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República Dominicana: Navarro exhorta a fortalecer la cultura de paz en escuelas.

CentroAmérica/República Dominicana/04.07.2017/Autor y Fuente: https://diariodigital.com.do

El ministro de Educación participó este sábado en el Primer Congreso Regional “Juventud para una Cultura de Paz, hacia la Resolución Alternativa de Conflictos”, celebrado en esta ciudad, con la participación de más de 600 jóvenes de las 14 provincias de la región Norte del país, donde llamó a todos los miembros de la comunidad educativa a propiciar la convivencia pacífica y proteger el ambiente escolar.

Navarro afirmó que la escuela de hoy es un terreno fértil para la construcción de una cultura de paz a través del diálogo y los auspicios de una sana convivencia entre los ciudadanos, tal como lo contempla la nueva estrategia curricular del sistema educativo dominicano.

Precisó que esa cultura de paz, clave para el desarrollo de la nación en todos los órdenes, es un eje central de la nueva visión que rige la escuela pública en la Revolución Educativa que impulsa el presidente Danilo Medina.
“Promover una cultura de paz es una acción estrechamente vinculada al currículo por competencias en el sistema educativo nacional, con el diálogo como eje fundamental para la resolución de conflictos, la tolerancia, la comunicación y la autorregulación”, refirió Navarro.

El ministro de Educación Andrés Navarro se dirige a los estudiantes y profesores.

Este primer congreso regional tiene como objetivo promover y fomentar la resolución alternativa de conflictos como mecanismo para la creación de una cultura de paz en el entorno de los participantes. Fue celebrado en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), y su rector, Alfredo de la Cruz, tuvo las palabras de bienvenida.

Este evento es una iniciativa de colaboración interinstitucional del Centro para el Estudio, Prevención y Resolución de Conflictos (CEPREC) de la PUCMM; el Despacho de la Primera Dama; la Procuraduría General de la República a través del Sistema Nacional de Resolución de Conflictos (SINAREC); Radio Santa María; el Centro Bellarmino; la Fundación Vanessa; el Centro Resolución Alternativa de Controversias (CRC) de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago y otras instituciones sin fines de lucro de la región del Cibao.

Algunos de los temas tratados fueron “Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible: Promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas”, como conferencia central a cargo de Luciana Mermet, representante residente adjunta del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mientras que Mildred Samboy, de Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tuvo a cargo la conferencia “Juventudes y la Agenda 2030: Una propuesta para la acción local”.

De igual manera, Mari Carmen Santana, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), abordó el tema de “Violencia y Juventudes: Una mirada a los factores de riesgo”. La incidencia de la violencia en adolescentes fue tratada por Rafaela Burgos y María Elena Asuad, del Centro para el Desarrollo y la Interacción Constructiva (CEDIC). David Solano y Yanibel de los Santos, del Programa Jóvenes Mediadores IIDII, disertaron a cerca de “Jóvenes mediadores y mecanismos promotores de una cultura de paz”.

Dentro de los esfuerzos por la sana convivencia en la población estudiantil y su entorno, el Ministerio de Educación realizó la semana pasada el “Foro Nacional Estudiantil por una Cultura de Paz”, donde unos 360 estudiantes meritorios de todo el país expusieron al ministro Andrés Navarro sus inquietudes y propuestas para mejorar el sistema educativo nacional.

En el foro, que se desarrolló durante tres días, Navarro explicó que luego de agotar un proceso de consultas con sectores de la comunidad educativa e instituciones públicas y privadas, era tiempo de escuchar a los estudiantes, como parte fundamental de la Revolución Educativa, y aseguró que convertirá sus propuestas en agenda de trabajo para la calidad educativa.

Fuente: https://diariodigital.com.do/navarro-exhorta-a-fortalecer-la-cultura-de-paz-en-las-escuelas/

Imagen: https://diariodigital.com.do/wp-content/uploads/2017/07/DSC_8995-777×437.jpg

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Ministerios de Educación y de la Mujer inician agenda de trabajo por equidad de género

Centro América/República Dominicana/01 Julio 2017/Fuente: Noticiassin

El ministro de Educación realizó un recorrido por el Centro de Promoción de Salud Sexual y Salud Reproductiva del Ministerio de la Mujer, en el inicio de una agenda de trabajo que implicará una alianza estratégica entre ambas instituciones para la creación de otros centros en distintas regiones del país, con un abordaje curricular en materia de equidad, no violencia de género y formación en valores, entre otras áreas.

Andrés Navarro indicó que pudo vivir una experiencia aleccionadora al conocer del trabajo del centro en temas que deben ser llevados a las escuelas como parte del proceso de formación de los estudiantes de los centros educativos públicos.

“Este encuentro augura una relación bien estrecha entre ambos ministerios; esperamos replicar este centro, pues valoramos ese trabajo de guiar a los adolescentes para la vida, con lo que se evita que esos muchachos se conviertan en vulnerables frente a los factores negativos que los rodean, pero también el tema de las competencias y la capacitad de emprender sus metas”, enfatizó.

Navarro recibió amplias explicaciones del centro, único en la región del Caribe, el cual trabaja con metodología coreana, en áreas como promoción de valores a través de prácticas divertidas, educación sexual, fenotipos, formas de relacionarse sin llegar a tener sexo, no violencia, los peligros de las drogas, las enfermedades sexuales, entre otras enseñanzas vitales para una salud integral.

“Vamos a abordar este tema con una agenda de trabajo de forma integral, con un centro ubicado en Santiago para equilibrar la población beneficiada con este valioso servicio”, enfatizó.

Navarro felicitó a la ministra de la Mujer, Janet Camilo, por el extraordinario servicio que da el centro a la población estudiantil en la educación sexual con una visión integral, sobre todo en un tema inherente como armar su plan o proyecto de vida.

Destacó que en su recorrido por las distintas áreas del centro que opera con servicios gratuitos de lunes a viernes en el sector Los Prados, pudo observar a un equipo técnico capacitado.

Por su lado, la ministra de la Mujer, Janet Camilo, agradeció al ministro Navarro, en nombre de la mujer, que haya asumido la educación integral en niños, niñas y adolescentes como un compromiso que reconoce la importancia de la formación en derechos, con un mayor involucramiento institucional.

“Hemos recibido hoy esta visita del ministro Navarro, como indicador del compromiso del presidente Danilo Medina de trabajar cercano a la gente, y qué más alentador que sea en favor de los niños, niñas y adolescentes de todo el país. Me siento complacida de compartir este espacio con un ser humano como Andrés Navarro, quien revela siempre su compromiso como ser humano ante aspectos tan fundamentales como es trabajar por los niños, niñas y adolescentes”, refirió.

Agregó que se auguran nuevas perspectivas en la educación, con la introducción de programas que aborden una vida sin violencia y cómo los estudiantes socializan sus roles por una cultura de paz.

En el recorrido participaron, además, la doctora Nicida Bello, directora de Salud del Ministerio de la Mujer; Marina Pérez, directora del centro; Marianela Pinales, directora de Género del Ministerio de Educación, y Miguel Medina, director de Comunicaciones.

Fuente: http://noticiassin.com/2017/06/ministerios-de-educacion-y-de-la-mujer-inician-agenda-de-trabajo-por-equidad-de-genero/

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Violencia escolar: un conflicto en crecimiento

Por Carlos Ornelas

Para resolver un problema —reza una proposición de política— primero hay que conocerlo. Y reconocer que existe, pudiera agregarse. Informes de la Secretaría de Educación Pública, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, incluso del Poder Legislativo, documentan que la violencia escolar va en aumento. La prensa y los medios se encargan de divulgar los hechos extremos; algunos con amarillismo y hasta morbo.

En la academia también crece el interés por estudiar la violencia escolar. Cada institución, académicos —y sus estudiantes— escogen estrategias de análisis diversas y se enfocan en un asunto en particular. Todos construyen conocimiento, pero es parcial, de casos o sólo de uno o pocos aspectos de la violencia.

En enero de este año, el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, que rastrea la labor de los Estados miembros de la UNESCO para conseguir Las Metas del Milenio, publicó un informe, “Decidamos cómo medir la violencia en las escuelas”. Es un llamado a gobiernos e instituciones nacionales para documentar, cuantificar y catalogar los actos de violencia escolar. El propósito: diseñar estrategias locales y globales para combatir ese desarreglo social.

Este informe no se centra en un solo aspecto de la violencia escolar. El inventario es amplio: intimidación, castigo corporal, abuso verbal y emocional, hostigamiento sexual y agresión. Además, actividad de pandillas y presencia de armas en los recintos escolares.

También llama la atención en el hecho de que las formas más comunes y generalizadas suelen pasar desapercibidas, aunque son las que causan mayor daño a la experiencia educativa de niños y adolescentes. En una sola oración, sintetiza el drama de por qué no se adquiere mayor conocimiento ni se divulga más información: “a menudo involucrar tabúes”. Como agresión a docentes, que casi no se menciona en estudios nacionales.

El informe de la UNESCO sintetiza datos de pesquisas nacionales e internacionales que presentan un panorama calamitoso. Por ejemplo, cita una encuesta nacional representativa sobre la violencia contra los docentes en Alemania: alrededor de 23% de los encuestados había sido objeto de abuso, difamación, intimidación, amenazas o acoso, al menos una vez en los últimos cinco años. Según la encuesta, durante este periodo, seis por ciento de los profesores había sido agredido por estudiantes.

Si eso pasa en Alemania, donde el Estado monopoliza la violencia legítima, ¿qué podemos esperar en México?

Si bien es cierto que las teorías de la reproducción de las relaciones sociales por medio de la escuela ya no tienen el atractivo que tuvieron hasta los 80, la escuela no es una institución aislada de la sociedad. Buena parte de la violencia que se observa entre niños y adolescentes nace en la familia, el entorno de las comunidades y los medios de comunicación.

En amplias zonas de la geografía de México impera la brutalidad; no sólo la violencia criminal: pleitos entre y al interior de las comunidades, riñas entre vecinos, linchamientos de ladrones pobres diablos —a los grandes y de cuello blanco nunca los atrapan— reyertas por cualquier accidente de tránsito. Aunque recelo, sé que hay policías buenos y competentes. Pero otros participan en actos que se supone deben prevenir y sancionar.

La violencia es un embarazo del Estado mexicano. Es un asunto en el que las instituciones y los mandos han fallado. La impunidad y la corrupción abonan a la violencia que se reproduce en las escuelas, aunque —vaya ironía— es allí donde puede encontrarse la solución de plazo largo. Digo, si en lapsos breves el Estado hace su tarea, genera conocimiento, reconoce el problema y ataca de frente la violencia en el ámbito social.

Fuente del Artículo:

Violencia escolar: un conflicto en crecimiento

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Desde Bélgica: Arnim Langer advierte que el éxito de la educación sobre la paz después de los conflictos, recae en los docentes.

Europa/Belgica/http://reliefweb.int/

En los últimos años, se ha convertido en una práctica común en los países que salen de conflictos para introducir en el sistema escolar programas de educación para la paz o cursos sobre los derechos humanos .

Por ejemplo, después de las elecciones  violentas del 2007 en Kenia, un curso de educación para la paz se introdujo en el plan de estudios secundarios. Este curso estuvo dirigido a mitigar las tensiones étnicas y aumentar la tolerancia entre los grupos de alumnos. Del mismo modo, un año después de la crisis postelectoral de 2010-2011 en Costa de Marfil se introdujo en sus planes de estudio un curso titulado «Ciudadanía y los Derechos Humanos Educación» . Similar acción se desarrolló en la República Democrática del Congo, con el curso  Cívica y Moral  que en el 2007  se inició en las escuelas y liceos, para incluir los temas de derechos humanos y sobre la cultura de paz.

Estos cursos por lo general se dirigen a alumnos de educación primaria y secundaria y su objetivo es enseñar a los alumnos elementos sobre la cultura de “paz” mediante la familiarización con múltiples perspectivas, y mejorando sus actitudes de tolerancia intergrupales. Sin embargo, según la Dr. Armin Langer de la Universidad de Lovaina, el éxito de estos cursos depende en última instancia de cómo los profesores ponen en práctica los programas.

Desafortunadamente en contextos postconflictos, las y los maestros no escapan a tener profundas cicatrices psicológicas y prejuicios sobre aquello que llevó a un pais a la guerra, por lo tanto,  a menos que se les da el apoyo necesario para hacer frente a estos problemas es poco probable que su acción docente sea eficaz en la ejecución de un curso de educación para la paz.

La falta de formación del profesorado

El Dr. Langer señala que es un dato relevante que en la mayoría de los países que salen de conflictos las y los docentes no reciben ninguna  formación que proporcione herramientas para la implementación de la educación para la paz de en sus planes de estudios . Además de una falta de planificación y financiación , la falta de programas de formación docente está directamente relacionada con la suposición implícita de que los maestros son esencialmente agentes de paz o ejecutores neutrales del plan de estudios.

La realidad es que la mayoría de los profesores viven  los conflictos de violencia social, igual que el resto de la sociedad. Por lo tanto, los maestros pueden tener profundas cicatrices psicológicas y pueden tener puntos de vista parcializados o distorsionados sobre la historia y  las causas de los conflictos ensu país. Algunos de ellos incluso pueden haber instigado activamente las divisiones y ala violencia entre grupos.

La investigación, llevada a cabo como parte de un proyecto de investigación en curso en la Universidad de Lovaina Centro de Investigaciones sobre la Paz y el Desarrollo, confirma que los profesores no son Tabulas rasas, dado que cuentan con nociones preconcebidas sobre los temas. Una encuesta realizada a 984 profesores de secundaria en Abidjan, Costa de Marfil, fue un buen ejemplo de esto. Se mostró que cinco años después de la crisis post-electoral – que dio lugar a la violencia generalizada entre los partidarios del actual presidente marfileño Alassane Ouattara y las del ex presidente Laurent Gbagbo – profesores habían estado muy divididos a lo largo de las líneas étnico-religiosas y mantenian fuertes posiciones diferenciadas sobre las causas y los principales culpables de la crisis.

Historial polémico

La mayoría de las sociedades post-conflicto no abordan el pasado violento de su país en el programa oficial. Ellos temen que pueda incitar a nuevas tensiones y conflictos a causa de desacuerdos sobre cómo y qué tipo de historia debe ser enseñada. Si la historia del conflicto se enseña desde múltiples perspectivas, sin embargo, puede mejorar el entendimiento entre los grupos y la empatía entre las generaciones futuras, y posiblemente prevenir la recurrencia de conflictos.

La investigación demuestra lo sensible que es desarrollar e introducir nuevos materiales de enseñanza sobre la historia de los paises y su vinculación con la educación sobre paz y conflictos. Por ejemplo, mientras que la mayoría de los maestros de Costa de Marfil estan deacuerdo en que la historia del conflicto de Costa de Marfil debe ser enseñado, la mayoría de ellos se mostraron reacios a hablar en sus aulas sobre el pasado violento de su país, por temor a que se pudieran abrir viejas heridas o crear tensiones dentro y fuera del aula.

Los maestros tienen mucha libertad para elegir las partes del plan de estudios que enseñan y cómo. Por ejemplo, un profesor de Costa de Marfil que entrevistamos, lo llevó con él para discutir el libro Por qué me convertí en un rebelde de la ex líder rebelde y actual Presidente de la Asamblea Nacional, Guillaume Soro. El libro no es parte del programa oficial. Si bien en principio es bueno para saber por qué Soro se levantó en armas contra el gobierno, en ausencia de cualquier perspectivas alternativas, enseña a los alumnos un solo lado de la historia.

La enseñanza de la paz después de un conflicto

Los maestros son más propensos a utilizar esta libertad cuando tienen fuertes puntos de vista que chocan con el plan de estudios oficial. Esto apunta a dos aspectos fundamentales de la enseñanza de la paz después de un conflicto.

En primer lugar, los profesores tienen que estar dispuestos a poner en práctica el plan de estudios de educación para la paz. Si ellos no estan deacuerdo, pueden ponerse a favor de un lado del conflicto o eligen centrarse en partes que estenmás de acuerdo con sus puntos de vista.

En segundo lugar, se debería alentar a los profesores a reflexionar y a cuestionar sus propios puntos de vista de la violenta historia de su país. Esto incluye sus percepciones de los grupos de oposición y ex enemigos. Al conocer los puntos de vista y la historia de los grupos anteriormente opuestas, los maestros pueden adquirir una mejor comprensión de sus propios puntos de vista y desarrollar una mayor empatía. Esto se vuelve aún más importante, ya que el plan de estudios oficial debería proporcionar a los alumnos múltiples perspectivas sobre el pasado violento de su país.

De ello se deduce que los maestros tienen que ser enseñados a vivir una “cultura de paz” en sí mismos, antes de enseñar la paz a sus alumnos. El plan de estudios de educación para la paz es más probable que contribuya a la construcción de la paz duradera y  al establecimiento de una sociedad más tolerante, si hay un esfuerzo para descartar la hipótesis de que los maestros de manera automática son agentes de paz, y para formarlos a desempeñar este papel .

Fuente: http://reliefweb.int/report/democratic-republic-congo/success-post-conflict-peace-studies-rests-teaching-teachers

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Hagamos un trato por el buen trato : campaña educativa que promueve una cultura de paz

08 mayo 2017/Fuente:clacso.edu.ar

Hagamos un Trato por el Buen Trato es una campaña educativa que promueve una cultura de paz en la escuela, la familia y toda la comunidad educativa, desde un enfo­que de derechos fundamentados en la dignidad de la persona y la justicia social. Hagamos un Trato por el Buen Trato propicia las relaciones armoniosas, el respeto, la inclusión, la solidaridad, la igualdad, la equidad. Es una propuesta que trasciende los muros de la escuela convocando a estudiantes, maes­tros y maestras, madres y padres, equipos directivos, equi­pos administrativos y todo el personal involucrado en la tarea educativa.

Para leer, decargue aqui: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Republica_Dominicana/ccp/20170217050051/pdf_1034.pdf

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=rp-001&d=12390

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¿Qué puede hacer el municipio frente al acoso escolar?

Pablo Gutiérrez del Álamo

Creación de espacios seguros y de colaboración, mejorar las condiciones de vida (sanidad, educación, empleo…), así como políticas de diálogo y mejora de la convivencia son clave.

El papel de la municipalidad, de los ayuntamientos, en la mejora de las condiciones de convivencia de los centros educativos podría parecer tangencial, a no ser que se pensara que el mejoramiento de la situación vital, de los servicios o de los trabajos de la población en general podría repercutir, y repercute en las situaciones que se viven en colegios e institutos.

Sobre ello y sobre acoso escolar hablaron Philippe Rio, alcalde de Grigny; Ary José Vanazzi, prefeito de Sao Leopoldo y María Gladys Valero, directora del Instituto para la Economía Social- IPES, Alcaldía Mayor de Bogotá. Junto a ellos, Pedro Uruñuela, presidente honorífico de la Asociación Convives y Matthieu Damian, director de Ecole de la Paix, Grenoble. Lo hicieron en el marco del I Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y educación para la paz y la convivencia organizado por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración también con el de París. Un evento que ha traído personas de los cinco continentes que han hablado en la ciudad sobre diferentes formas de violencia relacionadas con la xenofobia, el machismo, el urbanismo, el sistema educativo…

El establecimiento de diálogos entre los centros educativos y los poderes públicos para conocerse y reconocerse es uno de los pasos importantes que pueden darse. Como decía Matthieu Damian, no hay una escuela de paz aislada, es necesaria la colaboración de agentes externos a los centros.

Más si se tiene en cuenta la influencia de lo externo a lo escolar. Como explicaba Philippe Rio, Grigny es un suburbio de París, atravesado por diferentes violencias (desempleo, tasas altas de abandono escolar temprano, droga…) que afectan, claro, a sus centros educativos. Para él, es básico crear “ciudades benévolas, integradoras”. En su municipio han puesto el foco en tres pilares para mejorar estas condiciones de vida: igualdad de acceso y reconquista de los derechos humanos (educación, empleo, sanidad, cultura…); una puestas por la educación como columna de la justicia social, y por último, el trabajo sobre la cultura de paz.

Una cultura de paz a la que podría sumarse una necesidad de recuperar espacios de convivencia ante un aumento del individualismo. Para Ary José Vanazzi, las municipalidades deben “recuperar el sentido de convivencia en las plazas, en las calles”; hacer posible que las personas se encuentren y compartan en ellos. Algo en relación con lo explicaba María Gladys Valero sobre la importancia de crear ciudades en las que se viva sin miedo, en las que se pueda caminar o coger un transporte público de forma segura o la creación de consejos locales con jóvenes para que se impliquen en la población, creando sentimiento de ciudadanía.

Un conocimiento y reconocimiento que pasa porque las distintas partes asuman sus responsabilidades en la educación. Vanazzi lo encarnaba explicando cómo en Brasil en muchos lugares las familias simplemente dejan a sus hijos en los centros educativos y se desentienden de la educación, no forman un movimiento de padres y madres que establezca diálogos con los centros y esto es importante para que tanto los centros, como la infancia y las poblaciones vivan en contextos más cooperativos.

El diálogo, que abordó otras cuestiones como los planes de convivencia escolar en los centros, o algunas experiencias sobre mediación, contra el bullying, terminaba con un mensaje de mayor participación para la consecución de territorios de paz. “Sentar a todos, incluidos los abuelos, no solo en los barios pobres, si no crear estructuras mixtas con asociaciones, vecinos, administración educativa. Tenemos que acompañarnos mutuamente”.
Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/21/que-puede-hacer-el-municipio-frente-al-acoso-escolar/
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Entrevista: La educación debe garantizar capacidades ciudadanas para asumir la construcción de la paz como una responsabilidad

Centroamérica/El Salvador, 8 de abril de 2017, Fuente: OREI/CLADE

El Ministro de Educación de El Salvador, Carlos Canjura, comenta la iniciativa que planea inserir la temática de la educación para la paz en la política educativa de este país

A principios del 2017, el Ministerio de Educación de El Salvador ha instituido el “Foro Cultura de Paz”, un espacio de reflexión y discusión sobre esta temática entre académicas/os, docentes y sociedad civil con miras a inserirla en el currículo nacional y en su política educativa. En esta entrevista al OREI, el Ministro de Educación, Carlos Canjura, comenta el contexto de esta iniciativa y plantea el rol de la educación en la promoción de la paz. “Hay que concebir la educación como una instancia, entre otras, que debe hacer lo suyo para construir paz social y capacidades de cultura de paz en la población asumiendo la complejidad del fenómeno de la violencia. La educación tiene la tarea de encarar a largo plazo la construcción de bases que permitan asegurar la profundización de una paz duradera, más que resolver en lo inmediato la situación”, afirma.

¿Podría presentarnos el contexto en que se ha impulsado la constitución de este foro para debatir la inserción de la cultura de paz en el currículo en El Salvador? ¿De qué trata esta iniciativa y quien integra este foro?

El “Foro Cultura de Paz” surge a partir de la necesidad de repensar lo andado por el sistema educativo y el país en materia de cultura de paz. Se trata de hacer un balance de estos 25 años transcurridos tras la firma de la paz, en el marco de la declaratoria de la Asamblea Legislativa de 2017 como año de la promoción de la cultura de paz, y de la solicitud del Presidente de la República de incorporar en el currículo nacional la cultura de paz.

Para fortalecer el sistema educativo a este respecto es sustancial plantearse la superación del autoritarismo histórico, en especial las tendencias que más nos afectan, entre estas, sin duda, la violencia, que tiene diversas expresiones en la sociedad y en la escuela.

Nuestro sistema educativo debe desarrollar un método, en el que a todo nivel gocemos de prácticas políticas y culturales ejemplares. Nuestro sistema educativo debe formar un carácter íntegro en el estudiantado, que comience por darle seguridad en lo que sabe y puede hacer. Estudiantes con conocimientos endebles serán profesionales inseguros y proclives a la corrupción y fácil presa del autoritarismo. La cultura de paz es una necesidad del sistema educativo y partimos de varias ideas fundamentales: el valor que damos al conocimiento; el reconocimiento a nuestros centros de educación superior; el aprecio por la escuela como centro de paz, que forja la convivencia en paz, así como un núcleo dinámico de la comunidad y espacio de integración de la familia en el proceso educativo.

En el centro del enfoque se encuentran: el reconocimiento de nuestras diferencias, el respeto a la dignidad de las personas, la convicción sobre nuestras capacidades para solucionar los conflictos sin violencia y el compromiso con la democracia. Creemos firmemente que una educación de calidad es la mejor contribución que podemos hacer al desarrollo de una cultura de paz.

¿Cómo el Ministerio de Educación planea estimular que este nuevo plan de estudio sea incorporado por las escuelas? ¿En el tema de la formación docente, cuáles son los desafíos para promover este diálogo sobre la no violencia y el cambio de las prácticas pedagógicas?

La estrategia del MINED avanza en tres direcciones. En primer lugar, el proceso de reflexión y de compromisos generados a través del Foro en la comunidad educativa y la sociedad civil. En segundo lugar, el desarrollo e implementación de la asignatura “Moral, urbanidad y cívica”. La asignatura tiene como eje temático la cultura de paz, con lo cual se busca desarrollar prácticas y dotar de instrumentos a los niños, niñas y jóvenes para resolver creativa y pacíficamente los conflictos que se les presentan.

En los últimos años hemos venido insistiendo en que uno de los nudos gordianos está en la calidad de nuestros docentes. Con ellos hay que encarar en primera instancia las formas tradicionales de enseñanza basadas en la reproducción de contenidos y en la ausencia de una profunda especialización disciplinar en tanto punto de partida de una constante reflexión pedagógica y metodológica centrada en el aprendizaje de capacidades ciudadanas y productivas. Formar cultura de paz implica docentes capaces de hacerlo, y esto no es tarea sólo de los docentes de una asignatura, sino de toda la planta nacional.

En un primer momento, la formación docente a este respecto iniciará con maestros y maestras de estudios sociales, pues ellos/as impartirán la nueva asignatura. No obstante, posteriormente, se pretende formar a toda la planta a este respecto. En esta línea se está trabajando con la Universidad de Chile, que nos hará transferencia tecnológica y de experiencias para montar una plataforma en línea que nos permita llegar a todos y todas los/as docentes.

Los datos sobre violencia indican que el problema está muy presente en la vida cotidiana de las y los adolescentes en América Latina y el Caribe y, en particular, en algunos países de Centroamérica. ¿De qué manera el Ministerio de Educación considera que la inserción de la paz en el currículo puede beneficiar los/as estudiantes de su país e impactar su trayectoria escolar?

Nosotros partimos de una concepción compleja de violencia, donde está claro que esta se manifiesta en diferentes formas y esferas de la sociedad. Hay una tendencia histórica nacional de la violencia como el modo privilegiado de gestionar conflictos políticos, sociales, familiares, etc. Asimismo, hay una serie de causas estructurales. De allí que hay que concebir la educación como una instancia, entre otras, que debe hacer lo suyo para construir paz social y capacidades de cultura de paz en la población asumiendo la complejidad del fenómeno de la violencia. La educación tiene la tarea de encarar a largo plazo la construcción de bases que permitan asegurar la profundización de una paz duradera, más que resolver en lo inmediato la situación.

El sistema educativo debe garantizar que la gestión escolar en general, así como la gestión pedagógica, coadyuven a la formación de capacidades ciudadanas, para que el/la estudiante tenga las herramientas, los conocimientos, las habilidades y las prácticas que le permitan asumir la construcción de paz como una responsabilidad. Los ambientes escolares son también un asunto clave, pues para formar ciudadanía es necesario un ambiente adecuado, donde el respeto, la tolerancia y la valoración de las diferencias nos impulsen a buscar creativamente formas y mecanismos de entendimiento productivo.

Por otra parte es fundamental señalar que la educación seguirá teniendo un papel central en la superación de desigualdades, las cuales son causa estructural de violencia. No obstante, los resultados no pueden esperarse en lo inmediato, sino como producto de procesos sostenibles.

Las y los estudiantes de distintos países de América Latina y el Caribe están planteando más espacios de participación dentro y fuera de las escuelas. ¿Cómo usted ve esa demanda por participación y por el reconocimiento de las culturas juveniles en los espacios escolares y su relación con la promoción de la cultura de paz?

Consideramos que el desarrollo de capacidades ciudadanas debe permitirnos construir ciudadanas y ciudadanos capaces de desenvolverse en diferentes esferas de la vida pública y privada. La formación de ciudadanía política hoy debe incluir además de la nación al mundo, además del ámbito electoral a la sociedad civil, así como la escuela y los nuevos escenarios públicos abiertos por el Internet. Asimismo es importante imaginar que la escuela y la comunidad son esas primeras instancias donde los/as jóvenes tienen sus primeras experiencias políticas o ciudadanas en un sentido amplio, por lo que dinamizar creativamente estos escenarios es clave para que estas primeras experiencias sean la base de posteriores participaciones responsables. Para esto necesitamos reinventar la escuela, acercarnos a la comunidad y formar a nuestros/as directores/as escolares, así como a los/as docentes, para que sean agentes de formación ciudadana.

Los espacios escolares deben afinarse y aprovecharse al máximo para que propicien un encuentro horizontal de expectativas, proyecciones e ideas entre la niñez y la juventud. El dialogo intergeneracional es clave. Necesitamos docentes que, desde su generación, dialoguen, intercambien y formen a una nueva generación ávida de desenvolverse públicamente.

Fuente de la entrevista: https://orei.campanaderechoeducacion.org/post_politicas/la-educacion-debe-garantizar-capacidades-ciudadanas-

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