América del Sur: Estos son los riesgos que corren más de 260 especies por los incendios en la Amazonia

América del Sur/Región Amazónica/El Espectador

En lo que va de 2019, las conflagraciones han destruido cerca de 43.753 km² del área total de bosques en esta región. En el mismo período de 2018 se quemaron 17.553 km², lo que representa un aumento de casi el 150% en un año.

La selva amazónica alberga cerca de 30.000 especies de plantas, es decir, en esta región se encuentran el 30% de todas las especies de plantas en América del Sur. AFP

Los incendios que se han registrado en las últimas semanas en la Amazonia no solo tienen en riesgo a sus pobladores y a las comunidades indígenas, sino también a las 265 especies amenazadas que habitan esta región. La zona que mayor riesgo presenta es el bosque de Brasil. (Lea: Con el aval de siete países y sin la presencia de Venezuela se concreta el Pacto de Leticia por la Amazonia)

En este país, actualmente, habitan 180 especies de fauna, de las cuales 124 son únicas en el bioma, y 85 amenazadas de flora. A pesar de que las Unidades de Conservación (UC) o los Planes de Acción Nacionales (PAN) protegen el 76% de las especies amenazadas en el bioma amazónico, no pueden proteger la fauna y la flora de la quema.

El 5 de septiembre de 1850 se creó la provincia amazónica en Brasil. Desde entonces se convirtió en una fecha de celebración para todo el bioma en este país.

La quema es uno de los principales factores de riesgo para la supervivencia de las especies que están en peligro de extinción y que son contempladas por alguna medida de protección. Entre estos ejemplares están el armadillo gigante, el pecarí de labio blanco y el oso hormiguero gigante.

Pero, el riesgo es mucho mayor para aquellas especies que están siendo afectadas por las llamas y que no cuentan con ninguna protección. La zarigüeya lanuda de hombros negros es uno de esos animales. Sus ejemplares se registraron en 1964 en Rondônia, uno de los estados con las tasas de deforestación más altas. Según WWF, otras 60 especies amazónicas se encuentran en esta situación vulnerable. (Puede leer: Los incendios de la Amazonia han destruido un área equivalente a 21 veces Bogotá)

No solo las especies animales presentan riesgo, las áreas protegidas tampoco se han salvado de las llamas. «Los incendios han afectado principalmente a aquellas con altas tasas de deforestación: Área Protegida Ambiental Triunfo do Xingu en Pará (PA), Bosque Nacional Jamanxim (PA), Área Protegida Ambiental Tapajós (PA), Reserva Extractiva Jaci Paraná (RO), Estación Ecológica Terra do Meio (AP), Reserva Extractiva Chico Mendes (AC), Bosque Nacional Altamira (PA), Reserva Extractiva Rio Preto – Jacundá (RO), Reserva Biológica Serra do Cachimbo (PA) y Bosque Nacional de Amanã (AM / PA)», alerta la organización.

Un panorama que es aterrador y que debe ser prioridad en los gobiernos, ya que la selva amazónica alberga cerca de 30.000 especies de plantas, es decir, en esta región se encuentran el 30% de todas las especies de plantas en América del Sur. En los bosques están la mitad de las especies terrestres del mundo y «son uno de los agentes responsables de la mayor cantidad de la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar la crisis climática mundial», añade WWF.

Marcelo Oliveira, biólogo y experto en conservación para WWF-Brasil, explica que «la deforestación y la quema destruyen los hábitats de especies críticas, causando daños durante muchos años.  Debe haber una señal clara del gobierno y la sociedad de que Brasil ya no acepta la destrucción de su principal patrimonio biológico. El gobierno debe garantizar que las áreas protegidas y las tierras indígenas estén efectivamente protegidas de las ocupaciones y las actividades ilegales».

Se estima que en las áreas protegidas afectadas en Brasil hay al menos 55 especies amenazadas (44 de fauna y 11 de flora), de las cuales 24 son endémicas de Brasil. Estas son algunas de ellas:

 
Las especies acuáticas también están en riesgo

A pesar de que las consecuencias de los incendios son más evidentes en las especies terrestres, las acuáticas también están en riesgo. La principal causa es que la calidad del agua depende directamente de los bosques ribereños en las orillas de los ríos. Además, los otros cuerpos de agua pueden ser destruidos total o parcialmente por los incendios y, por las cenizas, resultan contaminados. (Le puede intereser: ¿Realmente la Amazonia es el “pulmón del planeta”?)

Fuente e imagen: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/estos-son-los-riesgos-que-corren-mas-de-260-especies-por-los-incendios-en-la-amazonia-articulo-880000

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Dictacracia El Brasil que queda

Por: Pablo Gentili. 

Un presidente defensor de la tortura, xenófobo, racista y homofóbico. Un parlamento dominado por la derecha y la ultraderecha, con amplia mayoría de legisladores que defienden la deforestación de la región amazónica, el agronegocio, el armamentismo y el comercio neopentecostal de la fe.

Brasil, un país que pretende reinventar su frágil democracia, tutelada nuevamente por las fuerzas militares y por las oligárquicas que gobernaron el país a lo largo de su historia. ¿Dictacracia?

Se inicia un nuevo ciclo. Brasil se enfrentaba al precipicio de la barbarie. Podría haber dado un salto para reconstruir su futuro democrático. Decidió zambullirse, hundirse en las sombras. Entender qué ha pasado nos llevará mucho tiempo.

Cualquier reflexión sobre lo que vendrá deberá sustentarse en el Brasil que queda. O en lo que queda de Brasil.

Es la primera vez en la historia que gana un presidente que no cuenta con el voto mayoritario de la población en situación de pobreza o de pobreza extrema, el 50% de la nación

El inventario de bravuconadas racistas, xenófobas, machistas, violentas y humillantes de Bolsonaro, ha sido divulgado hasta el hartazgo. Ningún elector del nuevo presidente votó por un candidato que desconocía. Su apología de la tortura, de la dictadura y, particularmente, su programa de gobierno explícitamente antipopular, parecieron menos relevantes que el riesgo de que ganara el candidato del PT, Fernando Haddad. Más del 55% de la población eligió el candidato del odio, el que representaba una supuesta renovación, cuyas principales banderas significan, dramáticamente, el regreso al pasado de siempre, al Brasil colonial y excluyente, al Brasil de las oligarquías que multiplican sus privilegios a expensas del sufrimiento y de la miseria del pueblo.

Los únicos que parecen haberlo percibido son los electores y, especialmente, las electoras más pobres del país, las que ganan menos de dos salarios mínimos; o sea, menos de 1.908 reales, 520 dólares. Es la primera vez en la historia que gana un presidente que no cuenta con el voto mayoritario de la población en situación de pobreza o de pobreza extrema, el 50% de la nación. En todos los demás sectores sociales, en las castas en que se organiza este gigante marcado por la desigualdad y la violencia, ganó Bolsonaro.

En casi todos los 26 estados que componen la unión, triunfaron la derecha o la extrema derecha. En algunos de ellos, llegaron al gobierno regional militares: un fusilero naval, un comandante y un coronel. Casi 1.000 candidatos de las fuerzas públicas de seguridad, activos o retirados, algunas de ellas mujeres, se presentaron a cargos electivos. Al menos 72 han sido elegidos diputados. La bancada de los militares y policías supera a la de la organización política con mayor representación en el Congreso Nacional, el Partido de los Trabajadores, con 56 legisladores. El mayor Olimpio Gomes, un deslucido diputado provincial, fue elegido senador nacional por el estado de San Pablo con más de 9 millones de votos. Kátia Sastre, una desconocida policía militar, que hace unos días mató de varios tiros a un joven que robaba un celular frente a una escuela, llegó al Congreso Nacional con el apoyo de 264.013 ciudadanos. La policía, ahora diputada, usó en su campaña las imágenes de las cámaras de seguridad donde le disparaba al ladrón y lo remataba en el piso. Fue impedida por la justicia electoral de hacerlo. La prohibición le rindió más votos.

Bolsonaro sostuvo que la matanza de delincuentes (o de los que parezcan serlo) será considerado una acción en legítima defensa. También sostuvo que los movimientos sociales serán considerados terroristas y sus activistas criminalizados como tales.

La elección de 2018 supuso la mayor renovación de representantes en tres décadas de democracia. Sin embargo, el poder del parlamento se distribuye no sólo en función de los partidos, sino de los intereses corporativos que defienden los diputados y senadores

El congreso brasileño está compuesto por 513 diputados y 81 senadores, distribuidos en 30 partidos. La elección de 2018 supuso la mayor renovación de representantes en tres décadas de democracia. Sin embargo, el poder del parlamento se distribuye no sólo en función de los partidos, sino de los intereses corporativos que defienden los diputados y senadores. Tres son las bancadas interpartidarias mayoritarias. Lo eran en el pasado y lo seguirán siendo ahora, con un congreso que eligió también el mayor número de legisladores de extrema derecha de toda su historia.

La bancada que defiende el agronegocio, el Frente Parlamentario Agropecuario, posee más de 260 representantes. Respaldan la deforestación del Amazonas, el uso de agrotóxicos, viven y se benefician del trabajo esclavo y son, en muchos casos, latitudinarios, en el país con mayor concentración de la propiedad de la tierra en el planeta.

La “Bancada de la Bala”, formada por militares, policías o defensores de la violencia represiva del Estado, lucha activamente contra el Estatuto del Desarmamento, aprobado durante el gobierno de Lula. Sostienen que la población civil debe tener derecho a portar armas y a utilizarlas en legítima defensa. Está constituida por 250 diputados y senadores.

Los legisladores evangélicos, la “Bancada de la Biblia”, serán más de 100. Luchan contra el aborto legal, la igualdad de género, la diversidad sexual, el casamiento entre personas del mismo sexo y exigen la educación religiosa en las escuelas públicas.

Las tres bancadas tendrán 610 representantes, en un Congreso Nacional con 594 miembros. Naturalmente, esto se explica porque algunos diputados o senadores pertenecen, al mismo tiempo, a las bancadas del agronegocio, son evangélicos y militares.

La sigla de Jair Messias Bolsonaro, el Partido Social Liberal, tenía hasta la última elección, 8 diputados. A partir del año que viene será la segunda del Congreso, con 52 legisladores. Tendrá, además, tres gobernadores. No tenía ninguno.

El desconsuelo de una votante de Fernando Haddad al conocer la victoria de Jair Bolsonaro.
El desconsuelo de una votante de Fernando Haddad al conocer la victoria de Jair Bolsonaro. NELSON ANTOINE AP

Bolsonaro, en su discurso inaugural, no dijo nada sustantivo. Rezó y sostuvo que “la verdad liberará el país”. Además, afirmó que solo hará negocios bilaterales con los países que beneficien los intereses económicos de Brasil y le aporten tecnología. Que acabará con la integración ideológica del pasado.

Este es el Brasil que refunda una democracia débil, tutelada por los dictadores y por las oligarquías de siempre. Esto es, en definitiva, lo que queda de Brasil.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/10/29/contrapuntos/1540780955_489243.html

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