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Libro: «Creatividad y aprendizaje-el juego como herramienta pedagógica»

Autoras: Natalia Bernabeu Andy Goldstein

Editorial: NARCEA,S.A.DE EDICIONES MADRID

Introducción: LA EXPERIENCIA QUE HA DADO origen a este libro comenzó en Buenos Aires en el año 1975, en la Escuela de Fotografía Creativa fundada y dirigida por Andy Goldstein.

Allí, la carrera de fotógrafo profesional desarrolla un currículo que, basado en las teorías del juego y las actuales investigaciones sobre creatividad y aprendizaje, busca fomentar y entrenar las capacidades creativas de los futuros artistas. En un momento dado, allá por el año 1997, los autores de este trabajo, vimos la posibilidad de adaptar esta metodología al alumnado de la enseñanza secundaria española.

Cuando empezamos a trabajar en el aula aplicando estos métodos, las reacciones de los chicos y chicas fueron variadas: al principio se extrañaban, pero al cabo de unos días empezaban a disfrutar en las clases, a valorarse más, a hacerse más amigos. Muy pronto se creó entre ellos un clima de respeto, amistad y cariño. El crecimiento de su autoestima se tradujo también en un mayor esfuerzo en sus tareas escolares.

Los chicos y chicas parecían madurar y serenarse. Perdían la hiperactividad con la que habían llegado; poco a poco, el aula comenzó a ser un espacio de libertad. Allí se trabajaba, pero con alegría y humor. Se gastaban bromas, pero rara vez existían problemas de disciplina. El alumnado reconocía la autoridad del profesor y aceptaba argumentos morales; asumía, en fin, actitudes personales más auténticas.

Muchas veces se tuvo la impresión de que los jóvenes aprendían lo que se les estaba enseñando y muchas otras cosas más. Frecuentemente nos sorprendían con efusivas expresiones de afecto con las que agradecían su sensación de bienestar. Como sucedía con los alumnos de Buenos Aires, también ellos respondían al estímulo de la música, al poder de los relatos, a la fuerza movilizadora del lenguaje poético. Descubrimos que comprendían perfectamente el lenguaje simbólico. Cada vez más, de forma natural, se producía un grado máximo de empatía entre ellos y el profesor.

Todas estas vivencias hicieron crecer nuestro deseo de transmitir a docentes y educadores nuestra experiencia. Con esta intención hemos ordenado y estructurado algunos de los conocimientos y recursos prácticos adquiridos a lo largo de estos años: el resultado es este libro.

Descargar aquí: Creatividad y aprendizaje_ El juego como herramienta pedagógica – Natalia Bernabeu & Andy Goldstein

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Entrevista a Alicia Banderas: “Si sobreestimulamos a los niños, cancelamos su creatividad”

15 octubre 2017/Fuente: educaciontrespuntocero/Autor:Educacion 3.0

Estimular a los niños correctamente es importante para su correcto desarrollo y aprendizaje. Sin embargo, hoy en día hay padres que tienden a sobreestimular a los niños con un ímpetu que, lejos de beneficiarles, puede mermar su salud. Alicia Banderas, licenciada en psicología y autora de ‘Niños sobreestimulados. Cómo educarlos con calma y protegerlos de los peligros que esconden las tecnologías‘ nos habla sobre ello.

¿Qué tiene peores consecuencias, la falta de estimulación o la sobreestimulación de los niños?

Cada una de ellas puede generar unas consecuencias negativas en la vida de los niños y niñas y de las familias. Sabemos por investigaciones, por ejemplo en niños que han permanecido aislados y faltos de estimulación, que han presentado déficits en habilidades cognitivas, emocionales y han tenido problemas de conducta. Pero la sobreestimulación también conlleva sus riesgos. Se trata de exponer a los niños a estímulos de manera excesiva y/o precoz como por ejemplo a tareas demasiado complejas antes de que su cerebro esté preparado, lo cual puede producir deficiencias en su capacidad de aprender, o se les apunta permanentemente a actividades extraescolares que muchas veces ni si quiera desean o han elegido. Esto conlleva bloqueo, estrés y desmotivación.

“Los niños necesitan juego libre, donde sean los protagonistas activos de sus propias creaciones. Los que descubren, deciden o cambian su forma de juego”.

¿Cuándo comienza la sobreestimulación de los hijos?

Antes incluso de que el que bebé nazca. Un gesto como escuchar música durante el embarazo, con el único objetivo de que tu hijo desarrolle la inteligencia matemática, como reflejan algunas investigaciones (que en algunos casos se ponen en duda), es una buena prueba de todo lo que hacemos las madres para desarrollar al máximo el potencial del bebé.

Vivimos posiblemente ante una generación que dispone del acceso a la mayor información jamás imaginada y posiblemente la que más estimulación recibe.

Tenemos un gran acceso al conocimiento y vivimos un desarrollo tecnológico tan intenso como desconocido es su impacto. Esto hace que vivamos en un mundo frenético y cada vez más autoexigente por la presión social. Un mundo que, por cierto, construimos nosotros, y al que también sometemos a nuestros hijos en un afán desmesurado por sobreestimular a los niños para que sean más “brillantes”, llenándoles de actividades o enseñándoles conocimientos de una manera demasiado estructurada.

La excesiva estimulación o la estimulación precoz a la que sometemos actualmente a los niños, exponiéndoles tanto a un sinfín de actividades excesivamente guiadas y planificadas como apuntándoles a clases extraescolares, son solo algunas actividades que están dentro de las “agendas de ejecutivos” que ya poseen niños que ni si quiera han cumplido los 2 años, sin apenas, en muchos casos, disponer de un tiempo de juego libre para disfrutar y aprender jugando y solos.

¿Hay más competitividad que antes entre los padres para que su hijo sea ‘el mejor’?

Encuentro que sí hay más competitividad que antes porque tenemos mayor acceso al conocimiento y cada vez la sociedad es más exigente y tiene un ritmo frenético que dejamos que nos arrastre. Los padres tampoco toleran ciertas emociones como la paciencia, el aburrimiento y la soledad. También parece que la educación está estandarizada, los padres tienden a comparar a sus hijos con el resto. Hay una mirada muy constante hacia la vida del otro que les crea que algunos padres se sientan acomplejados o inseguros.

Me preocupa el afán obsesivo de crear “superniños” en la edad de Primaria y Secundaria, lo cual lleva a algunos padres a mantener a los niños permanentemente en actividades programadas y estructuradas, pensando que si no es de esta manera los niños pierden el tiempo o no es “productivo” para su desarrollo.

¿Dónde es peor la sobreestimulación, en casa o en el colegio (con los amigos)?

No creo que radique en un contexto u otro, sino en las expectativas que poseen los padres que hace que en casa les tengan permanentemente ocupados o fuera de casa apuntados a actividades extraescolares, y en algunos casos porque eligen aquellos colegios en los que se le estimula en exceso.

Los niños antes me decían que querían que sus padres estuvieran más tiempo en casa, ahora son los niños los que quieren permanecer más tiempo en sus hogares.

De todas las ideas preconcebidas que los padres tienen sobre la crianza de sus hijos, ¿cuál te parece la más perjudicial?

La obsesión que tienen muchos padres para que sus hijos sean felices. Esto les lleva a la hipereducación: la hiperpresencia de los padres en las vidas de sus hijos. “Padres helicóptero”que están excesivamente presentes cayendo en la sobreprotección. Por ejemplo: “Nos vamos del parque porque mañana tenemos un examen” (pero esa madre no se examina, es su hija la que lo hará, pero ambas hacen los deberes juntas día tras día). También existen los “padres ambulancia”que ante cualquier dificultad acuden a prestar ayuda a sus hijos sin que estos se la hayan pedido, dejando sin opciones al niño para que se enfrente a la vida desarrollando sus propios recursos. Si queremos que nuestros hijos sean felices, puede ser una opción mejor transformar este pensamiento para perseguir que sean niños satisfechos con sus vidas. Así les enseñaremos a tolerar la frustración y les dotaremos de autonomía y responsabilidad adecuada a su edad.

Otra idea preconcebida es la comparación equivocada de que ”los niños son como esponjas”; les somete a una presión en su aprendizaje que acaba por saturarles. Las esponjas no pueden absorber toda el agua que quieran, tienen su propio límite.

¿Se les está quitando a los niños la capacidad para crear? ¿Los niños de hoy en día tienen menos imaginación?

En algunos casos sí, ya que el conocimiento y el aprendizaje se originan desde dentro hacia fuera, por más que estimules precozmente sin que los niños hayan desarrollado determinadas capacidades, lo único que lleva es al bloqueo y a dificultades en su aprendizaje.

Los niños necesitan unos padres o cuidadores que les permitan explorar y desarrollar su innato espíritu creativo y respeten el ritmo del niño sin quemar etapas.

La creatividad no se debería entender como si los niños tuvieran que ser Dalí, sino que ser creativos les permite buscar alternativas y soluciones diferentes a un problema, lo cual sirve para enfrentarse a la vida. Si les damos todo hecho, cancelamos su creatividad.

La creatividad ocurre entre el estado de aburrimiento y el de ansiedad que genera los pequeños retos y desafíos, y los niños desde muy pequeñitos saben buscar innatamente el equilibrio entre estos dos estados. Son los adultos los que les someten a estímulos y actividades demasiado planificadas que aniquilan su espíritu innato creativo.

¿Cómo afecta la sobreestimulación al proceso de aprendizaje?

Cuando las actividades son excesivas y/o impuestas por los padres no las disfrutan, con lo cual les produce una gran desmotivación. Así el niño no siente la autorrealización, que sería importantísimo que experimentara para su desarrollo.

El bombardeo de estímulos constante en la etapa infantil no lo pueden procesar, su cerebro hace un gran esfuerzo por filtrar la información que les llega, pero les puede saturar y bloquearse. El uso abusivo de las tecnologías ha agravado el problema. Su exposición a las pantallas desde tan temprano fomenta la inatención y dificultades de concentración, y terminan por perder el interés hacia cosas más naturales. Con lo cual, para no aburrirse, cada vez necesitarán más dosis de estímulos para saciar su entretenimiento.

El uso excesivo de las pantallas les mantiene en un esfuerzo constante por filtrar información, los niños generan una gran velocidad perceptiva y de procesamiento de la información, pero también disminuye su capacidad de comprensión lectora, como la capacidad de extraer la idea principal de un texto o incluso comprenderlo globalmente; por lo que la abstracción y el razonamiento se ve mermado. Concentrarse para leer un libro íntegramente les cuesta, porque en muchos casos han intensificado la función de leer de forma rápida y urgente, y no son capaces de concentrarse para acabar de leerlo y de comprender lo leído. El hecho de hacer una lectura rápida urgente y poco profunda conlleva que tengan dificultades en grabar el contenido en su memoria.

El hecho de que los niños deslicen un dedo por una pantalla no genera el aprendizaje que obtienen a través de la manipulación de los objetos, sobre todo en la etapa infantil. Por eso en mi libro hablo de los “niños heridos”. Una de las capacidades cognitivas más características de los nativos digitales es ejecutar la Multitarea. Los llamo “los hombres y mujeres orquesta del S. XXI”. Esto contribuye a su dificultad para planificar y secuenciar, a terminar una tarea y empezar otra y la impotencia y frustración de no poder terminar nada. También están muy acostumbrados a la inmediatez y a obtener las recompensas de manera inmediata.

Con el excesivo uso de los dispositivos electrónicos fomentamos su pasividad, sedentarismo, aislamiento y vagueza intelectual.

Existe una parte positiva para ellos ya que les permite compartir fotos, vídeos, mensajes, saber de la vida del otro. Poseen una sensación de pertenencia al grupo y cohesión, ya que en esta etapa son vitales las relaciones sociales. Por eso se dice que no usan Internet, sino que viven o habitan en Internet. Tienen gran accesibilidad y están permanentemente conectados, así evitan la inseguridad, el miedo y ansiedad que les provocaría mostrarse y relacionarse como son y en relaciones cara a cara. Favorece la hiperpresencia, el don de la ubicuidad, en todo momento y en todas partes. Existen unas tendencias narcisistas de exhibir su imagen y cuanto más mejor y una fragilidad de la autoestima de sentirse valorado solo por los ‘likes’ y prevalece la cantidad de amigos a la calidad. Muchos están conectados, pero solos en habitaciones vacías.

Pueden crear una identidad frágil y desmembrada, mentir, ocultar, ser lo que no son… Cuando están construyendo su identidad es peligroso, porque puede imposibilitar saber quién eres, confusión en su identidad e impide la construcción de una identidad unificada. Afloran algunas emociones como la envidia o los celos por saber continuamente sobre el estado del otro. También se fomenta el odio y la falta de empatía que les lleva a realizar críticas auténticamente feroces y dañinas. Existe en ocasiones una expresión del amor virtual, pero luego son incapaces de mostrarlo en clase o en el recreo. Desconectarse de la vida real para únicamente conectarse de forma virtual dificulta la construcción de sólidas relaciones sociales.

¿Por qué es necesario el aburrimiento?

Primero los padres tendrían que reflexionar, tolerar y normalizar el aburrimiento de sus hijos. Hay padres que me dicen que tienen alergia a la paciencia, a la soledad y al aburrimiento, por lo que sería importante no temerlo para poder normalizar que éste existe y que no hay que combatirlo a toda costa con excesivas actividades programadas o la exposición a las pantallas.

Les transmitiría el mensaje siguiente: es natural que los niños sientan que se aburren. Cuando un niño está aburrido podemos sugerirle alguna alternativa, pero puede ser mejor que ellos comiencen a dar rienda suelta a su imaginación. El niño para su desarrollo y aprendizaje necesita ser el protagonista activo de sus propias creaciones, por lo que intentará casi de forma innata salir del aburrimiento. Si él es el que descubre, el que decide, el que cambia su forma de jugar, en vez de dárselo todo hecho, la imaginación del niño no se resentirá, y será un niño que habrá aprendido a motivarse por sí solo.

¿Qué pueden hacer los padres que sigan sus consejos frente al resto de padres que continuarán sobreestimulando a sus hijos? ¿Será difícil la convivencia entre estos dos tipos de niños?

Hacerse fuertes si están convencidos. Muchos padres me dicen que no pueden con la presión del grupo. A mí me gusta trasladarles que uno debe saber lo que quiere o lo que cree que es mejor para su hijo. Ante la frase más repetida: “Es que sus amigos ya tienen teléfono móvil”, me dicen muchos padres, yo les respondo que muchos preadolescentes comienzan a fumar y a ir de botellón, y ellos no han sucumbido poniéndoles el cigarro en la boca a sus hijos o la bolsa con hielos y bebidas alcohólicas, por lo que pueden no poner en sus manos un Smartphone.

En algunos casos vivirán experiencias diferentes. Mientras unos juegan al aire libre e ingenian juegos divertidos, otros no quieren salir de casa por estar solos pegados a las pantallas; mientras unos se estresan porque permanentemente están realizando actividades extraescolares, otros disfrutan de su libertad interior y encuentran motivación en las actividades que eligen y en las que se concentran motivados, y sus vidas son más calmadas; mientras unos conversan, se miran a los ojos y se ríen, otros hablan más “por los pulgares” que por los codos como correspondería a cualquier niño o adolescente que se precie. Esto está muy extendido y se llaman las “reuniones silenciosas”: adolescentes que se juntan físicamente para estar pegados a su Smartphone.

Y por último, un pequeño test. ¿Qué te sugieren estas palabras?

Infancia: Explorar, respeto.
Teléfono móvil: Utilidad y potencial adictivo.
Televisión: Entretenimiento, sedentarismo.
Creatividad: Imaginación y oportunidad para el ingenio
Redes sociales: Conectividad per no socialización. “Conectados pero solos”
Extraescolares: Diversión, pero en algunos casos desmotivación y estrés.
Aburrimiento: Aprender a tolerarlo y a saber salir de él por sí solo.
Estrés: Inquietud y desasosiego.

Fuente de la entrevista: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/entrevista-alicia-banderas-autora-ninos-sobreestimulados/53143.html

Fuente de la imagen: http://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2017/09/Alicia-Banderas-retrato.jpg

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Libro: Habitar y transitar ciudad: percepciones y experiencias de los niños y niñas sobre la ciudad de La Paz

Habitar y transitar ciudad: percepciones y experiencias de los niños y niñas sobre la ciudad de La Paz

Mariana Serrano Birhuett. [Autora]

Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-722-108-4
CLACSO.
Buenos Aires.
Febrero de 2015

La ciudad es un espacio construido y significado por quienes la habitan y transitan cotidianamente. Este artículo presenta las percepciones de los niños y niñas sobre la ciudad de La Paz a partir de sus experiencias y vivencias, son ellos quienes hablan sobre la ciudad “real” en la que viven para luego imaginar la ciudad “ideal” en la que quisieran vivir, acercándonos así, a su noción de ciudad como lugar de transformación de acuerdo a las necesidades, deseos y sueños de quienes la viven, entre ellos los niños y las niñas.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=1011&campo=titulo&texto=paz
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Entrevista a Francesco Tonucci: “Las propuestas de los niños son muy parecidas a las de los científicos”

27 abril 2017/Fuente: Insurgencia Magisterial

“La primacía del consenso en política, como la del mercado en educación, dificulta que se persiga el bienestar común” – “El coche es el ciudadano favorito de las ciudades”
El italiano Francesco Tonucci (Fano, 1941) es uno de los referentes del pensamiento psicopedagógico que escribe sus propuestas a contracorriente de las grandes mareas de opinión. En la charla que, dentro de la programación del CLUB FARO, ofrece mañana a las 20:00 horas en el Auditorio del Centro Social Afundación, abordará una de sus apuestas más celebradas: la defensa de una nueva filosofía en el gobierno de la ciudad en la que los niños se consideren parámetro y garantía de las necesidades de todos los que la habitan.
-¿Cómo se define la infancia desde el punto de vista dominante?
-La infancia hoy se define por la sobreprotección. Se convirtió en una rareza y no solo en términos numéricos. Hay como una esquizofrenia, una contradicción en el desarrollo infantil porque, mientras existe una accesibilidad precoz a medios y tecnologías, que dan a los niños cada vez más facilidades para aprender y comunicarse, se les niega su autonomía para jugar, salir a la calle, vivir a escondidas de los adultos… Es decir, se les niegan las experiencias básicas sobre las que se construyen los cimientos que permiten adquirir competencias o tener relaciones sociales.
–Usted, sin embargo, defiende una sociedad en la que los niños tengan voz propia y no la que le quieren imponer los adultos. ¿Por dónde empezamos?
-A los niños hay que dejarlos hablar, primero, porque lo merecen. Grandes científicos del siglo pasado que estudiaron el desarrollo infantil, como Piaget, Vigotsky o Brunner, nos ayudaron a entender que la edad más importante en la vida es la primera. Es entonces cuando hay que promover el mayor trabajo cognitivo posible y eso implica también dejarlos hablar. Pero, además, porque su palabra es valiosa.
Después de 25 años escuchándolos en proyectos como el de los consejos de niños en varias ciudades del mundo, sabemos que sus propuestas son muy parecidas a las de los científicos e igual de distintas a las soluciones propuestas normalmente por los políticos. Por eso escuchar a los niños es incómodo. Si se tiene en cuenta lo que nos dicen, hay que promover cambios y esto s implican siempre abrir conflictos con los adultos, que son los que votan.
-Es decir, para que el niño tenga derecho a decir necesariamente el adulto tiene que ejercer su deber de escuchar…
-Claro, pero en esta lucha por su autonomía solo tenemos a los propios niños como aliados. Aunque a favor de lo que digo está la Convención sobre los Derechos de los Niños, que establece que estos tienen derecho a expresar su opinión cada vez que se tomen decisiones que los afecten y que esta debe tenerse en cuenta, esto no sucede. En lo relacionado con las ciudades, por ejemplo, tenemos en contra tanto la familias, que temen a la calles, porque las consideran peligrosas, como a las propias urbas, más pensadas para los coches que para las personas.
Por eso hay que cambiar la forma de pensar de los adultos. A ese respecto, si nos centramos en cómo se hace ciudad, soy un propagandista de lo que sucede en Pontevedra porque cree en la idea de devolver la ciudad a la gente, que debería ser el principal compromiso de un político. No hay que olvidar que devolver significa que la ciudad ya fue una vez de su gente pero que ya no lo es ahora.
-¿Cuándo dejaron de ser las calles espacios para compartir?
-A partir de la reconstrucción de las ciudades después de la Segunda Guerra Mundial. Su rediseño se planteó desde las necesidades y pretensiones del hombre adulto trabajador, el ciudadano prototipo, y no desde las de todo el mundo. La consecuencia es que hoy las ciudades están más pensadas para los vehículos que para las personas. Son los espacios públicos los que permiten vivir la ciudad, sobre todo a las categorías sociales más débiles como los niños, los ancianos o los minusválidos, pero la gran mayoría de ellas prácticamente renuncian a tenerlos. Estudios de asociaciones italianas de medio ambiente demuestran que más del 80% del espacio público de las ciudades está privatizado por la presencia, en movimiento o en aparcamientos, de los coches.
-Y mientras, nos encerramos en nuestras casas en soledad…
-La gente utiliza el espacio público cuando se le devuelve. Si pasea por Pontevedra ve muchísimas personas en la calle: niños jugando en las aceras, ancianos paseando en las plazas?La elección clave es con quién se posiciona el poder político. Si está con la gente, desaparecen los coches y sin necesidad de ninguna prohibición, además. Solo favoreciendo una movilidad distinta. Por eso, como trataré en la conferencia del próximo lunes, hay que hay que aprender a valorar una ciudad por lo que deja, es decir, por lo que permite hacer a sus ciudadanos y no tanto por los servicios que ofrece.
– Aunque, como Pontevedra, otras ciudades se animaron a adoptar muchas de sus ideas a sus planes de gestión escucha con frecuencia que sus propuestas son dificilmente realizables.
-Sí, y por eso insisto en que el mérito de Pontevedra es hacer visible que estas ideas, que muchas veces se descalifican como utópicas, no solo son posibles sino que son bien recibidas por la gente. Muchos alcaldes me dicen: “si hago lo que propone, me dejan de votar”. Sin embargo, yo creo que si se toma una decisión valiente, porque supone un cambio, pero luego se defiende de modo coherente, va a merecer la pena. Si en la ciudad se vive mejor, la gente que no es tonta, lo va a saber valorar. La primacía del consenso en la política es como da del mercado en la educación: dificulta que se persiga el bienestar de las personas.
-Una de las formas que usted propone en este sentido es que los niños decidan sobre lo que sucede en su entorno, pues cree que piensan más en las necesidades colectivas que en las propias. ¿Por qué? ¿Perdemos empatía a medida que crecemos?
-Los niños no están impregnados de las prisas, de los intereses privados, de la competencia contra el otro? de los vicios que sostienen los modelos culturales de los adultos. Estos valores están bastante alejados de la primera etapa de la infancia, por lo que los niños tienen una mayor libertad de pensamiento y pueden hacer propuestas más abiertas.
Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/francesco-tonucci-las-propuestas-de-los-ninos-son-muy-parecidas-a-las-de-los-cientificos/
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Alike: El corto animado contra la destrucción de la creatividad de los niños

09 Abril 2017/Fuente y Autor:elobservador

Copi y su hijo Paste protagonizan Alike, el corto de los españoles Daniel Martínez Lara y Rafa Cano Méndez. En ocho minutos, Alike se convierte en una crítica de los métodos que tiene el sistema de matar la creatividad innata de los niños, con las normas y obligaciones que se les imponen todos los días.

Copi y Paste son personajes que no representan ningún género o raza en particular. Viven en un ambiente que no representa ningún lugar en concreto. Mientras que Paste quiere jugar y observar a un violinista callejero, Copi corta su inspiración al darle la mochila con libros para ir a la escuela. A medida que la trama avanza y las acciones se van volviendo más monótonas, los personajes se vuelven cada vez más grises.

Alike ya acumula más de cinco millones de reproducciones en las plataformas Vimeo y YouTube, donde fue subido luego de estrenarse en varios festivales. Además, obtuvo el premio Goya al mejor cortometraje de animación en 2016.

El director Martínez Lara declaró a Verne que la motivación para realizar este proyecto surgió al convertirse en padre y plantearse si es conveniente seguir lo que impone la sociedad que deba hacerse con la educación de los niños.

«La educación infantil para niños menores de 7 años está excesivamente centrada en el currículum (lectura, escritura e inglés). Esos conocimientos son muy importantes, pero quizá a esa edad deberían estar aprendiendo a ser creativos, a cómo vivir en grupo y otros valores más necesarios que saber los números en inglés», dijo.

Y luego, agregó: «Creemos que se ha hecho viral porque cuestiona uno de los temas que, tras la crisis económica, todo el mundo ha empezado a replantearse, como su concepción del trabajo, la educación y la sanidad»

Fuente de la noticia: http://www.elobservador.com.uy/el-corto-animado-contra-la-destruccion-la-creatividad-los-ninos-n1054972

Fuente de la imagen:https://i.vimeocdn.com/video/612846654.jpg?mw=1920&mh=1080&q=7

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Entrevista a David Bueno: “El aburrimiento es necesario para el desarrollo del cerebro”

23 febrero 2017/Fuente: Educactivate

nvestigador, divulgador científico y profesor de genética en la Universidad de Barcelona.

Los estudios y la investigación en neurociencia, ¿se aprovechan lo suficiente? ¿Se ponen en práctica?

Yo creo que no, pero por el simple hecho de que son estudios muy recientes. Generalmente cualquier descubrimiento científico tarda unos años en tener implicaciones en la vida real. Lo que hemos descubierto hasta ahora desde la disciplina de la neurociencia lleva entre diez y quince años a la luz, por lo que sería preocupante que a partir de ahora no empezara a influir.

¿Qué influencia más inmediata cree que pueden tener estos estudios?

Pues, como todo el mundo pensará, deben tener implicaciones en la manera de educar a los alumnos, pero sobretodo, y yo creo que es lo más importante, en cómo se forman los profesionales de la educación. Ellos serán los primeros que aplicarán los cambios.

¿Sobre qué tenemos más campo por recorrer?

Una de las primeras cosas, de la que tenemos un aval científico sólido y que deberíamos aplicar desde ya, es la necesaria combinación de elementos racionales y emocionales en la educación.

Pero esto es algo que en algunos ámbitos ya se hace, ¿no?

Por supuesto. Muchas de las cosas que aportará la neurociencia a la educación no son cosas novedosas, sino la reafirmación de que ciertas prácticas que ya se están llevando a cabo tienen resultados positivos científicamente demostrados.

¿Nos puede poner algún ejemplo?

¡Claro! Se trata de combinar aprendizajes que sean racionales con estrategias que sean emocionales. A lo largo del tiempo hemos visto cómo cualquier proceso que requiera la memoria funciona mucho mejor si detrás hay componentes emocionales. A veces intentamos aprender procesos biológicos, listados de reyes u obras literarias, y lo hacemos de forma muy racional. En realidad, lo que resulta más útil para que quede grabado en la memoria a largo plazo son las emociones.

Los niños y niñas reciben una cantidad abrumadora de estímulos a diario. ¿Cómo afecta esto a su cerebro?

¡Depende de cada niño! Los cerebros no son todos iguales ni parten de una misma base. Hay personas que se estresan con más facilidad y hay otras que no. Hay personas que son más racionales que otras y personas que gestionan mejor las emociones que otras. Esto también significa que hay cerebros capaces de gestionar una mayor cantidad de información y otros que no.

¿Nuestras cabezas tienen un límite?

Nuestros cerebros son capaces de albergar mucha más información de la que jamás tendremos. El problema no es ese, es una cuestión de estrés. El problema del exceso de información es que si tenemos la percepción de tener más información de la que querríamos o de la que nos hace falta, el cerebro se estresa. Hay una serie de mecanismos biológicos que activan un conjunto de hormonas que nos generan estrés.

¿Por qué generamos este estrés?

El estrés sirve para defendernos de situaciones que consideramos que son amenazadoras. Por tanto, las personas que se estresan por un exceso de información se defienden de una situación amenazadora, que es justo lo contrario de lo que debería ser la educación. Una de las consecuencias de este estrés es que desregula la redes neuronales de procesamiento más racional y las funciones cognitivas más complejas. Esto juega en contra de lo que es el autocontrol de los procesos de aprendizaje.

¿Y qué debe hacer el profesional de la educación en estos casos?

El papel del educador es clave. Los profesores deben, en la medida de lo posible, ofrecer el máximo de información sin cruzar las fronteras de los alumnos que se estresan con más facilidad. No es una tarea fácil.

¿Los niños de hoy en día están hiperestimulados?

Depende de cada niño también. Para que se desarrolle el cerebro, el niño necesita aburrirse. No necesita estar todo el rato aburrido, por supuesto, necesita hacer actividades interesantes, cosas que le gustan y que le estimulen. Pero necesita momentos diarios de no saber qué hacer, estos momentos son los que hacen que el cerebro busque estrategias para hacer cosas.

¿Desarrollan así su creatividad?

Sí, entre otras muchas cosas. Hay experimentos recientes que demuestran que niños que han tenido buenos ratos de aburrimiento, de adultos han sido capaces de tomar decisiones de forma más eficiente. Como aburrirse no gusta a nadie, las personas se montan estrategias para hacer cosas, y hacer cosas implica tomar decisiones. Un niño al que se lo dan todo hecho, poco poder de decisión desarrollará: salen de clase y van a baloncesto, después a inglés, llegan a casa y deben hacer deberes, se duchan, cenan y a la cama.

Pese a esto, muchos padres y también profesores piensan que si no estimulan a sus hijos con extras como los idiomas o actividades artísticas no desarrollarán todas las competencias que creen que son claves para su futuro profesional.

Pero es que vivimos instalados en la sociedad de la competitividad. Tenemos miedo de que nuestros hijos no sean suficientemente competitivos con los otros niños. Depende mucho del objetivo que creamos que tiene la educación.

Deberíamos preguntarnos para qué sirve la educación, entonces.

Exacto. Para mí la educación ha de servir para ayudar a nuestros hijos a crecer con dignidad. Y la dignidad incluye compartir decisiones, tomar las propias y asumir las de terceros. Si tú no sabes tomar tus propias decisiones, no asumirás las de los demás como algo compartido. Para crecer con dignidad hacen falta muchas cosas, pero entre ellas: aburrirse, jugar, organizarse los propios juegos, etc.

Es que ya no les dejamos ni decidir a qué jugar…

Los niños que se quedan a comer en el colegio, tienen, en la mayoría de centros, pautados los juegos de la hora del recreo. Esto no puede ser así… Ya aprenderán a hacer cosas por ellos mismos, pero debemos darles la oportunidad de hacerlo.

¿Por qué cree que a los adultos les da miedo que los niños se aburran?

Cuando los adultos nos aburrimos pensamos, sobretodo en nosotros mismos, nos psicoanalizamos. La neurociencia demuestra que las personas que dedican un rato a autoanalizarse, lo que se llama meditación, y no en el sentido esotérico de la palabra, favorecen determinadas conexiones neuronales que refuerzan algunas partes del cerebro como la empatía, la creatividad, etc.

¿Por qué hay niños que aprenden más rápido que otros?

Hay una parte que es genética. Todos tenemos el mismo tipo de genes, pero hay diversas variedades de cada uno de ellos. Algunos controlan cómo se conectan las neuronas, otros cómo se envían las señales, cómo crecen las neuronas, etc. Depende de la variedad de cada gen, algunos se desarrollan de una forma y otros de otra. Hay personas que tienen mejor conectada el área de la creatividad y otras la memoria.

¿Y la otra parte?

La de la educación, pero en un sentido amplio. No hablamos solo de la educación reglada. La educación empieza antes del nacimiento. El feto ya interacciona con el ambiente. Una persona que crece en un entorno relajado, tendrá una serie de conexiones que harán que tenga más estabilidad. Una persona que crece en un entorno crispado, para protegerse, se formará con unas conexiones que harán que sea más reactivo desde el punto de vista emocional. Será más impulsivo y menos racional. A las personas impulsivas siempre les cuesta más aprender que a los reflexivos. Las personas nacemos con un cerebro predispuesto, pero no determinado.

Cuando hablamos de la educación reglada y de los ritmos de cada individuo, ¿qué cree que es más correcto: dejar que el niño siga su propio ritmo o estimularlo para favorecer ese aprendizaje?

Cada alumno debería ir a su ritmo, su cerebro debería poder madurar a su tiempo. Pero esto no quita que no se le pueda ir estimulando, siempre y cuando no se pase de la frontera que marca su propio desarrollo. Si no estimulas, hay personas que, por su naturaleza, son muy tranquilas, y si no aprenden algo les da absolutamente lo mismo. Hay otros que necesitan aprender cosas nuevas constantemente. Si no estimulas, te arriesgas a que el cerebro madure sin haber adquirido determinados conocimientos.

La neurociencia explica que hay determinados períodos de edad que son más óptimos para aprender determinados conocimientos. Pasado este margen de edad, ¿es más difícil o es imposible adquirir ese conocimiento?

Imposible no lo es nunca. Si fuera imposible, los que nacimos cuando no había ordenadores ahora seríamos incapaces de hacerlos funcionar. Somos la única especie que siempre podemos aprender cosas nuevas. Los chimpancés, que también tienen capacidad de aprendizaje, solo pueden hacerlo durante su infancia.

¿Qué sucede en nuestro cerebro para que haya estos períodos de receptividad?

El cerebro está programado para abrir ventanas en determinados momentos de la vida. Una de las primeras que se abre es la de la sociabilidad. Lo primero que hace un bebé es socializar con su entorno. Después se abren otras ventanas: la motora, la del lenguaje, etc.

En la socialización juegan un papel importante las emociones, ¿no?

Por supuesto. Uno de los elementos más poderosos de cohesión social es la emoción. Los políticos apelan a las emociones, no a la racionalidad. La capacidad de vivir en sociedad es un gran estimulador para aprender cosas nuevas. La mejor recompensa de un niño no es decirle “iremos de excursión el fin de semana”, es la mirada de aprobación del profesor, o el hecho de ver que sus amigos están de acuerdo con él. Esto refuerza el aprendizaje, la motivación es imprescindible.

¿Y por qué olvidamos muchas de las cosas que aprendemos cuando somos pequeños?

La memoria está ligada a un patrón de activación de muchas neuronas diferentes. Cuantas más neuronas se nos activan cuando aprendemos algo nuevo, más facilidad tenemos para recordarlo después. Más profundo es el recuerdo del aprendizaje.

¿Y cómo podemos activar más neuronas durante el aprendizaje?

Hay un trabajo reciente muy interesante en el ámbito del estudio de las matemáticas, que es una de las asignaturas que da más miedo. Se ha visto que los profesores que explican matemáticas gesticulando mucho obtienen mejores resultados. Cuando los alumnos recuperan esa información de su cerebro, se les activan muchas más neuronas, entre ellas las del movimiento. Recuerdan mejor lo aprendido y además lo saben aplicar con más facilidad.

Fuente: http://www.educactivate.com/david-bueno-el-aburrimiento-es-necesario-para-el-desarrollo-del-cerebro/

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Taiwán convoca un concurso de creatividad inteligente para estudiantes

Asia/Taiwán/05 Febrero 2017/Fuente:larazon/ Autor:E. Guaylupo

Estudiantes de todo el mundo participarán en el 13º Concurso de Creatividad Inteligente «Ironman 2017», una competición por equipos dirigido a alumnos de educación secundaria en la que, durante 72 horas seguidas, los participantes deben crear un producto diseñado por ellos mismos.

Los alumnos interesados pueden inscribirse antes del 31 de mayo de 2017, y la competición tendrá lugar entre el 6 y el 9 de agosto en la Universidad Nacional de Taiwán, en Taipei. La organización corre con los gastos de alojamiento de los miembros del equipo (entre 4 y 6 personas).

Los premios consisten en 4.600 dólares estadounidenses para el primer clasificado, 2.500 para el segundo y 1.500 para el tercero. Habrá además dos premios especiales de 2.500 y 300 dólares, respectivamente.

El concurso, que hace especial hincapié en el uso de conocimientos relacionados con las ciencias y las humanidades, adopta la estructura de un juego de rol, y exige que los estudiantes participantes, que durante 72 horas estarán aislados del mundo y de otros equipos, combinen sus habilidades de fuerza física y resistencia, creatividad y trabajo en equipo, por lo que es conveniente la especialización de sus miembros en diferentes tareas.

Todas las bases del concurso, descarga de solicitudes y contacto con la organización se encuentra disponibles en la página web:

Fuente de la noticia: http://www.larazon.es/local/madrid/taiwan-convoca-un-concurso-de-creatividad-inteligente-para-estudiantes-BF14447677

Fuente de la imagen:

http://www.larazon.es/documents/10165/0/498×235/0c0/0d0/none/10810/JMYV/image_content_6047156_20170203224557.jp

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