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El Sistema educativo debe aplicar ‘nuevo espíritu’ de enseñanza: Dussel

América/México/06/05/2020/Autor y fuente: aristeguinoticias.com

El sistema educativo debe ser reformado para instaurar una «nueva escuela mexicana» que privilegie la creatividad y el pensamiento crítico entre jóvenes, niñas y niños, sostuvo el filósofo Enrique Dussel. El también académico urgió a las autoridades a llevar a cabo un «cambio radical» en las escuelas con el fin de formar una «nueva juventud» preparada para una nueva realidad tras la pandemia de Covid-19.

 

Fuente: https://m.aristeguinoticias.com/0205/mexico/sistema-educativo-debe-aplicar-nuevo-espiritu-de-ensenanza-dussel-resumen/

Imagen:  https://pixabay.com/photos/artistic-bright-color-colored-2063/

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Aprendizaje Basado en el Pensamiento: pedagogías emergentes para tiempos de confinamiento (VIII)

Por: Educación 3.0

Muchos docentes de diferentes asignaturas y de distintas etapas y niveles educativos han empleado las destrezas de pensamiento para la enseñanza del contenido de sus materias. María Teresa Mateo Girona, filóloga Hispánica e Inglesa y doctora en Educación, expone las razones.

aprendizaje basado en pensamiento

En estos momentos de confinamiento, los docentes hemos tenido que reformular nuestros programas y nuestra manera de enseñar aceleradamente. El reto ha sido inmenso: pasar de lo presencial a lo virtual, sin transición y, casi, sin instrucciones. No ha sido fácil, pero ¿y si se convirtiera en una oportunidad para aprender y para desarrollarnos profesionalmente?

En este sentido, el Aprendizaje basado en el Pensamiento nos da claves sobre cómo fusionar los contenidos con las estrategias válidas de pensamiento creativo, analítico y crítico necesarias durante la escolarización pero, sobre todo, desde una perspectiva de aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida.

¿Qué es el Aprendizaje basado en el Pensamiento?

Aprendizaje basado en pensamiento

Para la UNESCO (2017, p. 10), el pensamiento crítico se encuentra entre una de las ocho competencias clave consideradas como cruciales para el progreso del desarrollo sostenible, por ser “la habilidad para cuestionar normas, prácticas y opiniones; para reflexionar sobre los valores, percepciones y acciones propias; y para adoptar una postura en el discurso de la sostenibilidad”.

El Aprendizaje basado en el Pensamiento (o Thinking Based Learnig, TBL. Nota: usaremos TBL para distinguirlo del ABP, Aprendizaje basado en Problemas o Proyectos) ayuda a los estudiantes a aprender a ser buenos pensadores, de manera que aprendan a desarrollar este pensamiento dentro de la escuela y fuera de ella, donde tan necesario es para, entre otras cuestiones, racionalizar eficazmente la sobrecarga informativa proveniente de medios de comunicación y de redes sociales.

Desde que Robert Swartz creara este movimiento, a principios de los años 80, son muchos los docentes de diferentes asignaturas y de distintas etapas y niveles educativos que han empleado las destrezas de pensamiento para la enseñanza del contenido de sus materias. Entre otras destrezas, en el TBL se trabajan destrezas de pensamiento creativo, analítico y crítico aplicado a distintas situaciones académicas y vitales.

Desde la cuna en la que se materializó esta pedagogía, el Centro para la Enseñanza del Pensamiento (The Center for Teaching Thinking, CTT) de la Universidad de Massachusetts (Boston), se propuso el término “infusión” en el ámbito educativo. Dicho término sirve para “describir la enseñanza en el aula que fusiona la enseñanza de técnicas para un pensamiento eficaz con la enseñanza de los contenidos descritos en el currículo de forma específica” (Swartz, 2019, p. 5).

¿Por qué necesitamos enseñar a pensar a nuestros estudiantes?

Existen diversas razones y motivos para incorporar las propuestas del Aprendizaje basado en el Pensamiento a nuestra enseñanza. Así, el TBL aporta las siguientes ventajas:

2º- Aumenta la creatividad. El docente puede guiar explícitamente a los  estudiantes no solo con técnicas como la lluvia de ideas, sino proporcionando instrucciones para que de dos o más ideas se obtenga otra nueva, o mostrando cómo crear metáforas originales. Swartz (2016, p. 10) defiende que “muchas pinturas (…) son metáforas complejas desarrolladas por personas que se habían convertido en genios creativos (…), las semillas que se plantan en los jóvenes de cinco años, si los maestros posteriores las cultivan bien, pueden darnos los Velásquez y los Goyas del siglo XXI”.

3º- Capacita para la resolución de problemas en cualquier circunstancia de la vida. Al desarrollar las destrezas de pensamiento conectadas con los contenidos curriculares, los estudiantes adquieren recursos para que estas puedan aplicarse a su vida cotidiana.

4º- Previene de los errores de pensamiento que se fijan en nuestros esquemas mentales. Es una falacia que todo el mundo sepa pensar correctamente. Pinedo, García & Cañas (2018, p. 5577) explican que “todas las personas piensan, pero no eficazmente. El pensamiento eficaz necesita ser aprendido”.

Para entender la necesidad de esta enseñanza, basta con pensar en la propia experiencia y darnos cuenta de que los siguientes errores de pensamiento los realizamos de manera recurrente, como patrones fijos (Perkins & Swartz, 1991):

− Pensamiento apresurado: se toman decisiones de manera precipitada o se formulan ideas sin apenas reflexionar o sin prestar la mínima atención.

− Pensamiento vago: las ideas son poco claras y se formulan de manera ambigua, sin especificaciones, sin planteamientos profundos.

− Pensamiento enmarañado: los pensamientos están desorganizados y no se concretan, sino que se formulan de manera inconexa.

Ante estas carencias, se justifica la necesidad de desarrollar de manera explícita las estrategias que permitan a nuestros estudiantes ser pensadores críticos, analíticos y creativos para que resuelvan eficazmente las situaciones complejas de esta sociedad de la información.

¿Cómo aplicar el TBL en el currículo?

Los cuatro pasos importantes para implementar el método TBL son (Tajudin, Zamzamir & Othman, 2019):

1º Detectar estrategias de pensamiento específicas en contextos reales.

2º Promover el uso de uno o más hábitos mentales concretos. En segundo lugar, se deben dar herramientas a los estudiantes no solo para ser conscientes de las estrategias que se emplean, sino para que las usen de manera que guíen y dirijan con efectividad su pensamiento.

3º Ofrecer orientación a los estudiantes para que piensen eficazmente sobre el propio aprendizaje de contenidos. En este momento, nos solo se trata de tomar consciencia de que se aprende, sino que se trata de orientar el pensamiento hacia lo que se quiere aprender; así, por ejemplo, se toman las medidas que se creen necesarias para obtener los resultados deseados.

4º Alentar a los estudiantes para que reflexionen sobre su pensamiento de manera consciente.

¿Cómo hacer visible lo invisible?

Los organizadores visuales son esquemas verbales o gráficos que sirven para disponer nuestro pensamiento para desarrollarlo eficazmente. Cada estrategia de pensamiento tiene sus propios organizadores visuales. A continuación, puedes encontrar dichos organizadores en los enlaces de la siguiente tabla, la cual presenta una clasificación de las estrategias según el tipo de pensamiento que promueven:

Tipo de pensamiento Estrategias de pensamiento
Pensamiento creativo (Síntesis) TOMA DE DECISIONESRESOLUCIÓN DE PROBLEMAS (http://organizadoresgraficos.com/grafico/analogia.php)
Entendimiento (Análisis) IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES Y DEL TODOCOMPARACIONES Y CONTRASTES (http://www.organizadoresgraficos.com/grafico/triple-venn.php)
Pensamiento crítico (Evaluación) FORMULACIÓN DE PREDICCIONESEXPLICACIÓN DE CAUSAS (http://www.organizadoresgraficos.com/grafico/fishbone.php)

¿Y cómo hacerlo visible en estas circunstancias de confinamiento?

La propuesta es sencilla: se trata de incluir las rutinas de pensamiento en las tareas que solicitemos a nuestros estudiantes.

1º Pensar qué tipo de estrategias de pensamiento les estamos solicitando para llevar a cabo la tarea requerida.

2º Podemos recurrir a vídeos o a textos que les aporten información sobre las mismas.

4º Les pediremos que reflexionen acerca de la ayuda que les ha proporcionado, o bien que analicen cómo podrían mejorar la tarea concreta.

Este tiempo de confinamiento debe servirnos para la reflexión: ¿qué mejor manera de fomentar ese hábito reflexivo en nuestros estudiantes que proporcionándoles herramientas para que sea un pensamiento creativo, analítico y crítico válido?

Nueve principios básicos para enseñar a pensar

Aprendizaje basado en pensamiento

Perkins & Swartz (1991) establecieron nueve principios básicos para el TBL, que resumen las claves del TBL:

II. Los organizadores del pensamiento

III. La infusión con el currículum académico

IV. Atención a las habilidades, procesos y disposiciones

V. La importancia de ser explícitos

VI. Atención a la metacognición

VII. Transferencia del aprendizaje

VIII. Construir un programa infusionado

IX. La Necesidad de Desarrollo Continuo del Personal

Referencias: Perkins, D. N., & Swartz, R. (1991). The Nine Basics of Teaching Thinking. In A.Costa, J. Bellanca& R. Fogarty (Eds.), If minds matter: A forward to the Future, Vol. II, pp.53-69. Palatine, IL: Skylight Publishing, Inc.— Traducción y adaptación, Paulina Bánfalvi Kam y José Blas García Pérez, en INED21. Pinedo, R.; García, N.; Cañas, M. (2018).Thinking routines across different subjects and educational levels. Proceedings of INTED2018 Conference 5th-7th March 2018, Valencia, Spain, pp. 5577-5580. ISBN: 978-84-697-9480-7. Swartz, R. J. (2016). Teaching the thinking that counts making teaching successful and relevant for all students in the 21st century, Center for Teaching Thinking, USA Editorials from ENIAC in Madrid, Spain, September, 2015 – January, 2016.— (2018). Pensar para aprender. Cómo transformar el aprendizaje en el aula con el TBL. Biblioteca de Innovación Educativa, SM.

Tajudin, N. M.; Zamzamir, Z.; Othman, R. (2019). Thinking-Based Learning Module for Enhancing 21st Century Skills. International Journal of Innovative Technology and Exploring Engineering (IJITEE), Volume-8, Issue-6S4, pp. 397-401. ISSN: 2278-3075. Yussuf, M. (2017). Infusing Thinking-Based Learning in Twenty-First Century Classroom: The Role of Training Programme to Enhance Teachers’ Skilful Thinking Skills. In: I.H. Amzat and N.P. Valdez (eds.), Teacher Empowerment Toward Professional Development and Practices, ch. 14, pp. 211-220. Springer Nature Singapore Pte Ltd. DOI 10.1007/978-981-10-4151-8_14

María Teresa Mateo Girona es Filóloga Hispánica e Inglesa y Doctora en Educación. Docente de Didáctica de la Lengua en la UCM y en la UAM y Miembro del grupo de investigación Didactext. Este artículo forma parte de un proyecto de aprendizaje-servicio coordinado por el profesor Fernando Trujillo Sáez y Conecta13 dentro del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III, la Fundación Estudio y la Institución Libre de Enseñanza.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/aprendizaje-basado-en-pensamiento/

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Día Mundial de la Creatividad y la Innovación

Por: Francisco Henry Leonardo.

El 21 de abril ha sido designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación mediante la Resolución 71/L61 adoptada por la Asamblea General en fecha 13 de abril de 2017. Entre los argumentos considerados para asumir la declaratoria de esta efeméride destacan los siguientes:

  •  El desarrollo sostenible es un concepto holístico que exige que se fortalezcan los vínculos interdisciplinarios entre las distintas ramas del conocimiento, lo cual implica actuar a escala mundial para promover los entornos, los procesos y los productos creativos, así como la cooperación entre las naciones en todas las ramas de la actividad intelectual, especialmente los ámbitos económico, social, cultural, educativo y sanitario.
  • La creatividad humana y la innovación tanto a nivel individual como colectivo han pasado a ser la verdadera riqueza de las naciones en el siglo XXI. Por tanto, las industrias creativas deberían ser parte de las estrategias de crecimiento económico. En este sentido, es clave centrar la atención en la importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

De acuerdo con la perspectiva estructural de Naciones Unidas, República Dominicana avala la promoción de la creatividad y la innovación en su Estrategia Nacional de Desarrollo,[1]  cuyo Tercer Eje Estratégico postula:

Desarrollar una economía territorial y sectorialmente integrada, innovadora, diversificada, plural, orientada a la calidad y ambientalmente sostenible, que crea y desconcentra la riqueza, genera crecimiento alto y sostenido con equidad y empleo digno, y que aprovecha y potencia las oportunidades del mercado local y se inserta de forma competitiva en la economía global.

De este se derivan los siguientes objetivos generales:

  1. Economía articulada, innovadora y ambientalmente sostenible, con una estructura productiva que genera crecimiento alto y sostenido, con trabajo digno, que se inserta de forma competitiva en la economía global.
  2. Energía confiable, eficiente y ambientalmente sostenible.
  3. Competitividad e innovación en un ambiente favorable a la cooperación y la responsabilidad social.
  4. Empleos suficientes y dignos.
  5. Estructura productiva sectorial y territorialmente articulada, integrada competitivamente a la economía global y que aprovecha las oportunidades del mercado local.

Como se puede apreciar, el Tercer Eje Estratégico de la END 2030 y los objetivos generales que de él se derivan guardan una absoluta coherencia en relación con las consideraciones tomadas en cuenta por Naciones Unidas para la proclamación del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación.

Este marco estratégico de acción también está vinculado directamente al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), así como al número 9 (Industria, innovación e infraestructura). Igualmente, esta alineación se corresponde de manera transversal con el resto de los ODS.

Partiendo del referido marco estratégico, es importante tener presente que, de hecho, la innovación y la creatividad han sido el motor del progreso civilizatorio desde que la humanidad aprendió a manipular el fuego; desarrolló la agricultura; inventó la rueda, la escritura y las matemáticas; aplicó los conocimientos de la astronomía en el desarrollo de la navegación marítima, y dio paso a la primera,[2] la segunda[3] y la tercera revolución industrial.

En todos los hitos históricos enunciados, ha habido una contribución significativa de los migrantes, ya que muchos de los inventos tecnológicos que espontáneamente se asocian con algún país, en realidad fueron creación de extranjeros o descendientes de estos.

El programa Word de Office fue diseñado por Charles Simonyi, inmigrante húngaro radicado en EE. UU. Dos de los fundadores de YouTube, Jawed Karim y Steve Chen (de nacionalidad alemana y taiwanesa, respectivamente) también son inmigrantes establecidos en este país, al igual que los grandes científicos Antonio Meucci,[4] Nikola Tesla[5] y Albert Einstein,[6] por solo citar algunos ejemplos.

El incentivo y la promoción de la innovación y la creatividad, a través de las correspondientes políticas públicas y el capital financiero, han sido los factores más determinantes para el desarrollo de los países. La introducción de avances tecnológicos desata procesos de crecimiento económico que impactan en el bienestar de la población, la transformación de los perfiles sociodemográficos vinculados a la migración interna e internacional, así como en el potencial de reinversión en investigación y desarrollo.

El posicionamiento industrial y tecnológico de Estados Unidos y Europa Occidental (que concentran la mayor cantidad de emigrantes dominicanos) se ha debido en gran medida a la capacidad de financiar investigaciones para el avance científico, así como a la política de apertura a la inmigración cualificada, lo que ha sido decisivo en la atracción de capital humano, sin dejar de lado la contribución masiva de los migrantes comprendidos en otras categorías, para la creación de riqueza material e intangible a través de la cultura.

Bajo la tremenda presión de la pandemia del COVID-19, se ha desatado una carrera global contra el tiempo por encontrar una vacuna, así como un tratamiento eficaz y de bajo costo. Esta coyuntura, sin duda, representa un gran reto que desafía la capacidad creativa y de innovación y reinvención de la humanidad.

En el contexto de la actual crisis sanitaria, el riesgo de contagio y sus potenciales implicaciones para la salud de las personas, imponen condiciones de distanciamiento social que impactan en el desempeño de las economías de los países y presentan fuertes desafíos a la capacidad de respuesta de los sistemas de salud e innovación en la aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la normalización del trabajo y la educación a distancia, como estrategias que buscan mitigar los impactos negativos asociados a esta enfermedad.

La compleja e inédita situación por la que atraviesa la humanidad debido a los efectos del COVID-19 no representa en modo alguno el preludio de su colapso definitivo, sino más bien la oportunidad de dar un salto colosal hacia el futuro a través de la cooperación y la solidaridad en procesos de creación e innovación.

La otra cara de la moneda es que, en estos momentos, la humanidad se encuentra situada a las puertas de la cuarta revolución industrial, la cual estará signada por la expansión de la conectividad 5G, el Internet of Things (IoT), la automatización masiva de los procesos de producción y servicios, así como el despliegue de la Inteligencia Artificial (IA).

Salim Ismail, emprendedor canadiense de origen indio, embajador y cofundador de Singularity Universityal referirse al impacto y alcance de las transformaciones tecnológicas, afirmó:

Atravesamos un momento de cambios tecnológicos masivos. En el siglo XV la imprenta de Gutenberg transformó completamente la sociedad y el mundo al democratizar la literatura. Creemos que hoy tenemos unos 20 impactos de ese calado sucediendo al mismo tiempo. Blockchain, los drones, la energía solar, la inteligencia artificial, la neurociencia y la nanorrobótica son quizás los más destacados. El impulso de estas tecnologías está alterando todas las instituciones del mundo. La mayoría de ellas, como la educación, la democracia o los sistemas legales y sanitarios se desarrollaron hace dos o tres siglos, cuando la información era escasa y se movía de forma lenta. Nuestros líderes políticos y empresariales no están formados para afrontar este momento.[7]

Estas tendencias disruptivas crearán nuevos paradigmas de interacción social, gestión corporativa y gobernanza a escala nacional y global. República Dominicana sabrá colocarse a la altura de los tiempos.

 

[1] Ley 1-12 Estrategia Nacional de Desarrollo. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. República Dominicana, 2012. Disponible en:https://mem.gob.do/wp-content/uploads/2019/01/Ley-No.-1-12-sobre-Estrategia-Nacional-de-Desarrollo-2030.pdf

[2] Creación de la máquina de vapor.

[3] Uso de los hidrocarburos en la generación de energía e introducción del automóvil, el avión, la radio y el teléfono. Este periodo se caracteriza por la internacionalización de la economía, los desplazamientos de poblaciones de los campos a las ciudades y las grandes migraciones internacionales.

[4] Antonio Santi Giuseppe Meucci fue el inventor del teléfono. Nació en Florencia, Italia, en 1808 y se estableció definitivamente en Estados Unidos en 1839, donde falleció en octubre de 1889 a la edad de 81 años. En vida nunca recibió reconocimiento alguno por su invención. Uno de los problemas fundamentales a los que se enfrentó en el país de acogida fue su escaso conocimiento del idioma inglés.

[5] Nikola Tesla nació en el Imperio austrohúngaro (actual Croacia) en 1856, y en 1891 se nacionalizó como ciudadano estadounidense. Descubridor de un método para la transferencia inalámbrica de energía eléctrica, inventor del generador de corriente alterna, la bombilla de filamento y otras numerosas invenciones en el campo del electromagnetismo, es uno de los científicos más populares del mundo. Murió en enero de 1943 en la ciudad de Nueva York.

[6] Albert Einstein fue un físico alemán, de origen judío, que obtuvo la nacionalidad de varios países (Suiza, Austria y Estados Unidos). Nació en 1879 en el Reino de Wurtemberg, Imperio Alemán, y falleció en 1955, a la edad de 76 años, en Princeton, Estados Unidos. Desarrolló las teorías de la relatividad general y especial.  Recibió el Premio Nobel de Física en 1921 por sus contribuciones a la física teórica. En la inauguración del Muro de la Fama, en la Exposición Universal de Nueva York en 1939, señaló que “[Los inmigrantes] han contribuido a su manera al florecimiento de la comunidad, y su lucha y sufrimientos individuales son desconocidos”. Asimismo, apunta que “El desempleo no decrece restringiendo la inmigración […]. La inmigración hace aumentar el consumo en la misma medida que pide trabajo. Los inmigrantes refuerzan no sólo la economía interna de un país […], sino también su poder defensivo” (Albert Einstein. El libro definitivo de citas. Plataforma Editorial, cuarta edición, 2014).

[7] Salim Ismail. “La energía solar provocará el mayor cambio sistémico que verá nuestra generación”. Entrevista de Manuel G. Pascual. El País. Madrid, 15 de abril de 2020. Disponible en https://retina.elpais.com/retina/2020/04/14/talento/1586844122_534785.html

 

Fuente de la reseña: http://www.inm.gob.do/index.php/noticias/item/501-dia-mundial-de-la-creatividad-y-la-innovacion

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Cómo desarrollar la resiliencia en tiempos de COVID-19

Por:Educación 3.0

En épocas de crisis como la que ahora vivimos, la resiliencia es una capacidad que puede ayudar a las personas a afrontar de manera firme y anclada a la realidad los cambios que se avecinan. La psicóloga Rocío Rivero, autora del libro ‘El sentido de la vida es una vida con sentido. La resiliencia’, nos habla de ella y ofrece una serie de pautas para desarrollarla en plena crisis sanitaria por el coronavirus.

La vida nos enseña que nada es para siempre, que nuestros sueños no siempre se cumplen y que no podemos aferrarnos al pasado ni vivir suspirando por el futuro. Cuando alguien nos traiciona, cuando la salud nos falla, cuando no podemos controlar una determinada situación o las acciones de los demás, solo nos queda aceptar la realidad. Pero la realidad es difícil de definir porque cada uno de nosotros tiene su propio camino: su pasado, su presente y su futuro. La vida de cada persona es diferente, por lo que nuestra visión o percepción de la realidad también lo es.

Cómo vivir los nuevos tiempos con resiliencia

Cuando nos encontramos ante una situación crítica como la que estamos viviendo, el primer mecanismo que se activa en nosotros es el afrontamiento, es decir, la capacidad que tenemos para asumir en el momento una situación que puede ser destructiva.

Si bien el afrontamiento nos prepara para recibir el impacto inicial, la resiliencia nos equipa para sobreponernos al evento crítico y transforma la situación en una fortaleza para el futuro. Por tanto, ser resilientes nos va a ayudar a evitar determinados problemas psicológicos y que pueden derivar de una situación adversa. De este modo, la resiliencia requiere un esfuerzo cognitivo y una actitud determinada.
Ser resiliente no significa no sentir dolor, malestar o no encontrar dificultades ante las adversidades; la resiliencia parte de un punto de vista realista, de la confianza de que el golpe recibido no nos desestabilizará si hacemos frente a él, lo asumimos y lo utilizamos para mejorar nuestra vida. No podemos vivir convencidos de que no existen problemas porque eso nos aleja de la realidad y provoca que ésta nos golpee con más fuerza cuando decidamos volver a acercarnos a ella.

Pautas para mantener un estado resiliente frente a la situación actual

Existe un vínculo entre la resiliencia y saber vivir el momento presente con la creatividad, con la inteligencia emocional y con la felicidad, por tanto, si potenciamos todas estas habilidades estaremos entrenándonos en resiliencia.

Aunque es cierto que unas personas son más resilientes que otras, la resiliencia no es algo que unos tengan y otros no. Así que vamos a dar unas pautas que nos van a ayudar a mantener nuestro estado de resiliencia:

1. Permítete tener emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas

Para ello es importante aprender a reconocer las emociones y no huir de los problemas, sino afrontarlos y buscar soluciones, tomándote el tiempo que necesites para descansar, siendo consciente de lo que te puedes exigir y cuándo debes parar.

2. Soluciona los problemas y libera tu mente

Coge papel y lápiz y escribe: ‘el tema a tratar es…’. Una vez que lo hayas definido, lleva a cabo una lluvia de ideas con posibles soluciones: las más y las menos posibles. Tras ello, vamos a hacer una lista con los beneficios y los inconvenientes de cada idea que hemos tenido y, finalmente, vamos a elegir aquellas que supongan menos inconvenientes. Así, nuestro problema ya no estará dando vueltas en nuestra cabeza porque estará plasmado en un papel y con posibles soluciones.

3. Acepta el cambio como parte de la vida

Cuando estamos en una situación difícil nos sentimos alejados de nuestras metas. Para volver a acercarnos a ellas, se hace necesario aceptar las circunstancias que no se pueden cambiar y comenzar a trabajar sobre los aspectos que sí son modificables.

«Ser resilientes nos va a ayudar a evitar determinados problemas psicológicos y que pueden derivar de una situación adversa»

4. Establece metas realistas

Una meta puede ser cualquier cosa que se desea hacer o conseguir y guarda una estrecha relación con la motivación porque de ella va a depender que alcancemos o no nuestro propósito. Tener metas es importantísimo porque incluye la capacidad de comprometerse. Pero posiblemente, y debido a la situación actual, todos nosotros tengamos que replantearnos algunas de nuestras metas y adaptarlas a este momento.

5. Piensa de manera práctica y constructiva

Son muchas las veces que le damos vueltas a un asunto que no podemos solucionar o nos imaginamos situaciones en las que las cosas van a ir de mal en peor. Cuando esto ocurra, céntrate en actividades que requieran una gran atención, como jugar al ajedrez o leer un libro de una temática de la que no tienes mucho conocimiento, pero que te resulte interesante.

6. Mantén una actitud optimista

resiliencia coronavirus

En realidad la diferencia que existe entre tener una actitud optimista o pesimista es mínima, pero significativa. El optimismo es la tendencia a esperar que el futuro depare resultados favorables y es lo que nos ayuda a enfrentarnos a las dificultades con ánimo, a descubrir lo positivo que tienen tanto las personas como las circunstancias.

7. Cuida las relaciones con los demás

En los momentos complicados las primeras personas que aparecen son nuestras amistades más cercanas y nuestra familia. Afortunadamente, contamos con medios tecnológicos con los que podemos mantener conversaciones mirándonos a la cara a pesar de estar lejos, así que usemos estos medios para hablar, para jugar, para animar y que nos animen, para compartir experiencias…

«La resiliencia parte de un punto de vista realista, de la confianza de que el golpe recibido no nos desestabilizará si hacemos frente a él, lo asumimos y lo utilizamos para mejorar nuestra vida»

8. Haz deporte

Cuando hacemos deporte estamos desarrollando una serie de valores personales y sociales que nos convierten en personas más resilientes sin que nos demos cuenta: nos marcamos retos, aumentamos la autodisciplina, el autoconocimiento, la autoestima…

9. Nutre tu autoestima

La autoestima depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros y en qué medida nos valoramos, queremos y nos aceptamos nosotros mismos. Toma conciencia de todo lo que has conseguido hasta el momento y de todo lo que te queda por conseguir. Para ello, haz el ejercicio de plantearte metas, ejercicio físico y no descuides a tus amistades (hay que buscar tiempo para enviar un mensaje de vez en cuando a las personas con las que menos hablas, por ejemplo).

10. Aprende a crecer con los problemas

No podemos evitar encontrarnos con problemas o situaciones de crisis, al menos no siempre podemos hacerlo. Por tanto, debemos tomar estas situaciones como retos que se nos presentan en la vida y que nos empujan a sacar lo mejor de nosotros mismos: a ser más fuertes, a pensar y a actuar en consecuencia. Utiliza cada experiencia que vivas para crecer como persona.

Fuente e imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/como-desarrollar-resiliencia-tiempos-covid-19/

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El cerebro humano es irreemplazable

Nuestro cerebro está adaptándose permanentemente al contexto, generando nuevas conexiones. Es así que se modifica con cada nuevo aprendizaje. Esta plasticidad, la capacidad de adaptarse ante cada experiencia, ocurre hasta el último día de nuestra vida.

Cuando hablamos de educación nos referimos a cuestiones ligadas a la identidad, los propósitos, al desarrollo de la curiosidad, de una mente abierta sin prejuicios, a la movilización de nuestros recursos cognitivos, sociales y emocionales para tomar acción. Y esto es nuestra más eficaz arma ante la mayor amenaza de nuestro tiempo: la ignorancia, las mentes cerradas, los sesgos, prejuicios, el odio, la falta de empatía y el miedo.

Es por todo eso que cuando pensamos la educación en las instituciones escolares, debemos trabajar en potenciar aquellas habilidades que nos hacen humanos, aquello que la tecnología no puede –y difícilmente pueda algún día- imitar o reemplazar: las emociones, las habilidades sociales, la creatividad, la intuición, la empatía.

Las máquinas pueden ser “más inteligentes” que nosotros en muchos aspectos, pero nunca lo van a ser en habilidades como la compasión, en imaginar qué piensa el otro y en entender que ese otro piensa diferente a nosotros, en sentir la alegría o el dolor ajeno.

Tampoco tendrán la flexibilidad cognitiva que nos permite adaptarnos a entornos cambiantes. Las computadoras podrán reemplazarnos en tareas mecánicas o en determinados cálculos matemáticos, pero nada podrá sustituir el valor del vínculo y la interacción entre quienes aprenden y quienes enseñan porque existe un componente social y emocional muy fuerte ligado a cómo procesamos la información, a cómo memorizamos, a cómo aprendemos. La inteligencia colectiva, potenciar nuestras habilidades al trabajar en equipo, es otra fortaleza que nos diferencia de las computadoras.

Por eso, cuando hablamos de educación, es importante precisar el foco: en lugar de evaluar lo que los y las estudiantes pueden simplemente reproducir, debemos trabajar sobre lo que pueden extrapolar de lo que aprenden, aplicando el conocimiento a distintos escenarios y situaciones.

Es responsabilidad de quienes enseñamos, “amigarnos” con la tecnología, no demonizarla. El futuro será complementar la inteligencia artificial con las habilidades cognitivas, sociales, emocionales y los valores de los seres humanos.

Las tecnologías nos plantean y seguirán planteando ciertos debates éticos que es necesario dar. Respecto de esto, los humanos también seremos irremplazables.

La ética de una sociedad no surge de fórmulas algorítmicas, requiere información, conocimiento y pensamiento crítico aplicado a los contextos específicos. Estas habilidades son también las mejores herramientas para luchar contra uno de los grandes perjuicios de nuestro tiempo: las noticias falsas y la posverdad.

Asimismo, el contexto es un factor fundamental en nuestro desarrollo. En consecuencia, necesitamos generar un ambiente creativo para lograr ser sociedades basadas en el conocimiento en las que nuestras capacidades sean potenciadas.

Para que todo esto ocurra, es esencial sentar las bases para poder aprender (tanto dentro como fuera de la escuela). Pensar la educación como la mayor herramienta para la lucha contra las desigualdades implica pensar mucho más allá del sistema educativo.

Que debemos pensar y transformar nuestro sistema educativo es indiscutible. A pesar del esfuerzo cotidiano de docentes y trabajadores de la educación, la escuela actual no prepara a los estudiantes para un mundo dominado por las ideas, la creatividad y la innovación. Pero además, en América Latina, aun si reformáramos el sistema educativo y lográramos el mejor del mundo, si no aseguramos las condiciones para que los chicos y las chicas efectivamente aprendan, seguiremos en problemas. Para que se pueda enseñar y aprender es necesario lograr un mínimo indispensable de bienestar y equidad social.

Los resultados de las últimas pruebas PISA en nuestro país dan cuenta no solo de un nivel de rendimiento alarmantemente bajo, sino también de grandes desigualdades en el acceso a la educación de calidad.

Sabemos que el verdadero desarrollo se logra a través de la inversión en innovación educativa y la búsqueda de aprendizajes significativos e integrales para todos. No puede ser a la inversa. Es urgente devolverle a la educación su valor social transformador. Si queremos de verdad una Nación que se desarrolle de manera sostenida e igualitaria es fundamental garantizar educación de calidad para todos los niños y niñas y adolescentes.

En momentos difíciles como el que estamos atravesando las innovaciones educativas no son opcionales ni son un lujo: son claves para avanzar en justicia social, romper los círculos viciosos de crisis y encaminarnos hacia el desarrollo verdadero y sustentable. Debemos recuperar ese sueño colectivo, ese valor de la educación con el que muchos de nosotros crecimos.

Las máquinas tampoco podrán soñar ese futuro mejor para nosotros y nuestros hijos. Nuestra creatividad y nuestras herramientas cognitivas son los recursos más valiosos para pensar soluciones a largo plazo a los recurrentes problemas y construir finalmente la Argentina que queremos ser.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/cerebro-humano-irreemplazable_0_xX5k6VHJ.html

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Si quieres que tu hijo sea más inteligente, apúntalo a música, aconseja un neurocientífico

Por: Carlota Fominaya

La música mejora el desarrollo cerebral de los niños, según John R. Iversen, uno de los máximos referentes en neurociencia.

La música es un elemento transformador del cerebro infantil, hasta el punto de que hace más inteligentes a los niños. Así lo ha afirmado John R. Iversen, uno de los máximos referentes en neurociencia del mundo, durante la VII edición del Language Education Forum en Madrid, que organiza todos los años el Trinity College London. «Ya existe prueba científica de que la música, efectivamente, influye en el desarrollo de ciertas habilidades de los menores», advierte Iversen, neurocientífico de la Universidad de California San Diego (UCSD), a los más agnósticos. «La música potencia habilidades cognitivas y mejora el desarrollo del cerebro de los niños desde su más tierna infancia», insiste.

Esta es la conclusión principal que Iversen, especializado en los efectos de la música en el desarrollo cerebral de los niños, extrae de su estudio Symphony, que siguió a 200 menores de escuela primaria durante cinco años, midiendo profundamente la estructura del cerebro y las habilidades cognitivas emergentes. El objetivo del proyecto es desarrollar las primeras «curvas de crecimiento» para el cerebro que, en última instancia, sugiere este experto, «podrían sugerir la conveniencia de una educación personalizada capaz de potenciar el desarrollo cerebral al máximo».

Evidencia

De acuerdo con la investigación de Iversen, lo que se logra con la exposición a la música desde una edad temprana es que la capacidad cognitiva aumente porque los niños sintetizan otras materias y contenidos de mejor forma. «La neurociencia, la música y el movimiento son esenciales para el desarrollo holístico y cognitivo en el niño. Hay evidencia de que la constante exposición a la música y al aprendizaje musical en los años pre-escolares aumenta el nivel de cociente intelectual porque esta actividad es capaz de provocar la máxima actividad en el cerebro».

Otros beneficios

«De lo que sí estamos seguros –prosigue Iversen–es de que un entrenamiento musical activo es capaz de aumentar ciertas habilidades del lenguaje». Así lo corrobora Ada Francoy, escritora galardonada con el Premio Gloria Fuertes y profesora de Teatro del Trinity College London, para quien «no es solo interesante esta posible relación de la música con el CI, sino la mejora que se hace patente en otros muchos aspectos, como pueden ser la relaciones sociales, la autoconfianza, la capacidad de trabajo en equipo o la autodisciplina, que son esenciales tanto para la éxito en la vida laboral como en la personal».

De hecho, para Alberto Royo, autor de libros como «Contra la Nueva Educación» o «Sociedad Gaseosa» y profesor de música en Secundaria, están perfectamente estudiados los beneficios de la música para el aprendizaje en general. Por un lado, explica, «se trata de una asignatura cuyos vínculos con otras, como las matemáticas, la historia o el lenguaje, son más que evidentes. Es, además, una materia que favorece el desarrollo psicológico y psicomotor y ayuda a ejercitar hábitos imprescindibles para aprender como la disciplina, la atención, la concentración, la autonomía, la constancia o la memoria».

Y por otro, prosigue este docente, desde un punto de vista no estrictamente académico, la interpretación musical puede ser muy eficaz para la mejora de la capacidad comunicativa o la autoestima. Pocas materias, aduce, «sirven mejor al propósito de favorecer el espíritu crítico y la creatividad, tan de moda en la actualidad y en realidad tan pobre y superficialmente reivindicados. La interpretación en grupo, en concreto, puede contribuir a mejorar las relaciones sociales… Uno de los valores más estimables de la enseñanza de la música es que permite a los alumnos cultivar el gusto estético y desarrollar la sensibilidad. En definitiva, refinarse e ir adquiriendo el amor por el conocimiento y la cultura».

«Estamos –concluye Royo–, ante una materia que desmonta las grandes falacias del pedagogismo, pues requiere todas aquellas cualidades que hoy en día se ponen en cuestión y que ya han sido citadas someramente. Los músicos sabemos mejor que nadie que el disfrute pleno de la música llega después del esfuerzo, que la motivación viene determinada por el progreso en el aprendizaje y que solo a través del trabajo serio y continuado se alcanza la auténtica creatividad. La música ejemplifica a la perfección el hermoso viaje hacia el conocimiento, que es hermoso precisamente porque no es sencillo, ni rápido, ni corto».

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