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Escuelas sin agua: El silencio cómplice del ministerio de educación ante la crisis hídrica. Chile

América del Sur/Chile/10-12-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Esta semana 127 estudiantes de la Escuela Básica Fernando García Oldini de la localidad de Hierro Viejo, comuna de Petorca, quedaron sin clases a causa de los cortes de los suministros de agua.  Ante ello, el director del establecimiento, Nicolás Quiroz, acusó públicamente que en la localidad se estaba vulnerando el derecho al agua y el derecho a la educación de los estudiantes. El Ministerio de Educación aún no se ha pronunciado al respecto y esa inacción ha sido catalogada por el presidente nacional del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile, Carlos Díaz Marchant, como un silencio cómplice. El líder del Magisterio llamó al Ministro Raúl Figueroa a dar una respuesta inmediata y a considerar institucionalmente la crisis hídrica como un factor de peligro para las comunidades educativas del país.

En Valparaíso el déficit de agua alcanza un 70% en el territorio.

A inicios de Noviembre, la Cooperativa de Agua Potable Rural les comunicó a las autoridades de Hierro viejo que comenzarían los cortes de agua de dos a seis de la tarde, ante lo cual los directores de las escuelas de esta localidad se vieron imposibilitados de dar clases presenciales al segundo ciclo de educación básica (de quinto a octavo año), debido a que en pandemia y para respetar los aforos establecidos tuvieron que separar los niveles en dos jornadas, uno en la mañana y el otro en la tarde. «No puede ser que en nuestra localidad se tenga doce horas de corte de agua durante el día y la noche, mientras la industria agrícola tiene los cerros verdes» enfatizó Nicolás Quiroz al medio electrónico resumen.cl.

¿Quién tiene la responsabilidad?

El Movimiento de defensa del agua, la tierra y protección del medio ambiente (Modatima) ha hecho numerosos estudios sobre el tema, uno de ellos junto al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) donde se identificó a la industria de la palta entre las causales más influyentes de la crisis hídrica en la zona. Según un estudio de Paola Bolados, académica  de la Universidad de Valparaíso,  publicado por Ciper Chile, gran parte de los derechos de agua en la provincia se concentra en apenas cuatro familias que tienen derechos de más de 2.323,32 litros/segundo. «Privados que hoy son los responsables junto a este Gobierno cómplice de que cientos de estudiantes hoy no tengan clases. Es paradójico que un Ministro que insistió tanto en el retorno presencial a clases, hoy no ponga este tema como prioritario. Reconfirma que su gestión no va más allá del slogan y que poco y nada le importan las comunidades educativas», afirmó Díaz Marchant.

El impacto socio-ambiental de la industria de paltas en la provincia de Petorca (Modatima) AQUÍ

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/12/08/escuelas-sin-agua-el-silencio-complice-del-ministerio-de-educacion-ante-la-crisis-hidrica/

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Nigeria: La intensificación de los ataques contra niños y niñas hace peligrar el derecho a la educación

Por: Amnistia Internacional 

  • Más de 61 niños y niñas siguen cautivos meses después de un secuestro masivo a manos de bandidos
  • Más de 780 niños y niñas han sido secuestrados en 2021 para pedir rescate
  • Muchas escuelas cierran de forma indefinida ante la inseguridad creciente

Las autoridades de Nigeria están fallando a los niños y niñas, pues al menos 61 siguen cautivos en el norte del país meses después de que unos bandidos los secuestrasen durante ataques masivos a escuelas que también interrumpieron la educación de miles de escolares, y los sometiesen a un trato horrible y degradante durante su cautiverio, manifestó hoy Amnistía Internacional Nigeria.

Con frecuencia se secuestra a niños y niñas en orfanatos, escuelas y lugares de culto y se los mantiene cautivos durante semanas, —que a veces se convierten en meses en función de si se satisfacen —o de cuando se satisfacen— las demandas de sus secuestradores. A veces se les tienden emboscadas durante su trayecto a la escuela en autobús o a pie, y se los secuestra para pedir rescate.

Ningún menor debería pasa por lo que estos niños y niñas están pasando ahora en Nigeria. La educación no debe ser algo que pueda costarle la vida a nadie. Nigeria está fallando de nuevo a estos niños y niñas de un modo horrible.

Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria.

En algunas zonas del norte de Nigeria, la población escolar corre peligro de muerte o secuestro de forma permanente. Desde febrero de 2021 han sido secuestrados más de 780 niños y niñas para pedir rescate en ataques en masa a escuelas o instituciones religiosas en los que algunos han muerto. A veces se obliga a los padres o madres de los menores secuestrados o a las autoridades escolares a suministrar alimentos y ropa para los menores cautivos”, aseguró Osai Ojigho.

El futuro de miles de escolares del norte de Nigeria continúa siendo desolador, pues en algunos Estados centenares de escuelas han cerrado indefinidamente a causa del aumento de la inseguridad. Muchos niños y niñas han abandonado la educación debido al trauma psicológico de presenciar ataques violentos o vivir en cautividad.

Un maestro de la comunidad en la que el 26 de febrero de 2017 fueron secuestrados 317 escolares en la zona de gobierno local de Jangebe (estado de Zamfara) contó a Amnistía Internacional que la inseguridad había reducido drásticamente la asistencia al colegio, pues los niños y niñas tienen miedo a ir aunque los obliguen sus padres.

Un niño de 15 años que sufrió lesiones cuando escapaba de un secuestro masivo en su escuela contó a Amnistía Internacional que no regresaría a la escuela tras su reapertura.

“Si la escuela vuelve a abrir, no volveré al internado. Prefiero matricularme como alumno externo en otro centro. Cada vez que recuerdo lo que pasa me entra miedo; es perturbador. Quiero que se rescate a todos los niños y niñas, especialmente a mis primos”.

“Cuando se atacan instituciones educativas, los daños y las consecuencias pueden ser importantes y de gran alcance. Es esencial proteger la vida de los niños y niñas, y las autoridades de Nigeria tienen el deber de garantizar que el sector educativo del país no se ve de nuevo amenazado por los secuestros, la intimidación y los homicidios de escolares.”

La sección 27 de la Ley de Derechos de la Infancia prohíbe el secuestro de niños y niñas. Nigeria, que ha ratificado la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, tiene la obligación de tomar las medidas apropiadas para impedir el secuestro de niños y niñas y garantizar su derecho a la educación.

Muerte bajo cautiverio o durante un ataque 

Dos niñas y un niño secuestrados en el Instituto Público Federal de Birnin Yauri (estado de Kebbi) el 17 de junio de 2021 fueron hallados muertos unos días después del secuestro. A dos de ellos les habían disparado en las piernas, y se sospechaba que el tercero había muerto a causa de su mal estado de salud.

El 6 de junio de 2021, se encontró a unos pocos kilómetros de Tegina (estado de Níger) el cuerpo de un niño de tres años secuestrado en la Escuela Islámica Salihu Tanko; otros cinco niños y niñas secuestrados durante el asalto también murieron bajo cautiverio. Al menos 136 niños y niñas de entre 3 y 15 años fueron secuestrados durante el asalto y liberados el 26 de agosto después de pasar meses cautivos.

El 17 de febrero, Benjamin Doma murió cuando intentaba escapar de un asalto a su centro escolar, el Instituto Público de Ciencias de Kagara (estado de Níger), durante el que se secuestró a 27 escolares.

El 19 de septiembre, Edeh Donald, alumno de la Academia General Marista de Uturu (estado de Abia) murió cuando unos hombres armados atacaron su autobús escolar en la carretera de Ihube, en la zona de gobierno local de Okigwe, cuando regresaba de una excursión con sus compañeros.

Los grupos armados están atacando deliberadamente a niños y niñas. El uso de menores como escudo o baza para la negociación es inaceptable y debe cesar. El gobierno de Nigeria debe investigar estos ataques como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Osa Ojigho

Niños y niñas cautivos

Muchos niños y niñas secuestrados han sido liberados tras negociaciones, pero aún hay más de 61 menores cautivos meses después de su secuestro. El menos 56 niños y niñas del Instituto Público Federal de Birnin Yauri (estado de Kebbi) continúan cautivos cuando han transcurrido 167 días desde su secuestro el 17 de junio de 2021. Durante el asalto se secuestró también a 102 personas entre las que, además de escolares, había ocho miembros del personal académico y no académico.

En Kaduna, tres estudiantes secuestrados en el Instituto Baptista Bethel el 5 de julio de 2021 llevan 149 días cautivos. Al menos 121 niños y niñas de entre 10 y 15 años fueron secuestrados durante el asalto en la zona de gobierno local de Chikun.

Entre las 66 personas que permanecen cautivas tras su secuestro el 31 de octubre de 2021 en la Iglesia Baptista Emmanuel, en la zona de gobierno local de Chikun (estado de Kaduna), hay niños y niñas, incluido un bebé. “Los ataques a escuelas, los secuestros y los homicidios de escolares demuestran un desprecio absoluto por el derecho a la vida y el derecho a la educación. Las autoridades de Nigeria deben ofrecer protección a las escuelas y a los niños y niñas. Los ataques a escuelas violan el derecho internacional, y las autoridades deben garantizar que se investigan adecuadamente y se lleva a los presuntos responsables ante la justicia en juicios con las debidas garantías en los que no se recurra a la pena de muerte”, expresó Osai Ojigho.

Nigeria: La intensificación de los ataques contra niños y niñas hace peligrar el derecho a la educación

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Gabriela Cerruti: «El desprecio por la educación pública del Gobierno de Mauricio Macri nos llevó a un piso histórico». Argentina

La vocera del presidente Alberto Fernández lapidó la gestión de Cambiemos tras la publicación de un informe de Unesco de 2019, que arrojó resultados preocupantes para Argentina.

La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, opinó acerca del bajo desempeño educativo de Argentina medido por la Unesco, que alcanzó un piso «histórico» para el período 2019, y lo atribuyó a la desinversión en educación durante la gestión del expresidente Mauricio Macri.

«El desprecio por la educación pública del gobierno de @mauriciomacri nos llevó a un piso histórico. Las evaluaciones del 2019 muestran el daño infringido por la desinversión en el área», señaló la vocera presidencial Gabriela Cerruti este martes luego de que se conocieran los resultados de las pruebas de desempeño educativo ERCE 2019, en las que el país obtuvo un menor puntaje que el promedio regional y que el obtenido en 2006 y 2013.

«Desde ese desastre, más las consecuencias de la pandemia, estamos reconstruyendo», agregó Cerruti en la red social del pajarito, citando una seguidilla de tuits del ministro de Educación Jaime Perczyk, quien expuso el desfinanciamiento educativo durante el gobierno de Cambiemos, lo que explica el bajo rendimiento local en las pruebas de educación respaldadas por el organismo internacional, un área en el que Argentina fue históricamente pionera a nivel regional.

Argentina es uno de los países con mayor cantidad de “Ni-Ni”

«La única manera de garantizar el pleno derecho a la educación y los aprendizajes de nuestras y nuestros estudiantes es con un Estado activo que financie de forma sostenida e integral el sistema educativo», dijo el titular de la cartera de Educación en relación al preocupante resultado de las pruebas de UNESCO-LLECE que evalúan el desempeño en Lengua y Matemáticas de estudiantes de tercero y sexto grado y en Ciencias de sexto grado de 16 países de América Latina y el Caribe.

En esa línea, Perczyk explicó que el deterioro educativo se debe al «retroceso en inversión educativa» del Estado nacional en el período 2016-2019, coincidente con el gobierno macrista. «Mientras que entre 2003 y 2015 el gasto consolidado aumentó en promedio un 2,7% del PBI, pasando del 3,4% al 6,1%, entre 2016 y 2019 cayó en más de 1,3 puntos del PBI cerrando en 4,8%», explicó el funcionario.

Gabriela Cerruti sobre la medida del Gobierno que limita el turismo exterior

Las declaraciones de la portavoz de Alberto Fernández de este martes se suman a las realizadas en los últimos días. Respecto a la decisión del Banco Central de prohibir el financiamiento de las compras en cuotas con tarjetas de crédito de pasajes y servicios de turismo al exterior, Cerruti dijo que la medida «beneficia a las agencias» de viajes ya que «alienta el turismo interno».

«Tenemos que cuidar que los dólares que tiene la Argentina se usen, por ejemplo, para la reactivación de las Pymes. Esa es la vocación central del Gobierno en este momento», dijo el pasado lunes Cerruti en declaraciones radiales, en donde insistió con que se trata de una medida «momentánea» que «tiene que ver con un momento muy puntual», por lo que anticipó que el gobierno evaluará sobre la marcha su impacto y evolución..

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/politica/gabriela-cerruti-el-desprecio-por-la-educacion-publica-del-gobierno-de-mauricio-macri-nos-llevo-a-un-piso-historico.phtml

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La continuidad en el incumplimiento del derecho a la educación en las políticas educativas en México: un recorrido histórico de 1988 a 2021

Integrantes del curso de Política Educativa*

Licenciatura en Pedagogía

Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo Estratégico en Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales en relación con la agenda educativa vigente.

A pesar de los esfuerzos empeñados en las políticas educativas a lo largo de treinta años, el derecho a la educación no se ha garantizado debido a la mala repartición del presupuesto, los intereses políticos y la corrupción, entre muchos otros factores. Hoy el derecho a la educación es todavía una tarea pendiente. El objetivo de este texto consiste en analizar las políticas educativas desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari hasta la actual administración de Andrés Manuel López Obrador. Esto nos permite identificar los cambios constitucionales, las diferentes directrices de política educativa y señalar así los retos pendientes para lograr su cumplimiento. Asimismo, reflexionamos sobre la situación actual de este derecho en el contexto de la pandemia ocasionada por el virus SARS CoV-2.

Cambios constitucionales

Respecto a los cambios constitucionales que ha sufrido el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce como un avance significativo que la modificación principal se ha orientado hacia la obligatoriedad y gratuidad de los distintos niveles educativos y a la responsabilidad que el Estado tiene para garantizarla. De esta forma, durante el sexenio de Salinas de Gortari se introduce en la Carta Magna el derecho a recibir educación en los niveles de educación primaria y secundaria (DOF, 29 de enero de 1990). Durante el periodo de Vicente Fox Quezada, se incorpora la obligatoriedad de la educación preescolar (DOF, 12 de noviembre de 2002), lo cual representa un avance significativo en cuanto al derecho a la educación. Durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se suma a este proceso la obligatoriedad de la educación media superior (DOF, 9 de febrero del 2012) lo cual a su vez implicó un esfuerzo por articular los diferentes subsistemas en el Marco Curricular Común. Finalmente, con López Obrador se amplía la obligatoriedad del derecho a la educación de todos los niveles educativos, incluyendo la educación inicial y la educación superior (DOF, 21 de septiembre de 2021). Esto significa un avance importante en materia legislativa. Sin embargo, por sí mismo no garantiza el derecho a la educación de todas, todos y todes. Por ello, nos preguntamos por qué no son suficientes los cambios constitucionales para garantizar dicho derecho.

Para garantizar este derecho se ha buscado no sólo ampliar su obligatoriedad y gratuidad, sino también generar directrices de política acerca de la calidad y la equidad educativa. A continuación, se mencionan algunos de esos esfuerzos.

Comenzando por el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el 18 de mayo de 1992 se firmó el Acuerdo Nacional de Educación para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEB), entre cuyas acciones destaca el Programa de Apoyo al Rezago Escolar (PARE) que se enfocó en atender cuestiones educativas en zonas con condiciones desfavorables, además de la creación de programas orientados a la mejora de la educación, tales como el Programa para la Modernización de la Educación Indígena 1990-1994 (PMEI) y el Programa Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas 1991-1994 (PNDPI) (Bello, 2007).

Durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León se plantean cinco estrategias claves para garantizar la calidad, equidad y cumplimiento de los objetivos: la organización y puesta en funcionamiento del sistema de educación básica; la regulación de los métodos, contenidos y recursos de la enseñanza; la atención a la formación docente; la actualización y superación de los maestros y directivos de enseñanza; y la justicia educativa por medio de la equidad y el uso de medios electrónicos en apoyo a la educación. Asimismo, se creó el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000, enfocado en la educación básica, media superior y la educación para adultos (Martínez, 2001).

En el sexenio de Vicente Fox Quezada se instrumentó una política educativa para la mejora en términos de la equidad en la educación, su orientación hacia el desarrollo de capacidades y habilidades, tanto intelectuales como artísticas, afectivas, sociales, deportivas, así como valores solidarios, laborales y competitivos. Se estableció el Sistema Nacional de Becas y Créditos de sostenimiento para la educación y el fortalecimiento de la infraestructura en educación media superior y superior, la Educación apoyada en la tecnología, el Programa Nacional de Escuelas de Calidad y el de evaluación de la Educación y el Fortalecimiento del Ceneval , además de la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) (Moreno, 2004).

Durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, las directrices de política se orientaron a la evaluación a través de pruebas nacionales e internacionales estandarizadas para elevar la calidad en la educación. También se buscó reducir las desigualdades entre grupos sociales e impulsar la equidad mediante becas y programas educativos para ofrecer una educación tecnológica e integral (Programa Sectorial de Educación, 2007- 2012).

En el sexenio de Enrique Peña Nieto, la calidad de la educación adquirió relevancia particular al incluirse en el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vinculándola claramente a la infraestructura educativa y a la idoneidad docente (DOF, 26 de febrero de 2013). A la par de ello, se promulgó la autonomía del INEE, la evaluación de los docentes para su ingreso, permanencia y promoción, a través de la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Por último, con la reforma de Andrés Manuel López Obrador, se plantea la excelencia educativa como medio para garantizar no sólo la calidad y la equidad, sino también la inclusión educativa, en especial para los sectores menos favorecidos e históricamente excluidos (DOF, 28 de febrero de 2019). Entre los cambios más importantes se observa el reemplazo del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) por la Comisión para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), lo cual es un cambio sustantivo dado que éste no es un organismo descentralizado y autónomo como lo fue el INEE. Asimismo, se implementó una serie de becas para garantizar la equidad educativa en todos los niveles educativos.

Finalmente, como estudiantes de la Universidad Iberoamericana, atentas, atentos y atentes a la política educativa, nos resulta preocupante el recrudecimiento del incumplimiento del derecho a la educación en el contexto de la pandemia por Covid-19, la cual agudizó las desigualdades educativas, especialmente en términos de las brechas tecnológicas y la pérdida de los aprendizajes curriculares adquiridos, cuestión de la que dan cuenta diversas investigaciones y publicaciones de nuestra propia universidad. Si bien fueron circunstancias más allá de lo imaginado, y para las cuales ninguna política educativa estaba preparada, es cierto que tampoco hubo una respuesta eficaz por parte del Estado. Sin embargo, aun así, son patentes los esfuerzos de la comunidad docente por mantener el vínculo pedagógico con sus estudiantes, por apoyarlos tanto pedagógica como emocionalmente.

Así como la pandemia trajo consigo grandes problemas en la educación, también abrió enormes oportunidades para el mejoramiento en diversos aspectos, como los aprendizajes informales, la convivencia familiar y la formación de autonomía tanto de los estudiantes como de los colectivos docentes para la colaboración, la reflexión colectiva y el diálogo para la construcción de alternativas pedagógicas. Por ello, resuena en nosotres lo que señaló nuestra vicerrectora, la Mtra. Sylvia Schmelkes: “El Covid-19 quitó nuestras certezas, amplió nuestros horizontes y provocó nuestras aspiraciones” (2021).

A través de las siguientes preguntas, invitamos a la reflexión a nuestras, nuestros y nuestres lectores: ¿qué tipo de información debería generar Mejoredu para promover el derecho a la educación?, ¿qué beneficios aportaría contar con una política educativa transexenal que asegurase el cumplimiento del derecho a la educación con calidad y equidad?, ¿qué directrices de política educativa sugerirían para reducir la brecha tecnológica? Finalmente, si el dinero destinado para la refinería de Tres Bocas y el proyecto del Tren Maya se utilizara en la educación, ¿qué cambios consideran que se habrían implementado?

Referencias

Bello Domínguez, J. (2007). ¿Modernización educativa para los pueblos indios? Historia de una muerte anunciada. IX Congreso Investigación Educativa http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v09/ponencias/at09/PRE1178157566.pdf

DOF (29 de enero de 1990). Diario Oficial de la Federación del sexenio de Carlos Salinas de Gortari. http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4700152&fecha=01/06/1994

DOF (1996). Programa de Desarrollo Educativo, 1995-2000. http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4871357&fecha=19/02/1996

DOF (2002). Diario Oficial de la Federación. http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=718015&fecha=12/11/2002

DOF (9 de febrero del 2012). Diario Oficial de la Federación. http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5233070&fecha=09/02/2012

DOF (2013). Diario Oficial de la Federación. http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5288919&fecha=26/02/2013

DOF (2019). Diario Oficial de la Federación. https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5551602&fecha=28/02/2019

DOF (2021). Diario Oficial de la Federación. http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5630525&fecha=21/09/2021

Martínez Rizo, F. (2001, septiembre). La educación en los noventa. Revista Mexicana de Investigación Educativa. 6(13), 395-400. http://www.comie.org.mx/documentos/rmie/v06/n013/pdf/rmiev06n13scB01n01es.pdf

Moreno Moreno, P. (2004, julio). La política educativa de Vicente Fox (2001-2006). Tiempo de Educar, 5(10), 9-35. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31101002 002

Schmelkes, S. (2021). Pandemia y educación. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, LI(Esp.), 7-12. https://rlee.ibero.mx/index.php/rlee/issue/view/178/RLEE%20LI.Especial

* Mariana Cíntora Castañeda, Valeria Escobedo de la Torre, Lizbeth Gaytán Medina, Melissa Gibson Castañeda, Irma Luisa González del Castillo, Mónica Iglesias Zorrilla, Muriel Klip Novodzelsky, Naomi Aldenit López Santelices, Daniela Martínez Hernández, Claudia Jessica Martínez Tovar, Luis Alberto Reyes Martínez, Martina Rioseco De Vaal y Mariana Salgado Pérez, a cargo de la Dra. Mercedes Ruiz, con la colaboración de Erick Aguirre Godínez.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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¿Qué es la brecha epistémica en educación?

Luis Bonilla-Molina

  1. Introducción

Estamos viviendo una coyuntura bisagra para el sostenimiento de las conquistas sociales en general y de manera particular del derecho a la educación. En tal sentido, y, como lo hemos venido señalado en otros textos, durante la cuarentena por la pandemia del covid-19 se produjo un asalto brutal al derecho a la educación, al no garantizar muchos Estados Nacionales las condiciones mínimas para desarrollar los procesos de enseñanza aprendizaje.  Autoridades educativas guardan silencio sobre la neo privatización que ocurrió durante el cierre de escuelas por cuarentena preventiva, en virtud que gobiernos, al mejor estilo del modelo de sociedad educadora neoliberal, transfirieron sus responsabilidades a las familias, estudiantes y docentes, teniendo estos últimos que asumir los costes de acceso a internet, compra de equipos de conexión, pago de plataformas, apropiación de la producción de contenidos digitales y el manejo virtual. Insistimos en ello, porque esta situación amenaza con sostenerse en el retorno a la presencialidad y más allá en la post pandemia, a partir del anunciado modelo educativo de presencialidad + virtualidad.

Con una dosis de cinismo sui generis, las autoridades educativas comienzan a hablar de su preocupación por el abandono escolar de los niños, niñas, adolescentes y estudiantes de educación universitaria. ¡¡¡No fueron los/alas alumnos/as quienes dejaron las escuelas, bachilleratos y universidades, sino los Estados quienes les abandonaron a su suerte durante la pandemia; sin equipos de computación y sin internet fueron empujados a la periferia de los sistemas escolares!!!

El atasco en el debate al respecto y la acción reflejo del avestruz que ha caracterizado a sectores del pensamiento alternativo y del propio magisterio, pareciera deberse a los problemas para comprender la orientación estratégica en materia educativa del capital, en la transición entre la tercera y cuarta revolución industrial y su impacto en la agenda de los sistemas escolares. La vorágine de cambios y el giro de 180 grados causa desorientación y vértigo ante el peso de las rutinas y el performance escolar que vivimos en el último siglo.  Este atasco tiene sus orígenes en la brecha epistémica.

 

  1. ¿Qué es la brecha epistémica?

La brecha epistémica no es otra cosa que la in-compresión de la distancia existente entre lo que hacemos y lo que demanda la sociedad y el modo de producción. Se expresa en limitadas posibilidades para tomar conciencia crítica respecto a esta situación, fenómeno derivado de paradigmas, arquetipos, rutinas, narrativas e imaginarios que se corresponden a otro momento histórico, al pasado.

La brecha epistémica es más peligrosa que la brecha tecnológica, porque la segunda se subsana con la compra de equipos y tecnología, mientras que la primera demanda procesos de aprendizajes y razonamientos lógicos que permitan apropiarnos de las características del cambio. Salir del atasco requiere una didáctica contextualizada del cambio incesante, propia de una propuesta pedagógica emancipadora, liberadora contextualizada en el siglo XXI.

En la medida que la distancia existente entre lo que sucede y nuestra comprensión del fenómeno sea mayor, la tendencia defensiva es a negar el hecho y su permanencia. Asignándole a las evidencias estatus de fortuitas e irrepetibles. Por ejemplo, muchos docentes ven la virtualidad como un fenómeno coyuntural de la cuarentena por pandemia y se resisten a ver en ello una dinámica que se sostendrá en el tiempo con distintos grados de aplicación.

La brecha epistémica genera un caos cognitivo tremendo, al evidenciar los y las docentes numerosos signos de cambio en una coyuntura histórica como la actual y, sentirse desprovistos de las herramientas teóricas y experienciales para afrontar, comprender y actuar en lo nuevo.

Al no conseguir las claves para entender lo nuevo se corre el riesgo de forjarse un espíritu conservador, que se resiste a abrirse al aprendizaje para el cambio o, peor aún se corre el riesgo de creer que es suficiente con no hablar de ello para que la nueva realidad se disipe.

La brecha epistémica individual debería resolverse mediante el auxilio de la institucionalidad educativa, pero la actual brecha epistémica tiene dimensiones organizacionales, es decir abarca a los ministerios de educación y una parte importante de universidades y centros de formación permanente del profesorado.

La brecha epistémica es mucho más profunda que las crisis paradigmáticas descritas por Khun (1922-1996), porque en este caso, implica repensar el mundo en su totalidad y en la “comunidad educativa”, producto de la despedagogización, curricularización de las pedagogías y la pragmática neoliberal, no existe un cuerpo teórico, ontológico y de creencias compartidos ni consenso respecto a la aplicación de la teoría y los modelos de soluciones de problemas.

Los gobiernos neoliberales, acostumbrados a obedecer sin pensar mucho, parecieran no entender la orientación estratégica del capital y sus demandas educativas y, cada administración hace una reforma educativa de carácter nacional con pinceladas de lo que dice la OCDE BM o UNESCO, las cuales lejos de resolver los problemas que las generan terminan anarquizando aún más los sistemas educativos.

La apelación a lo “local” de las reformas educativas no es necesariamente el resultado de una valoración del desarrollo desigual y combinado del capitalismo que le impone roles diferenciados a los territorios, sino un tareismo de cambiar algunas cosas para dar la sensación de estar haciendo algo y dar muestras de lealtad al centro capitalista. Sin embargo, estas reformas educativas como parches que atacan síntomas, pero no los problemas, terminan siendo iniciativas sin teleología producto de la brecha epistémica.  El paradigma de la burocracia educativa, de subordinación de los sistemas educativos al modo de producción capitalista no resulta suficiente para entender la transición de lo educativo entre la tercera y cuarta revolución industrial. La brecha epistémica está haciendo disfuncional a las burocracias educativas para el funcionamiento del sistema mundo capitalista.

 

La estructura de la institucionalidad educativa es la propia de una maquina newtoniana; por ello surge la ilusión que el cambio de paradigmas es cuestión de reformas (partes, piezas de la máquina) curriculares, didácticas, evaluativas, o de creación de nuevos departamentos (piezas complementarias). Es una castración epistemológica que impide pensar -y mucho menos poner en marcha- la organización, carreras y dinámicas internas de manera radicalmente distinta a las rutinas y protocolos existentes. Esta limitación para pensar lo nuevo en sus expresiones organizacionales concretas suele interpretarse como desactualización. Pero los intentos de actualización se hacen aproximándose a la institucionalidad como si fuera una máquina y las propuestas de cambio terminan siendo ajustes o sustitución de las oxidadas piezas. Las recientes olas de reformas educativas y universitarias han sido eso, con resultados poco alentadores que terminan auspiciando el inmovilismo educativo y un espíritu pedagógico conservador.

La resistencia al cambio derivada de la brecha epistémica es evidencia de serias limitaciones para comprender el horizonte qué, para colmo, está en permanente movimiento. La respuesta reflejo resultante de la brecha epistémica, se asemeja a la solución cognitiva que se produce ante la fragmentación del vidrio delantero del auto que hace que terminemos viendo la realidad a través del retrovisor.

La brecha epistémica tiene dimensiones territoriales. No es lo mismo la brecha epistémica en el centro del sistema mundo capitalista que en sus periferias. Los(as) ciudadanas(os) del centro capitalista tienen posibilidades mayores de ver las manifestaciones concretas del horizonte de la brecha epistémica, allí donde los(as) habitantes de la periferia capitalista solo observan brumas difusas. Para un habitante de Múnich, Ámsterdam o París la virtualidad está más próxima a una cotidianidad donde el internet es accesible, la electrificación estable, el acceso a equipos de computación relativamente fácil, donde los vídeos juegos hacen parte del paisaje, mientras que en Ocosingo (México), Rubio (Venezuela) o Carcasí (Colombia) su aproximación más extendida es a través de los contenidos de las películas y noticieros de televisión por limitaciones de conectividad y equipos.

Es decir, la brecha epistémica tiene expresiones diferenciadas conforme al desarrollo desigual y combinado del capitalismo, sin embargo, como aprendimos como Wallerstein (1930-2019) el sistema mundo no deja un territorio inhabitado de sus dinámicas. Es decir, la aceleración de la innovación y la cuarta revolución industrial llegará a todos los rincones del planeta en el corto y mediano plazo, ya sea modificando tu realidad o excluyéndote.

Algo similar ocurre en los países respecto a la ciudad y el campo, las metrópolis y los territorios ancestrales. En América Latina el sector urbano concentra la mayor cantidad de posibilidades de acceso a servicios mientras en el mundo rural la precariedad se convierte en signo de identidad. No es lo mismo hablar de mundo digital en las capitales de los países que territorio adentro en el campo. La proximidad y las posibilidades de comprensión de los nuevos fenómenos de comunicación, educación, consumo, participación y sociabilidad es mayor en los centros urbanos que en las comunidades rurales. Eso puede generar la falsa percepción que lo nuevo no es propio del campo, sino que ese es un tema citadino.

La brecha epistémica puede generar la imaginaria esperanza que si desde la periferia capitalista nos convertimos en ostras encerradas en la concha nos haremos impermeables a la lógica del mercado en la cuarta revolución industrial. Pero la realidad es que la ostra sobrevive porque protege “lo suyo” dentro de la coraza, pero no pierde contacto con la realidad externa. Una falsa conducta de ostra reside en oponer saberes ancestrales y desarrollo científico-tecnológico, cuando de lo que se trata es de construir una dialéctica territorial que permita establecer las bondades y límites de uno y otro.

La brecha epistémica pretende ser presentada como una cuestión generacional. Es una especie de pulsión de fuga recubierta de narrativas esperanzadoras, basada en el supuesto que los y las más jóvenes hallarán las respuestas que le resultan esquivas a quienes nacieron antes de la década de los noventa del siglo veinte. Teóricos como Prensky con sus ideas sobre los nativos digitales y migrantes digitales alimentan esta ilusión que sedimenta la brecha epistémica. Como hemos señalado no es un tema de edades, sino de lectura freireana de la realidad a partir de precisar el impacto en el modo de producción capitalista, de los pliegues y giros que imponen las revoluciones industriales y como estos dobleces marcan una nueva agenda educativa. Si mayores y jóvenes no logran comprender el impacto de la tercera y cuarta revolución industrial en el sistema mundo capitalista y lo que ello implica para la educación y los sistemas escolares, la brecha epistémica se sostiene.

La brecha epistémica tiene una expresión concreta el campo popular, derivado de la precaria comprensión de la relación dialéctica entre el uso de tecnologías alternativas y la aceleración de la innovación científica-tecnológica. Lo alternativo no es ajeno al impacto de la aceleración exponencial de la innovación en sus imaginarios, narrativas y usos. Las tecnologías alternativas no son un petroglifo de un museo, sino que, mantienen una interacción simbólica entre pasado y presente, tradición e innovación. El inmovilismo de las tecnologías alternativas, la negación a interactuar con lo nuevo sin ceder con ello a su horizonte paradigmático, el no pensar críticamente la novedad valorando sus relaciones con la realidad y los contextos, evidencia la brecha epistémica. Tal vez a ello contribuya la inusitada velocidad de lo emergente, el creciente volumen de expresiones de lo radicalmente nuevo.

La brecha epistémica facilita la minería digital y el extractivismo de identidades humanas. En los últimos dos años hemos visto la inusitada penetración de dispositivos móviles en comunidades no solo urbanas, sino también rurales.  El uso ingenuo de estos equipos facilita el extractivismo de información personal y la minería de datos. La prospectiva de avatares en el mundo virtual se está construyendo a partir de esta minería, proceso que amenaza la identidad de poblaciones que se acercan a lo tecnológico con una brecha epistémica.

La brecha epistémica es estructuralmente más consolidada en varones que en mujeres, debido al papel reproductor del patriarcado en la sociedad capitalista. El patriarcado implica una aproximación conservadora respecto a las relaciones sociales, una de ellas con la ciencia y la tecnología emergente, sobre todo las innovaciones propias de la transición a la cuarta revolución industrial que desafía las rutinas y performance societal.  Por ello, mientras los varones se resisten al impacto de los nuevo desde la incredulidad y la sátira, las mujeres se aproximan a esta situación desde lo práctico, las posibilidades y su impacto en la vida cotidiana. Por ello, el feminismo es una posibilidad para resolver la brecha epistémica superando la tecnofobia y la tecnofilia.

La brecha epistémica posibilita nuevas expresiones de huella ecológica, pues no permite comprender el giro del modo de producción hacia nuevas fuentes energéticas, más allá del petróleo, gas y carbón. Esto permite la continuidad de la crisis ambiental con variantes no conocidas de impacto ecológico. La brecha epistémica limita las posibilidades de respuestas anticapitalistas a un modelo de sobreproducción de mercancías que quiere parecer ecológico al cambiar de fuentes energéticas, independientemente que las nuevas causen otros impactos ambientales.

La racialización de la brecha epistémica se muestra de manera más evidente en el sur global, donde las precarias situaciones materiales de vida hacen ver la transición entre la tercera y cuarta revolución industrial como un tema ajeno. En contraste el blanco del norte imperialista se muestra como el civilizado capaz de comprender los desarrollos y el horizonte teleológico de la aceleración de la innovación.

Todas estas expresiones de la brecha epistémica facilitan el inicio con impunidad del reseteo mundial. A mediados de 2020 Schwab y Millaret presentaron las líneas maestras de este proceso en el libro Covid-19 el gran reinicio (2020) que sirvió de base para la reunión de Davos de 2021 que se convocó con el mismo lema. El giro dramático de la economía, modelo político y social, así como de la educación fue presentado con absoluta impunidad gracias a la brecha epistémica que impide vislumbrar el impacto profundo en la calidad d vida de la clase trabajadora y países de bajo ingreso, que acarreará esta iniciativa. Enfrentar el reseteo mundial pasa por resolver de manera colectiva la brecha epistémica, algo en lo cual el magisterio puede tener un especial protagonismo.

La brecha epistémica es mucho más dramática que la brecha del conocimiento. La segunda, se resuelve con procesos de aprendizaje ubicados en fuentes del saber, ya sean institucionales o populares. Mientras que la primera, implica desconstruir y crear una nueva epistemología de la sociedad que dé cuenta de las implicaciones de la transición de la tercera a la cuarta revolución industrial, en las comunidades, la educación y los sistemas escolares: tarea pendiente en el plano organizacional y comunitario.

En fin, la brecha epistémica constituye el problema central de las resistencias anticapitalistas en educación porque impide la construcción de alternativas epocales que construyamos respuestas cabalgando sobre una realidad tan dinámica como la actual y el contexto de la inusitada aceleración de la innovación científica y tecnológica.

 

  1. ¿Por qué surge la brecha epistémica en educación?

Los y las trabajadores(as) de la educación fuimos formados con el arquetipo de la sociedad capitalista de la primera y segunda revolución industrial. El sistema escolar conocido es una puesta en marcha de la estructura de ciclos de Comenio, de la lógica escolar gradual, donde todo marcha a semejanza de una máquina compuesta por partes, con dificultades que se incrementan según los patrones de edad y año escolar. La pedagogía fue fragmentada y cada una de sus partes autonomizada; el currículo pasó a ser el centro de lo educativo, las didácticas una feria de propuestas de dinámicas educativas muchas veces en conflicto con la evaluación o el modelo de gestión escolar.

Nos acostumbramos a pensar que la educación del sistema educativo era disciplinar, porque así lo requería el sistema mundo capitalista en las dos primeras revoluciones industriales; ante ello oponíamos la transdisciplinariedad como ruptura con el conocimiento estanco. Pero no nos enseñaron a ver el proceso de mutación del capitalismo como resultado de la tercera revolución industrial; no comprendimos que lo alternativo, la transdisciplinariedad se convertía en la tercera revolución industrial en requerimiento del modo de producción.

Tuvimos -y tenemos aún- dificultad para comprender el impacto de la aceleración de la innovación científico-tecnológica en la educación. En algún momento se borró de la agenda transformadora la conquista alcanzada después de muchas luchas respecto a la democratización del conocimiento científico, tecnológico y los saberes comunitarios como una de las tareas centrales de la escuela, bachillerato y universidad. Democratización del conocimiento que para el capital consistía en la habilitación de los egresados para ser parte del modo de producción conforme a los requerimientos de cada momento histórico, mientras que para el proletariado significaba la posibilidad que sus hijos e hijas pudieran apropiarse de la ciencia y el conocimiento que pretendía ser administrado a cuenta gotas por la burguesía. Esta pérdida de centralidad educativa de la democratización del conocimiento de punta en lo escolar contribuyó a la brecha epistémica.

Esto fue creando “certezas” que resultaban impermeables a lo contingente. Esta petrificación de las rutinas y protocolos se fue estandarizando hasta hacer prácticamente imposible ver otra manera de actuar pedagógicamente. La taxonomía de Bloom, que emergió en el contexto de los informes Coleman (EEUU,1966) y Fauré (Unesco, 1972) se convirtió en la forma no solo más popular sino idónea de elaborar currículo por sus posibilidades para la evaluación del desempeño docente y del desarrollo de aprendizajes entre los y las estudiantes. El currículo fue convertido en corazón de lo educativo y de allí pasó a sustituir el ejercicio pedagógico. Los docentes fueron convertidos en administradores curriculares y sus procesos como dinámicas de una máquina, con ritmos, metas y temporalidad.

Esta forma única (o unificada) de entender el acto pedagógico inhabilitó al sistema educativo y a la labor docente para dialogar dialécticamente con la innovación. La educación contextualizada se convirtió en narrativa que escondía la relación insustituible entre lo local y lo global en los procesos de enseñanza-aprendizaje. La creciente mirada localista derivó en la actual brecha epistémica, funcional a la lógica de un sector del capital interesado en la destrucción de la escuela pública presencial.

La brecha epistémica está siendo usada por sectores del capitalismo vinculados a las grandes trasnacionales de la tecnología para presentar a los y las docentes como desactualizados y la escuela presencial como ineficiente. Es decir, está resultando funcional al nuevo modelo de privatización educativa (educación en casa + virtualidad + conexión + contenidos digitales con costos asumidos por las familias).

 

  1. ¿Cómo se evidencia la brecha epistémica?

Cuando llevo a mis hijos(as) más chicos(as) a la escuela veo con asombro, como los rituales educativos, estructura escolar y dinámicas pedagógicas se parecen demasiado a las que viví como estudiante hace 50 años o en las que participaron mis hijos mayores hace treinta años. Antes de la pandemia, instituciones educativas prohibían el uso del celular en las aulas y tenían dificultad para incorporar esos dispositivos a los procesos de enseñanza-aprendizaje. En medio de la sociedad de la información, como lo ha demostrado la pandemia, muchas escuelas no solo no tienen internet, computadoras para cada estudiante, ni nubes educativas propias, sino que tienen dificultad para entender las posibilidades de lo digital y virtual. Muchos docentes se resisten a aproximarse a lo digital y virtual con el único argumento que son iniciativas generadas por el capital trasnacional, sin que estos cuestionamientos vayan acompañados de generación de caminos alternativos.  Ciertamente lo digital y virtual construido por las trasnacionales de la tecnología fomenta el pensamiento reproductor, pero eso no justifica que no se presenten alternativas desde lo virtual-digital.

Esta resistencia de lo educativo a construir propuestas pedagógicas alternativas en el mundo virtual y digital, con sus dimensiones curriculares, didácticas, evaluativas, de planificación y gestión, que transiten entre lo presencial+virtual+digital de manera armónica evidencia la brecha epistémica.

 

  1. ¿Qué podemos hacer para superar la brecha epistémica?

No me gustan las recetas y me inquietan quienes las formulan. Así que sólo me atrevo a señalar aspectos a ser tomados en cuenta a la hora de construir una hoja de ruta. Primero, abrir un debate que inicie formulando como puede ser la escuela/universidad presencial en un giro de 180 grados. Segundo como esa nueva institucionalidad educativa incorpora vitualidad+digital (VD) a los procesos de enseñanza -aprendizaje, no como complemento sino como parte constitutiva de las dinámicas pedagógicas. Tercero, pensar lo curricular, didáctico, evaluativo, planificación y gestión desde una perspectiva de presencialidad liberadora y de programación informática emancipadora. Cuarto, abrir un proceso de alfabetización popular en algoritmos y programación que permita construir conocimiento digital y virtual desde las escuelas y universidades. Quinto, entender las dinámicas de desarrollo desigual y combinado en una orientación común del sistema mundo capitalista en la cuarta revolución industrial.

Esto pasa por reconstruir los mecanismos dialógicos de recuperación de saberes y construcción de conocimiento, entre docentes, estudiantes y familias.

La brecha epistémica expresa las desigualdades e injusticias sociales, que generan exclusión e impiden condiciones materiales de posibilidad para resolverla. La brecha epistémica es una condena del poder global que impide a las mayorías entender la realidad en cambio incesante, en contextos de impacto profundo de la creciente aceleración de la innovación.

 

  1. Los gremios y sindicatos docentes a la vanguardia de la superación de la brecha epistémica

Las organizaciones de los y las docentes representan la fuerza organizada más importante del magisterio. Han construido una tradición defensiva que hoy resultan especialmente importantes para defender la profesión docente y la escuela presencial. Los gremios y sindicatos docentes son espacios privilegiados para discutir y entender colectivamente lo que está pasando y generar alternativas de resistencia.

No idealizamos lo sindical y gremial; estamos conscientes de que muchas organizaciones del magisterio son patronales y burocráticas, por lo que proponemos, está fundamentalmente dirigido a organizaciones democráticas y no coaptadas.

El año 2022 debería ser aprovechado para abrir un amplio debate sindical al respecto. Romper con la brecha epistémica es la única posibilidad de salvar la escuela pública presencial, ante la tormenta tecnológica en ciernes y los anuncios del estallido de la burbuja educativa.

 

Lista de referencias

Bonilla-Molina, Luis (2021) La nueva fase del Apagón Pedagógico Global (APG). Ediciones Ove. Caracas. Disponible en https://luisbonillamolina.wordpress.com/2021/11/17/la-nueva-fase-del-apagon-pedagogico-global-2022-2030-y-alla/

Coleman (1966) Informe del Estado de la Educación / Igualdad de oportunidades en Educación. Disponible en  https://drive.google.com/file/d/0Byhtrdi1KzqBRmdDQlhfM3NLeDA/view?resourcekey=0-S8ipvya7I3gSmpTY5-oYMQ

Faure (1973). Aprender a ser: la educación del futuro. Ediciones unesco. Disponible en https://www.berrigasteiz.com/monografikoak/inklusibitatea/pubs/unesco_aprender%20a%20ser.pdf

Kuhn, Tomas (1970). Segundos pensamientos sobre paradigmas. Texto mimeografiado.

Prensky. Marc (2010) Nativos y migrantes digitales. Disponible en https://marcprensky.com/writing/Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20DIGITALES%20(SEK).pdf

Schwab. K & Millaret (2020) Covid-19 el gran reinicio. Libro digital  Amazon book.

Wallerstein (1999). Sistema mundo – moderno. (4 tomos). Ediciones siglo XXI. México

 

 

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Los marcos legales pueden proteger el derecho a la educación de los pueblos indígenas en América Latina

Por: el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM), la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe -SUMMA

La conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrada cada 9 de agosto, tiene como lema este año “No dejar a nadie atrás: los pueblos indígenas y el llamado a un nuevo contrato social”.  La iniciativa busca reconocer los esfuerzos que han realizado los países en todas las regiones del mundo por promover el derecho a la educación de los pueblos originarios en sus marcos normativos y legales y por desarrollar estrategias para garantizar la continuidad educativa durante la pandemia. Chile está a punto de cambiar su constitución en un proceso histórico liderado por una mujer y profesora mapuche. ¿Podrían otros estar pensando en hacer lo mismo?

Alrededor de 60 millones de personas en América Latina y el Caribe –según la CEPAL– pertenecen a los pueblos indígenas, quienes constituyen un grupo históricamente excluido de las oportunidades educativas, y que han visto vulnerados sus derechos a una educación de calidad, con pertinencia cultural.

El escenario añadido de la Covid-19 ha impuesto una mayor afectación a las comunidades indígenas y sus sistemas educativos. Como lo muestra nuestro Informe Todos y todas sin excepción para América Latina y el Caribe, los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes presentan tasas de rendimiento y de alfabetización más bajas que el resto de la población. En Paraguay y en Honduras, el 32% de las y los indígenas son analfabetos; mientras que, en Panamá, en 2016 el 21% de los indígenas varones de entre 20 y 24 años habían finalizado la escuela secundaria, frente al 61% de sus pares no indígenas.

La inclusión implica un proceso de reforma sistémica que conlleva cambios y modificaciones en el contenido, los métodos de la enseñanza, enfoques, estructuras y estrategias de educación para que todo el alumnado tenga una experiencia de aprendizaje equitativa y participativa, y en un entorno adecuado que responda a sus necesidades y preferencias. Para ello, se requieren políticas y marcos legales robustos que promuevan la no discriminación y el derecho a una educación culturalmente pertinente para todos y todas.

El derecho a la no discriminación está plasmado en ocho convenciones internacionales, pero solo ocho países de América Latina (Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras y Perú) han ratificado todas esas convenciones. La Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza y el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la OIT, que promovió la adopción de medidas para garantizar a los miembros de los pueblos indígenas la posibilidad de adquirir una educación en condición de igualdad en todos los niveles educativos, junto con el respeto y la enseñanza de la lengua indígena son, desafortunadamente, las convenciones que han sido menos ratificadas en la región. Por otro lado, dentro de los convenios más ratificados destaca la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ver Tabla 1).

Los países de la región han adoptado una amplia conceptualización de la inclusión en la educación en sus marcos legislativos y normativos y son ejemplos a nivel mundial en materia de políticas sociales innovadoras (ver Tabla 2). Según un análisis basado en los Profiles Enhancing Education Reviews (PEER) del Informe GEM, el 64% de los países de América Latina y el Caribe cuentan con marcos legislativos y normativos que promueven la inclusión en la educación de grupos étnicos y pueblos indígenas y el 59% la educación en la lengua materna, valores que están por encima de los promedios mundiales.

Según un análisis panorámico de América Latina, en más de la mitad de los países las políticas educativas se refieren a las minorías indígenas, afrodescendientes y lingüísticas bajo los rubros de educación intercultural bilingüe, educación propia o etnoeducación (Corbetta et al, 2020).

Pese a los avances en la ratificación de los compromisos internacionales y el desarrollo de marcos legales nacionales, el Informe Regional Todos y todas sin excepción  evidencia una creciente brecha entre estos compromisos asumidos por los Estados y los avances reales en políticas y programas con pertinencia a la realidad de los pueblos indígenas.

Iniciativas para garantizar el derecho a la educación de los pueblos indígenas durante la pandemia

Mientras los grupos marginalizados se enfrentan a un retroceso en su derecho a la educación a causa de la pandemia, varios países de la región han desarrollado estrategias para garantizar la continuidad educativa del estudiantado indígena. Colombia publicó una serie de orientaciones para la atención educativa bajo un esquema de alternancia para los pueblos indígenas en diálogo con las autoridades propias del pueblo indígena y el gobierno territorial. En México, la Secretaría de Educación Pública implementó el programa “Aprendo en Casa”, una propuesta para producir 4.500 programas de televisión y 600 de radio en español y en lenguas nativas. Junto con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) firmaron un convenio de colaboración para impulsar la educación indígena, intercultural y plurilingüe de los pueblos originarios del país. En Bolivia, la plataforma de teleeducación de Bolivia incorporó contenidos en aimara, quechua y guaraní para fortalecer la educación a distancia durante la pandemia.

De acuerdo con un informe de la UNICEF, en Perú se ofrecen programas de educación a distancia en 9 de las 47 lenguas indígenas, mientras que en Paraguay los programas educativos se difunden sólo en radios comunitarias de 4 de los 19 pueblos indígenas.

Priorizar el derecho a la educación de todos y todas

La Declaración de la Reunión Mundial sobre la Educación 2020, adoptada en octubre de ese año por los Estados Miembros de la UNESCO, hizo un llamado para priorizar y proteger el financiamiento educativo; reabrir las escuelas de forma segura y gradual; fortalecer y dignificar a docentes, directivos y directivas escolares y otro personal educativo; recuperar los aprendizajes y disminuir las brechas; reducir la brecha digital y promover la conectividad como un derecho; y profundizar la cooperación y solidaridad entre países, el desarrollo de alianzas y la coordinación regional e intersectorial.

Si el Día Internacional de los Pueblos Indígenas exige un nuevo contrato social, sugerimos que éste consista en una reevaluación del marco jurídico y político de los países para garantizar que realmente protegen a quienes se están quedando atrás. La pandemia se puede convertir en una oportunidad para revisitar el proceso educativo del estudiantado indígena, teniendo en cuenta sus desafíos y necesidades.

El llamado es a que los países de la región prioricen la inclusión y la equidad en la educación desde una perspectiva de derechos humanos y de acuerdo a las normativas internacionales sobre la materia. Asimismo, se espera que los estados miembros de la región continúen fortaleciendo de la inversión en sistemas educativos, y que estos respondan a las demandas de largo aliento sobre reconocimiento y valoración de la diversidad, fomentando propuestas educacionales interculturales y de calidad para todos y todas a lo largo de la vida.

Fuente: https://es.unesco.org/news/marcos-legales-pueden-proteger-derecho-educacion-pueblos-indigenas-america-latina

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Conversatorio virtual: «¿libertad de enseñanza o derecho a la educación?». Chile

América del Sur/Chile/29-10-2021/Autor(a) y Fuente:www.colegiodeprofesores.cl

El Departamento de Educación y Perfeccionamiento del Colegio de Profesoras y Profesores desarrolló este espacio de conversación e intercambio sobre educación, libertad y proyectos educativos disidentes, junto a Evelyn Carrasco, de la Escuela Viva Peumayen; Roberto Pérez, de la Escuela Ruka Kimche; y Carlos González, profesor, científico e investigador. Aquí, la grabación íntegra de la instancia.

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/10/26/conversatorio-virtual-libertad-de-ensenanza-o-derecho-a-la-educacion/

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