El Arte, Herramienta de Anuncio y de Denuncia en la Mujer del Sur
Lourdes Catalina Velásquez de Urbáez
Maturín / Venezuela
CLACSO
Una manera que ha tenido la humanidad para expresar su mundo interior, es el arte en sus distintas manifestaciones y aunque él en sí tiene un propósito enmarcado en la belleza, también, y es el caso que nos ocupa, anuncia y muestra una historia, la historia humana. De los pueblos, de la vida; y además denuncia los atropellos que han entorpecido el curso libre de esa historia.
El Sur, en su esencia, ha sido ignorado por las grandes potencias del mundo, ha sido arrojado a lo que llana Franz Fanon el No Ser y el no lugar; y si no es, no tiene sentido su cuidado, protección, respeto y reconocimiento.
En estas categorías se incluyen, o mejor dicho, se excluyen continentes, culturas, la humanidad. Elemento bien maltratado en el Sur, es la Mujer, desde dentro y desde fuera de nuestro entorno, básicamente por esa cultura patriarcal que no persigue como a su presa.
Es por ello, que es la misma mujer quien ha salido a expresar valores, belleza, cultura y amor. Una herramienta perfecta es el Arte, básicamente en lo que se conoce con el nombre de Arte Erótico, muy bien definido por Lorde (1978) como “Un recurso que reside en el interior de todas nosotras, asentado en un plano profundamente femenino y espiritual y firmemente enraizado en el poder de nuestros sentimientos inexpresados y aún por reconocer.”
Este poder ha movido a muchas mujeres a manifestar esa belleza secreta, esa espiritualidad, ese andar amoroso por la vida, a través del arte erótico, tan despreciado y mal interpretado, llamándolo, incluso, pornografía. Sin embargo, por encima de las opresiones, el colonialismo y el machismo, la mujer siempre encuentra en el arte una manera de expresar su belleza, aún cuando su rostro esté cubierto por un velo.
En el caso de Ana Mentietta, una hermosa mujer negra, a través de sus pinturas releja la belleza de la mujer de la mujer del Sur, y además, su cultura, dibujada en su cuerpo y con su cuerpo, en una relación entre el cuerpo y la tierra, la que se manifiesta en su obra como una manera de reivindicar el hecho de haber sido arrancada de tu tierra natal desde muy pequeña, por lo que en su obra destacan relieves esculpidos en la misma tierra, con las medidas de su propio cuerpo. Es decir, muestra su belleza, su cultura su afecto, a través del arte.
En este sentido, John Perreault, en Tierra y fuego (1981), expresa: “para Mandieta, la tierra es el útero del cual sale la mujer”; ella con su gran espiritualidad y su arte exquisito plasma todo esto en la pintura, la fotografía, el relieve, el performance. Una gran artista, Ana Mendieta.
Ella tiene una obra hermosísima que se llama Alma Silueta en Fuego (Figura 1), en la que se unen y entrelazan artísticamente el cuerpo, la tierra y el fuego. Es una expresión bellísima de su propia vida, de la vida de la mujer negra, de la mujer exiliada.
Su corta vida con sus confusiones y temores la vivió en amor profundo y quiso dejar plasmado ese torbellino de su mundo interior, expresándolo en el arte, cuyas obras han sido expuestas en los mejores museos del mundo contemporáneo.
Otro ejemplo del extraordinario arte femenino lo encontramos en Shirin Neshat, una mujer que entrelaza la fuerte lucha que tiene que librar la mujer árabe, con la belleza femenina; es más, embellece la lucha, de manera muy fina al enlazar lo poético – pictórico y lo político – social. Ella muy consciente de que el arte no acontece solamente para ofrecer el deleite de lo bello, sino que encierra un mensaje de la lucha de la mujer árabe con el norte y con su propio sur; es por ello que en un aporte del Foro correspondiente a esta artista, la califiqué como “enlazadora”, ya que sabiamente enlaza lo político con lo poético; lo personal con lo colectivo; lo externo con lo interno.
Karina Bidaseca (2018) refiriéndose a “Las mujeres de Alá: Arte en el exilio de Shirin Neshat”, expresa que esta obra, “Produce una tensión entre la espiritualidad y lo político, y las armas aquí son un instrumento clave. Apuntadas por las manos de las propias mujeres contra el espectador, la imagen permite, contrarrestar la representación de las mujeres musulmanas como víctimas.”(p.87)
De esta manera logra expresar una fuerza espiritual, un coraje que se contagia no sólo a la mujer musulmana, sino inclusive a la mujer occidental. En su obra “No disparen” (Figura 2), la mujer musulmana, con su rostro descubierto, manifiesta en sus ojos una fuerza espiritual superior a la del arma que lleva en sus manos.
Es que la artista, a través de sus obras expresa lo que en su mundo interior ha quedado impactado por la realidad exterior, bien sea la historia, la política, las luchas sociales. El arte permite a la mujer mostrar la riqueza espiritual que hay en ella.
La mujer ha sido tan violentada en sus derechos, que hasta se ha llegado al extremo de llevar la violencia hasta el Femicidio, es decir, el asesinato de mujeres por razón de género.
A pesar de que en el mundo hay numerosas denuncias de este delito, quedan muchas en el silencio, en el temor, como es el caso de los Femicidios de Ciudad Juárez, en los que con valor increíble, algunas mujeres han utilizado el arte para hacer la denuncia de este hecho criminal que ha acabado con la vida de muchas mujeres en Ciudad Juárez, ante el silencio cómplice de quienes deberían velar por la seguridad, la convivencia y la paz.
Hay un texto de Rita Laura Segato (2013) en el que expresa, refiriéndose a la violación y femicidio en Ciudad Juárez. “Los femicidios son mensajes emanados de un sujeto autor que sólo puede ser identificado, localizado, perfilado, mediante una escucha rigurosa de estos crímenes como actos comunicativos.” (p.31). este mensaje queda escrito en el cuerpo de la mujer, en el caso de Juárez y en cualquier otro caso.
Es por ello que, Teresa Margolles (1974), Médico Forense, muestra en su obra LABOR, fotografías de los cuerpos sin vida, de las mujeres víctimas de femicidio en Ciudad Juárez, puesto que es el Cuerpo de la mujer el que habla, el que transmite el mensaje que en él quedó escrito. (Figura 2.).
En la obra de Margolles se aprecia, artísticamente, fotografías de cadáveres de las víctimas de Femicidios, fluidos sanguíneos, prendas de vestir, accesorios, hasta paredes agujereadas por las balas.
Teresa Margolles, valientemente, rompe el silencio a través de su obra fotográfica que ya ha sido expuesta en algunos museos y en consecuencia ha sido fuertemente amenazada.
Sin embargo la mujer, que siente lo que le ocurre a sus hermanas, denuncia con su cuerpo, con su vida, no puede ser indiferente, porque la mujer del sur es solidaria y guerrera, sin dejar nunca su esencia femenina que todo lo expresa con belleza y con pasión.
Son muchas las mujeres que se han destacado en la lucha para que los derechos de sus hermanas las mujeres sean respetados, como el caso de Winnie Mandela, con su discurso sin palabra y con acción. Muchas mujeres destacan como poetas, cantoras, tecnólogas, manifestando con su arte que YA BASTA de tanto atropello.
Algunas han destacado en la organización de sus comunidades, en la cobertura de los hechos noticiosos, otras directamente desde la política, otras desde el mundo de la ciencia y la investigación. Cada día más, la Mujer del Sur se impone ante las adversidades y ante el maltrato por razón de género.
Es deber de la familia, de la sociedad y el estado garantizar los derechos de la mujer, incluso al derecho de luchar por su Patria, por la libertad, rompiendo paradigmas colonizadores que nos ubican siempre a la retaguardia, sobre todo a la mujer oriental.
En muchos países, todavía hoy, las niñas son negociadas por su familia, como una mercancía, para casarse desde edades tempranas, igualmente otro tipo de ultrajes y violaciones por razón de género. Esta cultura patriarcal, también empuja a la mujer a una lucha desde dentro, desde su cultura y la mejor herramienta para lograrlo, es el arte, que no tiene fronteras.
BIBLIOGRAFÍA
Audre, Lordes. Usos de lo erótico: Lo erótico como poder. Separata recomendado en el Seminario Virtual 1941. Clase 2.
Bidaseca Karina, La Revolución será Feminista o no será. Buenos Aires, Argentina 2018
Margolles, Teresa LABOR. Culiacán, Méjico. 1974
Segato, Laura Rita. La Escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. – 1ª. Ed.- Buenos Aires: Tinta Limón, 2013
ANEXOS
Figura 1 – Ana Mandieta “Tierra y Fuego”
Figura 2 – Shirin Nashat “No disparen”
Figura 3 – Margolles “Dibujos Efímeros”
Trabajo presentado por la autora en CLACSO durante el Seminario Estéticas Descoloniales desde el Sur. Arte, Memorias y Cuerpos
Fuente de la Información CII – OVE