India tiene 63 millones de mujeres “desaparecidas” y 21 millones de niñas «no deseadas»

Asia/India/Fuente: Infobae

El gobierno indio dijo hace unos días que había más de 63 millones de mujeres «desaparecidas» de su población. En esa línea desveló que 2 millones desaparecen cada año debido al aborto de fetos femeninos, enfermedades y nutrición inadecuada. También hay 21 millones de niñas indeseadas según datos aportado por la oficina gubernamental.

La estimación de 2017-2018, publicada como parte de la encuesta económica anual del país, reforzó el trabajo de investigadores y científicos sociales, que han argumentado que décadas de preferencia de hijos en la India y su paralelo en China, la política de One Child(un hijo por matrimonio), han producido una burbuja demográfica donde hay un exceso de hombres, una situación que puede tener impactos a largo plazo en la delincuencia, la trata de personas, la tasa general de ahorro y la capacidad de estos hombres para encontrar novias.

«Sabemos que la proporción de sexos en la India es muy sesgada«, dijo el principal asesor económico del gobierno, Arvind Subramanian, señalando que el estudio mostró que los indios tienen «como meta» una preferencia de varón, lo que significa que si tienen chicas, seguirán teniendo hijos hasta que tengan un niño. Esto ha llevado a un estimado de 21 millones de niñas «indeseadas» en la India, que a menudo reciben menos alimentos y educación que sus hermanos.

El estudio, al analizar los números para 2015-2016, mostró que la proporción de sexos en diferentes estados de la India empeoró aun cuando los ingresos mejoraron. Los sociólogos han argumentado durante mucho tiempo que la preferencia de los hijos de la India no solo ocurre en las familias rurales pobres sino también en las de clase media y media alta, donde la tradición dictamina que un hijo continuará con el negocio familiar o heredará la propiedad, aunque legalmente una hija también pueda hacerlo. En los estados agrícolas del norte de Punjab y Haryana, por ejemplo, la proporción de sexos entre los bebés hasta los 6 años es de 1,200 hombres por cada 1,000 mujeres, a pesar de que se encuentran entre los estados más ricos.

«Quizás el área donde la sociedad india – y esto va más allá de los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y los hogares- necesita reflexionar al máximo sobre lo que podría llamarse ‘preferencia de hijos’, donde el desarrollo no está demostrando ser un antídoto«, sugirió la encuesta.

El informe, que recibió una cubierta rosa como un guiño al empoderamiento de las mujeres, dijo que el país ha mejorado en la mayoría de los indicadores de género a medida que ha crecido la riqueza del país. En otras palabras: que las mujeres tienen mejor educación y mayor capacidad sobre las compras y otras decisiones en sus hogares.

Sin embargo, el porcentaje de los que trabajan ha disminuido con el tiempo: del 36 por ciento de las mujeres empleadas fuera del hogar, al 24 por ciento en 2015-2016. Eso es, en gran parte, porque los ingresos crecientes de los hombres han permitido a las esposas retirarse de la fuerza de trabajo y centrarse en la crianza.

Fuente: https://www.infobae.com/america/wapo/2018/02/16/india-tiene-63-millones-de-mujeres-desaparecidas-y-21-millones-de-ninas-no-deseadas/

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CIDH culmina visita de trabajo a El Salvador con observaciones a la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas.

 América del Norte/Washington, D.C./María Isabel Rivero/Oficina de Prensa y Comunicación de la CIDH –

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una visita de trabajo a El Salvador del 20 al 22 de noviembre de 2017. La visita tuvo como objetivo monitorear la situación de derechos humanos en El Salvador y, en particular, la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas. La delegación estuvo integrada por la Comisionada Margarette May Macaulay, en sus calidades de Relatora de la CIDH para los Derechos de las Mujeres y de Relatora de país, así como por especialistas de la Secretaría Ejecutiva de la CIDH.

La CIDH sostuvo reuniones de trabajo con diversas autoridades de los tres poderes del Estado, con el objetivo de conocer la situación actual de los derechos humanos en el país y, en especial, la situación de los derechos de las mujeres y de las niñas en El Salvador. En reuniones con representantes del Estado, la CIDH obtuvo información relativa a legislación, políticas nacionales y mecanismos de protección de los derechos de las mujeres y de las niñas.

La delegación de la CIDH sostuvo una reunión con representantes de diversas agencias de Naciones Unidas presentes en el país. En esta reunión, se trataron temas relativos a las consecuencias del contexto de inseguridad ciudadana en el país y al panorama actual de derechos de las mujeres y de las niñas en El Salvador. De manera particular, se abordó la situación actual relativa a los derechos sexuales y reproductivos, a la participación política de las mujeres, a la situación de vulnerabilidad de las mujeres migrantes y a los desafíos que siguen enfrentando las niñas y las adolescentes en el país.

Asimismo, durante su visita de trabajo la CIDH se reunió con organizaciones de la sociedad civil salvadoreña. En particular, las organizaciones enfocadas en la defensa de los derechos de las mujeres y de la niñez destacaron la prevalencia de la discriminación y de la violencia de género contra las niñas y las mujeres. Por otra parte, diversas organizaciones de derechos humanos informaron principalmente sobre los desafíos relacionados con las violaciones a los derechos humanos derivadas de la situación de inseguridad ciudadana, así como los obstáculos a los que se enfrentan personas pertenecientes a grupos en situación de especial de vulnerabilidad, como las personas LGBTI, las mujeres defensoras de derechos humanos, las mujeres periodistas y las mujeres con discapacidad.

De igual forma, durante su visita a El Salvador la CIDH participó en dos eventos organizados por organizaciones de la sociedad civil y por instancias académicas con el fin de promover estándares interamericanos de derechos humanos. En particular, la Comisionada Macaulay participó en el evento “Mujeres y Niñas en El Salvador: situación de derechos sexuales y reproductivos” y en el foro “Estándares Interamericanos sobre la Elección de Jueces en Altas Cortes: aportes para la designación de la Sala de lo Constitucional en El Salvador”.

La CIDH observa algunos avances por parte del Estado de El Salvador en materia de seguridad ciudadana y de los derechos de las mujeres y otros grupos en situación especial de riesgo, como el “Plan El Salvador Seguro” o el programa “Ciudad Mujer”. Al mismo tiempo, la CIDH expresa su profunda preocupación por las vulneraciones a los derechos humanos derivadas de la inseguridad ciudadana, la falta de acceso universal a servicios básicos y la ausencia de recursos presupuestarios para el correcto funcionamiento y desarrollo de las políticas dedicadas a derechos humanos. Respecto de los derechos de las mujeres y de las niñas, la CIDH advierte la prevalencia de violencia y discriminación contra ellas, que se refleja claramente en la situación de criminalización total del aborto en el país.

En sus Conclusiones y Observaciones sobre la visita de trabajo de la CIDH a El Salvador, en anexo a este Comunicado de Prensa, la CIDH ha observado los temas relativos a seguridad ciudadana y presencia militar en tareas de seguridad pública; los impactos diferenciados del contexto de criminalidad en mujeres, niñas, personas migrantes y otros grupos en situación de vulnerabilidad; la política criminal y la situación de las personas privadas de libertad; la situación de discriminación y violencia estructural contra personas LGBTI; la situación de derechos humanos de las mujeres con discapacidad; así como las amenazas y acoso que sufren las mujeres defensoras de derechos humanos, las mujeres periodistas y las mujeres con compromisos políticos.

De igual forma, en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, la CIDH observa con gran preocupación la situación de derechos humanos de mujeres y niñas en el país en lo relativo a la prevalencia de violencia contra las mujeres, incluyendo asesinatos, desapariciones y violencia sexual contra mujeres, muchas de ellas mujeres jóvenes y niñas, así como la situación general de impunidad en lo referente a estos casos. De igual forma, la Comisión se refiere a la prohibición del matrimonio infantil en el país así como al elevado número de adolescentes en unión de hecho en El Salvador, y a los numerosos impactos negativos que sufren los derechos de las niñas y adolescentes que entran en una unión de hecho antes de los 18 años.

Durante su visita a El Salvador, la CIDH conoció con gran preocupación la normativa que penaliza el aborto en todas circunstancias. Como observa la Comisión en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, el artículo 133 del Código Penal rige actualmente la penalización absoluta de la interrupción voluntaria del embarazo, incluso cuando la vida de la mujer estuviere en riesgo. Además, el artículo 1o de la Constitución Política del país establece el reconocimiento de la persona humana desde el momento de la concepción. En este sentido, la Comisión insta a El Salvador a tener presentes los estándares interamericanos desarrollados en la sentencia del caso Artavia Murillo y otros v. Costa Rica (“Fecundación in Vitro”) donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos concluyó que el embrión no puede ser entendido como persona para efectos del artículo 4.1 de la Convención Americana.

Como ha reiterado la Comisión en informes anteriores, la criminalización absoluta del aborto tiene consecuencias directas en las cifras de morbilidad y mortalidad materna. Sin opciones legales, seguras y oportunas, muchas mujeres han de someterse a prácticas peligrosas e incluso mortales; se abstienen de requerir servicios médicos o tienen emergencias obstétricas sin la necesaria atención médica. La Comisión reitera que la criminalización absoluta del aborto en El Salvador, al imponer una carga desproporcionada en el ejercicio de los derechos de las mujeres y las niñas y crear un contexto facilitador de abortos inseguros, desconoce las obligaciones internacionales que tiene el Estado de respetar, proteger y garantizar los derechos de las mujeres a la vida, a la salud y a la integridad.

De igual forma, la Comisión expresa su preocupación ante el hecho de que, si bien si bien el Código Penal establece penas de hasta 12 años en lo relativo al aborto, muchas mujeres que sufren complicaciones obstétricas o abortos espontáneos son condenadas por homicidio agravado y sentenciadas hasta con 40 años de cárcel, en base a la sospecha de haberse inducido un aborto y en posible violación de su derecho al debido proceso. Como lo señala la CIDH en las Conclusiones sobre la visita de trabajo realizada a El Salvador, estas sentencias se darían en el marco de juicios que no respetarían las garantías judiciales de las acusadas. Igualmente, la normativa en la que se basan estas sentencias estaría en clara contradicción con el derecho al secreto médico, lo que impediría que los profesionales de salud cuenten con condiciones de seguridad jurídica necesarias para el correcto ejercicio de su responsabilidad como garantes de la salud de sus pacientes.

Según las informaciones obtenidas por la CIDH durante la visita, 27 mujeres estarían actualmente cumpliendo sentencias de este tipo. En este sentido, compartiendo las recomendaciones realizadas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas tras su visita al país, la CIDH exhorta a El Salvador a emprender un moratorio a la aplicación del artículo 133 del Código Penal; a revisar detenidamente las condenas en cada uno de estos 27 casos mencionados en miras a asegurar el juicio justo y libre de estereotipos a cada una de las mujeres y, de probarse lo contrario, a poner en libertad a estas mujeres.

Asimismo, la CIDH insta a El Salvador a adoptar legislación dirigida a garantizar a las mujeres el ejercicio efectivo de sus derechos sexuales y reproductivos, en el entendido que la denegación de la interrupción voluntaria del embarazo en determinadas circunstancias puede constituir una vulneración a los derechos fundamentales de las mujeres, niñas y adolescentes.

La CIDH agradece al Estado, las organizaciones de la sociedad civil, las agencias internacionales y el pueblo de El Salvador por su colaboración en el desarrollo de esta visita. La CIDH seguirá dando seguimiento a los esfuerzos del Estado en el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia de derechos de las mujeres y de las niñas. De igual forma, como ha sido reiterado por la Comisionada Macaulay durante la visita de trabajo, la CIDH espera tener la oportunidad de realizar una visita in loco a El Salvador próximamente, con el fin de observar de manera más amplia los logros y los desafíos de ese país en  materia de derechos humanos.

Este comunicado tiene un anexo con las conclusiones de la Comisión sobre la situación de derechos humanos que ha observado durante la visita al país.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

Anexo: Conclusiones y observaciones sobre la visita de trabajo de la CIDH a El Salvador

Fuente: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2018/011.asp

Imagen tomada dehttp://periodicoleo.com/img/2017/12/IZT-PRE-17-797×445.png

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Nigeria: Girls’ education is the best investment we can make to grow the world’s economies

Nigeria/Noviembre de 2017/Autor: Farrah Mohamed/Fuente: Quartz

Resumen: Si le preguntas a la mayoría de las personas si creen que las niñas deberían ir a la escuela, responderán que sí. Supongo que la mayoría de ustedes que leen esto ahora se sienten ofendidos por la idea de un mundo en el que las niñas todavía no son iguales para los niños en cuanto a educación y oportunidades. Sin embargo, esta es la realidad de 130 millones de niñas que no asisten a la escuela en todo el mundo. Si bien la mayoría de la gente no lo considera uno de los problemas más apremiantes de nuestro mundo, la evidencia muestra que la educación de las niñas es la mejor inversión que podemos hacer para hacer crecer las economías, mejorar el aire que respiramos, reducir el riesgo de conflictos violentos y avanzar en la salud pública .

If you ask most people if they believe girls should go to school, they’ll answer yes. I would guess that most of you reading this right now are offended by the idea of a world where girls are still unequal to boys in education and opportunity. Yet this is the reality for 130 million girls out of school around the world.

While most people don’t count it as one of our world’s most pressing problems, evidence shows that girls’ education is the best investment we can make to grow economies, improve the air we breathe, reduce the risk of violent conflict and advance public health.

Here are the facts:

  • If all girls went to school for 12 years, low- and middle-income countries could add $92 billion per year to their economies.
  • Educated girls are less likely to marry young or contract HIV—and more likely to have healthy, educated children.
  • The Brookings Institution calls secondary schooling for girls the best and most cost-effective investment against climate change.
  • When a country gives all its children secondary education, it cuts its risk of war in half.

As CEO of Malala Fund, I’ve travelled to countries where girls are fighting poverty, early marriage, war and conflict to go to school. Their individual stories confirm what multiple studies show: educated girls improve their communities and countries.

16-year-old Sydney lives in an indigenous community outside Oaxaca, Mexico. Girls in Mexico are free to go to school, but about half leave school before graduating, often because of teen pregnancy or child marriage.

When Sydney reached secondary school age, her grandfather expected her to drop out and marry, like her mother and grandmother before her. But Sydney had other plans. She wanted to stay in school, go to university and become her town’s first pediatrician.

Having fought and won her own battle against cultural norms and family pressure, Sydney hosts a local radio show advocating for girls’ education and equality. She tells listeners that economically independent women are more equipped to care for their families and contribute to their communities—that everyone advances when women are allowed to fulfill their potential.

In Nigeria, fear of violence marked 20-year-old Amina’s school years. Amina lives in the north of the country where Boko Haram extremists routinely kidnap schoolgirls. While some escaped or were released through government negotiations, many others have been forced to marry their captors or become child soldiers, sold into slavery or killed. Going to school is an act of extreme bravery for girls in Amina’s region.

Despite the risks, Amina recently graduated secondary school. Her favourite subject is chemistry; she hopes to study science education at university and become a teacher.

She’s already had some practice—for years she served as a mentor to girls in her community. After her own classes, she taught out-of-school girls to read and write. Amina also helped these girls understand reproductive health, a subject rarely discussed in her community.

Girls like Amina and Sydney are filling in for failing governments. It is no surprise that the countries with the highest numbers of girls out of school also spend the least on education.

UNESCO recommends that developing country governments spend 20% of their annual budget on education—but most fall well short of this target. None of the nine most populated countries in the global South increased their education budgets in the last two years, despite repeated commitments to get all girls in school by 2030.

Nigeria is the richest country in Africa, but has the highest number of out-of-school girls. In the last three years, the Nigerian government cut the education budget from 9% to 6%. Mexico enacted an austerity budget this year, reducing education spending by 4%, according to news reports.

Developing country leaders aren’t alone in breaking their promises. Donor countries have flatlined or decreased their education aid in the last two years.

If aid to education and domestic spending continue to decline, we risk leaving millions of girls uneducated and unprepared for the future.

Consider these two facts:

  • UNESCO estimates that the world could have 40 million job vacancies by 2020, but not enough educated workers to fill them.
  • Today 76% of men participate in the global labour market, but only 46% of women are employed.

The answer seems obvious, doesn’t it? Modern economies need educated women. And girls are the key to a safer, healthier, wealthier world.

Whatever the challenges facing our world, I know I want girls like Sydney and Amina to help solve them. Our future depends on girls. And their future depends on our leaders. Malala Fund will continue to hold them accountable—for 130 million girls out of school and for all of us.

Fuente: https://qz.com/1119055/malala-fund-ceo-girls-education-is-the-best-investment-to-grow-the-worlds-economies/

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Africa: Make Girls’ Access to Education a Reality

África/Julio de 2017/Fuente: Human Rights Wath

Resumen: Millones de adolescentes embarazadas y casadas de muchos países africanos se les está negando su educación debido a políticas y prácticas discriminatorias, dijo hoy Human Rights Watch en el Día del Niño Africano. Más de 49 millones de niñas están fuera de la escuela primaria y secundaria en el África subsahariana, 31 millones de ellas de educación secundaria, socavando sus derechos y limitando sus oportunidades. El matrimonio precoz y el embarazo en la adolescencia son factores importantes. En el África subsahariana, el 40% de las niñas se casan antes de los 18 años y los países africanos representan 15 de los 20 países con las tasas más altas de matrimonio de niños a nivel mundial. La región también tiene la mayor prevalencia mundial de embarazos de adolescentes. En 14 países subsaharianos, entre el 30 y el 51 por ciento de las niñas dan a luz antes de los 18 años. Las creencias culturales o religiosas a menudo estigmatizan a las niñas solteras y embarazadas, con el resultado de que muchas niñas embarazadas son forzadas a matrimonios tempranos.

Millions of pregnant and married adolescent girls across many African countries are being denied their education because of discriminatory policies and practices, Human Rights Watch said today, on the Day of the African Child. More than 49 million girls are out of primary and secondary school in sub-Saharan Africa, with 31 million of them out of secondary education, undermining their rights and limiting their opportunities.

Early marriage and teenage pregnancy are significant factors. In sub-Saharan Africa, 40 percent of girls marry before age 18, and African countries account for 15 of the 20 countries with the highest rates of child marriage globally. The region also has the world’s highest prevalence of adolescent pregnancies. In 14 sub-Saharan countries, between 30 and 51 percent of girls give birth before they are 18. Cultural or religious beliefs often stigmatize unmarried, pregnant girls, with the result that many pregnant girls are forced into early marriages.

“The African continent has one of the world’s highest rates of adolescent pregnancy, but many governments insist on tackling this social and public health challenge by punishing girls and jeopardizing their future,” said Elin Martínez, children’s rights researcher at Human Rights Watch. “Governments should focus on helping girls prevent unintended pregnancies and support their efforts to stay in school.”

Although most sub-Saharan African countries have made commitments to guarantee compulsory primary and lower-secondary education for all children, many exclude or expel pregnant girls and young mothers from school.

Tanzania and Sierra Leone are among the sub-Saharan African countries that have harmful policies and practices that discriminate against pregnant and married girls, Human Rights Watch research shows. In Tanzania, Human Rights Watch found that school officials conduct pregnancy tests and expel pregnant students. Nineteen-year-old Rita, from northern Tanzania, said she was expelled when she became pregnant at age 17. “Teachers found out I was pregnant,” she said. “I found out that no student is allowed to stay in school if they are pregnant … I didn’t have the information [sexual education] about pregnancies and what would happen.”

Some countries, including Cameroon, South Africa, and Zambia, have adopted “re-entry” policies so that adolescent mothers can return to school after giving birth. However, even if governments have these policies, school officials often fail to carry them out adequately or at all. Young mothers frequently lack support to re-enroll due to school fees and related costs, limited support from their families, stigma in school, and a lack of affordable childcare and related early childhood services.

Many adolescent girls become pregnant because they lack the information needed to make informed decisions about their sexuality, family planning, and their reproductive health, while others are coerced into sex and require protection and access to health services and support. According to the United Nations, 80 percent of women ages 15 to 24 who have HIV globally live in sub-Saharan Africa and across the continent, and girls aged 15 to 19 are five times more likely to be infected with HIV than boys.

Sexuality and reproduction are often not included in the national school curricula. In a handful of countries where they are included in HIV awareness or “life skills” programs or subjects, teachers are frequently unwilling to teach these subjects because of the sexual and reproductive health content, or due to constraints on teaching time and resources.

All African governments have made a commitment to the UN Sustainable Development Goals to guarantee gender equality and universal access to free primary and secondary education for all children by 2030. The African Union has recognized the importance of ending child marriage, understanding that it is a major impediment to regional development and prosperity, and of eliminating all forms of gender-based violence and discrimination.

African governments should guarantee that girls have equal access to free quality primary and secondary education and support to stay in school, Human Rights Watch said. Governments should reverse harmful policies and practices that stigmatize girls, including forced pregnancy testing and regulations that allow for the expulsion of pregnant or married girls. Governments should also adopt laws that clearly set 18 as the minimum marriage age for boys and girls.

They should also adopt clear guidelines that instruct schools to re-enroll young mothers, provide support services in schools, and ensure that young mothers have access to early childhood services. Governments should also ensure that all children have access to age-appropriate, comprehensive sexuality, and reproductive education. Where possible, school-based services should be connected to youth-friendly health services to ensure that adolescents receive impartial, nonjudgmental information.

“Governments have the prime responsibility to ensure that girls access free primary and secondary education, without facing stigma and discrimination,” said Martínez. “All governments should scrap policies that exclude pregnant or married girls, and put in place special measures to ensure that all adolescent girls can go to school.”

In Girls’ Own Words

Malawi
In Malawi, roughly half of all girls marry before age 18. Between 2010 and 2013, 27,612 girls in primary and 4,053 girls in secondary schools dropped out due to marriage. During the same period, another 14,051 primary school girls and 5,597 secondary school girls dropped out because they were pregnant.

Girls told Human Rights Watch that marriage interrupted or ended their education, and with it their dreams to be doctors, teachers, or lawyers. Many said that they could not return to school after marriage because of lack of money to pay school fees, childcare, flexible school programs or adult classes, and the need to do household chores. Others said that their husbands or in-laws would not allow them to stay in school.

Kabwila N., 17, said she left school in standard eight at age 15 because of poverty. She said she could not go back to school because she felt ashamed about her pregnancy: “I would not want to go back to school because I started having sex with my boyfriend while at school. I am not fit to go back.”

South Sudan
In South Sudan, 52 percent of girls marry before their 18th birthday. According to UNESCO, over 1.3 million primary-school-age children are out of school, and the country has the world’s lowest secondary school enrollment rate, at four percent.

Mary K., of Yambio County, said: “My father refused me to go to school. He said it is a waste of money to educate a girl. He said marriage will bring me respect in the community. Now I have grown up and I know that this is not true. I cannot get work to support my children and I see girls who have some education can get jobs.”

Anyier D., 18, said that her uncles forced her to leave school at 14 in 2008 to marry an old man she did not know: “I would wish to return to school even if I have children. People think that I am happy but I am not because I don’t have an education. I don’t have something of my own and I am only cleaning offices. If I had gone to secondary school, I would get a good job.”

Tanzania
In Tanzania, fewer than a third of girls who complete primary schooling complete lower-secondary school, and over 15,000 girls drop out annually due to pregnancy. Human Rights Watch found that in some cases adolescent girls dropped out of lower-secondary school due to sexual exploitation and violence by teachers.

Joyce, 17, from Shinyanga, said: “There are teachers who engage in sexual affairs with students – I know many [girls] it has happened to … If a student refuses, she is punished … I feel bad … even if you report the matter it won’t be taken seriously. It makes us feel unsafe. Three girls dropped out because of teachers and sex in 2015.”

Fuente: https://www.hrw.org/news/2017/06/16/africa-make-girls-access-education-reality

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Libro: Adolescent Girls in Disaster & Conflict

Adolescent Girls in Disaster & Conflict

Interventions for Improving Access to Sexual and Reproductive Health Services

No. of pages: 88

Publication date: August 2016

Author: UNFPA

Publisher: UNFPA

Resumen: Millones de niñas y adolescentes necesitan ayuda humanitaria. Una crisis agrava su vulnerabilidad a la violencia de género, el embarazo no deseado, la infección por el VIH, la muerte materna y la discapacidad, el matrimonio forzoso y temprano, la violación, la trata y la explotación y el abuso sexual. En las emergencias, las niñas adolescentes necesitan una programación adaptada para aumentar su acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, y protegerlos de la violencia de género. Desde espacios seguros hasta clínicas móviles hasta la participación de los jóvenes, el FNUAP utiliza diferentes enfoques para llegar a las adolescentes desplazadas, desarraigadas y afectadas por la crisis en un momento crítico en sus vidas jóvenes. Esta publicación presenta nuevos estudios de casos sobre el acceso de las niñas adolescentes en situaciones humanitarias a través de programas en Malawi, Myanmar, Nepal, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Somalia.

Millions of adolescent girls are in need of humanitarian assistance. A crisis heightens their vulnerability to gender-based violence, unwanted pregnancy, HIV infection, maternal death and disability, early and forced marriage, rape, trafficking, and sexual exploitation and abuse. In emergencies, adolescent girls need tailored programming to increase their access to sexual and reproductive health services, including family planning, and to protect them from gender-based violence.

From safe spaces to mobile clinics to youth participation, UNFPA uses different approaches to reach displaced, uprooted and crisis-affected adolescent girls at a critical time in their young lives. This publication features new case studies on reaching adolescent girls in humanitarian situations from programmes in Malawi, Myanmar, Nepal, Nigeria, Pakistan, the Philippines and Somalia.

Fuente: http://www.unfpa.org/publications/adolescent-girls-disaster-conflict

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Ana Magallanes y Elena Callealta: «Los menores tienen normalizados los comportamientos que sustentan el maltrato»

Ana Magallanes y Elena Callealta recorren los colegios de Andalucía concienciando sobre la violencia de género en Bachillerato y en Secundaria

Europa/España/LaVozDigital.es

La violencia machista no es una realidad lejana que salga solamente en la televisión. Una de cada tres mujeres en el mundo será víctima de ella. En las primeras diez semanas del año han sido asesinadas en España nada menos que 19 mujeres. El año pasado 44 mujeres murieron a manos de sus parejas o exparejas en España. Tan sólo 15 de las asesinadas habían denunciado a su agresor. En Cádiz, 15 mujeres han muerto por violencia machista desde 2003. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial, el año pasado 3.915 mujeres presentaron denuncias en la provincia, lo que supone casi once casos al día. Las cifras hablan por sí solas pero reflejan tan solo la punta del iceberg. La violencia de género afecta a mujeres de todas las edades y no distingue clase social, situación laboral, lugar de residencia, nivel educativo, posicionamiento ideológico o religión. La Junta de Andalucía registró el año pasado 385 denuncias de chicas entre 14 y 17 años.

En Cádiz, de las 3.915 mujeres denunciaron ser víctimas de machista, 385 fueron chicas de entre 14 y 17 años

«Es un tema que debe preocuparnos porque por estadísticas somos candidatas», alerta la pedagogaAna Magallanes. La formadora gaditana lleva años trabajando con temas de violencia de género e inteligencia emocional. Desde hace un año recorre junto con Elena Callealta, también formadora y psicopedagoga, los colegios andaluces impartiendo talleres para concienciar a los más jóvenes de una realidad a la que, en demasiadas ocasiones, no se le da la importancia que tiene. Las gaditanas trabajan desde Mesáuricasofreciendo programas tanto a las Administraciones Públicas como a empresas privadas. «Por ejemplo, –repasa Magallanes– hace poco hemos tenido un programa de empoderamiento con mujeres de la casa de acogida, mujeres en riesgo de riesgo de exclusión social, prostitución, inmigrantes y madres adolescentes».

En ocasiones, se ocupan facilitar una educación primaria; otras veces, realizan una segunda socialización enseñando a desprenderse de lo aprendido para poder adquirir una manera nueva de hacer las cosas. «Es necesario vigilar los comportamientos que arrancan cuando los jóvenes empiezan a tener las primeras relaciones afectivo-sexuales porque esos pequeños detalles sustentan las relaciones de desigualdad del futuro», advierten.

Uno de los objetivos de los talleres que imparten es erradicar la violencia como mecanismo para la resolución de conflictos. Para lograrlo, analizan las causas que la generan, ofrecen estrategias para reconducir las conductas y abogan por el uso de la inteligencia emocional como la mejor herramienta para solucionar los conflictos. «Plantar cara y posicionarse es fundamental para resolver esas situaciones desde el principio, para atajar conductas agresivas», sostienen. La perspectiva de género siempre está presente tanto si trabajan con el objetivo de empoderar a las mujeres para que tomen conciencia de sus derechos, como cuando facilitan a los hombre estrategias emocionales para que resuelvan los conflictos sin violencia. El sexismo a limitado al uso de la agresividad como el único recurso que se les valora en los varones.

Cercanía y sencillez

Los talleres que realizan Ana y Elena deben ser dinámicos para facilitar la participación de los jóvenes y se asemejan más a charlas cercanas con casos prácticos donde se recurre al humor, la ironía y el sarcasmo. Cuentan experiencias personales que exponen en improvisados teatrillos que realizan ellas o los adolescentes. Usan como recurso el ‘roleplay’, juego de roles, una dinámica de grupo en la que varias personas dramatizan situaciones de la vida real y actúan según el papel que se les ha asignado. Así, a partir de las conductas propias de los adolescentes, van desmontando mitos que existen como el que «etiqueta de chico guay al chico más gallito y chulo del instituto. Los menores tienen normalizados los comportamientos que sustentan el maltrato»», explica Magallanes.

También emplean material audiovisual como cortos y recurren a lo que se llama «aprendizaje por descubrimiento» que permite que los jóvenes sean los que analicen de una manera crítica los productos que consumen y reflexionen sobre ellos para que «sean dueños de su propio aprendizaje».

Otro aspecto a tener en cuenta es que las víctimas de acoso cada vez más jóvenes. Según el II Estudio sobre bullying y ciberbullying realizado por Fundación Mutua y Fundación ANAR en 2016 se ha reducido la edad media del acosado a los 10,9 años (desde los 11,6 del informe previo), que el problema sigue afectando en una proporción muy similar a chicos y chicas (casi en un 50%), y que aumenta significativamente el número de víctimas de siete años o menos. El problema se agrava cuando docentes y familias minimizan las actitudes de acoso y no se consideran como bulling la coacción, el aislamiento, la exclusión social, el hostigamiento y la intimidación.

«Para luchar contra este problema, los países nórdicos han implantado un programa que está funcionando muy bien y que ha conseguido bajar la incidencia en más de una 90%», explica Magallanes. La pedagoga gaditana hace referencia a KiVa, un sistema que no solo detiene a los acosadores sino que también aumenta el bienestar y la motivación por estudiar. El programa busca que el grupo esté concienciado para no permitir ciertas conductas ni considerarlas como válidas. Influye en los testigos para que no apoyen y rían la actuación del acosador. «La sociedad tiene que ser consciente de que es un problema de todos y que no es del ámbito privado.Es un problema social», concluye.

El teléfono de atención gratuita contra la violencia de género es el 016. No deja rastro en la factura y está disponible las 24 horas.

Fuente: http://www.lavozdigital.es/cadiz/lvdi-jovenes-maltratadores-no-conscientes-201705011639_noticia.html

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Castigados sin fiesta o el papel de la educación del siglo XXI en el terreno de la no-discriminación sexual

Por María Acaso

 

Hay veces que en los libros encontramos frases que parecen escritas por una misma, así que mientras disfrutaba Americanah, (la primera novela que leo de la escritora nigeriana Chimamanda Adiche), pedí de manera urgente un bolígrafo para subrayar el siguiente párrafo:

“A los estadounidenses debían de enseñarlos, desde primaria, a decir siempre algo en clase, lo que fuese. Así que ella permanecía muda, rodeada de estudiantes instalados relajadamente en sus sillas, todos rebosantes de saber, no sobre la materia, sino sobre cómo estar en clase” (p.307)

Saber estar en clase. Saber cuándo hablar y cuándo callar. Saber cuándo es el mejor momento (dentro de que todos son malos) para pedir permiso e ir al baño. Saber desconectar. Saber conectar para enterarse de la fecha del examen. Saber con quién te puedes meter y con quién no. Saber si debes hacerle un poco más la pelota a la profesora. Saber a quién tienes que invitar o no a tu fiesta de cumpleaños.

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Parte del Taller “Azul, rosa o blanco” diseñado e implementado por Patricia Rainjenstein

Uno de los saberes que más rápidamente aprendemos en la escuela, en la universidad, en los cursos de lengua extranjera, es el saber procedimental de a quién debemos discriminar y a quién no, a quién debemos meter en nuestro círculo y a quién no, a quién debemos pedir el teléfono y a quién no. Y estos pequeños gestos invisibles, a pesar de ser un tema tabú que jamás se hacen explícitos, se convierten en el verdadero Saber con mayúsculas, un cuerpo de conocimientos que no tiene nada que ver con el currículum, con la materia, sino que tienen que ver sobre cómo estar, sobre cómo vestir, sobre de quién nos debemos hacer amigos y a quién debemos ignorar.

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“Soy normal” parte del kit de trabajo de la sesión “Salir del armario” diseñado por Clara Megías

Nadie nos examina sobre estos contenidos, no figuran en el libro, ni en las leyes, ni en la programación, y precisamente porque no son parte del simulacro que no cesamos en denunciar, son saberes que aprendemos a fuego: el marica, la marimacho, los que no encajan comienzan a ser vistos como raros, diferentes, extraños y poco a poco, (y quizás hoy sin insultos pero con la misma radicalidad),quienes no encajan en la norma dejan de ser invitados a las fiestas de cumpleaños.

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Parte del Taller “Azul, rosa o blanco” diseñado e implementado por Patricia Rainjenstein

Porque estos saberes están absolutamente impregnados del velo de la heteronormatividad, de la norma que impone las relaciones heterosexuales como las únicas posibles y, un poco más allá, nos hace entender el universo como un lugar binario donde solo existe la posibilidad de ser mujer u hombre, sin gamas de grises ni identidades mezcladas, ni donde se contempla una idea mucho más subversiva:que los roles de género no sean sino estén, es decir, no se configuren desde el inicio y para siempre sino que roten, cambien, se alteren de manera que en un momento nos sintamos más cerca de un género y, cinco minuto más tarde, nos sintamos de otro.

Las consecuencias de que la escuela y la universidad contribuyan a representar la heterosexualidad como única opción sexual no son baladíes, muy al contrario, son consecuencias en muchos casos dramáticas tanto física como psíquicamente y creo que no hace falta ahondar en el tema de bullying homofóbico que cada curso escolar nos conduce a varios suicidios públicos y seguro que a muchos más privados. Y esta es la razón, por la que la tercera sesión de la Escuela de Educación Disruptiva 2015 “Salir del armario: pedagogías queer y otras formas de abordar la identidad sexual en el aula”, se construyó bajo la idea de que todas las personas tienen derecho a vivir la vida sin discriminación y que debemos de abordar cualquier tema desde la complejidad.

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Remedios Zafra en acción

Para trabajar estos temas contamos con tres personas que no atienden a etiquetas tal y como se demostró en su presentación, ya que Remedios Zafra optó por no definirse de una sola manera y aceptar que no ha sido siempre la misma, Lucas Platero aceptó no ser conformista, ni ser una persona trans como dicta el DSM5, mientras que nuestra tercera invitada, Patricia Rainjenstein no le gusta ir a lugares comunes cuando construye una relación, además de no ser Picasso, ni Frida Khalo….

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Parte del Taller “Azul, rosa o blanco” diseñado e implementado por Patricia Rainjenstein

Remedios Zafra nos deslumbró con su trabajo sobre qué es el feminismo en el siglo XXI, los movimientos Queer y Ciberfeministas, así como la potencia de los activismos de Género en la educación y en la tecnología. Lucas Platero nos hizo un favor increíble al aterrizar todos los conceptos expuestos por Remedios en el aula, ejemplificando cómo es posible abordar temas aparentemente complicados en la cotidianidad de la educación primaria, la secundaria o la universidad, con un contagioso sentido del humor utilizado de manera política para salir del victimismo y la tristeza, desplazando el miedo hacia la curiosidad. Lucas interpeló el concepto “normal” y nos propuso un término nuevo: interseccionalidad, la creencia de que las discriminaciones están entrelazadas y no se pueden resolver por separado.

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Lucas Platero en acción

Y finalmente Patricia Raijenstein encardinó todos estos conceptos en nuestros cuerpos mediante el taller “Rosa, azul o blanco” en el que las cárceles del amor romántico se abrieron mediante opciones de relaciones contemporáneas como el poliamor o la anarquía relacional.

Hay temas en que es más importante des-aprender que aprender,des-aprender a insultar, des-aprender a reírnos, des-aprender a darnos codazos. Des-aprender lo que nos dicen las películas, las novelas y hasta los libros de texto para abrazar los lujos de la diversidad, de los cuerpos y las mentes complejas que nos llevan a construir identidades heterogéneas en todos los casos, inclasificables por definición. En la educación por la que luchamos, en una educación que aborde las complejidades del siglo XXI y que se entienda como verdaderamente democrática, no podemos seguir discriminando veladamente: la comunidad educativa tiene un papel urgente que abordar para que todos seamos invitados a todas las fiestas.

Vídeos de las conferencias, materiales de las sesiones (incluye power points), fotos y Storify de la sesión aquíhttp://eed.fundaciontelefonica.com/sesion-3-eed2015/

Fuente: http://www.mariaacaso.es/castigados-sin-fiesta-o-el-papel-de-la-educacion-del-siglo-xxi-en-el-terreno-de-la-no-discriminacion-sexual/

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