Uruguay/30 de Abril de 2016/El Observador
Con 90 mil revistas editadas y 200 mil lecturas en la web, el sello Bandas Educativas cumple cinco años de trabajo y adaptación.
Don Atanasio y Ferreira son dos gauchos muy simpáticos que viven todo tipo de anécdotas humorísticas en paralelo a los grandes hechos de la historia nacional. La aspiración independentista catalana se convierte en un partido de fútbol del Barcelona. Un grupo de niños descubre un portal dimensional y termina recorriendo el interior de la Constitución uruguaya. Dos neuronas, una más lenta y otra más rápida, hablan mientras su propietario vive un fin de semana típico de un adolescente entre amigos. Esas son algunas de las historias producidas por Bandas Educativas, un dúo de creadores uruguayos que acaba de alcanzar el récord de noventa mil revistas distribuidas entre escolares y jóvenes del país, hechas por encargo de instituciones tan distintas como la Comisión del Bicentenario, la Cámara de Representantes, el Casal Catalá, la Biblioteca Nacional y la Junta Nacional de Drogas.
«Los datos y las fechas se nos pueden borrar, pero nunca nos olvidamos de una buena historia bien contada», dice Alejandro Rodríguez Juele, uno de ellos dos. La de Bandas es, además, una historia inesperada.
Nicolás Peruzzo y Rodríguez Juele se conocieron en 2010 durante la gestación de la Asociación Uruguaya de Creadores de Historietas (AUCH). Ese año, la Comisión del Bicentenario lanzó un llamado a proyectos para las celebraciones que se venían. Rodríguez Juele había estudiado arquitectura, luego se dedicó a la publicidad y el diseño gráfico y recién estaba volviendo a la historieta después de muchos años de distancia; pensó en Peruzzo como el aliado ideal para pergeñar un proyecto y presentarse al llamado de la Comisión. Peruzzo, por su parte, trabajaba activamente con su editorial Ninfa Comics y había marcado una diferencia en el panorama editorial al tomar el modelo que usaban algunas bandas de rock y dejar sus obras gratis en internet y a la vez vender las ediciones impresas.
Postularon la idea de hacer una web con 12 historietas breves sobre 12 hechos históricos de 1811, el Grito de Asencio, la Batalla de Las Piedras, el Éxodo Oriental y otros. Su primera idea era trabajar solo por 2011, pero siguieron adelante y hoy tienen en la web más de 60 historietas con 42 autores. Y superaron las 200 mil lecturas online.
«Nos parece muy importante que los niños adquieran el hábito de leer desde chicos, y para eso tenemos como meta que nuestras historietas sean entretenidas además de aportarles contenidos educativos» dice Rodríguez Juele. «A la hora de encarar un nuevo guión, siempre le pedimos a nuestra asesora, Victoria Saibene, que nos busque anécdotas que contengan aventuras, o hechos que puedan resultar llamativos para los niños». Por eso crearon los personajes de Don Atanasio y Ferreira, dos gauchos que protagonizan anécdotas graciosas vinculadas a episodios significativos de la gesta independentista.
Peruzzo cuenta que muchos niños redescubren la historia nacional a través de estas historietas y que con frecuencia les dicen que no sabían que era tan divertida. «Debemos confesar que hasta empezar a investigar para este proyecto, nosotros tampoco» agrega. «En la escuela enseñan una versión muy solemne de los hechos y de los protagonistas. Nuestro objetivo es humanizarlos, para que los lectores puedan empatizar con ellos».
De Internet al papel
Así como se encontraron con la sorpresa de que el proyecto que inicialmente iba a durar un año se extendía en el tiempo, también se encontraron por el camino con la posibilidad de llevar las historietas al papel. En 2013 la Comisión del Bicentenario los volvió a convocar porque querían celebrar los dos siglos de las Instrucciones del año XIII, y así crearon Manual de Instrucciones, la primera de las historietas que distribuyeron masivamente en papel. Al año siguiente la Comisión los volvió a convocar para recrear la infancia y juventud de Artigas en historietas que iban a ser impresas y a la vez estar disponibles en la web.
Mientras el portal de la web continuaba sumando historietas históricas a cargo de distintos autores, Rodríguez Juele y Peruzzo se dedicaban a crear las que irían para el papel por encargo de instituciones que a priori parecerían alejadas del mundo del cómic. Así hicieron historietas sobre algunas obras del Ballet Nacional del Sodre, un cómic para la Junta Nacional de Drogas protagonizado por un adolescente y dos neuronas, otro para el Instituto Nacional de Colonización, para la Biblioteca Nacional y para el Parlamento.
Rodríguez Juele hace énfasis en la importancia de contar con una asesora profesional. «Buscando y buscando siempre aparece algún hecho poco conocido que nos sirve de punto de partida. Como el Ataque a la Isla de Ratas, durante el Sitio de Montevideo, o cuando Artigas era acordeonista en los bailes. Y además tenemos la posibilidad de agregar personajes de ficción que nos sirven para contar hechos históricos».
Así lograron narrar la pérdida de independencia de Catalunia. En este último caso se enfrentaron a una historia compleja con monarcas, dinastías y varios países, así que optaron por relatarla a través de un partido de fútbol en el que un cuadro era Catalunia y los rivales no solo eran el otro cuadro, sino también el juez y la hinchada. «La metáfora funcionó, el cómic quedó bastante ameno de leer y pudimos narrar los hechos históricos con bastante claridad» comenta Peruzzo.
«Cuando vimos que ese recurso funcionó, empezamos a darnos cuenta del verdadero potencial de la historieta para comunicar casi cualquier cosa, y luego nos sentimos con la confianza suficiente como para embarcarnos en proyectos más ambiciosos, como adaptar al cómic el contenido de la Constitución Nacional».
«Irónicamente», remata Peruzzo, «el prejuicio dice que los cómics son para niños, cuando en Uruguay tenemos el problema inverso: casi todo lo que se publica es para lectores adultos». Paradójicamente, el masivo alcance de las historietas de Bandas Educativas hace pensar que el público realmente grande para el cómic, también en Uruguay, está entre los niños.
Cortesía de Bandas Educativas
Sin malos ni buenos
«Hay un gran desarrollo de la historieta histórica y educativa en Argentina, que creció mucho en torno a las celebraciones del Bicentenario en 2010» cuenta Rodríguez Juele. «Incluso han producido muy buenas series animadas, como Paka Paka, que presentan la historia argentina para niños. También está el proyecto Aquí Mismo y todo el trabajo de César Carrizo. La tradición de historieta histórica argentina es muy larga pero tiene un sesgo que a mí no me convence y es que parten de una postura ideológica. Lo que relatan casi siempre tiene buenos y malos. Nosotros tenemos otro objetivo, que es presentar los conflictos de cada época tratando de contar las razones de cada parte. Nuestros protagonistas no son los grandes próceres sino personajes secundarios o de ficción, con sus propias motivaciones, que se mueven en el marco de un hecho histórico».
Presente y futuro
Bandas Educativas publica este año en su web una serie de historietas largas, a cargo de distintos autores, en las que narrarán el Desembarco de los 33, la Declaratoria de la Independencia, la Jura de la Constitución, la Guerra Grande, la Guerra del Paraguay, el Militarismo y la reforma vareliana. Para el futuro inmediato, Rodríguez Juele y Peruzzo piensan hacer ellos mismos historietas sobre matemáticas e idioma español, con el desafío de convertir conceptos en secuencias de viñetas tan educativas como entretenidas.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/la-exitosa-vineta-aprender-n903815