Un grupo de padres de estudiantes que cursan estudios en escuelas públicas de la corriente Montessori pidieron ayer que la autonomía de esta filosofía educativa se proteja dentro del Departamento de Educación (DE) y en la propuesta reforma educativa.
En una conferencia de prensa frente a una de estas escuelas, la elemental Luis Llorens Torres del residencial del mismo nombre, los padres enumeraron una serie de virtudes de estas escuelas. Reclamaron que en estos planteles no hay deserción escolar, ni hay incidentes graves de violencia. Resaltaron que la matrícula ha aumentado en los pasados tres años en 16% y que, actualmente, hay listas de espera de estudiantes porque los espacios no son suficientes.
“Pedimos a ustedes que mantengan la SAEM (Secretaría Auxiliar de Escuelas Montessori) dentro del Departamento de Educación con representación en las regiones educativas o LEA (Local Education Agency)”, lee un comunicado divulgado por el grupo al atender a los medios.
“Lo que solicitamos es que se hable del tema, que se nos incluya a nosotros, que se respete la autonomía que hemos logrado con la SAEM, que es un ejemplo de gobernanza y tiene el peritaje para darle continuidad al currículo Montessori”, dijo Daliana Suárez, madre de la escuela Juan Ponce de León, en Guaynabo.
“Hemos escuchado a la secretaria utilizar las escuelas Montessori como un modelo de charter que trabajaría en Puerto Rico, atribuyéndole al INE (Instituto de Nueva Escuela) convertirse en un operador de escuelas charter. El INE no es un operador charter y no están interesados en serlo. Deseamos continuar con el acompañamiento y con el asesoramiento (del INE)”.
A los padres les preocupa que algunas o todas las 44 escuelas Montessori en el sistema público se conviertan en escuelas charter, lo que consideran que arriesgaría el acceso de los niños de la comunidad cercana al plantel porque se alterarían los requisitos de admisión. También han surgido dudas en cuanto a los estudiantes de educación especial de las escuelas Montessori, que, en estos planteles, forman parte del currículo regular.
“Queremos mantenernos como escuelas Montessori. Las escuelas Montessori han demostrado ser de mucho beneficio para nuestros niños”, dijo Damaris Rondón, madre de un alumno de la Llorens Torres.
“En las Montessori, (los estudiantes de educación especial) están en la corriente regular. Ha sido un éxito. Han desarrollado su individualidad, y cambiar ese método es echar atrás el avance con esos niños”, dijo, por su parte, Rosa Echevarría, también madre de la escuela Luis Llorens Torres.
La secretaria de Educación, Julia Keleher, dijo ayer que, entre los planes actuales, no está eliminar la SAEM, pero no descartó que, en un futuro cercano, pueda reconsiderarse la permanencia de esta oficina que se creó el cuatrienio pasado mediante una carta circular.
La SAEM se encarga de implementar en las escuelas públicas del país el modelo Montessori, un método educativo que se basa en las necesidades del estudiante y cultiva su independencia, creatividad e iniciativa dentro de una cultura de paz.
“No se contempló, no se está considerando”, dijo Keleher en entrevista con El Nuevo Día cuando se le preguntó si se eliminará la SAEM como parte de la reforma educativa que impulsa el gobierno de turno y que evalúa la Legislatura.
“Nunca jamás se ha dicho que se va a eliminar”, dijo la secretaria, quien, cuando este diario reiteró la pregunta sobre si desaparecerá la secretaría auxiliar, reconoció que esa posibilidad no queda del todo descartada.
“Junto con todo lo demás, está sujeto a cambios en uno o dos años. El Departamento se expone a todos los cambios”, indicó Keleher horas después de la conferencia de prensa de los padres.
En el proyecto de reforma educativa, no se menciona a las escuelas Montessori, y esto ha provocado preocupación entre sus comunidades escolares.
Ayer, en la entrevista con Keleher, la titular de la agencia dijo que no entendía cuál era la preocupación y recordó que, en reuniones con el personal de estas escuelas, le han dicho que no quieren convertirse en escuelas charter.
Keleher dijo a El Nuevo Día recientemente que su visión, que no está recogida en el proyecto de ley, es que el INE, que asesora a estas escuelas y las ayuda a buscar equipo educativo, administre algunas o todas las escuelas públicas Montessori. La directora ejecutiva del INE, Ana María García Blanco, ha dicho que la voluntad de la comunidad escolar es, en cambio, mantenerse bajo el SAEM.
Keleher sostuvo que, para convertir una escuela en charter, se tiene que consultar a la comunidad escolar y la entidad privada interesada.
“Lo he presentado como una opción, no hay un mandato”, aseguró Keleher, quien, sin embargo, rechazó consignar en el proyecto de ley una prohibición a que las Montessori puedan convertirse en escuelas charter.
“Quizás, en algún futuro, vengan con la idea de que quieran serlo. No sé por qué buscamos tanto detalle. Si no quieren, pues no quieren”, dijo Keleher.
Keleher habla con padres
La reforma educativa que propone la administración del gobernador Ricardo Rosselló Nevares también fue el tema de discusión en una actividad en el residencial Jardines de Country Club en Río Piedras, en la que participó la secretaria Keleher.
En el encuentro con padres de estudiantes del sistema público de enseñanza, la funcionaria esbozó las razones que motivan la propuesta que, entre otras cosas, daría paso a establecer escuelas charter, instituciones que, aunque son financiadas principalmente por el gobierno, las administran entidades privadas.
Keleher hizo hincapié en la merma de estudiantes que desde hace más de 10 años se registra en el sistema de educación pública. El huracán María contribuyó su parte al problema y, de unos 345,000 estudiantes que había antes del ciclón, ahora hay 319,000. Se trata de una reducciónde 7.5% en apenas unos meses. Sin embargo, la cantidad de maestros en el sistema permanece igual.
“En el condado de Miami-Dade (en Florida) ellos tienen más estudiantes y menos maestros que nosotros. Ahora mismo, nosotros tenemos 1,113 escuelas y Miami tiene 305. Algo anda mal aquí. Uno no necesita ser un genio para darse cuenta de que los números no cuadran”, dijo la funcionaria durante la reunión.
Indicó que, en teoría, el Departamento invierte en promedio $7,246 por cada estudiante. No obstante, en algunas escuelas, la inversión por estudiante es en realidad de unos $3,000. Con esto resaltó las desigualdades dentro de la agencia.
Con la reforma, sostuvo, se tendría como meta que la inversión real por estudiante, sin contar los gastos administrativos, ronde los $6,482. Para esto, sin embargo, se tendría que reducir a 800 la cantidad de planteles, consolidar regiones y distritos, y sacar los recursos del nivel intermedio administrativo para asignarlos a las escuelas.
“El Departamento tiene más personal que el que se necesita. Pero, con esos mismos recursos, puedo permitir que el estudiante tenga más opciones”, dijo Keleher.
Para lograr esa redistribución de los recursos, indicó, el Departamento necesita mayor flexibilidad en el manejo del personal, especialmente en lo que respecta a la asignación de tareas y traslados.
La funcionaria sostuvo que el sistema, como está conceptualizado actualmente, responde más a los intereses de los maestros que de los estudiantes, y lo atribuyó en parte a que los padres no han exigido de manera activa que mejore el sistema público de enseñanza.
“Lo que tenemos ahora son reglamentos y reglas que no están orientados a los intereses de los niños. Los derechos del trabajador no deberían ser a costa de lo que les conviene a los niños. Yo necesito el poder de manejar los recursos humanos de manera que un padre no tenga que decir que falta el maestro de noveno de su escuela”, dijo Keleher.
Para motivar la integración de los padres, planifican cambiar el concepto de los consejos escolares y requerir que se hagan asambleas en las que se invite toda la comunidad escolar en las que los padres tengan voto en la toma de decisiones.
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