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Los pilares de la educación

Por: José María Gutiérrez

Cantabria define el modelo de futuro de la enseñanza a través de un acuerdo social histórico.

Un modelo inclusivo, en el que se potencie la innovación, la calidad, la participación, la equidad y el diálogo como ejes fundamentales y en el que «todos los alumnos tengan éxito en función de sus capacidades». Así quiere Cantabria que sea la Educación del futuro, cuyos pilares ha cimentado con la firma de un pacto histórico que recoge 120 medidas, algunas ya en marcha, para avanzar en una dirección «segura, sin detenciones, cambios de rumbo o retrocesos».

El ‘Acuerdo por la Educación en Cantabria’ ha sido aprobado por unanimidad por todos los sectores implicados, que han dejado al margen «intereses personales» en beneficio de un bien común, según destaca el consejero del área, Ramón Ruiz.

Así, familias, profesorado y sindicatos de la enseñanza pública y concertada, municipios, organizaciones empresariales, la Universidad de Cantabria y la Administración educativa han trabajado durante el último año y medio en el seno del Consejo Escolar para dar forma y contenido a un pacto social y territorial que ahora se traslada al Parlamento regional para su ampliación a pacto político.

El objetivo, que perdure en el tiempo más allá de vaivenes políticos y con independencia de quien tenga la responsabilidad de gobierno. La Educación cántabra tiene un plan.

Los pilares de la educación

102 medidas, 6 ámbitos de actuación

1. Frenar el abandono escolar temprano: Debe ser una obligación de la Administración educativa y de cada centro poner todos los recursos posibles en el objetivo de terminar con el abandono escolar temprano.

2. Innovación: La Consejería deberá promover proyectos de innovación, investigación y evaluación a través de convocatorias para los centros, contando con la colaboración de la UC.

3. Mejora organizativa: La Administración educativa promoverá proyectos enfocados a la mejora organizativa de los centros, en relación con tiempos y horarios, organización del alumnado, metodologías activas de trabajo…

4. Evitar la repetición de curso: Puesto que la repetición de curso suele resultar ineficaz y costosa, y contribuye a la desigualdad y al abandono escolar, tiene que dejar de ser una medida que se contemple como solución, siendo, en su caso, una medida excepcional.

5. Financiación pública: Se deberá dedicar una financiación mínima del 5% del PIB en ocho años, con la intención de alcanzar, en otros ocho, el 7%.

Una necesaria innovación y avanzar hacia la gratuidad

El acuerdo define los cambios que son necesarios para adaptar el sistema educativo a la «complejidad» de las demandas del siglo XXI. Para ello, considera que deben impulsarse procesos de mejora permanente en el desarrollo curricular y organizativo de los centros, en la práctica docente, en el desarrollo de proyectos cooperativos y comunitarios, en la mejora de la convivencia diaria de toda la comunidad educativa y en la atención personalizada al alumnado y a los grupos, con el objetivo final de que todos y cada uno de los estudiantes dispongan de la mejor formación posible, sin excluir a nadie, y alcancen el éxito educativo, en función de sus capacidades. Para ello, recomienda al Gobierno de Cantabria dedicar, al menos, el 5% del PIB a financiar la educación y que la Administración colabore con los ayuntamientos para conseguir que los centros puedan ofrecer de manera gratuita a todo el alumnado de la educación obligatoria, a través de un banco de recursos educativos universal, los materiales necesarios para llevar a cabo adecuadamente su formación.

II – Los centros

1. Calidad: Los centros deberán disponer de los recursos humanos, materiales, tecnológicos y económicos suficientes para poder desempeñar con calidad la tarea de formación.

2. Menos alumnos por clase: El número máximo de alumnos por aula debe ser de 18 en las aulas de 2 años; de 25 en Educación Infantil de 3 a 6 años, Primaria y ESO; de 30 en Bachillerato; de 15 en Formación ProfesionalBásica; y de 25 en FP de Grado Medio y Superior.

Los pilares de la educación

3. Potenciación de la Educación Infantil: Poner en marcha las medidas necesarias para atender con calidad al alumnado de entre 0 y 6 años, sin disociar el carácter educativo y asistencial de esta etapa.

4. Inclusión y equidad: La educación debe tener como prioridad la atención a la diversidad y la compensación de las desigualdades, de forma que todos los alumnos puedan desarrollar sus capacidades en el grado más alto posible.

5. Participación: Se recomiendan diferentes medidas para aumentar la participación del alumnado en la vida de los centros: cuidar de manera especial que esté representado en los Consejos Escolares, no sólo en Secundaria, sino también en quinto y sexto de Primaria;que se potencie el papel de los delegados; realizar asambleas en cada aula; e incluso que participen en el proceso de elección del director.

La atención a la diversidad de alumnado, prioridad

Las medidas aplicables a los centros ocupan la parte más extensa del acuerdo. Se destaca que la atención a la diversidad del alumnado debe ser un bastión fundamental de la Educación, para lo cual se precisan «recursos humanos y materiales suficientes» para que no haya aulas con ratios de alumnos por profesor muy altas y con problemáticas muy complejas, además de potenciar dentro de los centros la interculturalidad. Este curso la Consejería ha iniciado la reducción de alumnos por aula y los límites acordados para esta legislatura ya se cumplen en las aulas de 2 años y en Educación Infantil y espera alcanzarlos «por completo» en Primaria el próximo ejercicio. En la ESO admite que se está «algo más lejos» del objetivo.

Otra clave se refiere a la necesidad de que el sistema educativo procure una alimentación saludable a los alumnos en los casos en los que las familias «no sean capaces de llevarla a cabo», para que los niños no sufran «un deterioro cognitivo» por causa de ello. Entre otras medidas, el pacto reclama que las becas o ayudas lleguen a «todas» las familias que realmente lo precisan en función de su situación socioeconómica y que los comedores escolares permanezcan abiertos durante los periodos lectivos y no lectivos «el mayor número de días posible», asegurando la «calidad» y «variedad» de la comida.

III – El profesorado

1. Mejores condiciones: Se deben llevar a cabo procesos para mejorar las condiciones laborales, formativas y de desarrollo profesional del profesorado.

2. Estabilidad: Se impulsarán medidas que favorezcan la estabilidad de las plantillas y la Administración se comprometerá a reducir progresivamente la tasa de interinidad.

3. Formación permanente: Se apoyará una adecuada formación permanente del profesorado que posibilite la atención ajustada a un alumnado cada vez más diverso.

4. Ayuda a los desfavorecidos: La Administración fomentará la formación del profesorado para ayudar al alumnado más desfavorecido sociocultural y educativamente o con necesidades de algún tipo.

5. Tecnología e idiomas: Se llevará a cabo una adecuada formación del profesorado en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y de los idiomas.

Una formación adaptada a las necesidades actuales

El acuerdo destaca que la calidad del sistema educativo tiene que ver «de manera especial» con la de sus docentes. Por eso, prioriza que la Administración se esfuerce en «atraer, formar, desarrollar e incentivar a los mejores profesionales docentes» y en introducir las medidas necesarias para «adaptar» la educación a las características y necesidades de la sociedad actual. Entre ellas, y aún «siendo conscientes de que este asunto es competencia del Estado», los firmantes del pacto establecen que el conjunto de la comunidad educativa, a través del Consejo Escolar, «deberá estudiar y proponer a la Administración un modelo de acceso a la función docente que recoja aquellos planteamientos que sean coherentes con el tipo de educación que se persigue en este acuerdo».

IV – El currículo y los procesos de enseñanza-aprendizaje

1. Un método activo: El aprendizaje debe plantearse como un proceso activo de indagación, investigación, intervención y aplicación del conocimiento por parte del alumnado y no de mera reproducción.

2. Trabajo en equipo: La enseñanza debe ofrecer al estudiante un mayor espacio de decisión, fomentar el trabajo en equipo, la asunción de responsabilidades y los proyectos creativos.

3. Evaluaciones: La evaluación del alumnado debe ser continua, formativa y diagnóstica.

4. Deberes: La cantidad de tareas no se transforma automáticamente en calidad del aprendizaje. Debe ser un asunto «colectivo y coordinado» dentro del centro y fomentar un aprendizaje relevante, no repetitivo.

5. Digitalización: Facilitar el desarrollo de competencias digitales en el currículo, sumar herramientas digitales a los bancos de recursos de los centros e intensificar la formación docente.

Una educación en valores y capacidades, no contenidos

Se considera que la finalidad de la escuela hoy en día debe ir más allá de la enseñanza y aprendizaje de contenidos disciplinares, para situarse en la formación de las dimensiones sustanciales de la personalidad de los alumnos; es decir, de las cualidades, capacidades o competencias, que incluyen, de manera integral, conocimientos, habilidades, emociones, actitudes y valores. Igualmente, establece que el currículum debe facilitar una formación tanto científica y tecnológica como humanística y artística, sin que deba existir confrontación alguna entre ellas, ya que todas constituyen «la base educativa necesaria para que el alumnado pueda explicar y explicarse el mundo que le rodea».

V – Las familias

1. Participación en el Consejo Escolar: Se debe potenciar la presencia de las familias en el Consejo Escolar, que se admite como «baja».

2. Asociacionismo: Se impulsarán medidas en los centros para facilitar el asociacionismo de las familias, con el fin de potenciar la implicación parental efectiva en los procesos educativos.

3. Tutorías periódicas: Será necesario establecer tutorías de manera periódica (al menos tres por curso) y plantear contenidos relevantes que actuarán en beneficio de la mejora de la comunicación entre los profesores-tutores y las familias.

Una mayor participación de las familias en los centros

El ‘Acuerdo por la Educación’ asume el reto de «potenciar, mejorar y dar mayor visibilidad» a las familias y a sus representantes en los centros escolares, por lo que establece cauces e instrumentos para hacer que dicha implicación parental sea una realidad efectiva, bien a través del Consejo Escolar, el asociacionismo, las tutorías, el voluntariado y la participación en eventos escolares. Asimismo, y al margen del modelo de comunicación presencial, se considera importante potenciar otros medios de comunicación basados en las TIC.

VI – Personal de Administración y Servicios (PAS)

1. Derechos: Las condiciones de trabajo deben garantizar sus derechos laborales en función de la normativa o convenio que les sea de aplicación.

2. Evitar la externalización: Deberá evitarse la externalización de puestos de trabajo, como forma de abaratar los costes de personal.

3. Contra el acoso escolar: El PAS conocerá el protocolo de actuación ante casos de acoso y ciberacoso; y, en el supuesto de conocer un posible caso, deberá ponerlo en conocimiento de la dirección del centro.

El PAS, una parte más del proyecto educativo

Los que forman el PAS –los encargados de la limpieza, secretaría, conserjes, comedor, educadores de servicios complementarios, fisioterapeutas o acompañantes de transporte escolar, entre otros– deberán, como miembros de la comunidad educativa, compartir el proyecto educativo del centro. Son, con frecuencia, el primer contacto de las familias con el centro, la primera imagen, por lo que se considera que su colaboración con el equipo directivo y profesorado resulta de «gran importancia» para la consecución de los objetivos establecidos para la buena marcha del centro.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/201705/28/pilares-educacion-20170527202131.html

 

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Argentina: Se desarrollará la conferencia «Educación, primeras infancias y TIC»

OMEP – Argentina/23 de mayo de 2017/Fuente: http://www.sinmordaza.com

Organizada por el Gobierno de la Ciudad, la dictará la especialista Cristina Rodrigues. Está destinada a docentes de nivel inicial y a estudiantes de los distintos institutos de profesorado.

El Gobierno de la Ciudad convoca a docentes de nivel inicial, alumnos avanzados de profesorados y público interesado en la temática a la conferencia «Educación, primeras infancias y TIC». Será dictada por la especialista Cristina Rodrigues y se desarrollará dentro del trabajo participativo de redacción del marco curricular para el nivel inicial en Santa Fe, impulsado por el Municipio.

La propuesta, de acceso gratuito, tendrá lugar el lunes 29, a las 17, en el Salón de Actos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral (Ciudad Universitaria, Paraje El Pozo). Contará con la presentación y moderación de Mercedes Mayol Lasalle, vicepresidenta regional para América Latina de la OMEP, y de Claudia Soto, socia integrante de OMEP.

El tema que se abordará en esta conferencia titulada «Educación, primeras infancias y TIC» surgió como una inquietud durante el trabajo de redacción del marco curricular. Cristina Rodrígues se referirá a experiencias con TIC, los niños en la cultura digital y la alfabetización digital.

Cristina Rodrigues

Es Licenciada en Educación Inicial. Doctorando e investigadora en Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social Universidad del Salvador. Especialista en Tecnología Educativa. Profesora de Informática. Diplomada profesional de Enseñanza con TIC.  Ponente en Jornadas y Congresos Nacionales e Internacionales Autora de cursos virtuales, portal de tecnología educativa digital, artículos y libro. «Senderos didácticos con TIC» Proyectos y experiencias con nuevas tecnologías en la educación infantil.

Actualmente Subdirectora de Educación, a cargo de la coordinación general del proyecto de Tecnología Educativa Digital, de la Secretaría de Educación del Municipio de Vicente López. En el mismo encargada de la creación, desarrollo, gestión e implementación del equipo TED Entramar, equipo de tecnología educativa digital aplicado a educación en Vicente López también la creación y desarrollo del material didáctico, pedagógico y diseño del portal de tecnología educativa ENTRAMAR

Además, Asesora Pedagógica del Proyecto TABI, profesora del Nivel Superior de la cátedra Medios Audiovisuales TIC y Educación, del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica Andersen.

Consultas e inscripciones

Las inscripciones se realizan en forma virtual en esta dirección: https://goo.gl/forms/b9PRl3xmiYBMrNNB2

Por consultas, escribir al correo electrónico gestion.educativa@santafeciudad.gov.ar

Cabe señalar que se entregarán certificados de participación en la conferencia.

Fuente de la Noticia:

http://www.sinmordaza.com/noticia/423984-se-desarrollara-la-conferencia-educacion-primeras-infancias-y-tic.html?platform=hootsuite

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España: Los trabajadores de la enseñanza pública vasca, llamados a la huelga

España/22 de Mayo de 2017/EITB

Docentes, trabajadores de educación especial, de cocina y limpieza y de haurreskolas están llamados a secundar la huelga, con el objetivo de aumentar la plantilla y anular la LOMCE, entre otras cosas.

Los docentes, trabajadores de educación especial, de cocina y limpieza (de centros no universitarios) y del consorcio de escuelas infantiles Haurreskola están llamados para la huelga hoy, día 16 de mayo, y el martes de la próxima semana, día, 23, por la mayoría sindical.

La protesta está convocada por ELA, LAB, Steilas y CCOO, ante la falta de «propuestas concretas» y el «nulo interés por negociar» por parte del Departamento de Educación, dirigido por la consejera Cristina Uriarte.

Ver imagen en Twitter

ELA, LAB y Steilas reclaman más inversión en la Educación en Euskadi. También reclaman «sacar la LOMCE» de las aulas, así como derogar el decreto Heziberri del Gobierno Vasco; incrementar las plantillas en 2.000 trabajadores; reducir la temporalidad de un 40 a un 6%; reducir los ratios de alumnado en un 10%; yrecuperar el poder adquisitivo por parte del personal, entre otras medidas.

Para la central sindical encabezada por Unai Sordo, ante los «inapreciables avances en la negociación» y el «nulo interés» por escuchar sus propuestas por parte del Departamento, el sindicato tiene «la obligación moral y ética de dar una respuesta» con una huelga.

UGT, en cambio, apuesta por  «agotar la negociación antes de convocar huelga en la escuela pública de Euskadi».

Los padres, con los sindicatos

La Asociación de Padres de Alumnos de la escuela pública vasca, Ehige, ha llamado a las familias a participar en las concentraciones que se realizarán los días 16 y 23, jornadas de huelga, en los centros escolares y especialmente en las manifestaciones del día 20 en las tres capitales de la CAV.

Ehige ha explicado que comparte estas reivindicaciones, «que son una muestra más de los recortes que se están aplicando en la escuela pública vasca y que venimos denunciando en los últimos años (infraestructuras, materiales curriculares, subvenciones para las AMPAs, etc.)».

La consejera Cristina Uriarte ha pedido hoy, lunes, en una entrevista en Radio Euskadi,«principio de realidad» a los sindicatos convocantes y ha recordado que el ejecutivo está abierto a las negociaciones con los trabajadores, pero que no tienen competencia en cuestiones tan trascendentales como los ratios de aula o las tasas de reposición.

Por esa razón, ha añadido Uriarte, ha solicitado responsabilidad a los sindicatos y ha recordado que son fechas poco adecuadas para movilizaciones de este tipo, pues esta conducta pone en riesgo el correcto desarrollo del fin de curso.

Fuente: http://www.eitb.eus/es/noticias/economia/detalle/4834853/huelga-educacion-euskadi-16-mayo-2017-la-mayoria-sindical-convoca-paros/

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Kenia: Teachers’ appraisal system has improved curriculum delivery

Kenia / 26 de abril de 2017 / Por: NANCY MACHARIA / Fuente: http://www.nation.co.ke

Amid the heightened political activities in the preparation for elections, performance contracting for the heads of institutions and teacher appraisal reforms are gradually transforming delivery of education to children.

The Teachers Service Commission (TSC) introduced the two performance management tools in January last year to enhance the quality of teaching and ultimately improve learning in primary, and secondary schools and tertiary institutions.

MANAGEMENT AREAS

The reforms are intended to build a performance-oriented culture and instil accountability in public learning institutions.

In performance contracting (PC), the heads of institutions are assessed against negotiated targets in the key management areas that have a direct impact on the quality of education offered.

They include teaching standards; curriculum organisation and implementation; supervision of staff; teaching and learning infrastructure.

Others are financial management and compliance with the law.

In teacher performance appraisal and development (TPAD), they are evaluated on pedagogy, particularly preparation and use of schemes of work, lesson plans and notes, and maintenance of learners’ progress and assessment records.

REDUCED ABSENTEEISM

Other important areas are innovation in curriculum delivery such as integration of information communication technology, implementation of learners’ welfare programmes, participation of teachers in co-curricular activities and collaboration with parents and guardians.

From a survey carried out by the TSC recently, it is evident that save for teething challenges such as slow uptake of technology, poor Internet coverage in some areas and resource constraints, performance contracting and teacher appraisals are already having a major impact on teaching and learning in public schools and colleges.

First, there is improved time management. Because heads and other teachers have targets to achieve, and report on at the end of every term, absenteeism has considerably reduced.

Heads have become more rigorous in supervision because their targets cannot be met without teachers first delivering on their own.

FEEDBACK

They are now regularly verifying professional documents for teachers and promoting teamwork.

Even when assignments outside school or illness lead to missed classes, systems are now in place to ensure the lessons are made up for.

Learners providing feedback on attendance by teachers motivates them not to miss classes.

Every day, student leaders compile a daily summary on attendance by all teachers for accountability.

This is used by the administration to reconcile attendance records for all teachers, including the heads.

As a result, teachers are becoming increasingly sensitive to the needs of learners as their primary clients.

ACCOUNTABILITY

More teachers are preparing and using crucial professional documents such as schemes of work, lesson plans and notes and teaching aids.

Learners’ progress records are well-maintained.

There is also increased integration of information communication technology in teaching, sourcing of appropriate teaching and learning materials from the Internet, and sometimes through mobile phones.

There is evidence that a collaborative culture is developing in schools where teachers involve parents and guardians in the management of learner behaviour.

Equally important, accountability structures in the management of institutional resources have improved.

IMPROVING TEACHING

Compliance with public procurement and disposal of assets laws and regulations, through tendering, evaluation, awarding and disposal procedures is becoming entrenched.

This ensures prudent use of financial resources.

Although it is still early to tell, some heads of institutions are convinced performance contracting and appraisal is the reason for their improvement in examinations.

In order to address the teething problems cited, the commission will commit more resources to induction, training, supervision and communication infrastructure to ease implementation.

Ms Macharia is the Chief Executive Officer, Teachers Service Commission

Fuente noticia: http://www.nation.co.ke/oped/Opinion/Teachers–appraisal-system–improved-curriculum/440808-3902374-128smg2z/index.html

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Ecuador: Las clases inician en la Costa con nuevo currículo

Ecuador/ 25 de abril de 2017/Fuente: http://lahora.com.ec

La implementación del currículo del idioma inglés desde el segundo hasta el séptimo grado de educación básica se vuelve obligatorio desde hoy en todas las instituciones educativas del régimen Costa.

Según el ministro de Educación, Freddy Peñafiel, ese es el principal cambio que se da desde este año en esta región, que arranca el ciclo lectivo 2017-2018, como ya sucedió el año pasado en los establecimientos de la Sierra y el Oriente.

¿Habrá los profesores necesarios para la enseñanza de esta lengua extranjera? No se sabe. El funcionario manifestó el lunes pasado que aún estaban abiertas las contrataciones de 450 docentes.

Igualmente, mencionó que el Ministerio adelanta gestiones para traer docentes de otros países que hablan inglés, a través del programa ‘Time to Teach’, para que se integren al sistema público.

Peñafiel, por otra parte, dijo que los maestros han sido capacitados con las herramientas básicas que les permitan entender el nuevo currículo.

Detalles

De acuerdo con el Ministerio, son 2’669.197 estudiantes los que iniciarán clases desde hoy. De ellos, 2’62.306 pertenecen a la educación pública.

Para este periodo, se hará la entrega de textos escolares para 1’996.478 alumnos y 308.901 docentes, con una inversión de 22,2 millones de dólares. Un monto similar destinará el Estado para la entrega de uniformes a 753.159 estudiantes.

A pesar de la temporada invernal, se prevé que las clases se retomen con normalidad en toda la Costa incluso en provincias como Manabí y Esmeraldas, que aún sufren los estragos del terremoto de hace un año y de las lluvias. (RVD).

Fuente de la Noticia:

http://lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1102051939/-1/Las_clases_inician_en_la__Costa_con_nuevo_curr%C3%ADculo_.html#.WP7AjJTatgt

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Autonomía curricular

El Modelo Educativo (ME) que la SEP propone implantar en el sistema de educación obligatoria a partir de agosto de 2018, argumenta como una de sus mayores innovaciones la autonomía curricular, a través de la cual, se argumenta en la propuesta, las escuelas contarán “podrán adaptar los contenidos educativos a las necesidades y contextos específicos de sus estudiantes y su medio.” (ME, pág. 27-28).

La autonomía curricular, se indica, modifica “el antiguo modelo vertical y prescriptivo para transitar hacia uno más flexible” (ME, pág. 75), gracias a este dispositivo las comunidades educativas (estudiantes, docentes y padres de familia) podrán incidir sobre los contenidos educativos y sobre las actividades que complementan el currículum obligatorio.

En el planteamiento pedagógico del modelo, se aclara, la autonomía curricular tiene la finalidad de brindar atención a la diversidad y a las necesidades e intereses individuales. También se indican los cinco objetivos específicos del componente: a) ampliar la formación académica; b) potenciar el desarrollo personal y social; c) ofrecer nuevos contenidos relevantes; d) incorporar conocimientos regionales; e) desarrollar proyectos de impacto social (véase ME, Componentes curriculares de la educación básica).

El ME, en su versión 2017, no abunda en la forma de operación concreta de la autonomía curricular, salvo los ejemplos que se indican en la pág. 76 del documento. En el cuadro 4 (autonomía curricular en la educación básica) se enumeran algunos ejemplos, más bien triviales y poco novedosos, del tipo de actividades que podrían ser incluidos en el segmento de tiempo destinado al componente: taller de escritura creativa, inglés, debates, taller de matemáticas lúdicas, taller de tecnología, taller de exploración de condiciones del medio y cambio climático; ligas deportivas, orquestas, talleres de arte; asignaturas tales como educación financiera, programación, robótica, habilidades para emprender; contenidos regionales y locales, y finalmente proyectos como recolección de basura, potabilización, democracia escolar, entre otros.

Se aclara, por último, que el tiempo de autonomía escolar es variable por nivel educativo y en función de la modalidad educativa. Es mayor en preescolar que en primaria, y mucho más amplio en jornadas de tiempo completo. Para las escuelas de jornada regular el tiempo de autonomía se estima en 2.5 horas a la semana, mientras que en las de tiempo completo puede sumar hasta 20 horas semanales.

El documento complementario al ME de 2017, Ruta para la Implementación del Modelo Educativo, ofrece algunas aclaraciones relevantes. Primera, que un próximo acuerdo secretarial, será emitido en mayo de este año, definirá los lineamientos de la autonomía curricular, y posteriormente las adaptaciones que correspondan en programas vigentes a cargo de la SEP: Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa, Programa Integral para la Igualdad Educativa, y Programa Nacional de Inglés.

Segundo paso, en el periodo de junio de 2017 a julio de 2018 se debe cumplir la tarea de diseñar e implementar el piloto (en 1,162 escuelas) del componente de autonomía curricular del Plan y los programas de estudio en escuelas públicas de educación básica. Esta fase es simultánea al pilotaje de los planes y programas del nuevo currículum en los distintos niveles y modalidades de la educación obligatoria. Solo un mes después de la implementación piloto se pondrá en práctica el nuevo componente curricular. Hasta ahora no se ha explicado cómo se evaluará la fase experimental ni el tipo de consecuencias de dicha evaluación en caso de llevarse a cabo.

Por lo pronto el estado de Aguascalientes ya se apuntó para diseñar y ejecutar un programa piloto, de alcance estatal, en materia de autonomía curricular. Según Raúl Silva Perezchica, director del Instituto de Educación de Aguascalientes, órgano de la autoridad educativa estatal, la SEP les solicitó participar en la fase piloto y ellos, en Aguascalientes, ya iniciaron la valoración sobre el tipo de cursos o actividades que se incluirán en el programa piloto a ser iniciado este año (Página 24, Aguascalientes, 28 de marzo de 2017: Fuente).

A pesar de la insistencia gubernamental en que la autonomía curricular, junto con la autonomía de gestión de las escuelas, son los componentes de máxima innovación del ME, no sobra recordar que la opción de generar contenidos escolares pertinentes a los contextos locales está presente en el sistema desde la reforma educativa de 1993. La Ley General de Educación aprobada ese año, en el marco del proceso de descentralización abierto por el Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación Básica (ANMEB, 1992), estableció en el cuerpo normativo que corresponde en exclusiva a las autoridades educativas locales, entre otras competencias, la de proponer a la SEP los “contenidos regionales que hayan de incluirse en los planes y programas de estudio para la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal y demás para la formación de maestros de educación básica” (Artículo 13).

Lo que importa es observar qué tipo de contenidos y actividades se van a desarrollar en el nuevo marco. Si son como las enunciadas, a título de ejemplo, en la propuesta del ME 2017, es difícil anticipar que con ello se revolucionará el sistema educativo vigente.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/autonomia-curricular/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/06/escuela-nicaragua3-768×480.jpg

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En la Educación nos jugamos el futuro (2): ¿Qué concepto tenemos de un niño? ¿Qué idea tenemos de un aula?

Por: María Victoria Peralta

¿Cuál es nuestro concepto de niño, de niña? La respuesta es crucial. En un currículo tradicional, el adulto reina en el aula y el aula reina. Y el niño obedece, depende y es visto como lleno de carencias. En un currículo progresista, hay que escuchar a los niños, hay que construir conocimiento con ellos y hay que salir fuera del aula. Y además de cualquier currículo explícito, cuenta el currículo oculto y el currículo que anulamos.

Siempre educamos en base a un currículo. Un currículo es un conjunto consistente y coherente de factores y elementos de diferente tipo que intencionamos y organizamos para favorecer lo que queremos en la educación: aprendizajes deseados o esperables. En América Latina debemos reflexionar en lo que un currículo puede hacer o deshacer, en las diferencias que en el desarrollo de un niño y de una niña puede hacer un currículo u otro desde la educación inicial, desde el jardín infantil.

CONCEPCIONES QUE HAY QUE CAMBIAR

Existen currículos tradicionales y progresistas. Otros les llaman currículos que favorecen el rol pasivo o el rol activo. Otros los llaman currículos rígidos o flexibles. Suelo usar otra distinción: currículo humanizante o currículo co­si­fi­cante. En un currículo cosificante el niño es visualizado no­ co­mo una persona, como un sujeto, sino como una cosa con la que yo puedo hacer lo que yo quiera. Un currículo huma­ni­zan­te ve al niño como un sujeto, favorece el desarrollo del niño como un ser humano.

Siempre se educa partiendo de una determinada concepción del ser humano. Si no tengo claro el ser humano que quiero favorecer en el niño, seleccionaré medios inadecuados. Y no podré seleccionar medios adecuados sin tener claro qué es lo que van a favorecer esos medios. En los currículos tradicionales, cosificantes, uno observa una concepción muy limitada del niño pequeño y de sus posibilidades de aprendizaje, y lo que prima es el sentir del adulto. Es por eso que le damos al niño una plantilla, un modelo, el trabajo ya hecho. Yo, adulta, digo: “Lo que quiero que haga es un hoyito con una agujita en este modelito”. Eso tiene sentido para mí, porque lo que quiero favorecer es la coordinación ojo-mano, objetivamente muy valiosa. Pero si yo le preguntara al niño: “¿Te resulta interesante hacer el hoyito en el papelito?” quizás diría que la primera vez sí, y hará los primeros hoyitos con interés, pero después hacer eso será aburridor.

Tras este tipo de actividades rutinarias hay una con­cep­­­­­­ción­­ del niño pequeño muy limitada y hay la idea de que no es necesario que quien aprende le encuentre sen­ti­do­ a lo que aprende. Actualmente, y para lograr una edu­ca­ción­ de mejor calidad, tratamos de instalar una concep­ción mu­­cho más clara de la potencialidad de los párvulos y de­ sus posibilidades de aprendizaje. Y proponemos que se es­cu­che a los niños. Por eso se habla de la pedagogía de la es­cu­cha.­ Y se buscan los sentidos del aprendizaje. Pero pasar­ de una­ concepción tradicional a esta nueva concepción no es fá­cil.

Un primer paso para cambiar de concepción es tener presente que todo concepto social -en este caso, lo que es un niño pequeño, una niña pequeña, un párvulo- es una idea que se ha construido históricamente. No hay conceptos permanentes. Eso cuesta mucho entenderlo, porque “yo estudié pedagogía, a mí me capacitaron hace diez, veinte años, y ya aprendí lo que era el desarrollo de un niño pequeño”. Pero eso lo aprendimos en una época, en un momento y en una situación. Y hoy, en este mundo vertiginoso, donde el conocimiento sobre las potencialidades de los niños resulta abrumador, donde cada día sabemos más sobre la enorme capacidad de aprendizaje que tienen, debemos reconstruir conceptos -que no son estables, fijos, invariables- para asumir conceptos dinámicos. Hay autores que incluso nos dicen que la infancia no existe, que nosotros la hemos creado, que es un concepto que hemos construido en la historia, que es una construcción social, política y cultural.

LA PREGUNTA: EL GRAN RECURSO EDUCATIVO

¿Cuál es el concepto de niño que estamos construyendo hoy, en el siglo XXI, en sociedades tan plurales, tan mezcladas y tan diversas como son las latinoamericanas, con la post­modernidad metida ya en nuestras ciudades, aún rurales y con instituciones del mundo desarrollado y expresiones de subdesarrollo total por todas partes?

¿Cuál es nuestro concepto de niño? La respuesta es crucial. En un enfoque tradicional, se consideraba que el niño llegaba al jardín infantil listo y allí sólo se le desarrollaba un poco más, que en el jardín no se construían estructuras nuevas en su cerebro. Hoy sabemos que el niño pequeño está en una permanente formación de conexiones neuronales, en una permanente formación de estructuras afectivas y cognitivas, que todo su aparato de pensamiento está construyéndose, que nada en esa construcción es gratuito y que todo depende del trabajo educativo que hagamos con él.

En una concepción tradicional, el rol del niño es ser re­ceptivo de conocimientos y de valores. Por eso todo se lo da­mos hecho. Todo. Escogemos el tema, la canción, el cuento,­ los colores. Todo está ya hecho y el niño recibe, recibe, recibe.­ En una concepción nueva, favorecemos el rol activo del niño en el pensar, en el sentir y en el actuar. Y muy importante: concebimos al niño como productor de conocimientos. Es un niño al que no le damos las respuestas hechas, sino que promovemos que él piense por qué las cosas son como son: por qué el cielo es celeste y por qué el pasto es verde.

En una concepción tradicional, tendemos, de forma compulsiva, a darle al niño todas las respuestas hechas, cuando lo interesante es la pregunta como el gran recurso educativo, la pregunta que despierta, la pregunta gatilladora. Que el niño construya y haga sus propias hipótesis de las cosas, que el niño nos explique por qué las cosas son como son, desde su mundo mágico, desde su mundo de las intuiciones, desde su mundo, que también es científico. A veces los niños dan explicaciones de las cosas que a uno lo dejan abismado. Y decimos: ¿de dónde sabe estas cosas? Nos olvidamos de los medios de comunicación, de la información que les llega de las conversaciones de niños mayores que comparten con ellos la escuela. Hoy los niños reciben por muchos caminos muchas informaciones que los hacen distintos de los de hace unos años.

La pregunta es el gran recurso educativo. Una pregunta que produzca un conflicto intelectual. La pregunta que haga pensar al niño y no la que le haga decir cosas obvias, como “¿De qué color es la manzana?” Y decimos nosotras: “La manzana es ro…” y ellos completan “ja”. Cuando limitamos el nivel del trabajo intelectual de un niño lo empobrecemos. Es distinto que le preguntemos: “¿Por qué la manzana es roja?” No importa lo que respondan, no nos interesa la respuesta científica acertada. Nos interesan preguntas que den lugar a respuestas variadas. Pueden responder: “Está avergonzada y por eso se puso roja”. Es una hipótesis. Nos importan las hipótesis que hagan. Fantástico es que las hagan desde los tres años, porque después las seguirán haciendo, sean carpinteros o astrónomos. Y esa capacidad de pensar se forma en esta etapa inicial de la vida.

QUEREMOS NIÑAS Y NIÑOS CIUDADANOS

En una concepción tradicional, el niño es pasivo ante su medio natural y su medio social. No es un niño ciudadano, que participa en el medio ambiente ni en redes sociales. Ahora concebimos a un niño que desde que es párvulo debe recibir formación ciudadana. Que tiene que aprender a elegir desde que es un bebé. A los seis meses a un niño se le debe dar a escoger entre varios juguetes, se debe promover que escoja, con la clara intencionalidad de que aprenda a elegir.

Ahora concebimos a un niño activo en la conservación del medio natural. Sabemos que si América Latina no cuida su entorno natural, nuestros ecosistemas quedarán destruidos. El niño es el mejor conservador del medio ambiente, el más coherente. Todas las experiencias lo demuestran. Recuerdo un jardín infantil en la montaña de Chile, absolutamente natural. Los niños le cantaban todos los días a su árbol mágico, cuidaban las plantas, criaban gallinas. Un día llegaron los niños de un jardín de Santiago a visitar ese jardín, ¡y Atila habría quedado pálido! Los niños de la ciudad arrancaron las flores, persiguieron a las gallinas, se encaramaron a los árboles, mataron insectos. Una gran diferencia. En aquel jardín los niños fueron tan coherentes en el proyecto de cuidar y no destruir que se convirtieron, por sí solos, en vegetarianos, y las educadoras tuvieron que inventar artimañas para que comieran pollo, porque ellos no entendían por qué matarlos si los habían cuidado y alimentado.

En un currículo tradicional el niño vive en una burbuja, descontextualizado. El currículo tradicional no toca temas que a los niños les interesan, aunque son parte de su vida. ¿Cuándo los currículos tradicionales tocan temas como el de las familias que no son esa familia tradicional de papá, mamá e hijitos, sino que la mamá es la jefa de la familia y esta sola, que es lo que sucede en el 50% de las familias latinoamericanas? De eso no se le habla al niño, se le presenta la familia con la parejita y los hijitos, se le presenta una sociedad diferente a la que conoce y nunca se le cuenta nada sobre la familia y la sociedad reales. Y sin embargo, ya existen cuentos y materiales didácticos que bus­can conectar al niño con la realidad que está viviendo: familias separadas, madres solas criando a sus hijos, divorcios.­ También ya hay cuentos y materiales que le hablan a los niños de situaciones de choque racial. ¿Hablamos a los niños de la discriminación racial?

TODOS LOS TEMAS SON TEMAS DE NIÑOS

¿Y cuándo le hablamos a los párvulos de la muerte? Y sin embargo, la conocen: se les muere el abuelito, la abuelita, un vecino. Y el niño no entiende bien lo que pasó. En los currículos tradicionales el niño vive en una vida artificial, lo meten en una burbuja en donde no le pasa nada. ¡Y a los niños y a las niñas les pasan miles de cosas que nadie les explica! En un enfoque más progresista, y sin convertir la escuela en una tragedia griega, a los niños se les debe hablar de todo, cuando sucede, cuando les interesa, cuando pasa, cuando es parte de su vida.

En un currículo tradicional anulamos las diferencias del mundo. No hablamos de los migrantes. Y son una realidad presente por todas partes. En Chile estamos llenos de niñitos peruanos y bolivianos, que hablan distinto de los niñitos chilenos, y sus familias comen otras comidas y tienen otras costumbres. Ese tema está ahí, es un tema para currículo. Es un tema, como muchos otros, de actualidad, que tenemos que aprovechar desde el punto de vista humano y cultural. En un currículo tradicional este tema es invisible y los únicos temas son los que nos parecen “temas de niños”.

Un niño con una visión muy restringida de su entorno próximo no está bien educado. Hoy, con los medios de comunicación, los niños tienen amplias oportunidades de interacción próxima y distante en el tiempo y el espacio. ¿Por qué tantos niños están tan interesados en los dino­sau­rios cuando nunca han visto uno? Por los medios, por las re­vistas, por los juguetes, porque venden dinosaurios por las calles. ¿Por qué andan interesados en el espacio y quieren saber del espacio? ¿Por qué les interesa el fondo del mar si jamás han estado ahí? Siempre dijimos que los niños aprenden en situaciones concretas y vivenciales. Hoy día, este paradigma se ha ido flexibilizando, porque los niños asumen intereses muy importantes en temas que no necesariamente les son cercanos o concretos, porque los medios los relacionan con situaciones y temas del otro lado del mundo o con temas del pasado remoto o del futuro lejano, y todo eso les interesa a ellos. El currículo actual de los niños más pequeños tiene que estar abierto a todo lo que los niños nos piden hoy a gritos.

Cuando uno entrega a los niños contenidos insus­tan­cia­les, que no les interesan, historias ya pasadas y aburridas,­ no educa bien. Hay niños en las montañas perdidas de Chile que nos han dicho que ellos quieren conocer de los dino­saurios y hay maestras que les siguen hablando del perrito y del gatito. Para saber qué es relevante para un niño y a una niña de hoy hay que escuchar a los niños y a las niñas.

NIÑOS Y NIÑAS PUEDEN MÁS Y SABEN MÁS

En una concepción tradicional, el niño aparece siempre como un niño dependiente, sin fortalezas, necesitado, carenciado. Es una niña, un niño, que debe ser tranquilo, ordenado, calladito, hacer las cosas cuando la educadora le dice. El currículo tradicional privilegia la obediencia por sobre toda otra actitud. En las visiones más actuales, al niño se le reconoce con todo lo que significa ser sujeto-persona. Ésta es una idea filosófica muy poderosa. Ser sujeto significa tener capacidad de actuar. Decir que el niño pequeño es persona significa que tiene todos los rasgos de humanidad que tenemos nosotros los adultos: es singular, relacional, creativo, contingente, con capacidad de decisión. Y todo eso lo tiene desde que nace. No es que cuando sea grande pasa a ser persona. Es persona desde que nace.

Y es una persona que no sólo tiene carencias y necesidades, sino que tiene también fortalezas. Los diagnósticos escolares no deben ser solamente sobre lo que le falta al niño, o sobre aquello de lo que carece, sino sobre todo aquello para lo que es bueno. Y todos somos buenos para muchas cosas. El niño debe hacerse consciente de sus fortalezas: yo soy bueno para correr, soy buen amigo, tengo buenas ideas. Porque en esta vida nosotros no funcionamos con nuestras carencias. Las carencias las asumimos, pero funcionamos con nuestras fortalezas. Y es a eso a lo que hay que sacarle más provecho. Los currículos tradicionales señalan carencias: que el niño no habla bien, y entonces desarrollamos lenguaje, lenguaje, lenguaje. Pero ese niño puede ser un fantástico inventor de cosas y ese lado lo dejamos a la buena de Dios, y como Dios está bastante ocupado y para educar a los niños nos tiene a nosotros, no le desarrollamos esa fortaleza.­

Actualmente, estamos pasando de una pedagogía de la carencia, de la compensación de las necesidades, a una pedagogía de las fortalezas, de las oportunidades, de la esperanza, como decía Paulo Freire. Freire comenzó con una “pedagogía del oprimido” en años muy duros en América Latina. Y terminó con una “pedagogía de la esperanza”. Se trata de dejar de ver al niñito pobrecito, limitado y con puros problemas, para equilibrar la balanza­ viendo, por ejemplo que de la Naturaleza sabe quizás más que todos nosotros. Ese niño pescador que a los tres, cuatro años, sabe poner el anzuelo, limpiar espineles, partir mariscos, sabe lo que no sabemos nosotros. Ese niño que en el campo, a los tres años, monta a caballo agarrado a las puras cri­­nes, sabe más que nosotros. Todos los niños saben hacer miles de cosas, y debemos tener ojos para ver sus fortalezas. Esa niña que conoce las hierbas, sabe dónde encontrarlas y para qué sirven, sabe más que nosotros. Todos los niños y to­das las niñas son productores de conocimientos y no hay que caer en la liviandad y en la tontería de pensarlos limi­ta­dos.­­

En la capacitación de las maestras hay que enseñarles a re-mirar a los niños con otros ojos, a re-conceptualizar qué es un niño, una niña. Es como ponerse en otro mirador para descubrir que todo niño y toda niña puede mucho más. Si la educadora es capaz de hacer ese cambio, todos los demás cambios serán más fáciles.

APRENDER A LEER Y A ESCRIBIR NO CON PALOTES, SINO CON PENSAMIENTO

El currículo tradicional y el currículo progresista se diferencian también en que el tradicional enfatiza la educación infantil como una preparación para la educación básica. Y aún con esta concepción, en América Latina manejamos todavía ideas muy limitadas cuando preparamos a los niños para la lectura, la escritura y las matemáticas. Tendríamos que escuchar más a la Dra. Emilia Ferreiro, una argentina que tanto investigó y aportó en esta materia desde México.

Ella nos ha enseñado que los niños tienen que iniciarse en esas materias, pero como niños pensantes y activos. Y que es muy diferente que un niño aprenda a escribir con un método donde hace palotes para un lado y curvas para el otro -trazos sin sentido-, a que el niño se dé cuenta de que la escritura existe como una pieza del repertorio cultural de la humanidad. A los tres, cuatro años, todo niño empieza a inventar sus propios sistemas de escritura y escribe lo que se le ocurre. Inventa sus propias combinaciones de signos, de símbolos. A partir de eso, uno puede empezar a desarrollar con ellos situaciones de conflicto intelectual: “A ver, te voy a contar un cuento bien largo para que tú lo escribas después”. Y el niño, que es un ser inteligente, hará una relación correcta: si yo le hablo mucho, mucho, mucho, él sabe que tiene que escribir mucho, mucho, mucho. Y si yo le hablo poquito, él sabe que tiene que escribir poquito. Según lo largo, inventará muchos signos o pocos signos. Empezará a establecer la relación muchos signos hablados-más signos escritos y pocos signos hablados-menos signos escritos. Un niño que hace esto está pensando.

Y llegará un momento en que ese niño querrá que le lean sus escritos, sus cuentos, sus cartas y le pasará lo que escribe a cualquier persona, que le dirá: “No puedo leerlo, porque para leer las personas tuvimos que ponernos antes de acuerdo”. Y será la ocasión de enseñarle sobre la arbitrariedad de la escritura. Y entonces, le enseñaremos a escribir su nombre. Y el niño escribirá su nombre y se lo llevará al papá, a la mamá, a la abuela y comprobará que todos pueden leer su nombre. Y le dirán: “Mira, es con estos signos que nos hemos puesto de acuerdo para entender lo que escribimos”.

El niño descubrirá la escritura y empezará a escribir palabras con sentido: su nombre, los nombres de los objetos de la casa, lo que vio en un paseo. Al comienzo, va a escribir grandote, después controlará su mano y escribirá más chiquito y descubrirá que hay que escribir de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Eso es lo que nos enseña la Dra. Ferreiro. Pero, ¿cómo lo hemos hecho y lo seguimos haciendo? Con palotes para un lado y con curvas para el otro.

Con esos palotes, con ese apresto tradicional, se aprende, sobre todo, ejercitación motora. Pero no estamos desarrollando el plus intelectual de esta tarea. No estamos desarrollando el gozo por la escritura y la lectura. La rutina de los palotes termina matando ese gozo. Porque si fuimos a un paseo y lo pasamos bien y vimos cosas lindas, y eso es lo que escribimos y eso es lo que dibujamos, eso tiene sentido y empezaremos a amar el escribir y el leer.

¿Por qué América Latina tiene problemas tan tremendos en lectura y escritura? ¿Por qué nadie entiende nada de lo que lee, los chiquillos no leen nada, no escriben nada y les va horrible en las pruebas nacionales y en las internacionales? Es un verdadero drama. Tenemos una respuesta en ese famoso apresto tradicional de palotes y curvas con los que enseñamos a leer y a escribir. Ahora la Dra. Ferreiro está trabajando con el mismo enfoque en el aprendizaje de las matemáticas. Y dice lo mismo: matemáticas sí, pero entendiendo, construyendo, pensando, y no llenando cuadernos con números, como si esa rutina fuera algo interesante y estimulante.

COMO EN UNA OBRA DE TEATRO

En un currículo tradicional, el educador, la educadora, asumen un rol directivo, son el centro de todas las acciones. La edu­cadora es la que dice a los niños dónde deben moverse, a dón­de deben ir, qué deben hacer, pensar, hablar… Todo está d­irigido, pensado de antemano. Con frecuencia dicen: “Tengo que controlar al grupo”, “Tengo que manejar el grupo”, “No tengo dominio del grupo” “¿Cómo controlo a los treinta para que no se muevan mucho?”. Existe la concepción de un yo muy activo y de un tú muy pasivo y muy controlado por mí.

En un currículo nuevo, la educadora es un agente convo­ca­dor, llama a la comunidad educativa a participar. Llama a los niños, a las familias, a otras personas, a la comunidad. Y lo hace desde un concepto que empodere a todos. Da lugar a que la familia y los miembros de la comunidad vengan al aula y trabajen con los niños. Facilita el involucramiento de todas esas personas en las distintas etapas del currículo: en la planificación, en la puesta en marcha, en la evaluación. No es ella el único eje de las acciones, no acapara todos los roles, aun cuando socialmente haya sido designada para el rol de agente convocador de la comunidad educativa.

En un currículo tradicional las estrategias son siempre grupales: todos los niños haciendo lo mismo, de la misma forma y en el mismo momento. Estrategias muy centradas en lo disciplinario. En el currículum progresista, se enfatiza la calidad de las interacciones afectivas y cognitivas y las estrategias se orientan a la diversificación.

Es crucial el ambiente humano que se crea entre adultos y niños y las interacciones entre ambos. Armar un currículo educativo es como armar una obra de teatro. Necesito primero los actores: actores adultos -educador, familia, miembros de la comunidad, jóvenes y niños mayores- y actores infantiles. Esos actores necesitan un espacio, un escenario.

Es muy importante organizar el espacio educativo: dónde se moverán los actores. Hay que tomar decisiones tanto sobre el espacio interior como el exterior, hay que organizar ambos espacios en forma consistente con todos los demás elementos para favorecer los aprendizajes de los niños. También hay que organizar el tiempo, tanto el gran tiempo del trabajo anual o semestral, como el tiempo diario, el de la jornada, el de la rutina cotidiana de trabajo. Esto supone planificación, con todo lo que significa: objetivos, actividades, recursos.

Actores, escenario, actos de la obra y guión. Planifico, implemento, evalúo. En una obra de teatro la evaluación es la acogida del público. Aplausos o pifias. Ovación final: entonces la obra estuvo bien.

LAS AULAS NO SE “DECORAN”,
SE AMBIENTAN CON INTENCIÓN EDUCATIVA

En un currículo tradicional toda la preocupación se centra en lo que pasa dentro del aula. El aula reina. Y es un aula donde el adulto reina. Hay salas que revelan ese currículo tradicional: una educadora trabajando detrás del escritorio, una sala de la mitad para arriba, sin ningún elemento al alcance de los niños, donde no se mira variedad de recursos -y recursos no significa que yo tenga media juguetería en el aula-, donde no se han incorporado elementos naturales ni materiales en desuso pero intencionados, donde la ambientación no va más allá del Pato Donald o de Pokemon.

La ambientación de una sala de un jardín infantil siempre debe ser intencionada. Y debe agregar un plus a lo que habitualmente el niño recibe. Si el niño ve al Pato Donald por todos lados, yo no se lo voy a poner en el aula. Y además, ¿a qué objetivo de mi currículo responde ponérselo? Hablo de “ambientación”. En la educación inicial tenemos una deformación y hablamos de decoración. Pero un currículo no se decora. Eso está bien para un decorador de interiores que tiene que poner algo para llenar una pared, pero en un currículo preescolar uno no decora, uno ambienta espacios en función de una intencionalidad educativa.
En un currículo tradicional los espacios son rígidos. Desde que comienza hasta que termina el año escolar vemos el mismo ambiente. Nada cambia o hay muy pocos cambios. En un currículo progresista se trabaja siempre con diversos y variados ambientes. Y todo lugar puede convertirse en un espacio educativo. La sala, una huerta, un mercado, un taller artesanal, un museo, una biblioteca. Hay una selección intencionada de todos los espacios dentro y fuera del aula.

Sería una falta de respeto tener una sala sin nada. Sería poco acogedora, poco grata. Pero, no todo debe estar hecho por la educadora. Es parte del trabajo educativo hacer que los niños aporten a la ambientación del aula. “Nos entra mucho sol por esa ventana y nos deslumbra, ¿qué podríamos hacer?” Y entonces convierto el tema del sol en una actividad. A más de alguno se le ocurrirá decir que pongamos cortinas. Entonces, haremos las cortinas. “Y para no comer la merienda sobre la mesa, ¿qué hacemos? ¿Podríamos hacer mantelitos individuales?” Se trata de que los niños participen en la ambientación construyendo sus espacios de trabajo.

El concepto de que yo educadora hago todo lo que hay en la sala es erróneo. El ser humano hizo cultura al enfrentarse a un medio: se enfrentó al oso, sacó al oso de la cueva, limpió la cueva, pintó las paredes de la cueva y vivió en la cueva. Esto es esencial en la historia humana. Con los niños lo mismo. Que hagan suya el aula, que se apropien de ese lugar, que personalicen ese lugar con sus distintivos. Todo lo que hay en el aula puede y debe ser hecho con los niños.

AULAS ESTÉTICAS Y DINÁMICAS CON MATERIALES PARA “INVENTAR”

En el aula, los espacios deben ser dinámicos, interesantes, donde suceden cosas. Porque tengo una planta a la que se le secan las hojas, le sale una flor, un frutito. Y de eso hablamos. Porque tengo gusanos en una botella transparente. Y hablamos de eso. Que los niños tengan ganas de llegar a la sala a ver qué hay allí de nuevo. Fomentarles la capacidad de asombro. Las salas de los jardines infantiles deben ser interesantes. Hasta en las salas para bebés debe haber cosas significativas al alcance de ellos. A su altura. Debe haber retratos de ellos mismos. Fotos forradas, para que puedan pasarles la mano, lamerlas, y no las arruinen.

En el aula la estética debe ser interesante. Si yo, por ejemplo, pongo un cuadro de un pintor latinoamericano, de un muralista mexicano, si pongo en la pared grecas de cualquiera de las culturas indígenas latinoamericanas, promuevo en los niños el interés por otra estética, por otros símbolos y colores. Hay que emplear materiales que promuevan reflexión e interés. Eso no necesariamente significa materiales elaborados industrialmente o materiales caros. Son válidos el puzzle, la muñeca o la pelota que se compra. Y también lo son los materiales naturales que están ahí, y que basta con recogerlos.

A menudo, los juguetes comprados están muy usados, desarmados, desgastados. Hay en la sala un camión, pero sin ruedas. Hay una muñeca, pero sin cabeza. Hay pedazos de cosas. ¿Aportarán algo? O a menudo, son tan costosos los juguetes comprados que están muy guardaditos en estantes con llave para un día especial.

Debemos trabajar con otros materiales. Materiales en desuso: todos esos objetos que ya tuvieron un uso para el que no sirven: un despertador o una radio que ya no funcionan. Materiales de proceso, que sirven para “inventar” cosas: tubos de manguera, alambres, plásticos, que pueden ser transformados y con ellos hacer máquinas, robots. Materiales reciclables: la cajita, el tubito, el palito. No le llamamos material “de desecho”, porque es material que el niño va a reciclar y a convertir en otras cosas. Y esas otras cosas que hagan los niños se convertirán en ambientación de la sala.

LOS NIÑOS DEBEN SALIR  A MUSEOS, A LA ÓPERA, A LA CALLE

No sólo debemos poner atención a los ambientes internos. Una educación del siglo XXI, por muy buena que sea, no será válida si se queda entre las cuatro paredes de la escuela. Si estamos tratando de hacer una educación contex­tua­li­za­da, con raíces culturales, reflexionando sobre lo que pasa en este mundo, los niños tienen que salir. Y al salir veremos que la sociedad no está preparada para recibirlos. Que la so­ciedad esté preparada para los niños pequeños es un “temazo” pendiente. Desgraciadamente, América Latina es­tá muy poco preparada. Exceptuando ciertos Museos del Ni­ño, ha costado mucho, por ejem­plo,­ que nuestros museos tengan instalaciones para que las personas chiquitas se acerquen al arte, a la ciencia, a la cultu­ra.

Desde los Ministerios de Educación se pueden mover muchos hilos. En Chile, un buen museo de arte precolombino acogió la idea de hacer algo. Y organizó una exposición con reproducciones de piezas arqueológicas que los niños pudieran tocar y tener en sus manos. Una anécdota: a la salida del museo, en la parte de ventas, los niños se acercaron a hojear los grandes libros con ilustraciones a colores de piezas mayas, aztecas, incas, muy impresionados porque las habían visto y tocado en el museo. Entonces, quien vendía ahí les dijo: “No, eso no es para ustedes, la parte de los niños es allá”. Y “la parte de los niños” eran tres o cuatro libros sin colores, insulsos, mientras a ellos les fascinaban los libros “de mayores”.

En el Museo del Niño en La Paz, Bolivia, un país con altos niveles de pobreza, he encontrado algo único en América Latina: una sala para niños de 0 a 3 años. En la sala hay monitores que trabajan con ellos y que están vestidos con los trajes típicos de las culturas andinas. Lo que demuestra que éste es un tema que no depende de grandes recursos, sino de la conciencia y de la educación de la sociedad.

México ya tiene un Museo del Niño. También Bogotá. Allí me encontré también un museo con una hermosa sala para niños dedicada a Botero, uno de los grandes pintores y escultores colombianos, caracterizado por sus gordas y gordos. En la sala no sólo estaban reproducidos sus cuadros, puestos al alcance de los niños, para que pudieran verlos de cerca y tocarlos, sino que en el suelo sus cuadros estaban transformados en grandes puzzles que los niños podían hacer y deshacer.

En América Latina nuestros niños deben salir e ir a museos, a bibliotecas, a talleres artesanales. En Italia, he visto jardines infantiles que llevan a niños de 3 a 5 años al teatro municipal para que vean el ensayo de la ópera que se va a representar. O a una exposición de vitrales en el museo de arte medieval. Son iniciativas que expresan un concepto muy alto del niño. ¿Por qué darle al párvulo chatarra y mugre en el arte, en la música, en la ciencia, en la tecnología? ¿Por qué pensamos, por adelantado, que un niño o una niña pequeña no va a interesarse por la ópera o por las obras del arte clásico? Los niños y las niñas tienen derecho al buen arte, a la buena ciencia, a la buena tecnología, y no solamente a la cultura chatarra que a veces les dan.

PONGAMOS ATENCIÓN AL CURRÍCULO OCULTO Y AL CURRÍCULO QUE ANULAMOS

Todo esto es currículo, en su versión tradicional o cosificante y en su versión progresista o humanizante. Pero una cosa es el currículo escrito, el que explicitamos, otra es el currículo oculto y otra el currículo nulo. Entender estas diferencias nos adentra más aún en el complejo mundo de la educa­ción. El currículo explícito es el que tengo en un documento,­ el que puede leer todo el mundo. Mucha gente cree que basta­ con el currículo explícito, que en él está toda la intenciona­li­dad y toda la orientación pedagógica. Y no es así.

El currículo oculto es inherente a todo proceso educativo, aunque no estemos conscientes de ello. Tiene que ver con las expresiones y los gestos que usamos, que siempre tienen un gran impacto entre los niños y las niñas pequeños. Ya existe mucha investigación sobre currículo oculto en la educación inicial, especialmente en el tema de género. Ningún currículo explícito dirá que hay que discriminar a las niñas, pero quizás cuando estoy trabajando con los 30 niños y niñas que tengo delante me dirijo más frecuentemente a los varones, porque son los que se mueven más, y dejo a las niñas en segundo lugar.

Los gestos son fundamentales. A veces, un gesto dice más que mil palabras. Viene un niño a enseñarme su dibujo, que tanto le ha costado, y sin casi mirarlo, le hago un gesto que a él le indica que no me interesa lo que hizo. Todo esto es muy sutil. Va en el rostro, en cómo te miro, en cómo te recibo, en si te miro a los ojos, en lo que te digo y en lo que no te digo con palabras y sí con el rostro, con las manos, con todo el cuerpo. Si hay una educadora que está siempre con cara de desgano y de poco asombro, ¿cómo va a tener niños inteligentes y animados? Capacitar en cómo tomar conciencia de los gestos es mucho más trascendental que dar un montón de intelectualidad teórica.

¿Y el currículo nulo, el currículo que anulamos? En cualquier país de América Latina hay uno, dos, tres o cuatro colegios -según el tamaño del país- que están en la capital, que son muy connotados y de donde tradicional y genera­cio­nalmente han salido los presidentes, los ministros, los parlamentarios, todos los tomadores de decisiones. En Santiago, por ejemplo, uno ya sabe que uno de los niñitos del jardín infantil de cierto colegio del barrio alto será posiblemente Presidente de Chile o Ministro de Educación o senador o diputado. Porque, por clase social y por recursos, ese colegio es semillero de esos altos cargos públicos.

Este colegio se plan­tea­ como un proyecto muy democrático. Una vez, trabajando con este colegio, pregunté a mis colegas de educación parvularia cómo hacían para que los alumnos conocieran la realidad de Chile. “¿Han llevado a los niños del jardín a alguna población urbano-marginal para que conozcan que hay otros niños chilenos, de su misma edad, que hablan distinto, que juegan distinto, que huelen distinto, que usan otras palabras, que se visten con ropa usada, que se peinan diferente?” Me contestaron que nunca lo habían hecho y que tampoco nunca habían invitado a esos niños “distintos” a vi­sitar el colegio.

Después, me invitaron a una reflexión sobre el currículo y les hice ver el currículo que estaban anulando. Porque estaban enseñándole a aquellos niños, futuros mandatarios, que Chile era de niños igual que ellos, que en Chile no había otro tipo de niños. Y esto sucedía en un proyecto educativo muy progresista. Les hice ver que, desde la supuestamente inocente educación infantil, se pueden establecer discriminaciones, separaciones y privilegios que se mantendrán después durante toda la vida.

NADA ES INOCENTE

La educación infantil nunca es inocente ni ingenua. Marca tendencias, marca actitudes. Por eso debemos pregun­tarnos siempre: ¿qué explicito, qué valoro, qué anulo, qué dejo de lado? Y debo ser consciente que al explicitar unas cosas siempre estoy dejando de lado otras. Últimamente se está develando la importancia del currículo oculto, viendo que muchos de los fracasos y éxitos de la educación se juegan en el currículo oculto. Porque el papel lo aguanta todo, y en el currículo explícito podemos poner las maravillas más maravillosas, pero en el currículo real, el que hago en la sala de actividades, donde no considero a todos iguales, donde privilegio unas cosas, donde hago gestos que envían señales, donde doy prioridad a la niña más bonita o al niño que es líder, es en donde se juega la calidad de la educación.

Fuente artículo: http://www.envio.org.ni/articulo/3236

 

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