Alemania/Diciembre de 2016/Fuente: Made for Minds
El Instituto Alemán de Derechos Humanos presentó su primer informe anual sobre la situación en Alemania, a petición del Parlamento germano. DW habló con Petra Follmar-Otto, que colaboró en la elaboración del documento.
DW: Señora Follmar-Otto, usted investigó la situación de los derechos humanos en Alemania en un periodo muy especial, cuando cientos de miles de personas extranjeras arribaron al país. ¿Cómo evalúa la situación en Alemania?
Petra Follmar-Otto: Con la decisión de acoger a los inmigrantes, Alemania cumplió con sus obligaciones a nivel de derechos humanos, en un tiempo en el que el sistema de asilo de la Unión Europea había colapsado. Pero también hay sombras, por ejemplo, el aumento de ataques de motivación racista o los déficits en el alojamiento y la atención de los refugiados.
Usted ve con ojos críticos muchas de las medidas emprendidas por el gobierno para reducir la inmigración, por ejemplo la prohibición temporal de reunificación familiar para refugiados o el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía. Pero, ¿acaso estas medidas no son necesarias para que la población acepte la acogida de los inmigrantes?
En un mundo globalizado, donde hay muchos conflictos, es necesario que Europa asuma una nueva postura ante esta situación. Estamos convencidos de que se necesita un nuevo enfoque que se rija por nuestras obligaciones en materia de derechos humanos. Esto también quiere decir que cada individuo tiene el derecho a que su solicitud de recibir protección sea analizada. Esta es la razón por la que vemos con ojos muy, muy críticos medidas como el acuerdo con Turquía o posibles acuerdos futuros con países del norte de África. Y es que, con una política enfocada en el aislamiento y que no proporciona un refugio a personas que necesitan protección, no se podrá solucionar esta situación global.
Si haríamos todo lo que usted dice, el número de refugiados se volvería a disparar y también crecería la oposición a la inmigración. ¿Esto no sería contraproducente?
Creo que la reacción de la población, y todo el trabajo voluntario, demuestra que estamos preparados y que podemos acoger a estas personas.
Sin embargo, también hay muchos mensajes de odio y xenofobia, que a veces incluso se traducen en violencia.
Eso es cierto. Pero no podemos enfrentarnos a este problema, cediendo. Esto significaría renunciar al consenso fundamental sobre los derechos humanos que se tiene en Alemania, para permitir este tipo de campañas de difamación. La política está ante un momento decisivo: ¿cómo reacciona ante el aumento de posiciones racistas e inhumanas en el espacio público? Los políticos deberían rechazar claramente estas posiciones.
En su opinión, ¿el gobierno alemán no se atiende a los derechos humanos?
Para nosotros, algunos aspectos son muy problemáticos a nivel de derechos humanos. Por ejemplo la suspensión de la reunificación familiar, sobre todo cuando se trata de refugiados menores no acompañados. Creemos que, con esta suspensión, Alemania no toma en cuenta sus obligaciones, según la Convención sobre los Derechos del Niño.
En su informe también critica que algunas personas discapacitadas no tienen derecho a votar. Esto afecta a unas 85.000 personas. ¿Por qué se les ha retirado el permiso para votar?
Según la ley electoral, las personas que están bajo tutela legal, no tienen derecho a votar, independientemente de que sean ciudadanos mayores de edad. Esto afecta a personas con limitaciones cognitivas, discapacidades mentales o esquizofrenia.
¿Acaso no son estas razones válidas? ¿No se debe impedir que voten personas que no son capaces de tomar una decisión racional?
Al ejercer su derecho al voto, ninguna persona en Alemania está obligada a tomar una decisión racional. Tenemos el voto de protesta o personas que votan por partidos poco serios. Por eso pensamos que es una discriminación determinar de antemano que personas discapacitadas no son capaces de tomar una decisión «razonable».
¿Qué herramientas tiene para implementar el respeto a los derechos humanos?
Este informe es una de nuestras herramientas. El año pasado se determinó legalmente que el Instituto Alemán de Derechos Humanos debe presentar un informe anual. Ahora esperamos que el Bundestag analice el informe y debata sobre él. También lo podría usar como base para la política en el futuro.
Estamos ante una ola de nacionalismos y xenofobia. ¿Se vuelve más difícil la situación de los derechos humanos?
Los derechos humanos seguramente tendrán que ser defendidos cada vez más seguido con buenos argumentos. Esto vale para toda Europa. Debemos dejar claro el logro que representa tener derechos humanos, principios de Estado de derecho y una Justicia independiente. Una de nuestras tareas en los próximos años seguramente consistirá en conservar nuestras estructuras democráticas y del Estado de derecho.
Es decir, ¿los derechos humanos no se conservan por sí solos?
No, y esto lo podemos ver en la historia de los derechos humanos. Se tiene que luchar por ellos para que se vuelvan realidad, y también después se tienen que seguir defendiendo.
La Dra. Petra Follmar-Otto dirige el departamento de Política de Derechos Humanos en Alemania y Europa en el Instituto Alemán de Derechos Humanos, en Berlín.
Fuente: http://www.dw.com/es/alemania-derechos-humanos-en-tiempos-de-la-xenofobia/a-36685184