crecimiento económico y un bienestar social pasa inevitablemente por un recurso humano capacitado para afrontar los retos que la sociedad plantea.

En relación a la cultura, esta viene determinada por las formas de vida y las expresiones de la sociedad. Se compone de las costumbres, los códigos, las tradiciones y las diferentes expresiones artísticas.

Un ejemplo de esto podrían ser las celebraciones de carnaval que se realizan en diferentes partes del mundo y que han sido aceptadas por las sociedades. La cultura establece que las personas deben disfrazarse y entregarse a la diversión.

Son muchos los que salen con atuendos originales, que los transforman en otras personas para no ser descubiertos en sus andanzas. Los disfraces son muy populares entre los adultos y los niños, que se divierten durante horas con sus divertidos trajes.

En el portal handfie.com, una página en la que se muestra cómo elaborar disfraces caseros fáciles, es posible encontrar diversos diseños de disfraces para carnaval. Se trata de disfraces fáciles de hacer, tanto para niños como para adultos.

La cultura también puede verse en las civilizaciones del pasado, cuando el mundo era dominado por la fuerza antes que por la razón.

A lo largo del continente americano, en Europa y en el Lejano Oriente, aún hay vestigios de lo que en otros tiempos fueron grandes imperios que dominaron territorios a caballo. La propia mitología griega ha servido para relatar las más grandes historias de amor, pasión y odio entre dioses y diosas.

El mismísimo Imperio Romano, que dominó el mundo durante años, es otro ejemplo de cómo las civilizaciones han influido en el estilo de vida actual, a pesar de todos los siglos transcurridos.

Tanto es así, que muchos de los nombres de los protagonistas de épicas batallas o de reyes imperiales aún sobreviven hoy en día.

Así lo recoge la página nombresde.online, un sitio web con nombres de diosas mayas, dioses griegos, romanos o de princesas. Además, el portal cuenta con nombres mitológicos y explican el significado de la mitología.

Profunda transformación

La educación siempre ha representado un pilar fundamental para el desarrollo. No obstante, actualmente ha experimentado una mayor relevancia en medio de las profundas transformaciones que experimenta el mundo.

Los cambios han llegado desde dos frentes: el vertiginoso avance de la ciencia, sus aplicaciones, y el acelerado desarrollo de los medios y todo lo relacionado con las tecnologías de la información.

Muchos especialistas han llegado a afirmar que el conocimiento es la nueva materia prima. Incluso aseguran que, en el futuro, la información será el valor más apreciado.

Hoy en día, en las economías modernas, el saber es uno de los factores más importantes de la producción, lo que refleja el impacto de la educación en los países desarrollados.

Hay gobiernos nacionales que destinan un gran porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) al tema educativo. La razón es que las autoridades saben que solo a través de la educación pueden generarse transformaciones que beneficien a todos los ciudadanos.

Un ejemplo de esto es que las sociedades que más han avanzado en lo económico son también las que han conseguido un progreso respecto al conocimiento.

Desarrollo profesional

Los diferentes centros de estudios también han implementado sistemas de admisión ante la gran cantidad de estudiantes que desean desarrollarse como profesionales. En el caso de las universidades extranjeras, también se incluyen pruebas de idiomas para certificar que el aspirante comprende el lenguaje local.

En el portal ingles-madrid.com, una página con información sobre la preparación del examen SAT, que sirve para medir aptitudes en matemáticas y habilidades verbales, destacan la capacidad que hay que tener para presentarse al Examen SAT en Madrid y buscar admisión en universidades norteamericanas. Para alcanzar este objetivo, han preparado un curso SAT para adiestrar al estudiante.

Atrás quedaron los años en los que los gobiernos consideraban un gasto, y no una inversión, todo lo relacionado con el tema de la educación.

Con el transcurso de las décadas, ha habido un despertar en este tema y cada vez hay más personas sensibilizadas por la educación de los demás. Educar y culturizar a un individuo es otorgarle las herramientas necesarias para que pueda desempeñarse con éxito en el futuro.

Aunque aún falta mucho por mejorar, las naciones ya han comenzado a trabajar en este asunto.

Fuente: https://www.estrelladigital.es/articulo/cultura/cultura-educacion-bastiones-desarrollo-humano/20180212171639341407.html

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¿Qué tanto contribuyen la educación y la ciencia al desarrollo?

Por: El Nuevo Diario/Eddy Zepada Cruz

Se considera casi como una verdad absoluta que el conocimiento, la tecnología, la educación y la ciencia garantizan desarrollo a los países que invierten en ellas.

Se considera casi como una verdad absoluta que el conocimiento, la tecnología, la educación y la ciencia garantizan desarrollo a los países que invierten en ellas. Que la calidad de vida de sus ciudadanos es superior al de países que no prestan importancia a tales indicadores. Los países nórdicos, europeos y algunos asiáticos entre los primeros. De África y Latinoamérica los segundos. Verdad relativa. Siempre hay privilegiados y marginados en ambos grupos.

Existe ciencia y educación para hacer bien y para hacer mal. Investigadores que aportan conocimientos para mejorar el estado de seguridad y bienestar de una parte los ciudadanos del mundo, y también para generar enfermedades y desastres a otra parte. A los menos favorecidos, a los marginales, a las minorías étnicas, por ejemplo.

Información reciente da cuenta de la existencia de 400 centros de investigación norteamericanos que buscan códigos genéticos en ciudadanos rusos y ucranianos. Antigua Europa del Este. ¿Para qué? ¿Retorna el fantasma de Menguele? ¿Buscarán información molecular que permita encontrar áreas vulnerables para diseñar armas biológicas y para generar desórdenes cognitivos (conducta, pensamiento)? Esperemos que las Naciones Unidas (ONU) regulen los protocolos a utilizar y no permitan repetir la historia de décadas pasadas donde las poblaciones indefensas eran utilizadas como conejillos de indias para que la industria farmacéutica y bélica abunde en utilidades.

Existe ciencia que genera resultados positivos, pero también negativos. Las armas de destrucción masiva, los microrganismos (virus, bacterias y hongos), las diferentes energías que intoxican y provocan cáncer, todas son creadas por científicos. Genios del bien y genios del mal. ¿Quién regula hacia dónde dirigir los conocimientos, la innovación, la tecnología? Otro tipo de mercado de conocimiento con fines lucrativos es el ideológico. El llamado mediático, donde se mezcla lo político, lo religioso y lo banal (moda) para generar tendencias de consumo en poblaciones amplias. Más del 60% del uso de la tecnología moderna es usada con estos fines. Quienes diseñan y asesoran tales estrategias también son investigadores en las áreas de la conducta y comportamiento humano y saben dónde influir para provocar conductas obsesivas e impulsivas.

Información reciente de estudio de aprobación sobre decisiones políticas que fueron usadas en siglo pasado dan cuenta que la población de países desarrollados que hoy gozan de niveles de vida alto aprobarían el uso de armas atómicas y nucleares nuevamente si se utilizaran para defender su statu quo. Su abundancia material. Lo dijo CNN y no Telesur ni RT. Deshumanización directamente proporcional al llamado desarrollo. ¿De qué ha servido la educación entonces? No abona a la concientización y el compromiso humano y moral? Dicho fenómeno es observado en el lado izquierdo y derecho, sociológica y políticamente hablando. También se observa en los estratos económicos altos, medios, bajos y subterráneos. No existe discriminación alguna.

El llamado opio de los pueblos también cobra relevancia hoy día, vinculado al tema tratado. Mundialmente, cual pandemia, existen grupos que viven bien vendiendo ofertas de vida nueva y paraísos terrenales como sucursales de Bienes Raíces. Son capaces incluso de curar cualquier enfermedad por encima de los grandes centros de investigación que poseen evidencia científica que algunos males todavía ni se conocen, menos aún sus tratamientos. Estafadores? También reciben entrenamiento y educación para hacerlo. Siguen repitiéndose los fenómenos como el de George Mason y su secta suicida, a propósito de su reciente fallecimiento. La leyenda del atol con el dedo y los espejitos a cambio del oro no quedó en la conquista de hace más de 500 años. Como la materia, solo se transforma.

Entonces: ¿Cuánto contribuyen la educación, ciencia, tecnología e innovación al desarrollo humano equitativo y justo? Contestación de grupo, como diría el finado profesor Sandoval. Mientras exista ciencia para el bien y para el mal… Muy poco.

Fuente: https://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/451553-que-tanto-contribuyen-educacion-ciencia-desarrollo/

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Libro: La Universidad del Siglo XXI. Boaventura de Sousa Santos

Libro: La Universidad del Siglo XXI. Boaventura de Sousa Santos

Año: 2007

(Autor de la Reseña: Alvaro Campana Ocampo)

Este breve pero inmenso libro publicado por el Programa Democracia y Transformación Global, es uno de los más fundamentales aportes que nos da Boaventura para romper con este inmovilismo y “defensismo” en que se ha sumido el movimiento universitario. Dividido en dos partes, el capítulo uno (el otro trata de la experiencia de la Universidad Popular de Movimientos Sociales), que es el que nos interesa en esta nota, tiene el sugerente subtítulo “Para una reforma democrática y emancipadora de la universidad”.

Muchas intuiciones de quienes vimos en la militancia en el espacio universitario una apuesta más allá de la lucha economicista y corporativa por la “gratuidad de la enseñanza” y la autonomía, se encuentran sistematizados en este libro y nos muestran un mapa más claro para avanzar hacia una universidad articulada a la construcción de alternativas al capitalismo neoliberal y global.

En efecto, podemos comprobar la impotencia del movimiento universitario por su convocatoria a una defensa de la universidad pública, contra su privatización, y por su autonomía cuando la universidad ha sufrido un perverso y pasivo sometimiento, en todos sus poros, a las lógicas del mercado, así como un abandono absoluto por parte de un Estado cada vez más desnacionalizado y desdemocratizado en el contexto de la globalización.

Santos nos muestra una visión más profunda de la crisis de la universidad, que no implica solamente –especialmente en el caso peruano- una vetusta organización administrativa o institucional, o una privatización que se restringe al pago de matrículas o de algunos servicios: nos muestra la profunda privatización a la que se ha visto sometida, al ser descapitalizada producto del abandono del Estado y el estrangulamiento económico, la liberalización del mercado de la educación superior que ha generado una competencia desleal y la amenaza cada vez mayor de la transnacionalización del mercado universitario.

Pero, y en una mayor profundidad, nos muestra que la crisis de la universidad pública es una crisis de legitimidad y de hegemonía, además de una crisis institucional. En efecto, producto de los procesos descritos, la universidad pública ha perdido pertinencia frente a las necesidades sociales, e incluso a las del mercado para el que ya no es un espacio vital y estratégico tanto para ganar dinero como para producir sus cuadros.

Un cambio más profundo se ha producido en las relaciones conocimiento-sociedad que el mercado ha aprovechado rápidamente, y que las llamadas “izquierdas universitarias” han desaprovechado por su dogmatismo y/o conveniencia al ser cómplices de este statu quo.

Santos afirma que se ha producido un cambio de paradigma pasando del conocimiento universitario al conocimiento pluriuniversitario. En este nuevo paradigma la vieja ciencia moderna y sus presupuestos se han vuelto obsoletos. Ahora, sociedad y conocimiento están mucho más entrelazados. La sociedad ha dejado de ser una interpelación de la ciencia para pasar a ser sujeto de interpelación a la ciencia. El saber se hace cada vez más contextual, aplicado, heterogéneo, flexible. El mercado y su lógica ha puesto esta realidad a su servicio y a su lógica desarrollando investigación, formación y extendiendo los servicios universitarios en función de los flujos mercantiles de la búsqueda de las ganancias y de la innovación que permanentemente necesita.

Sin embargo con este cambio se abren también oportunidades para que se logre tanto la legitimidad, una nueva hegemonía y una nueva forma institucional recuperando la universidad pública y poniéndola al servicio de un proyecto alternativo, de los movimientos sociales y de la disputa del Estado en el marco global en función de los intereses de las mayorías populares.

La lucha por la universidad pública se hace más integral y fundamental que la búsqueda de su captura para transformarla hasta el día después de la toma del poder como pensaba la vieja izquierda. Se trata de desprivatizarla en el sentido más profundo y realista. Desde una perspectiva emancipatoria se trata de hacerla útil a las necesidades de los sectores menos favorecidos de la sociedad y de aquellos que luchan por alternativas, abriéndola a los mismos, estableciendo un diálogo horizontal y formas de producción de conocimiento más colectivas y sociales.

¿Cómo? ¿Qué hacer? Son preguntas pertinentes porque esta es sobre todo una tarea política de quienes luchamos por construir una sociedad alternativa al capitalismo dentro de nuestros países periféricos. Boaventura nos habla de una alianza en la que deben participar las mismas universidades, el Estado nacional en disputa, la sociedad y los movimientos sociales así como sectores del capitalismo nacional (si los hubiere).

Aquí exponemos brevemente las propuestas, siendo la tarea del lector profundizar al respecto:

Redefinir el problema integralmente, como lo hemos expuesto aquí, yendo más allá de soluciones institucionalistas o reivindicativas. Se trata de reconquistar la legitimidad, hacer de la universidad una institución pertinente para los intereses de las mayorías sociales y de plantearse estrategias a escala local, nacional, continental y global. Además reivindicando la naturaleza de productora crítica de conocimiento y formadora de la universidad.

Respecto al acceso: se debe establecer alianzas con las escuelas, entregar becas y no préstamos, una acción afirmativa de las minorías étnicas, una relación diferente, abierta con la sociedad. La Extensión Universitaria debe ser una forma de apoyo solidario a la resolución de los problemas de exclusión y contrapuesto a la idea de la ganancia y la lógica del dinero, que es lo que ocurre hoy al ser esta tarea una extensión de servicios dentro del mercado.

Desarrollar procesos de investigación acción, contextualizando los procesos de formación e investigación a partir de las necesidades sociales, así como una perspectiva de lo que denomina la ecología de saberes, que implica un diálogo horizontal entre saber académico y saberes populares. Articular universidad- producción. Establecer una ética de responsabilidad social de la universidad.

En lo institucional plantea la construcción de redes. Esta propuesta debe articular a la universidad pública nacional con otras universidades tanto a nivel nacional como del sur del planeta, desarrollando una convergencia en las tareas de formación e investigación en alianzas, en red y de manera cooperativa. Desarrollar una democracia tanto interna como externa, la implementación de la evaluación participativa, una necesaria regulación del sector privado para que no haya competencia desleal, obligando al Estado a hacerse participe de esto y obtener su atención prioritaria en medio de la reelaboración de los proyectos nacionales y además establecer el necesario diálogo continental sur- sur.

Y ¿una nueva hegemonía? No, simplemente se trata de trabajar por una redefinición de la universidad para ponerla al servicio de la construcción de alternativas.

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Boaventura de Sousa Santos

Fuente de la Reseña:

http://alvaropampa.blogspot.com/2007/09/resea-de-la-universidad-popular-del.html

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