8 claves para trabajar la educación emocional

Por: Martín Reynoso. 

Cansado de leer y escuchar por todos lados sobre la excelencia de la educación emocional finlandesa (y de otras latitudes), me decidí a preguntar por la vía de las redes, cuánto se está haciendo en nuestro país. Mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que decenas de personas me enviaron sus comentarios, fotos, programas de trabajo, en una generosa muestra de que hemos madurado lo suficiente en el sistema educativo como para instalar, definitivamente, este aprendizaje crucial en la vida de las personas. Y digo personas y no sólo niños o alumnos porque se expande a docentes, padres y personal en general de las instituciones.

¿Quién podría dudar de la importancia de educar las emociones, de guiarlas hacia una construcción saludable y enriquecedora de nuestras vidas? ¿Quién hoy puede negar que las emociones son las responsables de cómo va a ser nuestro paso por este mundo, si sintiéndonos felices o padeciendo las peripecias de la existencia? De todas formas, debo comenzar con una discusión interesante que nos ayude a entender mejor este proceso.

¿Qué educamos?: Competencia Emocional versus Inteligencia Emocional

A pesar del enorme e inconmensurable éxito y difusión de la obra de Daniel Goleman y de su concepto de inteligencia emocional, muchas personas del ámbito científico (y yo me incluyo) tenemos objeciones a su validez. Esta aclaración es importante porque muchísimos de los proyectos educacionales son incluidos bajo el paraguas de la inteligencia emocional en las escuelas.

Sol Fittipaldi, becaria doctoral del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias LPEN- INCYT, nos dice al respecto lo siguiente: “Evito hablar del concepto de “inteligencia emocional” ya que es controvertido. El concepto de inteligencia en sí es controvertido, en tanto está atado al clásico sistema de medición, la escala de CI (coeficiente intelectual), que se enfoca en capturar habilidades de velocidad de procesamiento de información y pensamiento abstracto. Sin embargo, es claro que estas habilidades no bastan para moverse adecuadamente en la vida. El ejemplo paradigmático es el autismo de alto funcionamiento o síndrome de asperger. Estos pacientes tienen CI normal (o incluso superior a la población neurotípica) y sin embargo, dados sus problemas sociales y emocionales, fallan en lograr una adaptación satisfactoria en los ámbitos social, laboral, entre otros».

En lugar de inteligencia, la especialista prefiere hablar de competencia emocional y social. «Esta incluye diversas habilidades: autoconsciencia (capacidad de reconocer las propias emociones), consciencia social (comprender los sentimientos de los demás, empatía), autorregulación (estrategias para manejar las propias emociones), habilidades sociales (capacidad de mantener relaciones positivas, ej, compartir y cooperar), y toma de decisiones responsable (solución de problemas, responsabilidad personal, moral y ética). Hay evidencia fuerte de que los programas de aprendizaje emocional y social (así es como se los llama) en la escuela conducen a resultados satisfactorios en el bienestar de los estudiantes y su capacidad para usar los conocimientos académicos para tomar decisiones beneficiosas para uno mismo y para los otros. Estas habilidades se asocian asimismo a un mejor desempeño escolar. Estimo que programas de este tipo tendrían un efecto positivo también en ámbitos laborales” .

Tener un mapa claro de cómo trabajar

Algo que sí parecen tener las escuelas finlandesas, que aún nosotros debemos desarrollar, es claridad metodológica y sistematicidad en la manera en que se trabajan las emociones. La gran cantidad de información que me enviaron desde distintos puntos del país puede variar en solidez conceptual y claridad aplicativa según el caso, pero en general aún no cuenta con el respaldo de estudios científicos que nos ayuden a entender cómo se despliegan los procesos de aprendizaje emocional. Tenemos que probar protocolos durante un buen tiempo y armarlo mejor.

Suponemos que el reconocimiento emocional, el etiquetar las emociones y aprender a gestionarlas desde una actitud de no juicio y naturalidad funciona positivamente en las personas, pero aún no sabemos muy bien cuál es la mejor forma de direccionarlo.

Cómo las emociones pueden potenciar o afectar el aprendizaje de los chicos

¿Qué hacer y cómo?

Podemos encontrar distintas formas de aplicar la educación emocional en nuestro país. Lo más habitual son los programas de base cognitiva, programas de mindfulness aplicados a distintos entornos educativos, o lo que llamábamos inteligencia emocional. Más allá de la intervención específica y la necesidad de protocolizarla, algunos tips parecen ser importantes a considerar:

✔️Es importante tener en cuenta el contexto cultural en el cual se brindan los programas de educación emocional. Es recomendable no extrapolar programas de otros países en una automática reproducción de contenidos.

✔️El reconocimiento de las emociones y su etiquetamiento son muy importantes y ayudan a gestionar mejor nuestra vida anímica.

✔️La regulación de las emociones aflictivas debe ser enseñado como un proceso progresivo y fortalecedor y no como una forma evitativa de no sentirse bien.

✔️Cultivar emociones altruistas (o positivas), hablando de ellas, enfatizando su gestión en los ámbitos cotidianos, es fundamental. La educación emocional no puede basarse sólo en el trabajo con emociones negativas.

✔️En las instituciones educativas es clave que sea introducido como práctica curricular y no sólo como taller, ya que lo primero garantiza una continuidad y un aprendizaje más cristalizado de las habilidades.

✔️Introducir a la familia de los niños y adolescentes es muy importante. Las personas también son lo que su entorno les brinda diariamente. Si bien hemos visto que a veces los niños llevan vientos de cambio a sus familias (como con las técnicas meditativas) es crucial ampliar el espacio interventivo.

✔️Quienes enseñan educación emocional deben tener un trabajo consigo mismos, para que su transmisión no sea un acto de incoherencia que se hace evidente rápidamente para los alumnos.

✔️Educación emocional no es sólo escuelas: hay muchos lugares, como empresas, cárceles, organizaciones varias, donde se puede (y se debe) fortalecer este aprendizaje.

10 formas de maltrato verbal y cómo impacta en los niños

Un mapa de educación emocional en el país

Aquí tenemos un breve listado de personas que, a puro esfuerzo, dedicación y visión, están abriendo el camino a una futura Ley de Educación Emocional y a prácticas sanas de bienestar emocional que forjen mejores ciudadanos. Corremos el riesgo de dejar muchísimos profesionales afuera, pero es imposible nombrar a todos.

María Teresa Rubino es una persona muy experimentada en educación emocional y aunque se jubiló el año pasado para seguir formando docentes en mindfulness, su tarea en la escuela Mariano Moreno de Rosario fue excelente, llevando adelante un programa piloto de Mindfulness que contó con la participación de 800 pequeños en el 2018.

Fabiana Herrera, psicóloga, realiza una excelente labor en escuelas de la ciudad de Bahía Blanca, y he podido observar cómo su trabajo no sólo impacta en niños sino también en toda la comunidad docente y de padres. Pocas experiencias tienen la fuerza que tiene la que ella desarrolla, ya que ampliar de esa manera el foco interventivo suele ser una tarea ciclópea.

María Gabriela Chua ha trabajado entrenando docentes y no docentes de jardines maternales de hospitales provinciales con el fin de educar las emociones mediante la meditación. Los encuentros son coordinados por profesionales del Programa y participa personal de los hospitales Piñeyro de Junín, Paroissien de La Matanza, Eva Perón y Manuel Belgrano de San Martín, Estéves de Temperley, Iriarte de Quilmes, Vicente López y Planes de General Rodríguez, Alejandro Korn y Rossi de La Plata.

Las escuelas Waldorf y las escuelas basadas en la pedagogía Montessori, como la de Venado Tuerto que recientemente conocí, tienen una actividad intensa en el cultivo de emociones saludables y en los procesos de interacción humana que conducen a altruismo y colaboración recíproca.

El jardín del club Estudiantes de La Plata es todo un hallazgo: allí entrenamos con mi equipo de Ineco a todas las docentes en mindfulness y luego su directora, Alejandra Varela y algunas otras colegas, continuaron su capacitación para montar en la actualidad un modelo de trabajo con los pequeños donde trabajar con la aceptación y el reconocimiento emocional son claves.

Por último, mi querido amigo y colega Cristian Plebst desarrolla lo que llama “pedagogía conciente”, combinando la excelencia científica y una sólida base filosófica que se sostiene en la atención plena, la metacognición y lo que llama el descubrimiento del Ser.

Poblaciones especiales

En educación especial también se trabaja con educación emocional. Muchos servicios utilizan programas específicos para trabajar con niños o adolescentes que tienen dificultades severas en la experimentación saludable y regulación de las emociones. Tal es el caso del austismo y el Asperger.

Un paso fundamental en la última década es el de integrar a estos niños a espacios escolares en el sistema educativo cada vez que es posible, para lo cual se trabaja especialmente con ellos y con los adultos responsables en la adecuación de los contenidos pero especialmente en la gestión de todas las dificultades interpersonales y emocionales que pueden surgir cuando niños con estas características participan de procesos de aprendizaje con otros niños. El enriquecimiento que brinda la diversidad se traduce en flexibilidad, en tolerancia, colaboración y aceptación de las diferencias, un valor fundamental en la sociedad que habitamos.

Verónica Mondaca es psicomotricista con muchos años de experiencia profesional con poblaciones de barrios carenciados, y ha sido parte de un trabajo muy valioso en estos últimos años; así nos lo cuenta: “En la actualidad se observa que las intervenciones más asertivas para los niños que presentan desafíos en el desarrollo son aquellas que involucran a las familias, estas estrategias implican al entorno del niño en su totalidad, las intervenciones mediadas por padres como se suelen llamar, abren un nuevo paradigma, que no excluye las terapias que pueda realizar un niño con diagnóstico de autismo, por ejemplo, pero si incluye el contexto cotidiano en el cual el vínculo de afecto y la familiaridad del hogar potencian la posibilidad de avanzar de estos niños, en especial cuando la comunicación y las habilidades sociales están afectadas».

Mentes bajo mucha exigencia: cómo cuidarlas del estrés

Mondaca cuenta que la Organización Mundial de la Salud implementó en 2018 en nuestro país el CST (CAREGIVER SKILLS TRAINING) un programa mundial destinado a cuidadores de niños con desafíos en el desarrollo, con foco especialmente a contextos socioeconómicos desfavorables, cuya prueba piloto (primera en Latinoamérica), concluyó exitosamente en el barrio de la Boca, en la actualidad se llevan a cabo tres réplicas del mismo en distintos barrios de CABA.

La profesional concluye diciendo: “Lo inédito del programa es la inclusión de un módulo específico dedicado al reconocimiento del estrés; parar y estar disponible en el aquí y ahora, junto con la gestión de emociones.

En empresas, la licenciada Carolina Muñoz Albiero, de nuestro equipo Train Your Brain Argentina, desarrolla un programa que se llama “Balanceando la vida laboral y familiar”, enseñando estrategias para regular estrés y ansiedad y conectar más profundamente con los momentos cotidianos. Existe un malestar extendido en el personal corporativo en cuanto a no poder cumplir con las demanda de uno y otro espacio (laboral y familiar) con la consiguiente culpa y malestar.

Por último, tenemos experiencias como la de la licenciada en Trabajo Social Silvia Segoli en el penal de mujeres de la Unidad 33 de los Hornos, en La Plata, que ha fusionado creativamente la práctica del yoga/mindfulness y el aporte de estas herramientas a mejorar la calidad de vida de las mujeres en situación de encierro; su intención es generar un impacto positivo en el espacio de convivencia, trabajar valores, la tolerancia a las diferencias, el respeto del otro, el vínculo madre-hijo y el autocuidado del cuerpo y regulación de las emociones.

Como ven, ¡no sólo Finlandia trabaja en el bienestar de sus ciudadanos!

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/buena-vida/8-claves-trabajar-educacion-emocional_0_30BFlJSz.html

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Séptimo Conversatorio 2019: Los Desafíos de la ESI para y desde la Educación popular

Por: CEIP-Historica

El 30 de septiembre de 2019 compartimos un conversatorio con Graciela Morgade, Lara María Bertolini y Luciano Fabbri sobre los Desafíos de la ESI desde y para la Educación Popular. El panel fue moderado por Victoria Heredia, estudiante del Bachillerato Popular Maderera Córdoba y abrió con la intervención de Lucía Wainstein, docente de CEIPH, quien comentó sobre la línea de géneros que venimos desarrollando en nuestra organización.  Lucía Wainstein explicó que la búsqueda de traducir en prácticas coherentes nuestra opción por una educación popular feminista nos obliga a la reconstrucción de nuestras prácticas, es decir, no basta con deconstruir las prácticas arraigas de la educación, la militancia, el patriarcado; sino que se trata de construir la práctica militante en un nuevo horizonte que incluye de manera elegida y consciente la perspectiva feminista. Además, señaló que nuestra organización ha apelado históricamente a lo que Rita Segato describe como desobediencias capilares en su manera de disputar al estado, por lo que esta estrategia también debe ser empleada para socavar las lógicas patriarcales que nos han constituido como sujetxs. A continuación, describió la serie de decisiones políticas que la CEIPH tomó a partir de repensar su propuesta político-pedagógica en el marco de la ESI, que además de hacer efectiva la transversalidad en cada asignatura, implicaron abrir espacios de autoformación específicos, destinar todas las jornadas EMI a tratar este tema, la creación de un espacio de varones anti patriarcales y conferir un espacio curricular propio a la ESI.

Con miras a abrir el debate, Wainstein propuso que el devenir de los tiempos ha avejentado muchos de los planteos de la ESI que en su momento parecían de avanzada y reclamó la necesidad de trascender ciertos enfoques ligados al biologicismo y al binarismo que quedaron plasmados en el texto de la ley.

Graciela Morgade comenzó su intervención recordando que entre los años 1991 y 1995 existió un programa nacional dentro del ministerio de Educación que se llamó Programa de Igualdad de Oportunidades para la Mujer en el Área Educativa, que dirigía Gloria Bonder, que había conseguido instalar la perspectiva de género en los Contenidos Básicos Comunes (CBC), había logrado incorporar la idea de tipos de familia, que se hablara de varones y mujeres (en ese entonces el binarismo suponía una visibilización) y toda una serie de innovaciones en el área de formación ética y ciudadana. Si bien este programa lo sostenía el Consejo Nacional de la Mujer, existía en el seno del gobierno un ala mucho más conservadora que fue la que concurrió en el año 1995 a la Conferencia de Beijing y que terminó no suscribiendo al documento final (algo que sólo harían Argentina, Irán y el Estado Vaticano). Cuando la delegación regresó al país, se quitó la perspectiva de género de todos los documentos y quienes formaban parte del Programa terminaron renunciando públicamente.

Posteriormente, en el año 2004 hubo un intento de sanción de una ley de Educación Sexual en el ámbito de la CABA que no fue aprobada en la votación. La ley de ESI vigente se sancionó en 2006, es restringida y criticable en muchos aspectos, pero significó un verdadero logro en ese momento. Los lineamientos curriculares recién pudieron ser definidos en el año 2008 luego de un trabajo muy arduo para buscar consensos dado que en la comisión de expertos que los redactó también participaban la Universidad Católica y el Consejo Superior de Educación Católica quienes terciaron para que el documento final fuera mucho más lavado que el borrador original y finalmente se negaron a firmarlo. Por todo esto, Morgade subrayó la voluntad política de la gestión para avanzar en la implementación de la ley a pesar de todas las resistencias que encontró en el camino.

En segundo lugar, Graciela Morgade destacó que la ESI es mucho más que una ley y que trasciende su propio texto y sus propios lineamientos. En su opinión lo más interesante y potente es lo que hicieron los movimientos sociales, los debates de 2009 por la Ley de Protección Integral a las Mujeres; el de 2010, por el Matrimonio Igualitario; el de 2012, por la Identidad de Género que forzaron los límites de la ESI más allá de lo prescripto. No obstante, la ESI no era aún feminista. En el 2015, con el Ni Una Menos, se vuelve a resignificara partir de la demanda de tematizar la violencia hacia las mujeres, los femicidios y la trata de personas. Los debates de 2018 sobre la Interrupción Legal del Embarazo, fueron complementarios a ese debate y aunque se perdió la votación, se despenalizó socialmente el aborto en las grandes ciudades del país. Todo este cúmulo converge en una apropiación progresiva de la ESI por parte de los movimientos sociales, los sindicatos, las universidades, los colectivos docentes que autogestivamente hacen formación y comparten recursos. En este sentido, la mayor riqueza radica en que la ley habilita la existencia de sujetos deseantes (docentes y estudiantes) que se interrogan y comienzan a interpelarse mutuamente.

Morgade evalúa que la ESI desborda las categorías clásicas pedagógicas: contenidos, currículum, categorías disciplinares, la propia tríada didáctica (docente-estudiante-objeto de conocimiento)y no deja ninguna en pie. La categoría“docente”, que fue configurada a la medida del discurso patriarcal: “la segunda madre”, el del único trabajo “decente” para una mujer, a quien se le podía pagar menos, la restituye como habitada por un sujeto histórico, sexuado y deseante. También redefine el sujeto pedagógico: “elniño”, a quien el discurso pedagógico hegemónico caracteriza como un ente abstracto, sin cuerpo, sin clase social, sin cultura originaria, sin lengua; la ESI lo representa como un cuerpo sexuado, con una construcción identitaria, situado en un determinado contexto material, cultural y geográfico. En lo que atañe al conocimiento, la transversalidad es definida como la crítica epistemológica de los saberesque hacen al currículum en todos los niveles del sistema educativo.  Este aspecto es particularmente crítico en los niveles medio y superior donde todavía la formación es disciplinar, por lo que el gran desafío que deberemos enfrentar desde la perspectiva de géneros es poder hacer una crítica al androcentrismo, a la homolesbobitransfobia que están escondidos en los libros de textos, en la falsa neutralidad del conocimiento que subyace en la base del sistema escolar. Morgade cerró su intervención invitando a valorar la ESI como una conquista que merece ser defendida y profundizada, planteó que el sistema educativo público puede ser pensado y construido desde la educación popular y que la educación popular feminista es un camino de construcción y de encuentro.

Luciano Fabbri comenzó definiendo la masculinidad como un dispositivo de poder, como un conjunto de discursos y de prácticas en las que se crían, socializan y educan a los sujetos que son reconocidos socialmente como varones para que crean que los tiempos, cuerpos, energías y sexualidades de las mujeres e identidades feminizadas deberían estar a disposición suya. Comentó que su experiencia le ha mostrado que los varones no se conciben a priori como sujetos de género, sino como sujetos universales, sin marcas asociadas al género y la sexualidad, por lo que no se problematizan en tanto tales. Sus prácticas de educación popular se han centrado no tanto en la discusión teórica, como en las vivencias corporizadas. Opinó que parte de las resistencias que aparecen por parte de los varones para trabajar desde la ESI derivan de la dificultad de hacer político lo personal y por lo tanto, las producciones feministas no consiguen convertirse en verdaderas herramientas a partir de las cuales interrogar sus existencias y llevarlas al plano de lo militante, de lo laboral, de lo profesional que es lo que permite expandir los propios límites. Ejemplificó cómo a través de los talleres que está brindando, se pone en evidencia que el tiempo de las mujeres, sus deseos e intereses son utilizados por parte de los varones en su propio beneficio incluso en las prácticas cotidianas más elementales. Cuando se extrapolan estas prácticas al ámbito educativo se pueden observar esas desigualdades en el uso del tiempo del recreo, la apropiación de la palabra, la división sexual del trabajo, la división de las expectativas sobre lxs estudiantes, etc.

Con respecto a la ESI, adviertió que no son infrecuentes los abordajes pedagógicos bancarios, androcéntricos y sexistas. La potencialidad de la ESI, desde su perspectiva, es la posibilidad de situar al género como una pregunta por la relación de poder en la propia experiencia, es decir, llevar adelante el ejercicio de politizar lo personal. De esta manera, no sólo se pueden asumir las propias parcialidades, sino las responsabilidades.Fabbri cerró su intervención subrayando que asumir esa incomodidad expulsa a los varones de sus espacios de pertenencia, por lo que es central generar nuevos espacios de pertenencia no machistas para los varones que se animen a romper con esos lazos.

Lara Bertolini, aportó que desde que apareció la Ley de Identidad de Género, quedó en evidencia que la sociedad no puede estar estructurada en base a la división sexual.Bertolini reivindicó la lucha del colectivo trans y travesti por el derecho al Deseo de Ser frente a un Estado que buscó por todos los medios acorralarlo y silenciarlo.  Valoró el trabajo que se está llevando adelante en las escuelas para proteger a las niñeces trans porque se trata de experiencias inéditas en la historia. Es la primera generación de personas trans que van a poder crecer en un contexto que les permita desarrollar sus identidades.También señaló los esfuerzos que se hacen desde muchos sectores del sistema educativo para acompañar las trayectorias de esxs estudiantes y que ha permitido que algunxshayan podido acceder a la educación superior.

Estos datos alentadores, no desconocen el hecho de que las identidades trans y travestis se encuentran en una situación particularmente vulnerable en el nivel medio del sistema educativo. Bertolini utiliza el concepto de exomarginalidad para describir la situación en la que se encuentran las identidades trans y travestis. Buena parte de la sociedad y algunos grupos conservadores ligados al poder les siguen negando el derecho a ser persona y agrade a las identidades trans y travestis como si fueran algo enfermo opatologizándolas. Esta persecución tiene su raíz en que las identidades trans y travestis rompen con el mandato del deber ser binario que se expresa en la matriz del Estado, es decir, el deseo de ser trans/travesti es revolucionario y pone en tensión al Estado y todas las categorías preexistentes. En su opinión es sintomático que en la actualidad se hable de personas no binarias, transfemicidios, travesticidios, femicidios transgénero, femenidad travesti, identidades diversas de género y que el INDEC haya decidido incluir las múltiples identidades y familias en el próximo censo poblacional.

Lara Bertolini señala que todos estos cambios tienen un impacto tan profundo en la estructura social que la ESI ha quedado chica, ya no es posible hablar de Educación Sexual Integral, ni de Educación de Géneros Integral, por lo que invita a empezar a pensar en una Educación Identitaria Integral. Esta perspectiva es superadora porque da cuenta de los cambios geopolíticos que se están dando en Latinoamérica y permite hacer visibles las múltiples identidades que existen en nuestras naciones. Incluso el concepto de Soberanía liberal entra en tensión y se hace urgente empezar a hablar de cuerpo-territorio. Para cerrar su exposición señaló que hay que insertar la Educación Identitaria Integral en el aparato administrativo del Estado, porque es allí dondeanida el binarismo, la heterosexualidad y el patriarcado. Siguiendo esa línea, si no se rompe con el poder que sujeta esos mandatos, ninguna ley, tratado o acuerdo firmado va a transformar la realidad existente. Es decir, ya no se puede problematizar la realidad, hay que tensionarla para transformarla, hay que ser constantemente incómodxs en todos los espacios que habitemos.

*Fuente: http://ceiphistorica.com/2019/10/septimo-conservatorio-2019-los-desafios-de-la-esi-para-y-desde-la-educacion-popular/

 

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El humanismo actual: verdad, bien y justicia

Por: Beatriz Villareal.

La revisión y adecuación del concepto de humanismo es necesaria ante las complejidades que han surgido en el contexto social originado por la acelerada transformación y agresión a la naturaleza causada por el progreso económico y tecnológico y la supremacía ideológica de la insolidaridad, porque hacen más difícil la construcción de espacios comunes para una convivencia social armoniosa, ante fenómenos como las migraciones y las guerras locales, nacionales o tri nacionales como es el terrible caso de Yemen en África. Este contexto hace necesario a replantearse la fundamentación del significado del humanismo. El vigente se basa en la ideal de bienestar  básicamente material como el lugar común  para todos en el mundo. Pero no lo es realmente, exhibe profundas fisuras y rasgos que le dan fecha de defunción al acercarse cada vez más a la destrucción de la base natural que lo vio nacer.

Es así porque la problematización de esta definición planteada recientemente por E. Lledó (2018)  considera que si del dinero empleado en guerras, destrucción y ausencia de solidaridad se utilizara en investigaciones sobre los problemas esenciales de la vida, la faz del mundo sería mucho mejor. Es necesaria la construcción de un nuevo paradigma del humanismo. Su significado es útil al pensamiento y a la toma de conciencia, aunque por ahora no lo es a  la acción. Que se piense y se pronuncie el nuevo contenido permite saber que están ahí, comprometiéndonos, y haciendo posible la creación de situaciones que hagan posible esta nueva definición, visión filosófica y conceptual. Requiere de una educación emocional e intelectual para vencer un mundo  lleno de ideología del poder, de competitividad, agresión y fanatismo económico que no pueden desprenderse fácilmente  de estos lastres.

Para Lledó en la educación  se encuentra la imprecisa frontera donde coinciden la teoría y la praxis  y donde ambos dominios se interfieren. Ya que pareciera que las humanidades han quedado al margen de los intereses concretos e inmediatos de las personas ante los avances de la ciencias y de la tecnología. En educación conceptos como la verdad o el bien son tan imprescindibles en el contexto cultural, al igual que los elementos físicos, para sostener y hacer posible la vida en común, los ideales humanos, la posibilidad de comunicación y la inteligencia. Son respuestas a problemas planteados por las demandas de un humanismo renovador en la incesante tarea de modificación y revisión ante las condiciones cambiantes de la humanidad.

Para la nueva concepción humanista la verdad como primer término es uno de los conceptos esenciales para que se pueda desarrollar la sociedad. El lenguaje establece los elementos que la hacen válida. Son las personas las que tienen que establecer los nuevos fundamentos  y trazar las nuevas fronteras. Antes, la verdad sólo servía a la clase poderosa y era un conglomerado ideológico sobre el cual esta clase se apoyaba. Con la democracia, se supone, en teoría, al ser todos iguales, nadie puede detentar para sí le discurso del poder ni nadie posee el privilegio de la verdad. La verdad es un bien común, un bien para construir en el diálogo con la tradición literaria y con la tradición del lenguaje en el que vivimos y estamos con los otros, sin que nadie, por la autoridad derivada de su poder,  se arrogue el privilegio y del derecho de poseerla.

Desde la filología el significado de las cosas y la filosofía con los seres y las cosas, la verdad como fundamento de las relaciones humanas brotó de una necesidad democrática histórica que descubrió un horizonte de referencias en las que los seres humanos pudieron iluminar la fuerza y seguridad de sus afirmaciones. La verdad como resultado del proyecto de creatividad humana se convirtió en un reflejo, en una referencia e impulsora y prolongadora de un territorio mental que encontraba el cauce para deslizarse y avanzar en el conocimiento. La verdad a través de las palabras señala los pasos fundacionales de este humanismo. El amor por la vida de la filosofía, la ciencia y la literatura  fueron el inicio de las aspiraciones teóricas y prácticas que dieron origen a la ciencia y a la cultura.

El bien es otro de los conceptos de la vida humana. Es una idea muy sutil por las diferentes formas bajo las que aparece. Descubre todo lo que organiza a todas las formas de ser. Expresa lo que es y en su búsqueda se afirma, se sostiene y realiza el dinamismo de existir. Aristóteles lo definió en la Ética a Nicómaco como aquello hacia lo que todo aspira. Para Lledó es el indicador que señala el último y más completo horizonte de referencia de toda realidad. Tiene sus raíces en la afirmación más real y firme de la existencia.

Y la justicia, es una forma de bien repartido en una sociedad para que ésta pueda cohesionarse sin desgarrar el tejido colectivo. No hay palabra alguna que no tenga su origen en la sustancia misma del ser humano. Las palabras de la cultura como el bien o la verdad son el territorio de la libertad. Por lo que el autor propone el placer y la necesidad que se tiene de pensar de nuevo estas palabras clásicas dentro de la tradición cultural y de la pedagógica para redescubrir esos territorios y renovar estos conceptos.

Fuente del artículo: https://www.horizontegt.com/beatriz-villarreal/2018/12/26/el-humanismo-actual-verdad-bien-y-justicia-beatriz-villarreal

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