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Una pedagogía de los gestos

Por: Álvaro Silva Muñoz

A propósito de la foto del docente de Lascano que cuida al hijo de una de sus estudiantes.

Hace unos días circuló en las redes sociales un video en el que aparecía un docente con un bebé en sus brazos, hijo de una de las estudiantes del curso del que es responsable. Según sus propias palabras, la joven le pidió que lo sostuviera, de modo de poder transcribir algunos de sus apuntes. La imagen se hizo viral y varios medios de comunicación se trasladaron hasta la escuela técnica de Lascano, departamento de Rocha; partiendo de ese hecho, profundizaron en una historia que implica a compañeros de clase, autoridades del centro educativo, docentes y otros educadores.

Siguiendo a Hannah Arendt, una de las figuras centrales de la filosofía política del siglo XX, este hecho denota un gesto. En él se condensa un movimiento por el que los adultos les damos la bienvenida a este mundo a los nuevos, a los recién nacidos, diría ella misma. Arendt, como otros tantos, sufrió en carne propia la persecución por su condición de judía en la Europa de la Segunda Guerra Mundial y experimentó en qué se convierte este mundo cuando no lo hacemos hospitalario. En efecto, natalidad y hospitalidad son dos de sus nociones centrales que tienen efectos permanentes, ya que siempre se está naciendo. La cuestión de acoger, de ser hospitalario, guarda relación con la transmisión cultural; es decir, ofrecer claves de interpretación para estar en el mundo y actuar en él, y con ello acontece un segundo nacimiento. De eso se trata la educación: en cada acto educativo se nace de nuevo, porque es posible comprender el mundo con otras miradas, conocimientos, saberes, acciones. Así, Arendt se refería a la educación como un gesto.

Un gesto que tiene la fuerza de cuestionar al menos dos sentidos comunes instalados y que no constituye una mera anécdota, como a veces se intenta presentar las “historias de vida”:

1) Los jóvenes no son “ni-ni” por una suerte de esencia que está en su naturaleza, sino que en general son las condiciones de inhospitalidad del mundo y sus instituciones –entre ellas, las educativas– las que no favorecen su continuidad en los estudios. Cuando nuevas condiciones se privilegian, los jóvenes pueden disfrutar de aprender y conocer: unas autoridades que habilitan que venga con su hijo cuando, en general, se entiende que la enseñanza media no es el espacio para estar con hijos pequeños; un adscripto que escucha un planteo y busca posibles soluciones; un docente que integra al bebé en el movimiento del aula.

2) El derecho a la educación es para todos los sujetos, a lo largo de toda la vida y de calidad, proclama la Ley de Educación 18.437, de diciembre de 2008. Sabido es que la enseñanza media es heredera de un mandato fundacional que le confiaba la selección de los sujetos que transitarían hacia la Universidad, y el conjunto de sus prácticas se basó en estos sentidos, mientras que ahora debe ofrecer espacios para que todos puedan acceder y culminar. En el seno de este debate entre cantidades y calidades, este gesto tiene la fuerza de construir instituciones hospitalarias –y, por tanto, justas, en el planteo de Arendt – y denunciar que calidad e inclusión en ocasiones se colocan en una falsa oposición, y que es posible que puedan potenciarse.

Pero me interesaría volver a Hannah Arendt, ya que hay otro elemento en juego: el docente se hace responsable de la situación. Con ello no sólo me refiero a la situación de aula, sino a la inscripción de dicha situación en un conjunto de estructuras sociales, políticas, económicas, culturales y simbólicas. Sin llegar a resolver los grandes dilemas de la humanidad, el docente se hace responsable de una situación de la que, en apariencia, no es “directamente” responsable.

Uno podría decir: “No es mi culpa”, “No fui formado para esto”, “A mí me interesa dar clase”, y varios etcéteras más. Este es uno de los ejes centrales en el análisis de Arendt cuando se refiere a la crisis de la educación, ya en su “Entre el pasado y el futuro” (1961): la crisis se apoya en eludir responsabilidades, especialmente los adultos, que hacen que los nuevos no cuenten con referencias para comprender e interpretar este mundo. La responsabilidad, en este sentido, se une al cuidado de los nuevos. La formación docente tal vez deba recorrer nuevos senderos por los que la identidad docente no se construya sólo alrededor de determinada disciplina, como tal vez lo requirió el mandato fundacional de la enseñanza media, sino que aborde otro conjunto de elementos que hacen al docente de estos tiempos, porque la diversidad de situaciones se expresa en mayor medida al haber más personas que transitan por la enseñanza media. Y, estimo, gestos como este no desvalorizan la tarea docente sino que, todo lo contrario, la dignifican.

Porque en la institución educativa se aprenden muchas cosas además de los conocimientos disciplinares: compañeros que se preocupan por pasarle apuntes a la compañera, un bebé que genera otro clima de convivencia entre los jóvenes en los corredores, un bebé que confía en distintos brazos, etcétera. Ya estamos al final del artículo y no mencionamos a la pedagogía. Bueno, en realidad, todo lo escrito refiere a una pedagogía: un gesto que enseña por su propia densidad.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/3/una-pedagogia-de-los-gestos/#subscribe-footer

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Evolución de los recursos para el aprendizaje

Por: Hugo Martínez Alvarado

Herramientas tecnológicas y lúdicas para que el alumno experimente diferentes maneras de potenciar sus conocimientos. El desafío de la educación para reinventarse en tiempos digitales.

Los recursos para el aprendizaje son herramientas de mediación, que al acompañar y potenciar estrategias didácticas se instalan en la cultura escolar como representaciones simbólicas de la forma en que se definen la enseñanza y el aprendizaje.

Así, por ejemplo, la pizarra del aula puede representar diversas estrategias de trabajo pedagógico vinculado en algunos casos a la clase magistral del docente que utiliza este recurso para apoyar su explicación, modelando contenidos o apoyando etapas en su desarrollo. No obstante, el mismo pizarrón puede estar asociado a la ejercitación cooperativa en el aula, donde los alumnos deben evidenciar sus avances y conocimientos resolviendo ejercicios frente a sus compañeras y compañeros. (…)

Un recurso ampliamente utilizado en los sistemas escolares son los textos o libros de estudio (Fuller, 1987). (…) En este caso, es posible suponer que el paradigma con que se inserta este recursos de aprendizaje obedece a una visión enciclopedista de la enseñanza, que asume que el contenido se puede empaquetar y organizar estandarizadamente en un manual impreso que asegure la fiabilidad de las fuentes y organice las etapas en que se deben trabajar los contenidos o las habilidades curriculares propuestas.

Cuando se trata entonces de revisar la evolución de los recursos para el aprendizaje, es necesario revisar no solo su materialidad en relación con sus características físicas o funcionales, sino también los paradigmas pedagógicos con que están diseñados o implementados.

En la medida en que estos paradigmas respecto de cómo se aprende y cómo se enseña se modifiquen, enriquezcan o corrijan, los tipos de recursos para el aprendizaje y la forma en que estos se insertan en la dinámica del aula también se deberían ir modificando.

Avanzado el siglo XXI, los paradigmas respecto del aprendizaje se han ido enriqueciendo inevitablemente, modificándose a una velocidad en que los cambios ocurren más rápido que la capacidad de comprenderlos y sistematizarlos.

Variable fundamental para comprender estos cambios es la llamada revolución de lo impreso a las nuevas tecnologías, como la define Michael Serres, señalando que esta transformación es de igual importancia que la que vivió la humanidad en el paso de lo oral a lo escrito y de lo escrito a lo impreso.

Un sector importante y creciente de los docentes y estudiantes accede hoy a una oferta de recursos tecnológicos que les permite, a través de sus propios dispositivos digitales móviles, encontrarse con una cantidad diversa y dinámica de recursos y contenidos sin mayor restricción que sus propios intereses o habilidades de búsqueda. Aunque subsisten en Latinoamérica sectores de la población escolar que aún no tienen acceso a las oportunidades de las tecnologías de la información y las comunicaciones, esta brecha se ha ido disminuyendo gracias al aporte de políticas públicas con este propósito y al desarrollo de generaciones de dispositivos móviles de bajo costo que facilitan el acceso de los estudiantes a servicios de comunicación y fuentes de información.

De todas formas, el impacto que esta revolución ha tenido en diversos ámbitos del mundo académico, científico, social y laboral hace inevitable y urgente enfrentar el desafío de dar acceso a todos los estudiantes a las oportunidades del mundo digital.

Interés. Los estudiantes del siglo XXI están aprendiendo de diversas formas, muchas de las cuales se relacionan con la indagación, la experimentación, el ensayo y el error para el acceso y la producción de conocimiento.

Cuando tienen interés en algún tema y contenido en particular, acceden a los buscadores seleccionando aquellas fuentes que les parecen más efectivas, consultan a pares a través de las redes sociales u observan críticamente videos en la red donde se desarrollan los tópicos buscados.

Invierten una cantidad significativa de su tiempo en experimentar videojuegos cada vez más sofisticados, que requieren niveles de concentración junto con habilidades de cooperación que les permitan interactuar con pares en diversas geografías para el logro de una meta. Terminada la sesión del juego, pueden revisar su desempeño analizando reportes visuales que distinguen las habilidades logradas, las referencian en comparación con las de otros jugadores con perfiles similares y pueden compartir en las redes sociales sus logros y desafíos.

Quienes tienen intereses creativos encuentran en el mundo digital un conjunto amplio y diverso de herramientas para generar contenidos, producir animaciones o composiciones audiovisuales, componer música, o producir imágenes modificando fotografías digitales a través de herramientas de edición.

Algunos construyen canales de comunicación y divulgación en los que mezclan sus propias creaciones con la selección de creaciones de otros, a través de las cuales generan interacción participativa y colaborativa con otros jóvenes de similares intereses.

Quienes tienen intereses específicos en desarrollar alguna habilidad determinada o aumentar la profundidad en el conocimiento específico de una materia pueden establecer mecanismos de búsqueda de información, adhesión a foros y debates de preguntas y respuestas, o simplemente acceder a fuentes de información especializadas. (…)

Los estudiantes del siglo XXI saben que pueden aprender y que pueden hacerlo a través de múltiples formas y estrategias. Así lo están experimentando muchos de ellos, la mayor parte de las veces fuera de los establecimientos y sin la mediación de recursos para el aprendizaje.

Materiales de la enseñanza

Las nuevas formas de aprendizaje no pueden ser aprovechadas por los recursos para el aprendizaje tradicional. Esto ocurre por dos razones fundamentales. La primera se relaciona con las limitaciones técnicas de los mismos recursos. Los textos no se pueden actualizar, no tienen hipervínculos a nuevos contenidos o a recursos enriquecidos e interactivos. No se pueden utilizar para organizar trabajos colaborativos, no permiten retroalimentación en tiempo real. Y la segunda limitación se relaciona con el paradigma educativo con que fueron construidos. La mayor parte de los recursos para el aprendizaje corresponde a visiones de procesos de enseñanza y aprendizaje, donde los ritmos son estandarizados, el contenido proviene de una sola fuente y la instrucción se basa fundamentalmente en la repetición de actividades de experimentación que se evalúan luego de un período establecido.

Esta concepción está dramáticamente alejada de las formas en que los estudiantes están aprendiendo hoy día.

Fuente: http://www.perfil.com/universidades/evolucion-de-los-recursos-para-el-aprendizaje.phtml

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Redes sociales e ideología

Por: Marcelo Colussi

En algún Congreso sobre Medios Alternativos se decía que “La evolución de la Web, el surgimiento de los medios alternativos, las redes sociales de Internet, así como los blogs y wikis, crean nuevas posibilidades para la comunicación social y política. Este nuevo escenario comunicativo a nivel internacional demanda cada vez más la creación de condiciones para maximizar su aprovechamiento”. Sin caer en empobrecedores maniqueísmos ni valoraciones moralizantes, ni tampoco en triunfalismos exagerados que pierden la verdadera dimensión de las cosas, digamos que toda esta amplia batería de nuevas tecnologías ofrece interesantes posibilidades si lo pensamos desde una perspectiva transformadora, quizá revolucionaria incluso, al mismo tiempo que no se pueden desconocer sus peligros latentes. El reto está en ver cómo se navega en esas aguas y se puede llegar a buen puerto.

Las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación -TICs- son especialmente atractivas, y con mucha facilidad pueden pasar a ser adictivas (de la real necesidad de comunicación fácilmente se puede pasar a la “adicción”, más aún si ello está inducido, tal como sucede efectivamente). En una investigación que se hizo vez pasada en Guatemala sobre este tópico se preguntó a jóvenes usuarios de estas tecnologías -de distinta extracción social, de ambos sexos, con edades de entre 17 y 25 años- si al estar haciendo el amor reciben una llamada a su teléfono celular, ¿qué harían? Muchos y muchas (alrededor de un 75%) respondieron que, sin dudarlo, contestarían. No hay dudas que estamos ante un importante cambio de actitudes.

Estamos invadidos por una cultura del uso de lo digital; se nos ha dicho incluso, interesadamente o no, que la llamada “Primavera árabe”, por ejemplo, se provocó por la catarata de mensajes de texto transmitidos en los teléfonos móviles y por el uso de las llamadas redes sociales. ¿Las nuevas revoluciones, entonces, se construirán sobre la base de realidades virtuales que movilizan a las masas? En Guatemala los movimientos cívicos anticorrupción del 2015 que terminaron sacando del poder a presidente y vicepresidenta se generaron casi exclusivamente a través de redes sociales (luego se supo que hubo ahí una monumental manipulación, habiéndose creado cantidad de perfiles falsos desde donde se lanzaron las convocatorias).

Dejamos aquí el análisis político pormenorizado tanto del movimiento de los pueblos árabes como lo que se jugó en Guatemala, porque no es el espacio adecuado para tratarlo, pero no podemos menos de indicar que estas nuevas modalidades comunicacionales tienen una fuerza decisiva. En la actualidad vivimos una cierta entronización de lo digital que puede llevarnos a verlo como panacea. De todos modos, más allá de la interesada prédica que identifica a las TICs con una nueva pretendida solución universal, no hay dudas que tienen algo especial que las va tornando imprescindibles.

Estar “conectado”, estar todo el tiempo con el teléfono celular en la mano, estar pendiente eternamente del mensaje que puede llegar, de las redes sociales, del chat, constituye un hecho culturalmente novedoso. ¿Quién perteneciente a una generación anterior a la actual respondería afirmativamente a la pregunta arriba citada, respecto a la intimidad de su vida sexual y el uso de un teléfono?

La definición más ajustada para un teléfono celular (lo mismo se podría decir de las TICs en general) es que, poseyendo el equipo en cuestión -teléfono, computadora, acceso a internet- se está “conectado”, que es como decir: “estar vivo”. Definitivamente todas estas tecnologías van mucho más allá de una circunstancial moda: constituyen un cambio cultural profundo, un hecho civilizatorio, una modificación en la conformación misma del sujeto y, por tanto, de los colectivos, de los imaginarios sociales con que se recrea el mundo. Eso nos abre forzosamente la pregunta: ¿constituyen también un arma política? ¿Son un instrumento más para el cambio social? La revolución socialista (pensemos que eso, aunque hoy día esté supuestamente “pasado de moda”, sigue siendo una posibilidad), ¿puede beneficiarse de estos instrumentos?

Lo importante a destacar es que esa penetración que tienen las TICs no es casual. Si gustan de esa manera, es por algo. Como mínimo se podrían señalar dos características que le confieren ese grado de atracción: a) están ligadas a la imagen, y b) permiten la interactividad en forma perpetua.

La imagen juega un papel muy importante en las TICs. Lo visual, cada vez más, pasa a ser definitorio. La imagen es masiva e inmediata, dice todo en un golpe de vista. Eso fascina, atrapa; pero al mismo tiempo no da mayores posibilidades de reflexión. La lectura cansa. Se prefiere el significado resumido y fulminante de la imagen sintética. Ésta fascina y seduce. Se renuncia así al vínculo lógico, a la secuencia razonada, a la reflexión que necesariamente implica el regreso a sí mismo”, se quejaba amargamente Giovanni Sartori (1). Lo cierto es que el discurso y la lógica del relato por imágenes están modificando la forma de percibir y el procesamiento de los conocimientos que tenemos de la realidad. Hoy por hoy la tendencia es ir suplantando lo racional-intelectual -dado en buena medida por la lectura- por esta nueva dimensión de la imagen como nueva deidad.

Junto a eso cobra una similar importancia la fascinación con la respuesta inmediata que permite el estar conectado en forma perpetua y la interactividad, la respuesta siempre posible en ambas vías, recibiendo y enviando todo tipo de mensajes. La sensación de ubicuidad está así presente, con la promesa de una comunicación continua, amparada en el anonimato que confieren en buena medida las TICs. (Muchos “tímidos” consiguen pareja por su intermedio. Eso es un hecho. Además, a partir de ese anonimato, cualquiera se puede permitir cualquier cosa, opinar, decir lo que jamás diría cara a cara, insultar, provocar, etc., etc.).

La llegada de estas tecnologías abre una nueva manera de pensar, de sentir, de relacionarse con los otros, de organizarse; en otros términos: cambia las identidades, las subjetividades. ¿Quién hubiera respondido algunas décadas atrás que prefería contestar el teléfono fijo a seguir haciendo el amor?

Hoy día la sociedad de la información, por medio de estas herramientas, nos sobrecarga de referencias. La suma de conocimiento, o más específicamente: de datos, de que se dispone es fabulosa. Pero tanta información acumulada, para el ciudadano de a pie y sin mayores criterios con que procesarla, también puede resultar contraproducente. Puede afirmarse que existe una sobreoferta informativa. Toda esta saturación y sobreabundancia de ¿información?, y su posible banalización, se ha trasladado a la red, a las TICs en general, inundando todo. De una cultura del conocimiento y su posible apropiación se puede pasar sin mayor solución de continuidad a una cultura del divertimento, de la superficialidad. Las TICs permiten ambas vías. Se ha hablado, entonces, de intelicidio. Parecería que las redes sociales contribuyen mucho a eso: el olvido (¿o la muerte?) del pensamiento crítico. La opinión política, el análisis pormenorizado, la reflexión profunda se va reemplazando por un tuit de 150 caracteres.

Si bien las TICs se están difundiendo por toda la sociedad global, quienes más se contactan con ellas, las utilizan, las aprovechan en su vida diaria dedicándole más tiempo y energía, y concomitantemente viéndose especialmente influenciados por ellas, son los jóvenes. Es evidente que la globalización en curso uniforma criterios sin borrar las diferencias estructurales; de ahí que, diferencias mediantes, las generaciones actuales de jóvenes son todas “hijas de las TICs”, o “nativos digitales”, como se les ha llamado. “Aquello que para las generaciones anteriores es novedad, imposición externa, obstáculo, presión para adaptarse –en el trabajo, en la gestión, en el entretenimiento- y en muchos casos temor reverencial, para las generaciones más jóvenes es un dato más de su existencia cotidiana, una realidad tan naturalizada y aceptada que no merece siquiera la interrogación y menos aún la crítica. Se trata en efecto de una condición constitutiva de la experiencia de las generaciones jóvenes, más instalada e inadvertida a medida que se baja en la edad” (2)

En esa dimensión, lo importante, lo definitorio es estar conectado y siempre disponible para la comunicación. De esa lógica surgen las llamadas redes sociales, espacios interactivos donde se puede navegar todo el tiempo a la búsqueda de lo que sea: novedades, entretenimiento, información, aventura, etc., etc. En las redes sociales, usadas fundamentalmente por jóvenes, alguien puede tener infinitos amigos. O, al menos, la ilusión de una correspondencia infinita de amistades. En esa línea, creemos importante no dejar de hacer notar que la superficialidad no es ajena a buena parte de la cultura que generan las TICs. De ahí que debe verse muy en detalle cómo estas tecnologías comportan, al mismo tiempo que grandes posibilidades, también riesgos que no pueden menospreciarse. La cultura de la ligereza, de lo superficial y falta de profundidad crítica puede venir de la mano de las TICs, siendo los jóvenes -sus principales usuarios- quienes repitan esas pautas. Sin caer en preocupaciones extremistas, no hay que dejar de tener en vista que esa entronización de la imagen y la inmediatez, en muchos casos compartida con la multifunción simultánea (se hacen infinitas cosas al mismo tiempo), puede dar como resultado productos a revisar con aire crítico: “en términos mayoritarios [los jóvenes usuarios de TICs] adquieren información mecánicamente, desconectada de la realidad diaria, tienden a dedicar el mínimo esfuerzo al estudio, necesario para la promoción, adoptan una actitud pasiva frente al conocimiento, tienen dificultades para manejar conceptos abstractos, no pueden establecer relaciones que articulen teoría y práctica”. (3)

Pero si bien es cierto que esta cibercultura abre la posibilidad de esta cierta liviandad, también da la posibilidad de acceder a un cúmulo de información y a nuevas formas de procesar la misma como nunca antes se había dado, por lo que estamos allí ante un fenomenal reto.

Los medios alternativos de comunicación -como el presente, en el que se está leyendo este texto, y que hacen uso de la red, de todas estas nuevas herramientas digitales- son un granito de arena más en la larga y continuada lucha por un mundo mejor. Hoy, caído el Muro de Berlín, y con él muchas esperanzas, no hay dudas que el campo popular está un poco (bastante) falto de ideas claras, de referentes precisos en la batalla por esas transformaciones. Los ideales de algunas décadas atrás, si bien no han desaparecido, quedaron golpeados. La fabulosa ola neoliberal que todavía nos sigue afectando ha significado un golpe muy grande para la izquierda, para el campo popular, para la ideología de la transformación.

En ese marco, la cultura digital que ha llegado con una fuerza fabulosa, abre un reto: obviamente, en tanto tecnología, no es “buena” ni “mala”. Plantearlo así es sumamente reduccionista, equivocado en definitiva. Pero no se puede dejar de considerar cómo funciona, quién la maneja, qué papel juega para los grandes poderes globales como negocio y como mecanismo de control social. La posibilidad de construir ahí un espacio alternativo está abierta.

Eso, sin dudas, implica una lucha (¿hay acaso algún aspecto de lo humano que no la implique?), pues los grupos de poder utilizan este instrumental con fines de conservadurismo, para que nada se altere. Y por cierto que lo saben hacer muy bien. De hecho cada vez más asistimos a un uso mentiroso de estas posibilidades tecnológicas. Por lo pronto, en forma creciente y en todas partes del mundo, la práctica política se basa en el más repugnante engaño bien montado, mercadológicamente ofrecido. “ En la sociedad tecnotrónica el rumbo lo marcará la suma de apoyo individual de millones de ciudadanos incoordinados que caerán fácilmente en el radio de acción de personalidades magnéticas y atractivas, quienes explotarán de modo efectivo las técnicas más eficientes para manipular las emociones y controlar la razón ”, pedía el polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinsky. Y así es, pues cada vez más asistimos a la creación de los llamados “perfiles falsos” en las redes sociales por parte de los políticos y/o las usinas ideológicas para hacer creer lo que no es (que los políticos tienen muchos seguidores, que la población los ama, que está de acuerdo con su accionar, inoculando ideología, diezmando el pensamiento crítico. ¿Queda claro por qué lo de intelicidio?). ¿Por qué una gran cantidad de personas en todo el mundo repite lo que repite sin cuestionárselo? Que en Venezuela hay una narcodictadura, por ejemplo; que los misiles nucleares norcoreanos son peligrosos para la paz mundial, pero no así los estadounidenses, solo para poner algunos patéticos ejemplos. El engaño sigue estando presente en el ejercicio del poder, y las redes sociales (atractivas, envolventes, fáciles de usar) lo permiten muy ampliamente. O más aún: lo estimulan a niveles exponenciales.

No debemos dejar de tener en cuenta que se han abierto ciertos canales para una relativa democratización de la información. En cierto sentido, todos podemos dejar nuestra marca en la red de redes, decir, denunciar, hacer evidentes ciertas cosas. Pero no hay que olvidar que ese fabuloso espacio virtual también está hiper controlado por los enormes poderes de siempre, que el tráfico satelital no lo maneja el campo popular, que tecnológicamente dependemos de unos pocos servidores que manejan ese tráfico. La ilusión de creer que la revolución se agota en una pantalla es un peligro. Bienvenidas las tecnologías digitales, sin duda. Aprovechémoslas, conozcámoslas en profundidad, saquémosle el máximo posible de provecho. Pero estemos conscientes que la organización popular, que la revolución socialista no son cuestiones puramente técnicas. La tecnología, si no está al servicio de la causa del Ser Humano como especie, sigue siendo un mecanismo de dominación.

Los medios alternativos de comunicación son un elemento más de un prolongado combate popular en pro de un mundo con mayor justicia, combate que por cierto no ha terminado aún, que ha perdido quizá la batalla de estas últimas décadas, pero no la guerra.

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NOTAS

  1. Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Ed. Taurus. Barcelona, 1997.
  1. Urresti, Marcelo. Ciberculturas juveniles. La Crujía Ediciones. Buenos Aires, 2008.
  1. Estévez, C. La comunicación en el aula y el progreso del conocimiento , en Urresti, Marcelo. 2006.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238790&titular=redes-sociales-e-ideolog%EDa-

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La investigación y las líneas de generación de conocimiento en la docencia

Por: José de Jesús Reveles

A juicio de quien les escribe, la investigación educativa permite no solo generar un camino con el cual podamos analizar las necesidades que como docentes se tienen, tanto en el quehacer dentro del lugar de trabajo como en el progreso profesional, con el fin de mejorar la calidad educativa y por ende, de los servicios educativos en sus diferentes niveles.

Desafortunadamente entre la comunidad docente en México no ha existido una verdadera cultura de investigación. Dos de las razones fundamentales han sido la falta de recursos tecnológicos y el desconocimiento en cuanto a metodologías de investigación que sean pertinentes dentro del campo de la educación.

La investigación en el campo de la educación, y especialmente en un país tan rico en diversidad como el nuestro, no puede quedarse nada más en un cientificismo teórico que satisfaga las necesidades intelectuales de investigadores individuales o de instituciones específicas.

Es necesario tener presente que la investigación educativa en México tiene un compromiso social. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de que investigadores educativos y sus proyectos respondan a las necesidades del entorno social y educativo; esto hará posible que exista una cultura de investigación y se generen líneas de investigación que de manera permanente serán precursoras de generación de conocimiento.

Para que esto sea una realidad, es necesario que el diseño de la investigación educativa en México cuenta con criterios de pertinencia, integridad, flexibilidad y pluralidad.

Es así como los programas educativos y sus contenidos necesitan adaptarse a la realidad del maestro, del alumno y de las condiciones regionales y locales de los centros educativos. Deben incluir el saber científico general y también popular, relacionándolos con el fin de ayudar al estudiante a interpretar su entorno desde lo local, a lo nacional, hasta una concepción de su lugar como individuo en el mundo.

Hoy en día la investigación educativa se encuentra principalmente fundamentada en la necesidad de plantear, crear y desarrollar proyectos referentes a la investigación, con el fin de analizar y evaluar la calidad de la educación que se desarrolla dentro de las instituciones formativas en el proceso de aprendizaje.

Es decir, se concibe a la docencia y a la investigación como prácticas del conocimiento humano, cuyos términos se refuerzan mutuamente. La vinculación docencia-investigación adopta diversos y variados grados en cada una de las dependencias académicas.

Así una parte indispensable de la labor de docencia que se desarrolla en las facultades y escuelas normales requiere de la realización de investigación y sea ésta considerada una faceta de su propio trabajo.

Sin embargo, la investigación desarrollada en estas instituciones no debe significar únicamente un atractivo para el logro de personal académico altamente calificado, sino además, debe concebirse como un estímulo a la capacidad creativa de los profesores y como un medio para introducir a los alumnos en el conocimiento y manejo de la metodología científica, la cual contribuye de manera importante al enriquecimiento de su formación y al desarrollo de habilidades como son la capacidad de análisis, síntesis, deducción, inducción, evaluación, etcétera.

Fuente: https://www.elsoldezacatecas.com.mx/analisis/la-investigacion-y-las-lineas-de-generacion-de-conocimiento-en-la-docencia-1570670.html

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Libro: El Ascenso del hombre

Reseña:

Probablemente entre las nuevas generaciones el título El Ascenso del Hombre es poco conocido, pero se trata de una de las producciones pioneras de documentales sobre ciencia y tecnología para la televisión. Producida por la British Broadcasting Corporation (BBC) en 1973, esta serie tuvo un gran impacto internacional siete años antes que la famosa Cosmos y presentó el desarrollo de la ciencia a lo largo de la historia de la humanidad en 13 capítulos.

Lo mejor de este proyecto dirigido por el matemático Jacob Bronowski, convertido en gran divulgador y conductor de televisión que inspiraría al mismo Carl Sagan, es la manera de presentar una especie de biografía personal de las ideas en forma de programas de televisión y que más tarde se convertiría en libro de divulgación de culto, ahora publicado por Editorial Planeta bajo el sello de Paidós.

A partir de esta serie, la televisión se convertiría en un excelente vehículo de divulgación y de fomento de la cultura científica. El mismo Bronowski afirmaría que “si la televisión no se usara para presentar estos pensamientos en forma concreta, sería tanto como desperdiciarla”.

Este libro es una excelente opción para iniciar las lecturas de este 2018. Aborda el desarrollo del conocimiento en general y de la ciencia en particular, no como ideas abstractas sino como ideas concebidas desde las diversas culturas humanas, desde la aparición hombre hasta el siglo XX.

Abarca los conceptos fundamentales que iniciaron el largo camino del ser humano hacia el conocimiento de la naturaleza a partir de las culturas humanas más simples, de acuerdo con sus facultades básicas y su contexto geográfico, biológico y social específico. Nos explica la ciencia como una actividad humana donde los descubrimientos son hechos por los hombres, no solamente por las mentes privilegiadas.

El Ascenso del Hombre es un clásico de la literatura de divulgación científica ameno, interesante y con un lenguaje al alcance del público no especializado.

Link de descarga: http://www.eumed.net/jirr/pdf/4.pdf

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La didáctica (infalible) de la vejez

Por: Carlos Mármol

Saber envejecer es un arte que, además del permiso del destino, requiere asumir que la vida es un largo viaje donde lo importante no es que las cosas cambien, sino que cambiemos nosotros.

La vejez, que es una de las tres indudables edades del hombre, encierra en sí misma una contradicción: todos queremos conocerla, pues es la única prueba cierta de una existencia longeva, pero al toparnos con ella –en primera persona o por experiencias indirectas– la maldecimos. Hacerse viejo, esa hermosa palabra que odian los que profesan los dogmas de lo políticamente correcto, es un grave inconveniente al que sólo podemos adaptarnos. Ésta es la enseñanza recurrente que la larga tradición de la literatura didáctica viene recomendando desde el origen de los tiempos. Sépanlo: los mejores tratados de autoayuda no son los que nos venden los predicadores y los clérigos contemporáneos, llenos de lugares comunes, sino aquellos que escribieron –para nosotros– los grandes sabios de la historia.

De las mejores obras clásicas sobre filosofía de la vida, De Senectute, el célebre diálogo de Marco Tulio Cicerón dedicado a la vejez, es una rara avis porque en vez de deleitarse lamentando los quebrantos de la última etapa de la existencia elogia la vejez inteligente como si fuera una suerte de segunda juventud. ¿Exagerado? No sabremos nunca si Cicerón era sólo un intelectual optimista, un consumado idealista o quizás, dadas sus conocidas veleidades políticas, ocultara bajo su oratoria a un demagogo irónico, pero lo cierto es que, frente al rosario de calamidades que otros autores vinculan con el crepúsculo vital, el gran retórico romano siempre ve la botella medio llena. Es de agradecer, aunque no se compartan todos sus argumentos, cuya modernidad de cualquier forma resulta asombrosa si se tiene en cuenta que fueron compuestos cuarenta años antes del nacimiento de Cristo por un hombre al que la elocuencia le hizo pasar a la historia pero que, lejos de morir con sosiego en una de las villas agrarias de la élite romana, fue degollado tras una conjura y su cabeza y sus manos fueron expuestas en el Foro, el atrio de sus mejores discursos. A Cicerón le aplicaron en vida un didactismo absolutamente realista.

Cicerón defiende que la desgracia de hacerse viejo no es consecuencia de la vida, sino resultado de las costumbres y la mentalidad con la que vivimos.

Su obra sobre la decrepitud humana, escrita con 62 años, que en Roma era un edad mágica porque la vida se contaba en periodos de siete años (los septenarios), está planteada como una conversación figurada entre Catón El Viejo y dos jóvenes (Escipión y Lelio). A través de la conversación ficticia entre estos tres personajes Cicerón explica en qué consiste el arte del buen envejecer. Básicamente su tesis es que nos hacemos viejos exactamente igual que vivimos. Dicho de otra manera: nuestra vejez depende del destino tanto como de nuestra personalidad y de la capacidad de adaptación que tengamos ante las circunstancias. La literatura clásica que se demora en exceso sobre las miserias de la edad incide en los males de las enfermedades, el abandono, lo efímero del placer, la pobreza y el maltrato del tiempo. Homero incluye en sus grandes epopeyas a ancianos venerables, como PríamoLaertes o Néstor, pero califica la ancianidad como una etapa abominable. La visión negativa de los viejos está presente en Hesíodo, el teatro griego y en la poesía satírica y elegíaca, donde se somete a escarnio a personajes como la vieja presumida o el viejo enamorado. El derecho romano atribuía laureles al hecho de cumplir muchos años, pero los poetas latinos, desde Plauto a Ovidio, pasando por CatuloJuvenal y Horacio, no dudaron en dar una visión cruel sobre los ancianos, víctimas del tiempo y, de igual manera, seres negligentes.

Marc Tulle Ciceron Cicero, from tome 3, folio 603 recto of Les vrais pourtraits et vies des hommes illustres grecz, latins et payens (1584) by André Thevet.

Grabado de Cicerón de André Thevet (1584).

Cicerón, en cambio, recogiendo ideas de los griegos, defiende que la desgracia de hacerse viejo no es consecuencia de la vida, sino resultado de las costumbres y la mentalidad con la que vivimos. El primer error, según De Senectute, es óptico: todos moriremos, con suerte, tras un deterioro biológico que conviene aceptar de partida. Negarse a esta evidencia no cambiará la rueda del destino. Sólo a partir de la aceptación de cuál es el final del camino cabe hablar de los remedios posibles o detenerse en los atenuantes para afrontar el trance. La clave para vivir una vejez virtuosadepende de cómo hagamos este viaje hacia el final de la vida y de la inteligencia con la que compensemos las dificultades del camino. “Siempre ha sido necesario un final, y, como sucede en los brotes de los árboles y en los frutos de la tierra, tras su madurez oportuna, el sabio ajado y caduco debe aceptar con serenidad su final. ¿Qué otra cosa es oponerse a las leyes de la naturaleza sino luchar contra los dioses, como si fueran gigantes?”, escribe Cicerón.

Tras la aceptación, que no es necesariamente una resignación, envejecer con inteligencia implica aceptar sin ira la muerte de las pasiones –que simplemente dejan de serlo– y tratar de sustituirlas por la actividad intelectual, compensando de esta forma el deterioro físico con el enriquecimiento espiritual. Es lo que hacían los grandes filósofos antiguos: no dejar nunca de aprender, incluso cuando parece que el conocimiento carecerá de finalidad práctica. Catón estudió griego en los últimos años de su vida. Sócrates, antes de recibir la cicuta, fue un eterno aprendiz de arpa. Hasta Borges, que es lo más parecido a un escritor clásico que hemos tenido en los tiempos modernos, dedicó los últimos años de su existencia a aprender lenguas escandinavas. “Cada idioma” –decía– “es una forma distinta de sentir el universo”.

Envejecer con inteligencia implica aceptar sin ira la muerte de las pasiones –que simplemente dejan de serlo– y tratar de sustituirlas por la actividad intelectual.

Aprender es seguir viviendo otras vidas. Muchos siglos antes de que en las escuelas de negocios se inventara la idea de la formación continua, Cicerón recomendaba hacer coincidir el curso de la existencia con el estudio perpetuo y la lectura permanente. La vejez, pese a los males del cuerpo, puede ser una edad digna si se mantiene hasta el final la autonomía mental. Incluso cabe la posibilidad de gozar de cierto predicamento social: la autoridad de los viejos, presente en todas las culturas, es una manera de resaltar el prestigio de la experiencia, un atributo que sólo puede obtenerse si se vive hasta el último día. “Si no vamos a ser inmortales es deseable que el hombre deje de existir a su debido tiempo. Pues la naturaleza tiene un límite para la vida, como para todas las demás cosas. La vejez es el último acto del drama de la vida, de cuyo agotamiento debemos huir sobre todo si esto se añade a la hartura. Esto es lo que tenía que deciros acerca de la vejez, a la que ojalá lleguéis, para que las cosas que me habéis oído decir las podáis comprobar por experiencia”.

Marcus Tullius cicero, De Senectute. Wellcome M0013786

Imagen del diálogo ‘De Senectute’ en una edición para bibliófilos/CG.

Parece una evidencia, pero es un monumento al sentido común. Un argumento que se repite tanto en las culturas orientales como en las occidentales. “La cosa más importante en la vejez es tener un buen entierro”, dice un proverbio chino. Los antiguos funerales orientales duraban siete semanas. En ellos se honraba a los ancianos vivos junto a los ancestros muertos. Los católicos, que creen en la vida eterna, no deberían temer a la vejez, antesala del encuentro con Dios. Tampoco los ateos deberían espantarse si piensan que tras la vida no existe nada más. Sin misterio no hay incertidumbre. Los posmodernos, escépticos ante cualquier relato trascendente, contemplan la vejez como una etapa más del sinsentido de la vida. En la era de la cultura digital podríamos hablar de las extraordinarias virtudes de envejecer con flow. Los sabios coinciden: envejecer con sabiduría es aceptar que no hay nada que hacer. Y adaptarse. Las cosas más inevitables de la vida son las que concitan mayor unanimidad.

Fuente:  https://cronicaglobal.elespanol.com/letra-global/cronicas/didactica-infalible-vejez_128288_102.html

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Reforma educativa o tóxico del conocimiento

Por: Darío Balvidares

Si todos los caminos conducen a Roma, entonces destruyamos Roma”

(aforismo implicado)

Alfredo Grande

De lo que vamos a tratar aquí es de la continuidad tóxica de la reforma educativa, de la macropolítica y desposesión de la educación pública, en el marco de las políticas que organizan la acumulación por desposesión. Del flujo permanente hacia la privatización del conocimiento y la estandarización de las subjetividades sociales y colectivas.

Hace varias décadas, por lo menos tres, tomando como referencia la Cumbre de Jomtien, Tailandia 1990, “Educación Para Todos”, en que la avanzada reformista se hace visible con las leyes de educación y sus propuestas transgénicas.

La utilización del término “transgénico” aplicado en una interpretación sobre la reforma educativa está asociado, de manera metafórica (tal vez, no), a los organismos modificados genéticamente, no por su evolución natural, sino por la intervención de las corporaciones extractivistas. Especialmente, por las necesidades de esos “nuevos” productos que requieren la paradójica intervención de venenos para subsistir. Así que toda alusión a los componentes tóxicos del agro-negocio, son directamente aplicables al proceso reformista de la educación.

Todos sabemos para qué se desmontan territorios y la consecuente modificación de su ecosistema; el proceso de sojización creciente, el monocultivo que necesita de los agrotóxicos para vivir. ¡Curioso! El veneno como fuente de vida y devastador al mismo tiempo. La palabra griega φαρμάκων (fármakon) resume que es toda sustancia que altera la naturaleza de un cuerpo, remedio y veneno, lo saludable y lo perjudicial al mismo tiempo.

No se ignora lo que provoca el glifosato (uno de los venenos letales utilizados en las fumigaciones) en la tierra y en sus nutrientes; no se ignoran los efectos en los humanos y los seres vivos en general. En nuestro caso, las pruebas están en los Pueblos Fumigados con el crecimiento en los índices de cáncer y enfermedades respiratorias y en la piel (probados con informes científicos). La reciente mortandad de peces en el río Paraná y afluentes, que los funcionarios gubernamentales adjudicaron al “intenso calor”, pero que no fue la interpretación de los ambientalistas, que adjudican el fenómeno a la cantidad de agrotóxicos que se encuentran en las aguas.

Una prueba de esto es que “un estudio del Conicet publicado en la revista internacional Environmental Pollution reveló que el peligroso herbicida glifosato se acumula en los campos argentinos, sobre todo en Entre Ríos y más precisamente en Urdinarrain (…) El equipo de científicos también ubicó rastros del herbicida en aguas de superficie… 1 El resultado es que esa localidad entrerriana está entre las primeras más contaminadas del mundo.

Similares efectos provoca la mega-minería; de hecho en el marco de las protestas se realizó una extensa marcha en bicicleta, con el lema “Jáchal No Se Toca”, desde la provincia de San Juan (“provincia minera”) hasta la Ciudad de Buenos Aires, para culminar en el Congreso de la Nación el 27 de febrero. A propósito de los reclamos de los habitantes de la ciudad de Jáchal por la contaminación de sus ríos producto de las actividades y derrames de cianuro provocados por la empresa Barrick Gold y por sobre todo en defensa de los glaciares, para que la actual ley, poco respetada por las mineras, no sea, además, modificada con un proyecto del gobierno para ampliar, aún más, los beneficios a esas corporaciones de manera que además del pasivo ambiental que provocan sus actividades, también intervengan en los glaciares, reservorios del agua pura del planeta.

En este sentido, los procesos de acumulación capitalista a gran escala no sólo aseguran mayor concentración de la riqueza, sino que, además, funcionan como un eficaz instrumento de dominación y desposesión territorial.

Las continuas represiones a toda forma de protesta y la etiqueta del enemigo interno adjudicado al pueblo mapuche2, son la exposición del paradigma político en el que también ingresa la reforma educativa.

Los despidos masivos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); en los Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT); en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); en ministerios y distintas dependencias gubernamentales; en el Hospital Posadas.

La reforma del cálculo en los haberes de los jubilados, que les quita 100 mil millones de pesos y que pone las históricas y paupérrimas jubilaciones, que percibe la mayoría, en peores condiciones; los aumentos obscenos de las tarifas en favor de las corporaciones que obtienen millonarias ganancias por servicios que deberían ser públicos y no privatizados: luz, gas y agua.

El aumento de los medicamentos y los combustibles en manos de las corporaciones, que tienen sus CEO en el gobierno.

A todo esto y mucho más (que por economía del artículo es necesario que los lectores completen con lo que seguramente ha quedado implícito, no omitido en esta breve descripción de la coyuntura), sumemos la decisión del cierre de escuelas en la provincia de Buenos Aires; la decisión de cierres de los Institutos de Formación Docente (IFD) son más que marcas de las políticas de desposesión. En este sentido cabe recordar que la política de “desaparición” de las paritarias nacionales está en el proyecto de Ley, llamado “Plan Maestro” (2017)

El último acuerdo marco nacional, se acordó que el salario mínimo de un docente será siempre un 20% mayor al salario mínimo, vital y móvil definido anualmente por el consejo del salario y la Nación garantizará esto, con fondos del nuevo Fondo Compensador. Por otra parte, el Ministerio del Interior negoció con las provincias beneficiarias del antiguo Fondo Compensador la disminución gradual de los fondos girados por este concepto según la siguiente escala: 2016 mismo monto que en 2015; 2017 = 75% de este monto; 2018 = 50%; 2019 = 25% de este monto y en 2020 desaparece este concepto” Plan Maestro (pág. 30)

El decreto del ejecutivo 52 / 2018 lo que hace es adelantar, en época de (des) negociaciones paritarias, lo que ya estaba escrito en el proyecto de ley que el ejecutivo envió al congreso para su discusión este año, para legalizar el final de las paritarias nacionales, aunque sin legitimidad puesto que no había necesidad, ni urgencia de adelantar compulsivamente lo que está en un proyecto para debatir en el parlamento, salvo en la “necesidad” y la “urgencia” de los mandatos estandarizados que suscriben.3

Pero… mientras vastos sectores sufren la desposesión…

Por el contrario, la avanzada de las universidades privadas, fundaciones y ong corporativas aparecen como la contraparte emergente de las políticas que ellas mismas diseñan, bajo el influjo de instituciones transnacionales como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el propio FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y las corporaciones empresariales que formulan sus mandatos y el gobierno ejecuta como parte de la trama.

Lo que “informa” (recomienda–afirma-impone) el Banco Mundial4

Uno de los últimos informes del BM, inscribe, literalmente, las políticas que se llevan a cabo en la reforma. La constante del documento es, luego de señalar las diferencias en los desarrollos de “aprendizaje” entre “países pobres” y “países ricos” y de aclarar que: “El equipo se basó en el análisis, investigaciones y revisiones bibliográficas de investigadores y especialistas de todo el mundo” (pág.10); con lo que nos encontramos es con más de lo mismo: “la crisis educativa”, “la ‘mala’ formación de los docentes”, etc. etc.

En las siguientes citas no seguimos el desarrollo lineal del documento, puesto que intentamos rastrear las definiciones ideológicas del Banco que aparecen diseminadas en todo el libelo que no hace más que reorganizar sus posiciones respecto de lo que viene expresando desde los comienzos de la reforma mercantilista de la educación.

El objetivo internacional es generar desprestigio en los docentes como causa de lo que llaman “crisis educativa” al mismo tiempo que los ponen como pieza fundamental del sistema y del cambio ¡fármacon!, es decir que aquellos que se adapten al proceso de desposesión serán considerados “saludables” y los que no, “perjudiciales”. Por supuesto que esto lo venimos escuchando de nuestros funcionarios vernáculos, en este proceso de reorganización escolar.

El Banco Mundial en lo que pretende ser un documento actual, actualiza lo mismo que hace 30 años ya expresaba: “…En el aula, los docentes no están lo suficientemente capacitados para evaluar el aprendizaje de manera eficaz, sobre todo cuando las evaluaciones se enfocan en destrezas más complejas (…) No hay una manera eficaz de integrar los resultados de la evaluación formativa que los docentes realizan en el aula con este tipo de información confiable sobre todo el sistema…” (pág. 30)

Con “información confiable” remite a la recogida en las pruebas estandarizadas, para asegurar el negocio de la estandarización y la reingeniería de las subjetividades individuales, primero; sociales después. Como se verá más adelante (o atrás en el libelo).

La segunda parte de la cita refuerza la poca credibilidad de la “evaluación formativa docente”: “No hay una manera eficaz de integrar los resultadosde la evaluación formativa que los docentes realizan en el aula con este tipo de información confiable sobre todo el sistema…” (pág. 30)

Parece ser que lo que los docentes hacen en el aula no es confiable, puesto que la única información confiable es la estandarizada (que los docentes no construyen, ni diseñan); sin embargo la evaluación de los docentes es formativa, tal vez porque se funda en saberes y no en competencias, como la “información confiable”.

“…las evaluaciones nacionales pueden ayudar a controlar la calidad de las evaluaciones subnacionales poniendo de relieve los casos en que las tendencias o los niveles de los logros de los estudiantes difieren de un tipo de evaluación a otro”. (pág.30)

El control es la categoría utilizada en la reforma, nunca se habla de, por ejemplo, mirada pedagógica. Puesto que la calidad, sólo es la calidad de los resultados estandarizados.

¿Por qué? Porque la única mirada es la de la pedagogía instrumental, la de rendición de cuentas y los resultados.

Las evaluaciones internacionales también suministran información que ayuda a mejorar los sistemas. Las evaluaciones internacionales (como las del PISA, el TIMSS y el PIRLS) y las regionales (como las del PASEC en África occidental y central, y la del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación [LLECE]) brindan una perspectiva adicional sobre el nivel de aprendizaje de los estudiantes. (…) Además, pueden ser herramientas poderosas desde el punto de vista político: dado que a los dirigentes de los distintos países les preocupan la productividad y la competitividad a nivel nacional, las comparaciones internacionales pueden generar conciencia sobre el nivel de retraso que experimenta un país con respecto a otros en la promoción del capital humano.”(pág. 30)

¿Acaso, es el neo darwinismo social el que genera la era de la posverdad, o al revés?

Una interesante reflexión, tomada de un dicho popular, que aparece en el documento mundial dice: “… ‘sólo se puede gestionar lo que se puede medir’ y ‘no se engorda a un cerdo pesándolo más veces’, encierran algo de verdad” (pág.28)

Por supuesto que en el apartado documental, el “dicho popular” lo relaciona con otro remanido concepto reformista que es la “rendición de cuentas”, que en el tóxico campo semántico de los reformadores se asocia a vigilancia. Pero, claro que no están hablando de vigilancia epistemológica, sino de “vigilar y castigar” en el sentido más foucaultiano de la significación. Porque el proceso de reforma ha descalificado el “saber” y lo ha sustituido por las “competencias” y ha anulado los tiempos pedagógicos y los ha transformado en una carrera estandarizada hacia su objetivo común, la “rendición de cuentas”.

Todo el reformismo educativo, pletórico de estándares y resultados, es un proceso de toxicidad permanente, en el que el eslogan (“el sistema educativo no sirve más”, afirmó el entonces ministro de educación – hoy senador por la provincia de Buenos Aires – Esteban Bulrrich y reafirmó la gobernadora, María Eugenia Vidal) y el campo semántico de la crisis, los maestros mal formados, las escuelas del siglo XIX, la necesidad de conocimientos socialmente productivos y las bondades de la competencia entre escuelas y docentes han manipulado hasta el hartazgo a la población y vulnerado la subjetividad social para producir el desplazamiento continuo hacia el mercado privado de la educación, incluso la propia gobernadora de la provincia de Buenos Aires lo reivindica utilizando esas operaciones lingüísticas en su discurso de apertura de sesiones de la legislatura bonaerense.

Pero, volvamos al documento para verificar la neoliberal concepción bancaria (mundial) de la educación: “La educación debe equipar a los estudiantes con las competencias que necesitan para llevar una vida saludable, productiva y significativa. (…)Tienen que saber hacer cuentas, de modo de poder comprar y vender productos en los mercados, elaborar presupuestos familiares, interpretar convenios de préstamo o escribir códigos de ingeniería de software. (…) Y necesitan las competencias socioemocionales (como la perseverancia…) el aprendizaje que se supone debería garantizar la escuela (ya sea que esas expectativas se basen en los programas académicos formales, en las necesidades de los empleadores o simplemente en el sentido común) a menudo no ocurre”. (Pág. 16).

Al parecer esta cita resume todo el pensamiento reformista; lo que debe ocurrir, no ocurre.

¿Entonces los docentes no están capacitados para formar a sus alumnos en matemática aplicada para que aprendan a comprar y vender productos en los mercados? Lo que desde el punto de vista del Banco sería enseñarles a llevar una vida saludable.

¿Tampoco tienen las competencias necesarias para que sus estudiantes sean capaces de interpretar convenios de préstamo o escribir códigos de ingeniería de software o para adiestrarlos en la perseverancia de adaptarse a las necesidades de los empleadores?

¿Cuál es el rol de la nueva educación bancaria?

Equipar a los estudiantes con competencias

Ya no se trata de saber, no se trata de formar en conocimientos, entonces, de qué aprendizaje se trata.

Se trata de adiestramiento, de “aprender” una secuencia de “instrucciones” para estar disponible para el mercado, para lo que los “empleadores necesitan”, mano de obra adaptable y flexible, incluso capaz de “escribir códigos de ingeniería en software”, pero no de pensarlos.

Tal vez, la nueva concepción bancaria de la educación sirva para diseñar los “escribientes” del siglo XXI, incluso capaces de diseñar una ojiva nuclear o un motor de licuadora, pero incapaces de saber los alcances de cada diseño, puesto que la nueva concepción bancaria anula el desarrollo del pensamiento crítico.

Y como no lo va a anular, si no hay contenidos, si lo que nos proponen los reformadores es una educación pública carente de contenidos, incluso carente de docentes. La propuesta de la “Nueva Escuela Secundaria” sobre tiempos de enseñanza – aprendizaje distribuye un 30 por ciento a cargo del docente y el 70 restante desde plataformas digitales.

¡Celebración de la educación Mario Bros!

Otra prueba de los componentes tóxicos de la reforma remite a algunos de los participantes del documento bancario: “En las reuniones de consultas estuvieron representadas, entre otras, las siguientes OSC: Action Aid, la Campaña Mundial por la Educación, Education International, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación LEGO, la Fundación MasterCard, ONE Campaign, Oxfam, Save the Children, Teach for All, y World Vision. Asimismo, un grupo diverso de OSC participó en la sesión del Foro de las OSC realizado durante las Reuniones de Primavera de 2017 del Banco Mundial y el FMI, así como en un foro virtual que tuvo lugar en marzo de 2017…” (Pág. 10)

No valen mayores comentarios, el lector sabe otorgarle la significación a las organizaciones que allí aparecen como aportantes de “ideas” reformistas, muchas de ellas subvencionadas por el propio Banco Mundial o por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Reino Unido.

Sin embargo es importante destacar que dos de las organizaciones5, “preocupadas por la educación”, que figuran en el documento bancario, Oxfam Save The Children, fueron protagonistas cuando contrataron servicio de prostitutas, incluso menores de edad, mientras prestaban “servicios humanitarios” en Haití, así como incidentes de acoso.

Así las cosas, cabe preguntarse por el dicho que cita el documento bancario: “…no se engorda a un cerdo pesándolo más veces…” ¿De qué cerdos habla?

¡No más tóxicos!

Es imprescindible salir de la reforma que desde hace 30 años ha puesto en crisis la educación pública, con sus toxinas capitalistas, para convertirla en un activo financiero y de generación de recursos humanos para servir a los intereses de las corporaciones empresariales, fundaciones y ong, dispositivos que se expanden como los agrotóxicos en el proceso de fumigación.

La neoliberal concepción bancaria de la educación es un decálogo contra lo público, lo común y un ariete contra las subjetividades individuales y colectivas, a eso, algunos intelectuales, cooptados por la colonialidad del poder, lo llaman “la educación del siglo XXI”.

Parafraseando el epígrafe de Alfredo Grande, si todos los caminos conducen a la reforma, entonces destruyamos la reforma, antes de entrar en la era del pospensamiento.

Notas:

1 http://www.eldiaonline.com/segun-conicet-urdinarrain-la-tierra-mayor-indice-glifosato/

2 Tipificado en el lonko encarcelado, Facundo Jones Huala, juzgado, por segunda vez (en la primera había sido sobreseído) para ser extraditado a Chile. De hecho, fue en el marco de la protesta por su liberación en la que se produjo la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado en el contexto represivo llevado a cabo por la gendarmería en el PuLof Resistencia Cushamen (provincia de Chubut – agosto de 2017). Y unos meses después el asesinato del joven mapuche, Rafael Nahuel, perpetrado por el grupo “Albatros” de la Prefectura Naval Argentina (Lago Mascardi – provincia de Río Negro 25-11-2017)

3 Incluso, el incentivo ofrecido en provincia de Buenos Aires en la paritaria es, además de, del todo inaceptable, 15%, la incorporación del presentismo escalonado, para aquellos docentes que no hagan uso del derecho a la licencia, que por estatuto le corresponda. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, es del 12%; en ambos casos sin “cláusula gatillo”, es decir, el reacomodamiento salarial según el aumento de la inflación.

4 Banco Mundial 2018, Informe sobre el desarrollo mundial 2018: Aprender para hacer realidad la promesa de la educación, cuadernillo del “Panorama” General”, Banco Mundial, Washington DC: Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CCBY 3.0 IGO.

5 “El escándalo de Oxfam en Haití destapa otras 120 denuncias de abuso en ONG británicas” en www.eldiario.es/desalambres/ 11/02/2018

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