Estudiantes brasileños regresan a las calles por educación y Amazonia

América del sur/Brasil/05 Septiembre 2019/Prensa Latina

Los estudiantes brasileños saldrán nuevamente a las calles el sábado para protestar contra los ataques del gobierno de Jair Bolsonaro a la educación pública, incluida la reducción de fondos para el sector, y en defensa de la Amazonia.
En su página oficial, la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) informa que también se rechazará en las movilizaciones la interferencia con la autonomía universitaria y el intento de privatizar los centros superiores de estudios e institutos federales, a través del llamado programa Future up.

Otras manifestaciones ocurrieron este año contra la impopular reforma de la Seguridad Social y en apoyo de la huelga general de los trabajadores. El sábado, los estudiantes incorporarán la bandera del medio ambiente y la defensa de la Amazonia, foco de una crisis y tensiones por los incendios forestales.

Esta será la cuarta movilización contra las políticas de Bolsonaro y su ministro de Educación, Abrahan Weintraub. Las anteriores, el 15 de mayo, el 30 de mayo y el 13 de agosto, llevaron a millones de personas a las calles de todo el país.

Según la UNE, los lugares de los actos ya están definidos en 19 estados, 11 de los cuales son capitales estatales.

La organización señala que el 7 de septiembre, el día en que se celebra la independencia de Brasil, el movimiento estudiantil mostrará que la lucha no se desvanece.

Denuncia que el proyecto Future up, presentado por el ministerio, ‘ignora el problema inmediato de las universidades que siguen sin recursos y pueden subcontratarse a organizaciones sociales. Es la universidad pública en manos del mercado!’.

La UNE alerta que las empresas aparecen como una solución de financiación. La educación debe pertenecer a todos.

Advierte finalmente que, aunque los incendios pueden ser comunes en tiempos de sequía, la relajación en los controles ambientales en el gobierno actual ha acelerado la pérdida de vegetación en la mayor selva tropical del mundo.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=303024&SEO=estudiantes-brasilenos-regresan-a-las-calles-por-educacion-y-amazonia
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Brasil: el gobierno de Bolsonaro ahora dice que acepta toda ayuda internacional para la Amazonía siempre que tenga el control sobre el dinero

América del sur/Brasil/29 Agosto 2019/BBC mundo

«La soberanía de Brasil no es negociable».

Con esas palabras, el vocero de Presidencia de Brasil, Otávio Rêgo Barros, anunció este martes de tarde que aceptarán toda ayuda internacional para la Amazonía siempre y cuando conserven el control del dinero.

Se trata de una nueva postura del gobierno de Jair Bolsonaro sobre las donaciones de países y organismos para los incendios que consumen la selva amazónica desde hace semanas.

Este martes de mañana Bolsonaro había dicho que estaba dispuesto a aceptar la ayuda del G7 si el presidente de Francia, Emmanuel Macron, retiraba sus «insultos».

«Primero, Macron tiene que retirar sus insultos. Me llamó mentiroso. Una vez que haga eso, entonces podemos hablar», dijo el presidente de Brasil.

Esas palabras llegaron horas después de que su gobierno rechazara la ayuda ofrecida este lunes por el grupo de países del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Canadá, Reino Unido e Italia) para combatir los incendios.

La propuesta llegó durante la cumbre de los líderes de los siete países en la localidad francesa de Biarritz, cuando Macron informó sobre la creación de un fondo de US$22 millones para colaborar en la lucha contra el fuego.

«Agradecemos la oferta, pero tal vez esos recursos sean más útiles para reforestar a Europa«, había dicho tras el anuncio Onyx Lorenzoni, jefe de gabinete de Bolsonaro, según los medios brasileños.

«Macron no pudo prevenir un incendio en una iglesia que es considerada patrimonio de la humanidad y, ¿ahora quiere darnos lecciones?«, agregó, en referencia a las llamas que devastaron la catedral de Notre Dame, en París, el pasado abril.

Por su parte, Macron respondió este martes a la negativa y dijo que era un error.

«Soy consciente de las preocupaciones, o quizás la torpeza de algunos líderes, que consideran que la soberanía significa ser agresivo«, dijo Macron.

«Eso, creo, es un gran error. Nosotros somos un país soberano y cuando tenemos algo grave aceptamos felices y agradecidos la solidaridad internacional porque es un gesto de amistad», agregó.

«Pero, sobre todo, hay nueve países en la Amazonía, hay muchos países que han pedido nuestra ayuda. Es importante movilizarnos lo más rápido posible para que Colombia, Bolivia y todas las regiones de Brasil que quieren tener acceso a la ayuda internacional pueden tenerla y puedan reforestar rápidamente», añadió.

El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, había dicho que su país agradecería la financiación del G7, pero después de una reunión entre Bolsonaro y sus ministros el gobierno brasileño cambió el discurso.

Luego, en entrevista con BBC Brasil, Salles acusó a Macron de utilizar el debate sobre la Amazonia como «bandera política».

«Una colonia»

Ya antes, el mismo día del anuncio del G7, Bolsonaro había acusado a Francia de tratar a Brasil como una colonia.

En concreto, acusó al gobernante francés de «disfrazar sus intenciones sobre la Amazonía detrás de la idea de una ‘alianza’ de los países del G7 para ‘salvar’ la Amazonia, como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie».

Y a ello le siguió una rápida escalada diplomática con su homónimo francés.

Con más de 80.000 incendios registrados desde enero, según datos del INPE (siglas en portugués del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil), Brasil muestra un aumento de incendios forestales de 83% entre enero y agosto comparado con el mismo periodo del año pasado.

Derechos de autor de la imagen Getty Images
Image caption El grupo del G7 está conformado por los países de EE.UU., Alemania, Japón, Reino Unido, Italia. Canadá y Francia.

Despliegue en el Amazonas

Ante ello, Bolsonaro autorizó el pasado viernes el despliegue de cerca de 44.000 soldados en reservas naturales, tierras indígenas y áreas fronterizas de la región para luchar contra el fuego.

Lo hizo tras una intensa presión de líderes internacionales por la preocupación mundial desatada en torno a los incendios y a las políticas de Bolsonaro respecto a la Amazonia, que apuestan por liberar la explotación comercial de la minería, la agricultura y el turismo en la rica región natural.

Por su parte, el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, afirmó este lunes que la situación «está bajo control» y que por ahora solo «preocupa un poco» el fuego reportado en los estados Acre, Rondonia y Pará.

Sobre la ayuda aprobada el lunes por el G7, ya Greenpeace Francia la había tildado de»inadecuada dada la urgencia y la magnitud de este desastre ambiental».

De acuerdo a lo señalado por el mandatario francés, los US$22 millones estarían disponibles de inmediato para contratar, en principio, más aviones diseñados para apagar este tipo de incendios y el apoyo a los militares que están en el terreno combatiendo las llamas.

Los incendios de la Amazonía no se han limitado a Brasil, también afectan las regiones amazónicas de Bolivia, Paraguay Perú.

La reticencia de Bolsonaro

Bolsonaro ha defendido que la Amazonía, de la que dos tercios están en su territorio, es soberanía de Brasil.

«Brasil es como una virgen que todos los pervertidos de fuera desean», había respondido el mandatario brasileño ante periodistas el 6 de julio tras ser preguntado sobre la protección medioambiental de la Amazonía.

Durante largo tiempo, Bolsonaro ha mantenido que los países europeos intentan acceder a los recursos naturales de Brasil. De hecho, alega que los intereses de Europa por el bienestar del Amazonas son un disfraz para intervenir en la región.

Desde entonces, ha vinculado los intentos de ayuda europeos con un motivo de soberanía una y otra vez.

«Estos países que envían dinero aquí no lo hacen por caridad. Lo mandan con el propósito de interferir en nuestra soberanía«, dijo Bolsonaro la semana pasada.

Fuente e imagen: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49480780

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Brasil: Ednei. Aqui é território indígena Maró

América del sur/Brasil/18 Julio 2019/Fuente: El país

As comunidades da região amazônica do Brasil enfrentam desafios devido às atividades industriais agressivas, hoje incentivadas pelo novo Governo de Bolsonaro. Esta série apresenta cinco jovens líderes que defendem a floresta. Neste capítulo: Ednei, representante de 45 aldeias de 13 povos indígenas

Um velho motor de barco (um Yanmar diesel de dois cilindros feito no Brasil) instalado em um chassi de caminhão, algumas chapas de aço, colocadas como uma cabine e uma caixa traseira sólida de madeira boa, compõem um veículo de aparência precária, mas poderoso em toda a sua simplicidade.

Utilizando-a há pouco mais de um ano, as 3 aldeias indígenas Borarí e Arapiun da Terra Indígena Maró (TI Maró) podem cobrir todo o perímetro de seu território em poucos dias. Isso é algo que a pé, como foi feito desde o início, leva muito mais tempo, cerca de duas longas semanas.

O grupo indígena Borarí chegou a esse território remoto, povoado há séculos pelos Arapiun, há relativamente pouco tempo. Eles fugiram da pobreza de Alter do Chão, terra predominantemente Borarí, a cerca de 30 quilômetros a oeste de Santarém, hoje a capital do Baixo Tapajós, no Pará. Eles subiram todo o rio Arapiuns até a sua nascente, e de lá eles entraram no pequeno rio Maró, que é o que dá nome ao território.

O grupo é modesto, composto por cerca de 300 pessoas espalhadas pelas três aldeias: Novo Lugar, Cachoeira do Maró e São José III. Mas o território é relativamente grande: abrange cerca de 42.000 hectares de floresta primária, isto é, floresta amazônica intacta, que nunca foi derrubada.

Povos indígenas dos grupos étnicos borari e arapiun durante a inspeção mensal do território na prevenção da presença de madeireiros ilegais.
Povos indígenas dos grupos étnicos borari e arapiun durante a inspeção mensal do território na prevenção da presença de madeireiros ilegais. Pablo Albarenga

Para um observador inexperiente, a floresta inteira parece igual, mas há uma diferença fundamental entre essa floresta virgem e aquela que já foi explorada. Em uma primeira fase de exploração madeireira, são derrubadas as árvores que contêm as madeiras tropicais mais valiosas, que são cotadas nos mercados internacionais.

Uma segunda fase consiste em explorar a madeira restante, e uma terceira e última, na eliminação total da vegetação, geralmente para fins de agricultura industrial ou pecuária extensiva. Embora ao longo do tempo a floresta possa recuperar o espaço destruído, a biodiversidade original é extinta para sempre.

No Brasil, o avanço devastador do desmatamento ilegal parece irrefreável. Mas comunidades como as do Maró são aquelas que ainda oferecem resistência, e sua presença tem sido uma garantia de conservação, mesmo com dificuldades e mobilizações diante da agressão. Mas a chegada de Bolsonaro ao poder em janeiro deste ano já está mudando as coisas muito rapidamente.

Diante dessa nova realidade, eles precisam se preparar para enfrentar uma ameaça ainda maior: aqueles que se sentem protegidos pelas palavras agressivas do presidente contra os indígenas e contra a Amazônia. Muitos de seus seguidores acreditam que podem finalmente fazer o que querem, levando à letra o fato de Bolsonaro considerar os índios um «obstáculo à agroindústria e ao desenvolvimento”.

Bolsonaro foi eleito com um discurso racista, atacando minorias, negros e indígenas, dizendo que eles devem ser «integrados» a um uniforme distópico e ao Brasil «produtivo» que ele imagina. Essa ideia de preservar territórios indígenas, derivar suas terras e respeitar seus direitos, acabou, apesar de estarem incluídos na constituição brasileira de 1988.

No pacote, Bolsonaro também inclui ambientalistas e ativistas dos direitos humanos e dos direitos civis. Em seu famoso discurso eleitoral gravado em um pretenso vídeo caseiro, do quintal da sua casa, ele deixou claro suas intenções: «ou eles vão embora ou vão para a cadeia».

Até que ponto algumas pessoas se sentem protegidas pelo discurso de Bolsonaro e agem por conta própria, pudemos presenciar durante nossa viagem ao interior do território indígena Maró. Pilotado por Dadá Borarí, o segundo-cacique depois do seu tio-avô, que é o primeiro-cacique do território, o veículo improvisado nos levou pela estrada que marca o perímetro do território indígena, rota cheia de obstáculos e perigos que, no entanto, os vigilantes enfrentam com entusiasmo e determinação.

Há alguns anos, desde que as incursões dos madeireiros se tornaram mais agressivas, e seguindo uma recomendação da FUNAI, um grupo de homens eleitos pelas aldeias viraram vigilantes do território e percorrem seu perímetro regularmente, em jornadas que geralmente duram cerca de dez dias.

Esses homens experientes, que conhecem a floresta desde pequenos, centímetro a centímetro, incluem há pouco tempo Ednei, um jovem Arapiun de Cachoeira do Maró, a aldeia vizinha de Novo Lugar, que também foi recentemente eleito como coordenador do Conselho Indígena Tapajós-Arapiuns (CITA), representante legítimo de 45 aldeias de 13 povos indígenas diferentes, pertencentes aos povos indígenas do Baixo Tapajós, Rio Arapiuns, Rio Maró e Planalto Santareno.

Ednei, com apenas vinte anos, é uma pessoa de poucas palavras, mas mostra grande determinação. Ele entende bem o papel atribuído a ele e está disposto a continuar com toda a coragem de sua juventude.

A incorporação de jovens ao grupo de vigilantes é fundamental para a continuidade de sua missão ao longo do tempo. É essencial que eles adquiram o conhecimento e experiência necessários para a defesa de um território submetido à pressão de um ambiente hostil e ganancioso, que busca extrair suas muitas riquezas.

A pressão, acima de tudo, vem das madeireiras que operam na região e de alguns caçadores furtivos que vêm para roubar madeira ou caçar a rica diversidade de animais que fazem parte da subsistência das aldeias. Estes últimos são, muitas vezes, moradores de terras vizinhas que venderam suas florestas e que agora, empobrecidos, não têm outra opção a não ser tentar obter alimentos na Terra Indígena Maró, ainda intacta.

As rodovias de vigilância são longas e as condições na floresta difíceis, mas as crenças desses nativos fornecem a sabedoria e a coragem para garantir o sucesso de suas expedições. A Terra Indígena Maró, conta Dada, além de sustentar, abriga lugares sagrados, igarapés que alimentam o rio Maró, ervas e plantas medicinais e, acima de tudo, vive a Curupira.

Um caminhão de grande tonelagem transporta madeira por uma trilha na fronteira com a Terra Indígena Maró.
Um caminhão de grande tonelagem transporta madeira por uma trilha na fronteira com a Terra Indígena Maró. Pablo Albarenga

Por essas terras, a entidade protetora das matas adquire um sentido muito mais profundo, e enigmático. Como entidade sagrada, a Curupira tem poderes mágicos que determinam o que acontece àqueles que entram na floresta. A missão que se propuseram esses indígenas é a de respeitar e proteger a terra, e, dessa forma, respeitar e proteger a si mesmos.

Aprender a defender o território é um dos desafios importantes do jovem Ednei, que também cursa o primeiro ano de Ciências Atmosféricas na Universidade de Santarém, a metrópole que fica a meio dia de barco da aldeia.

Comandado por Dada, junto com Ednei e o grupo de vigilantes da TI Maró, entramos na mata para uma viagem de reconhecimento. No caminho, eles mostram restos de madeira roubada, 26 grandes e valiosos troncos já enumerados que uma madeireira não pôde terminar de remover: é um triste cemitério de árvores derrubadas antes que o território conseguisse avançar na demarcação como terra indígena e ser protegido por lei.

Essa madeira abandonada, que lentamente se decompõe para servir como nutriente para a mesma terra em que cresceu, é o trágico testemunho de uma depredação real e muito próxima. A passagem de um caminhão de grande tonelagem transportando troncos majestosos pela faixa fronteiriça com o território, que provavelmente leva o seu tesouro abatido aos mercados internacionais, nos recorda que a ameaça não é virtual.

Os povos indígenas do Maró têm grande interesse em denunciar um descampado onde uma antiga madeireira abandonou máquinas sem uso e outros detritos de sua atividade predatória no território. Mas para eles significa uma ferida, um traço execrável que eles exigem apagar, e parece que a sua concepção sagrada da floresta dá ao depósito o caráter de uma profanação.

O conflito adquire uma dimensão explícita quando a disputa territorial se materializa na propriedade imobiliária. É o caso de uma casa que pertenceu a um madeireiro, mas como o território começou a ser demarcado e a construção foi incluída no território indígena, ela por lei passou a pertencer aos indígenas do Maró.

Mas o antigo proprietário insistiu em mostrar seu poder contratando caseiros para habitar a casa e confrontar os índios, que desejam dar a essa propriedade um uso comunitário.

Integrantes do grupo de vigilantes do Território Indígena Maró.
Integrantes do grupo de vigilantes do Território Indígena Maró. Pablo Albarenga

Desde que o processo de demarcação foi retomado, em 2016, a casa permaneceu desabitada. Mas, recentemente, pichações ameaçadoras começaram a aparecer em uma parede lateral: «Índio ladrão», lia uma, «vá para o inferno». “Bonsonaro”, dizia outro, com erro de ortografia incluído. O apelo a Bolsonaro já significava uma premonição de algo pior, um mau presságio.

Mas a surpresa desta vez foi que, quando chegamos, encontramos a casa fechada, vigiada por dois cães. Quando o grupo conseguiu abrir a porta trancada e finalmente entrar na casa, encontrou comida fresca e sinais óbvios de que a casa estava novamente invadida. O suposto dono havia retornado à sua política de confronto.

Ajudados por uma equipe de jovens ativistas indígenas que acompanharam a expedição, e liderados por Ednei, também membro desse grupo, eles decidiram pintar em dois cartazes uma mensagem muito clara. «Aqui é terra indígena», disse o primeiro. «MARÓ», em maiúsculas, o segundo.

Eles dedicaram tempo para pintar os cartazes. Decoraram com grafismos indígenas, mostrando sua disposição em reafirmar a posse do território e tudo o que ele contém. E fazê-lo com dignidade e orgulho. Ednei se esmerou pessoalmente até o último detalhe, cuidando da combinação de vermelho e azul nas bordas geométricas, um sinal de identidade indígena.

No exato momento em que posaram para a foto, mostrando com satisfação e orgulho as duas faixas coloridas antes de finalmente pendurá-las, uma índia de aparência muito humilde apareceu na estrada, carregando na cabeça um macaco e acompanhada de um porquinho, que parecia ter escapado da fazenda de George Orwell.

Depois de um momento de perplexidade geral, Dada se dirigiu a ela, com uma mistura de autoridade e solenidade que explica o seu status de cacique. Dada explicou que a ação de protesto não era contra ela, mas contra quem a enviou para ocupar a casa.

Pediu que ela notificasse os encarregados, que ele queria falar com o madeireiro, e que o encontraria na sexta-feira seguinte para lhe dizer pessoalmente que não tem direito a essa propriedade que está construída em terra Maró e que não pretende ceder aos atos de intimidação. Após a conversa, a jovem pôde entrar novamente, acompanhada pelo macaco e pelo porquinho.

Eles então colocaram as faixas na frente da casa. Ao dar a última martelada no último prego que os afixava, Dada demonstrou a ferocidade e a determinação de quem sabe que enfrenta uma ameaça real, agora protegida por aquele Bonsonaro que o madeireiro evoca como garantia de impunidade.

Essa comunidade de não mais de trezentos indígenas, que defende seu território contra o poder potencialmente avassalador de qualquer indústria madeireira ou extrativa que seja suficientemente fortalecida pelo bolsonarismo que congelou os processos de demarcação, representa a enorme vulnerabilidade desses pedaços de floresta virgem.

Já de volta ao acampamento onde passamos a noite anterior, Ednei permanece de pé na caixa do veículo, segurando sob intensa chuva tropical sua carabina de caça, incorporando uma nova geração de afirmação e resistência. Pertence a uma geração que, tendo assumido orgulhosamente os valores de seus pais e avós, está preparada para enfrentar os desafios de um futuro ameaçado por todos os lados.

Herdeiros de uma luta de gerações, aprendem a defender esses pequenos territórios da enorme e devastadora destruição da mata. E eles sabem que sua luta também contribui para a defesa de uma causa mais global, a defesa do pulmão e da biodiversidade do planeta, a luta contra a mudança climática, embora Trump, Bolsonaro e muitos outros agora neguem que o fenômeno realmente exista.

Essa nova geração, já educada em autoafirmação, começa a usar as ferramentas do ativismo para lutar por seus direitos, com a eficiência necessária para resistir ao desafio que está por vir.

Desafiando a noite na mata virgem, sob um céu brilhante de estrelas que não conhecem a poluição luminosa, o veículo nos leva de volta à vila, onde chegamos bem a tempo de embarcar em uma barcaça velha que nos levará de volta.

Ednei e seu povo conhecem, junto com tantas outras comunidades indígenas brasileiras sobreviventes de genocídios devastadores, que o simples fato de existir é resistir.

De gente como eles, dependem muitas coisas, para que nós façamos vista grossa.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/06/06/planeta_futuro/1559816628_912175_1559819532_sumario_normal_recorte1.jpg

Fuente: https://brasil.elpais.com/brasil/2019/06/06/actualidad/1559816628_912175.html

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Ecuador: comunidad indígena Waorani gana litigio para impedir explotación petrolífera

En el Amazonas ecuatoriano los indígenas Waorani lograron un fallo judicial a su favor. Un tribunal del nororiente del país determinó que se vulneró el derecho a la consulta previa de la comunidad.

“Hoy ganó la vida”. Así empieza el comunicado con el que el pueblo Waorani celebró la decisión del Tribunal de Garantías de Pastaza, en el oriente del país, que ordena detener la licitación de un campo petrolero en el territorio de la comunidad indígena.

La etnia indígena había pedido a la corte una acción de protección frente a la explotación petrolera en el llamado bloque 22, en licitación por el Ministerio de Energía e Hidrocarburo.

«Este tribunal determina que existe la vulneración al derecho constitucional a la consulta previa, libre e informada por lo que acepta la acción de protección para las comunidades pertenecientes a la nacionalidad Waorani de Pastaza», sentenció la jueza Pilar Araujo.

Para los Waorani, la suya es una lucha a la vanguardia en la defensa de los territorios indígenas.

Los Waorani: una comunidad con raíces nómadas

Según la organización Amazon Frontlines, los Waorani son una etnia que reúne cerca de 2000 integrantes que se ubican en los municipios de Orellana, Napo y Pastaza, en este último pretendían adelantar el proyecto de explotación de hidrocarburos. Dice la ONG ambientalista que esta comunidad fue contactada por primera vez en 1958 por un grupo de misioneros estadounidenses y que hasta entonces habían sido mayoritariamente nómadas.

Amazon Frontlines dice que los negocios de extracción han dificultado el acceso al agua y disminuido el territorio de esta población. Hoy mientras algunos Waorani se sirven de los instrumentos occidentales para reivindicar sus derechos, otros se siguen adentrando en la selva, fieles a su tradición itinerante.

La demanda en defensa de su territorio ha llamado la atención de los ambientalistas e indigenistas en distintas partes del mundo. El grupo, así como otros indígenas que forman parte de la población de Ecuador, consideró que se trata de una resolución que representa una «victoria para la Amazonía» debido a que servirá para proteger unas 200.000 hectáreas de selva tropical de la extracción petrolera.

La consulta previa y el consentimiento libre, previo e informado, el centro del caso Waorani

La etnia alegaba que una consulta realizada en 2012 en esa región estuvo «viciada», que fue «mañosa», y que no garantizó el principio de información y libertad de la consulta porque fue un «engaño a comunidades para justificar la licitación petrolera en el territorio».

La jueza reconoció así la vulneración del derecho a una consulta previa y, en consecuencia, el Ministerio deberá realizar esa consulta antes de licitar el campo.

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Waorani Resistencia Pastaza@WaoResistencia BOLETÍN/ PUEBLO WAORANI DE PASTAZA GANÓ ACCIÓN DE PROTECCIÓN @PastazaCJ declaró vulnerados los derechos a Consulta previa libre e informada y autodeterminación contra 12 comunidades Wao sentando un precedente jurídico fundamental a favor de estos derechos

Según un documento de la Defensoría del Pueblo, que fue parte integral en la petición contra el Ministerio de Energía e Hidrocarburos, la consulta previa en el Ecuador tiene como base el artículo 6 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.

Allí se establece que «los Gobiernos deberán consultar a los pueblos mediante los procedimientos apropiados frente a medidas legislativas y administrativas susceptibles de afectarles, así como de participar libremente con los medios adecuados y bajo el principio de buena fe». El Convenio 169 es el referente internacional para la reivindicación de derechos de miles de comunidades indígenas en el mundo.

«A través del proceso de consulta previa se busca garantizar la protección de su integridad cultural, social y económica», destaca el documento de la Defensoría.

El Gobierno de Ecuador apelará la decisión

Los indígenas, no obstante, saben que la disputa continúa. “El estado va a apelar porque quieren el petróleo que está debajo de nuestras casas”, anticipa en el comunicado de su comunidad Oswando Nenquimo, vocero para los Waorani de Pastaza. “Seguirán uniéndose a nuestra lucha más y más. Nuestros bosques son demasiado importantes para nuestro planeta y clima. Nuestra cultura e idioma es una riqueza que no se puede perder”, añadió el vocero de los Waorani.

En efecto, su causa ha llamado la atención de la comunidad internacional. El actor y ambientalista estadounidense Leonardo DiCaprio venía siguiendo el caso de los Waorani y este viernes 26 de abril fue uno de los primeros en reaccionar.

“El pueblo Waorani ha ganado una disputa legal para proteger la selva tropical de la explotación petrolífera y sentar un precedente histórico para los derechos indígenas. Aumentemos la presión para proteger permanentemente esta tierra”.

Leonardo DiCaprio @LeoDiCaprio The Waorani people have won a legal victory to protect the rainforest from oil drilling and set a historic precedent for indigenous rights. Let’s ramp up the pressure to permanently protect this land: https://waoresist.amazonfrontlines.org/action/ . @AFrontlines

Los principales campos petrolíferos ecuatorianos se encuentran en la Amazonía, precisamente donde se concentra un gran número de tribus indígenas.

Fuente: https://www.france24.com/es/20190427-comunidad-indigena-ecuatoriana-logra-una-victoria-para-impedir-la-explotacion-de-petroleo-en-su-terr

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