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Programa. El Aquelarre de las Insumisas: Derechos de la mujer en tiempos de crisis

Las mujeres llevamos años luchando por ser sujetos de derechos, por poner en la agenda política cuestiones que nos afecta por el hecho de ser mujeres pero que no por ello eran “problemas de mujeres” sino que, en tanto que situaciones arraigadas estructuralmente en la sociedad, por lo que requieren de la consideración de problema social y por tanto, de una respuesta integral por parte de los poderes públicos.

Se han dicho muchas cosas sobre la crisis, pero lo que no se suele hacer es ponerle rostro a la crisis, el cuál está inmerso en múltiples cuestionamientos.

Es por eso que, desde El Aquelarre de las Insumisas, les invitamos a un nuevo ciclo para concersar sobre Derechos de la mujer en tiempo de crisis, junto con otras aspectos clave que la comunidad internacional está tratando de resolver.

Y, con ello, proporcionar recomendaciones para un enfoque integrado y coherente como aporte de este espacio de lucha feminista.

!Les esperamos este sábado 17 de agosto en las horas señaladas, junto a nuestras invitadas!

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El terror de Hamás: la violencia sexual como arma en Israel

Feministas israelíes recopilan pruebas de la violencia selectiva y asesina contra las mujeres y los «crímenes contra la humanidad» de Hamás.

 

Hay muchas mujeres entre las víctimas del grupo terrorista Hamás.Imagen: Ariel Schalit/AP Photo/picture alliance

 

Son imágenes y descripciones del centro del terror. Y son realmente insoportables. Incluso durante el 7 de octubre, día en que el grupo terrorista Hamás atacó 20 localidades del sur de Israel, se pudo percibir la violencia dirigida especialmente contra las mujeres. En las redes sociales vimos fotos de mujeres que habían sido llevadas contra su voluntad a la Franja de Gaza, algunas de ellas apenas vestidas, con miembros retorcidos, heridas y sangrando.

 

A esto siguieron informes de violaciones y mutilaciones deliberadas de genitales. Y los terroristas a menudo realizaban los actos delante de niños. Un grupo de expertas israelíes se propuso recopilar pruebas de estos crímenes, videos y declaraciones de testigos.

 

Representantes de este grupo presentaron su trabajo en una conferencia de prensa en el Comité Judío Americano de Berlín. Entre ellas estaba Mirit Ben Mayor: «Estoy acostumbrada a buscar y ver pruebas de delitos penales», dice la exfiscal y actual inspectora jefa de la policía israelí. Pero a pesar de su experiencia, ella también está conmocionada: «Investigar estas atrocidades es diferente. Es algo que nunca habíamos visto en Israel».

 

El 7 de octubre, terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel en un ataque sorpresa cuidadosamente planeado desde la Franja de Gaza. Cientos resultaron heridos o fueron tomados como rehenes. Se cree que más de 130 personas siguen cautivas en la Franja de Gaza. Poco después del día de terror barbárico, Cochav Elkayam Levy fundó la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».

 

Cochav Elkayam Levy,  es fundadora y directora de la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».Imagen: Martine Ham

«Destruyendo el futuro»

Según la abogada, este comité, que afirma ser independiente del gobierno, se propone documentar lo ocurrido, con pruebas detalladas sobre la planificación de ataques contra mujeres y niños, así como contra los cuerpos de las mujeres. Ellas ven en esos ataques también un intento de destruir el futuro. Elkayam Levy afirma que esos delitos son sin duda «crímenes contra la humanidad». La violencia sexual se utilizó deliberadamente como arma.

 

La policía Mirit Ben Mayor considera importante otro aspecto de las atrocidades: para algunos de los israelíes de los asentamientos situados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, los palestinos de allí eran «buenos amigos» que trabajaban para ellos, a los que llevaban en sus autos y para los que también organizaban la asistencia médica. Probablemente, el terror del 7 de octubre también había sido preparado por esas personas que solían atravesar la frontera: los terroristas de Hamás «sabían exactamente cuál era su trabajo, en qué casas tenían que entrar».

TV en vivo
POLÍTICAISRAEL
El terror de Hamás: la violencia sexual como arma
Christoph Strack
14/12/202314 de diciembre de 2023
Feministas israelíes recopilan pruebas de la violencia selectiva y asesina contra las mujeres y los «crímenes contra la humanidad» de Hamás.

Fotos en recuerdo de las víctimas de Hamás.
Hay muchas mujeres entre las víctimas del grupo terrorista Hamás.Imagen: Ariel Schalit/AP Photo/picture alliance
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Son imágenes y descripciones del centro del terror. Y son realmente insoportables. Incluso durante el 7 de octubre, día en que el grupo terrorista Hamás atacó 20 localidades del sur de Israel, se pudo percibir la violencia dirigida especialmente contra las mujeres. En las redes sociales vimos fotos de mujeres que habían sido llevadas contra su voluntad a la Franja de Gaza, algunas de ellas apenas vestidas, con miembros retorcidos, heridas y sangrando.

A esto siguieron informes de violaciones y mutilaciones deliberadas de genitales. Y los terroristas a menudo realizaban los actos delante de niños. Un grupo de expertas israelíes se propuso recopilar pruebas de estos crímenes, videos y declaraciones de testigos.

Representantes de este grupo presentaron su trabajo en una conferencia de prensa en el Comité Judío Americano de Berlín. Entre ellas estaba Mirit Ben Mayor: «Estoy acostumbrada a buscar y ver pruebas de delitos penales», dice la exfiscal y actual inspectora jefa de la policía israelí. Pero a pesar de su experiencia, ella también está conmocionada: «Investigar estas atrocidades es diferente. Es algo que nunca habíamos visto en Israel».

El 7 de octubre, terroristas de Hamás mataron a unas 1.200 personas en Israel en un ataque sorpresa cuidadosamente planeado desde la Franja de Gaza. Cientos resultaron heridos o fueron tomados como rehenes. Se cree que más de 130 personas siguen cautivas en la Franja de Gaza. Poco después del día de terror barbárico, Cochav Elkayam Levy fundó la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».

Cochav Elkayam Levy es fundadora y directora de la «Comisión civil sobre los crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre contra mujeres y niños».Imagen: Martine Hami

«Destruyendo el futuro»
Según la abogada, este comité, que afirma ser independiente del gobierno, se propone documentar lo ocurrido, con pruebas detalladas sobre la planificación de ataques contra mujeres y niños, así como contra los cuerpos de las mujeres. Ellas ven en esos ataques también un intento de destruir el futuro. Elkayam Levy afirma que esos delitos son sin duda «crímenes contra la humanidad». La violencia sexual se utilizó deliberadamente como arma.

La policía Mirit Ben Mayor considera importante otro aspecto de las atrocidades: para algunos de los israelíes de los asentamientos situados a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza, los palestinos de allí eran «buenos amigos» que trabajaban para ellos, a los que llevaban en sus autos y para los que también organizaban la asistencia médica. Probablemente, el terror del 7 de octubre también había sido preparado por esas personas que solían atravesar la frontera: los terroristas de Hamás «sabían exactamente cuál era su trabajo, en qué casas tenían que entrar».


A principios de diciembre hubo protestas ante la sede de la ONU en Nueva York en contra el silencio de la organización.Imagen: Charly Triballeau/AFP/Getty Images

Escenas de horror
En la conferencia de prensa en Berlín, las mujeres también muestran breves extractos de entrevistas. Se puede ver y oír a una superviviente describiendo la violación de una mujer por varios terroristas de Hamás. El último había matado a la mujer de un tiro en la cabeza cuando aún estaba en el acto, y luego le habían cortado los pechos.

O al asistente del servicio de rescate israelí Zaka, que denuncia haber encontrado cadáveres de mujeres cruelmente mutiladas en sus partes íntimas. O al presunto terrorista que, bajo el interrogatorio de un israelí (irreconocible), admite que les habían ordenado violar a mujeres antes del atentado.

Mientras tanto, los medios de comunicación estadounidenses también citaron transcripciones de interrogatorios. De acuerdo con éstos, los terroristas habían aprendido previamente a ordenar en hebreo a sus víctimas femeninas que se quitaran los pantalones.

Hamás ha negado que sus combatientes hayan cometido actos de violencia sexual contra las mujeres.

Críticas a la ONU
La comisión lamenta el largo silencio de los funcionarios y organismos de la ONU, especialmente del Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, sobre las masacres del 7 de octubre y los crímenes de odio selectivos contra mujeres y niños. Dice que, finalmente, los gremios de la ONU se pronunciaron y preguntaron a representantes oficiales si en los restos de esas mujeres, los cuerpos maltratados o quemados, se realizaron las pruebas habituales que se utilizan en las investigaciones tras una presunta violación.

Elkayam Levi y sus compañeras de campaña echan de menos el reconocimiento de las acciones y la empatía. Afirman que los organismos de la ONU recibieron pruebas desde el principio y no reaccionaron. ONU Mujeres también guardó silencio sobre los crímenes durante mucho tiempo. Y las últimas declaraciones de funcionarios de la ONU son, en su opinión, «demasiado poco y demasiado tarde». Como esta declaración de ONU Mujeres Alemania, del 29 de noviembre: «Apoyamos firmemente a las personas afectadas por la violencia de Hamás, especialmente las mujeres y las niñas. Lamentamos no haberlo comunicado más claramente de inmediato».

Miki Roitman es abogada israelí y activista por los derechos de la mujer.Imagen: Jens Braune Del Angel

«No estamos solas»

La abogada se alegra de que las grandes organizaciones de mujeres y las feministas se pronuncien poco a poco y crean en los testimonios de las supervivientes y en las grabaciones de video, en muchos casos, difíciles de soportar. Tras su encuentro con la jurista estadounidense Catharine Alice MacKinnon (77), una de las feministas más importantes de su generación en Estados Unidos, Elkayam Levi aseguró que la jurista creyó en los testimonios y se estremeció: «No estamos solas. Ahora hay organizaciones en todo el mundo que están a nuestro lado», contó.

 

Por ahora, las activistas no quieren comentar cómo se van a tratar jurídicamente los delitos específicos de género. Esa no es la prioridad; lo primero que quieren es conseguir todas las pruebas posibles. Un tribunal especial en Israel o investigaciones a nivel internacional son posibles, aunque Israel no es miembro del Tribunal Penal Internacional de La Haya. Hasta el momento, según la abogada Miki Roitman, se han recogido unas 1.500 declaraciones de testigos. Además, hay una gran cantidad de videos con las atrocidades cometidas.

 

Imágenes que nunca podrán olvidarse, que pueden quebrar a las personas. Según las activistas, el país y la sociedad israelí se enfrentan a diversos retos como consecuencia del trauma. La abogada Roitman, activista social y asesora en temas de derechos de la mujer, piensa en los testigos y supervivientes. Hay mujeres que han sufrido y sobrevivido a atrocidades y ahora han intentado suicidarse. Roitman también puso el ejemplo de un niño de ocho años que presenció los abusos y el asesinato de su madre, y ahora tiene que vivir con ello. La masacre del 7 de octubre podría traumatizar a la sociedad israelí durante generaciones.

Fuente: https://www.dw.com/es/el-terror-de-ham%C3%A1s-la-violencia-sexual-como-arma/a-67725529

 

 

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Liberia suspende la mutilación genital femenina por tres años

El Gobierno acuerda con los líderes tradicionales detener hasta 2025 las actividades de la llamada ‘Sande’, la sociedad secreta femenina que opera en la mayor parte de su territorio y es responsable de la circuncisión de las niñas. En este país, junto a Malí, Sierra Leona, Chad y Somalia, la ablación no es delito.

Liberia suspenderá hasta 2025 la mutilación genital femenina (MGF). Un gran paso adelante para la defensa de los derechos de las mujeres en el país africano, uno de los cinco del continente –junto a Malí, Sierra Leona, Chad y Somalia– donde la MGF está muy extendida y sigue siendo legal, ya que no está tipificada como delito. Según Unicef, 200 millones de mujeres y niñas vivas en todo el mundo han sufrido la ablación, una práctica que consiste en la mutilación total o parcial de los órganos genitales femeninos de manera intencionada y, en la mayoría de casos, escudada en tradiciones ancestrales arraigadas en muchas comunidades.

El Gobierno liberiano anunció este lunes 21 de febrero el acuerdo para suspender la ablación de forma temporal (como ya hiciera en otras dos ocasiones anteriores, en 2012 y 2018), tras la firma de un documento con los principales líderes tradicionales. En él, avalado por la Iniciativa Spotlight de la Unión Europea y la ONU, se comprometen a parar todas las actividades de Sande, una sociedad secreta y exclusivamente femenina que opera en 11 de los 15 estados, y que es la responsable de la circuncisión de las niñas y adolescentes de un país de algo más de cinco millones de habitantes donde el 44% de las mujeres de entre 15 y 49 años están mutiladas, según la organización 28 Too Many.

Liberia es, junto a Malí, Sierra Leona, Chad y Somalia, uno de los cinco países del continente africano donde la ablación sigue estando muy extendida y es legal, ya que no está tipificada como delito
«No tienes que cortar a una niña para que se convierta en mujer”, expresó Laurent Delahousse, embajador y jefe de la delegación de la Unión Europea en Liberia, tras la firma del documento, efectuada en Monrovia. A la ceremonia, en las dependencias del Ministerio de Género, Infancia y Protección Social, también asistieron Zanzan Kawor, Jefe del Consejo Nacional de Jefes y Ancianos de Liberia (NACCEL en sus siglas en inglés) y Jewel Cianeh Howard Taylor, la actual vicepresidenta del Gobierno de Liberia.

La MGF, reconocida por Naciones Unidas como una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, no produce ningún beneficio para la salud. La intervención puede provocar hemorragias graves, problemas a la hora del parto, complicaciones urinarias, infecciones y aumento del riesgo de muerte del recién nacido.

Aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho oficial el anuncio, desde el pasado 6 de febrero, Día Mundial de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, la prensa en Liberia se hacía eco de la noticia. Tras una conferencia, celebrada entre el 3 y 5 de febrero en Gbarnga, se alcanzó el acuerdo entre el Gobierno liberiano y el Consejo Nacional de Jefes y Ancianos (NACCEL), según contaba el diario GNNLiberia. “Mi trabajo me ha hecho comprender que solo la emisión de decretos y la firma de compromisos con nuestros líderes tradicionales es insuficiente para frenar la práctica”, aseguraba en esta reunión la ministra de Género, Infancia y Protección Social Williametta E. Saydee-Tarr. “Insistimos con ellos [los líderes] en que las tradiciones pueden y deben evolucionar. Cuando estas son ilegales y dañinas, deben cambiar”, expresaba Delahousse, también presente en estas jornadas. “A pesar de que en otras ocasiones la sociedad se han sentido frustrada por los retrocesos en esta materia, esperamos que este movimiento hacia adelante se mantenga”, añadía.

Sin embargo, Liberia aún no ha aprobado una legislación que prohíba la ablación de manera permanente. Por primera vez, en 2012, el Gobierno anunció el cierre de las actividades de Sande y dejó de emitir permisos a las zoe –las líderes espirituales de la sociedad secreta encargadas de la circuncisión del clítoris–, después de que esta práctica fuera denunciada en varios reportajes por la periodista Mae Azango, de FrontPage África, el diario más importante en Liberia.

En 2016 se propuso de nuevo la prohibición de la práctica en la nueva Ley de Violencia Doméstica, pero todas las referencias a la mutilación se eliminaron cuando se aprobó el proyecto en 2017, tras las muchas presiones de los grupos más conservadores con el argumento de que era una tradición cultural. Dos años después, en 2018, la presidenta, Ellen Johnson Sirleaf, antes de ceder su cargo a George Weah, firmó la orden ejecutiva número 92 por la que prohibía la MGF en niñas menores de 18 años. Sin embargo, esta orden expiró un año después, en enero de 2019, y desde entonces volvió a ser legal. Hasta ahora.

El rito del horror y el negocio de las ‘escuelas del bosque’

La Sande, que paralizará sus actividades hasta 2025 según el nuevo acuerdo, es una sociedad secreta que se considera la guardiana de las tradiciones en Liberia, pero también en países vecinos como Costa de Marfil y Sierra Leona. Su poder se perpetúa a través de las llamadas escuelas del bosque, centros femeninos supuestamente educativos, permitidos y financiados por el Ministerio del Interior, donde se realizan los ritos de la ablación.

“No es la primera vez que se suspende la mutilación durante un período de tiempo en estos centros. Sin una ley, existe el riesgo de que todo vuelva a ser igual después de que acabe la prohibición…. Pero sí, es una buena noticia”, sentencia Emanuela Zuccalà, periodista y directora de La escuela del bosque, un documental que denuncia la impunidad de la que goza esta práctica en el país africano. “Es una película muy importante porque nos pone ante un rito muy cruel. Esperamos que nuestros diplomáticos y las relaciones con estos dos países –Liberia y Sierra Leona– pueda hacer que haya una ley contra la mutilación”, expresaba Emma Bonino, política italiana, minutos antes de la presentación de la cinta, el pasado 8 de febrero, en un debate organizado por No Peace Without Justice y auspiciado por el Parlamento Europeo, titulado Actuar contra la MGF en Liberia y más allá.

A través de la voz de varias activistas, entre las que se incluye una exzoe, el documental desbroza los entresijos ocultos de estos centros que preparan a las niñas para ser buenas esposas, para lo que, de manera indispensable, tienen que pasar por la cuchilla. “No es una escuela, es un lugar de humillación y sufrimiento”, asegura Mar Azango, frente a la cámara de Zuccalà. La reportera liberiana se infiltró en una de ellas para saber cómo funcionaban, haciéndose pasar por una madre: “Me dijeron que le llevase 10 lapa (falda tradicional), dos latas de aceite, dos sacos de arroz y 50 dólares (44 euros), y que entonces admitirían a la niña”, explica en el documental.

Otra de las protagonistas de la película, Mary T, de 29 años, confiesa que se negó a asistir a esta escuela del bosque cuando sus padres quisieron llevarla y ahora paga las consecuencias. “Si no eres miembro de Sande, no te consideran una mujer. La comunidad te abandona”. La presión social y el estigma que sufren las jóvenes que no van a estos centros es una losa para su futuro. “Las chicas salen del sistema educativo regular para entrar en estas escuelas. Puedes ver colegios enteros vacíos de niñas en una aldea”, explica en el debate posterior a la película Rugiatu Turay, activista por los derechos de las mujeres de Sierra Leona, país donde también es legal la ablación y está dirigida por la Sande.

“¿Cómo podemos reducir el número de niñas que llevan allí?”, se preguntaba Turay, que proponía crear “lugares seguros” para las mujeres que están a punto de sufrir la mutilación en estas escuelas, especialmente en las zonas rurales, donde el número de cortadas no se conoce, por la falta de datos ante el secretismo de esta organización. “Mis secuelas físicas y psicológicas me han hecho ponerme del lado de todas las mujeres y niñas, para que no sufran lo mismo. Con educación, sensibilización y financiación podremos acabar con ella”, añade Phyllis Nguma Kimba, exzoe y activista contra la ablación en Liberia.

La financiación, clave contra la ablación

Entre los 28 países africanos donde esta práctica está muy extendida, cinco de ellos no han aprobado aún una ley que la tipifique como delito –Sierra Leona, Somalia, Chad y Malí–, entre los que está Liberia, con la práctica suspendida, de momento, por tres años. “Estamos en un cruce de caminos, donde hay una sociedad dispuesta a cambiar y una clase política que también lo está. La Unión Europea debe defender los derechos humanos y condenar todo acción de politizar y controlar el cuerpo de las mujeres a través de la ablación”, aseguraba Delahousse, otro de los invitados al debate auspiciado por el Parlamento Europeo.

El cierre de las escuelas y las cuarentenas por la covid-19 no han ayudado a que la situación de riesgo de las niñas mejore. Antes de la pandemia, ya se estimaba que 68 millones de ellas estaban en peligro de sufrir la MGF entre 2015 y 2030. La prolongada interrupción de la educación por la crisis sanitaria amenaza con que haya un aumento de otros dos millones de casos más que podrían ocurrir durante la próxima década.

“Existe una necesidad urgente de acelerar la inversión para ponerle fin. Se necesitan unos 2.400 millones de dólares (2095 millones de euros) para eliminar esta práctica en 31 países”, calculaban la directora ejecutiva de UNFPA, Natalia Kanem, y la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, en una declaración conjunta al hilo del Día Internacional de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. “Enfrentamos un desafío sin precedentes. Los esfuerzos globales deben mantener el impulso y aprovechar años de progreso para poner fin por completo a esta práctica dañina”, concluían.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2022-02-22/liberia-suspende-la-mutilacion-genital-femenina-por-tres-anos.html

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Sur: El Arte, Herramienta de Anuncio y de Denuncia en la Mujer del Sur

El Arte, Herramienta de Anuncio y de Denuncia en la Mujer del Sur

Lourdes Catalina Velásquez de Urbáez

Maturín / Venezuela

CLACSO

Una manera que ha tenido la humanidad para expresar su mundo interior, es el arte en sus distintas manifestaciones y aunque él en sí tiene un propósito enmarcado en la belleza, también, y es el caso que nos ocupa, anuncia y muestra una historia, la historia humana. De los pueblos, de la vida; y además denuncia los atropellos que han entorpecido el curso libre de esa historia.

El Sur, en su esencia, ha sido ignorado por las grandes potencias del mundo, ha sido arrojado  a lo que llana Franz Fanon el No Ser y el no lugar; y si no es, no tiene sentido su cuidado, protección, respeto y reconocimiento.

En estas categorías se incluyen, o mejor dicho, se excluyen continentes, culturas, la humanidad. Elemento bien maltratado en el Sur, es la Mujer, desde dentro y desde fuera de nuestro entorno, básicamente por esa cultura patriarcal que no persigue como a su presa.

Es por ello, que es la misma mujer quien ha salido a expresar valores, belleza, cultura y amor. Una herramienta perfecta es el Arte, básicamente en lo que se conoce con el nombre de Arte Erótico, muy bien definido por Lorde (1978) como “Un recurso que reside en el interior de todas nosotras, asentado en un plano profundamente femenino y espiritual y firmemente enraizado en el poder de nuestros sentimientos inexpresados y aún por reconocer.”

Este poder ha movido a muchas mujeres a manifestar esa belleza secreta, esa espiritualidad, ese andar amoroso por la vida, a través del arte erótico, tan despreciado y mal interpretado, llamándolo, incluso, pornografía. Sin embargo, por encima de las opresiones, el colonialismo y el machismo, la mujer siempre encuentra en el arte una manera de expresar su belleza, aún cuando su rostro esté cubierto por un velo.

En el caso de Ana Mentietta, una hermosa mujer negra, a través de sus pinturas releja la belleza de la mujer de la mujer del Sur, y además, su cultura, dibujada en su cuerpo y con su cuerpo, en una relación entre el cuerpo y la tierra, la que se manifiesta en su obra como una manera de reivindicar el hecho de haber sido arrancada de tu tierra natal desde muy pequeña, por lo que en su obra destacan relieves esculpidos en la misma tierra, con las medidas de su propio cuerpo. Es decir, muestra su belleza, su cultura su afecto, a través del arte.

En este sentido, John Perreault, en Tierra y fuego (1981), expresa: “para Mandieta, la tierra es el útero del cual sale la mujer”; ella con su gran espiritualidad y su arte exquisito plasma todo esto en la pintura, la fotografía, el relieve, el performance. Una gran artista, Ana Mendieta.

Ella tiene una obra hermosísima que se llama Alma Silueta en Fuego (Figura 1), en la que se unen y entrelazan artísticamente el cuerpo, la tierra y el fuego. Es una expresión bellísima de su propia vida, de la vida de la mujer negra, de la mujer exiliada.

Su corta vida con sus confusiones y temores la vivió en amor profundo y quiso dejar plasmado ese torbellino de su mundo interior, expresándolo en el arte, cuyas obras han sido expuestas en los mejores museos del mundo contemporáneo.

Otro ejemplo del extraordinario arte femenino lo encontramos en Shirin Neshat, una mujer que entrelaza la fuerte lucha que tiene que librar la mujer árabe, con la belleza femenina; es más, embellece la lucha, de manera muy fina al enlazar lo poético – pictórico y lo político – social. Ella muy consciente de que el arte no acontece solamente para ofrecer el deleite de lo bello, sino que encierra un mensaje de la lucha de la mujer árabe con el norte y con su propio sur; es por ello que en un aporte del Foro correspondiente a esta artista, la califiqué como “enlazadora”, ya que sabiamente enlaza lo político con lo poético; lo personal con lo colectivo; lo externo con lo interno.

Karina Bidaseca (2018) refiriéndose a “Las mujeres de Alá: Arte en el exilio de Shirin Neshat”, expresa que esta obra, “Produce una tensión entre la espiritualidad y lo político, y las armas aquí son un instrumento clave. Apuntadas por las manos de las propias mujeres contra el espectador, la imagen permite, contrarrestar la representación de las mujeres musulmanas como víctimas.”(p.87)

De esta manera logra expresar una fuerza espiritual, un coraje que se contagia no sólo a la mujer musulmana, sino inclusive a la mujer occidental. En su obra “No disparen” (Figura 2), la mujer musulmana, con su rostro descubierto, manifiesta en sus ojos una fuerza espiritual superior a la del arma que lleva en sus manos.

Es que la artista, a través de sus obras expresa lo que en su mundo interior ha quedado impactado por la realidad exterior, bien sea la historia, la política, las luchas sociales. El arte permite a la mujer mostrar la riqueza espiritual que hay en ella.

La mujer ha sido tan violentada en sus derechos, que hasta se ha llegado al extremo de llevar la violencia hasta el Femicidio, es decir, el asesinato de mujeres por razón de género.

A pesar de que en el mundo hay numerosas denuncias de este delito, quedan muchas en el silencio, en el temor, como es el caso de los Femicidios de Ciudad Juárez, en los que con valor increíble, algunas mujeres han utilizado el arte para hacer la denuncia de este hecho criminal que ha acabado con la vida de muchas mujeres en Ciudad Juárez, ante el silencio cómplice de quienes deberían velar por la seguridad, la convivencia y la paz.

Hay un texto de Rita Laura Segato (2013) en el que expresa, refiriéndose a la violación y femicidio en Ciudad Juárez. “Los femicidios son mensajes emanados de un sujeto autor que sólo puede ser identificado, localizado, perfilado, mediante una escucha rigurosa de estos crímenes como actos comunicativos.” (p.31). este mensaje queda escrito en el cuerpo de la mujer, en el caso de Juárez y en cualquier otro caso.

Es por ello que, Teresa Margolles (1974), Médico Forense, muestra en su obra LABOR, fotografías de los cuerpos sin vida, de las mujeres víctimas de femicidio en Ciudad Juárez, puesto que es el Cuerpo de la mujer el que habla, el que transmite el mensaje que en él quedó escrito. (Figura 2.).

En la obra de Margolles se aprecia, artísticamente, fotografías de cadáveres de las víctimas de Femicidios, fluidos sanguíneos, prendas de vestir, accesorios, hasta paredes agujereadas por las balas.

Teresa Margolles, valientemente, rompe el silencio a través de su obra fotográfica que ya ha sido expuesta en algunos museos y en consecuencia ha sido fuertemente amenazada.

Sin embargo la mujer, que siente lo que le ocurre a sus hermanas, denuncia con su cuerpo, con su vida, no puede ser indiferente, porque la mujer del sur es solidaria y guerrera, sin dejar nunca su esencia femenina que todo lo expresa con belleza y con pasión.

Son muchas las mujeres que se han destacado en la lucha para que los derechos de sus hermanas las mujeres sean respetados, como el caso de Winnie Mandela, con su discurso sin palabra y con acción. Muchas mujeres destacan como poetas, cantoras, tecnólogas, manifestando con su arte que YA BASTA de tanto atropello.

Algunas han destacado en la organización de sus comunidades, en la cobertura de los hechos noticiosos, otras directamente desde la política, otras desde el mundo de la ciencia y la investigación. Cada día más, la Mujer del Sur se impone ante las adversidades y ante el maltrato por razón de género.

Es deber de la familia, de la sociedad y el estado garantizar los derechos de la mujer, incluso al derecho de luchar por su Patria, por la libertad, rompiendo paradigmas colonizadores que nos ubican siempre a la retaguardia, sobre todo a la mujer oriental.

En muchos países, todavía hoy, las niñas son negociadas por su familia, como una mercancía, para casarse desde edades tempranas, igualmente otro tipo de ultrajes y violaciones por razón de género. Esta cultura patriarcal, también empuja a la mujer a una lucha desde dentro, desde su cultura y la mejor herramienta para lograrlo, es el arte, que no tiene fronteras.

BIBLIOGRAFÍA

Audre, Lordes. Usos de lo erótico: Lo erótico como poder. Separata recomendado en el Seminario Virtual 1941. Clase 2.

Bidaseca Karina, La Revolución será Feminista o no será.  Buenos Aires, Argentina 2018

Margolles, Teresa LABOR. Culiacán, Méjico. 1974

Segato, Laura Rita. La Escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. – 1ª. Ed.- Buenos Aires: Tinta Limón, 2013

ANEXOS

Figura 1 – Ana Mandieta “Tierra y Fuego”

Figura 2 – Shirin Nashat “No disparen”

Figura 3 – Margolles “Dibujos Efímeros”

Trabajo presentado por la autora en CLACSO durante el Seminario Estéticas Descoloniales desde el Sur. Arte, Memorias y Cuerpos

Fuente de la Información CII – OVE

 

 

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Colombia: Las luchas campesinas dignifican la tierra y alimentan al mundo

Redacción: Colombia Informa

 El 17 de abril se conmemora el día internacional por la lucha Campesina, en memoria de  campesinos y campesinas que fueron asesinados por la policía del estado de Pará en Brasil en el año de 1996.  Estas personas, que hacían parte  del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra -MST-, marchaban hacia Belém en protesta por la demora en la expropiación de tierras por parte del Estado. Este hecho logró movilizar un gran sector del campesinado, para exigir acciones de justicia en contra de la criminalización y asesinato.

Por: Paola Romero* De acuerdo con Michel Forst, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de Derechos Humanos, Colombia es el país con el mayor número de personas defensoras asesinadas en América Latina. Entre las personas que más riesgo corren están quienes defienden los derechos humanos en zonas rurales, entre ellas el derecho por la tierra y el ambiente. A pesar de la sistemática violencia, las luchas campesinas tienen como denominador común la defensa de la tierra, los bienes comunes – entre ellos los alimentos, así como  la construcción de paz.

Durante las últimas semanas, se hace visible el gran aporte que las y los campesinos realizan a la sociedad por la producción de alimentos; sin ellos, no habría posibilidad de garantizar el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, el 83,5% de los alimentos que se consumen en Colombia son producidos por el campesinado (Minagricultura, 2016).

La deuda histórica con este sector, por su trascendental aporte para garantizar la reproducción de la vida y la constante invisibilización que enfrentan, hacen que hoy, más que nunca, sea fundamental su reconocimiento como sujeto de derechos. Fue gracias a la movilización  de mujeres rurales y campesinas en el año 2019, que las expertas del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer -CEDAW- recomendaron al Estado Colombiano incorporar en su legislación la Declaración de Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales, fruto una vez más de las luchas campesinas internacionales.

Actualmente, la vigencia de las luchas campesinas cobra vital importancia debido al Covid-19, al demostrarse que la producción y quehacer del campesinado, son fundamentales para prevenir el hambre y las restricciones alimentarias derivadas de los desastres naturales y antrópicos, el daño ecológico y las epidemias y pandemias. Todos estos, problemas causados por el modelo económico y el sistema alimentario dominante.

Entre muchos derechos, las luchas campesinas reivindican:

i) La priorización de la producción local de alimentos; ii) La defensa de la variedad alimentaria; iii) El intercambio o comercialización en mercados locales y mediante circuitos de proximidad; iv) El necesario apoyo económico por parte de los gobiernos a las y los agricultores, pescadores y trabajadores; v) La garantía de medidas de protección en salud para llevar a cabo la tarea de alimentar el mundo en medio de la Pandemia; vi) La defensa de la soberanía alimentaria; vii) La construcción de sistemas alimentarios justos; viii) La defensa del territorio y la paz territorial; y, ix) La promoción y defensa de los derechos y el papel de las mujeres en todo el proceso alimentario, destacándose la  distribución equitativa del trabajo del cuidado.

Hoy, como siempre, la defensa de las luchas campesinas conlleva la protección de la vida en el planeta, el derecho a la alimentación para toda la población y la búsqueda de la justicia social para una población sin la cual no podremos sobrevivir.

*Paola Romero es politóloga y hace parte del equipo de FIAN Colombia

CI PR/ND/17/04/2020/18:00

Fuente: https://www.colombiainforma.info/las-luchas-campesinas-dignifican-la-tierra-y-alimentan-al-mundo/

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La prostitución nunca es segura para las mujeres y ahora menos

Hace unos días Julie Bendel escribió en The Critic, para responder a un artículo reciente que escribió Nichi Hodgson que caracterizaba a las “trabajadoras sexuales” como simplemente mujeres autoempleadas.

Y escribió:

Tan pronto empezó la cuarentena, me pregunté cuánto tiempo les tomará a los promotores y facilitadores de la prostitución, incluyendo a los proxenetas que se enriquecen a costa de mujeres vulnerables para tartar y justificar sus negocios de siempre, el comercio sexual. Después de todo, qué harían los hombres si no pueden penetrar el cuerpo de las mujeres para su propio placer sexual.  ¿Como puede ser que todas las instalaciones donde se practica el comercio del sexo como los restaurants, los bares, clubs, cantinas, e instalaciones deportivas iban a quedar cerrados? Y es que los hombres tienen sus necesidades, ¿sabes?”…

Mucho se ha escrito sobre este tema en las últimas fechas y muchas organizaciones también han pedido a sus gobiernos que brindarán medidas de auxilio a las mujeres en situación de prostitución.

…”Un proyecto de reducción del daño – proyectos que usualmente son financiados por el NHS (Servicio Nacional de Salud) con el objetivo de minimizar los riesgos de salud a las mujeres prostituidas – publicó una normativa basada en el uso de cloro y desinfectante mientras está en contacto con un putero, no permitir besos y desnudarse y cambiar las sábanas después de cada servicio, si es posible.

En otras partes, como las agencias de acompañantes se les recomendó a las mujeres bañarse o ducharse con cloro, hacer gárgaras con el cloro.

Las sobrevivientes del comercio sexual con las que hable están furiosas por la manera en la que se está protegiendo a la Prostitución a toda costa, incluso a costa de su salud y su vida. “No podemos estar seguras”, dijo Fran. “Los puteros ponen las reglas y son ellos, no nosotras, los que están en control. Ellos son los que exigen y dicen lo que se va a hacer y lo que no.”

La idea de que la prostitución puede ser segura bajo cualquier circunstancia, y que por eso no hay problema en dejarlas solas frente a esta crisis global de salud es irrisible.  Por qué alguien con un legítimo interés por la salud y la vida de las mujeres podría haber renombrado formalmente a la Prostitución como ‘trabajo’ para reclamar para ellas el estatus de trabajadoras, en lugar de demandar que el gobierno presupuestara dinero para opciones de salida dignas.”

En 2009, junto con otras colegas Julie Bindel en la Universidad del Banco del Sur, condujo un estudio integral sobre las barreras y oportunidades para salir de la prostitución. La gran mayoría de las 114 mujeres entrevistadas respondieron que preferirían estar haciendo cualquier otra cosa que vendiendo sexo. Ellas querían salir. Aún aquellas mujeres que se identificaban a sí mismas como ‘acompañantes de clase alta’ hablaron de su experiencia en la prostitución como degradante, abusiva y traumatizante.  Una mujer que estaba explicando cuanto ‘amaba ella ese trabajo’, pero mientras avanzaba la entrevista se le rodaban las lágrimas que le salían de sus ojos bien maquillados como iba hablando.

Escribió también Bindel

“…entrevisté a docenas de hombres que pagan por sexo, en el Reino Unido y en otros países. Los puteros que se quedaron grabados en mi mente son esos que encontré en los burdeles legales, como los de Nevada, en Estados Unidos. Su sentido de tener derecho y su evidente arrogancia mostrada mientras elegían su ‘cita’ de una línea de chicas que se exhibían a la entrada del burdel. Mientras checaban en la recepción, podían ver una lista de nombres de las mujeres y los resultados de sus análisis de sangre de esa semana exhibidos en la pared. Los proxenetas sabían bastante bien que a pesar de las reglas escritas que exigían a los puteros usar condones, muchos podían rehusarse, y por lo tanto le correspondía a las mujeres demostrar que estaban ‘sanas’.

El burdel del Rancho de Pollos, que visité mientras investigaba para mi libro sobre el comercio global del sexo, ha sugerido recientemente que es seguro para mantener la prosperidad del negocio mientras que las mujeres y los puteros que asisten se laven frecuentemente las manos y usen gel antibacterial o sanitizantes. Esto solo se trata de las ganancias de los proxenetas.

Los intentos de algunos grupos de cabilderos para explotar la pandemia del coronavirus para abogar para normalizar el proxenetismo, el mantener burdeles y la compra de sexo a través de renombrar a la prostitución como ‘trabajo’ es espantosa.

Los países que han legalizado o descriminalizado el abuso comercial de mujeres tendrán que enfrentar las consecuencias y reconocer que la trata, el uso de drogas, las tasas de contagio del VIH y otras ITS, así como de explotación sexual infantil empeorarán cuando a los hombres se les dé carta blanca para pagar por sexo con mujeres desesperadas.

Esta crisis es una oportunidad para nuestros gobiernos para perseguir sin tregua a los proxenetas y los puteros

En Brisbane, Australia, donde la prostitución es legal, la policía ha estado arrestando y multando a las mujeres que trabajan en burdeles sin licencia legal, cuando lo que debían de hacer es arrestar a los proxenetas y los puteros involucrados.

Las mujeres vulnerables necesitan que se les dé la oportunidad de escapar del comercio sexual y no ser engañado con consejos de salud sin sentido y desinfectantes de manos. Esas mujeres ya están expuestas a violencias horroríficas, así como a un número de condiciones de salud física y mental serias y de larga duración. La última cosa que cualquier gobierno debería estar hacienda es encontrar formas para mantener el comercio sexual prosperando.

Esta crisis es una oportunidad para nuestros gobiernos para perseguir sin tregua a los proxenetas y los puteros que están determinados a explotar a las mujeres más vulnerables a pesar de los riesgos sanitarios masivos, para ellas y para la Sociedad en general. Las únicas mujeres que quedan ‘trabajando’ en este clima de riesgo son las más desesperadas. La legislación actual en el Reino Unido relacionada con los que pagan por sexo es que esos que acceden a servicios de prostitución de mujeres que son traficadas o coaccionadas están cometiendo un delito.

Las mujeres prostituidas deben recibir apoyo financiero y clasificarse como desempleadas a largo plazo. Tenemos que reconocer el infierno bajo el que han estado viviendo y poner a su disposición todo, desde servicios de terapia psicológica y salud, cuidado de niñas/os y paquetes de reeducación.

El gobierno debe perseguir a los hombres que están anteponiendo sus propios deseos egoístas a la vida de las demás personas. La prostitución nunca se podrá hacer segura. El COVID 19 no es más que una amenaza para las mujeres que en prostitución, y los proxenetas y los puteros tienen que ser los que pagan el precio.”

Fuente: https://tribunafeminista.elplural.com/2020/04/la-prostitucion-nunca-es-segura-para-las-mujeres-y-ahora-menos/

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De lo que hablan las mujeres africanas cuando se les da voz y una cámara

Redacción: El País

La exposición fotográfica ‘Parlamento de mujeres de África’, de la AECID y la Federación Africana sobre el Arte Fotográfico (FAAP) llega a Saint Louis para suscitar el debate en torno a la igualdad.

“Nunca se me habría ocurrido cómo plasmar la violencia contra las mujeres en una imagen”, confiesa Mbaye Diouf, estudiante de último curso de la carrera de Artes y Culturas en Saint Louis (Senegal) mientras visita la muestra de fotografía Parlamento de mujeres de África, un trabajo colectivo expuesto desde el pasado 15 de febrero en la Galería Siki Rio de la ciudad.

 

“Lo que más me llama la atención es que, en realidad, para ver las desigualdades solo había que mirar alrededor”, reflexiona Diouf, de 25 años, y amateur en este arte. Ante sus ojos se exhibe un abanico de obras que, a través de diferentes técnicas artísticas, ofrecen miradas diversas, inspiradas en la realidad femenina que las rodea: la identidad, la discriminación, las violencias, las cargas de trabajo, el papel de los hombres, etcétera. “En África, en Europa y en todo el mundo, los derechos de las mujeres son violados cotidianamente. Como artistas, debemos pronunciarnos”, expone Mamadou Gomis, presidente de la FAAP.

Koukambakana Matthieu Urielle, originaria de Congo-Brazaville y asentada en Senegal desde hace cinco años, ha elegido hablar del sexismo. Con su trabajo quiere reflejar la vida cotidiana de muchas mujeres que se ven juzgadas por su forma de vestir, según comenta la artista. Para ello, utiliza el color rojo saturado y una minifalda como metáfora “accesible a todo el mundo”. “La vestimenta no hace a la persona en ningún caso”, opina, “pero el juicio que se hace a lo que llevan las mujeres es injusto y sesgado, y se hace tanto desde la familia, como en la calle o el sistema en general”.

Urielle vincula su obra a la campaña en redes sociales #balancetonporc (“denuncia a tu cerdo” en francés), que permite a las víctimas de acoso, agresión sexual o violación compartir de manera anónima su testimonio con el objetivo de sensibilizar y debatir sobre las situaciones que viven las mujeres.

EN ÁFRICA, EUROPA Y EN TODO EL MUNDO LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SON VIOLADOS COTIDIANAMENTE. COMO ARTISTAS DEBEMOS PRONUNCIARNOS

MAMADOU GOMIS, PRESIDENTE DE LA FAAP

En la misma línea pero más centrado en el ámbito laboral es el trabajo de la senegalesa Nana Marie Helene Faye (conocida como Nan’art). A través del concepto de un pequeño zapato rojo, denuncia las dificultades de las mujeres para desenvolverse profesionalmente.

Foto del grupo participante en el taller procedentes de Senegal, Benín, Malí, Costa de Marfil y Congo-Brazaville.
Foto del grupo participante en el taller procedentes de Senegal, Benín, Malí, Costa de Marfil y Congo-Brazaville. MARTA MOREIRAS

A la fotógrafa gallega afincada en Dakar, Marta Moreiras, que ha seguido el desarrollo de cada proyecto durante el taller, le parece muy interesante la heterogeneidad de los participantes. “Hay miradas más artísticas que se concentran más sobre lo poético o estético y otras que proceden del mundo periodístico y que han hecho creaciones más documentales”, reflexiona. Es el caso de Hostilia Basséne, de 25 años, que se centró en la intimidad de una joven empresaria. Con una serie de fotos de su vida cotidiana, nos traslada a los malabarismos de esta mujer para responder a su papel de madre, esposa, trabajadora y creadora. Los roles tradicionales que ejercen las féminas.

Implicar a los hombres

“¿Y si los invirtiésemos?”, se pregunta Ismaïla Diouf. “Consideré que era importante implicar a los hombre en el discurso», afirma este fotógrafo senegalés. «Nosotros también tenemos que posicionarnos en la defensa de los derechos de las mujeres, complementar el alegato de la mujer, porque en una sociedad igualitaria todo el mundo ganaría”.

Su trabajo es uno de los más comentados. Sobre un sobrio fondo negro, se ven bien iluminados los retratos de hombres mayores vestidos con trajes tradicionales, símbolo de solemnidad y del estatus social de la persona, ejecutando tareas consideradas como femeninas: uno lavando ropa, otro pilando cebolla, otro barriendo con una escoba.

“Desde pequeño he participado en las tareas de mi casa, y sé que hay otros muchos hombres que lo hacen, aunque no lo quieran asumir en público. La sociedad no está lista para aceptar que un jefe de familia lleve a su hijo a la espalda, como hacen tradicionalmente las mujeres”, tercia.

Dice incluso que hay hombres que se han sentido ofendidos al ver su obra. “Hay una hipocresía imperante en esta sociedad, porque si ayudas a tu mujer, te ayudas a ti mismo. Incluso en la religión, que es donde a veces se escuda la gente para no reflexionar sobre estas cuestiones, se insta a compartir las labores del hogar y a apoyar a tu mujer en su trabajo en general”, declara.

Ly Lagazelle, fotógrafa marfileña residente en Marruecos, realiza un ejercicio práctico de iluminación y retrato a David Palacín, uno de los formadores del taller.
Ly Lagazelle, fotógrafa marfileña residente en Marruecos, realiza un ejercicio práctico de iluminación y retrato a David Palacín, uno de los formadores del taller. MARTA MOREIRAS

El lugar de las mujeres en la religión

Diouf explica que el tratamiento de los temas durante el taller no estuvo exento de debates, “de debates constructivos”, matiza. “La igualdad es un tema que escuece, que levanta ampollas”, afirma, comentando que una de las fotografías de Mystic Bram’s (Ibrahima Dia) fue retirada del Museo de la Mujer en Dakar, donde Parlamento de mujeres de África se expuso durante tres meses. La polémica imagen mostraba una mujer vestida de cardenal de la Iglesia católica y fue tachada de susceptible de herir sensibilidades. El resto de la serie, titulada Ñun itam! (Nosotras también)! cuestiona también el lugar de las mujeres en la religión, esta vez en la musulmana, mostrando una mujer dirigiendo la oración, algo reservado a los hombres.

Modou Diop, visitante de la muestra en el Siki Rio, comparte la opinión de la galerista de Dakar. “No me gusta que se plantee el debate sobre el papel de la mujer en la religión, me parece inapropiado: no entiendo qué se quiere transmitir”, dice. A su amigo Medoune sin embargo, la creación de Ibrahima Dia sí le transmitió un mensaje: “Creo que es algo tan improbable que una mujer dirija la oración a día de hoy en este país, que lo que traslada la fotografía es que ellas pueden hacer hasta lo más difícil, lo que se cree imposible. Y yo estoy de acuerdo”.

Las miradas de los asistentes circulan por la sala admirando la selección, que se expone por tercera vez en Senegal y que se verá en España el próximo mes de octubre, en el marco del Festival Internacional de Cine Invisible de Bilbao.

Entre las obras, hay una que quizá sorprenda más, remueva más, obligue a detenerse más tiempo: desenfocada, se percibe una niña en diferentes posiciones. Acaso la imagen no sea nítida, pero el sentimiento que transmite y la comprensión de la situación que representa sin duda lo es. “La vergüenza, el tormento y la desesperación”, dice contundente Oumou Balde en su lengua materna, el wolof. Habla de un episodio demasiado común y demasiado silenciado, en su opinión, en la sociedad senegalesa: la violación.

“Quise tratar ese tema porque en mi barrio de Guediawaye, en Dakar, pasa a menudo y no se habla. Me he inspirado de un caso real de una vecina: un tío la violaba y sus otros tíos y su tía lo sabían y no decían nada. Muchas veces la familia sofoca la situación para que no se hable, lo que supone una nueva forma de violencia hacia la joven”, denuncia apuntando también la falta de seguimiento psicológico de estas jóvenes víctimas de violación como una de las causas de que posteriormente sientan miedo y aversión hacia los hombres.

Aunque el trabajo de Balde ha creado también revuelo, ella lo defiende con orgullo, con la intención de que el tema deje de ser un tabú y se debata en la sociedad, y se muestra dispuesta a seguir trabajando en la defensa de los derechos de las mujeres.

Lo sagrado, mítico y bello

“Mientras para ellas lo importante era trasladar la frustración, la discriminación que sufren en los diferentes ámbitos de la vida y muchas veces pasan desapercibidos por sus compañeros (la pubertad, las presiones sociales, las mujeres migrantes), ellos tiraron más por ensalzar a la mujer, como ser sagrado, mítico, bello”, afirma Moreiras, encargada de trabajar con el grupo el tratamiento de los diferentes temas y la edición de las series finales que cuentan con entre 10 y 15 fotografías por artista.

Es el caso del senegalés Xaadim, con su obra La mujer árbol, o de los 100 ritmos del beninés SODOKPA que pone en valor el trabajo informal realizado por las mujeres en muchas de las capitales africanas. La congolesa Samuelle Paul Banga tuvo un sueño. Soñó una sociedad donde la educación no haga distinciones por sexo, donde hombres y mujeres compartan responsabilidades. Lo representa con un cesto, cargado de verduras, llevado por un varón; y también con los pies de un hombre y una mujer a la misma altura, subidos ambos a un taburete, el de ella calzado con maderas, para situarse a similar nivel.

MIRADAS VÍRGENES, TRABAJOS EXPLOSIVOS

Perfil de Ly Lagazelle, participante senegalesa.
Perfil de Ly Lagazelle, participante senegalesa. DAVID PALACÍN

LAURA FEAL

Para Marta Moreiras, una de las profesoras del curso que ha dado como resultado la exposición, la conclusión de este proceso de acompañamiento a mujeres y hombres fotógrafos ha sido una experiencia reveladora. “Al no haber escuela de fotografía, no se tienen muchas referencias estéticas o conceptuales, por lo que el resultado es muy potente y más si se les dan algunas herramientas, como hicimos en el taller, David Palacín y yo”. Para participar en este programa se pidió a cada participante un porfolio y una idea de proyecto que se analizó con ambos formadores.

“La tendencia inicial era realizar imágenes muy explícitas, así que nos centramos en dar referencias para tratar con delicadeza y sutileza algunas temáticas sensibles. También se trataba de hacer propuestas para invitar a pensar al espectador”, explica. “Algunas de las participantes no eran conscientes de los aspectos legales e incluso éticos que implica trabajar en esto: para tratar las violencias por ejemplo hay que ganarse el acceso y la confianza de las mujeres que las han sufrido, y eso es muy difícil, y luego hay que plantearse también hasta dónde quieres exponerlas a través de las imágenes. Los conceptos como dominio, sumisión…. Son tan abstractos y subjetivos que son difíciles de convertir en algo visual”, concluye.

“Nosotros, los occidentales, estamos sobreexpuestos al legado de los referentes de la fotografía, como Cartier Bresson y otros, por lo que para profesionalizarnos tenemos que centrarnos casi en desaprender, porque inconscientemente tiendes a imitar y, al final, tienes que ir buscando tu lenguaje y tu estética”, analiza. “Aquí nos hemos encontrado con miradas vírgenes, con apenas referencias, lo que provoca que la construcción de los discursos sea muy diferente. El resultado puede verse: son imágenes muy creativas, muy espontáneas, muy virginales. Únicas”.

Por su parte, David Palacín admira el apetito de aprender y la capacidad de los asistentes. “La evolución fue brutal. Vinieron con ganas y algunas ideas, pero les faltaba concretar los conceptos y bastante técnica. Durante cinco días trabajamos con flashes de estudio en interior y en exterior. El resultado fue de una calidad incuestionable y hoy en día les sigo y veo el impacto del taller en sus obras”, afirma. “Es una generación joven con algunas ideas que les salen de las entrañas, sobre todo las mujeres, muy motivadas y que tienen muy claro que van a hacer de la cámara su oficio”.

Para Mamadou Gomis, presidente de la FAAP, creada en 2018 y a la que ya pertenecen más de 150 fotógrafos africanos de una treintena de países, la ausencia e insuficiencia de presencia de mujeres africanas en el sector es un problema, y cree que este tipo de iniciativas sirven para apoyar su profesionalización y para poner en el debate público los temas que les interesan.

Un mensaje esperanzador como el que comparte también Ly Lagazelle con Identidad, creación que mereció la atención del joven espectador Mbaye Diouf. “En una de las fotos se ve a la mujer inmovilizada por manos diferentes, que para mí simbolizan que la violencia no la ejerce un solo hombre sino el mundo entero. En otra, las cámaras la escrutan: son los medios de comunicación, las redes sociales, la sociedad que ejerce presión sobre ella. En toda la serie, la expresión facial de la mujer transmite sufrimiento pero también tenacidad; con su aparato fotográfico en sus manos todo el tiempo, demuestra que ella también tiene una mirada sobre el mundo y que no se rendirá hasta que la dejen expresarse. La mujer no es un objeto sino sujeto activo de un combate contra las diferentes violencias que sufre”, concluye.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/03/10/planeta_futuro/1583852536_267608.html

 

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