Por: Santiago Sposito
Organicemos asambleas en todas las universidades para profundizar el plan de lucha de estudiantes, docentes, nodocentes y graduados ¡Podemos ganar!
Quince días pasaron desde el 23 de abril donde más de un millón de personas en todo el país desbordamos las calles y las principales plazas tomando como bandera la defensa incondicional de la universidad y la educación pública, en claro rechazo al bestial ajuste del gobierno de Milei. Pero pese a la contundencia de la convocatoria y al claro golpe que recibió el gobierno, todavía no hubo ninguna respuesta satisfactoria a las demandas universitarias y las negociaciones se encuentran empantanadas.
Se impone la necesidad para las comunidades universitarias de reunirse, realizar los balances correspondientes y continuar edificando un plan de lucha hasta quebrar el ajuste y derrotar el plan Milei.
Los rectores le dan aire a Milei, mientras el liberfacho asfixia las universidades
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), compuesto por los rectores de las universidades nacionales, decidió darle aire al gobierno pese a que los funcionarios no dieron una sola respuesta favorable a las demandas universitarias. El último comunicado del CIN publicado el 30 de abril no da lugar a dudas:
“Luego de la extraordinaria manifestación a lo largo y a lo ancho del país por la marcha federal del 23 de abril, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) valoramos la convocatoria y el encuentro con las autoridades de la cartera educativa del Gobierno nacional que se realizó este martes en Buenos Aires (…) Aspiramos a que el camino del diálogo, el trabajo colaborativo y el respeto, lejos de la descalificación y la difamación, permitan resolver los problemas presentes para garantizar las condiciones indispensables para el funcionamiento de las universidades y el buen cumplimiento de sus tareas“. En el mismo comunicado, el CIN confirma que “Avanzamos en el diálogo, pero sin resultados concretos inmediatos, y seguimos bregando por soluciones en el corto plazo“.
Pese a ello, los rectores no comunicaron ningún plan de acción a seguir. De esta forma, las comunidades universitarias quedan a merced de una negociación, de la cual no forman parte, entre los burócratas del Estado y un puñado de rectores ¡Esto es inadmisible! Somos los estudiantes, docentes y no docentes quienes debemos tener la última palabra en este conflicto y, sobre todo, somos los que podemos torcerle el brazo al gobierno. No olvidemos que los rectores son los garantes de la precarización laboral al interior de las universidades desde hace décadas, al igual que del arancelamiento de las carreras de grado y la penetración del lobby capitalista que coloca el desarrollo científico de estudiantes y trabajadores al servicio de los intereses de la casta empresarial, la misma para la cual gobierna Milei.
Es simple: no podemos dejar el destino de las universidades en manos del gobierno y los rectores porque de esa forma vamos a perder ¿O acaso alguien puede pensar que Yacobitti, uno de los máximos responsables del radicalismo porteño, aliado de Martin Tetaz, puede verdaderamente enfrentar a Milei cuando en el Congreso los diputados de su espacio votaron a favor de la “Ley Bases” y se encuentran en pleno “toma y daca” con el gobierno para negociar el apoyo en el Senado? Lo mismo vale para los rectores del peronismo, que cacarean contra Milei pero se encuentran alineados a las distintas fracciones del PJ, que con la CGT a la cabeza pegaron el faltazo al Congreso para que salga dicha ley y colaboraron con la gobernabilidad de Milei. No se puede defender la educación pública pactando con Milei porque el gobierno del libertario es incompatible con la educación pública y con los derechos elementales de la clase trabajadora y los sectores populares.
Desplegar el movimiento estudiantil
Uno de los principales elementos de la rebelión universitaria fue el ingreso masivo del movimiento estudiantil al centro de la lucha. Postales como la histórica movilización de Psicología de la UBA, los 6 mil estudiantes y docentes movilizados de la UNLP, las potentes movilizaciones de los distintos CBC´S (abandonados por la FUBA), las masivas columnas de la UNSAM y la UNGS, la histórica columna independiente de los terciarios de la zona oeste del GBA, solo por mencionar algunos casos particulares que dan muestras del punto de inflexión en la subjetividad del movimiento estudiantil.
La irrupción de les estudiantes cobra aun mayor relevancia si tenemos en cuenta que la mayoría de los centros y federaciones estudiantiles se encuentran en manos de radicales y peronistas que actuaron en todo momento como un freno a la organización estudiantil, y solo gracias a la potencia del movimiento se logró desbordar las barreras de contención de la burocracia. La imposición de asambleas e instancias de lucha de los centros por parte del activismo (como ocurrió en Sociales y en Filo de la UBA) o la puesta en pie de espacios convocados desde abajo por estudiantes, graduados, docentes y nodocentes fueron un acierto y abrieron un canal de intervención masiva para miles de estudiantes. Es el camino que debemos profundizar hasta la huelga general universitaria.
Profundicemos la rebelión hasta la huelga general universitaria
La rebelión universitaria, pese a los bloqueos de los partidos capitalistas, continúa abierta. Hay que convocar a las asambleas y espacios de organización en todos lados para debatir cómo continuar la lucha. El movimiento universitario, apoyado por la mayoría de la población trabajadora y popular, demostró tener la fuerza necesaria para ganar esta pelea, la izquierda debe jugarse a desplegar esa fuerza hasta el final impulsando el frente único de lucha. En ese sentido, la semana de protesta, del 13 al 18 de mayo, convocado por la AGD marca el camino a seguir. Repliquemos en todas las universidades del país acciones de lucha y visibilización del conflicto a través de clases públicas, festivales, ruidazos, abrazos simbólicos a las casas de estudio, cartelazos, semaforazos, etc; en el camino de preparar una acción central junto a los docentes que unifique el movimiento.
La irrupción del movimiento universitario confluye con una tendencia más marcada en el movimiento obrero y popular al hartazgo y repudio al plan antiobrero de Milei. La unidad de obreros y estudiantes puede pasar de su estadío de proclama a una lucha práctica cuando se trate en el Senado la Ley Bases con la reforma laboral. Allí debemos estar las universidades, con los centros, las federaciones y los sindicatos docentes y nodocentes, movilizados masivamente para darle un nuevo golpe al gobierno de Milei y contribuir a la derrota de todo su plan de guerra contra los de abajo que será la victoria de los trabajadores y los estudiantes.
https://prensaobrera.com/universidad/milei-sigue-sin-dar-respuestas-tenemos-que-continuar-la-rebelion-universitaria