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Entrevista a Óscar Sánchez: «»Cuando las comunidades se apropian de sus escuelas, la educación para la paz es más efectiva»

Entrevista/Autor y fuente: Semana Educación 

En la Cumbre Líderes por la Educación, que se realizará el próximo 18 y 19 de septiembre en Bogotá, uno de los temas centrales será la educación socioemocional en escenarios de posconflicto. Expertos nacionales e internacionales en el tema analizarán el caso de Colombia. Semana Educación habló con Óscar Sánchez, director de Educapaz, al respecto.

Semana Educación: ¿En qué consiste la educación para la paz?

Óscar Sánchez: La paz es un concepto muy general, pero en Colombia tiene unos matices muy concretos. El programa nacional de educación para la paz dice que hay dos dimensiones cruciales si no queremos que las cosas se conviertan en tratados políticos que se incumplen o que no conducen a la paz, sino que reinventan la guerra. La primera dimensión es la educación rural, sobre todo en las zonas afectadas por el conflicto armado, la ruralidad dispersa y los territorios étnicos. Los niños, niñas y jóvenes que viven en esos entornos no tienen muchas oportunidades.

Por ejemplo, en el sur del Tolima, en los municipios de Chaparral, Planadas, Ataco y Río Blanco, que es donde nacieron las Farc, la matrícula en grado quinto en 2018 era de 1530 niños; en grado noveno, un poco más de 800; y en grado once, 503. Estamos perdiendo a dos terceras partes de los chicos en los entornos escolares. Las oportunidades educativas tienen que mejorar en pertinencia, en cobertura, en nivel académico y formación integral. El país ha avanzado. La educación rural se ha vuelto un tema central en los últimos tres años, pero a la hora de la financiación sigue siendo pobre. El Gobierno nacional y los entes territoriales no destinan los recursos suficientes.

S.E.: ¿Y la segunda dimensión?

Ó.S.: El otro aspecto de educar para la paz, que es más comprendido en el debate mundial, es la desnaturalización de la violencia en la cultura. Desde la educación se puede contribuir a una cultura de la paz. Si aceptamos que somos parte de una cultura violenta, la pregunta es cómo podemos desde la educación contribuir a construir cultura de paz. Esto pasa por saber técnico y hay tres cosas que se deben lograr: educación socioemocional, educación para la ciudadanía y educación para la reconciliación.

S.E.: ¿En qué consiste cada una de esas educaciones?

Ó.S.: Lo socioemocional se construye desde la primera infancia e incluye el control de las emociones, empatía, capacidad de escucha, ponerse en los zapatos del otro, resiliencia, poder superar situaciones de dolor y trauma. Lo ciudadano es la construcción de un sujeto capaz de convivir con otros en condiciones de igualdad respetando la diferencia. Cada ser humano se forma una identidad teniendo en cuenta lo que hereda y lo que elige. Esa identidad nos da sentido y nos ayuda a crear proyectos de vida. En la medida en que todos tenemos una identidad distinta podemos entender la dignidad y la riqueza humana.

La dignidad de lo humano es que cada ser puede tener una identidad totalmente diferente a la de los demás y, sin embargo, ser iguales en derechos. Esa formación ciudadana pasa por la sexualidad, por lo ambiental, la no violencia, la participación política, la conducta cívica, etc. Y, por último, la educación para la reconciliación es crítica en sociedades en posconflicto como la nuestra porque la guerra nos ha enseñado el odio, la venganza, la justicia punitiva, la negación del perdón. Desaprender eso y aprender la reconciliación es muy importante. Los docentes y escuelas deben contar con las herramientas para este tipo de educación.

S.E.: ¿Qué tipo de herramientas ayudan en ese proceso?

 

Ó.S.: Son herramientas pedagógicas. Es perfectamente posible comprender cómo aprendemos los seres humanos en cada una de las etapas del proceso evolutivo. El Ministerio de Educación, junto con Educapaz, tiene una plataforma de herramientas didácticas, que tiene más de mil materiales pedagógicos para todos los momentos del aprendizaje.

Los seres humanos no aprendemos los valores discursivamente, sino con experiencias. Hay situaciones especialmente propicias para el aprendizaje, ya sea positivo o negativo

S.E.: ¿Y cuando esas experiencias negativas sobrepasan la capacidad para controlar las emociones?

Ó.S.: Cuando son experiencias muy límite, con situaciones de riesgo serias, las escuelas deben contar con profesionales de orientación sicosocial que construyan rutas terapéuticas y les hagan seguimiento. Por ejemplo, para los niños que han tenido consumo de sustancias psicoactivas, han sido abusados o vivido la violencia en sus familias.

El asunto es que mientras en Bogotá hay un profesional de orientación escolar por cada 500 estudiantes en promedio, hace tres meses visité un colegio en Tierra Alta, Córdoba, un municipio en donde casi todos los habitantes han sido víctimas del conflicto armado, y el colegio no tenía un solo profesional de orientación escolar, aunque atendía a 1.600 estudiantes. Y ningún colegio público de este municipio ha tenido profesionales para esta atención.

S.E.: Usted mencionaba la necesidad de la resiliencia. ¿Cómo se relaciona esto con la necesidad de conocer la historia para sobreponernos a lo adverso?

Ó.S.: La resiliencia pasa por entender que hay algo más allá de lo que me ha sucedido. Que lo que he vivido no es lo único que puedo vivir. Y por supuesto hay que entender lo que he vivido, pero sobre todo entender las posibilidades para vivir otras cosas. La paz es paz positiva. No es entender los problemas de la violencia y dedicarse a recrearlos, pero necesita historia, verdad y reconciliación en función de ver que otro mundo es posible y dedicarse a transformar la realidad.

En la Cumbre Líderes por la Educación precisamente va a estar Neil Boothby, uno de los expertos mundiales más grandes en los temas de resiliencia en educación, y él dice que lograr la mirada positiva a pesar de la adversidad pasa por una transformación sistémica. Que así como fueron muchas las causas para el dolor, haya suficientes variables que confluyen para generar la paz positiva.

Fuente e imagen: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-educacion-para-la-paz-es-mas-efectiva/626951

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Guía: A SALVO EN LA ESCUELA Aprendiendo en entornos protectores

Esta guía de actividades y recursos de Educación en Derechos y Ciudadanía Global contiene propuestas e ideas para hacer de la escuela el motor de una sociedad libre de violencia.

Esta guía se centra en la prevención como forma de protección frente a la violencia. Creemos que es necesario vacunar a toda la sociedad, lograr que cada persona reflexione, que sea capaz de ver la violencia que nos rodea y que afecta a miles de niños y niñas cada día, muchos en nuestras aulas y nuestros barrios.

La guía incluye actividades, ideas y recursos para desarrollar propuestas educativas en el aula relacionadas con la paz, el buen trato y la no-violencia, adaptadas a los diferentes niveles educativos.

La violencia debe estar fuera de los centros educativos y es necesario que lo reconozcamos y promovamos. Sin embargo, si queremos impulsar una educación en derechos de infancia, debemos esforzarnos en ir más allá. No es posible una escuela libre de violencia en una cultura violenta y para lograr una sociedad respetuosa de la paz y de la convivencia, la educación es clave. La educación puede ser la vacuna contra la violencia que todos esperamos.

Descargar en: unicef-educa-ase–a-salvo-en-la-escuela-guia-de-actividades

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Libro: Innovaciones y Educación para la Paz

Varios Autores
ISBN 978-958-58932-3-8
Primera Edición, mayo de 2015
SELLO Editorial
Editorial REDIPE (95857440)
Coedición:Universidad de Cartagena

El presente libro, publicado bajo el sello Editorial Redipe en coedición con la Universidad de Cartagena, constituye las Memorias del Simposio Internacional de Educación y Pedagogía: Innovaciones y Educación para la paz, organizado por la Red Iberoamericana de Pedagogía (REDIPE), en alianza con la Universidad de Cartagena y el Cuerpo Académico de Innovación educativa de la Universidad Autónoma de Baja California – Mexicali, México, y desarrollado en las instalaciones de la Universidad de Cartagena, en Cartagena de Indias, los días 5, 6 y 7 de maryo de 2015.
Está estructurado en seis partes: conferencias, ponencias, resúmenes, reflexiones, taller y otras ponencias.
De este modo Redipe avanza en su compromiso de generar oportunidades y capacidades para promover la apropiación, generación, aplicación, transferencia y socialización del conocimiento con el que interactúan agentes
educativos de diversos países.

Descargar en: Innovaciones y educacion para la paz

Fuente: http://eleternoestudiante.com/pedagogia-libros-pdf-gratis/

 

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Manual: Convivencia Escolar y Resolución pacífica de conflictos

Año: 2004

ISBN (10): 84-688-550-6

Autor: Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia. Dirección General de Orientación Educativa y Solidaridad

Editorial: Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia. Dirección General de Orientación Educativa y Solidaridad

Año de edición: [2004]

Páginas: 83 p.

Ámbito geográfico: Autonómico

Idioma: Español

Fuente: Junta de Andalucía. Consejería de Educación y Ciencia

Formato: Web

Temáticas: Convivencia y violencia, Educación

Descriptores: mediación, violencia, convivencia, enfoque de género, violencia escolar, conflicto escolar

Resumen: Esta publicación pretende ofrecer un documento de reflexión y debate que, desde la perspectiva de la Cultura de la Paz, oriente a los centros educativos en su vocación y compromiso por hacer del acto de educar una tarea siempre creativa y esperanzadora.

Descargar en: Convivencia y Resolución pacifica de conflictos

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Programa Educación en valores (para descargar)

Por Agencia Andaluza de Evaluación Educativa

El programa “Educación en Valores”, que esta Agencia Andaluza de Evaluación Educativa presenta para celebrar el próximo 30 de enero el Día Escolar de la No-violencia y la Paz (DENIP), pretende servir de instrumento de ayuda para el profesorado del tercer ciclo de Educación Primaria que tiene entre sus finalidades el trabajo en educación en valores y su evaluación.

Los objetivos son los siguientes:

    1. Comprender y aceptar la diversidad de la comunidad educativa, entendiendo esta diversidad como fuente de enriquecimiento. Desarrollaremos valores como la responsabilidad, la autonomía, el respeto a la diversidad, la empatía, etc.
    1. Articular medidas concretas para la concienciación sobre la necesidad de reducir, reciclar y reutilizar. Además, se promocionará el respeto hacia el medio ambiente, propiciando un clima de reflexión sobre la utilización de los recursos naturales y se desarrollarán estrategias que permitan al alumnado mantener una actitud crítica ante el consumo.
    1. Promover el principio de la coeducación partiendo de situaciones cotidianas que aborden la igualdad de hombres y mujeres en la familia, en la escuela y en el mundo laboral, así como rechazar situaciones de marginación y discriminación abordando el respeto y reconocimiento de la dignidad.
    1. Propiciar un clima de convivencia en el que las relaciones entre todas y todos estén basadas en la tolerancia, el respeto, la empatía y la integración, utilizando el conflicto como recurso para el crecimiento y fomento del diálogo.

El material de trabajo consiste en 16 sesiones de aproximadamente 55 minutos de duración que constan todas de un vídeo o presentación de corta duración (sin sobrepasar los 8 minutos), un guión de clase para el profesorado y un material de trabajo para el alumnado.

Un aspecto muy importante y que destacamos es la EVALUACIÓN que se ofrece de todo el proceso. Consideramos que todo lo que se enseña debe ser evaluado para proporcionarnos mecanismos de mejora. A través de distintos instrumentos de evaluación – portfolios, evaluación del alumnado, del profesorado y de una adaptación del “TEST DE REACCIÓN VALORATIVA”, intentamos analizar y valorar qué cambios se han originado en el alumnado una vez aplicado el programa de Educación en Valores.

Descargar la descripción del programa aqui: Descripción_del_Programa

Descargar la evaluación del programa aqui: Evaluaciòn del Programa

Descargar sesiones y materiales de trabajo en: http://www.juntadeandalucia.es/educacion/agaeve/profesorado-primaria-valores.html

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Crear una cultura de paz desde los centros educativos

Por: Pedro Uruñuela

Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

No salgo de mi asombro. Tras una semana intensa, con varias actividades de formación, miro la prensa a ver qué ha pasado en nuestro país y en el mundo. Contemplo con estupor el espectáculo dado en el Congreso de los Diputados en la sesión de control del Gobierno, con el enfrentamiento entre dos diputados (Gabriel Rufián y Rafael Hernando) y dos ministros del Gobierno (de Exteriores y de Justicia), si bien el primero de ellos oscurece al segundo.

Sigo consultando y veo como noticia destacada que el presidente Trump ha autorizado el uso de las armas, incluso con fines letales, para detener la marea de personas inmigrantes que está llegando a la frontera. Para acabar, leo en una revista educativa la conveniencia de utilizar la práctica del boxeo como estrategia para la prevención y el tratamiento del acoso y maltrato entre iguales.

¿Qué nos está pasando? ¿Cómo es posible que no reaccionemos e impidamos que sucesos o propuestas como las mencionadas sigan repitiéndose en nuestra sociedad? Por un momento, es necesario detenerse y reflexionar, investigar las razones por las que tienen lugar estos hechos y, sobre todo, plantearse una actitud positiva de rechazo de los valores dominantes para sustituirlos por otros, centrados en el respeto a la dignidad de todas las personas y la promoción de la paz positiva y de los derechos humanos.

Desde la escuela, en sus diversos niveles, no podemos mirar impasibles lo que va sucediendo. Debemos revisar nuestros objetivos educativos y reivindicar, una vez más, la necesidad de aprender a convivir y de educarnos en la paz todas las personas que tenemos que ver con la comunidad educativa. Como decía nuestro añorado Xesús R. Jares, es necesario poner en marcha un “proceso educativo, continuo y permanente, basado en la concepción positiva de la paz y en la perspectiva creativa del conflicto que, aplicando métodos problematizantes, desarrolle un nuevo tipo de cultura, que ayude a las personas a desvelar críticamente la realidad desigual, violenta, compleja y conflictiva, para poder situarse ante ella y actuar en consecuencia”.

Enseñar a gestionar pacíficamente los conflictos y las diferencias, crear en nuestro alumnado una cultura de paz positiva son dos tareas imprescindibles para el profesorado de hoy. Si algo van a encontrar nuestros alumnos y alumnas a lo largo de la vida, cuando salgan del centro, van a ser las múltiples situaciones de conflicto, de choque de intereses, de percepciones diferentes y de necesidades no satisfechas que caracterizan a nuestra sociedad. Debemos educar para la vida, no para la academia, y prepararles adecuadamente para estas situaciones.

Volviendo al primero de los casos, el enfrentamiento en el Congreso, lo de menos es quién tiene o deja de tener razón, no es mi objetivo analizar este aspecto. Se trata más bien de analizar los elementos presentes en esa manera de abordar una diferencia legítima y de extraer las enseñanzas oportunas para nuestro trabajo educativo. Llama la atención, en primer lugar, la falta de reconocimiento hacia la otra parte, hacia la otra persona y la falta también de relativización de las posturas propias de cada parte. Nadie tiene la razón por completo, todos miramos la realidad desde diferentes puntos de vista, basados en nuestra biología, nuestra historia, nuestras experiencias y nuestros valores, que hacen que, necesariamente, nos fijemos en algunos aspectos de la realidad, dejando en un segundo plano otros.

Sólo desde el respeto y el reconocimiento de la legitimidad de la otra parte es posible buscar salidas adecuadas para el conflicto. No somos superiores, la otra parte busca también lo mejor para la solución de un problema, y sólo desde ese planteamiento es posible encontrar una salida satisfactoria al problema.

¿Realmente ambas partes querían encontrar una salida al conflicto? O, más bien, ¿lo que buscaban era quedar por encima del otro, derrotarlo y dejarlo al nivel más bajo posible? ¿Para qué hablamos y dialogamos? ¿Para buscar una solución compartida o para ganar a la otra parte? Por muchas razones, tenemos muy metido en nuestro interior un modo de gestión de los conflictos basado en la estrategia de ganar-perder: lo que yo gano es lo que tú pierdes y mi objetivo fundamental es ganar, ya que, de lo contrario, ceder y aceptar lo que pide la otra parte es una manera de perder.

Es posible otra forma de gestión de los conflictos, que intentamos enseñar y desarrollar en nuestro alumnado, la estrategia de ganar-ganar. En ella, conscientes de la realidad desigual, compleja y violenta, que nos recordaba Jares, buscamos una alternativa en la que ambas partes ganen, dando respuesta a las necesidades no satisfechas en las dos partes. Sólo desde este planteamiento es posible dar salida al conflicto y al problema que subyace en él. Mientras yo gane y la otra parte pierda, el conflicto seguirá presente, apareciendo y desapareciendo de manera habitual-.

Ya un autor nada sospechoso en estos temas, como era Bakunin, nos decía que “un problema resuelto a la fuerza sigue siendo un problema”. La violencia no es una estrategia adecuada para resolver los conflictos, ya que no va a las raíces del problema y, por tanto, sólo atiende las manifestaciones visibles del conflicto. Como estrategia, la respuesta de Trump a la marcha de las personas emigrantes va a ser completamente ineficaz y, como sucede habitualmente, sólo servirá para agravar aún más el problema.

Y no sólo desde el punto de vista de la eficacia. La respuesta de Trump choca con los valores y concepciones éticas fundamentales para la gestión de los conflictos y la construcción de la convivencia positiva. El desprecio a las personas migrantes, su culpabilización al señalar que hay más de 500 personajes peligrosos entre ellos, la separación de los niños de sus padres y madres, etc. son muestras de un nivel moral y ético característico del poder de los fuertes, totalmente alejado de la ética centrada en las personas, en su cuidado y atención y en la búsqueda de una salida digna a sus necesidades. Las consecuencias de su decisión pueden ser terribles.

Pretender culpabilizarles de su situación, ignorar las condiciones de vida en que viven en sus países de origen ponen de manifiesto la total falta de reconocimiento hacia estas personas, el pisoteo de su dignidad, la consideración de las mismas como desprovistas de humanidad… Algo que no se puede permitir, hay que parar este hacer, por muy poderosa que sea esta persona.

Y para acabar, en relación con la utilización del boxeo como estrategia para la prevención del maltrato, ¿de verdad creen que esta práctica puede servir para abordar adecuadamente las situaciones de acoso entre iguales? ¿Qué es lo que se busca con este entrenamiento para dar golpes al adversario hasta que caiga al suelo perdiendo el conocimiento? Desde mi infancia vengo oyendo planteamientos que exigen la abolición de esta supuesta práctica deportiva que, entre otras cosas, produce un gran edema cerebral consecuencia de los golpes, que origina lesiones cerebrales permanentes y que, en más de una ocasión, ha acabado con la muerte de uno de los combatientes.

La violencia sólo produce más violencia. El boxeo, deporte violento, no es la solución para erradicar la violencia entre iguales, ni siquiera como referencia. Y, desde un punto de vista moral, hay que recordar que el fin nunca justifica los medios. Argumentan sus defensores que eleva la autoestima de sus practicantes, que desarrolla confianza en uno mismo, que mejora las relaciones con los colegas que lo practican, y otras ventajas. Pero nunca pueden justificarse estas ventajas si se consiguen con prácticas no adecuadas, tocadas desde su origen por planteamientos de violencia. Lo mismo se puede conseguir con otros presupuestos pacíficos, y ese es el camino que hay que seguir.

Superando el pesimismo inicial, es mucho el trabajo el que tenemos por delante: la educación para la paz y el afrontamiento no violento de los conflictos, basado en la aceptación de las diferencias, el reconocimiento de la dignidad y la legitimidad de todas las personas, la no discriminación, la cooperación y el diálogo, el empleo de técnicas no violentas. Ojalá que una de las enseñanzas, si no la primera, que saquen de la escuela nuestros alumnos y alumnas sea esta: el rechazo a toda forma de violencia y la construcción de la paz positiva.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/convivenciayeducacionenvalores/2018/12/04/crear-una-cultura-de-paz-desde-los-centros-educativos/

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Perú: JNE promueve cultura de paz en seis lenguas nativas por próximos comicios

América del Sur/Perú/11.09.18/Fuente: andina.pe.

Difundirá spots en quechua, aimara, asháninka, shipibo, awajún y wampi

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) difundirá spots en seis lenguas nativas, además del español, con la finalidad de promover una cultura de paz con enfoque de interculturalidad en el contexto de los comicios regionales y municipales que se llevarán a cabo el próximo 7 de octubre.

Dichos materiales forman parte de la campaña “Elige una Cultura de Paz” que se desarrolla en todo el país, y serán elaborados en quechua, aymara, asháninka, shipibo, awajún y wampi; para ser difundidos en las regiones donde predominan el uso de estas lenguas.
Con estas acciones, el JNE busca reforzar su labor de prevención y gestión de situaciones de conflictividad electoral, mediante una cruzada de sensibilización con un enfoque inclusivo de las distintas culturas existentes en el país.
Para ello fomenta entre las organizaciones políticas y sociales, así como en la ciudadanía, la adopción de un compromiso social de rechazo a la violencia durante el proceso electoral, y la importancia de promover valores democráticos como el respeto, el diálogo y el consenso.
Esta campaña, impulsada por la Central de Operaciones del Proceso Electoral (COPE) del JNE, incluye también la difusión de material gráfico sobre las conductas que constituyen delitos electorales que podrían afectar la gobernabilidad local.
De esa manera, se procura garantizar no solo el respeto a la vida, los derechos y libertades fundamentales, sino también el ejercicio de la voluntad popular en un entorno pacífico que permita el fortalecimiento de los valores democráticos y el respeto al Estado de derecho.
Para este propósito se cuenta con la colaboración de diversas instituciones públicas aliadas, como la Presidencia del Consejo de Ministros, Defensoría del Pueblo, Ministerio del Interior, Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), entre otras.
Estas acciones forman parte del compromiso del JNE para contribuir con la consolidación del sistema democrático, garantizando los derechos políticos de la ciudadanía e impartiendo justicia electoral con transparencia e imparcialidad.

Fuente de la noticia: https://andina.pe/agencia/noticia-jne-promueve-cultura-paz-seis-lenguas-nativas-proximos-comicios-724605.aspx

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