Reseñas/23 Abril 2020/Autores: Rodrigo j. García, Ángeles Bengoechea, Guadalupe Jover, Rosa Linares y Flora Rueda/elpais.com
“Obligándolos a saber, se les vuelve la vida incomprensible” (Daniel Pennac. ‘Mal de escuela’)
En época de confinamiento la tarea docente se enfrenta al colosal ‘contratiempo’ de que las lógicas y técnicas aprendidas en los últimos 200 años de enseñanza presencial les sirven para muy poco.
El profesorado se siente inseguro y decide desplegar un considerable esfuerzo que, sin embargo, no le reporta el bienestar esperado. Poco contribuyen a mejorar esta situación la presión burocrática-administrativa ejercida y esa cultura docente académica obsesionada por la calificación y registro de algunos aprendizajes estándares, ‘tasados’ y diseñados en otras circunstancias. Esta actitud les impide hacer uso de la función más auténtica y útil de la evaluación, la de guía ‘para el aprendizaje’, y se acrecienta, sin embargo, ese otro cometido de registro de calificaciones.
Ayudan poco a lograr esa deseada serenidad las declaraciones pretendidamente expertas que ‘dicen’ resolver el problema mejorando la dotación en recursos tecnológicos a familias y escuelas y entrenando al profesorado. Este tipo de soluciones ‘simples’, ‘sin alma’, mantienen el ‘status-quo’ y no empatizan con lo sustancial: la situación carencial de muchas familias… en recursos, expectativas de futuro, capital cultural… en las que varios hermanos comparten una estrecha mesa de la cocina, en ocasiones con escasez de comida.
A estas circunstancias se une otra fuente de insatisfacción que, en tiempos de confinamiento, se muestra con toda su crudeza: El fracaso de nuestro ‘aparato escolar’ para compensar desigualdades, elevar expectativas, liberar ataduras y prejuicios sociales, generar autonomía en todos los estudiantes y despertar el interés por el conocimiento: “Cuántos escolares y estudiantes vuelven más muertos que vivos de sus horas de clase.” (Garcés, 2020).
La insatisfacción profesional se agrava cuando el docente, impulsado por la urgencia, las tradiciones y culturas académicas y las presiones de un entorno social ‘estresado’, se afana en replicar el formato tradicional presencial, de deberes y exámenes, en un escenario teleinformático de aprendizaje (EdTech).
Tanto la situación como el estado de ánimo no son algo nuevo. Muchos docentes llevan tiempo denunciándolo y poniendo a disposición materiales e itinerarios didácticos alternativos.
En la entrada anterior ya tuvimos ocasión de presentar el trabajo del ‘Grupo Guadarrama‘, formado por profesoras de educación secundaria de varios Institutos Públicos de Educación Secundaria de la Sierra de Guadarrama en Madrid, y pudimos comprobar el esfuerzo de sistematización realizado con unos materiales y secuencias didácticas alternativas al academicismo dominante. La oferta que facilitan, de acceso libre en internet, ilustra muy bien la viabilidad de otra enseñanza de la Lengua Castellana y Literatura, en la que comprensión lectora alcanza su pleno sentido educativo si se vinculada con la comprensión del mundo (Leer la palabra y el mundo).
En ‘época de contratiempos’, de escuela confinada, esta línea de trabajo puede ser una herramienta valiosa para la reconceptualización de la enseñanza y el acercamiento a nuevas pedagogías críticas promotoras de autonomía en los estudiantes. Esta concepción de la enseñanza y el aprendizaje nos puede ser de mucha ayuda en el momento de la vuelta a una nueva y cambiante realidad escolar.
A continuación, presentamos algunos de los argumentos utilizados por el Grupo Guadarrama como fundamentación del módulo por los…. por los derechos uno de los cuatro módulos (Mitos de aquí y de allá, Detrás de la ropa, Por los derechos civiles y Cerca de la distopía). El argumentario pone palabras a la insatisfacción docente por la falta de funcionalidad de muchos aprendizajes en Lengua Castellana y Literatura, al tiempo que anuncia las características del nuevo planteamiento didáctico.
MÓDULO: Por los derechos civiles
Presentación para el profesorado
La trayectoria académica de chicas y chicos está en gran medida jalonada por un sinfín de textos de carácter expositivo vinculados a las diversas áreas de conocimiento. Aunque a menudo se escuchan frases como éstas, en boca de docentes, —»es que no entienden lo que leen«, «no saben ni hacer un esquema«, «son incapaces de hilvanar un discurso mínimamente coherente«—, lo cierto es que rara vez las estrategias de comprensión lectora o de producción oral formal son objeto de aprendizaje en sí mismas.
(…) los preámbulos de las sucesivas leyes educativas suelen conferir una importancia incuestionada a la educación en valores, a los derechos humanos, a la erradicación de estereotipos, prejuicios y toda forma de discriminación. Sin embargo, y lamentablemente, esa declaración de intenciones no va siempre acompañada de una presencia inequívoca de los contenidos que las sustentan en los currículos de aula, y son aprendizajes relegados a menudo a la periferia del calendario escolar (…).
De ahí que consideramos imprescindible ofrecer una secuencia didáctica vertebrada por estas dos líneas de trabajo: los géneros expositivos y argumentativos, de un lado; la larga e inacabada lucha por los derechos civiles, por otro. La formación de una ciudadanía democrática exige levantar sobre estos cimientos todo el proceso educativo.
A lo largo del itinerario se combinan textos escritos, orales y audiovisuales, así como tareas tanto de comprensión como de producción oral y escrita. En esta ocasión, el proyecto final a que está orientado el módulo es la elaboración de un discurso, género fronterizo entre la oralidad y la escritura, y del que se habrán ofrecido suficientes ejemplos a lo largo del proceso.
Una enseñanza de calado
La propuesta didáctica y los materiales que la acompañan surgen de la experiencia docente de Ángeles Bengoechea, Guadalupe Jover, Rosa Linares y Flora Rueda (Grupo Guadarrama), su insatisfacción con el libro de texto y la necesidad de dar sentido y continuidad a un trabajo en el aula que para ellas debería tener un mayor calado. El sentido de la enseñanza de la lengua podría ir más allá de cumplir con el programa, en esa sucesión de sesiones inconexas que privilegian un contenido para poder exclamar por lo bajo, y casi heroicamente, “ya lo he dado”.
Tenían necesidad de superar ese repaso automatizado y desconectado del mundo en el que es tan fácil caer cuando el material estrella del aula es el libro de texto.
Los ejes transversales, con su virtual carga emancipatoria, y las cuestiones sociales, algunas de las cuales por derecho propio deben ser materia de reflexión en el aula, en cada escenario educativo y tarea, fueron determinantes a la hora de esbozar a grandes rasgos sus propuestas. El pensamiento crítico no debía considerase el contenido, como en algún caso se ha formulado, de una nueva asignatura añadida que profundice más en esa endémica parcelación de un conocimiento desvinculado de la realidad, sino un componente sustancial del desarrollo de cualquier área o materia curricular.
Más que nunca, en momentos de pandemia, no deberíamos hablar de contenidos imprescindibles y su calificación, y sí hablar más de actitudes, rutinas, miradas y hábitos imprescindibles. Necesitamos salir del componente amenazante al que se asocia el aprendizaje y trabajar juntos docentes, estudiantes y familias en una visión más humanista de la educación, más comprometida con la vida y el mundo.
En este sentido, posiblemente es más movilizador de aprendizaje y, quizá, más formativo acercar a los estudiantes a itinerarios didácticos, en este caso en la materia de Lengua Castellana y Literatura, más centrados en una mejor comprensión lectora, el análisis crítico de textos en diferentes formatos, la presentación ordenada de comentarios, valoraciones y posiciones personales (habilidades de cuya falta de dominio hemos visto que se queja ‘amargamente’ el profesorado) sobre una temática más próxima a la realidad que están viviendo estudiantes y familias. En esa línea de ejemplificación nos vamos a centrar, en esta ocasión, en el estudio del estado actual de los derechos civiles (Módulo 2) y la presión a la que pueden encontrarse sometidos después de un largo periodo de confinamiento, de pérdida de puestos trabajo, endeudamiento de los estados y dificultades presupuestarias.
A continuación recogemos parte del tratamiento didáctico propuesto en estos materiales para trabajar en la materia de Lengua Castellana y Literatura, con estudiantes del primer ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), uno de los derechos civiles básicos: el derecho a la educación.
POR LOS DERECHOS CIVILES
GRUPO GUADARRAMA
«Imagina que no pudieras sentarte en determinados asientos en un autobús por tener, por ejemplo, lunares en tu piel. Imagina que a la hora de decidir una fecha de un examen muy importante no participaras en la votación por ser mujer y no hombre. Imagina que te llamaran ladrón por tener los ojos negros y no verdes. Imagina que pudieras ser expulsado de tu centro escolar por gustarte más los hombres que las mujeres o al revés (…) ¿Imaginas? Por desgracia, no hace falta imaginar; miles de casos similares a estos han ocurrido y siguen ocurriendo hoy en día (…)
Lo que Malala denuncia en su discurso, lo que pide a los poderosos del planeta, es algo que seguramente te parece elemental: el derecho a aprender a leer y a escribir, el derecho a recibir una educación gratuita, el derecho a ser tratada igual que sus compañeros niños.
Muchas mujeres y muchos hombres lucharon por conseguir esos derechos civiles que hoy nos parecen fundamentales, derechos que creemos que siempre han existido, pero no ha sido así. Es evidente que todavía queda mucho por conseguir y de esta lucha, de esta necesidad de seguir avanzando por lograr derechos civiles es de lo que van a tratar las siguientes páginas. Empezamos aquí con el derecho de todo ser humano a ser tratado por igual y el derecho de recibir una educación. ¡Gracias, Malala!
Antes de comenzar a hablar de derechos civiles, veamos el discurso que una niña, Malala Yousafzai, pronunció frente a los líderes de la ONU el día que cumplía 16 años, el 12 de julio de 2013.
Vídeo.
1. (Individual. Escrita)
Fíjate en esta tabla y cuando acabes de ver el vídeo, escribe con una breve frase lo que más te haya llamado la atención de cada una de las partes del discurso.
Comienzo | Cuerpo del discurso | Cierre |
✎…
. |
✎… | ✎… |
2. (Pequeño grupo. Oral)
Si tuvierais que elaborar una noticia sobre el discurso de Malala, ¿cuál de las siguientes frases pronunciadas por ella os parece que sería un buen titular para resumir su discurso?
- El día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que han levantado su voz por sus derechos.
- Los extremistas tienen miedo de los libros y los bolígrafos. El poder de la educación les da miedo. Tienen miedo de las mujeres.
- Hubo un tiempo en que las mujeres activistas sociales pidieron a los hombres defender sus derechos. Pero, esta vez, lo haremos por nosotras mismas.
- Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos a garantizar la educación gratuita y obligatoria para todos los niños en todo el mundo.
- Un niño, un maestro, un bolígrafo y un libro pueden cambiar el mundo.
- La educación es la única solución. La educación primero.
(…) Continúa en ‘Quiero ir al colegio‘
La tarea continúa con actividades sugeridas de mejora de la comprensión de textos escritos, en este caso, sobre un argumentario de UNICEF acerca del valor del derecho a la educación como salvaguarda de la dignidad de las personas y protección ante los riesgos que acechan a los más jóvenes, como la pobreza, explotación infantil, ausencia de rutinas de salud y alimentación saludable, falta de oportunidades, inseguridad, aislamiento…
Seguidamente se proponen actividades de identificación de la idea principal del texto, de análisis de sus fuentes y posibilidades de contrastación, la composición escrita de textos de valoración y opinión, trabajando la confección de mapas conceptuales previos a los procesos de identificación y definición de los conceptos que deciden integrar en cada producción escrita, conectores… La utilización de esos esquemas conceptuales en el análisis del discurso y la organización de comunicaciones propias con cierta complejidad, coherencia entre párrafos e ideas, resumen de párrafos y textos completos, reflexión colectiva sobre la relevancia de la generalización y cumplimiento de derechos civiles como la igualdad y la denuncia de cualquier discriminación por razones de género, cultura, económicas, etiquetas culturales…
Pensamiento crítico en acción
Unir lectura de la palabra y del mundo aporta el sentido buscado en estos materiales y justifica el diseño pormenorizado, complementario, específico de la materia de Lengua Castellana, que se realiza para cada uno de los textos elegidos, en cada uno de los módulos.
La elaboración de la propuesta se inició con el módulo titulado ‘Mitos de aquí y de allá’, una constelación alrededor de algunos mitos universales, sobre la base de textos narrativos, a la que siguió ‘Detrás de la ropa’, un módulo sobre la industria textil y los problemas que hay en torno a ella (que trabajaba diversos géneros periodísticos). Más tarde, elaboraron ‘Por los derechos civiles’ (aquí se centraron sobre todo en textos expositivos y argumentativos, muchos de ellos en lenguaje audiovisual). El último de los módulos que incorporaron a la propuesta fue ‘Cerca de la distopía’, en el que se visitan las más famosas distopías literarias del siglo XX, que tanto ayudan a comprender nuestro presente.
Los materiales, que nacieron con la vocación de fomentar el espíritu crítico, están sujetos a la reflexión y a la práctica de habilidades de comprensión y escritura. Uno de sus objetivos ha sido el que fueran variados, que evitaran la sensación de lo reiterativo, tanto en las propuestas como en los formatos y en las actividades planteadas.
Más allá de la justificación legal, en el sentido de que los materiales responden con creces a lo que el currículo le exige a la materia, es un trabajo que les hace sentir cómodas en el aula, que da sentido a su profesión. Ven reforzada su satisfacción por la respuesta que obtienen de alumnas y alumnos. Partiendo de que cada grupo es un mundo, perciben motivación y, a veces, hasta entusiasmo compartido. Las sesiones se suceden orgánicamente, puesta la vista en un horizonte mayor que el timbre a los 50 minutos, porque también ellos se sienten parte de esa planificación que atrae hacia proyectos concretos las diversas actividades que acometemos en el aula.
Cada módulo plantea, como colofón, la realización de una tarea final que ponga en juego los aprendizajes logrados.
En el módulo ‘Mitos de aquí y de allá’, la tarea final es… “Tú eres el cuentacuentos” y pretende que individualmente o por parejas los estudiantes, después del correspondiente entrenamiento pautado, desempeñen este ‘rol’ en una sesión ante sus iguales.
En ‘Detrás de la ropa’, se pide la elaboración de un reportaje: “La propuesta consiste en elaborar, individualmente o en parejas, un buen reportaje sobre cualquier aspecto relacionado con la ropa que vestimos. El objetivo es sensibilizar a las personas de vuestro entorno de lo que hay «detrás» de la ropa que vestimos.”
El módulo ‘Cerca de la distopía’ plantea la organización y desarrollo de dos debates finales, que adoptan el nombre de ¿Críticos o anestesiados?… “Uno gira en torno a una de las distopías de hoy: Los juegos del hambre. ¿Hasta qué punto la ficción critica o refuerza el modo de vida que presenta? ¿Es puro entretenimiento o provoca una reflexión sobre el mundo en que vivimos? En el segundo, se plantean los pros y contras de la tecnología y se proponen nuevas formas de utilizar los avances tecnológicos para evitar un futuro distópico.”
La tarea final «Tomar la palabra” corresponde al módulo ‘Por los derechos civiles’ y se propone la elaboración de un discurso en defensa de un tema de ‘justicia para todos’. La alocución se pronuncia ante el resto de la clase, tratando de defender una determinada posición con argumentos, citando fuentes y datos… y buscando una mayor sensibilización por la temática planteada.
En esta ocasión, podemos mostrar un vídeo resumen sobre parte del proceso seguido y las manifestaciones de estudiantes y profesorado acerca del significado de este tipo de proyectos/tareas finales.
Aprender a ser
Alguna de las profesoras compatibiliza los materiales con un libro de texto impuesto en el departamento. Otras, prescinden totalmente de él. En este último caso, suelen entregar a principio de curso una carta a las familias, previamente comentada en clase, con las líneas generales de la programación, la organización de las clases y el enlace a las páginas que alojan los materiales. Saben que de no hacerlo se sienten desconcertadas. “Pero jamás hemos tenido un problema con un padre o una madre: más bien al contrario, de su parte siempre hemos recibido palabras de gratitud y de reconocimiento”, comentan estas profesoras.
Cierto que los estudiantes manifiestan a comienzo de curso su perplejidad por no tener libro de texto, porque no haya deberes y por el hecho de que no haya que estudiar para los exámenes. Las profesoras afirman que… “todo se trabaja siempre en el aula, que bastante extenuante es ya la jornada lectiva de niños y niñas”.
Les explican que, de la misma manera que una prueba de atletismo no se prepara la víspera “empollando” teoría alguna, así tampoco el desarrollo de las habilidades comunicativas se logra estudiando la víspera de un examen: requiere más bien un ejercicio constante, concienzudo y supervisado, y esto es lo que pretenden alentar.
De ahí que la evaluación se lleve a cabo a partir de las muchas tareas orales y escritas que vertebran cada secuencia didáctica: desde actividades de comprensión lectora a textos escritos cuya elaboración y borradores han ido acompañando y revisando; desde conversaciones informales en el pequeño y gran grupo que han de estar atravesadas por la cortesía lingüística y la cooperación conversacional, a situaciones de oralidad formal mucho más elaboradas. Recordemos que cada itinerario está orientado a una tarea final para cuya evaluación consensuamos una serie de criterios con el alumnado.
Intentamos que la evaluación sea una herramienta de diagnóstico al servicio de la mejora y en la que participemos todos los implicados.
“Profe, es que así aprendemos sin tener que estudiar” exclama Ayoub, unos de los estudiantes, en mitad de una clase.
“Da pudor reproducir las frases que escuchamos de boca de nuestros alumnos y exalumnos, alumnas y exalumnas, y que van desde el regocijo por unas clases mucho más amenas, dinámicas y entretenidas que aquellas a las que estaban acostumbrados, hasta el testimonio de aquellos que aun años más tarde vienen a buscarnos solo para decirnos lo que aprendieron —en lo académico, en lo vital, en lo cívico— de unas clases que les dejaron honda huella” comentan las profesoras.
Estas palabras les reconfortan y estimulan, porque no siempre es fácil apostar por prácticas que se apartan de lo socialmente legitimado: «la inamovible identificación entre la asignatura de Lengua y el análisis sintáctico, por ejemplo.»
Y añaden… “Por eso, cuando no es posible establecer alianzas y complicidades dentro del departamento o dentro del centro —lo que sin duda sería lo deseable— tenemos que tejerlas con otros colegas que, quizá también en soledad, buscan otros caminos para la educación lingüística y literaria de niñas, niños y adolescentes.”
Difusión y continuidad
Después del proyecto “Leer la palabra y el mundo” vinieron las Constelaciones de literatura universal, otro proyecto orientado a la educación literaria en la ESO.
Allá donde los han presentado —bien en jornadas y cursos, bien a través de las redes sociales— la acogida no ha podido ser más entusiasta.
“Tropezamos a menudo con colegas a quienes les gustaría sumarse a esta línea de trabajo incorporando materiales y abriendo caminos, pero no somos sino cuatro docentes desbordadas ya en nuestros tiempos personales por unas jornadas escolares que no dejan respiro, y un trabajo extramuros del que no podemos prescindir si queremos seguir en el oficio con una cierta sensación de honestidad profesional. No: la docencia no puede ser una suerte de sacerdocio. Y es aquí donde necesitamos que las administraciones educativas, y aun el propio Ministerio de Educación, hinquen al fin el diente a la renovación curricular y a las condiciones laborales del profesorado” (Grupo Guadarrama).
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