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Guatemala: Emprendedores concluyen el proyecto educativo Na’At

Guatemala/09 de Octubre de 2017/

El equipo de emprendedores de la Fundación Sergio Paiz(Funsepa) presentó la culminación de su proyecto Na’At, el despertar del conocimiento. La herramienta resultó ganadora del Premio Nacional de Innovación Educativa.

La plataforma que busca actualizar a los docentes de conocimientos y herramientas para la enseñanza recibió un millón de quetzales como capital semilla, lo que permitió que la aplicación se desarrollara, mejorara y esté por ser lanzada para su uso.

“En Funsepasabemos que la profesión del maestro es la más importante del mundo. El docente trasforma vidas y ayuda a los jóvenes a descubrir sus talentos, por eso es necesario dotarlos de recursos para su labor”, comentó Salvador Paiz, presidente de dicha fundación.

David Salazar, uno de los creadores de Na’At explicó que la plataforma busca que el maestro cuente con recursos para promover una mejor educación sin necesidad de estar todo el tiempo conectado a una red de internet.

“Las personas que quieran obtener la plataforma podrán recibirla en una USB, pero deberán completar los programas. Al conectarla nuevamente a un dispositivo con internet, automáticamente se actualizará con nueva información y nosotros recibiremos sus avances”, explica Salazar.

El desarrollo de Na’At duró cerca de un año, tras conocerse que el equipo de Funsepa había ganado el Premio Nacional de Innovación Educativa, desde entonces se dedicaron completamente para presentar el resultado final a los auspiciadores, entre ellos la Universidad del Valle de Guatemala.

El equipo de emprendedores y desarrolladores de Na'At esperan que la herramienta mejore la calidad educativa en Guatemala. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

El equipo de emprendedores y desarrolladores de Na’At esperan que la herramienta mejore la calidad educativa en Guatemala. (Foto: Fredy Hernández/Soy502)

La plataforma aún se encuentra en una versión beta, pero se espera que a principios del próximo año se haga la presentación oficial, donde se informe la manera en la que será distribuida para la autocapacitación de los maestros guatemaltecos.

Fuente: http://www.soy502.com/articulo/emprendedores-concluyen-proyecto-educativo-naat-24039?utm_campaign=section&utm_source=soy502

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Ciencia y luz|Leyes naturales

Por: Manuel Martínez Morales

Para muchas personas la palabra filosofía se asocia con una actividad más bien ociosa (“El ocio es la madre de toda filosofía”: F. Nietzsche). Se identifica el filosofar con un ejercicio mental puramente especulativo, muy alejado del contexto del pensamiento científico moderno. Repetidas veces se ha anunciado el fin de la filosofía y su sustitución por las ciencias positivas; sin embargo, hoy en día, el reflexionar filosófico es necesario más que nunca para nuestra práctica como seres humanos.

Según se desprende de sus raíces etimológicas, la filosofía es amor a la sabiduría, pero el filosofar debe entenderse como una segunda reflexión sobre el mundo, nuestras acciones y nuestro pensamiento. El objetivo de las ciencias es proporcionar conocimiento de cosas y fenómenos, mientras que la filosofía brinda una guía para el conocimiento y la acción, que si bien por una parte se sustenta en el conocimiento positivo suministrado por las ciencias, recurre también a postulados y conceptos metacientíficos. Para algunos pensadores la filosofía es una actividad intelectual que permite, en un momento dado, establecer una línea de demarcación entre el conocimiento científico y el no científico (ideológico).

Marco subjetivo

Para acercarnos al modo de actuar de la filosofía consideremos brevemente algunas reflexiones sobre el significado de “ley natural”. En un sentido familiar la palabra ley la entendemos como regla obligatoria y necesaria, o bien como condiciones necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas, por ejemplo, la ley de la gravedad. En un sentido más preciso el célebre físico Erwin Schrödinger refiere en su libro ¿Qué es una ley de la naturaleza? lo siguiente:

¿Qué es una ley de la naturaleza? La respuesta, en realidad, no parece muy difícil. Al despertar la conciencia superior del hombre, éste se encuentra en un medio cuyos cambios son de la mayor importancia para su bien o para su mal. La experiencia –primero la experiencia no sistemática de su diaria lucha por la vida y después la experiencia obtenida del experimento científico sistemáticamente planeado– le muestra que los procesos que se efectúan en su medio no se suceden de manera arbitraria y caleidoscópica, sino que presentan una notable regularidad. El hombre trata entonces, arduamente, de penetrar en la naturaleza de esta regularidad, pues su conocimiento sería enormemente ventajoso para él en su lucha por la vida.

Cuando el hombre sintetiza y describe las regularidades que ha percibido en la naturaleza, se dice que ha encontrado una ley. Simplificadamente podemos afirmar que el reflexionar filosófico revela que las leyes naturales y la actividad mediante la cual se las alcanza están basadas en ciertos principios y postulados –generalmente no explícitos– que no son demostrables por medio de procedimientos científicos, sino que éstos presuponen aquéllos. Esto significa que las leyes naturales, más que ser condiciones necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas, son síntesis descriptivas muy generales que no dependen sólo de las cosas en sí mismas, sino también, de manera importante, del marco subjetivo en que dichas cosas se ordenan o clasifican.

Carácter estadístico

Respecto a lo dicho en la cita precedente, veamos un ejemplo discutido por Schrödinger en la obra ya mencionada. Mediante el estudio de las propiedades de los gases se ha llegado a establecer una ley que relaciona –con bastante precisión– temperatura, presión y volumen de un gas contenido en un recipiente. El gas está formado por millones de moléculas en movimiento que chocan unas con otras y con las paredes del recipiente. La interpretación clásica de la teoría de los gases dice que la relación exacta observada entre temperatura, presión y volumen se deriva del comportamiento de esos millones de moléculas cuyas posiciones y velocidades, en un momento dado, no podemos observar. Sin embargo, aunque inobservables, se suponía que esos millones de movimientos siguen un comportamiento bien determinado por las leyes de la mecánica, la cual da origen a la regularidad observada microscópicamente.

Schrödinger –y antes que él Franz Exner– demostró que las leyes de los gases eran sólo una regularidad estadística resultante de un movimiento desordenado de las moléculas del recipiente:

Aunque hemos descubierto que las leyes de la física son de carácter estadístico, lo que no implica necesariamente la determinación estrictamente causal de los procesos moleculares individuales, […] la opinión general es que, en realidad, descubriríamos que el proceso individual –por ejemplo, la colisión de dos moléculas de gas– está determinado por una rígida causalidad.

El ingrediente infaltable

Lo expresado en la cita previa significa que no es necesario postular un orden primario para explicar las regularidades observadas en la naturaleza. Una regularidad puede explicarse también como la resultante estadística de procesos primarios esencialmente aleatorios, es decir, caóticos, no ordenados. La suposición de que el mundo sea esencialmente ordenado es una proposición metacientífica, es decir, filosófica. Dice Schrödinger:

Es perfectamente posible que las leyes de la naturaleza sean en conjunto de carácter estadístico. La ley absoluta residente detrás de la ley estadística, y tenida por evidente en la actualidad por casi todo el mundo, va más allá del ámbito de la experiencia. Tal doble fundamento del curso ordenado de los acontecimientos de la naturaleza es improbable en sí mismo.

En todo conocimiento que damos por seguro siempre ponemos más de lo que realmente conocemos: el condimento filosófico. Este ingrediente siempre está presente aunque no lo admitamos, es el que determina la interpretación que damos al conocimiento y, por tanto, la vía para su validación o su invalidación.

Fuente: https://www.diariodexalapa.com.mx/cultura/ciencia-y-luzleyes-naturales

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El conocimiento, fundamento de la educación

España / 1 de octubre de 2017 / Autor: Pablo García de Vicuña / Fuente: El Diario

Esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Recientemente, a través de un buen amigo que me procura lecturas interesantes, he tenido conocimiento de un artículo que mezclaba de forma inteligente política y educación. Concretamente, a lo largo de varias páginas, y desde el portal electrónico Sin Permiso, pretendía contestarse a la pregunta que enmarcaba su trabajo: ¿Ayuda a la extrema derecha la displicente actitud de la izquierda hacia la enseñanza de conocimientos? ( Russell, Richard).

No es la primera vez que hemos escrito sobre ambos conceptos, política y educación;  en junio, sin ir más lejos, hablamos de ello por cuestiones relacionadas con unas declaraciones de la Consejera Uriarte [Despolitizar la educación. eldiarionorte.es 6 junio 2017), adjetivando la educación vasca de politizada ante las reivindicaciones sociolaborales que hacíamos los sindicatos. Ahora, sin embargo, es otro el matiz del artículo del maestro británico: potenciar el valor del conocimiento como herramienta educativa fundamental en la tarea formativa y reivindicarlo  desde posiciones políticas de izquierda. Para ello –y siempre desde su punto de vista- se vale de la crítica a actuaciones presentes que relegan el aprendizaje a cuestiones de habilidades hechas a espaldas de la creatividad y de la crítica. “Sin conocimiento, el pensamiento crítico resulta inútil”, afirma con rotundidad.  Y no se puede dejar esa defensa solo a la ideología conservadora.

Cuenta Paulo Freire, en ‘A la sombra del árbol’, que en cierta ocasión le narraron cómo militantes de izquierda rechazaban sus enseñanzas bajo el argumento de que carecían de sentido; que la educación que se necesitaba nada tenía que ver con sueños, utopías y concienciación, sino con formación técnica y profesional del educando. A lo cual el admirado pedagogo contestó: “Por formación en­tendían entrenamiento. Eso es exactamente lo que siempre interesó a las clases dominantes: la despoliti­zación de la educación. La educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica, científica y profesio­nal como de sueños y de utopía.”

Y tal afirmación me trasladó a los estimulantes debates sobre el pensamiento único, tan en boga en la década final del siglo pasado. Aquellos encendidos alegatos de  divulgadores -José Luis Sampedro, Noham Chomsky, Ignacio Ramonet, Joaquín Estefanía, o Josep Fontana, entre  tantos otros- formando un frente intelectual ante la dictadura neoliberal que disfrazada de investigación pseudohistórica avanzó Francis  Fukuyama y su célebre tesis sobre el fin de la historia. La caída del bloque socialista y, por ende, de la Guerra Fría que había condicionado totalmente la política internacional durante la segunda mitad del siglo XX, demostraba para la corriente conservadora el triunfo de la democracia liberal, la genuina, la representada en esencia por los EE.UU y el Reino Unido de Reagan y Thatcher. La diferencia estriba en que aquella izquierda era combativa y oteó un verdadero peligro en la posición ultraliberal de los neoconservadores, reaccionando adecuadamente. La actual, en opinión del articulista, no.

Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos

Volviendo a Russell y a su impulso motivador, se muestra desesperado cuando relata la incomprensión de ciertas familias hacia ese profesorado que continúa formando en el conocimiento en vez de hacerlo  a través de Google. Y no le falta razón en su enfado si pensamos que esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Lo que algunos/as no perciben, sin embargo, es que también está arrastrando a situaciones peligrosas de desinformación y bulos y  a formar personas cada vez más iletradas. Así, demagogos y manipuladores de todo tipo brillan con luz propia en esta época de la posverdad. Son cada vez más quienes explican los éxitos inesperados de la campaña del Brexit o del propio D. Trump en  clave de dominio de esta posverdad o mentira emotiva que crea o modela la opinión pública hasta el extremo de desechar las fuentes de información contrastadas. (Por cierto, hasta la propia RAE ha considerado necesario incluir este mismo año tal neologismo en su nuevo diccionario. Que no se tache luego a la institución de no estar al día en la actualización del castellano).

Obtener conocimiento significa desterrar teorías acientíficas, como el creacionismo, por ejemplo, que, asombrosamente es defendido por el 42% de los y las estadounidenses en la actualidad. Desde que comenzó el año 2017 y al calor del impulso que tal teoría está viviendo en la nueva era Trump, cuatro estados estudian leyes dirigidas a autorizar su enseñanza en las clases de ciencias de los institutos, a igual nivel que la teoría de la evolución.

Una persona formada en el conocimiento será capaz de aumentar su libertad de elección, porque discernirá, de modo más correcto y entre variadas opciones,  lo mejor para ella misma.  Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos. Luis García Montero afina con delicadeza sobre el valor de la admiración, cuando defiende que el derecho a admirar merece ser cultivado en estos tiempos “Forma parte de la ética de la resistencia dentro de una sociedad dominada por el descrédito (…)Reclamar el derecho a la admiración supone afirmar que (…) hay cosas que merecen un aplauso, esfuerzos que dieron resultado, acciones que llegaron a buen puerto, bellezas que forman parte del mundo con el mismo derecho que la basura y los desperdicios.” (“Un velero bergantín. Defensa de la Literatura”. Visor libros, 2014).

En el artículo aludido, Russell finaliza ofreciendo reividicar desde posiciones progresistas el valor del conocimiento; eso hará retroceder la marea del extremismo conservador, apunta.  Añadiría  -volviendo a  Paulo Freire (citado por Chomsky en “La (des) educación”) – que aunque  la educación no puede lograrlo todo, los educadores ( y las educadoras) deben descubrir qué resulta factible para contribuir a la transformacion del mundo para hacerlo más redondeado, menos anguloso, más humano. Y en ello, la formación basada en el conocimiento tiene mucho que aportar. El propio lema de la Universidad Pública Vasca,“Eman ta zabal zazu”, cierra cualquier duda al respecto: Dalo y difúndelo; conoce y extiende tu conocimiento. De tal estímulo, todas, todos saldremos beneficiadas/os.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/conocimiento-fundamento-educacion_6_690540960.html

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Tendencias de la Educación 2.0

Por: Gustavo Hernández Díaz

Estudiar las tendencias de la educación en el siglo XXI nos lleva a discernir sobre las ideas más recientes que se han generado de la sinergia entre pedagogías, didácticas y tecnologías. Procede distinguir entre la narración futurológica (la bola de cristal que nos separa de la realidad) y aquellas informaciones que han sido bien procesadas y que nos ayudan a comprender el presente.

Hay que preguntarse: ¿por qué me inclino hacia un hecho o idea en particular? ¿No será una simple moda, un entusiasmo pasajero, nuestra propensión por un enfoque científico determinado? Saber si las ideas evolucionan, se mantienen estancadas o si padecen un brutal retroceso, es un asunto vital para el mundo de la ciencia y para la opinión pública.

Esta advertencia nos facilita la entrada al siguiente punto donde identifico, por lo menos, cuatro tendencias de la educación 2.0, que giran en torno a estos aspectos: constructivismo educativo, las emociones en la red y la didáctica digital (realidad aumentada y aprendizaje móvil, m-learning).

Primera tendencia. Las modernas teorías de la educación constructivista siguen vigentes en la sociedad mediada por Internet. Seguimos aprendiendo de David Ausubel, Jean Piaget, Lev Vigotsky y Jerome Bruner. Sobre todo cuando se examina el papel que desempeñan los profesores y alumnos con respecto al aprendizaje online y la presencia de los cibermedios, redes sociales y dispositivos tecnológicos con fines educativos y culturales.

El constructivismo educativo, aplicado a entornos virtuales de aprendizaje, postula lo siguiente:

-El aprendizaje adquiere su significado cultural cuando somos capaces de asociar y contrastar las informaciones que se han aprendido con nuestros conocimientos previos.

-Se aprende descubriendo los rasgos esenciales de la realidad. El psicólogo estadounidense Jerome Bruner lo dice así: “En el aprendizaje por descubrimiento lo que se hace no es tanto conducir a los estudiantes para que descubran ‘lo de afuera’, sino lo que tienen en sus propias cabezas”.

-La mediación cultural influye en el aprendizaje y en la reestructuración de las informaciones y conocimientos.

-El ser humano está facultado para asimilar, acomodar y lograr el equilibrio cognitivo en aras del aprendizaje y de la producción del saber.

Segunda tendencia. Además del enfoque constructivista del aprendizaje han surgido, recientemente, otras perspectivas teóricas más vinculadas con la aplicación educativa de las tecnologías y dispositivos móviles.

Cabe destacar dos obras fundamentales en el marco de la Educación 2.0: Convergencia cultural de Henry Jenkins y Conectivismo: una teoría de la enseñanza para la era digital de George Siemens. Estas obras centran su interés en tópicos asociados con la interactividad online, el aprendizaje multimedia, la cultura participativa, la inteligencia colectiva y el conectivismo colaborativo.

Para Henry Jenkins la educación es un proceso individual y colectivo: “La alfabetización se considera como una práctica social y colectiva, y no tanto como un proceso individual de aprendizaje. Estas nuevas habilidades no emergen tanto de las nuevas tecnologías como de las nuevas oportunidades sociales, culturales y educativas, nacidas en torno a estas nuevas plataformas”(http://tic-magisterio.wikispaces.com).

Y para George Siemens el aprendizaje online se basa en conectar ideas vinculadas con el contexto del educando: “El verdadero conocimiento no es solo poder nombrar las cosas, sino poder reconocer cómo están relacionadas entre sí” (http://lanacion.com.ar).

Tercera tendencia. Existe un marcado interés por la Neurociencia. El propósito de esta disciplina es orientar a los profesionales de la educación para que diseñen modelos pedagógicos más idóneos que permitan un desarrollo más equilibrado del cerebro de los niños y adolescentes, atendiendo a lo cognitivo, emocional y social.

La neurociencia nos enseña que:

“Una buena adaptabilidad emocional es imprescindible para controlar e integrar adecuadamente los procesos de aprendizaje”. Y que es necesario: “Basar más la enseñanza en la resolución de problemas, en la toma de decisiones, en aprender a pensar y no solo en pretender aumentar los conocimientos o la información por sí mismos”. (Neurociencia y educación de Tomás Ortiz, 2009).

Cuarta tendencia. La didáctica aplicada al mundo digital se apoya en métodos y técnicas de enseñanza y aprendizaje que se basan en la Realidad Aumentada y en el aprendizaje móvil (m-learning).

La Realidad Aumentada es una tecnología que permite incorporar información virtual en la realidad, para obtener un mayor grado de conocimiento de ella. Se requiere de una base de información confiable ya sea en forma de texto, imagen, audio, videos y modelos 3D, para garantizar un aprendizaje efectivo.

El m-learning es una modalidad de aprendizaje que utiliza las tecnologías móviles, por lo tanto, no requiere de una ubicación fija y predeterminada. Las aplicaciones Twitter y WhatsApp hacen posible la interacción educativa fuera de la escuela, en cualquier lugar y momento.

No obstante, tanto la Realidad Aumentada como el m-learning demandan de una serie de condiciones pedagógicas, a saber:

-Dotación de equipos tecnológicos en las escuelas y universidades.

-Disponer de teléfonos móviles, tablets.

-Que la didáctica digital motive la autonomía y el aprender a compartir informaciones y saberes en las redes académicas.

Tuit resumen

-La educación 2.0 es un proceso de enseñanza y aprendizaje que se apoya en soportes y dispositivos tecnológicos.

-Principio de la neurociencia y de la inteligencia emocional: sin emoción no es posible la educación.

-Para la neurociencia la emoción, la motivación, el humor y la memoria comprensiva son factores vitales en una educación de calidad.

-El constructivismo educativo aplicado a Internet sigue vigente en la sociedad de la comunicación y el conocimiento.

-La convergencia cultural de Henry Jenkins y el conectivismo de George Siemens nos permiten comprender la educación 2.0 en la sociedad red.

-Realidad Aumentada y el m-learning deben incentivar el aprendizaje significativo, crítico y creativo.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/entretenimiento/tendencias-educacion_204551

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Teoría y conocimiento en la rebelión de los saberes

Venezuela / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Enrique Contreras Ramírez / Fuente: Aporrea

Si algo hay que concientizar en nuestras realidades de América Latina, es que hemos carecido de un pensamiento propio, producto de los procesos colonizadores que hemos vivido, pensamiento que ha infundado en nuestra mente que el ser humano vive para hacer y no para ser y en ese afán de hacer y tener hemos olvidado SER. Perdiendo de esta manera nuestra condición humana.

En las construcciones teóricas modernas, en muchas oportunidades nos toca ese envite que nos lleva a estudiar, indagar y explorar las verdades dentro de nosotros mismos, a conocernos y verbalizar ese conocimiento ante otros. Esta destreza de desciframiento, descodificación de querer zambullirse en las propias ideologías y sentimientos para someterlos a una definición ilimitada, es lo que Foucault llamó «hermenéutica de sí».

Es querer insertarse de manera crítica en nuestras realidades, en el marco de una categoría de totalidad para apropiarnos críticamente de la posición que uno ocupa, en relación con los demás en ese caleidoscopio de la gnoseología y que la misma sirva para asumir el verdadero papel que tenemos como seres humanos en esa dialéctica de la cotidianidad, en términos más concretos son reflexiones ontológicas que permanentemente debe uno hacerse en esa búsqueda de lo real, de lo profundo y que se oculta como el sol en el horizonte, para darle paso a la oscuridad y evitar dar luz que pueda alumbrar el camino de un renacer histórico que dé al traste con la dominación de unos pocos sobre la inmensa mayoría de seres humanos.

En algunas oportunidades en la vida de los seres humanos, llegan tiempos de reflexiones, de análisis, que nada tienen que ver con situaciones de carácter existencial. Son tiempos, en donde el ser humano se reexamina, en aras de reencontrarse consigo mismo, con sus creencias, con su entorno, con su pensamiento, con su cosmovisión acerca del mundo y comienza a interrogarse así mismo, sobre sus posiciones ante la vida, ante el país, ante la humanidad y es aquí donde se manifiesta lo esencial en su conducta en el campo sobre todo intelectual, que termina dirigiendo su vida, ante problemas de orden axiológico, deontológico, epistemológico en sus variadas corrientes y del propio conocimiento dentro de una realidad histórica, para revisar sus equivocaciones y aciertos. En esta línea, revisando teoría y práctica, filosofando a ratos, teorizando en los distintos escenarios políticos-ideológicos del proceso de producción del conocimiento y las condiciones en que se produce ese conocimiento, es donde uno puede llegar a reencontrarse con su pensamiento y poder salirse del de ese panóptico intelectual para seguir o tratar de continuar equivocándose haciendo, hasta llegar en esa cotidianidad del claro-oscuro que presenta el mundo sensorial, a encontrar caminos, que sean capaces de aportar luces para la emancipación de nuestros pueblos. El conocimiento que se rebela es eso, constituye un instrumento para transformar y mejorar el mundo, no permite condicionamiento, se desliga de la dominación-alienación, es ontocreador y se materializa en programas donde la utopía es posible, creo que es su fin último. Va más allá del mundo sensorial, de la percepción, es entender y comprender la realidad histórica. Pero cuando ese «conocimiento», se encuentra impregnado y contaminado de la ideología dominante, independientemente de cuál sea esa ideología, ese proceso de producción de «conocimiento», por las condiciones en que se produce, se nos presenta enredado, confundido y castrado de creatividad para inventar y ese «conocimiento» producido de esta manera y en estas condiciones, termina como ideología expresando en el fondo de manera subliminal, los intereses del que domina, que no es otra cosa que la ideología como falsa conciencia, reproduciendo de esta manera los intereses del opresor.

CONOCIMIENTO Y MANIPULACIÓN

Esta práctica de las construcciones teóricas modernas, las percibo de acuerdo a nuestras propias realidades, son la expresión de todo un proceso ontocreador que nos permite descifrar, explicar y entender la lógica de la dominación, es percibir los elementos teóricos-prácticos sobre las cuales se sustenta la injusticia, el poder y el colonialismo eurocentrista para poder cambiarlo y transformarlo, en aras de provocar la concientización colectiva que nos permita convivir en la disidencia, en un mundo donde todos tengamos cabida, pero entendiendo que ese mundo hay que compartirlo en igualdad de condiciones y para tales fines y parafraseando a Paulo Freire la tolerancia es indispensable como virtud del acuerdo humano, de cultivarse para aprender a vivir con el diferente, con el diferente, no con el inferior.

Es por eso que el propio Freire, señala que el intolerante tiene como característica «… la incapacidad de convivir con el diferente. Segundo, es la incapacidad de descubrir que el diferente es tan valioso como nosotros o a veces mejor, en ciertos aspectos es más competente. Lo que significa que el diferente no necesariamente es inferior, no existe eso. Pero la tendencia de uno al rechazar al diferente es la intolerancia…» (FREIRE, Paulo. Pedagogía de la tolerancia. Edit. Fondo de Cultura Económica (2000). Pag. 71)

Esa injusticia que mantiene el poder que conocemos y quienes lo ejercen, se encuentra sustentado sobre técnicas que permiten la manipulación de los seres humanos y que cambian el concepto de vida, el modo de vida, el concepto de hombre y mujer en su dimensión humana convirtiendo al ser humano en una cosa para desaparecerlo como sujeto histórico, como un ser abierto que ha de construirse mediante sus actos o como argumentan los cristianos, como un ser semejante a Dios o lo planteado por Platón y Aristóteles, un ser humano que se edifica, se construye a base de virtudes. O como la concepción que tenía nuestro maestro Simón Rodríguez, quizás la más sublime, la más humana, la más inteligente, la más hermosa, la más ontocreadora acerca de lo que debe cultivarse en los seres humanos y que de manera magistral lo definiera el mismo Libertador Simón Bolívar: «Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto…»

Esa concepción del ser humano -la del maestro Simón- la han aplastado los modelos de dominación que hemos tenido, llámese socialismo o capitalismo, convirtiendo la vida en una gran tragedia, tragedia que la define perfectamente Paulo Freire como: «Una de las grandes -si no la mayor- tragedia del hombre moderno es que hoy, dominado por la fuerza de los mitos y dirigido por la publicidad organizada, ideológica o no, renuncia cada vez más, sin saberlo, a su capacidad de decidir. Está siendo expulsado de la órbita de las decisiones. El hombre simple no capta las tareas propias de su época, le son presentadas por una élite que se las interpreta y se las entrega en forma de receta, de prescripción a ser seguida. Y cuando juzga que se salva siguiendo estas prescripciones, se ahoga en el anonimato, índice de la masificación, sin esperanza y sin fe, domesticado y acomodado: ya no es sujeto. Se rebaja a ser puro objeto. Se «cosifica». «Se liberó –dice Fromm- de los vínculos exteriores que le impiden trabajar y pensar de acuerdo con lo que había considerado adecuado. Ahora- continua- sería libre de actuar según su propia voluntad, si supiese lo que quiere, piensa y siente. Pero no sabe. Se ajusta al mandato de las autoridades anónimas y adopta un yo que no le pertenece. Cuanto más procede de éste modo, tanto más se siente forzado a conformar su conducta a la expectativa ajena. A pesar de su disfraz de iniciativa y optimismo, el hombre moderno está oprimido por un profundo sentimiento de impotencia que lo mantiene como paralizado, frente a las catástrofes que se le avecinan.» (Freire, Paulo: ¿Extensión o comunicación?/ Freire Cita a Erich Fromm, «El Miedo a la Libertad». Pág.275,6).

FILOSOFAR PARA ENCONTRAR UN CAMINO

Si algo hay que concientizar en nuestras realidades de América Latina, es que hemos carecido de un pensamiento propio, producto de los procesos colonizadores que hemos vivido, pensamiento que ha infundado en nuestra mente que el ser humano vive para hacer y no para ser y en ese afán de hacer y tener hemos olvidado SER. Perdiendo de esta manera nuestra condición humana.

Si concientizamos esta realidad, nos vemos obligados –los que creemos que es posible la emancipación del ser humano y de nuestros pueblos- generar nuestros propias teorías de acuerdo con nuestras realidades, reencontrar nuestros conocimientos ocultos por el colonialismo, es insertarnos críticamente en nuestra realidad, que nos permita apropiarnos del verdadero papel que tenemos que jugar como latinoamericanos.

Ese proceso concientizador, nos permitirá reflexionar, comprender nuestro medio a pesar que la ciencia y la tecnología nos arropa y nos transforme el entorno socio-cultural de nuestro continente, el ser humano seguirá requiriendo filosofar; mucho más cuando tenemos a una sociedad en crisis, cubierta de trivialidades y de apatía y donde se corre el riesgo de perder de vista la propia identidad y el sentido y la orientación de la coexistencia. En otros términos, en mi humilde opinión es que el ser humano de hoy necesita filosofar para no olvidar que es eso: un ser humano.

Los valores dominantes en nuestro mundo, impuestos por el modelo de dominación, llámese socialismo o capitalismo están íntimamente ligados a la ambición perturbada por el poder, el tener y el poseer placer. El ser humano no tiene conocimiento de sí mismo y de su valor como individuo, como sujeto histórico, pues se encuentra atrapado por su práctica mercantilista, materialista y la rapidez de un mundo en permanente cambio, no piensa, su alienación no le permite razonar ni reflexionar sobre su identidad, vive el día a día, el momento, la inmediatez, y lo peor, es una víctima de un sistema que lo convierte en objeto, en una cosa, en algo que respira, camina, trabaja, se reproduce y muere , pero que jamás se dio cuenta, que ante todo era y es un ser humano.

De allí que el filosofar, teorizar, investigar, estudiar, reflexionar y producir conocimiento, hoy más que nunca se hace necesario para nosotros los latinoamericanos. Es una tarea que se encuentra perfectamente acoplada a la rebelión de los saberes, frente a ese colonialismo eurocentrista que ha invadido nuestra historia.

A manera de conclusión podemos afirmar que la crisis que vivimos nos coloca en la posición de ser el único país latinoamericano, que a pesar de su superioridad en cuanto a potencial de desarrollo e industrialización, está siendo empujado por una indolencia sin matiz de orden y estratagemas de corrección.

La esencia: total perversión de la gestión pública actual; gestión pública retrógradamente concentrada y centralizada, primitivamente autócrata; militarizada y desnacionalizada; cuya orientación es la homogenización del autoritarismo en el Poder.

Creo firmemente que los procesos de cambio, de transformación, de revoluciones auténticas y verdaderas en las utopías de los pueblos, representan necesariamente un proceso de construcción que hacen las patrias en colectivo y no los partidos, ni las vanguardias, ni los gobiernos, es hacer caminos, es reconocernos en términos de igualdad entre los seres humanos, es cooperación y al mismo tiempo, compartir sacrificios y muchos esfuerzos, es perseguir y recorrer caminos hasta encontrar objetivos comunes donde se aspire a un mañana mejor, para que el sol salga para todos.

Es buscar en colectivo un TERCER CAMINO, un lugar para la convivencialidad donde el hombre viva en armonía con la naturaleza, es un espacio para la práctica de la libertad que conlleve a valorarnos como seres humanos, a elaborar una deontología y una axiología con convicciones críticas y comprometidas que rechace toda actitud, comportamiento y acción que intente agredir y violentar la dignidad humana. Es unir la solidaridad, la reciprocidad y el amor por la humanidad y la tierra para construir un nuevo modelo civilizatorio que nos lleve a elaborar una nueva sociedad, un proyecto sin relaciones de poder y por lo tanto, sin oprimidos y sin opresores. Es inventar nuestro propio camino, tal y como lo añoraba nuestro Simón Rodriguez.

Fuente del Artículo:

https://www.aporrea.org/ideologia/a252518.html

Fuente de la Imagen:

http://liceohypatia.edu.co/portfolio-tag/package/

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El mejor profesor

Por: Antonio García

El mejor profesor es el que enseña que los límites del mundo están allí donde empieza la ignorancia, y que el libro es la única arma pacífica en la conquista de la felicidad.

Tal vez, si el profesor no tuviese que luchar contra las instituciones educativas, que representan el Poder y no el Saber, el mundo avanzaría hacia el verdadero Estado de Bienestar, que es el del enriquecimiento de la noble personalidad.

La mente es una pizarra magnética en blanco: absorbe y escribe en ella todo cuanto ocurre a su alrededor, y jamás lo olvida: aquello que no puede guardar en primer plano lo almacena en sus sótanos, en espera de tener que utilizarlo. Allí va lo que parece no interesarnos y lo que nos interesa demasiado pero nos daña. Ordenar bien o mal ese laberinto de emociones, sentimientos, impulsos y racionalizaciones es lo que hace a cada ser humano diferente. Ahora bien: en esa labor de creación de nuestro yo hay un sustrato: el que nos enseñan nuestros padres, vecinos, instituciones: ellos son nuestros verdaderos maestros y los auténticos responsables, puesto que la educación es un entramado en el que intervienen todos los agentes de la sociedad. De manera que somos producto de unos genes naturales y otros factores que actúan, con similar fortaleza, como genes sociales. No siempre están de acuerdo unos y otros, y su choque es lo que nos provoca generosidad, egoísmo, honestidad, desentendimiento, traumas, sociopatía… Basta con alimentar la capacidad infantil y adolescente (amar el conocimiento, cultivar la autoestima y la solidaridad, conocer los cimientos y engranajes de la Historia…) para que la escalera de la inteligencia nos suba más o menos en la comprensión del ser y estar en la existencia.

¿Qué puede hacer un profesor en ese laberinto?

– Para enseñar bien hay que aprender mucho: principalmente, a transmitir lo que sabemos.

– Enseñemos el amor por la lectura y cambiaremos el mundo: porque el libro es la palanca de Arquímedes del progreso.

– Error es imponer el conocimiento; acierto, contagiar el amor que sentimos por él.

– Menos interesan los hechos aislados que deducir de ellos una sensata conclusión.

– Solo aprende quien se siente atraído por el saber: esa es la principal metodología del educador: mostrar vitalmente su amor por lo que enseña y por los enseñados.

– No olvides que si la libertad nos concede el derecho a ignorar, la responsabilidad nos exige la obligación de aprender. Quien trata a sus alumnos como a soldados que deben conquistar el bastión de la sabiduría, y no como a personas capaces de amar y odiar, está imponiendo, no enamorando; y todos odiamos a los déspotas y amamos, en mayor o menor medida, a quienes nos aman.

– Solo hay un paso entre considerar que la educación es una dictadura y mostrar que es una amable consejera de la vida.

– Antes de visitar un país hacemos acopio de cuanto le concierne: la cultura es la mejor guía turística del país de la existencia, su mejor cicerone.

– Cualquier equipaje pesa demasiado, menos la maleta del conocimiento: que hace más liviano y agradable el viaje de la vida.

– No enseñes chovinistamente que lo propio es lo mejor, sino que tal vez nuestra opinión puede mejorar el mundo.

– Aceptemos que la relación entre los menores y los adultos tiene una consecuencia progresiva: son como los hacemos, y nos hacen como son. Y calculemos qué futuro estamos perpetrando entre todos.

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/opinion/2017/09/14/mejor-profesor/1935666.html

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El Salvador: Realizan conferencia de modelos educativos en el siglo XXI

El Salvador/11 de Septiembre de 2017/La Prensa Gráfica

Participó experto en pedagogía de la Universidad Europea del Atlántico.

El Ministerio de Educación (MINED), la Universidad Politécnica de El Salvador (UPES), la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER) y la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO) realizaron la conferencia “Modelos educativos en el siglo XXI” con el fin de instruir sobre el tema a docentes de educación superior en el país.

“La Politécnica albergó esta actividad para estrechar la relación con la Fundación Universitaria Iberoamericana (FUNIBER), abrir espacios para que expertos expongan sobre las nuevas metodologías educativas y para permitir que en un futuro se puedan realizar intercambios estudiantiles”, expresó el rector de la UPES, Roberto Antonio Argueta Quan.

La conferencia fue impartida por el español Gonzalo Silió Sáiz, experto internacional en pedagogía de UNEATLANTICO, quien comentó que “el docente debe ser el motor del nuevo conocimiento y quien desde el aula fomente la investigación y el fortalecimiento de las competencias productivas y ciudadanas, ejes transversales que deben estar presentes en cualquier proceso educativo”.

También reflexionó sobre el impacto de las tecnologías en los jóvenes y el uso que hacen de estas herramientas. “Nunca hasta, el momento actual, una generación joven dominaba mejor una tecnología que una mayor, y dominarla no quiere decir que hagan buen uso. Nuestra responsabilidad como adultos es estar con ellos, acompañarlos y ayudarlos a tener éxito en ello”, agregó el especialista. “El taller se enmarca en el proceso de investigación educativa que el MINED está ejecutando. Hemos concretado para 2017 varios procesos de investigación educativa en cooperación con varias universidades”, dijo el director nacional de educación media, Óscar Águila.

Fuente: http://www.laprensagrafica.com/2017/09/09/realizan-conferencia-de-modelos-educativos-en-el-siglo-xxi
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