Maestros colombianos consideran que aislamiento por COVID-19 está transformando la educación

Maestros colombianos consideran que aislamiento por COVID-19 está transformando la educación

Por Sylvia B. Zárate

BOGOTÁ, 31 may (Xinhua) — La pandemia de COVID-19 obligó a todos los colegios de Colombia a cerrar sus puertas desde mediados de marzo y a implementar la educación virtual como estrategia para seguir adelante con la educación de los niños y jóvenes.

Sin embargo, en algunos lugares del país este tipo de educación se ha convertido en todo un desafío para profesores y alumnos, debido a la falta de conexión a internet o de dispositivos electrónicos, entre otros factores.

En entrevista con Xinhua el profesor Yezid Zárate, quien trabaja desde hace 14 años como docente en la Institución Educativa Distrital Sonia Ahumada de Barranquilla, explicó en qué consiste el reto de llevar la educación de forma virtual a sus alumnos.

Para el maestro, el mayor de los desafíos es mantener la comunicación con los alumnos y encontrar recursos para mantener su interés en los contenidos que debían ser enseñados de forma presencial a lo largo del año educativo.

«Mi experiencia ha sido dura con los muchachos ya que la gran mayoría no cuentan con computadoras en sus hogares, nos ha tocado llamarlos o conseguir otro medio tecnológico como un ‘smartphone’ que cuente con mínimo Whatsapp para poder llevarles las guías y las clases», señaló.

Aun así, Zárate reconoció que estos meses de cuarentena han servido para explorar otro tipo de estrategias educativas y de recursos para involucrar más a los padres en el proceso educativo de sus hijos.

«Hemos venido adaptando los contenidos para su mejor comprensión y manejo, con la finalidad de que los padres de familia puedan colaborar a sus hijos con los compromisos asignados (…) ha servido para reinventarnos, formular contenidos interactivos y muchas actividades que antes no hacíamos», dijo.

Agregó que la emergencia por COVID-19 ha evidenciado muchas falencias en la infraestructura tecnológica, pero que asimismo sirve para impulsar esos cambios necesarios a fin de impartir una educación de calidad en cualquier situación.

«En estos momentos internet debería ser un servicio público gratuito para la población de bajos recursos (…) El Estado debe garantizar estos insumos para poder realizar una mejor labor desde casa y mejorar la calidad de los contenidos que estamos produciendo», opinó.

Zárate, quien enseña Informática y Matemáticas, entre otras materias, señaló que ha encontrado que el contenido de los programas diseñados para las clases presenciales se complementa bien con diferentes herramientas encontradas en internet.

«Los pongo hacer trabalenguas, sopas de letras, trabajos manuales con materiales que encuentren en casa, vídeos explicativos en compañía de sus padres, lectura en notas de voz, entre otras», precisó.

A ojos del profesor, esta emergencia sanitaria mundial ha demostrado que la educación en general está llamada a romper paradigmas, a evolucionar y a transformarse para sacar lo mejor de cada estudiante y ayudarle a forjar su proyecto de vida.

«La experiencia nos ha enseñado que mantener la motivación de los estudiantes es fundamental, captar su interés, trabajar a distancia las temáticas desde lo que les gusta y se les haga significativo, pues no es lo mismo enseñarles a sumar con un ábaco que con los elementos que ellos tengan en casa», dijo.

En Bogotá, la maestra Andrea Silva, quien durante 14 años ha sido profesora de preescolar en el colegio La Aurora, dijo que la emergencia ha obligado al centro docente a implementar estrategias dependiendo de la edad y las circunstancias de los cerca de 1.800 alumnos.

«Mis estudiantes tienen entre cinco y seis años, en el caso de la primera infancia se estableció una mejor comunicación por medio de Whatsapp además de brindarles las guías en físico, los padres toman fotos a las guías o vídeos con los niños desarrollando las actividades y los envían al colegio», explicó.

Silva dijo que la mayoría de familias han respondido bien a esta iniciativa pero que existen casos en los que la falta de conexión a internet o de dispositivos para evidenciar las actividades, así como el desconocimiento del uso de la tecnología, han obligado a flexibilizar el tiempo de las entregas.

«Además, hay un grupo de padres que trabajan en el sector de la salud y han enviado a sus hijos con familiares por su seguridad, ellos también han tenido dificultades en la entrega al no poder apoyar y guiar a sus niños en el desarrollo de las actividades», indicó.

La maestra mencionó que otra de las dificultades que se han presentado en medio del proceso educativo de los niños durante la emergencia ha sido la depresión de algunos menores que no han logrado adaptarse al confinamiento.

«Algunos niños han presentado depresión ya que un niño tan pequeño necesita movimiento, necesita jugar, socializar, estar con sus amiguitos y los niños han extrañado eso (…) algunos han sido apáticos al desarrollo de las guías», señaló.

Subrayó que en estos casos el colegio hace un seguimiento con los orientadores para ayudar a los niños y sus familias a sacar adelante su año escolar.

La docente destacó la labor de la red educativa de la Secretaría de Educación de Bogotá «Aprende en Casa» en la que se apoyan profesores y padres para fortalecer el hogar como un ambiente de aprendizaje.

Además, indicó que los niños más grandes han aprendido a trabajar de manera más autónoma y que uno de los valores que más se ha evidenciado entre la comunidad durante la pandemia ha sido la solidaridad.

«Es muy bonito el acercamiento que hemos tenido los profesores con los padres de familia y toda la solidaridad y apoyo que se ha generado a través de esta situación pues nunca había estado tan cerca de los padres de los niños», concluyó.

Este fin de semana, el Ministerio de Educación de Colombia confirmó que desde el mes de agosto iniciará el retorno gradual de los estudiantes a las aulas de algunos colegios oficiales del país bajo el esquema de alternancia.

El ministerio explicó que con esta estrategia se busca combinar la educación en casa y el trabajo académico presencial para promover la interacción entre los profesores y sus estudiantes sin descuidar la salud de los niños y jóvenes.

Según el Gobierno colombiano, hasta el sábado, 28.236 personas en el país han sido afectadas por la COVID-19 y 890 han muerto como consecuencia de la enfermedad, que ha obligado a ampliar el aislamiento obligatorio hasta el 1 de julio para contener el contagio del virus.

Fuente de la Información: http://spanish.xinhuanet.com/2020-05/31/c_139103353.htm

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