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Guerra contra las mujeres en EE. UU: Buscan restringir el aborto legal en varios estado.

Por: La Izquierda Diario/22-05-2019

Una serie de iniciativas conservadoras en diferentes estados busca restringir el acceso al aborto legal y seguro en Estados Unidos. El derecho conquistado en 1973 con movilización y lucha se encuentra bajo ataque.

En lo que va de mayo, dos estados avanzaron en medidas que restringen el derecho al aborto, legal en Estados Unidos desde 1973. Los estados de Georgia y Alabama encabezan una ofensiva reaccionaria contra los derechos de las mujeres.

Volver al pasado

El gobernador de Georgia (Estados Unidos) acaba de firmar la ley HR 481, que dice en su texto, “Ningún aborto será autorizado o se llevará a cabo si se determina que late el corazón del no nacido”. Esta ley, conocida como la “ley del latido” obstaculizaría gran parte de las interrupciones legales ya que muchos especialistas explican que los latidos del feto pueden ser detectados a partir de la sexta semana de gestación (cuando la persona gestante puede aún no saber que está embarazada).

Aunque la ley ya fue aprobada a nivel local, instancias judiciales superiores, incluida la Corte Suprema, pueden fallar en contra. Ya en otros estados como Ohio, Mississippi, Dakota del Norte y Arkansas, se intentó aprobar leyes similares y fueron descartadas por inconstitucionales.

Pero lo que encendió las alarmas fue la ley que aprobó el Senado estatal de Alabama, que prohíbe la interrupción voluntaria del embarazo y criminaliza a las y los profesionales que la practiquen con hasta 100 años de cárcel. Con 25 votos a favor (todos hombres blancos) y 6 en contra, el Senado de Alabama aprobó la iniciativa que tipifica como delito grave la práctica del aborto, incluso en casos de violación y solo reconoce como causal no punible el riesgo de vida para la persona gestante.

Más cerca de Gilead, la República que imaginó Margaret Atwood, Alabama se prepara para aprobar la ley más dura contra el derecho al aborto legal en Estados Unidos.

El verdadero objetivo: revocar el derecho al aborto

El objetivo declarado de los grupos y organizaciones que promueven estas medidas restrictivas es llegar a la máxima instancia judicial para rediscutir el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo. El derecho garantizado por el fallo de 1973, conocido como Roe versus Wade, se encuentra bajo ataque directo.

No es un secreto que los sectores conservadores, enemigos de los derechos de las mujeres, tienen en la Casa Blanca un firme colaborador. Además de Donald Trump, el principal apoyo institucional es el vicepresidente Mike Pence.

Exgobernador de Indiana, impulsó la revisión de una ley de libertad religiosa que legalizaba la discriminación contra las personas LGTBI. Es un conservador acérrimo profundamente religioso, un devoto cristiano evangélico y es autor del primer proyecto para retirar todos los fondos federales del programa de salud reproductiva, Planned Parenthood.

En 2018, con la jubilación del juez Anthony Kennedy, se abrió la posibilidad de cambiar la composición de la Corte Suprema por una más conservadora. Esta instancia es clave para dirimir varios de los intentos que en los últimos años buscaron poner obstáculos a este derecho elemental. Luego del escándalo por las denuncias en su contra, el juez Michael Kavanaugh finalmente fue designado para el tribunal.

Kavanaugh, de perfil más conservador, hizo varios gestos a favor de poner trabas al derecho de interrumpir voluntariamente el embarazo. Y su designación en la Corte Suprema fue leída por distintas organizaciones antiderechos y la derecha cristiana como una luz verde para avanzar sobre los derechos de las mujeres.

Esta guerra no empezó ayer

La ofensiva contra el derecho al aborto legal no es exclusividad del gobierno de Donald Trump. Durante los mandatos del presidente demócrata Barack Obama (autodenominado feminista) crecieron las restricciones a ese derecho en muchos estados. Según el Instituto Guttmacher entre 2011 y 2015 se impulsaron 288 medidas restrictivas del derecho al aborto legal.

Estas leyes y proyectos de gobernadores y legislaturas republicanas, no encontraron resistencia dura de parte de los demócratas o de Obama. En el año 2000, solo 13 estados tenían restricciones y medidas hostiles al derecho al aborto, en 2010 pasaron a 22 y en 2013, a 27. Los estados donde existe apoyo institucional para garantizar este derecho básico pasaron de 17 en 2000 a 13 en 2013.

Contra todos los prejuicios, el aborto legal y las leyes que garantizan el acceso a educación sexual y anticonceptivos disminuyen el número de abortos. De hecho Estados Unidos se encuentra en su punto más bajo de interrupciones voluntarias desde el fallo de 1973.

Según el mismo instituto Guttmacher, los desarrollos médicos redujeron los riesgos y los costos en el sistema de salud. En 2013, casi un cuarto de los abortos fueron medicamentosos con riesgos casi nulos.

Las principales afectadas por un potencial retroceso en el aborto legal serán las trabajadoras y las mujeres pobres, entre quienes las latinas y las afroamericanas están sobrerrepresentadas. Cualquier retroceso legal implicaría más obstáculos para la mayoría de las mujeres, que no acceden al sistema privado donde la clandestinidad implica menos riesgos a la salud.

Una pelea en curso

Las iniciativas en Georgia y Alabama pusieron en movimiento a diferentes organizaciones que se preparan para resistir la ofensiva reaccionaria judicial y políticamente. Las mujeres en Estados Unidos ya demostraron el potencial de su movilización. El primer día del gobierno de Donald Trump, su rechazo al discurso misógino del presidente y su alianza con la derecha conservadora, encabezó un amplio repudio a la nueva administración republicana.

Las elecciones de medio término de 2018 fueron un primer revés político para el gobierno de Trump y tuvieron un récord de candidatas y muchas mujeres latinas, negras y musulmanas asumieron por primera vez bancas en el Congreso. Fue una expresión de la bronca con el establishment y la creciente simpatía con demandas como Salud para todos y todas (en EE. UU. no hay salud pública), educación superior gratuita o salario mínimo de 15 dólares la hora, entre otras. Pero la política del partido Demócrata canalizó la bronca y la movilización a votar por un «mal menor» comparado con el terror de Trump.

El ataque a los derechos de las mujeres fue puesto en el centro de sectores reaccionarios en varios países. Las respuestas en voz baja del partido Demócrata a las restricciones que vienen avanzando hace años en Estados Unidos no merecen la confianza de las mujeres que hoy ven sus derechos en riesgo. Sus aliados son quienes las acompañaron en la calle en enero de 2017, cuando mostraron una primera respuesta a las amenazas que hoy parecen hacerse efectivas.

Fuente de la Información: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Guerra-contra-las-mujeres-en-EE-UU-buscan-restringir-el-aborto-legal-en-varios-estados

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Guía de ONU Mujeres para formular marco lógico con enfoque de género

Por: gestionandote.org.

El Gobierno de México y ONU Mujeres presentan una guía para integrar la perspectiva de género dentro del desarrollo de la Metodología de Marco Lógico.

El documento que se encuentra a continuación es el resultado final del trabajo realizado en 2012 por el Instituto Nacional de las Mujeres, INMUJERES y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).

El objetivo del documento es presentar una guía para realizar metodología de marco lógico con un enfoque de igualdad de género. Originalmente fue creado para la implementación en de proyectos en la administración pública mexicana.

Sin embargo, el documento es una guía que puede ser usada fuera de este país. Así como en todos los proyectos interesados en integrar el enfoque de genero dentro de su proceso y sus resultados.

¿Qué contiene la guía?

El documento se divide en los siguientes segmentos:

¿Por qué integrar la perspectiva de igualdad de género en la planeación y el presupuesto?

En qué consiste la Metodología de Marco Lógico con perspectiva de género

La metodología de marco lógico paso a paso

Ejemplo de árbol de problemas sobre la situación de las personas adultas mayores y matriz de marco lógico con perspectiva de género.

Consideraciones finales

Fuente del documento: http://www2.unwomen.org/~/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2015/hacia%20una%20metodologia%20de%20marco%20logico%20con%20perspectiva%20de%20genero.pdf?v=1&d=20150128T212835

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Un país serio: Austria prohíbe el velo islámico en las escuelas

Redacción: Periodista Digital

Ya era hora de que un país en Europa tomara la iniciativa a la hora de luchar realmente por los derechos de las mujeres, y no las tonterías que oímos a las feministas españolas.Austria ha completado ya el trámite parlamentario para la prohibición del uso del velo islámico en los colegios de primaria, por parte de las niñas de entre 6 y 10 años de edad, y queda a la espera de los esperados recursos ante el Tribunal Constitucional. Los padres que incumplan la normativa se expondrán a multas iniciales de 440 euros y que irán aumentando en la medida en que se produzcan reincidencias, según recoge Rosalía Sánchez en ABC.

La normativa veta expresamente «el uso de indumentaria ideológica o religiosa que conlleve cubrir completamente la cabeza» y excluye también expresamente la kipá judía o el patka que portan los jóvenes de religión sij porque «estas prendas no cubren todo el cabello o su mayor parte».

La ley ha salido adelante con los votos del partido conservador (VÖP) de Sebastian Kurz y el FPÖ de extrema derecha con el que gobierna en coalición en Viena. La exministra socialdemócrata de Educación Sonja Hammerschid ha criticado en su intervención parlamentaria que la prohibición no resultará efectiva, porque las niñas se pondrán el velo en cuanto salgan del colegio, e incluso será contraproducente, porque evitará que muchas familias musulmanas acepten los procesos de integración debido a que se ven atacadas en sus creencias religiosas. El diputado conservador Rudolf Taschner, por el contrario, definió en el Parlamento el velo de las niñas como un «símbolo de opresión» y argumentó que la ley buscaba liberar a las niñas del sometimiento. «El compromiso con los valores de la Ilustración no es populista», dijo el parlamentario sobre las acusaciones de la oposición de que el gobierno solo buscaba darse publicidad.

La Comunidad Islámica de Creyentes de Austria (IGGÖ), la mayor asociación musulmana del país centroeuropeo, ha criticado por su parte la nueva norma como «destructiva» y «desintegradora», considerando especialmente desafortunada, además, la circunstancia de que haya sido aprobada durante el mes sagrado del Ramadán. El presidente de la IGGÖ, Ümit Vural, abogado de profesión, aseguró que agotará «todas las vías legales» para revertir una normativa que considera «discriminatoria» y que atenta contra «la libertad religiosa».

Fuente: https://www.periodistadigital.com/mundo/europa/2019/05/17/por-fin-un-pais-serio-austria-prohibe-el-velo-islamico-en-las-escuelas.shtml
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Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

Un informe analiza testimonios de niñas y jóvenes de cinco ciudades en el mundo para reflexionar sobre los insultos y presiones que reciben en exteriores

Una chica de Madrid, 16 años: “Estaba volviendo a mi casa a las nueve de la noche, cuando un coche se detiene y dos hombres se bajan. Me empezaron a seguir y yo me puse a correr hasta que llegué a casa”. Este es uno de los 750 comentarios analizados en un informe de la ONG Plan Internacional, publicado este martes, en el que se analiza el acoso callejero en grupo en cinco ciudades: Madrid, Kampala, Sidney, Nueva Delhi y Lima.

Hace un año, esta organización puso en marcha el proyecto Free To Be, una web con mapas interactivos en los que las mujeres podían señalar los puntos de sus respectivas ciudades que les parecían inseguros y dejar comentarios sobre lo que les había sucedido en ellos. Un año después de un primer estudio de los mismos, Plan Internacional profundiza en los que se refieren a acoso en grupo —desde comentarios lascivos hasta agresiones físicas— para sacar conclusiones sobre la seguridad de las mujeres en las calles. La ONG ha llevado a cabo esta labor en colaboración con Lab XYX de la Universidad de Monash (Australia).

Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

El proyecto Free To Be recogió más de 7.000 comentarios, pero para esta investigación se seleccionaron los 750 que se referían explícitamente a agresiones en grupo. Una de las conclusiones es que los intercambiadores de transporte, las estaciones de tren y las paradas de autobús son lugares en los que se producen más escenas de “manoseo” y acoso. Otra se refiere a la sensación que tienen las jóvenes de “indiferencia” o “insuficiente acción” de las autoridades y la sociedad en general. Para luchar contra esto, la sociedad también se moviliza. Para muestra, la reciente iniciativa de tres asociaciones feministas de Madrid que se han organizado contra el acoso verbal y sexual que sufren a diario en sus barrios.

Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

Los autores del estudio añaden que, mientras en Madrid y Sidney los comentarios entran en detalles, los de Nueva Delhi suelen ser más vagos y generales. En India, la violencia sexual contra la mujer es un verdadero problema nacional. La salvaje agresión en grupo a una estudiante en 2012 levantó una ola de protestas en todo el país y un activismo que no ha parado. Un amplio informe en el que participaron 550 expertos dictaminó que India es el país más peligroso para ser mujer. “Las denuncias de los crímenes contra mujeres en el país asiático han crecido un 83% entre 2007 y 2016, cuando se dieron cuatro casos de violaciones por hora”, especificaba el estudio.

Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

El informe refleja un gran número de casos de acoso grupal a niñas y jóvenes en el trayecto de ida y vuelta de la escuela, especialmente en Delhi (37% de los testimonios). En algunos países las agresiones en el camino al colegio son una lacra tan grande, que las niñas y adolescentes acaban por abandonar los estudios ante la posibilidad de ser agredidas físicamente. “Cuando el camino no es seguro, los padres optan por dejar a las niñas en casa, con lo que las tasas de escolarización femeninas se quedan atrás desde muy pronto y ellas acaban así relegadas a ser madres y esposas”, recogía el último informe de Unicef sobre violencia en las escuelas. “Siempre que voy a la escuela los chicos me molestan, me llaman cosas. Me hace sentir incómoda, no sé qué se debería hacer”, cuenta una niña de Kampala.

Las participantes de Free to Be eran en muchos casos jóvenes. “En las cinco ciudades, el 55% de las que relataron comentarios de acoso grupal tenían 20 años o menos”, especifica el informe. Algunos de los testimonios reflejan también situaciones de homofobia. “Querían pegarme por ser trans”, cuenta una mujer transexual de 27 años de Lima. “Estaba con mi novia bajando la calle y un grupo empezó a insultarnos, llamándonos putas lesbianas y gritando cosas […] Lo pasamos fatal”, relata una veinteañera de Madrid.

Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

La mayor parte de las denuncias recogidas en este estudio se refieren a agresiones verbales, desde gemidos hasta “expresiones más violentas”. La lucha contra el piropo no consentido se ha hecho notar en algunas ciudades. El sindicato de la construcción de Montevideo (Uruguay) acordó a finales del año pasado acabar con esta práctica. “Los compañeros nos decían cosas como que la culpa la tiene ‘el inventor de la calza’ [pantalón ajustado] o la culpa la tienen ustedes por vestirse así”, contaba la responsable sindical Laura Alberti en octubre. Andalucía también lanzó una campaña que, bajo el lema No seas animal, iba dirigida a condenar actos que “van desde el piropo que cosifica hasta la realización de fotos o los roces en transportes públicos”.

El informe de Plan recoge también testimonios de agresiones en el transporte. “Subí a un autobús del servicio público de transporte y un par de tipos dijeron algo sobre mi culo, les planté cara pero nadie en el autobús me apoyó”, escribe una joven de Lima. Cuatro capitales de América Latina crearon hace tres años una red de ciudades comprometidas con la igualdad de género en el transporte. Seis de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de acoso mientras se desplazaba en la región, tal y como recogía una encuesta de Thomson Reuters. Las medidas que adoptaron estas urbes iban desde las aplicaciones móviles antiacoso hasta las zonas habilitadas especialmente para ellas en el metro y autobuses.

Acoso callejero en grupo: estos son los relatos de cientos de mujeres

El acoso grupal que se muestra en el informe de Plan Internacional sucede en mayor medida por la tarde y «hasta altas horas de la noche” (un promedio del 44%). Este porcentaje se eleva al 58% en Madrid y al 60% en Sidney. “Preguntarnos cómo y dónde ocurre el acoso en grupo es el primer paso para crear ciudades más seguras para las niñas y mujeres. Hay evidencias de que hay hombres solo acosan cuando están con otros hombres, para reafirmar una identidad grupal y su masculinidad como ‘sexo dominante’”, asegura Nicole Kalms, directora del Lab XYX de la Universidad de Monash.

¿Qué hacer a partir de los testimonios? Emilia Sánchez-Pantoja, directora de incidencia política de Plan Internacional España, afirma que los hombres tienen que ser parte de la solución: “Ya que algunos de ellos son quienes ejercen el acoso, los chicos y los hombres pueden ser catalizadores del cambio en el comportamiento en las calles. Las niñas y mujeres no deberían ser quienes cambien sus comportamientos y sus hábitos para protegerse y sentirse seguras”. Y concluye: “Los hombres y los niños deben reconocer que estas actitudes sexistas son intolerables y aprender a respetar a las niñas y mujeres como iguales. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/04/08/planeta_futuro/1554735886_019173_1554747274_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/04/08/planeta_futuro/1554735886_019173.html

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Argentina: El documental ‘Las maestras de la República’ se proyectó en la Casa de la Lectura de Buenos Aires

Argentina – España / 12 de marzo de 2019 / Autor: Mariana Ruiz / Fuente: Crónicas de la Emigración

RECONSTRUYE, CON IMÁGENES DE ARCHIVO INÉDITAS, LA VIDA DE UNA MAESTRA DE LA ÉPOCA

El Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) presentó este viernes el documental ‘Las maestras de la República’, de Pilar Pérez Solano, en la Casa de la Lectura de la Ciudad de Buenos Aires.

La obra que recupera la memoria de esas mujeres valientes y comprometidas con los derechos de la mujer y de la escuela pública y democrática, obtuvo el Premio Goya al Mejor Documental 2014.

El documental se proyectó en el marco de la programación dedicada al mes de la mujer, reconstruye, con imágenes de archivo inéditas, la vida de una maestra de la época, y a través de ella el legado de tantas maestras republicanas, que llega hasta nuestros días.

El trabajo de Pilar Pérez Solano teje sobre testimonios de investigadores y familiares, el momento histórico que vivieron estas docentes y su participación en la transformación social de España a través de la educación, en los años 30.

Fuente de la Noticia:

http://www.cronicasdelaemigracion.com/articulo/cronicas/documental-maestras-republica-proyecto-casa-lectura-buenos-aires/20190311103348091948.html

ove/mahv

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Entrevista a Everjoice Win, activista feminista: «Las mujeres africanas hemos tenido un ‘Me too’ durante 50 años, era el mundo occidental el que necesitaba despertar»

Redacción: Icíar Gutiérrez/El Diario.es

Entrevista a Everjoice Win, activista feminista zimbabuesa y directora de programas internacionales de la ONG Action Aid

«El mundo occidental no estaba enfrentando la violencia contra las mujeres, no se estaba organizando, porque pensabais que ya habíais ganado la lucha»

«Frases como ‘las mujeres son el motor de África’ suenan bonitas y progresistas, pero no nos reconocen como ciudadanas con derechos, sino como máquinas», asegura

Everjoice Win (Shurugwi, 1965) lleva a sus espaldas décadas de lucha por los derechos de las mujeres dentro y fuera de su Zimbabue natal. La violencia machista, el sida o la desigualdad en el acceso a la tierra han sido algunos de sus frentes. Por eso siempre se ha declarado feminista, incluso cuando sus compañeras europeas, según asegura, le decían que era una palabra del pasado.

«En África, las mujeres hemos tenido nuestro ‘Me too’ durante 50 años, era el mundo occidental el que estaba dormido y necesitaba despertar», afirma con convicción en una entrevista con eldiario.es.

Licenciada en Historia económica, ahora está al frente de Action Aid como directora de programas internacionales de la ONG, desde donde trata de ser esa pieza que conecte los movimientos sociales locales con las organizaciones extranjeras que luchan contra la pobreza y los donantes. «Solo así podemos lograr un cambio», sostiene la activista feminista, que ha estado de visita en España para participar en los encuentros  ‘Mujeres y poder: liderazgo político, conectando luchas y territorios’, organizados por Alianza por la Solidaridad en varias ciudades del país.

La igualdad de género es una de las prioridades de la ayuda al desarrollo en el mundo. Pero, ¿cómo se logra una cooperación verdaderamente feminista en los países de actuación?

Lo primero y lo más importante cuando hablamos de cooperación feminista es preguntarnos, antes de nada, qué voces estamos escuchando, qué experiencias estamos priorizando y qué liderazgos estamos valorando. Para mí, la respuesta está en la gente a la que le afectan directamente los problemas, tanto cuando estamos en Gobiernos como en ONG.

Se trata de cómo nos solidarizamos con estas personas, no tratar de controlarlas o decirles qué tienen que hacer. Es lo más importante: escuchar a las mujeres que están viviendo una realidad determinada y que dicen: ‘Esto es lo que vemos y esto es lo que necesitamos’. Entonces, tenemos que apoyarlas para hacerlo posible. Y jugar, por ejemplo, el papel de conectarlas, porque hay mujeres que están trabajando en distintos países, pero no pueden reunirse unas con otras. Ese debe ser el rol de gente como yo, que las mujeres se conozcan, que hablen, porque las luchas son muy similares y así pueden lograr un cambio mayor. Porque los enemigos que estamos tratando de combatir están bastante conectados, a nivel global y local.

¿Cree que el sector de la cooperación internacional olvida a las organizaciones locales de mujeres? Por ejemplo, los recortes en los fondos pueden acaban afectando al trabajo de estas organizaciones.

No las olvidamos del todo, pero tampoco las escuchamos lo suficiente. Por otro lado, a menudo, no damos prioridad a las voces, al liderazgo o a los conocimientos de las mujeres que viven en las zonas rurales o que tienen un nivel educativo limitado porque no hablan nuestro lenguaje. Me refiero al lenguaje muy técnico, académico y basado en los datos. Ellas expresan sus problemas de una forma propia y muy frecuentemente no las escuchamos.

Cuando nos cuentan qué estrategias no funcionan o cuáles pueden funcionar, a menudo no escuchamos, tratamos de proporcionarles soluciones previamente diseñadas que nosotros creemos que pueden funcionar. Si algo funciona en Kenia, pensamos que va a funcionar en Guatemala, y muchas veces no es así.

Ha sido  especialmente crítica con el estereotipo empleado por las ONG que representa a la mujer africana como «pobre, indefensa y siempre con niños encima». ¿Cómo afectan estos prejuicios a las mujeres? ¿Ha cambiado en algo?

Creo que poco a poco está cambiando, y no es por la industria de la ayuda, sino por el trabajo de las feministas y de las propias mujeres que dicen: ‘Nosotras no somos así, no es nuestra imagen’.

Últimamente he estado trabajando mucho en desastres humanitarios. La industria de la ayuda humanitaria ha esperado hasta 2018 para empezar a hablar de las mujeres en los equipos de primera respuesta. Las mujeres que se encuentran en primera línea de los desastres son a menudo las primeras en llegar. Ha costado mucho tiempo reconocer su liderazgo, su capacidad y su conocimiento, que podríamos apoyar.

Sin embargo, lo que hacemos a menudo es traer gente de fuera, expertos humanitarios, normalmente hombres. Y dejamos a estas mujeres a un lado, a pesar de que fueron las primeras, cuando llegaron las inundaciones o tras el terremoto, en recoger los escombros, identificar a los afectados o proporcionar comida. Desde hace poco, esta imagen está empezando a cambiar. No lo suficiente, pero sí está cambiando.

Aquí se suele usar el mantra ‘Las mujeres de África son el motor del desarrollo de África’. ¿Qué opina de esta afirmación?

(Risas) Cuando la gente dice que las mujeres son el motor del desarrollo de África suena progresista y bonito, pero cuando ves lo que hay debajo, no es así. Lo primero, no viene desde una perspectiva que destaque los derechos humanos de las mujeres: no se les reconoce como ciudadanas, con derechos y necesidades. Con este tipo de expresiones parece que somos máquinas y herramientas para ser utilizadas.

Este es el problema y desafortunadamente no se trata solo de una imagen. Un ejemplo es la idea de que «las mujeres son la espina dorsal de la agricultura africana». Genial. Las mujeres reciben formación para ser mejores agricultoras, pero al final del día, esto no ha cambiado la posición que ocupan: no tienen voz en la toma de decisiones, no se les escucha, sus conocimientos no se toman en cuenta, no salen en los periódicos. Por supuesto, seguro que la agricultura irá mejor, pero, al final, ¿habrán mejorado sus derechos las mujeres ? Este es el gran desafío detrás de frases como esta.

Hay voces que apuntan a que el mundo está inmerso en una cuarta ola feminista con un corazón claro: el ‘Me too’ [yo también], contra la violencia sexual. ¿Es este un análisis occidental? ¿Cómo se está viviendo desde África?

Es muy interesante lo que ha pasado recientemente con el ‘Me too’. Creo que es fantástico y que ofrece enormes oportunidades para que la violencia contra las mujeres esté sobre la mesa. También, para que las mujeres más jóvenes se interesen en el feminismo, algo que no estaba ocurriendo y esto es maravilloso.

Pero, como feminista africana, realmente pienso que ha sido el mundo occidental el que no estaba enfrentando estos problemas, el que no se estaba organizando, porque pensabais que ya habíais ganado la lucha. Hace un par de años, tuve una conversación con compañeras europeas y me decían: «No entiendo por qué sigues refiriéndote a las mujeres como feministas, el feminismo es algo de los 70». Igualmente, algunas jóvenes de otro país europeo me dijeron: «Para nosotras, las leyes están ahí, nos protegen, tenemos los mismos derechos que los hombres, incluso en el hogar ellos realizan trabajos de cuidado no remunerados, así que no entendemos de qué va la lucha feminista”.

El movimiento ‘Me too’ que se ha desencadenado es el despertar de los países occidentales, lo que era necesario que pasara, porque nosotras, en el sur global, hemos estado luchando durante los últimos 50 años. ¿Y qué más hemos hecho además del ‘Me too’? En África, hemos centrado nuestro trabajo contra el VIH/sida, viendo cómo afecta a las mujeres, cómo es el estigma. Ha sido un gran problema para nosotras en las últimas dos décadas. También lo ha sido la violencia sexual que hemos estado sufriendo. Las mujeres hemos estado empoderándonos unas a otras, hablando y alzando la voz. En África, las mujeres hemos tenido un ‘Me too’ durante 50 años, era el mundo occidental el que estaba dormido y necesitaba despertar.

Es algo que las mujeres más jóvenes de Europa deberían aprender de las mujeres africanas y latinoamericanas que han estado organizadas y defendiendo la tierra en Guatemala, luchando contra la guerra en Colombia, contra la violencia en los campus universitarios en Kenia o las mujeres de Sudáfrica organizadas para defender los derechos LGTB. Nosotras hemos estado organizadas en los últimos 50 años. Son las mujeres occidentales las que necesitaban un ‘Me too’ porque no estaban hablando de ello.

Y en la actualidad, ¿cuáles son las principales luchas en las agendas de los movimientos feministas africanos?

Muchas (ríe). El trabajo decente, el mismo salario por el mismo trabajo. Pero claro, muchas mujeres trabajan en la economía informal, así que, ¿qué es lo que pasa con esas mujeres, cuáles son sus derechos? También luchamos por que las mujeres tengan un mayor acceso a las oportunidades laborales y a la educación superior, porque se ha hecho mucho énfasis en la educación primaria en los últimos años, lo que está bien, pero también tenemos que ir a los niveles superiores, que son más caros y no reciben la misma atención del mundo.

Por supuesto, la violencia contra las mujeres en todas sus formas sigue siendo una cuestión crucial. Hay muchas mujeres organizándose. También, la lucha de las minorías sexuales: la heterosexualidad sigue siendo la norma correcta y todavía es un gran desafío ser lesbiana o una persona trans. Cada vez más, la violencia contra las mujeres en Internet, porque en muchos países no hay libertad de prensa, así que muchas mujeres encuentran en estos espacios en las redes sociales, y reciben también unos niveles considerables de violencia en ellos.

A mí, personalmente me preocupa el papel cada vez mayor de la Iglesia pentecostal, que están lanzando un mensaje peligroso sobre el rol de las mujeres, antiaborto, antihomosexualidad… y tienen conexiones con el Estado, porque muchos líderes acuden a estas iglesias y estos mensajes que acaban impactando en las políticas públicas. Es aterrador. No se habla mucho de ello, pero está ahí.

¿Y cuáles han sido los logros?

El África de 1980, cuando empecé a trabajar en los derechos de las mujeres, no es el África de 2018. Ha habido un cambio profundo, absolutamente. Por ejemplo, en la participación política de las mujeres: tenemos un 50% de representación en Ruanda, una presidenta en Liberia. El derecho a la educación cada vez es mayor. En algunos países, las mujeres cuentan con mayores niveles educativos que los hombres. La violencia de género está en las agendas políticas, los 25 de noviembre vemos grandes manifestaciones. Todo esto es increíble y no ha venido de los gobiernos, sino de la lucha de las mujeres feministas, tanto de forma individual, como de las organizaciones y los movimientos por todo el continente. Si ellas no hubieran luchado por este cambio, nunca habría ocurrido.

Si tuviera delante a una mujer blanca feminista y occidental, ¿qué le diría?

Le diría que estamos juntas en esto. Que nos tenemos que mirar unas a otras. Hay mujeres con diferentes historias, que quizás tienen puntos de partida distintos, de clases diferentes. En efecto, nuestras razas son muy diferentes y los privilegios que conllevan también, pero estamos juntas en esto. Lo importante es cómo nos solidarizamos unas con otras, cómo conectamos nuestras luchas, porque las fuerzas contra las que luchamos están juntas: el patriarcado, la heteronormatividad, el racismo -aquí en Europa hay fascismo-… están conectados.

Si echas un vistazo a la Historia, las fuerzas contra las que luchamos son las mismas y están conectadas. Por eso es imprescindible, para ti, hermana, y para mí, que estemos juntas. No significa que olvidemos nuestras diferencias de un plumazo, pero sí hay que ver cómo maximizar nuestras similitudes y la solidaridad. Debemos reconocer no solo el poder que tenemos para cambiar las cosas, sino nuestros privilegios y nuestras desigualdades para ver cómo los juntamos en un poder colectivo que logre el cambio que deseamos.

Fuente: https://www.eldiario.es/desalambre/Africa-mujeres-occidental-necesitaba-despertar_0_841315895.html

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Piden declarar a Puerto Rico en estado de emergencia por la violencia machista

Centro América/ Puerto Rico/ 03.12.2018/ Fuente: www.eldiario.es.

Grupos y organizaciones a favor de los derechos de la mujer en Puerto Rico han exigido declarar a la isla en un «estado de emergencia» ante las 23 mujeres que han fallecido a consecuencia de la violencia machista en lo que va de año, una cifra llamativa cuando se compara con las 11 que fallecieron en todo 2017.

En 2011 fallecieron 25.

Un agravamiento de la situación que el propio gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, reconoció ayer.

La muerte de una sola mujer ya es «una emergencia (…) definir cómo se resuelve esa emergencia no es de un solo grupo, es de la sociedad», dijo.

«Estamos en un estado de emergencia. Llevamos meses diciéndolo, y de que estamos ante una crisis nacional. Hay que atender este problema y tomar las acciones que se requieren y fortalecer los programas», afirmó a Efe la directora ejecutiva de la Coordinadora Paz para la Mujer, Vilma González.

El incidente más reciente ocurrió este miércoles, cuando Ana María Morris, de 60 años, fue asesinada por su exesposo, quien, posteriormente, se suicidó.

«Ciertamente son muertes que se pueden prevenir. Una mujer no debe morir si hubiese un sistema que la apoyara. No podemos seguir esperando a que sigan matando más mujeres para responder a las víctimas», enfatizó hoy a Efe.

La también coordinadora de la Coalición Puertorriqueña contra la Violencia Doméstica y Agresión Sexual explicó que la característica que más sobresale de la violencia machista proviene «del propio machismo y patriarcado que es bastante opresivo con las mujeres».

«Eso se transforma y se traduce a muchas manifestaciones que son bien variadas, como el de tener mayor poder y mayor control en todos los ámbitos», agregó.

Ante toda la problemática, la Colectiva Feminista en Construcción organizó el pasado fin de semana una manifestación frente a La Fortaleza -sede del Ejecutivo puertorriqueño-, donde intentaron entregarle al gobernador Rosselló una petición para que declarara un estado de emergencia en la isla y estableciera un plan de acción junto a la procuradora de la mujer.

Según dijo hoy a Efe la portavoz del colectivo, Shariana Ferrer, algunas de las medidas que se deben utilizar para erradicar la violencia machista son la educación y reconocer el problema en general, del cual dijo que parte tiene que ver con el estado económico y social que se vive en la isla.

Igualmente, mencionó a la desigualdad económica entre hombres y mujeres como otro problema relacionado y el que solo sean las mujeres las que socialmente tienen la responsabilidad de niños, ancianos y el trabajo doméstico.

«Hay que educar en familia, pero en ocasiones tampoco las personas tienen las herramientas», agregó Ferrer.

Ferrer opinó igual que González que una de las raíces del problema es que Puerto Rico vive «bajo un sistema patriarcal que lleva siglos operando» y de esa manera «se genera en la desigualdad que se establece, que los hombres son mejores que las mujeres o que la mujer es inferior».

«El trabajo de educación, prevención y concienciar es relevante», así como el apoyo de organizaciones sin fines de lucro que ayudan a las víctimas, agregó Ferrer.

Por esa misma línea, Ferrer dijo que una gran mayoría de las casas de protección en Puerto Rico, y mayormente en esta época navideña, están llenas y los recursos económicos no son suficientes.

Por otra parte, recomendó crear un comité entre agencias del Gobierno para que cada una de ellas trabaje con la problemática.

Por su parte, Mildred Oyola, directora del Centro de Respuesta Integrada de Apoyo y Servicios para la Mujer de la Procuraduría Auxiliar de Educación y Servicios de Apoyo de la Oficina de la Procuradora de la Mujer, explicó que la raíz del problema proviene «de una combinación de aspectos culturales y educativos, de cómo estamos manejando la educación entre dos géneros».

Añadió que a través de la educación se puede instruir sobre «cómo emocionalmente se manejan las situaciones de las parejas, pues no hay una relación de comunicación, sino de poder entre una y otra, y por ende ocurren estas situaciones de violencia y hostilidad».

«Tenemos que educar para poder prevenir y poder hacer una diferencia entre estos chicos o jóvenes entre lo que es una relación abusiva y la que no. Cuando hay unas situaciones de violencia cuando las parejas se unen, pues trabajar con esa prevención e intervención para que no lleguen a estos sucesos», afirmó.

Fuente de la noticia: https://www.eldiario.es/politica/Piden-Puerto-Rico-emergencia-violencia_0_840967083.html

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