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Educación promueve convivencias escolares en Portugal

Europa/Portugal/27 Febrero 2020/https://www.hoy.es/ç

La Consejería de Educación y Empleo destina 16.000 euros a centros públicos extremeños que estén acogidos al Programa de Lengua y Cultura Portuguesa, para la realización de convivencias escolares en Portugal en el curso escolar 2019/20.

Este programa se enmarca dentro del espacio de cooperación institucional existente entre España y Portugal en materia educativa y cultural.

Entre sus objetivos, destacan potenciar el respeto y el aprecio por las diferencias culturales, para la formación de ciudadanos libres, responsables y participativos en una sociedad multicultural, así como mantener y desarrollar las referencias lingüísticas y culturales del alumnado de origen portugués y darlas a conocer al resto del alumnado y comunidad educativa en general.

Podrán participar en la actividad el alumnado de 3º, 4º, 5º y 6º curso de Educación Primaria, así como el de Educación Secundaria que forme parte del programa en los centros acogidos.

Las actividades se desarrollarán durante un día, preferentemente de lunes a jueves, entre los meses de marzo a mayo.

Fuente: https://www.hoy.es/extremadura/educacion-promueve-convivencias-20200224004402-ntvo.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

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Cuba inaugura Facultad Preparatoria de idioma ruso para futuros becarios cubanos

Centroamérica/Cuba/13 Febrero 2020/sputniknews.com

La inauguración oficial de la Facultad Preparatoria de idioma ruso en La Habana es un hito que trasciende hacia otras universidades y hacia otras ramas del conocimiento, comentó a Sputnik la rectora de la Universidad de La Habana, doctora Miriam Nicado.

«Para nosotros es una oportunidad contar con este nuevo espacio de trabajo y de intercambio, tendremos la posibilidad de traer profesores que dominan la didáctica de la enseñanza de la lengua rusa, y además tendremos la oportunidad que nuestros futuros profesionales dominen el idioma, no solo como vía para los estudios, sino como una vía cultural», subrayó la también miembro del Consejo de Estado de Cuba.

Durante el acto inaugural se firmó una carta de intención de la Universidad Federal del Sur, de Rusia, con el ministerio cubano de Educación Superior y las universidades de La Habana, Central de Las Villas (centro), y la de Guantánamo (este), que participan de este programa educativo.

También se firmó la renovación del convenio marco entre la Universidad de La Habana y la Universidad Federal del Sur, representadas por sus respectivas rectoras Miriam Nicado e Inna Shevchenko.

La doctora Nicado explicó a Sputnik que la nueva facultad preparatoria permitirá que los profesionales cubanos que opten por becas de maestría, doctorados, o por becas de pregrado, «puedan tener un dominio del idioma de manera que se pueda aprovechar mejor la estancia en un país que hoy ostenta uno de los mayores índices de desarrollo en materia educacional a nivel mundial».

Por su parte, la doctora Marina Borovskaya, viceministra de Ciencia y Educación Superior de Rusia, presente en la inauguración, aseguró que Cuba y Rusia están «en un momento importante en que los dos países están haciendo un gran esfuerzo para desarrollar el idioma ruso y las asignaturas que se pueden impartir».

Borovskaya insistió que los profesores que trabajen en este proyecto deben conocer el formato que se utiliza en Rusia, no solo en la enseñanza del idioma ruso, sino en la enseñanza de otras asignaturas en este idioma.

También intervino Andrei Guskov, embajador de la Federación de Rusia en Cuba, quien calificó a este proyecto como «muy importante, no solo para la actividad educativa, sino para nuestras relaciones bilaterales en general».

«En varias ocasiones hemos tratado el tema de la cooperación económica y en el ámbito de la educación, y siempre mencionamos los proyectos bilaterales que se realizan ahora en el sector económico, como la revitalización de la infraestructura en el transporte, la energía, entre otros», precisó el diplomático.

«Quedan muchas cosas que hacer en el futuro —insistió Guskov—, por lo que los especialistas que dominan no solo su profesión sino también el idioma, las tipologías y las técnicas rusas, serán muy demandados aquí».

Participaron además en la firma de documentos Miriam Alpízar, viceministra de Educación Superior de Cuba; Osana Molerio, rectora de la Universidad Central de Las Villas; y Alberto Turro, rector de la Universidad de Guantánamo.

Fuente e imagen tomadas de: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202002111090431797-cuba-inaugura-facultad-preparatoria-de-idioma-ruso-para-futuros-becarios-cubanos/

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CANADÁ La misión de desarrollar capacidades en África tiene un giro francés

América del Norte/Canada/universityworldnews

La universidad bilingüe francés / inglés más grande del mundo ya da la bienvenida a 2.000 africanos a su campus y ha creado una red de centros de investigación en 15 países africanos, la red Open African Innovation Research (Open AIR), y ahora está buscando aprovechar el rápido crecimiento del mundo francófono. población forjando nuevas relaciones entre pares con una docena de universidades africanas.

Un acuerdo firmado en noviembre pasado entre la Université d’Ottawa (uOttawa) y 12 universidades africanas ha formalizado relaciones ad hoc previas entre la universidad y una docena de contrapartes francesas africanas, incluidas las instituciones en Senegal, Costa de Marfil y Benin.

«Hay dos partes en el acuerdo», dice Adel El Zaim, director de internacionalización de uOttawa. «Primero, queremos ayudar a desarrollar la capacidad en las universidades africanas con las que hemos estado trabajando durante varios años».

La segunda parte del acuerdo se centra en los estudiantes africanos que vienen a uOttawa.

Para evitar caer en la trampa de predeterminar lo que las universidades africanas necesitaban, uOttawa trajo representantes de las 12 universidades a Ottawa para reunirse con varias facultades.

«Antes de que llegaran, tuvimos reuniones durante las cuales preparamos las facultades para algunas de las diferencias entre la forma en que funcionaban las cosas aquí en Ottawa y lo que esperaban nuestros visitantes», dice El Zaim.

Diferentes países tenían diferentes necesidades y prioridades. Varios estaban interesados ​​en desarrollar programas conjuntos en negocios, ingeniería, enfermería y bilingüismo. Si bien el interés de un país en desarrollo como Côte d’Ivoire en la ingeniería civil no requería explicación, su interés en desarrollar rápidamente un programa de deportes y ocio fue sorprendente.

«Sin embargo, es un buen ejemplo de una necesidad específica que no se ve fácilmente desde el punto de vista de la capital de Canadá: Côte d’Ivoire será la sede de la Copa Africana de Naciones en 2023», dijo El Zaim.

Los 2,000 estudiantes africanos en el campus de uOttawa representan una cuarta parte de los 8,000 estudiantes extranjeros que estudian en uOttawa, donde la población estudiantil total es de 34,000.

“Los estudiantes africanos han venido a Ottawa durante años, pero hasta ahora de manera ad hoc. Tuvieron que hacer la investigación y hacer la solicitud por su cuenta «, dice Alain Malette, director senior de gestión de inscripción. «Ahora, podremos tener personas en el terreno en diferentes países que puedan explicar lo que la universidad les ofrece».

Estos representantes también ayudarán a solicitar permisos de estudio, visas y se reunirán con las familias de los estudiantes para explicarles el proceso y cómo funciona la educación en uOttawa. Para preparar aún más a estos estudiantes para uOttawa, se combinan con mentores que se conectan con ellos a través de las redes sociales y conversan con ellos durante un período de hasta cuatro meses.

Capacidad para construir

Igualmente importante, uOttawa espera desarrollar capacidad en África para que los estudiantes africanos puedan hacer parte de sus estudios en su país de origen antes de venir para un último año en Ottawa o en el nivel de maestría.

«En este momento, el flujo es unidireccional desde África a Ottawa», dice Malette. «Nuestra esperanza es que eso cambie y los estudiantes canadienses irán a África para los primeros años de programas y luego regresarán aquí para traer sus experiencias a nuestras aulas».

Los estudiantes africanos también irían a Ottawa para la parte posterior de sus programas.

Para uOttawa, África tiene otra importancia. «Como universidad bilingüe, tenemos una misión especial para el francés», dice Malette. «El futuro del francés está en África debido a la demografía».

El país de habla francesa más grande del mundo es la República Democrática del Congo, con una población de más de 80 millones, 10 millones más que en Francia. «Si queremos ser parte del desarrollo del francés, para ayudar a mantener nuestra herencia bilingüe, debemos involucrarnos en África», dice Malette.

Con el fin de alentar a los estudiantes africanos franceses a venir a uOttawa a estudiar, se les cobra las mismas tarifas de matrícula que a los estudiantes de Ontario, aproximadamente CA $ 4,000 (US $ 3,000) por semestre. En la actualidad, se ofrece ayuda a los estudiantes africanos, a quienes se les permite trabajar en el campus, por ejemplo, como profesores o asistentes de investigación o, si son estudiantes universitarios, como mentores remunerados.

En un momento de restricción presupuestaria, como es actualmente el caso en Ontario, no es obvio para el público en general cuáles son los beneficios de tener estudiantes extranjeros que estudian allí. Mientras discutía este punto con Natalie Morris, gerente de servicios de apoyo a estudiantes internacionales en uOttawa, ella respondió con una anécdota personal. Cuando era estudiante visitante en la Universidad de Barcelona en España, tomó un curso opcional de antropología.

“Estábamos hablando de los inuit en Canadá. El profesor tuvo la oportunidad de hacer preguntas a alguien que es del país sobre cómo percibimos las relaciones con los inuit. Pudo obtener una perspectiva canadiense sobre un tema canadiense que se estudiaba en clase ”.

La internacionalización del campus brinda esta oportunidad a nuestros estudiantes aquí, agregó Schorr.

Un elemento central para apoyar el éxito de los estudiantes extranjeros son los mentores como Melissa Delalie Houinson, una estudiante de ciencias de la salud de segundo año de Benin. Los mentores ayudan a los estudiantes recién llegados con cosas como encontrar un apartamento y dirigirlos al centro de escritura de la universidad si tienen problemas para escribir en francés.

Si un estudiante no vive en un dormitorio, uno de los problemas más grandes e inmediatos que los estudiantes pueden enfrentar es la vivienda. El problema no es solo que la tasa de vacantes en la capital de Canadá sea del 1.85%.

“Uno de los problemas para encontrar un lugar para vivir es la comida. Los africanos tienden a cocinar con muchas especias, y nuestra comida tiene un olor muy fuerte. Eso puede dificultarnos encontrar apartamentos o compartir apartamentos ”, Houinson se encontró explicando a los estudiantes recién llegados.

También ayuda a los estudiantes recién llegados a navegar algunas de las diferencias sociales entre sus países de origen y Canadá. “Cuando vine aquí, mi mentor me explicó que cuando conoces a un profesor para discutir tu trabajo o tienes una entrevista, tienes que mirarlo a los ojos y darle un fuerte apretón de manos. Esto no es algo que hacemos en casa. Pero les dije esto e incluso les mostré cómo ”, dice ella.

La red de investigación Open AIR se estableció en 2015. Las 15 universidades africanas involucradas incluyen la American University en El Cairo e instituciones en Senegal, Nigeria, Camerún y Sudáfrica. «Estamos analizando la economía global del conocimiento y cómo África ya se está adaptando a ella», dice Schorr.

Serie de centros de investigación.

La red es una serie de centros en los que los investigadores trabajan en áreas como la impresión 3D. Por ejemplo, Dembo Diob, un inventor local en Dakar, Senegal, vino a Thomas Hervé Mboa Nkoudou, quien está afiliado a un centro empresarial Open AIR, con el prototipo de una impresora 3D capaz de imprimir objetos de mayor calidad que muchos comerciales. Impresoras 3D a una fracción del precio. La mayoría de las impresoras 3D de alta calidad cuestan US $ 2,500, pero Diob cuesta US $ 450.

Nkoudou lo consideró un ejemplo de libro de texto de las dificultades que los empresarios africanos tienen para desarrollar sus productos. El sector informal está lleno de actores locales capaces de superar dificultades, a menudo a menor costo. El problema es cómo proporcionarles las herramientas comerciales que necesitan para tener éxito.

La impresora 3D diseñada por Diob es notable, dice Nkoudou, por «su robustez, la facilidad de solucionar problemas localmente y su costo». Para ayudar a iniciar el negocio de Diob, Nkoudou ordenó uno.

Mientras tanto, en la Universidad de Ciudad del Cabo, el profesor Tobias Schonwetter está trabajando en propiedad intelectual y derecho tecnológico, además de estar en el comité directivo de Open AIR. En lugar de mirar a los países desarrollados, Schonwetter y los investigadores que trabajan con él están tratando de darle la vuelta a esta narrativa y «mostrarle al resto del mundo que puede aprender mucho de África» ​​en el área de la inteligencia artificial (IA).

Específicamente, el equipo que dirige estudia «derecho contextual y formulación de políticas en Sudáfrica y en toda la región». Su objetivo es «comprender el surgimiento de la IA en todo el continente africano», incluidos los efectos del género en el desarrollo de la IA.

Tres mil millas al noreste de Ciudad del Cabo, el profesor Isaac Rutenberg de la Universidad Strathmore en Nairobi, Kenia, está trabajando para comprender lo que él llama el «ecosistema [de desarrollo] innovador en la región». Su trabajo comenzó con el examen de cómo funcionan los centros tecnológicos en Nairobi y Lagos.

“Ahora se ha convertido en una revisión más amplia de los factores que afectan la innovación y el espíritu empresarial. Está claro que los centros tecnológicos siguen siendo bastante importantes para fomentar un entorno propicio para la innovación, pero hay otros factores importantes y estamos tratando de comprenderlos ”, dijo a University World News en un correo electrónico.

De vuelta en Ottawa, Schorr subrayó que el papel de uOttawa en Open AIR no es determinar en qué deberían estar trabajando los académicos e investigadores en África. Más bien, es para facilitar los vínculos entre los académicos que trabajan en diversos campos a miles de millas de Canadá y entre sí.

Si bien Open AIR está parcialmente financiado por las agencias de subvención del gobierno, la recompensa para uOttawa es más que ayudar a los académicos e investigadores de África con su trabajo.

«En un mundo globalizado, es imperativo que nuestros profesores y nuestros estudiantes de posgrado tengan acceso al trabajo de vanguardia que se realiza en el extranjero», dice, antes de dar un ejemplo de un profesor de derecho que pueda incorporarse a su clase. Investigación desarrollada por Open AIR sobre propiedad intelectual.

 

 

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20200124120332277

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Alemania: Universidades para apoyar al Sur Global en el logro de los ODS

Europa/Alemania/universityworldnews.com

Siete universidades alemanas recibirán fondos del ministerio de desarrollo del país para apoyar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en África, Asia y América Latina.

El programa ‘Exceed’ ( Hochschulexzellenz in der Entwicklungszusammenarbeit o Higher Education Excellence in Development Cooperation) fue lanzado en 2009 por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania ( Bundesministerium für Wirtschaftliche Zusammenarbeit und Entwicklung o BMZ) y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) para apoyar y atraer más atención a la colaboración entre las universidades alemanas y sus socios en el Sur Global.

Las universidades elegidas para el período 2020-24 recibirán un total de € 30.8 millones (US $ 34 millones) de la BMZ.

En OH-Target, One Health Training and Research Global Network, la Universidad Ludwig Maximilian de Munich y el centro médico de la Universidad de Munich se dedicarán a la investigación con universidades asociadas en nueve países del Sur en tres continentes.

El proyecto está concebido para ayudar a mejorar las condiciones de salud en todo el mundo al comprender mejor los problemas estructurales de salud causados ​​por el entorno en el que viven las personas y al desarrollar enfoques específicos de contexto de manera holística y participativa. Impartir habilidades de investigación será uno de los elementos clave del programa.

Centrada en el ODS 17, la Red de Alianzas Globales (GPN) de la Universidad de Kassel involucra a 12 instituciones de educación superior y aproximadamente 20 organizaciones no gubernamentales que explorarán las perspectivas y las limitaciones de las alianzas globales en los campos de la cooperación al desarrollo, la economía global y el conocimiento. producción. Las áreas focales deben incluir acceso, responsabilidad y participación, así como agricultura, finanzas y energías renovables.

El programa SDG Nexus Network de la Universidad Justus Liebig de Giessen se basa en la observación de que los 17 ODS son en parte complementarios, y que existe una gama de conflictos de objetivos que podrían poner en peligro su consecución para 2030. El programa busca abordar este problema aplicando el Enfoque Nexus, que ha encontrado un uso generalizado en el proceso de los ODS y se centra en el supuesto de que los recursos ambientales están entrelazados.

La Red SDG Nexus comprende proyectos de colaboración que involucran instituciones de investigación extrauniversitarias, tomadores de decisiones e instituciones políticas, así como esquemas de educación adicional para científicos junior, que son vistos como posibles agentes de cambio.

El Centro Global de Métodos Espaciales para la Sostenibilidad Urbana (GCSMUS) es un proyecto respaldado por la Technische Universität Berlin que busca combinar métodos de investigación en ciencias sociales, transferencia e intercambio de conocimiento e implementación de resultados con la formulación y planificación de políticas urbanas para lograr un desarrollo urbano sostenible , que SDG 11 se refiere.

Los campos abordados incluyen el establecimiento de una red metodológica global a través de conferencias, la adquisición de habilidades aplicables a través de la implementación práctica empírica y talleres para llenar el vacío entre la investigación y la práctica.

Promoviendo la empleabilidad

El Centro Africano de Apoyo a las Habilidades para el Mejoramiento de la Carrera de la Universidad de Leipzig (ACCESS) está destinado a centrar los esquemas de colaboración ya existentes con sus universidades asociadas en África más en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta red se concibe como una interfaz entre las universidades del continente africano y las organizaciones asociadas de cooperación para el desarrollo en el Sur Global.

Las áreas de actividad del centro incluyen el desarrollo de capacidades para promover la empleabilidad en las instituciones de educación superior, así como la Academia de emprendimiento alemana africana ya establecida, que está diseñada para promover la educación emprendedora de vanguardia y desarrollar la cooperación con nuevas empresas y empresas en África.

La Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt se centra en un programa de trabajo social y de apoyo a las ONG en la cooperación para el desarrollo, Soziale Arbeit und Stärkung von ONG in der Entwicklungszusammenarbeit . El objetivo del programa es apoyar la capacitación y educación de los trabajadores sociales en los países de Asia Central, quienes juegan un papel clave en la prevención y el tratamiento de la drogadicción. También busca promover el intercambio académico entre universidades alemanas y asiáticas en los campos relevantes.

El Centro de Energías Sostenibles y Emprendimiento en el Sur Global, dirigido por la Universidad Técnica de Munich, está diseñado para realizar investigaciones sobre el suministro de energía y vincularlo con la educación superior a nivel internacional. La atención se centra en la última generación de mini redes como un componente de suministro de energía en los países del Sur Global. El programa también apoya el desarrollo empresarial.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=2019121910232634

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Uruguay: La académica e investigadora Judith Sutz presentó una propuesta tan osada como practicable de política de ciencia, tecnología e innovación basada en evidencia

https://ciencia.ladiaria.com.uy/ 29-12-2019

Judith Sutz es coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República (Udelar). Se recibió de ingeniera electricista, pero luego se centró en temas vinculados con el desarrollo y el conocimiento, y obtuvo un doctorado en Socioeconomía del Desarrollo en la Universidad de París. En la última jornada del ciclo de charlas abiertas organizado por el Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt), la Secretaría de Ciencia y Tecnología y la Dirección para el Desarrollo de la Ciencia y el Conocimiento (D2C2), el martes 10 Sutz dio una disertación titulada “Elementos y propuestas para una política de ciencia, tecnología e innovación basada en evidencia”. A diferencia de muchas otras ocasiones en las que se señalaban debilidades de nuestro sistema científico y se trazaban horizontes a alcanzar, la propuesta de Sutz incluye una idea concreta que puede ponerse en marcha con muy poco dinero y que podría poner al país en carrera para eso que todos invocan pero nadie sabe cómo hacer: lograr que el conocimiento, la ciencia y la innovación contribuyan al desarrollo del país.

Un análisis más completo de la evidencia

La conferencia estuvo basada en un texto de igual título que Sutz elaboró hace unos meses y que me envió antes de nuestro encuentro en la sede de la CSIC, a metros de la casa central del PIT-CNT. “Lo escribí en un momento en que me dio la impresión de que si bien teníamos evidencia sobre la situación de la ciencia, la tecnología y la innovación, estábamos mirando aspectos parciales de la evidencia y derivando ciertas sugerencias desde esa mirada incompleta”, dice Sutz cuando le pregunto por el momento en que concibió su propuesta, deslindándose de cualquier coincidencia con el ciclo electoral o la coyuntura de transición actual.

En su trabajo se deja claro que con frecuencia se utilizan dos indicadores para ver qué tan bien vamos en lo relativo a ciencia, tecnología e innovación o en investigación y desarrollo (I+D). Uno es la relación entre la inversión en I+D y el Producto Interno Bruto (Uruguay destina casi 0,4% del PIB a I+D, y ya es un reclamo conocido el de subir esta inversión a 1%), y otro la generación de un índice entre la cantidad de investigadores por millón de habitantes. Al comparar esos datos con los de países que consideramos que están haciendo mejor la cosas, por lo general no salimos bien parados. “Es cierto que tenemos pocos investigadores en comparación con Holanda, Estados Unidos o Nueva Zelanda. También tenemos una inversión muy baja en I+D en relación con el PIB, también comparándonos con Holanda, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón y Corea. Pero eso es sólo la mitad de la historia”, dice Sutz. Veamos un poco los datos en el cuadro 1.

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Al observar la cantidad de investigadores por millón de habitantes, en su texto Sutz señala que “Uruguay está en una posición intermedia en América Latina: por debajo de Argentina y Brasil, por encima de Chile, Colombia y México”, y agrega que, en cambio, con los países ricos de la OCDE la distancia es muy marcada. Ese dato nos muestra cuán lejos estamos de otras realidades. Pero mirar sólo eso sería incompleto. “La otra mitad de la historia consiste en ver en esos otros países de los que decimos que tienen muchos más investigadores que nosotros dónde trabajan esos investigadores y quién contribuye a la inversión en I+D respecto del PIB. ¿No serán preguntas que también es importante hacerse?”, dice Sutz, y señala que “el número frío es apenas una parte”.

Frecuentemente nos aferramos al poder mágico de los números. 6% del PIB para la educación. 1% para I+D. Pero además, hace tiempo que varios actores vienen alertando que en los países que tomamos como modelo a seguir la inversión en I+D no corre sólo por cuenta del Estado. En la evidencia que muestra Sutz, eso queda patente.

Foto del artículo ''

Como ya dijimos, la inversión en I+D de Uruguay ronda el 0,4% del PIB. Se “compara así pobremente con varios países de América Latina y con los países ricos de la OCDE”, señala Sutz en su texto, para luego hacer una observación nada menor respecto de cómo invierten los países modelo: “No es sólo la proporción de su PIB destinado a I+D, que en general está por encima de 2%, sino la parte minoritaria que en ella ocupa la inversión pública”, afirma, y agrega que gran parte de esa inversión corresponde a las empresas privadas y públicas. Si Uruguay invierte en I+D 0,41% del PIB, 88% de esa inversión proviene de fondos públicos, es decir, 0,36% del PIB. Ese guarismo en países como Dinamarca, Estados Unidos o Corea, no supera jamás el 0,35%.

“Me pareció que valía la pena plantear que las diferencias no son solamente de números, sino también de estructura. Cuando uno mira solamente los números, la recomendación es invertir más, tener más investigadores, más, más, más. Pero cuando uno mira la estructura, la recomendación pasa más por ver dónde están acá los actores que en esos países están pidiendo conocimiento, requiriendo conocimiento, usando conocimiento. ¿Quién pide conocimiento en Uruguay? ¿Quién les pide conocimiento a los investigadores que creamos? Ahí nos damos cuenta de que hay una debilidad muy grande”, comenta Sutz.

“Cuando una decisión tomada en el ámbito público le cierra la puerta a la investigación nacional o a las empresas nacionales, generalmente por aversión al riesgo, el futuro nacional retrocede, a veces por décadas”.

“En nuestro país hay una demanda muy escasa de conocimiento, tanto del sector productivo privado como del Estado”, señala, y descarta que eso se deba a que no se requiera conocimiento en el país. “El asunto es de dónde se saca, a quién se le pide y a quién se le compra. A partir de estas inquietudes me pareció que valía la pena mostrar que a la evidencia había que agregarle algunos elementos, y a partir de eso decir cómo hacemos”, afirma.

¿Cómo enfrentar los desafíos?

“El desafío para el país, reconocido hace ya décadas, resulta así ser triple, aunque de dispar dificultad: incrementar la inversión en I+D, diversificar su origen y mejorar su eficiencia. El interrogante para la política de ciencia, tecnología e innovación es cómo hacerlo, puesto que las cifras más recientes no muestran avances”, señala la investigadora en el documento. En caso de querer mirarnos en ese espejo de los países desarrollados que hacen bien las cosas, si el Estado invirtiera ese deseado 1% en I+D, lo que correspondería sería que el sector privado invirtiera otro 2%. Saltaríamos así de la inversión actual de 0,41% del PIB a una cercana a 3%.

“Si nosotros invirtiéramos 1% en I+D, en la estructura actual de la inversión, con casi la totalidad proveniente del sector público, estaríamos cerca de lo que invierte Holanda por parte del sector público”. Sutz es enfática en aclarar que “no se trata de ir en contra del 1%”, y pide que no se la malinterprete, pero afirma que “el 1% es un número mágico, como también sería una solución mágica imaginar que por decreto los privados van a aportar 0,5% u otro 1% o hasta 2%. Tenemos que analizar los grados de libertad que se tienen en la política, que puede decir que le dará prioridad a determinadas cosas, pero que no le puede decir a las empresas privadas en qué invertir”, señala, abriendo la puerta para las empresas públicas.

El Estado no puede decirles a los privados en qué invertir, pero puede dar incentivos o castigos económicos. “Puede, pero también puede hacer algo que no es lo uno ni lo otro”, agrega. “El Estado puede ayudar a crear mercados. Somos un país pequeño y si queremos exportar, tenemos que aprender en casa. No hay un solo ejemplo de exportación de alta tecnología, salvo el caso específico y muy particular del software, en el que las empresas exporten sin haber aprendido en casa”.

“Apelando a la fácil, lo seguro, y al conocimiento que tienen otros no es como se desarrollan los países”.

Sutz pone un ejemplo de esto para que no quede como una cuestión despegada de la realidad –precisamente, si hay algo que tiene el planteo de la académica es que es tan concreto como la piedra contra la que estamos a punto de darnos la cabeza– y habla del caso de la empresa Eriksson. “Suecia, en su momento, tendría que haberle comprado a Siemens, era la opción lógica”, señala, pero el gobierno sueco tomó una decisión estratégica y le encomendó el desarrollo de las telecomunicaciones a la empresa nacional en lugar de comprar el paquete del gigante alemán. “Hubo una decisión del gobierno sueco de comprar sueco. Comprarle a Siemens era mucho más fácil y seguro, pero apelando a lo fácil, lo seguro y al conocimiento que tienen otros no se desarrollan los países”.

Por este motivo, en su charla hizo énfasis en que para aprender es necesario tener oportunidades de aprender. “Hay que crear oportunidades para que uruguayos y uruguayas científicos, ingenieros, tecnólogos lidien con problemas complejos, aprendan a resolverlos, y de esa manera hagan nuevas preguntas y empiece el círculo virtuoso de la investigación”, afirma, aun cuando ello pueda implicar perder un poco de tiempo y plata. “Para eso no hay que temerle al riesgo y hay que premiar la confianza en las capacidades nacionales, premiar a quien compró una solución uruguaya. A esos incentivos, de los cuales casi nunca se habla, habría que darles un poco de espacio”.

Una propuesta modesta y osada al mismo tiempo

En su texto Sutz afirma que una joven o joven investigador, con un doctorado reciente, experiencia académica y vocación por investigar “debiera encontrar un espacio donde ejercer su creatividad al servicio de los objetivos de la institución en la que se inserta”. Luego de recordar que el PIB de Uruguay en 2018 fue cercano a los 60.000 millones de dólares, Sutz hace una propuesta concreta tan sencilla como contundente: “Supongamos que la remuneración de una persona con esas condiciones es el equivalente de un Grado 3 de la Universidad de la República con Dedicación Total: su costo anual, con las cargas sociales incluidas, es del orden de los U$S 54.500. 150 contrataciones de ese tipo tendrían un costo de U$S 8.175.000, lo que representaría 0,013% del PIB de 2018. Imaginemos que 100 contrataciones van para el ámbito académico y 50 a formar equipos de dos personas trabajando en 25 instituciones del ámbito público”.

Luego Sutz estima que cada uno de esos equipos con dos investigadores, en 25 instituciones del ámbito público, “al cabo de un año de trabajo habrá explorado en profundidad su ámbito, confeccionado una agenda de investigación e innovación aprobada por las autoridades correspondientes, identificado y contactado tanto personal interno como investigadores y empresas capaces de llevar dicha agenda adelante”. En el mano a mano, Sutz se explaya sobre el potencial transformador de su plan, que, recordemos, se sustenta con 0,013% del PIB de 2018: “Dos jóvenes investigadores trabajando durante un año hablando con la gente, desenterrando los problemas, dándoles formato, podrán proponer investigaciones para aproximarnos a las respuestas a los problemas que encontraron. Creo que eso dinamiza al país”.

Así como en conservación se habla de lo difícil que es mantener lo que no se conoce, en investigación, desarrollo e innovación podríamos decir que es difícil saber lo que a uno le falta si no lo conoce. “También puede pasar que se identifique el problema y que en este país no haya quién pueda resolverlo. Y eso le va a trasladar una demanda muy concreta y directa al sistema educativo. Hay que tener paciencia, porque estas cosas llevan tiempo”, agrega.

Y vaya si llevan tiempo. En esta sección, donde comentamos las investigaciones que nuestros científicos publican, es frecuente que los datos que sustentan sus trabajos de este año se hayan recolectado entre 2014 y 2016. Y al adentrarse más en lo que hacen, es frecuente que el investigador o investigadora haya trabajado en esa temática por años o décadas. La ciencia no es café instantáneo. Uno entiende que lo que plantea Sutz no producirá un efecto tal que en un año se resolverán todos los problemas: será el inicio de algo que, confía, tendrá un efecto contagio.

“En ciencia es falso que la oferta crea su propia demanda. No es cuestión de hacer ciencia de calidad y, por añadidura, todo lo demás vendrá y seremos ricos y felices”.

“No es cierto que la demanda cognitiva está en el aire esperando a que los investigadores elijan qué investigar. La demanda cognitiva es una cosa compleja que hay que detectar y construir. En ciencia es falso que la oferta crea su propia demanda. No es cuestión de hacer ciencia de calidad y, por añadidura, todo lo demás vendrá y seremos ricos y felices para siempre”. Y ese mediador entre la demanda y la oferta es, uno intuye, la política. “Exactamente. Pero muchos piensan que la política es sólo poner plata. Por supuesto que hace falta poner plata, pero no sólo eso. Ahí viene todo lo demás”.

Sutz pone como ejemplo de ese “todo lo demás” lo que hace el Centro de Extensionismo Industrial, cuya dirección recae conjuntamente en la Udelar, la Cámara de Industrias del Uruguay, el Ministerio de Industria, Energía y Minería y la Agencia Nacional de Desarrollo. “Al preguntarnos por qué las pequeñas y medianas empresas quedaban tan por fuera de la I+D, detectamos que cerca de 80% no tienen profesionales, y ese es un dato de la década de 1980 que no ha cambiado hasta ahora, por lo que no tenían ni tienen cómo hacerse las preguntas. El Centro de Extensionismo Industrial trabaja un poco con la filosofía del extensionismo agropecuario: acá están los que saben algunas cosas y acá están los que hacen cosas y necesitan ese conocimiento. Demoró 30 años en concretarse este centro, que partió de detectar que las pequeñas y medianas empresas no tenían la capacidad de hacer emerger la demanda tecnológica”.

Sutz reconoce una debilidad del plan: requiere trabajar para que sea efectivo. “Eso es lo que puede hacer fracasar todo. Hay que estar dispuesto a hacerles un terreno fértil a estos investigadores, hay que ayudarlos a dialogar, hay que abrirles la puerta a la conversación. Y después hay que tener formas de coordinación”. Lo que propone la académica es, de cierta manera, un experimento. Y, como ya vimos, es un experimento bastante económico. “Hay que tener ganas de experimentar”, reconoce, y se pregunta: “¿Qué es lo peor que nos puede pasar? La gente que trabaja con capital de riesgo dice que pone diez huevos en una canasta y que si sale un solo pollito ya paga los nueve restantes”.

Sutz dice con orgullo que es posible generar estos ámbitos, y da cuenta de los éxitos que ha obtenido la Udelar haciendo acuerdos con ANCAP, UTE, el PIT-CNT, y ahora con UNICEF. “Todo 2018 trabajamos con el Sistema Nacional Integrado de Cuidados, haciendo emerger la demanda de conocimiento. Fue una cosa muy trabajosa y muy compleja, pero salió bien. Hemos aprendido a preguntar”, dice, y agrega que “está la idea de que las demandas tecnológicas y cognitivas están ahí flotando, pero no es así”. Sutz pone el ejemplo de Horacio Failache, del Instituto de Física de la Facultad de Ingeniería, que desarrolló una lámpara led mucho más económica y sencilla que las que se vendían en el mercado para tratar a bebés que nacen con ictericia, a la que bautizó BiliLED, y que hoy se está usando en varios hospitales públicos. “Un día hablando con Failache le preguntamos qué necesitaba para seguir haciendo más cosas como las que había hecho. ‘Yo necesito una góndola de problemas’, fue su respuesta, porque dijo que él no sabía salir a buscarlos. ‘Yo me acerco a la góndola y veo si es para mí. Y si no es para mí, puedo saber para quién podría ser’, dijo”. Sutz cierra su anécdota con una moña: “Yo creo que la política tiene que construir la góndola”.

“Avanzar en el sentido de superar la frontera del conocimiento es muy importante. Pero no es lo único. Modestamente lo que digo es que tener pocos investigadores es malo, pero no es lo único malo que nos pasa. Invertir poco en I+D es malo, pero no es lo único malo que nos pasa. Trato de ver cómo del otro lado se pueden hacer ciertas cosas”, reflexiona. “La propuesta es lo suficientemente modesta como para que capaz, en una de esas…”, sueña Sutz. Deberíamos hacer lo que está a nuestro alcance para demostrar que, al igual que Lennon, puede que sea una soñadora, pero no es la única. Y no está sola.

Documento: “Elementos y propuestas para una política de ciencia, tecnología e innovación basada en evidencia”

Conferencia: Ciclo de charlas abiertas del Conicyt, la Secretaría de Ciencia y Tecnología y la D2C2 del Ministerio de Educación y Cultura (10 de diciembre 2019)

 

 

El enlace original es:  https://ciencia.ladiaria.com.uy/articulo/2019/12/la-academica-e-investigadora-judith-sutz-presento-una-propuesta-tan-osada-como-practicable-de-politica-de-ciencia-tecnologia-e-innovacion-basada-en-evidencia/

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Libro: La promesa de las evaluaciones de aprendizaje a gran escala: reconocer los límites para generar oportunidades. (PDF)

UNESCO / 30-12-2019

Por lo general, las pruebas estandarizadas se asocian a los exámenes escolares de fin de curso orientados a la certificación y selección de estudiantes para su avance a niveles educativos superiores. Más recientemente, los resultados de las pruebas estandarizadas se han utilizado para evaluar el funcionamiento de los sistemas educativos, como se refleja en la creciente relevancia de las evaluaciones de aprendizaje a gran escala (LSLA). Estas iniciativas, emprendidas a escala nacional o transnacional, no solo han llamado la atención sobre ciertos aspectos relacionados con los niveles de aprendizaje, sino también sobre los determinantes del aprendizaje, entre ellos la cualificación del profesorado, la calidad de los entornos escolares, el apoyo y la orientación parental, así como la salud social y emocional dentro y fuera de los centros educativos. Nunca antes había habido tanta demanda de LSLA. Estas evaluaciones son hoy percibidas como fundamentales para mejorar la calidad educativa, y han contribuido en gran medida a fortalecer las políticas y estrategias orientadas a la mejora de un aprendizaje efectivo y pertinente. Siendo cada vez más usadas para asegurar la excelencia educativa, las LSLA están al centro de los debates nacionales, regionales y globales sobre la calidad y eficacia de los sistemas educativos. Pero nuestra búsqueda de la excelencia y la calidad educativas no puede realizarse a expensas de la equidad. La Agenda 2030 es clara al definir la equidad y la inclusión como perspectivas normativas centrales para el desarrollo educativo. Es un compromiso para asegurar que todos los niños, jóvenes y adultos tengan el derecho a un aprendizaje efectivo y pertinente. Si bien las LSLA son una herramienta central e indispensable para progresar hacia estas nuevas metas, en algunas circunstancias podrían socavar de manera accidental los compromisos de la agenda Educación 2030, centrados en garantizar un aprendizaje pertinente, igualitario y de calidad para todos. La promesa de las evaluaciones de aprendizaje a gran escala: reconocer los límites para generar oportunidades aborda los aspectos más polémicos de estas evaluaciones estandarizadas. Sobre la base de la amplia experiencia de la UNESCO en esta esfera (desde su participación directa en la aplicación de las evaluaciones hasta su papel como transmisora de conocimientos y coordinadora de redes), esta publicación presenta la mirada crítica de la Organización respecto de estas iniciativas. Su objetivo es lograr un equilibrio en el debate sobre las LSLA examinando sus beneficios y concienciando al mismo tiempo sobre sus posibles riesgos y dificultades. Los debates de esta publicación se centrarán en las LSLA llevadas a cabo en el marco de la educación formal y en la etapa escolar. Se espera que sean muchos los actores que puedan beneficiarse de las reflexiones contenidas en este documento. En particular, los gobiernos que efectúan LSLA o planean llevarlas a cabo; las organizaciones internacionales y regionales que prestan asistencia técnica para la planificación y la ejecución de dichas iniciativas; los académicos que se encargan de analizar críticamente estos

4La promesa de las evaluaciones de aprendizaje a gran escalaprocesos; los gobiernos donantes, que cada vez demandan más este tipo de evaluaciones; y las empresas privadas a las que podría interesar introducirse en este nicho de mercado. Los debates planteados en esta publicación tienen por objetivo analizar y comprender las LSLA a partir de la exploración de una serie de cuestiones. ¿Por qué han adquirido importancia a lo largo del último decenio? ¿De qué manera podrían contribuir a cumplir los compromisos para 2030 de asegurar un aprendizaje inclusivo, igualitario y de calidad para todos? ¿Podrían perjudicar dichos compromisos? ¿Merece la pena invertir tiempo y recursos en ellas? ¿Están realmente dirigidas a todos los niños y sirven para promover la equidad? ¿Evalúan los conocimientos y las aptitudes pertinentes, o las competencias necesarias para desarrollarse en la sociedad actual? El actual aumento de la participación en las LSLA se mantendrá en el futuro, no solo en cifras, sino también en sofisticación, a medida que aumenta su digitalización y adaptabilidad. Aunque esto suena prometedor, debemos estar atentos a los posibles riesgos que esto conlleva. ¿Cómo será el futuro de la evaluación y el uso de los datos resultantes? ¿Cómo garantizamos que los LSLA no continúen obstaculizando, de forma accidental, el progreso respecto de los compromisos de calidad para todos, o peor aún, exacerben las desigualdades sociales en términos de aprendizaje? Mirando al futuro, necesitamos asegurar una comprensión plena de las limitaciones de las LSLA (en relación con su diseño y posibles usos) y aplicar estos conocimientos al desarrollo de evaluaciones futuras. Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO
A continuación podrá descargar este libro:

la promesa de las evaluaciones

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Biología sintética: una fábrica de vida en favor del medioambiente

TyN Magazine / Dra. Graciela Salas / 30-12-2019

Los organismos personalizados revolucionarán la forma en la que fabricamos todo. Científicos del MIT forman parte de Ginkgo Bioworks, una startup de biología sintética, valuada en 1.400 millones de dólares, que está elaborando los pilares para nuestro futuro en bioingeniería.

Estos son tiempos muy fértiles para compañías como Ginkgo, impulsadas por los avances tecnológicos y económicos, en particular por el desplome del costo de la secuenciación del ADN y herramientas de edición genética como Crispr.

Hoy más de 600 empresas trabajan en este sector de la industria según SynBioBeta, una firma californiana que mantiene la base de datos de startups de biología sintética. Este universo tiene un crecimiento del 5% al 10% cada año a medida que el dinero se invierte en estas empresas, recibiendo solo el año pasado 3.800 millones de dólares, según John Cumbers, fundador de SynBioBeta.

“Estamos viendo una demanda creciente de grandes y sofisticados actores estratégicos en industrias multimillonarias que se dan cuenta de que la biología sintética transformará sus campos”, dijo Jason Kelly , CEO y cofundador de Ginkgo Bioworks.

La promesa del campo no es solo la proliferación de nuevos productos, sino también una reducción del daño ambiental que proviene de nuestra fuerte dependencia de productos petroquímicos. Estas nuevas empresas abarcan toda la gama de venta de moléculas de ADN, que son los componentes básicos de vida para las firmas de consumo de alto perfil.

Ejemplos de estas compañías son Beyond Meat, la startup de hamburguesas de origen vegetal, que salió a la bolsa en mayo y ahora vale casi 10.000 millones de dólares. Su competidor más cercano es Impossible Foods, un unicornio respaldado por una compañía que recientemente comenzó a vender las hamburguesas a Burguer King.

La carne artificial a partir de plantas como las que ofrecen compañías como Beyond Meat e Impossible Foods (Bill Gates es inversor de ambas compañías) tienen mejores propiedades medioambientales. Esta ‘carne’ utiliza proteínas de guisante, soja, trigo, patatas y aceites vegetales para imitar la textura y el sabor de la carne de animal. Beyond Meat tiene una nueva fábrica de 2.400 metros cuadrados en California (EE.UU.) y ya ha vendido más de 25 millones de hamburguesas en 30.000 tiendas y restaurantes. Según un análisis realizado por el Centro de Sistemas Sostenibles de la Universidad de Michigan (EE.UU.), una hamburguesa de Beyond Meat probablemente generaría un 90 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero que una hamburguesa convencional hecha de una vaca.

El enlace original de esta información es:

Biología sintética: una fábrica de vida en favor del medioambiente

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