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200.000 niños en el este de Ucrania necesitan apoyo psicosocial urgente

Ucrania/Abril de 2017/Fuente: UNICEF

Más de 200.000 niños –1 de cada 4– que viven en las dos regiones más afectadas por el conflicto en el este de Ucrania necesitan apoyo psicosocial urgente y continuado para poder superar el trauma de más de tres años de violencia.

Los 200.000 niños que necesitan ayuda viven en las provincias de Donetsk y Luhansk, a unos 15 kilómetros de cada lado de la ‘línea de contacto’ que separa las zonas controladas de las no controladas por el gobierno, y donde los enfrentamientos son más intensos.

“El mundo se ha olvidado de esta crisis invisible en el este de Ucrania, pero cientos de miles de niños están pagando un precio muy alto que podría afectarles durante toda su vida si no cuentan con el apoyo adecuado. Necesitamos fondos urgentemente para ayudarles a superar sus traumas”, manifestó la representante de UNICEF en Ucrania, Giovanna Barberis.

Los niños que están más cerca de esa ‘línea de contacto’ han estado viviendo con el miedo y la incertidumbre causados por los bombardeos esporádicos, los enfrentamientos impredecibles y los peligros de las minas y otros artefactos sin detonar. Muchos se juegan la vida para poder ir a la escuela. Entre febrero y marzo de este año, debido a la intensificación de la violencia, 7 escuelas sufrieron daños, pero son más de 740 – 1 de cada 5 en el este de Ucrania – las que se han visto perjudicadas o han sido destruidas desde que el conflicto comenzó en 2014.

Padres, profesores, directores de escuelas y psicólogos siguen informando de cambios de comportamiento llamativos en los niños, incluso de menos de tres años. Los síntomas incluyen una fuerte ansiedad, mojar la cama, pesadillas, conducta agresiva y apartarse de sus familias y de sus comunidades.

La mayoría de estos 200.000 niños no están recibiendo la atención adecuada, ya que los servicios sociales están desbordados y carecen de fondos. Un equipo especializado de trabajadores sociales, psicólogos y profesores capacitados para este tipo de intervenciones está trabajando sin descanso. No obstante, la prolongación del conflicto hace necesaria ayuda adicional y más fondos para poder cubrir las necesidades de estos niños.

UNICEF ha hecho un llamamiento por valor de 31,2 millones de dólares (29,5 millones de euros) para ayudar a las familias y niños afectados por el conflicto en el este de Ucrania. Esto incluye 5,5 millones de dólares para servicios sociales de protección y apoyo psicosocial. Hasta la fecha, UNICEF ha recibido menos de un tercio de sus necesidades de financiación, y los programas de protección están seriamente infrafinanciados.

“Los niños no deberían vivir con las cicatrices emocionales de un conflicto. Tenemos que dar a los niños y adolescentes de Donetsk y Luhansk el apoyo que necesitan para que el día de mañana puedan convertirse en adultos sanos y capaces de reconstruir sus comunidades”, dijo Barberis. “Los niños y sus familias necesitan urgentemente la paz. Hacemos un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que se renueven su compromiso con el acuerdo de alto al fuego firmado en Minsk para acabar con esta violencia sin sentido”.

El año pasado UNICEF proporcionó apoyo psicosocial a cerca de 200.000 niños a través de centros comunitarios de protección, equipos móviles y escuelas, a través de trabajadores sociales y psicólogos, pero la necesidad de una atención continuada está sobrepasando los recursos disponibles.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_95531.html

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Seis años de la guerra en Siria: 2016, el peor año para los niños

Fuente: UNICEF

En 2016 se batió el récord de violaciones contra los niños en Siria. Así lo refleja la terrible evaluación que ha hecho UNICEF del impacto del conflicto en los niños, coincidiendo con el sexto aniversario de la guerra.

Seis años después, cerca de 6 millones de niños dependen ahora de la ayuda humanitaria, 12 veces más que en 2012. Millones de niños se han visto obligados a desplazarse, algunos hasta siete veces. Más de 2,3 millones de niños viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Iraq. Los casos verificados de asesinatos, mutilaciones y reclutamiento de niños aumentaron considerablemente el año pasado, debido a la drástica intensificación de la violencia en el país.

• Al menos 652 niños fueron asesinados –un 20% más que en 2015-, lo cual convierte a 2016 en el peor año para los niños de Siria desde que en 2014 se empezaron a verificar oficialmente las víctimas infantiles.
• 255 de estos niños fueron asesinados en o cerca de una escuela.
• Más de 850 niños fueron reclutados para combatir en el conflicto, más del doble que en 2015. Los niños están siendo utilizados y reclutados para luchar directamente en primera línea; cada vez participan más en el combate, en casos extremos como ejecutores, terroristas suicidas o carceleros.
• Se produjeron al menos 338 ataques contra hospitales y personal médico.

“La magnitud del sufrimiento no tiene precedentes. Millones de niños de Siria son víctimas de ataques a diario, sus vidas están del revés”, explica desde Homs Geert Cappelaere, director regional de UNICEF en Oriente Medio y Norte de África. “Cada niño está marcado para el resto de su vida con consecuencias terribles para su salud, su bienestar y su futuro”.

Las dificultades de acceso a algunas partes de Siria siguen obstaculizando la valoración a escala del sufrimiento de los niños y la asistencia humanitaria a los más vulnerables. Más allá de las bombas, las balas y las explosiones, los niños están muriendo en silencio, a menudo debido a enfermedades que de otra manera se habrían prevenido fácilmente. El acceso a atención médica, suministros vitales y otros servicios básicos sigue siendo muy difícil.

De todos los niños de Siria, los más vulnerables son los 2,8 millones que se encuentran en las zonas de difícil acceso. De ellos, 280.000 viven bajo asedio, casi completamente aislados de la ayuda humanitaria.

Dentro de Siria y más allá de sus fronteras, los mecanismos de ayuda se están debilitando. Las familias están adoptando medidas extremas simplemente para sobrevivir, a menudo empujando a los niños al matrimonio o al trabajo infantil. En más de dos tercios de los hogares los niños trabajan para apoyar a sus familias, a veces en condiciones extremadamente duras incluso para los adultos.

Y sin embargo, pese al horror y al sufrimiento, todavía hay historias extraordinarias de niños decididos a perseguir sus sueños y aspiraciones. Darsy, de 12 años, refugiada en Turquía, lo demuestra: “Quiero ser cirujana para ayudar a la gente de Siria enferma y herida. Sueño con una Siria sin guerra, para poder volver a casa. Sueño con un mundo sin guerras”.

“Seguimos viendo la valentía de los niños de Siria. Muchos han atravesado la primera línea de combate para presentarse a exámenes. Insisten en seguir aprendiendo, incluso en escuelas subterráneas. Hay mucho más que podemos y debemos hacer para cambiar la situación de los niños de Siria”, recuerda Cappelaere.

En nombre de los niños de Siria, UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en el conflicto, a quienes tienen influencia sobre ellos, a la comunidad internacional y a cualquiera que se preocupe por los niños, para lograr:

• Una solución política inmediata que acabe con el conflicto en Siria.
• El fin de las graves violaciones contra los niños, incluyendo las muertes, mutilaciones, reclutamientos y ataques contra escuelas y hospitales.
• El levantamiento de todos los asedios para tener un acceso incondicional y constante a todos los niños que lo necesitan en Siria, estén donde estén.
• Un apoyo sostenible a los gobiernos y comunidades de acogida para los niños vulnerables, independientemente de su estatus.
• Apoyo financiero continuado a UNICEF para la asistencia de los niños de Siria.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_95077.html

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Resalta Unesco labor de Qatar en preservar patrimonio mundial

Marzo de 2017/Fuente: Prensa Latina

La directora general de la Unesco, Irina Bukova, resaltó hoy aquí los esfuerzos de Qatar por preservar el patrimonio mundial, al apoyar las iniciativas de la organización en sitios expuestos a desastres naturales o guerras.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ya lanzó una campaña con todos los estados miembros para salvar el patrimonio mundial amenazado de ser extinguido o desaparecer por conflictos bélicos o el terrorismo, puntualizó.

Bukova, quien inició el sábado una visita de cuatro días a este emirato árabe del golfo Pérsico, agradeció también la labor de la jequesa Moza bint Nasser, esposa del emir padre, en educar a niños en países pobres y en otros que sufren guerras civiles u otro tipo de conflictos.

Recordó que Bint Nasser desde mediados de la década de 1990 hasta hoy ha respaldado a la Unesco en esa labor de proporcionar educación a todos los niños con contribuciones de diversa índole.

En sentido general, destacó la posición de Doha a favor de apoyar y mejorar la capacidad de la entidad mundial para conservar áreas con valor monumental e histórico.

La organización está orgullosa del apoyo de Qatar en proteger el patrimonio de la humanidad y en educar a gente joven para combatir el extremismo, indicó en una entrevista al periódico local Al-Sharq en la cual recordó una conferencia sobre esos temas realizada aquí hace dos años.

Dicho encuentro sesionó con representantes de la Unesco, órganos asesores de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios con el propósito de generar conciencia y educar a la juventud sobre ese particular.

‘Debemos luchar contra el extremismo. Hemos empezado una gran campaña en Doha hace dos años para proteger el patrimonio mundial presidida por la jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al-Thani, presidenta del Consejo Directivo de Museos de Qatar.

Encomió igualmente la contribución al fondo de desarrollo de la organización de dos millones de dólares como parte de una promesa del primer ministro y ministro del Interior qatarí, jeque Abdullah bin Nasser bin Khalifa Al-Thani, de donar 10 millones.

Tal monto se destinará a respaldar a la Unesco en labores de conservación de sitios en zonas golpeadas por desastres naturales y guerras, precisó.

Sobre el candidato qatarí a sucederle al frente de la entidad en noviembre próximo, Bukova apuntó que por su cargo debe tomar similar distancia de todos los aspirantes, pero confió en la capacidad del actual asesor del Emiri Diwan Hamad bin Abdulaziz Al Kuwari para dirigirla.

Al Kuwari, acotó, tiene una gran historia e ideas importantes que beneficiarán a la organización, además de que Qatar posee alto potencial en ofrecer programas educacionales exclusivos.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=70320&SEO=resalta-unesco-labor-de-qatar-en-preservar-patrimonio-mundial
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Empieza la era Trump…

Por: Ignacio Ramonet

Unos días después del acuerdo entre Rusia y Turquía que permitió acabar con la interminable batalla de Alepo, leí en un célebre semanario francés el comentario siguiente : «La permanente crisis de Oriente Medio está lejos de resolverse. Unos piensan que la solución pasa obligatoriamente por Rusia, mientras otros creen que todo depende de Turquía. Aunque lo que queda claro ahora es que, de nuevo y definitivamente –por lo menos cabe desearlo-, Rusia tiene en sus manos los argumentos decisivos para poner punto final a esa crisis.» ¿Qué tiene de particular este comentario ? Pues que se publicó en la revista parisina L’Illustration… el 10 de septiembre de 1853.

O sea, hace ciento sesenta y tres años, la crisis de Oriente Medio ya era calificada de «permanente». Y es probable que lo siga siendo… Aunque un parámetro importante cambia a partir de este 20 de enero : llega un nuevo Presidente de Estados Unidos a la Casa Blanca : Donald Trump. ¿Puede esto modificar las cosas en esta turbulenta región ? Sin ninguna duda porque, desde final de los años 1950, Estados Unidos es la potencia exterior que mayor influencia ejerce en esta area y porque, desde entonces, todos los presidentes estadounidenses, sin excepción, han intervenido en ella. Recordemos que el caos actual en esta zona, es, en gran parte, la consecuencia de las intervenciones militares norteamericanas decididas, a partir de 1990, por los presidentes George H. Bush, Bill Clinton y George W. Bush, y por el (más reciente) azorado apoyo a las « primaveras árabes » estímuladas por Barack Obama (y su secretaria de estado Hillary Clinton).

Aunque globalmente la línea que defendió el candidato republicano durante su campaña electoral fue calificada de « aislacionista », Donald Trump ha declarado en repetidas ocasiones que la organización Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) es el « enemigo principal » de su país y que, por consiguiente, su primera preocupación será destruirlo militarmente. Para alcanzar ese objetivo, Trump está dispuesto a establecer una alianza táctica con Rusia, potencia militarmente presente en la región desde 2015 como aliada principal del gobierno de Bachar El Asad. Esta decisión de Donald Trump, si se confirma, representaría un cambio de alianzas espectacular que desconcierta a los propios aliados tradicionales de Washington. En particular a Francia, por ejemplo, cuyo gobierno socialista -por extrañas razones de amistad y negocios con Estados teocráticos ultrareaccionarios como Arabia Saudita y Qatar- ha hecho del derrocamiento de Bachar El Asad, y por consiguiente de la hostilidad hacia el presidente ruso Vladimir Putin, el alfa y el omega de su política exterior [i] .

Donald Trump tiene razón : las dos grandes batallas para derrotar definitivamente a los yihadistas del ISIS –la de Mosul en Irak, y la de Raqqa en Siria- aún están por ganar. Y van a ser feroces. Una alianza militar con Rusia es, sin duda, una buena opción. Pero Moscú tiene aliados importantes en esa guerra. El principal de ellos es Irán que participa directamente en el conflicto sirio con hombres y armamento. E indirectamente pertrechando a las milicias de voluntarios libaneses chiitas del Hezbollah.

El problema para Trump es que también repitió, durante su campaña electoral, que el pacto con Irán y seis potencias mundiales sobre el programa nuclear iraní, que entró en vigor el 15 de julio de 2015, y al que se habían opuesto duramente los republicanos en el Congreso, era “un desastre”, “el peor acuerdo que se ha negociado”. Y anunció que otra de sus prioridades al llegar a la Casa Banca sería desmantelar ese pacto que garantiza la puesta bajo control del programa nuclear iraní durante más de diez años a la vez que levanta la mayoría de las sanciones económicas impuestas por la ONU contra Teherán.

Romper ese pacto con Irán no será sencillo, pues se firmó con el resto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Reino Unido, Rusia) y Alemania, a los que Washington tendría que enfrentarse. Pero es que, además, como se ha dicho, el aporte de Irán en la batalla contra el ISIS, tanto en Irak como en Siria, resulta fundamental. No es el momento de enemistarse de nuevo con Teherán. Moscú, que ve con buenos ojos el acercamiento de Washington, no aceptará que esto se haga a costa de su alianza estratégica con Teherán.

Uno de los primeros dilemas del presidente Donald Trump consistirá pues en resolver esa contradicción. No le resultará facil. Entre otras cosas porque su propio equipo de halcones, que acaba de nombrar, parece poco flexible en lo que concierne las relaciones con Irán [ii] .

Por ejemplo el general Michael Flynn, su asesor de Seguridad Nacional (lo que Henry Kissinger fue para Ronald Reagan), está obsesionado con Irán. Sus detractores le definen como «islamófobo» porque ha publicado opiniones que  muchos consideran abiertamente racistas. Como cuando escribió en su cuenta de Twitter : «El temor a los musulmanes es perfectamente racional.» Flynn participó en las campañas para desmantelar las redes insurgentes en Afganistán e Irak. Asegura que la militancia islamista es una « amenaza existencial a escala global ». Igual que Trump, sostiene que la organización Estado Islámico es la « mayor amenaza » que enfrenta EE.UU. Cuando fue director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (AID), de 2012 a 2014, dirigió la investigación sobre el asalto al consulado estadounidense de Bengasí, en Libia, el 11 de septiembre de 2012, en el que murieron varios ‘marines’ y el embajador norteamericano Christopher Stevens. En aquella ocasión, Michael Flynn insistió en que el objetivo de su agencia, como el de la CIA, era « demostrar el rol de Irán en ese asalto » [iii] . Aunque jamás haya habido evidencia de que Teherán tuviera cualquier participación en ese ataque. Curiosamente, a pesar de su hostilidad a Irán, Michael Flynn está a favor de trabajar de manera más estrecha con Rusia. Incluso, en 2015, el general viajó a Moscú donde fue fotografiado sentado al lado de Vladimir Putin en una cena de gala para el canal estatal de televisión, Russia Today (RT), donde ha aparecido regularmente como analista. Posteriormente, Flynn admitió que se le pagó por hacer ese viaje y defendió al canal ruso diciendo que no veía « ninguna diferencia entre RT y el canal estadounidense CNN ».

Otro anti-iraní convencido es Mike Pompeo, el nuevo director de la CIA, un ex-militar graduado de la Academia de West Point y miembro del ultraconservador Tea Party. Tras su formación militar, fue destinado a un lugar de extrema tensión durante la Guerra Fría: patrulló el ‘Telón de Acero’ hasta la caída del Muro de Berlín en 1989. En su carrera como político, Mike Pompeo formó parte del Comité de Inteligencia del Congreso, y se destacó en una investigación que puso contra las cuerdas a la candidata demócrata Hillary Clinton por su pretendido papel durante el asalto de Bengasi. Ultraconservador, Pompeo es hostil al cierre de la base de Guantánamo (Cuba), y ha criticado a los líderes musulmanes de Estados Unidos. Es un partidario decidido de dar marcha atrás al tratado nuclear firmado con Irán, al que califica de « Estado promotor del terrorismo ».

Pero quizas el más rabioso enemigo de Irán, en el entorno de Donald Trump, es el general James Mattis, apodado ‘Perro Loco’, que estará a cargo del Pentágono [iv] , o sea ministro de la Defensa. Este general retirado de 66 años, demostró su liderazgo militar al mando de un batallón de asalto durante la primera guerra del Golfo en 1991 ; luego dirigió una fuerza especial en el sur de Afganistán en 2001 ; después comandó la Primera División de la Infantería de Marina que entró en Bagdad para derrocar a Sadam Husein en 2003 ; y, en 2004, lideró la toma de Faluya en Irak, bastión de la insurgencia suní. Hombre culto y lector de los clásicos griegos es también apodado el ‘ Monje Guerrero’ , alusión a que jamás se casó ni tuvo hijos. James Mattis ha repetido infinitas veces que Irán es la « principal amenaza » para la estabilidad de Oriente Medio , por encima de organizaciones terroristas como el ISIS o Al Qaeda : «Considero al ISIS como una excusa para Irán para continuar causando daño. Irán no es un enemigo del ISIS. Teherán tiene mucho que ganar con la agitación que crea el ISIS en la región

En materia de geopolítica, como se ve, Donald Trump va a tener que salir pronto de esa contradicción. En el teatro de operaciones de Oriente Próximo, Washington no puede estar –a la vez- a favor de Moscú y contra Teherán. Habrá que clarificar las cosas. Con la esperanza de que se consiga un acuerdo. De lo contrario, hay que temer la entrada en escena del nuevo amo del Pentágono, James Mattis ‘Perro Loco’, de quien no debemos olvidar su amenaza más famosa, pronunciada ante una asamblea de notables bagdadíes durante la invasión de Irak: « Vengo en paz . No traje artillería. Pero con lágrimas en los ojos, les digo esto: si me fastidian, ¡os mataré a todos

Notas:


[i] Aunque, como se sabe, hay eleciones en mayo próximo en Francia, a las cuales el actual presidente socialista François Hollande, muy impopular, ha decidido no representarse. El candidato conservador con mayores posibilidades de ganar, François Fillon, ha declarado por su parte que reorientará la política exterior francesa para normalizar de nuevo las relaciones con Moscú.

[ii] Léase, Paul Pillar, « Will the Trump Administration Start a War with Iran ? », The National Interest, 7 de diciembre de 2016. http://nationalinterest.org/blog/paul-pillar/will-the-trump-administration-start-war-iran-18652

[iii] Léase, The New York Times, 3 de diciembre de 2016. http://www.nytimes.com/2016/12/03/us/politics/in-national-security-adviser-michael-flynn-experience-meets-a-prickly-past.html?_r=0

[iv] James Mattis necesitará que el Congreso le conceda una excepción para esquivar la ley que exige que pasen siete años entre salir del Ejército y acceder a la jefatura del Pentágono.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221915

Imagen: http://despiertavivimosenunamentira.com/tercera-guerra-mundial/

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Entrevista con Yassin Al-Haj Saleh El intelectual sirio definido como “la conciencia de Siria”

Entrevista con Yassin Al-Haj Saleh
El intelectual sirio definido como “la conciencia de Siria”

Ruud Goossens/Chams Eddine Zaouigui
Al Jumhuriya English

Dieciséis años y catorce días. Ese fue el tiempo que Yassin al-Haj Saleh estuvo encarcelado en las celdas de Asad padre. Sin embargo, el escritor sirio no es un hombre roto, a pesar de que su esposa y su hermano desaparecieron hace tres años secuestrados por islamistas radicales. Ni siquiera ahora, que Alepo está en ruinas. “En la cárcel, me volví inmune a la desesperación”.

Nuestra entrevista termina cuando Yassin al-Haj Saleh, de 55 años, tiene que subir al escenario. El escritor sirio ha sido invitado a Bruselas por el European Endowment for Democracy. Mientras las bombas caían inmisericordes sobre Alepo –la ciudad donde estudió Medicina hace mucho tiempo-, ha venido a Bruselas para pedir atención hacia la única parte en este conflicto que está siendo constantemente olvidada: el pueblo sirio. Pero antes, quiere decirnos algo más.

“En esta última hora, he notado que esperabais que tuviera respuesta para todas las preguntas posibles”, dice, ya desde la puerta. “Es algo que me sucede habitualmente: como soy sirio, la gente piensa que lo sé todo sobre este conflicto. Pero cada vez es más difícil explicar lo que sucede sobre el terreno. Lo que hay en mi país no es una guerra civil. Se ha convertido en un complejo conflicto internacional en el que participan decenas de países”. Levanta las manos. “No tengo todas las respuestas”.

Sin embargo, Saleh es un testigo privilegiado. El 30 de marzo de 2011, dos semanas después de que empezara la revolución siria, decidió pasar a la clandestinidad en Damasco. En la lucha contra Bashar al-Asad, el escritor no escatimó esfuerzos ni se mordió la lengua. Saleh había experimentado ya de primera mano los horrores de los Asad. En 1980, cuando tenía 19 años, fue encarcelado por el régimen de Hafez al-Asad, el padre de Bashar. No le dejaron libre hasta 1996, cuando tenía 35.

No fue el final de su calvario. En 2013, la situación en su propio país se volvió demasiado peligrosa para él, por eso se trasladó a Estambul, donde sigue viviendo. Poco después de su marcha, su esposa, Samira Khalil, fue secuestrada en Siria por un grupo islamista radical. Saleh no sabe nada de ella desde entonces. Ese mismo año, pocos meses antes del secuestro de Samira, los terroristas del Estado Islámico se llevaron a su hermano Firas. También él desapareció sin dejar rastro.

Saleh ha seguido activo todo este tiempo. En Estambul, cofundó Hamish, la Casa de la Cultura Siria. También sigue siendo un escritor prolífico, publicando libros, ensayos y artículos de opinión, principalmente en publicaciones árabes. Se le define a menudo como la “conciencia” de la revolución siria. Es un hombre encantador, de ojos melancólicos y maravillosa sonrisa, aunque cada día le resulte más duro mostrar esa sonrisa. En las últimas semanas y meses ha observado con aversión todo lo que estaba pasando en Alepo.

“La situación me afecta muy profundamente”, explica. Nuestra entrevista se desarrolla en inglés, una lengua que Saleh aprendió en la soledad de sus años en la cárcel. “Hice la enseñanza secundaria en Alepo. Viví en la ciudad durante siete años. Conozco los barrios que están siendo bombardeados y a la gente que está muriendo allí. Es terrible. Pero es mucho más que un drama personal. Frente a nuestros ojos, en tiempo real, una de las ciudades más antiguas del mundo está siendo destruida. Alepo es una de las cunas de la civilización. El silencio ensordecedor de la comunidad internacional lo hace mucho peor aún. Apartan la mirada para no ver un sufrimiento indecible y masivo. Al hacerlo así, la humanidad está aniquilándose a sí misma.

-De Standaard (DS): ¿De qué forma?

-Yassin al-Haj Saleh (YHS): En un primer momento, una persona es asesinada y el hecho se ignora. Después, se mata a diez personas, a mil, y se sigue ignorando todo. Ahora hay ya medio millón de víctimas en Siria. Mirar hacia otro lado sólo es posible para los que pueden desconectar su sensibilidad del sufrimiento humano. Para justificar su postura, utilizan el más reprobable de los argumentos: los sirios son atrasados, extremistas, terroristas, etc. La gente es asesinada y calumniada. Esto es, de hecho, un doble asesinato. El drama de Alepo perseguirá al mundo durante décadas.

-DS: Vd. conoce a mucha gente allí. ¿Todavía anhelan la libertad? ¿O sólo esperan que la guerra pueda terminar ya?

-YHS: ¿Acaso pueden escoger? Anhelan el final de esta guerra y anhelan la libertad.

-DS: ¿No cree que hay sirios que aceptarían de nuevo a Asad con tal de que las bombas dejaran de caer?

-YHS: No, una gran mayoría de sirios quiere que se vaya. No le respeta ni la gente que le muestra lealtad de forma ostensible. También ellos quieren un cambio político. Y ese cambio es sólo posible si la dinastía Asad desaparece. Uno debe tener en mente que Siria tenía una forma muy especial de dictadura: el clan Asad no gobernaba el país, eran sus amos. Nosotros, los ciudadanos, éramos sus esclavos. Su estrategia para Siria es clara: o Asad o nadie. Si Asad no puede aferrarse al poder, entonces todo el país –que llevan décadas saqueando- debería desaparecer del mapa.

Pienso que los sirios están ante todo agotados. No ven ya ninguna perspectiva de cambio. Este conflicto se agrava cada año. 2016 ha sido más sangriento que 2015, que fue peor que 2014, etc. Seguimos cayendo cada vez más profundamente en el infierno. No hemos recibido nunca apoyo o protección significativa de aquellos podían habernos apoyado y protegido. El mundo ha abandonado a los sirios.

-DS: ¿Cree que los sirios que se manifestaron contra Asad en 2011, habrían tomado la misma decisión si hubieran sabido entonces lo que saben hoy?

-YHS: Pienso que sí. Los sirios se sentían alentados por las revoluciones en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Bahréin. Estaban convencidos de que el mundo no iba a quedarse de brazos cruzados si el régimen les golpeaba con dureza. Eso ya había sucedido antes, en los primeros años de la década de 1980: Hafez al-Asad mató a miles de sirios en Hama, un crimen horrible del que tenemos un recuerdo fresco. Nos levantamos de nuevo en 2011, y pensábamos que era imposible una segunda Hama. Bien, nos equivocamos. Por ahora, la cifra de muertos en Siria es veinte veces la de Hama o más.

-DS: En la primavera de 2011, Vd. mismo estaba convencido de que Bashar al-Asad sería destituido a finales de año.

-YHS: En aquellos días, comparé la revolución con un embarazo. Confiaba en que duraría nueve meses, más o menos. Pero necesita de mucho más tiempo, la lucha está lejos de acabar.

-DS: El ejército sirio controla ya todo Alepo, por vez primera en cuatro años. ¿Es un punto de inflexión importante?

-YHS: Quizá, pero no es realmente el fin de la guerra. A propósito, no fue el ejército sirio el que conquistó Alepo. El trabajo lo hicieron los rusos, los iraníes, Hizbollah. Incluso me pregunto cuántos soldados de Asad participaron realmente en la batalla.

Desde el atentado del 18 de julio de 2012, cuando la cúpula de oficiales y jefes de inteligencia del régimen de Asad fueron asesinados en Damasco, todo el mundo se involucró en Siria. ¿No es absurdo que de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, cuatro estén combatiendo en Siria? Rusia, EEUU, Francia y el Reino Unido, todos ellos están implicados. ¿No es absurdo que haya en Siria yihadistas activos de decenas de países distintos?

Se ha convertido en un conflicto global. Perdimos nuestra soberanía hace ya bastante tiempo. Los iraníes y los rusos son ahora los verdaderos amos de Siria.

-DS: Asad parece controlar mucho más todo que hace dos o tres años, aunque tenga que agradecérselo a Rusia y a Irán. ¿Ve alguna posibilidad de que pueda reajustar su actitud en una dirección más humana?

-YHS: Estoy muy convencido de que Asad actuará de forma aún más represiva. Cuando su padre aplastó a la oposición en los primeros años de la década de 1980, una oleada de fascismo barrió el país. Decenas de miles de personas fueron encarceladas, torturadas, humilladas. Esta vez no va a ser diferente. Cuando se aplasta una revolución, los regímenes actúan siempre incluso con más brutalidad que antes. En Egipto, la situación es peor tras el golpe del general Sisi de lo que estaba con Mubarak. En las cárceles están violando a las mujeres e incluso a los hombres. Esto no sucedía antes.

-DS: Vd. pasó 16 años en la cárcel con Asad padre. ¿Cómo le cambiaron esos años?

-YHS: No sólo me “cambiaron”, esta palabra no es lo suficientemente contundente como para describir aquellos años. Aquellos 16 años fueron mi segunda infancia. En ese sentido, uno podría definirlos como un privilegio. Tener dos infancias es un privilegio, ¿no es verdad? ¿Quién puede decir que creció dos veces? Tengo un conjunto doble de recuerdos. A menudo retrocedo a mis años de escolar en Raqqa, a los amigos de mi niñez. Cerca de esos recuerdos veo imágenes de mi tiempo en la cárcel y de mis colegas allí.

-DS: Para empezar, ¿por qué le arrestaron?

-YHS: Porque era miembro de un Partido Comunista que se oponía al régimen. Cuando terminé en la cárcel, desde luego que no tenía ni idea de que estaría allí tanto tiempo.

Ahora veo esa experiencia formativa como un proceso de emancipación. Todo el mundo tiene prisiones en su interior, prejuicios y limitaciones que uno no puede superar. Me dieron dieciséis años para luchar contra todo eso. Se podría decir que conseguí mi verdadero diploma en la cárcel. Aprendí más en las celdas de Hafez al-Asad que en la universidad de Alepo.

-DS: Estuvo encarcelado en la infame prisión Tadmor, que es conocida como…

-YSH: (interrumpiendo) Era el lugar más horrible sobre la Tierra.

-DS: ¿Cuánto tiempo permaneció allí?

-YHS: Once meses y dieciséis días. Un período terrible. Tadmor no era una prisión, era un campo de concentración. Allí se torturaba a todo el mundo, se le hacía pasar hambre, se le humillaba, y lo mismo pasó conmigo. No lo hacían para castigarnos o conseguir información. Algunos de los presos llevaban en la cárcel más de quince años y seguían siendo torturados y así durante años. No tenía ningún sentido. Era una forma de disciplinar a toda la sociedad. Era un lugar donde todos los sirios estaban siendo humillados. Era una fábrica donde la esencia del régimen de los Asad, el miedo, se producía a escala industrial.

-DS: Estuvo en la cárcel durante dieciséis años. Sin embargo, cuando se inició la revolución en 2011, decidió participar y pasar a la clandestinidad. Podría haber decidido en aquel momento que ya había cumplido con su deber.

-YHS: Ese sería un razonamiento vergonzoso. Uno no acaba nunca de cumplir con su deber. Guardar silencio no era una opción.

En los años anteriores a la revolución, también escribía artículos. Pero, desde luego, no podía mostrarme demasiado tajante. Nunca escribí falsedades, pero no podía llamar por su nombre a ciertas cosas. En marzo de 2011 ya no quise seguir haciendo eso. Pasé a la clandestinidad para dejar atrás cualquier forma de autocensura. Sentí que habíamos llegado a un punto de inflexión histórico.

Quizá había otro factor en juego. Durante mis años en la cárcel, me había vuelto adicto, por decirlo de algún modo, a esas experiencias. Al principio de la revolución, tuve el sentimiento de que se me había dado una segunda oportunidad para cambiar. Para mí, esa es la verdadera libertad: cambiarte a ti mismo. Si sigues siendo la misma persona durante ochenta años, es que estás viviendo realmente tras las rejas. Pero, si soy honesto, tengo que decir que nunca pensé que la lucha fuera a ser tan larga, tan dura y tan costosa.

-DS: ¿Fue un error?

-YHS: No.

-YHS: Pero pagó un precio muy alto.

-YHS: Por supuesto que nunca pensé que secuestrarían a mi mujer y a mi hermano. Por eso el precio fue tan alto. A nivel personal, pasé por una guerra civil. Desde 2013, no sé nada de Samira ni de Firas.

-DS: ¿Mereció la pena?

-YHS: No. Son dos “obligaciones” que chocan la una contra la otra. No podía sino implicarme en la lucha por el cambio político en Siria. Pero eso me llevó a una tragedia personal total.

En la cárcel, solían ponernos en situaciones que nos desgarraban. El régimen se ofreció a liberarme en varias ocasiones, pero a cambio de que firmara un documento que me robaba la dignidad. Hicieron una propuesta de este tipo cuando tenía veintitantos años… Era muy difícil no firmarla. A esa edad, cuando eres tan joven, no quieres estar en prisión. Pero no la firmé.

Ahora, ni siquiera tengo el lujo de poder escoger. Mis enemigos me han robado el privilegio de rendirme. Lo que hace inevitable que continúe luchando. Si no, me arriesgaría a dejar a Samira y a Firas sin su dignidad. No puedo rendirme. Soy su representante ahora.

-DS: Su mujer y su hermano fueron secuestrados por islamistas radicales. ¿Vio venir el peligro?

-YHS: En mayo de 2012, escribí un largo ensayo en el que advertía de la aparición del “nihilismo militante”, como lo llamé en aquella época. En sus comienzos, la revolución en Siria fue en gran medida no violenta. Pero como el régimen respondió de forma tan implacable y como la ayuda internacional no se materializó, el modelo de los yihadistas fue ganando terreno. Cuantos más cadáveres aparecían en las calles –una vez en Duma, en 2013, vi 26 cuerpos en un mismo día-, más atractivo resultaba el islamismo militante. Especialmente en un país como Siria, donde la mayoría religiosa sunní llevaba años siendo reprimida.

Así fue cómo desembocamos en una escalada de miedo y violencia. Los sirios estaban cada vez más indignados, frustrados, desesperados. Los salafíes proporcionaban una respuesta a un deseo de destrucción. Destruir al régimen y al mundo entero. Y a uno mismo. Las organizaciones yihadistas salafíes son manifestaciones autodestructivas en nuestras sociedades contemporáneas. Los suicidas-bomba son la encarnación de esta tendencia.

-DS: Parece que ahora, en el campo de batalla, los islamistas radicales como el Estado Islámico y Al-Qaida están perdiendo.

-YHS: Ese es el único aspecto positivo que podemos ver en todo lo que está sucediendo ahora. Quizá sea este el Waterloo de los islamistas. Pero no nos equivoquemos: incluso si así sucediera, la situación no va a mejorar. Hay un país destruido. Medio millón de personas han sido asesinadas. Doce millones de sirios están forzosamente desplazados. Aunque uno quisiera borrar esos hechos, sencillamente, no es posible.

-DS: ¿Cree que la “Guerra contra el Terror”, definida ahora como la lucha contra el Estado Islámico, se ha convertido en una prioridad esencial para Occidente?

-YHS: Se trata de una guerra posdemocrática. No hay un comienzo claro, ni un enemigo claramente definido, ni un juego final claro. Es una guerra que lleva a un estado de emergencia perpetuo. Las democracias occidentales están ya sufriendo mucho por esta razón. Y es algo muy peligroso.

Al mismo tiempo, se permite que continúe en el poder el hombre que entre marzo de 2011 y agosto de 2013 había torturado hasta la muerte a más de diez mil personas. ¿Por qué la guerra contra el EI es mucho más importante que la lucha contra Bashar al-Asad? De hecho, el mensaje que Occidente envía al pueblo de Siria es muy claro: pensamos que nuestras vidas son mucho más importantes que las vuestras.

-DS: ¿Siente que Occidente les está sacrificando?

-YHS: No, peor aún, hemos sido sacrificados y despachados como seres irrelevantes. En agosto de 2013, Asad perpetró asesinatos masivos contra su propia población con armas químicas. Después de esa acción, EEUU y Rusia concluyeron cobardemente un acuerdo que autorizaba al verdugo a irse de rositas a cambio de destruir sus armas químicas. Ambas partes salvaron la cara, pero el mismo pueblo que había perdido 1.466 vidas justo unas semanas antes se quedó muy decepcionado. Pero fue aún peor: el régimen consiguió un laissez-passer para proseguir su masacre con otras armas. Eso es exactamente lo que Asad hizo: arrojó cantidades masivas de bombas de barril y antibúnker. Incluso continuó utilizando armas químicas porque de alguna manera se las arregló para no entregarlas en su totalidad.

En mi punto de vista, la reacción a ese ataque con gas venenoso es el peor crimen internacional de las pasadas décadas. Fue un ataque gigantesco contra la verdad. Nadie puede decir que no sabía. Sucedió justo ante los ojos de la comunidad internacional.

-DS: Los críticos occidentales sostienen con frecuencia que la oposición siria no consiguió los apoyos necesarios porque los opositores a Asad estaban divididos entre sí. ¿Compartes ese argumento?

-YHS: No. Claro que la oposición estaba dividida. ¿Cómo no iba a estarlo, después de décadas de dictadura? ¿Esperaba alguien realmente que de repente apareciera en escena una oposición unida con una mente abierta, un discurso moderado y un plan de acción potente? ¡Qué hipocresía! ¿Vamos a culpar a las víctimas de ser débiles? Pueden también recordar que antes de la revolución ningún líder mundial tuvo nada crítico que decir cuando Bashar ocupó el puesto de su padre. (La ex Secretaria de Estado de EEUU) Madeleine Albright fue incluso a Damasco a estrecharle la mano. Y ningún partido izquierdista ni comunista hizo ruido alguno en todos esos años sobre el destino de la república en Siria. Ninguno de ellos.

-DS: ¿Sigue siendo comunista?

-YHS: No, aunque sigo siendo de izquierdas. Si hay algo en lo que destacan la mayor parte de mis antiguos compañeros a nivel mundial es en su completa ignorancia sobre Siria. Sus puntos de vista sobre el mundo se han quedado totalmente obsoletos. Los conocimientos de los que presumen se basan en recuerdos. Recuerdan principalmente los viejos días en que en el Oriente Medio había un país supuestamente socialista llamado Siria. Algo que, en primer lugar, ha sido siempre un disparate. A partir de 1980, como máximo, ese disparate se convirtió en autoengaño. Es altamente sorprendente que la vieja izquierda, cuando discute sobre Siria, exprese casi los mismos puntos de vista que la derecha populista.

-DS: ¿Y la nueva izquierda?

-YHS: Los socialdemócratas son menos arcaicos, pero se han concentrado completamente en Occidente y han perdido sus creencias internacionales en algún lugar del camino.

-DS: Vd. es ahora un refugiado, ¿qué piensa de la forma en que Europa está manejando la crisis de refugiados?

-YHS: ¿Para quién es realmente una crisis? ¿Para los refugiados o para Europa? [de forma categórica] El problema real es que la gente se vio obligada a abandonar su país, sus hogares y sus familias, después de llevar ya años abandonados. Desde luego que esa gente quiere ir ahora a países como Alemania o Suecia. ¿Por qué Turquía, el Líbano o Jordania son lugares más lógicos para albergarles? Esos refugiados son extremadamente racionales: saben que tienen menos posibilidades en nuestra región que en Europa.

-DS: ¿Todavía cree que hay una forma de salir del rompecabezas sirio?

-YHS: No mientras Asad siga en el poder. Parece inevitable una gran conferencia internacional, que tenga como objetivo encontrar una nueva mayoría política para Siria. Si tenemos que continuar con Asad, habrá un resentimiento enorme.

-DS: ¿Confía aún en volver a Siria algún día?

-YHS: Mis esperanzas no son muy grandes. Pero después de todos esos años en prisión, me he vuelto inmune a la desesperación. Tenía entonces veinte años. Debería haber seguido en la universidad, conocido amigas, disfrutado de fiestas. Todo ese tiempo perdido no volverá nunca. Entonces, todo eso me desesperaba. Ahora me siento liberado para siempre de esos sentimientos de desesperación. Porque sigo en la lucha.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221934

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Entrevista: How Hitler won Germans over with his ‘scientific religion’

How Hitler won Germans over with his ‘scientific religion’

The Nazis conducted experiments on her mother and nailed her father’s tongue to a wall. And yet, Israeli lecturer Tamar Katko still managed to be shocked by what she found in Nazi textbooks she discovered in a Zurich library cellar.

By Ayelett Shani

RESUMEN: Los nazis realizaron experimentos con su madre y clavaron la lengua de su padre en una pared. Y, sin embargo, la profesora israelí Tamar Katko todavía se sorprendió por lo que encontró en los libros de texto nazis que descubrió en una bodega de la biblioteca de Zurich. Hablando con: Dra. Tamar Katko, profesora de filosofía de historia y de educación en el Colegio de Educación Kibbutzim, en Tel Aviv; Encabeza el programa de honores de la universidad. Donde: Un café de Tel Aviv. Cuándo: jueves a las 6 pm Su libro «Ice Creatures: The Nazi Educational System» (Resling Books, en hebreo) contiene pasajes de libros nazis que usted encontró hace 20 años. ¿Cómo localizaste los libros? Después de la guerra, era ilegal estar en posesión de estos libros en Alemania. Los busqué en bibliotecas y archivos. Las personas con las que traté estaban enojadas porque esto era lo que buscaba, y no querían ayudarme. Resultó que muchos de los libros de texto habían sido sacados de contrabando de Alemania a Sudamérica ya Suiza. Prosiguió mi búsqueda en la Biblioteca Nacional de Zurich, y allí también el bibliotecario se sorprendió ante mi petición, pero me remitió a una anciana alemana. Bajamos a la bodega, y no podía creer lo que veía: misas de libros, todas con svastias en las mantas. Un verdadero tesoro.

Talking to: Dr. Tamar Katko, lecturer in philosophy of history and of education at Kibbutzim College of Education, in Tel Aviv; heads the college’s honors program. Where: A Tel Aviv café. When: Thursday at 6 P.M.

Your book “Ice Creatures: The Nazi Educational System” (Resling Books, Hebrew) contains previously unpublished, very extreme passages from Nazi textbooks that you found 20 years ago. How did you locate the books?

After the war, it was illegal to be in possession of these books in Germany. I looked for them in libraries and archives. The people I dealt with were angry that this was what I was looking for, and didn’t want to help me. It turned out that many of the textbooks had been smuggled out of Germany to South America and to Switzerland. I continued my search in the National Library in Zurich, and there, too, the librarian was taken aback at my request but referred me to an elderly German woman. We went down to the cellar, and I couldn’t believe my eyes: masses of books, all with swastikas on their covers. A true treasure.

You write that you were shocked by the books’ contents. What kind of books were they?

They ranged from books for early childhood to instructional booklets for teachers, and of course textbooks for primary and high schools and for higher education. I told the German woman that I wanted history books, and she produced them for me. I will never forget the air of reverence with which she held the books, with such delicacy. Her hands, in rubber gloves, shook. She made me put on gloves, too, of course. I sat down and started to read. I was utterly shocked – at actually having found the textbooks and at what I read. “It can’t be,” I said to myself.

I asked the librarian: “Are you sure these are textbooks?” She confirmed that they were. For example, one book stated, “In the beginning, God created the German. From ice he created him.” I went back to the librarian and told her I needed textbooks. “These are textbooks!” she replied. “This is what they learned!”

Here, too, our children are taught that “In the beginning God created…”

Here it’s taught in Torah lessons; in Nazi Germany it was part of the history curriculum. And when I got to the biology books, my hair stood on end. For example, a textbook for the fourth grade explained the concept of racial purity: why the German people must be kept separate, especially from the Jews. Another book explains how to identify a member of the Aryan race: height of forehead, distance between nose and lip, depth of chin cleft. There were drawings. Also the shape of the legs: These are legs of the Aryan genome, those are not. These are toes of the Aryan race, those are not. Anatomy.

That’s appalling, but not necessarily surprising.

Education is a dangerous thing. Educators made it possible for Hitler to succeed; without them it simply would not have happened – not as it did, not on that scale and with those results. Nazi education simply recreated the Germans. It succeeded in a way we can’t comprehend and it resulted in almost 70 million people killed and murdered in World War II. The victory of Nazism [in Germany] was above all an educational revolution.

You discuss how history was rewritten in order to serve the narrative of the master race and the need to purge the world of the other races.

Yes, it was a mishmash of utter fantasies alongside facts. According to these books, Julius Caesar was Aryan; Napoleon was Aryan, and that was the secret of his success; Abraham Lincoln was Aryan, and was called Abraham Linkhorn. By the way, he actually was of German descent, and from their point of view, he represented the Aryan race in the United States.

Here’s a quotation from a sixth-grade history textbook: “The collapse of German society and of the German economy was the deliberate result of the Jews… When will the savior come who will do battle against these forces of hell, the Jews? Now we hear his footsteps. He is arriving to save us. Awake, Germany, the redeemer has come. The truth is coming to light. The Nordic Aryan race shall yet rule the world.”

That book was written by Hilke Dreyer, the chief scientist in the Reich Education Ministry. He was in charge of a series of books that explained to children why the improvement and flourishing of the Aryan race was contingent on the extermination of the Jewish race. You have to understand that these books were not only in the schoolchildren’s satchel or in the school library. They were not considered propaganda; they were part of the official curriculum. Parents, grandparents, the children’s whole milieu, knew what they were learning and memorizing and what they studied for before exams, and proudly reinforced and supported them. The Germans like to read. They were accustomed to treating books of thought, science and research with great respect, sanctity and utter seriousness.

Everyone read and talked about this material – in newspapers, in movie theaters, in offices, on the radio and in the theater. And not with skepticism, puzzlement or ridicule. It’s not sufficient to say that all the horrors occurred only because of despair, a dire economic situation and Nazi terror. Terror does not recruit 60 million people for such theories and for belief in a leader like this to the point of sacrificing their lives for him. For them, Nazism was the absolute truth. Period. It wasn’t just education and training that made millions of students believe in it, not with such totality. They saw the light, they were strengthened in their belief and upheld scrupulously the “new scientific religion.”

This is a passage from a fourth-grade textbook: “Germany being on the brink of an abyss, Divine providence sent the German people a great leader, Adolf Hitler, descendant of the Nordic Aryan race… May you be able to give yourselves limitlessly for the sake of the Fuehrer… Do not forget that treason against a leader like this will bring perdition and bitter revenge down on you, for he was sent to save the nation… Only the Germans can understand his sublime language… And now, children, so can you.”

That’s a quote from a book by the historian Dr. Herbert Göbel that was published in particular for primary-school students and was included in courses for teachers. That material was distributed by order in all the schools as part of a rigorous curriculum that was worked on by the finest researchers, pedagogues, scientists and educational personnel in Germany. Their task was to rewrite all the textbooks, and ensure that all students in the Third Reich without exception were examined on them.

To simplify, the principal themes of the curriculum were education to cultivate the German body and spirit, education for martyrdom and sacrifice for the sake of the homeland and the Fuehrer. The doctrine of racial purity and improvement was taught from the first grade, along with the need to remove the Jewish threat and veneration of the Fuehrer as a savior. The texts are very messianic.

And very scientific. They are constantly marked by that contrast. For Dr. Gobel, for example, Hitler was a miracle, a meteor. Not for messianic, mythic or fantasy purposes, but according to the science of history itself. He based all these propositions on a host of examples and analyses that drew on the findings of institutes that were established to study the history of the Aryan race, with a vast investment by archaeologists, physicians, geneticists, physicists and Germany’s leading historians. Their work was highly regarded in Germany and internationally even before the Nazis’ rise to power. They were considered reliable and credible sources in science, philosophy and history. There was no chance that anyone would cast doubt on these texts, on top of which they received a budget, authorization and the seal of the Education Ministry and of Hitler himself. Like the word of the living God.

It’s a kind of rationalization of messianism. There are many cults like this, in which the “mission” is backed by pseudo-scientific knowledge. For example, Heaven’s Gate, whose members committed suicide [in 1997] in order to undertake a space journey. The leader does not necessarily grab people at their weak spot. On the contrary, he grabs them where they feel smart and superior. He speaks to them in high language.

The Nazis deciphered some sort of riddle about the machine called man and the maximization of man’s natural, genetic, physical and mental abilities. I believe that this is why it grabbed such intelligent people, the elites, tens of thousands of academics, musicians, philosophers, writers, scientists. They could have packed their things and fled. They had options elsewhere. These were people who should have asked themselves what they were doing in this circus, with the mustachioed man who preached to them all day on the radio, explaining to them that they were created from ice. That they were different.

Then why didn’t they leave?

Because Hitler, in his genius, understood that the language that would grab the elites most powerfully was the language of science. After all, what did he want most? For them to take him seriously. He had no problem with the masses and the workers. His problem was with the intellectuals: how to reformat them, as we would say today. His solution was that he would not come to them with a political agenda, but rather with a different scientific religion that reordered the world. All this required evidence and proof, so they simply produced it. Professors in the most prestigious universities offered seminars, and their students did research and doctoral theses that were bound in leather, asserting that in order to rediscover this special Aryan genome, it was necessary to take action internationally. First to isolate the German people from the other races and then to improve the race.

Jews were seen as a genetic mutation whose role was finished. The role of the Jews was to safeguard knowledge for the Aryan people – in the kabbala, by the very fact of writing, for the Jews had been able to read and write when most of mankind was illiterate. That role was now done with. They are an unsuccessful genetic mutation of ours with other races – the fact is that they are scattered across the globe. Now they must be got rid of, because they are carrying our Aryan knowledge in a defective body. I am talking about the content of lectures in universities, not speeches in the cellar of a secret society.

Ariosophic theories

Let’s talk about the practical implementation of this approach, the takeover of the education system. The education system was standardized – all the schools were political, along the party’s lines, and the same subjects were taught at the same time throughout the Reich. All other schools – Catholic, democratic, special education – were shut down. In fact, what happened to the children who were in special education?

Some were put to death, others were incarcerated. They were isolated. The children of Germany underwent a selection process, based on their abilities and the homes they came from. They were then divided among schools in which there was a long school day, until the evening, or others that were full-time boarding facilities. In addition to the material they were stuffed with, they underwent exhausting physical training. After school, from the age of 6, they were sent to the Hitler youth movements or to engage in party activity. When they arrived home in the evening, they were worn out. The idea was not to leave them even a minute of spare time. The youths who completed those tracks successfully went on to attend university equivalents in isolated fortresses, in boarding-school conditions.

You describe a totally militarized daily regimen in the boarding schools, beginning at 6 A.M. and concluding at 10 P.M. – studies, training, drills, cleaning. A quarter of an hour’s break in the morning and evening, half an hour at midday.

Everything was done by the clock. There was no such thing as “I haven’t finished.” For Hitler, this was the breeding ground for the resurgent Aryan race, the nation’s future. They underwent training like an elite commando unit: climbing, riding, wrestling. They went home twice a year for a 48-hour break.

I found the most jolting sentence in the book to be a quote from Hitler to his opponents: “Your child belongs to us already… What are you? You will pass on. Your descendants, however, now stand in the new camp. In a short time they will know nothing else but this new community” [English translation from “The Rise and Fall of the Third Reich,” by William L. Shirer].

That comment sums up the whole book and the whole frame of mind. It is the key to Nazi education. You, the mother, are nothing but a receptacle. You brought this child into the world. Now he is ours.

Perhaps you can explain a little about the Ariosophic theories that underlie the textbooks.

Next to nothing has been published about this in Hebrew, or in general. The Ariosophic movements study the source of the peoples descended from the Aryan race. It’s a whole philosophy whose basis is the idea that a certain archetype of human beings exist, whose source is not on Earth. The exponents of this doctrine believe that they are the descendants of beings who came to Earth and mated with what they found here. The offspring is the primal ancestor of the Aryan race.

The result, in any event, is not a human being.

It’s the Übermensch. These theories were presented to Hitler by researchers, thinkers and philosophers. Hitler and his close circle were drawn to it with the intensity of people who become religiously observant and think they have found the Truth.

You write that an analysis of the material in the textbooks and in Nazi thought, and Hitler’s forewords to the books makes it all but certain that he, Himmler, Goering, Goebbels and many others led a double life: leaders and commanders in public, members of a fanatic pagan cult in secret.

They transformed pagan ritual into a language. Think of the Nazi salute, which was second nature in the grocery store, in the line for the doctor, when you enter the office. There were oaths, and whoever joined these societies had to swear that no Jewish blood or any other blood other than pure German blood flowed in him, his wife and his children’s blood up to three generations back. The wedding ceremonies of high-ranking Nazi officers were also conducted in that style or with that language.

There’s a frightening wedding scene in Erik Larson’s book “In the Garden of Beasts.”

Yes, and one that seems mythic. The groom uttered his vows to the bride in Runic, the ancient Nordic language. Similar rituals existed in ceremonies of promotions in rank. The famous SS lightning rods? They are actually letters of the Runic alphabet. There were two symbols like that on every collar and belt buckle; girls wove them onto their bras. Even bread bore the image of a swastika or other symbol. They ate the symbol. Nazism, that pagan science, became part of their genome. It wasn’t just some ceremony they did and then went home. It was the routine, it was their life, children came home at night from their groups, after it was drummed into them all day, to parents who were up to their necks in it.

They believed that more developed beings existed in other galaxies who were the fathers of their nation. They claimed that it took light-years to make the journey each way, and that their founding fathers were now on the way back. It sounds wacky, but for Adolf Hitler it was pure science. Himmler sent a research delegation of scientists and archaeologists to the Himalayas, in order to prove that this was the origin of the ancient Germans and that their anatomical structure was different.

They believed that they had superhuman abilities.

Yes, that they possessed quasi-electromagnetic traits, or the ability to hypnotize. Himmler was very obsessive scientifically; he was in contact with many scientists around the world. His conjecture was that people who carried the genetic makeup of the Aryan race could, for example, read other people’s thoughts. The brain sciences of our time developed in the Nazis’ research institutes.

I didn’t realize that.

Well, what was Auschwitz?

A laboratory?

The biggest-ever laboratory for experiments on human beings. Do you know what a luxury it is for a scientist to perform experiments on living people? Artificial insemination, in vitro fertilization, twins, dwarfs, optics, plastic surgery, skin grafts and organ transplants. Where was all that done? In Auschwitz … How did medicine suddenly leap forward by hundreds of years? What I’m saying now is horrible, but my parents were there, next to these medical institutes, they saw everything. My father, who was an inmate in Auschwitz, worked closely with one of those physicians. With his own eyes he saw what they did there.

What did he see?

All kinds of crossbreeding within families: father and daughter, twins. They wanted to see what kind of fetus would emerge, study its genetic features, what it received from each side. They studied all kinds of stages of pregnancy. Jews were perceived as raw material. When my father asked, “How can you burn people?” his commanding officer replied, “How can you eat a chicken? What difference is there between a cow and a Jewish woman?” That was their approach. That’s the education they received. The same was true regarding Gypsies or handicapped people. By the way, the first killings in Germany occurred long before the war broke out. In 1938, hundreds of thousands of people who were insane, homosexual or mentally retarded, as well as exceptionally ugly people were exterminated.

Eugenics – to improve the race.

Or euthanasia. The race has to be cleansed. The superfluous sentiments the world received from the Jewish soul have to be eliminated. No compassion. Do you want people to be healthy? Stop being compassionate. Sentiments are the most dangerous barriers to the development of the Aryan human race. The super-race. The whole Nazi hierarchy was ordered to name their firstborn child after one of the goddesses of Odin’s planet.

The Valkyries.

Himmler’s daughter, who is still alive, is named Gudrun. She supports the Nazi movements, gets Nazi criminals released from prison and finances them. She remains convinced that everyone else is wrong and that her father was right.

Mother and Mengele

And hovering in the background is your own personal story. The Holocaust was talked about in your home.

All the time. My beautiful mother was the singer and pianist for Dr. Mengele. He played the violin, Dr. Mengele. Sometimes he joined her in playing, and of course performed experiments on her. He told her, “I will prove to you that it is possible to starve and despite that you will play wonderfully, because the spirit is stronger than the body. The moment you hit a false note, my dog will deal with you.” And in fact, when she hit a false note – because she had tuberculosis and was reduced to a skeleton – the dog simply attacked her.

She told you this?

She lived it. We had a piano in the house, and she would wake up every night in the middle of the night and play her repertoire. That’s what I remember from the moment I was born. My father was in the Sonderkommando, one of the commanders of the Sonderkommando uprising, almost the only one who survived. They didn’t want to kill him; they only hammered his tongue into the wall with a nail, so that he would be mute, so he would not be able to talk and tell what he saw.

My home was a bubble that was brought from there. Outside people behaved the way they did in Israel, but in the house everything was different. My mother’s language was German. I only learned Hebrew when I entered preschool. If there was money, they would buy an opera record. My father discussed with me from age zero the philosophy of Kant and Hegel in German. They wanted to give me the basis for a better education, from their point of view. The Ordnung was implanted in me: Everything in its place. My son’s commanding officer in the [Israeli] army told me: No matter what kind of hole we’re in, his bed is always neatly made. Shoes shined, one next to the other. I asked him: Would you like to see our home? That’s German education. Order. Systematization. Always demand more from yourself.

You also saw the dark and dangerous side of that education.

What’s dangerous is the connection between high intelligence and fanaticism. As a political tool, as an instrument to rule. People are drawn to it. Humans are addictive beings. Just give them essence and reason, and they’re yours. My father understood that. I was brought up not to become addicted to anything. My father told me: You won’t drink, you won’t puncture the body, you must always be in control, always with eyes open. Don’t be deluded, don’t let anyone dull your senses. Ever. He would wake me up and take me out for training in fields: What time is it? Tell me without a clock, look at the moon.

He wanted to save you.

Yes. So I would not become a follower of something. He knew that ideologies are perilous, that rulers can be dangerous. So you are not to go that way. You will not listen to anyone. You will always know what you are doing at all times. You will not be influenced by anyone. You will not be conquered by anyone.

Fuente: http://www.haaretz.com/world-news/europe/.premium-1.759197

 

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Alemania: Informe de integración revela prejuicios contra inmigrantes

Alemania/Diciembre de 2016/Fuente: Made for Minds

El número de extranjeros que han llegado a Alemania ha aumentado en los últimos años. En 2015, más de dos millones de personas arribaron a tierras germanas, y cerca de un millón salió del país. En total, unos 17 millones de personas con una «historia de inmigración» –término que usa la encargada de integración del gobierno germano, la socialdemócrata Aydan Özoguz– viven hoy día en Alemania. Y es que, entre tanto, muchos de los extranjeros han obtenido un pasaporte alemán.

Se necesitan profesores de alemán

La mayoría de los inmigrantes siguen siendo ciudadanos de países de la Unión Europea (45 por ciento). En los últimos años también llegaron muchas personas procedentes de Turquía (16 por ciento), Polonia (9,9 por ciento) y Rusia (7,1 por ciento). En 2015, arribaron sobre todo sirios. Según Aydan Özoguz, su integración ha sido ejemplar.

Los sirios tienen la mayor participación en cursos de integración, incluso por delante de los polacos. Quieren aprender alemán e integrarse. La demanda es tan alta que ya no hay suficientes profesores de alemán.

Entre realidad y prejuicios

Sin embargo, muchos alemanes consideran que los 890.000 refugiados, que llegaron el año pasado, son una amenaza, constata la encargada de integración. Özoguz describe el ambiente en el país como áspero y tenso. La socialdemócrata lamenta que en la mayoría de los casos las acusaciones contra los inmigrantes no reflejen la realidad. Para la elaboración del informe de integración se tomaron en cuenta los datos de la Oficina Federal de Criminalidad. «Sobre todo entre los refugiados sirios casi no hay criminalidad. Sin embargo, la población tiene otra impresión, realmente hay una gran discrepancia», dice.

El informe analiza los últimos dos años. Pese al comportamiento ejemplar de la mayoría de los sirios, la afluencia masiva de refugiados también ha intensificado algunos problemas: actualmente unos 440.000 niños crecen en hogares donde no se habla alemán, y la tendencia va en aumento. Los padres con poca educación siguen siendo el mayor obstáculo para su integración. Además, el hecho de tener un apellido extranjero puede ser una razón para que una persona sea invitada a menos entrevistas de trabajo que otras, sostiene Özoguz.

Ejemplos de una integración exitosa

Sin embargo, también destaca éxitos en la integración. Hoy día, un 90 por ciento de los hijos de extranjeros van a una guardería infantil. También aumenta el número de bachilleres inmigrantes y disminuye el porcentaje de jóvenes sin título escolar.

Özoguz saluda la nueva reglamentación que permite a inmigrantes terminar la formación profesional que han empezado.

El gobierno alemán subraya que en noviembre de 2016 hubo 26.000 solicitudes de asilo, un 54 por ciento menos comparado con el año anterior. Eso sí, la mayoría de los refugiados siguen llegando de Siria.

Fuente: http://www.dw.com/es/informe-de-integraci%C3%B3n-revela-prejuicios-contra-inmigrantes/a-36716038

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