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Afganistán: la educación de las niñas debe ser un hecho, insta a la jefa adjunta de la ONU

Afganistán: la educación de las niñas debe ser un hecho, insta a la jefa adjunta de la ONU

Asegurar que todas las niñas afganas puedan ser educadas debe ser «una condición cero» para los talibanes, antes del reconocimiento internacional de su autoridad de facto, dijo el viernes la subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed.

La Sra. Mohammed habló durante una mesa redonda sobre el apoyo a un futuro para la educación de las niñas en Afganistán, celebrada al margen de la Asamblea General de la ONU.

Destacadas mujeres defensoras de Afganistán y de la comunidad internacional también participaron en el debate, que se llevó a cabo tanto en línea como en persona, y fue moderado por la corresponsal de la BBC, Laura Trevelyan, de la sede de la ONU en Nueva York.

‘Frente y centro’

Cuando se le preguntó si la ayuda internacional a Afganistán podría estar condicionada a la educación de mujeres y niñas, la Sra. Mohammed respondió «absolutamente», afirmando que la cuestión «sigue siendo una prioridad» en las discusiones en curso con las autoridades de facto.

“Aquí es donde tenemos que tener determinación: ese reconocimiento viene con su capacidad para ser parte de una familia global. Eso tiene un cierto conjunto de valores y derechos a los que se debe adherir. Y la educación está al frente y en el centro, especialmente para las niñas y las mujeres «.

El subjefe de la ONU instó a la comunidad internacional a aprovechar la experiencia de las mujeres afganas y apoyarlas para evitar un retroceso de dos décadas de avances en la educación de las niñas.

Una ‘condición cero’

La Sra. Mohammed también recordó a las mujeres afganas que la ONU todavía está sobre el terreno, dando resultados para la gente.

“Pueden estar seguros de que continuaremos amplificando sus voces y poniendo como condición cero que las niñas deban tener una educación antes del reconocimiento de cualquier gobierno que entre” , dijo.

La educación es ‘todo’

Los talibanes tomaron el poder en agosto y recientemente confirmaron que mientras las escuelas secundarias estaban reabriendo, solo los niños regresarían a las aulas. Las maestras del país tampoco pueden regresar al trabajo.

Esta semana, el portavoz de la administración dijo que se necesitaría establecer un «ambiente de aprendizaje seguro» antes de que las niñas pudieran regresar a la escuela secundaria, según informes de los medios.

Para la ingeniera Somaya Faruqi, capitana del equipo de robótica de niñas afganas que ha competido en todo el mundo, la educación significa “todo”.   

“Mi generación creció con un sueño: lograr grandes cosas para nuestro país mediante la educación. El mundo tendrá todo que ganar si nos apoya ”, dijo la Sra. Faruqi, quien abandonó Afganistán tras la toma de posesión.   

La educación es tanto un derecho como una inversión en el futuro de un país, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF . 

‘Momento importante’

Antes de la toma de posesión de los talibanes, UNICEF operaba en áreas de Afganistán bajo el control del grupo. Dijo que la agencia se enteró de que muchos miembros del Talibán creían que la educación era importante para sus niños y niñas. 

Aunque UNICEF triplicó el número de escuelas abiertas en Afganistán, con la asistencia de 10 millones de niños, cuatro millones de ellos niñas, el país ya se estaba quedando atrás en la oferta educativa. COVID-19 ha impactado aún más el progreso.  

“Las niñas y los niños en muchas provincias están comenzando a regresar a la escuela, pero no vemos que las niñas regresen a la escuela secundaria”, dijo la Sra. Fore.

«Entonces, este es un momento realmente importante para que las autoridades de facto estén pensando en cada región, en cada aldea rural: cómo llevar a los niños, todos los niños, niñas y niños, a la escuela».

Tanto la Sra. Fore como el Secretario General Adjunto de la ONU hablaron de la promesa de la tecnología digital y el aprendizaje a distancia como una solución para ampliar las oportunidades educativas.

«En las comunidades rurales, hay desarrollo de habilidades y hay programas basados ​​en la comunidad, y podemos hacer más con la educación a distancia y el aprendizaje remoto», dijo el jefe de UNICEF.  «Necesitamos que las maestras regresen a las escuelas y necesitamos más maestras».

Sin compromisos sobre los derechos de las mujeres

La ganadora del Premio Nobel de la Paz y Mensajera de la Paz de la ONU, Malala Yousafzai, sobrevivió a un intento de asesinato de los talibanes cuando era una adolescente que hacía campaña por la educación de las niñas en su Pakistán natal.   

La Sra. Yousafzai temía el regreso de las atrocidades contra las mujeres, así como el terrorismo y el extremismo, tanto en Afganistán como en la región, e instó a la comunidad internacional a garantizar que se respeten los derechos de las mujeres.

“ No podemos comprometer la protección de los derechos de la mujer y la protección de la dignidad humana.  Este es un compromiso que ha hecho la ONU, que están allí para trabajar por la protección de la dignidad humana ”, dijo.

“Así que ahora es el momento de ceñirnos a ese compromiso y asegurarnos de que sus derechos en el gobierno estén protegidos. Y uno de esos derechos importantes es el derecho a la educación ”.

‘Escucha a la gente’

Fawzia Koofi, la primera mujer vicepresidenta del Parlamento de Afganistán, fue también la primera niña de su familia en ir a la escuela.

Ella cree que otros países predominantemente musulmanes de la región podrían presionar a los talibanes sobre la educación de las niñas, porque lo que está sucediendo en Afganistán difiere del resto del mundo islámico.

“Dentro de los talibanes puede haber personas que tengan una interpretación diferente de los principios islámicos, o incluso una interpretación hecha por ellos mismos, que no puede convertirse en parte de la política del gobierno”, dijo la Sra. Koofi.

“Cuando estaban peleando, probablemente tenían una política diferente. Pero cuando están en el gobierno, tienen que escuchar al pueblo de Afganistán ”.

Fuente de la Información: https://news.un.org/en/story/2021/09/1101132

 

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Activistas afganas claman por el derecho de las niñas a la escuela

Desde su ascenso al poder los talibanes anunciaron que las niñas asistirían por separado a la escuela. Muchos temes que esto sea solo el principio. Un grupo de afganas expresó sus temores en la última jornada de la Asamblea General de la ONU.

Las activistas afganas instaron a la comunidad internacional el viernes a mantener la presión sobre los talibanes para que permitan que las niñas regresen a la escuela, diciendo que no se puede permitir que los nuevos gobernantes de facto de Afganistán normalicen la discriminación de género.

«No permitan que se normalice la opresión de los talibanes», dijo Shaharzad Akbar, presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, en un evento virtual al margen de la Asamblea General de la ONU.

«No pretendan que es parte de la cultura afgana o parte del Islam, nuestra religión, tener a las mujeres oprimidas y privadas de sus derechos humanos básicos», sentenció.

Fawzia Koofi, la primera vicepresidenta del parlamento de Afganistán, se hizo eco de eso.

«La libertad de las mujeres, la libertad de las niñas, incluida la educación en Afganistán, es una señal de un Afganistán que podría vivir en paz y armonía con sus ciudadanos y con el mundo», dijo Koofi desde Qatar, a donde huyó con sus hijos al final de agosto. «Así que no piensen que un Afganistán que está oprimiendo a su nación, oprimiendo al 55% de la sociedad para permanecer en medio de la nada, podría ser un socio confiable. No lo será».

Se repite lo ya visto sobre los derechos de la mujer

Los talibanes irrumpieron en la capital, Kabul, el 15 de agosto, después del colapso del gobierno del presidente Ashraf Ghani. En las semanas intermedias, han anunciado su gobierno interino, que no tiene miembros femeninos.

Los talibanes también han dicho que a las niñas se les permitiría regresar a la escuela en el momento adecuado, pero hasta ahora, solo han permitido que regresen las niñas en edad escolar primaria. Las estudiantes de secundaria y universitarias siguen marginadas.

Esto es una repetición de lo que sucedió cuando los talibanes tomaron el poder en 1996, dijo Koofi, cuando las llamadas medidas temporales finalmente se volvieron permanentes.

Las activistas enfatizaron que la educación de niñas y mujeres es un derecho tanto en el Islam como en la Constitución afgana.

La ONU dice que 4,2 millones de niños afganos no están matriculados en la escuela, y gran parte de esto se puede atribuir a los cierres de COVID-19. Alrededor del 60% son niñas.

«Tenemos que hacer que vuelvan a entrar. Tenemos que asegurarnos de que se estén integrando», dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

«Podemos hacer más con la educación a distancia y el aprendizaje remoto», dijo Fore, abordando formas de asegurar que el aprendizaje de las niñas no se interrumpa. «Necesitamos que las maestras regresen a las escuelas y necesitamos más maestras».

Pero Koofi reconoció que el aprendizaje remoto para las niñas no es un sustituto de estar en el aula, lo que «demuestra el poder y el futuro de Afganistán».

Pero lo que les espera en la escuela es otra preocupación para los activistas.

«Estoy tan preocupado por los cambios que los talibanes traerán al plan de estudios, especialmente el plan de estudios estudiado por las niñas, como por la prohibición de las escuelas», dijo Akbar.

Becas, oportunidades

Las activistas, incluida la joven capitana del ahora famoso equipo femenino de robótica de Afganistán, pidieron el apoyo de la comunidad internacional para proporcionar becas para que las chicas estudien en el extranjero y colaborar con universidades afganas para ampliar las oportunidades para niñas y mujeres.

Una cosa está clara: dicen que los talibanes temen el empoderamiento de las mujeres.

«Me atacaron por hablar a favor de la educación de las niñas», dijo la premio Nobel Malala Yousafzai, quien sobrevivió a los disparos de los talibanes armados en su ciudad del norte de Pakistán cuando era una adolescente en 2012. «Y me demostró que los talibanes tenían miedo de la voz de mujeres y niñas».

Fuente: https://www.vozdeamerica.com/a/onu-activistas-pro-mujeres-afganistan-/6244819.html

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Afganistán: los talibanes excluyen a las niñas de la escuela secundaria

Las escuelas secundarias iniciaron su reapertura este sábado en Afganistán sin niñas ni profesoras.

El Talibán ordenó en un comunicado que solo los niños regresen a las aulas, excluyendo a todas las niñas y a las mujeres que ejercen como maestras en el país.

Además, el viernes fue clausurado el Ministerio para Asuntos de la Mujer, encargado de velar por los derechos de las mujeres afganas desde 2001.

Fue reemplazado por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, un organismo para hacer cumplir estrictas doctrinas religiosas.

Es el mismo departamento que entre 1996 y 2001 desplegó la llamada «policía de la moralidad» en las calles para hacer cumplir la estricta interpretación de los talibanes de la ley religiosa islámica, conocida como sharía.

Estas normativas son señales de que Afganistán está regresando al severo régimen talibán de la década de 1990, pese a las promesas de los nuevos mandatarios de ejercer un gobierno más inclusivo.

«Estoy muy preocupada por mi futuro»

El comunicado emitido el viernes, ante la reapertura de las escuelas afganas este sábado, decía lo siguiente: «Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas».

Las escuelas secundarias suelen ser para estudiantes de entre 13 y 18 años. La mayoría de ellas están segregadas en Afganistán, lo que facilitaría a los talibanes el cierre de escuelas para niñas.

Niñas en una escuela segregada por género en Kabul, el 15 de septiembre de 2021.

FUENTE DE LA IMAGEN,BULENT KILIC/GETTY IMAGES

Pie de foto,Niñas en una escuela en Kabul, Afganistán.

Algunas alumnas y sus padres dicen que las perspectivas para el futuro son sombrías.

«Estoy muy preocupada por mi futuro», le dijo a la BBC una estudiante afgana, que soñaba con ser abogada.

«Todo se ve muy oscuro. Todos los días me despierto y me pregunto: ¿Por qué estoy viva? ¿Debería quedarme en casa y esperar a que alguien toque a la puerta y me pida que me case con él? ¿Es este el propósito de ser mujer?«

Su padre dijo: «Mi mamá era analfabeta y mi papá la intimidaba constantemente y la llamaba idiota. No quiero que mi hija se vuelva como mi madre».

Otra colegiala, una joven de 16 años de Kabul, dijo que fue un «día triste».

«¡Quería ser médica! Y ese sueño se ha desvanecido. No creo que nos dejen volver a la escuela. Incluso si abren las escuelas secundarias nuevamente, no quieren que las mujeres se eduquen».

Escuela para niños en Kabul, 16 de septiembre de 2021.

FUENTE DE LA IMAGEN,BULENT KILIC/GETTY IMAGES

Pie de foto,Escuela para niños en Kabul, 16 de septiembre de 2021.

A principios de esta semana, los talibanes anunciaron que a las mujeres se les permitiría estudiar en las universidades, pero no podrían hacerlo junto con los hombres y enfrentarían un nuevo código de vestimenta.

Algunos sugirieron que las nuevas reglas excluyen a las mujeres de la educación universitaria porque las universidades no tienen los recursos suficientes para proporcionar clases separadas para hombres y mujeres.

«Un retroceso»

Desde que el Talibán fue destituido en 2001, se han logrado enormes avances en la mejora de las tasas de escolarización y alfabetización de Afganistán, especialmente para las niñas y las mujeres.

El número de niñas en las escuelas primarias aumentó de casi cero a 2,5 millones, mientras que la tasa de alfabetización femenina casi se duplicó en una década al 30%. No obstante, muchos de los avances se lograron solo en las ciudades.

«Este es un retroceso en la educación de las mujeres y niñas afganas», dijo Nororya Nizhat, exvocera del Ministerio de Educación de Afganistán.

«Esto recuerda a todo el mundo lo que hicieron los talibanes en los años 90. Terminamos teniendo una generación de mujeres analfabetas y sin educación».

Poco después de tomar el poder, los talibanes dijeron que los derechos de las mujeres en Afganistán serían respetados «dentro del marco de la ley islámica».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58608977

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México: Esto es para todas las niñas que crecieron pensando que el aborto significaba muerte o cárcel

La Sra. Ayala es abogada especializada en derecho constitucional y teoría jurídica feminista. Es la coordinadora de litigios de GIRE, una organización feminista dedicada al derecho al aborto y la libertad reproductiva con sede en la Ciudad de México.

Al crecer en la década de 1990 en un hogar católico en las afueras de la Ciudad de México, aprendí de niña que el aborto estaba fuera de discusión. Cuando llegué a mi adolescencia, la única representación que había visto del aborto en la cultura pop fue en la película «El crimen del Padre Amaro». En la película, el sacerdote deja embarazada a una joven y luego la lleva a una clínica ilegal y antihigiénica. El aborto sale mal; ella muere. El mensaje aterrizó: estaba seguro de que abortar me llevaría a la muerte.

Este mes México recibió un nuevo mensaje. El 7 de septiembre, los magistrados de la Corte Suprema de México dictaminaron por unanimidad que es inconstitucional criminalizar el aborto. Luego , el tribunal declaró , de manera inequívoca, que nuestra Constitución garantiza el derecho a elegir. Ninguna mujer mexicana o persona con capacidad para quedar embarazada debe ser procesada por ejercer sus derechos.

Incluso mientras las feministas de todo el país celebran esta decisión, también debemos reconocer dónde se merece el crédito. Durante más de 29 años, las feministas se han organizado en grupos sin fines de lucro como GIRE (donde trabajo), Fondo María y Balance. Las mujeres han salido a las calles una y otra vez en toda América Latina exigiendo que nuestros gobiernos garanticen nuestros derechos.

Los movimientos de base han transformado la narrativa y han hecho que cada vez más mexicanos vean que necesitamos educación sexual para descubrir nuestros cuerpos, anticonceptivos para disfrutar de nuestra sexualidad y aborto legal para ser dueños de nuestras propias decisiones. (El lema en español es “Educación sexual para descubrir, anticonceptivos para disfrutar, aborto legal para decidir”). El movimiento feminista ha insistido durante años en que el aborto involucra y afecta a todas las mujeres, sin importar su estatus social.

Cuando dejé mi estado natal, Puebla, en 2010 para asistir a la facultad de derecho en la Ciudad de México, supe que los abortos en el primer trimestre se legalizaron en la capital de nuestro país en 2007. De mis profesoras de derecho feministas, mis compañeras y yo aprendimos , a menudo por primera vez, sobre el derecho a elegir, un derecho que otorga nuestra Constitución.

Después de que la Ciudad de México abrió la puerta a la legalización, los estados siguieron lentamente. Primero llegó Oaxaca en 2019, y este año Hidalgo y Veracruz se unieron a lo que las feministas llaman Marea Verde o Marea Verde. Pero México es una federación, formada por estados. Eso significa que sus derechos dependen de dónde se encuentre, un sistema legal muy similar al de los Estados Unidos.

Este mes la Corte Suprema de México ofreció esperanza a todas las mujeres y niñas de nuestro país. Los jueces dijeron lo que durante mucho tiempo ha sido intuitivo para las activistas feministas: que alguien que aún no ha nacido no tiene la misma protección que alguien que ya está vivo.

El tribunal declaró que las mujeres y las personas no binarias no deben ser procesadas penalmente por tener un aborto. Sin embargo, la decisión no se traduce en una despenalización inmediata del aborto en todos los estados, ya que el aborto sigue siendo un delito en los libros de 28 códigos penales locales . La decisión significa que ningún juez puede enviar a prisión o sancionar a mujeres o personas no binarias que ejerzan su derecho a optar por interrumpir un embarazo. En otras palabras, técnicamente, una mujer aún podría ser llevada ante un juez y expuesta ante la comunidad, aunque no vería la pena de cárcel.

Estamos en los inicios de la historia de nuestros derechos en México. No ser enviado a la cárcel no significa que el aborto sea accesible para todos. Las mujeres que viven fuera de la Ciudad de México, Oaxaca, Veracruz o Hidalgo, las áreas donde el derecho al aborto ha progresado más, todavía tienen que viajar para tener un aborto. Esa restricción afecta de manera desproporcionada a quienes son económicamente vulnerables. Y en México, esa es una restricción enorme. En mi país decimos que la pobreza tiene rostro de mujer; de 65,5 millones de mujeres, 50 millones se encuentran en situación de pobreza o en riesgo de sufrir dificultades económicas o sociales.

En México, el aborto se ha colocado durante mucho tiempo en el contexto de la vergüenza, tal como aprendí por primera vez del Padre Amaro. Esto finalmente está comenzando a cambiar: las protestas de quienes se oponen al aborto se llevaron a cabo frente a las puertas de la Corte Suprema. Pero la oración y la protesta no parecieron tener ningún efecto sobre los argumentos de los jueces.

Crédito…Ulises Ruiz / Agence France-Presse, a través de Getty Images

Ahora es fundamental que los medios y la cultura pop mexicanos retraten el aborto como lo que es: un derecho y una elección. Escribo esto pensando en todas las chicas que, como yo, crecieron equiparando el aborto con la muerte o la cárcel. Gracias a los jueces mexicanos, esta idea puede empezar a desaparecer. Todavía tenemos que seguir luchando para garantizar que el aborto sea un procedimiento médico seguro, legal, accesible y gratuito.

En Chile, el colectivo de artes escénicas feminista Las Tesis creó un himno feminista denunciando la violencia contra las mujeres que se ha convertido en tema central de la lucha por la legalización del aborto. El canto se extendió rápidamente por América Latina. En la canción “ Un violador en tu camino ”, Las Tesis reprendió a quienes nos juzgan por nacer mujeres. El grupo interpretó este himno por primera vez en Santiago en 2019 y pronto fue cantado en todo el mundo, incluso por cientos de miles en la Ciudad de México. Días antes de que la Corte Suprema diera su fallo, mujeres mexicanas de todo el país citaron esta canción en Twitter.

La Corte Suprema de México y nuestros magistrados ahora han enviado una señal a toda la región latinoamericana, donde las mujeres continúan enfrentando obstáculos para tener un aborto seguro. Desde Argentina hasta México, la marea verde continúa la lucha por nuestros derechos.

Melissa Ayala es abogada especializada en derecho constitucional y teoría jurídica feminista. Es la coordinadora de litigios de GIRE, una organización feminista dedicada al derecho al aborto y la libertad reproductiva con sede en la Ciudad de México.

Fuente: https://www.nytimes.com/2021/09/21/opinion/mexico-decriminalize-abortion.html

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Las afganas marcharon en Kabul en defensa de sus derechos y su inclusión en el Gobierno

Unas veinte mujeres se manifestaron este viernes en las calles de Kabul, con el fin de reclamar al próximo Gobierno talibán el respeto a los derechos obtenidos en los últimos 20 años y una participación en la vida pública afgana. Amnistía Internacional volvió a advertir que «los derechos de las mujeres están amenazados en Afganistán y estas se niegan a permanecer en silencio», pese al peligro de su protesta.

«Un Gabinete heroico con presencia de mujeres». «Participación política; las mujeres, la ley fundamental». Estos fueron algunos de los mensajes plasmados en las pancartas que portaron las manifestantes que protestaron este viernes en las calles de Kabul, la capital afgana.

Ellas, que no se quieren rendir a la hora de reclamar sus derechos frente al régimen Talibán que se impone de nuevo en el país, calificaron al Gobierno islamista que se tomó el poder el pasado 15 de agosto de ser «opresivo», sobre todo en lo referente a los derechos de la mujer.

La marcha contó con la participación de cerca de una veintena de mujeres, un día después de otro acto similar en la ciudad de Herat. Y en ambos días, todas reclamaron «educación, trabajo, libertad».

Defensoras de los derechos de las mujeres afganas y activistas civiles protestan para pedir a los talibanes la preservación de sus logros y educación, frente al palacio presidencial en Kabul, Afganistán. 3 de septiembre de 2021.
Defensoras de los derechos de las mujeres afganas y activistas civiles protestan para pedir a los talibanes la preservación de sus logros y educación, frente al palacio presidencial en Kabul, Afganistán. 3 de septiembre de 2021. © Stringer / Reuters

Los talibanes, que llegaron de nuevo al poder al momento del retiro estadounidense, prohibieron a las mujeres la mayoría de los trabajos cuando gobernaron el país por última vez hace 20 años.

Durante una conferencia de prensa posterior a la toma de Kabul, un portavoz de los talibanes dijo que los derechos de las mujeres serían protegidos de acuerdo con la ley islámica y que se les permitiría trabajar en sectores importantes de la sociedad. Sin embargo, más que promesas, las afganas quieren acciones, con el fin de salvaguardar sus derechos y educación.

Desde el regreso del régimen islamista al poder, no se ha tenido en cuenta a las mujeres para discutir el nuevo Gobierno afgano, que espera anunciarse pronto y que estará regido por la sharía o ley islámica.

Mujeres perseguidas, amenazadas y obligadas a huir

Las participantes en la marcha de este viernes son de diferentes ámbitos de la sociedad. Se trata de mujeres que reclaman «una participación significativa en la vida pública» de Afganistán.

Según Samira Khairkhwa, una de las organizadoras del evento entrevistada por la agencia EFE, «las mujeres deben ser incluidas en el nuevo Gabinete de los talibanes (…) Los talibanes deben seguir comprometidos con sus promesas de que las mujeres disfrutarán de todos sus derechos en el futuro gobierno. La comunidad internacional no debe olvidarnos y debe escuchar nuestra voz y trabajar por defender nuestros derechos».

Muchas afganas se muestran incrédulas ante la promesa talibán de que formarán un Gobierno «inclusivo» que, en el caso de las mujeres, los líderes fundamentalistas han pedido esperar para ver cuáles serán las nuevas directrices.

Los recuerdos del tiempo en que los militantes controlaron Afganistán, entre 1996 y 2001, siguen vivos. Las mujeres fueron entonces recluidas en sus casas, tenían prohibido trabajar, estudiar, estar maquilladas en público e incluso salir solas a las calles.

La organización Amnistía Internacional aseguró que «los derechos de las mujeres están amenazados en Afganistán y estas se niegan a permanecer en silencio». Pero, a pesar de la fuerza que se manifiesta en las calles para que los talibanes no socaven sus derechos, el camino sigue siendo difícil.

Fueron cerca de 20 mujeres que protestaron este viernes frente al palacio presidencial en Kabul, Afganistán. 3 de septiembre de 2021.
Fueron cerca de 20 mujeres que protestaron este viernes frente al palacio presidencial en Kabul, Afganistán. 3 de septiembre de 2021. © Stringer / Reuters

Por ejemplo, de las 250 juezas que cuenta Afganistán, muchas intentaron huir en los últimos días. Una de ellas le contó a la agencia Reuters cómo fue perseguida por hombres que una vez había encarcelado y que fueron liberados por los talibanes hace pocos días.

«Cuatro o cinco miembros del Talibán vinieron y preguntaron a la gente en mi casa: ‘¿Dónde está esa jueza?’ Estas eran personas a las que yo había encarcelado», relató la mujer, que ahora se encuentra refugiada en Europa.

Además, hay alrededor de 1.000 defensoras de los derechos humanos que también podrían estar en la mira de los talibanes. Según Horia Mosadiq, activista de derechos humanos afgana, los presos liberados «están llamando con amenazas de muerte a las mujeres jueces, mujeres fiscales y mujeres policías, diciendo ‘iremos tras ustedes'».

Fuente: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20210903-afganistan-protestas-mujeres-derechos-inclusion-gobierno

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Bombo N’dir, activista senegalesa: “Es necesario descolonizar las mentes”

Esta defensora de los derechos humanos habla de la prepotencia del feminismo blanco y critica el racismo institucional que sufre la población negra en España.

Bombo N’dir, senegalesa, llegó a Barcelona un 10 de octubre de 1998, embarazada de su hija. “El primer recuerdo que tengo no fue nada positivo. Como Francia está muy cerca de España, yo hablaba en francés al llegar, y para mí fue un shock cuando descubrí que no me entendían. Le escribí al taxista que quería ir a Sant Feliu de Codines, y cuando lo leyó me dijo, ¿estás segura de que quieres ir ahí? Igual pensó que no podría pagar un trayecto tan largo”, cuenta mediante una videollamada por Zoom.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y Bombo, activista por naturaleza, ha ido encontrando su lugar. Aunque no ha sido nada fácil. Ahora es la presidenta de la Associació de Dones Immigrants Subsaharianes, una organización nacida en Granollers en 2004, que quiere servir de punto de referencia y encuentro de las mujeres migrantes africanas en Cataluña. Allí imparten cursos de formación; pero también hablan, y mucho, de feminismo, de los derechos de las mujeres, de tejer redes…

Hace no mucho han lanzado una escuela feminista. “Lo primero que nos preguntaron es que quiénes serían los expertos y expertas con los que contaríamos”, recuerda. “Les dijimos que no somos catedráticas, pero sí mujeres con muchas vivencias y conocimientos de nuestras antepasadas que queremos compartir con nuestras hermanas. Parece que en España necesitas tener un título para enseñar y eso está muy bien, ¿pero significa eso? ¿que tienes que negarme todo mi recorrido vital? ¿todo lo que me han transmitido oralmente mis antepasados?”, se pregunta. “Es necesario descolonizar las mentes”, concluye.

“La igualdad de género africana es una lucha que ya iniciaron nuestros antepasados contra el colonialismo”

Una descolonización que Bombo piensa que también debe aplicarse al feminismo. Al incorporarse a estos círculos en Barcelona, se lo dejaron claro: “Acabarás muy agotada”. Muy crítica, se muestra convencida de que todas debemos tener voz. Pero que, debido a la ascendencia colonial, el feminismo blanco occidental comete a menudo el error de pensar que es superior. “Una compatriota a la que había convocado para asistir al 8M y hacer huelga, me comentó que su jefa le había dicho que, si podía ir a limpiar la casa, porque ella iba a hacer huelga e ir a la manifestación. ¿Ves la contradicción? Ella va a reivindicar los derechos de las mujeres, pero ignora los de la persona que limpia su casa”.

“¿Por qué algunas mujeres no ven su privilegio? Reconozco que, seguro que ha sido muy complicado para muchas mujeres españolas y occidentales, pero, ¿no es igual de difícil que lo que yo he vivido? Que no hablo el idioma y llego a un país desconocido… Es necesario notar las diferencias”, explica. Y asegura que aunque, con nuestra visión de mujer occidental blanca nos pueda parecer diferente, en África, el feminismo tiene un gran recorrido. Llevan cientos de años reivindicando la igualdad: “El feminismo africano es una lucha que ya iniciaron nuestros antepasados contra el colonialismo. Es la pelea de las mujeres por decidir por sí mismas y tener voz. Si realmente el feminismo es reconocer tus derechos, ya lo practicamos desde que nacimos”.

Si bien, comenta, es cierto que en África ha existido en el pasado cierta reticencia a usar el nombre de feminismo directamente. “Nosotras usábamos más la locución ‘negarnos’. Las mujeres, como luchadoras que eran, se negaban a ser sometidas, se negaban a quedarse sin voz”. Y reconoce que usar la palabra “feminismo” es, en sí mismo, otra lucha. “Hay que revisar los códigos del lenguaje, porque en ocasiones los hombres ven como una imposición. Nosotras le damos la vuelta y usamos el lenguaje tradicional para decir “tu mujer es tu igual”, ya que si usamos la palabra “feminismo” lo ven como algo europeo traído de fuera, copiado, y entonces lo rechazan”.

“El mundo está dibujado desde el machismo. Aquí y en Senegal. Yo soy mujer y migrante al mismo tiempo. Nací mujer y en mi pueblo las mujeres siempre han sido migrantes, porque donde nacimos no era nuestra casa, era un sitio donde nos ponían obstáculos y nos obligaban a cumplir metas que no eran las que habíamos elegido”, sigue contando.

El mundo está dibujado desde el machismo. Aquí y en Senegal

Y precisamente para cumplir sus propias metas, un día tomó la difícil decisión de migrar. “En el trayecto somos violadas, embarazadas y, cuando llegamos, nos quitan los niños. Las instituciones nos ponen muchas barreras, porque ser mujer migrante con hijos es una imposibilidad”. Las rutas migratorias son más peligrosas para ellas, por eso reivindica la necesidad de que el Gobierno español abra la agenda política sobre inmigración y se haga una profunda revisión con perspectiva de género. “Todo es una pesadilla. Pero la cosa apenas mejora cuando llegamos. Hay un racismo institucional terrible. Es necesario revisar los códigos y las leyes”.

Ese racismo institucional lo inunda todo: el acceso a la vivienda, el espacio de trabajo, el sistema educativo… “El 45% de nuestros hijos e hijas no llegan a la universidad. Un número preocupante que el Estado español no quiere ver, ni analizar. España debería valorar nuestra aportación demográfica positivamente, en especial en el país con el índice más bajo de natalidad en la zona euro”. Hay mucho que cambiar y es algo en lo que, asegura, seguirá insistiendo: “Si las españolas ya tienen un techo de cristal, nosotras tenemos una torre”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-08-03/bombo-ndir-activista-senegalesa-es-necesario-descolonizar-las-mentes.html

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Las mujeres afganas que desafían el regreso de los talibanes al poder: «Los tiempos han cambiado

  • Cuatro mujeres se manifestaron este martes en Kabul por la defensa de los derechos de las afganas
  • Esta acción es el reflejo de una generación de mujeres que han podido estudiar y trabajar y no quieren perder sus derechos

Armadas con cuatro folios, un pequeño grupo de mujeres afganas protagonizó la primera protesta feminista de la que se tiene constancia desde que los talibanes se hiciesen con Kabul y pusiesen fin a la guerra. Las activistas han desafiado en Kabul el retorno del régimen talibán mientras defendían sus derechos al grito de frases como «la educación y la participación política es el derecho de toda mujer afgana» y «las mujeres son la mitad de la sociedad».

La imagen de la protesta fue difundida por la agencia de prensa afgana Pajhwok Afgan News y divulgada por Basir Fitri. En la fotografía aparecen cinco mujeres, cuatro de ellas sosteniendo carteles en los que, en dos, puede leerse el mensaje en inglés de «hay mujeres afganas». La misma agencia difundió más tarde un vídeo del acontecimiento a través de su cuenta en la red social Twitter en el que aparecen las cuatro mujeres rodeadas de talibanes armados. El vídeo cuenta ya con más de dos millones y medio de reproducciones.

Este desafío es el reflejo de una generación de mujeres que vive mayoritariamente en las grandes ciudades, que ha podido ir a la escuela y a la universidad y desarrollar una carrera profesional. Y están dispuestas a luchar para no perder todo lo conseguido.

«Los tiempos han cambiado», ha afirmado a Reuters, Khadija, directora de una escuela religiosa para niñas en Afganistán. «Los talibanes son conscientes de que no pueden silenciarnos. Si apagan Internet, el mundo lo sabrá en menos de cinco minutos».

En un país sumido en el miedo y la incertidumbre, algunas mujeres ya han recibido órdenes de abandonar sus trabajos, otras han huido de sus hogares y muchas se están ocultando de los talibanes. Según ha asegurado a RTVE.es la periodista Mònica Bernabé, que fue corresponsal en Afganistán durante casi ocho años, los mensajes que le llegan desde Kabul son de «absoluta desesperación».

«En todas las guerras las mujeres son las grandes víctimas pero en esta situación más, porque aquí hay una suma de muchas cosas: de ignorancia, de desconocimiento y de violencia», ha afirmado Nadia Guhlan, educadora social y escritora, en una entrevista con RNE.

La valentía de las mujeres afganas

Alrededor de 3,5 millones de niñas asistían en el último año a la escuela, más del 25 % de los miembros del Parlamento son mujeres, y casi el 30 % de las empleadas en las instituciones de la administración pública. Pero esta mejoraría en las condiciones de vida de las afganas podría cambiar pronto con la vuelta de los talibanes, que ya dirigieron el país hace 20 años. 

Desde 1996 hasta 2001, en Afganistán las mujeres se vieron privadas de realizar actividades como trabajar o asistir a la escuela y a la universidad. Durante ese período de tiempo talibán, las afganas tampoco podían salir de sus hogares con la cara descubierta y sin la compañía de un hombre. Estas son algunas de las limitaciones que las activistas, que forman parte de una generación que ha crecido con mayores libertades, temen recuperar con la vuelta al poder de los talibanes.

Si limitan Internet…Enviaré libros a las casas

La activista afgana por la educación de las niñas Pashtana Durrani no planea rendirse ante las posibles prohibiciones del nuevo régimen y ha señalado a Reuters tener una alternativa para cada una de esas limitaciones. «Si limitan el currículo, subiré más libros a una biblioteca online. Si limitan Internet, enviaré libros a las casas. Si limitan profesores, haré una escuela subterránea», ha señalado.

Khadijadirectora de una escuela religiosa para niñas en Afganistán, ha mostrado a Reuters cierto optimismo respecto al futuro de las mujeres: «Los tiempos han cambiado». «Los talibanes son conscientes de que no pueden silenciarnos. Si apagan Internet, el mundo lo sabrá en menos de cinco minutos», ha afirmado a los periodistas Rupam Jain y Lucy Marks. «Tendrán que aceptar quiénes somos», ha sentenciado Khadija.

Otra de las mujeres que han demostrado no estar dispuestas a abandonar sus libertades es la renombrada directora de cine afgana Sahraa Karimi, la única mujer afgana con doctorado en cine. Karimi ha publicado diversos vídeos en las redes sociales de Instagram y Twitter en los que ofrece declaraciones sobre la situación actual en Afganistán, solicitando ayuda a la comunidad internacional. No obstante, la cineasta ha mostrado también su valentía al explicar que no abandonará su país «hasta el último momento».

La ley de Sharía limitará los derechos de las mujeres

Este martes los talibanes ofrecieron la primera rueda de prensa desde su toma de Kabul, un evento en el que los derechos de las mujeres han ocupado muchas de las preguntas de los periodistas. El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, manifestó que las mujeres afganas podrán trabajar y estudiar, pero «dentro de los límites de la ley islámica».

No habrá dicriminación contra las mujeres, pero dentro de nuestros marcos

«Le aseguramos a la comunidad internacional que no habrá discriminación contra las mujeres, pero, por supuesto, dentro de nuestros marcos», respondió el talibán a los medios de comunicación en referencia a sharía, interpretada de forma extrema por los talibanes. «Las mujeres son una parte importante de la sociedad y vamos a garantizar todos sus derechos dentro de los límites del Islam», agregó.

Mujeres de todo el mundo unidas por Afganistán

Mujeres como la escritora y periodista Rosa Montero han redactado un llamamiento a la comunidad internacional en el que reivindican la libertad, dignidad e igualdad de las afganas. El documento, escrito en tres idiomas diferentes y al que se puede continuar accediendo para firmarlo, hace hincapié en la «crueldad intolerable y adicional» que padecen la población femenina de Afganistán por el único hecho de ser mujer.

El llamamiento se centra en tres peticiones principales: exigir al poder talibán que mantenga abiertas las fronteras para que todas las personas que deseen abandonar el país puedan hacerlo, que los gobiernos internacionales repatríen «al mayor número posible de afganos y especialmente afganas en peligro inminente» y que se preste una especial atención a las mujeres en situación de riesgo por haber desempeñado «tareas profesionales prohibidas por los talibanes» u otros motivos.

A esta petición se han sumado organizaciones como la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE). Por su parte, Kobra, una activista afgana por los derechos de las mujeres que ha hablado con RTVE desde Kabul, donde reside actualmente, ha manifestado que las afganas no necesitan bonitas declaraciones, sino «acciones bonitas de la comunidad internacional».

Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20210818/primera-protesta-feminista-afganistan-regimen-taliban/2160900.shtml

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