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El que inventa, experimenta

Por Rafael Fenoy Rico

Se encontraba un abuelo empeñado en contarle a su nieto de 5 años una de las numerosísimas fábulas que tienen como protagonistas a gatos y ratones, cuando acordándose de poder ilustrar una de ellas recurrió a una imagen del cuadro de PIETER BRUEGHEL (1525 – 1569), que lleva por título «PROVERBIOS FLAMENCOS» (1559). Quien conoce esta pintura se recrea en un abigarrado escenario, lleno de personajes, humanos y animales, así como objetos de todo tipo, con los que Pieter (llamado el viejo) representa no menos de 118 proverbios, sentencias o refranes.

He aquí que el abuelo se percata de la imagen del hombre, armado hasta los dientes y bien enfundado y defendido por su armadura, que pretende poner “el cascabel al gato”. Acción poco menos que imposible si de escapar al arañazo del felino se pretende.

Pues en esto andaba el yayo cuando, sentado junto al crio y abriendo el libro que mostraba el cuadro, comenzó a contar la fábula siguiente: “Dicen que había en una casa un colectivo de ratones al que un gato, muy ladino y sigiloso, no dejaba estar en paz. Hartos estaban, de estar hartos de quejarse, cuando uno de ellos, con gorrilla verde, anunció a sus semejantes, allí reunidos, el invento que se le había ocurrido. –He tenido una gran idea. Todos los roedores quedaron expectantes. –Para quedar prevenidos cuando llegue el felino, pongámosle un cascabel al gato. –¡Bien dicho!, exclamó uno de los roedores asistentes. Otro razonó de esta guisa: –De esta forma podremos comer el queso en la cocina, tranquila y ricamente, ya que el tintineo cascabelino anunciará sin duda la inminente presencia del malvado felino. Dijo otro con entusiasmo -¡Sí! ¡Si!, de esta forma podremos recoger, para nuestros nidos, hilos y telas de los armarios… Iba en aumento el consecuente regocijo de los presentes cuando atemperado fue por el ratón del “pero”. Que, como bien se sabe, siempre existe en todo grupo de roedores. – Pero, aunque el invento es genial, ¿Quién le pondrá el cascabel al gato?

Los presentes, algo serios, comenzaron a mirarse entre ellos buscando a quien esta peligrosa hazaña acometiera. Pues en estos casos, si uno no pretende hacer, mejor encontrar a otro que lo haga. Y todos, después de cierto titubeo, fijaron sus ojos en el ratón de la gorra verde que enunció el invento de poner al gato el cascabel. Pálido quedó el ratoncito gorriverde, al comprender que el grupo le encomendaba la peligrosísima tarea. Intentó esbozar una disculpa, pero inmediatamente, y a coro, el común de los presentes formuló el inapelable designio de la titánica tarea. En esto, y antes de que el abuelo siguiera con el relato, el infante, dando prueba de una innegable inteligencia, exclamó: – Abuelo “el que inventa, experimenta”, está claro que el de la gorra verde “se la queda”.

Quedó el abuelo sorprendido al ver como hasta un niño de 5 años había podido aprender, en su proceso de socialización, un axioma fraguado en una sociedad individualista. En la mente infantil se va instalando, consecuentemente, la idea de que los problemas colectivos no tienen soluciones individuales. Por eso se eternizan.

Fuente: http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/133/rafael-fenoy-rico/23028/el-que-inventa-experimenta.aspx#sthash.irnklSOs.dpuf

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Entrevista a Steve Hughes: “La buena educación logra que el niño se rete a sí mismo”

21 Agosto 2016/Fuente: lavanguardia/ Autor:La Contra

Steve Hughes está obsesionado por el aprendizaje, por la educación de nuestros niños. Sus estudios sobre la neurología pediátrica le llevan a conclusiones que aquí expone: entiendo que la excelencia pedagógica no consistiría en saber lo que pueda testarse en un examen convencional, sino en saber estar en un mundo variopinto y cambiante, en ser dúctil y adaptativo, en ser curioso y en tener muchas habilidades sociales. Justamente lo que los actuales exámenes no miden. Invitado por el centro CCE Montessori-Palau de Girona, eso les ha explicado a sus profesores, a los que anuncia que serán buenos si son muy empáticos, observadores de sus alumnos y siempre humildes.

Qué es un niño?

Vaya preguntita…

Su objeto de estudio, ¿no?

Sí, pero también de amor. Quiero lo mejor para los niños, que es quererlo para la humanidad.

¿Un niño es la humanidad?

Un niño es un creador. El creador del hombre que será.

¿Y cómo lo hace?

Hubo un niño de cinco años que no sabía que crearía a un periodista: tú.

Me gustaba Tintín.

El entorno de aquel niño posibilitó las circunstancias para crear al periodista, oportunidades de ofrecerle experiencias gratas…

Ajá.

Cada experiencia grata anima a seguir adelante, a seguir explorando una siguiente versión de ti mismo, y después la siguiente…

¿Las primeras experiencias deciden?

Por eso es tan importante la guardería, el parvulario, la escuela…para estimular todas las habilidades del niño.

¿Cómo debería ser esa escuela?

Esta cuestión me obsesionaba. Y un día entré en una escuela que aplicaba el método Montessori…y me emocionó: ¡eso era!

Explíquemelo.

El cerebro, en fases primerizas, se desarrolla mediante el uso de la mano. Las manualidades son fundamentales, y los materiales escolares están diseñados en función de la estructura mental de cada edad. La precisión de movimientos, el control del cuerpo…maduran la mente.

Póngame un ejemplo.

Limpiar una mesa con un paño, agua y jabón aburre a un adulto, ¡pero excita a un niño de dos años y medio! Es un reto. Haciéndolo, aprende a secuenciar actos, y hacerlo mejor cada día le proporciona autoestima.

Y un suelo hecho un asco…

Mojado, sí: ¡ideal! Porque eso le da ocasión a otro niño, ¡uno muy, muy mayor!, uno de tres años y medio, de secarlo con el mocho.

¿Y así vamos creciendo?

Imagine al niño que aprende a anudarse él solo los cordones de los zapatos, a abrocharse los botones del abrigo… Se lo pone y sale afuera a jugar: se siente autónomo, realizado: ¡está aprendiendo a vivir en el mundo!

¿Y aprender a leer, qué?

Es importante, pero ya le llegará el momento. ¡Todo a su tiempo! Los niños seguros de sí mismos aprenderán todo más rápido.

Cuénteme el caso de algún niño que haya tratado.

Recuerdo ahora a un adolescente…sano, apuesto, guapo, deportista, con todas las capacidades…, pero muy inquieto y a la vez lento en aprender materias intelectuales.

Ay…

Su padre, con una idea encorsetada de la perfección, le tenía martirizado por eso… “¿Qué haremos de ti?”, le decía. ¡No es justo, no es justo…!

Se emociona…

Me apeno, sí, porque ese joven puede acabar siendo muy desgraciado. Y es una lástima. Podría tener una vida feliz, era carismático y agradable, pero la presión podría desgraciarlo, humillarlo, abocarle al sentimiento de fracaso. ¡Y lo prioritario no es ser un gran intelectual, lo prioritario es la felicidad!

¿Qué ha sido de él?

No lo sé, le perdí la pista… El mensaje es: no montemos un drama, ayudemos a los niños a desplegar sus talentos.

¿Mejor no forzarles en lo que fallan?

Loarles sus fortalezas y animarles y estimularles en sus debilidades, mediante prácticas. Y no somos igual de brillantes en todos los campos, ¡tengámoslo claro!

¿En qué podríamos todos ser buenos?

En el autocontrol y en la cooperación, el trabajo en equipo: es lo básico para la vida, porque vivimos en sociedad. Y eso debería fomentar la escuela, en eso se cifra un buen método educativo.

¿La familia influye?

La familia y la sociedad, el país en el que vives. Trabajemos para que el país ofrezca todas las oportunidades a todos los niños.

Educación es castración, se ha dicho…

La mala educación, sí. Si acude pasivamente a la escuela, desmotivado, ¡mal! Pero la buena educación logra que el propio niño se rete a sí mismo a acometer lo que le cuesta.Y hay que saber esto: sólo un tercio de los niños reúnen las habilidades idóneas para un entorno escolar convencional…

Y no debemos desahuciar a los restantes dos tercios…

¡No podemos prescindir de dos tercios de la humanidad! Otro tercio se defenderá y saldrá adelante, y el otro tercio lo tendrá más complicado: ¡no les derrotemos!

Llega el niño y te dice: “El profesor me tiene manía”.

Escúchale y analiza si eso tiene o no algún sentido.

¿Conviene criar a los niños en tribu?

¿Cómo ha llegado la humanidad hasta aquí? Aprendiendo a aprender. Y eso no sale de un libro de texto, sino de la curiosidad y de la relación con los otros. El universo no está hecho de exámenes, sino de comunicación. En cada aula debería haber todo tipo de niños, para que cada uno aprenda algo de los otros: ¡eso es educar para el mundo real!

Fuente de la entrevista: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20160809/403787187725/la-buena-educacion-logra-que-el-nino-se-rete-a-si-mismo.html

Fuente de la imagen:  http://www.lavanguardia.com/ra/lowres/GODO/LV/p3/WebSite/2016/08/09/Recortada/img_jplay_20160512-171742_imagenes_lv_colaboradores_jplay_stevehughes-1_copia-kezE-V982OLT35K4ODA7D-992×558@LaVanguardia-Web.jpg

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Los retos de Singapur en la educación

Asia/Singapur/4 de agosto de 2016/ Fuente: proexpansion

En 1965, Singapur se independizó del yugo británico y logró sacar a su población del analfabetismo al que la mayor parte de esta se encontraba sujeto. Un grupo de calificados maestros fueron asignados para diseñar el modelo educativo más efectivo y, tras investigar y observar otros sistemas educativos, en 1980 se implementó la metodología que hoy se conoce.

Singapur cuenta con el mejor sistema educativo, resaltando su calidad en ciencias y matemáticas, de acuerdo a un informe publicado en mayo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE), el cual comprende a 35 países actualmente, entre ellos Singapur, Canadá, Estados Unidos, Japón, Finlandia y Corea del Sur. El sistema educativo singapurense es reconocido como un modelo para el mundo; sin embargo, un artículo del Financial Times titulado “Why Singapore’s kids are so good at maths”señala que no es perfecto y podría estar afectando el desarrollo artístico y creatividad de los niños.

En el sistema de educación primaria de Singapur se le da mayor importancia a la profundidad de los temas que se enseñan en lugar de la cantidad. Los niños aprenden menor número de temas, pero tienen la oportunidad de realmente procesar y comprender al detalle la información que reciben, algo que no sucede en sistemas occidentales donde se les atiborra de materias, según Andreas Schleicher, miembro de la OCDE, quien afirma que “En Singapur, las matemáticas no se tratan de saber todo, sino de pensar como un matemático”.

Así mismo, en las escuelas singapurenses, las clases son manejadas en plenos, en vez de separar a los niños en pequeños grupos. Esto le da al maestro la posibilidad de detectar al niño que no está comprendiendo completamente el tema y ayudarlo de manera sutil, en lugar de esperar que se desespere y ahogue en silencio. Las aulas son poco decoradas para evitar que los niños se distraigan y el castigo físico es empleado como último recurso con los varones. La enseñanza procura ser fragmentada en pequeños tópicos que sean más fáciles de comprender y se emplea material didáctico.

Sin embargo, este sistema alabado en otros países es duramente criticado por la población singapurense, por su énfasis en las matemáticas y ciencias, entre otras cosas. Los padres de familia creen que la presión a la que los niños son sometidos para alcanzar excelencia académica puede se contraproducente. Además, se percibe que el modelo educativo promueve la inequidad. Pero, principalmente, algunas personas consideran que el sistema educativo no promueve la creatividad, cualidad buscada en el perfil de un profesional modelo. Los niños son guiados a través de una serie de pasos que deben ser cumplidos al pie de la letra. Por ejemplo, cuando se trata de resolver problemas matemáticos, existe un método y este debe ser respetado. El niño tiende a encontrar respuestas siguiendo su propia lógica y a pesar de encontrar la respuesta correcta no es tomada en cuenta pues no siguió el método enseñado. Para los padres eso es una forma de asfixiar la capacidad de una persona de pensar por sí misma.

El gobierno, consciente de las críticas hacia su modelo, ha buscado reducir la presión y exigencia de la educación, recortando los sílabos y reduciendo la cantidad de tareas, así mismo se les permitió a los estudiantes tener mayor poder de decisión sobre los cursos que deseaban estudiar. Pero estos esfuerzos no han tenido gran impacto, según Linda Lim, profesora en University of Michigan’s Ross School of Business.

Nada es perfecto, e incluso el mejor sistema educativo debe evaluar sus fortalezas y debilidades con el fin de detectar aquello que se tiene que mejorar y aquello que hay que mantener. Este modelo de educación tuvo gran efectividad cuando el campo laboral demandaba trabajadores manufactureros. Sin embargo, los tiempos han cambiado y hoy las empresas requieren colaboradores que aporten no solo conocimiento intelectual, sino también creativo.

Esta mirada al modelo singapurense permite extraer diversas enseñanzas, como la importancia de que las personas busquen múltiples formas de resolver un problema (no solo matemático), lo cual permite premiar la obtención de respuestas correctas, pero también el esfuerzo requerido para llegar hasta donde se ha llegado.

Fuente: http://proexpansion.com/es/articulos_oe/1948-los-retos-de-singapur-en-la-educacion

Imagen: http://proexpansion.com/uploads/article/image/1948/larger_singapore.jpg

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