Ambientado con bailes y música folclórica, este 18 de abril se firmó el convenio entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Sistema Integral de Formación Artística para la Inclusión Social en La Carpio (Sifais) con el fin iniciar un sistema de educación abierta para habitantes de ese populoso caserío josefino.
Esta iniciativa beneficiará a más de 80 estudiantes mayores de 15 años de La Carpio, quienes con el apoyo de nueve educadores del MEP recibirán tutorías de lunes a jueves para presentar los exámenes de bachillerato en octubre y mayo.
¿Qué significa esta oportunidad para La Carpio? Actualmente, este sector no cuenta con colegios diurnos a los que puedan asistir quienes ya terminaron la escuela primaria. Además, en cada familia hay al menos una persona que aún no termina la secundaria, eso sin tomar en cuenta el bajo nivel de alfabetización de la región.
“La verdad es que tenía mucho tiempo esperando, porque es muy importante para los que queremos superarnos y que no pudimos tal vez antes, pero ahora adultos sí podemos lograr las metas que queremos”.
A sus 28 años de edad, Janet García busca una nueva oportunidad para superarse tras haber dejado los estudios, hace 10 años. Ella representa a decenas de jóvenes en La Carpio que necesitan por lo menos noveno año de colegio para conseguir un empleo que dé sustento a su familia.
Sin embargo, consolidar un sistema educativo no ha sido tarea fácil para esta pequeña ciudad. Fue hasta 1994 que, por medio de rifas, padres de familia de La Carpio lograron tener su primera escuela.
Ahora, el gran obstáculo es la movilización. Para muchos habitantes de La Carpio, el dinero necesario para pagar los pases de buses diarios es una gran limitante.
Además, quienes quieren culminar sus estudios en esta zona deben hacerlo por las noches, pues el único colegio que hay comparte locación con la escuela que construyeron los vecinos hace más de 20 años.
Por esta razón, madres de esta comunidad decidieron solicitarle al profesor de la Universidad de Costa Rica, Carlos Sandoval, un colegio que pudiera brindarle oportunidades tanto a ellas como a sus hijos; así que durante más de 10 años buscaron un lugar que albergara a los futuros estudiantes.
“Es muy difícil en áreas urbanas tener mucha área disponible sencillamente porque no hay terreno libre. Cuando yo supe del Sifais me reuní con Maris Stella y con Karina (coordinadoras del Sifais) y yo les decía que tenían un enorme edificio al que le iban a dar una utilidad relativamente escasa, entonces ahí empezó a abrirse la posibilidad de montar el colegio”, mencionó Sandoval.
Fue entonces cuando este docente decidió invitar a la viceministra académica del MEP, Alicia Vargas, para que conociera La Carpio y sus grandes avances.
Vargas se unió a esta iniciativa y ahora tanto el sistema de educación abierta como el colegio técnico de La Carpio están dentro de los planes que este gobierno impulsa en una comunidad que intenta romper con los estereotipos que la rodean.
“Cuando iniciamos la gestión, las personas que nos visitaron nos mencionaron la posibilidad de hacer esta cueva de luz (lugar que alberga los cursos de Sifais) y nos pareció tan impresionante el trabajo voluntario que se estaba haciendo que decidimos fortalecerla”, recordó la viceministra; además, aseguró que es solo el inicio de los grandes aportes que dará el MEP a La Carpio.
El sueño de Alicia
El espacio de transformación social de La Carpio comenzó hace aproximadamente dos años, cuando Alicia Avilés decidió conformar una orquesta con la comunidad de “Cueva de sapo”; entonces, muchos pensaron que había pasado de vivir en elPaís de las Maravillas a formar parte de Misión imposible.
Pero Alicia no se detuvo sin antes consultarle a quien sería luego su compañera de proyectos, Maris Stella Fernández; ambas pensaron impulsar la propuesta como parte del programa de responsabilidad social de su fundación, Eureka Comunicación.
“La verdad es que cuando uno ama el trabajo que hace espera de todo y gracias a Dios tuve un equipo muy bueno, perseverante y empunchador. Yo me sentía impotente al no poder solucionar como dirigente comunal toda la importancia que un joven necesitaba para salir adelante y ahora que el MEP nos está apoyando se puso el granito de arena que hacía falta”, mencionó Avilés.
Fue gracias a esta iniciativa que surgió Sifais en una de las zonas más conflictivas de La Carpio y ello permitió cambiarle el nombre peyorativo “Cueva del sapo” a “Cueva de luz”.
Ubicada en casi los límites de esta zona, Cueva de luz promueve ahora la integración social de esta comunidad a través del arte, el deporte y, ahora, la educación secundaria.
“Nunca olvidaré que Sifais tenía como propósito hacer mejor esta comunidad y sacarnos adelante a todos, incluyéndome. Cada uno de nosotros tenía un sueño y Sifais ayudó a que germinara, porque de una u otra manera creo que muchas personas se han visto beneficiadas por el crecimiento que ha tenido. El cambio de todas las personas que conozco acá es fantástico, es increíble”, concluyó Fabio Flores, joven estudiante de la comunidad de La Carpio que formó luego parte del grupo de profesores voluntarios de Sifais.
Fuente: http://semanariouniversidad.ucr.cr/universitarias/la-carpio-le-da-la-bienvenida-al-bachillerato-educacion-abierta/