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Afganistán: «Los talibanes anulan totalmente a la mujer»

Los talibanes controlan la mitad de Afganistán e intensifican su ofensiva a lo largo y ancho del país. Mientras Estados Unidos se prepara para retirar definitivamente sus tropas, los talibanes siguen invadiendo aldeas y ciudades. La guerra en Afganistán se ha recrudecido desde mayo con el inicio de la retirada de las tropas internacionales. Los civiles están pagando el precio más elevado: más de mil han muerto en el último mes, al menos 27 menores en los últimos tres días. Naciones Unidas pide un alto al fuego que no acaba de llegar, pese a las negociaciones emprendidas en septiembre entre el gobierno afgano y los talibanes. Casi 250.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en los últimos tres meses como consecuencia del avance talibán. Informa Cristina Sánchez, corresponsal en Oriente Próximo.

Con la periodista Mónica Bernabé, excorresponsal en Kabul durante 8 años y autora de Afganistán, crónica de una ficción, analizamos la situación en la que viven las mujeres en el país, quienes más sufren a los talibanes. «La vida pública de las mujeres pasó a ser nula con los talibanes en el poder», explica Bernabé. Las mujeres no tienen ningún tipo de derecho: no pueden trabajar ni hacer ninguna actividad fuera del hogar sin el permiso de sus padres, hermanos o maridos. «Los talibanes anulan totalmente a la mujer en todos los sentidos. Lo más preocupante es eso, que no se permita a las mujeres ni a las niñas tener acceso a la educación. Durante el régimen talibán las escuelas para niñas se cerraron completamente», cuenta Mónica Bernabé.

Las mujeres bajo el régimen talibán también tenían dificultades para tener acceso a la Sanidad: «No podían trabajar y no se permite relación entre hombres y mujeres. En los hospitales no había doctoras mujeres para atenderlas». ¿Cómo ve el futuro? Los talibanes dijeron que ahora eran más moderados, pero Bernabé tacha eso de «auténtica falacia», dados los hechos que estamos viendo. «Con o sin talibanes la situación de la mujer era dramática«, explica la periodista. «Esta quedando demostrado que el ejército afgano no tiene capacidad para frenar ese avance. Actualmente cuenta con el apoyo aéreo de Estados Unidos. Cuando ese apoyo finalice yo no sé qué va a pasar».

Fuente: https://www.rtve.es/play/audios/14-horas/afganistan-talibanes-situacion-mujeres/6051449/

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Ángela González: Las lesbianas existimos, aunque no nos quieran ver

Mucha gente no sabe que la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB fue iniciada por una lesbiana.


Nueva York, Stonewall Inn, 28 de junio de 1969, Storme DeLarverie, según los testigos y ella misma, dio el primer puñetazo a la policía durante la revuelta de Stonewall. También fue ella quien gritó “¿Por qué no hacéis nada?” mientras se la llevaban esposada y la metían a empujones en un furgón policial. Su grito desencadenó las protestas que hicieron historia.

Sin embargo, apenas se la recuerda o se reconoce su figura dentro del imaginario colectivo LGTB. Recientemente, durante la conmemoración del 50 aniversario de Stonewall, seguía costando encontrar testimonios, documentales o libros que destacaran su papel.

Este “olvido” de una de las pioneras de la lucha por los derechos LGTB no debería extrañarnos, teniendo en cuenta la larga tradición del borrado de las mujeres a lo largo de la historia. Si las mujeres no hemos existido en el arte, en la literatura, en la ciencia, en la historia, las lesbianas todavía menos.

Por ello es importante reconocer la labor que realizan numerosos colectivos, historiadoras, periodistas, editoras, escritoras para recuperar la memoria de las mujeres lesbianas en el pasado. Porque recuperando nuestros referentes, haciéndolas visibles a ellas, nos hacemos visibles nosotras en el momento presente y marcamos el camino para las que vengan. 

Precisamente el libro de Cristina Domenech, “Mujeres que se empotraron hace mucho”, y que pretende recuperar la memoria de las lesbianas en la historia, comienza con una cita de Safo que dice “Alguien, en el futuro, nos recordará”.

Y eso hacemos hoy, 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica; las recordamos y las visibilizamos.

A lo largo de la historia las lesbianas hemos sido invisibles y en la actualidad somos invisibilizadas. Las lesbianas existimos, tenemos agenda propia y exigimos nuestro espacio dentro del movimiento LGTB y del movimiento feminista ya que hemos formado parte de ambos durante mucho tiempo. En este sentido, cabe recordar el papel del feminismo lésbico a finales de los años 70, una corriente teórica dentro del feminismo radical, que nace precisamente de la insatisfacción de las lesbianas con la segunda ola feminista y con el movimiento de liberación homosexual.

En España, las lesbianas estuvieron presentes en la lucha por la democracia desde la clandestinidad, en el movimiento de liberación homosexual, en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos en los años 80, con la ley de despenalización del aborto de 1985, en la erradicación de la violencia contra las mujeres en 2004 y en la conquista del matrimonio igualitario en 2005 y en el proyecto de Ley de Igualdad de trato y no discriminación que no llegó a ver la luz.

Siempre ha existido la doble militancia con el movimiento feminista, como mujeres que sufren opresión, y con el movimiento LGTB por la conquista de los derechos civiles. 

No obstante, en la última década dentro del movimiento LGTB, se ha hecho más latente que las agendas se bifurcan debido a varios motivos: en primer lugar, por la consecución de los principales logros de la agenda común (matrimonio igualitario, derecho a adoptar, entre otros), en segundo lugar, por las posibles contradicciones en determinadas demandas de las agendas de ambos movimientos y, en tercer lugar, por el auge del movimiento feminista en los últimos años a nivel internacional, que ha vuelto a  resituar el foco de muchas de sus prioridades.

Lo que sí es necesario dejar claro en un día como hoy es que las mujeres lesbianas tenemos nuestra propia agenda. Siempre la hemos tenido, y muchas de nuestras reivindicaciones siguen ahí: Las lesbianas seguimos sin tener acceso a los tratamientos de reproducción asistida en la Sanidad Pública en todas las Comunidades Autónomas, y cuando lo tenemos hay una lista de espera tan larga que la mayoría opta por ir a clínicas privadas. Por ejemplo, el método ROPA (cada vez más demandado entre parejas de mujeres) solo es accesible a través de la sanidad privada. Por otro lado, cuando decidimos formar una familia, las lesbianas tenemos que adoptar a los hijos e hijas nacidos de la relación de pareja si no estamos casadas. No ocurre lo mismo con las parejas formadas por personas de distinto sexo.

Además, como minoría entre las mujeres y en el movimiento LGTB, carecemos en gran medida de protocolos ginecológicos y de prevención de las ETS adaptados a la realidad de las relaciones lésbicas. También es necesario que la realidad sexual de las mujeres lesbianas tenga un mayor espacio en la educación afectivo-sexual.

Las lesbianas hemos practicado la doble militancia debido a nuestra doble discriminación; por pertenecer al sexo femenino y por nuestra orientación sexual.

Esta doble discriminación se debe a que las lesbianas no cumplimos el mandato que el patriarcado nos exige, por lo que la misoginia hacia nosotras es feroz. Sufrimos lesbofobia de diversas formas; cuando se nos acusa de ser “marimachos” negando nuestra identidad como mujeres o asegurando que somos menos mujeres por romper los estereotipos de género e incumplir los cánones de feminidad construidos por el heteropatriarcado. Somos víctimas de acoso sexual por parte de hombres cuando vamos de la mano por la calle con nuestras parejas y también son víctimas de lesbofobia los hijos e hijas de parejas lesbianas cuando dicen que tienen dos mamás.

Además, la invisibilidad de las lesbianas y el hecho de que les cueste más salir del armario, tal y como afirma el “Informe de delitos de odio e incidentes discriminatorios al colectivo LGTBI” de 2018 elaborado por la FELGTB, dificulta que éstas interpongan denuncias o pidan información ante delitos de odio. De ahí que sean necesarios estudios específicos sobre la realidad de las lesbianas dentro del movimiento LGTB y campañas de visibilización.

Hasta hace poco también éramos prácticamente invisibilizadas en los medios de comunicación y en la cultura de masas. Cada vez es más frecuente encontrarse lesbianas en el cine y en la televisión, especialmente en series para todos los públicos. Por desgracia las lesbi-tragedias o bollo-dramas siguen estando presentes en un alto porcentaje de los guiones. (Acuérdense de Los Hombres de Paco) Y no, tampoco somos como The L Word, ni pretendemos serlo. 

En un día como hoy, tampoco podemos olvidar que ser lesbiana está perseguido en muchos lugares del mundo. En 68 de los 193 estados miembros de la ONU existen leyes que criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo sexo; en muchos de ellos las lesbianas son sometidas a violaciones correctivas. Muchas de ellas acaban siendo víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Sí, las lesbianas somos minoría en ambos movimientos, pero no queremos ser una minoría mediática, política y social. Por esta razón, desde el año 2008, el 26 de abril se conmemora el día de la visibilidad lésbica, para vindicar una sociedad igualitaria en derechos y oportunidades para las lesbianas, condenar el machismo que sustenta la lesbofobia y potenciar nuestra visibilidad. 

Pero, además de todo ello, en este momento, nuestros derechos, como mujeres y como lesbianas corren grave peligro ante el auge de la ultraderecha: las mujeres lesbianas somos el blanco perfecto para el discurso del odio, porque somos mujeres y porque amamos a otras mujeres. Somos lo más transgresor y opuesto a su modelo de sociedad tradicional y conservadora.

Este año, nuestra visibilidad tiene que hacerse ver en las calles, en las redes, en los medios, en nuestro entorno familiar y social pero, sobre todo, en las urnas. Para combatir todo contra lo que hemos luchado: el machismo y la LGTBfobia, más concretamente la lesbofobia.

Porque las lesbianas existimos. Y estamos aquí para que nadie nos arrebate nuestra libertad a amar y para seguir vindicando nuestros derechos. Para que nadie nos devuelva a la clandestinidad de Stonewall.

Fuente: https://rebelion.org/las-lesbianas-existimos-aunque-no-nos-quieran-ver/

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«Marcha de Flores» de Nadine Altounji, un canto desde Canadá para mujeres latinoamericanas

En marzo pasado, para celebrar el Día Internacional de la Mujer, la cantautora canadiense Nadine Altounji dio a conocer Marcha de Flores, una canción que formará parte de su próximo álbum. 

Marcha de Flores es un apasionado homenaje a todas las mujeres de Sudamérica y del mundo que se levantan para exigir justicia, libertad de la violencia e igualdad de derechos para las mujeres.Nadine Altounji

Recitada en español por Nadine Altounji, música residente en Montreal, la canción es fruto de la colaboración entre ella y la poeta y bailarina peruana Marcia Castro Gamarra, a quien Nadine conoció en Sudamérica mientras investigaba las tradiciones musicales de Ecuador y Perú para su próximo álbum The Stories that Tie Us to Trees.

La canción y el vídeo quieren llamar la atención sobre la situación de las mujeres en general, y particularmente en Perú. Además, los fondos recaudados con la venta de la canción irán a la organización Mantay, una organización sin ánimo de lucro de Cuzco (Perú) que apoya a las madres jóvenes.

Mantay

La organización sin fines de lucro Mantay, a la que van los fondos recaudados con la venta de la canción está instalada en el barrio de San Jerónimo, Cusco (Perú).

Además de ofrecer ayuda psicológica, nutricional, afectiva, legal y educativa, Mantay es también una casa de acogida para madres adolescentes que decidieron asumir su maternidad.

Nuestro objetivo es dar una oportunidad a las madres adolescentes de asumir y disfrutar de su condición de madre, en un ambiente saludable para que ellas y sus hijos alcancen la autonomía participando activamente en la sociedad. Mantay

El objetivo del organismo es recibir a las jóvenes y educar en la maternidad a niñas menores de edad que viven en situación de abandono y desamparo.

Según el organismo, en Perú se producen tres violaciones cada hora, el 66% de las cuales es a niñas menores de 14 años.

Durante el tiempo que las adolescentes y sus hij@s permanecen en la casa de acogida, desde su llegada al hogar hasta que las mamás cumplen 18 años, se les ofrece una atención integral, cubriendo todas sus necesidades.

Además, hay talleres de oficios como el arte floral y el trabajo sobre cuero con los que las chicas pueden visualizar una independencia económica al llegar a la mayoría de edad, cuando tendrán que dejar Mantay.

Los productos Mantay están elaborados a mano por jóvenes madres en Cuzco, Perú y son certificados como Comercio Justo. El taller [de cuero] Mantay ha participado en varias Ferias como Perú Moda, Peruvian Gift Show ambas en Lima. En la Feria Internacional de Latinoamérica en Santa Cruz de Tenerife,España. Invitados por Promperu, hemos participado en una Rueda de Negocios en Brasil.Mantay

Mantay, Arte Floral, una propuesta original de arreglos florales creados con amor, por jóvenes madres egresadas de la Casa de Acogida Mantay.

Tras la experiencia de éxito con el taller de artesanía, desde el 2014, la asociación Mantay Perú e.V. (Alemania), ha apostado por impulsar una nueva línea empresarial, Arte Floral Mantay, que se dedica a la formación de las madres para la realización de arreglos florales, decoraciones ambientales para eventos.

Fuente: https://www.rcinet.ca/es/2021/04/30/marcha-de-flores-de-nadine-antounji-un-canto-desde-canada-a-las-mujeres/

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Ni criadas ni carceleras: compañeras. Cómo aprender a relacionarse con mujeres libres

Cuando mis ex me preguntan cómo pueden los hombres disfrutar más del amor, y cómo contribuir a derribar el patriarcado y apoyar la causa feminista, les digo siempre que pueden empezar por transformar las relaciones que tienen con las mujeres de su vida, en su día a día.


A ellos y a todos los amigos que tienen ganas de trabajarse los patriarcados, y de mejorar sus relaciones sexuales, sentimentales, y afectivas con mujeres, les dedico este post donde explico por qué lo romántico es tan político:

Ni criadas ni carceleras: compañeras. Cómo aprender a relacionarse con mujeres libres.

Ahora que nosotras estamos despertando y todo está cambiando, ¿qué podéis hacer los hombres para aprender a relacionaros con mujeres libres?
Nosotras ya llevamos tiempo trabajándonos los patriarcados, rompiendo con los mitos, desobedeciendo los estereotipos, los roles y los mandatos de género, estamos aprendiendo a querernos y cuidarnos, estamos luchando por la igualdad, y nos estamos poniendo muy creativas para imaginar otras formas de relacionarnos que nos permitan disfrutar más del sexo y del amor.

Estamos cambiando el mundo.

Cada vez somos más las mujeres que hemos tomado conciencia de cómo lo romántico es político: tenemos claro que ya no queremos más relaciones de abuso y explotación en nombre del amor. 

Nos liberamos el día que comprendemos que las mujeres no hemos nacido para:

Servir – vigilar – castigar – controlar –  aguantar – sufrir

A continuación os cuento cómo estamos rompiendo con los roles de mujeres buenas, de criadas y carceleras para poder amar en igualdad y en libertad. Y os doy pistas para que podáis desobedecer vosotros también.
Mujeres buenas/mujeres malas A unas mujeres las tratáis muy bien, y a otras no. Y es porque os han educado bajo la idea de que hay mujeres de primera y de segunda categoría.

En el imaginario colectivo, las mujeres buenas son aquellas que viven para complacer a un hombre y a sus hijos varones. Son mujeres discretas, obedientes, bondadosas, inocentes, sensibles, amorosas, entregadas, cuidadoras, complacientes, abnegadas, generosas, que viven por y para el amor romántico y el amor de madre. Son buenas esposas, buenas madres, buenas hijas. Son mujeres respetables.

Son el pilar de la familia feliz. 

Las demás son todas mujeres malas. Mujeres para divertirse y tener sexo: a ellas nunca debes ofrecerles el trono del matrimonio. A algunas las enamoráis, a otras les pagáis, pero no les concedéis el status de persona, sino de objeto sexual, por eso tenéis varias.

Para el patriarcado, las mujeres malas son mujeres libres a las que les gusta el sexo, son mujeres que hacen elecciones y toman decisiones, mujeres difíciles de domesticar y someter, mujeres poderosas y dominantes. Mujeres de las que no puedes enamorarte: los hombres son educados para desconfiar de todas las mujeres, menos de su madre.

Y hasta que no desalojes de tu mente la idea de que el mundo está lleno de mujeres malas que quieren destrozarte el corazón, aprovecharse de ti y dominarte a través de sus encantos, no vas a cambiar mucho. Hay que llegar a la raíz para liberarte de la idea de que te mereces una mujer buena que te cuide y se desviva por ti. Y entiendas que las mujeres no somos santas ni putas, buenas ni malas: todas merecemos el mismo respeto, y buenos tratos. No importa si la relación es fugaz o duradera: ninguna mujer vale menos o más que otra. La pista es acabar con las jerarquías y las etiquetas que oprimen a las mujeres.

Mujeres carceleras

Esto viene de muy lejos: ya Zeus era un dios promiscuo y mentiroso que hacía sufrir a su esposa Hera con su obsesión por ponerle los cuernos. Según la cosmogonía de la Antigua Grecia, Zeus vivía obsesionado con serle infiel a Hera, y Hera, se desvivía obsesionada con descubrirle y castigarle. Sus historias están basadas en este juego del gato y el ratón en el que él cumple el papel de hombre casado que necesita una carcelera, y ella es el de la esposa que trata de domesticar al marido, sin conseguirlo nunca del todo.

Desde entonces hasta ahora, han pasado muchos siglos, pero muchos de vosotros seguís creyendo que podéis encerrar a las mujeres en la monogamia, y mientras llevar una doble vida como solteros y como casados, haciendo lo que os apetece y disfrutando de vuestra libertad.  

Las mujeres no nacimos para actuar como «freno de mano» de nuestra pareja masculina.

Se nos ha hecho creer que nuestro deber es vigilar, controlar y castigaros para que no os desboquéis como caballos salvajes. Nuestra función como novias y esposas, nos dice el patriarcado, es sustituir a vuestra madre, domesticaros y guiaros por la senda del bien para que no se os desviéis del camino.

Es el mismo patriarcado que nos encierra en la cárcel de la monogamia para que intentemos que los hombres vivan encerrados con nosotras, cumpliendo la misma condena. Nos meten ahí para que nos rebelemos ante la injusticia que supone que vosotros podáis tener una vida sexual y amorosa diversa, y nosotras no, y para que os arrastremos hacia el nido familiar.

Pero es realmente difícil mantener a un hombre encerrado: siempre encontráis la manera de escaparos y hacer «travesuras». Luego volvéis con las orejas agachadas pidiendo perdón y haciendo propósito de enmienda, mientras planeáis la siguiente escapada. Muchos se aprovechan de una mujer que les ama y sueña con poder cambiarle con su amor.

Es otra trampa del patriarcado: la idea de que el amor todo lo puede.
No necesitáis carceleras, ¿por qué buscáis entonces a una mujer que os controle? Porque a los hombres os educan para que creáis que no tenéis responsabilidad sobre vuestros  actos, y no podéis controlaros ni auto regularos a vosotros mismos con el sexo, el alcohol, las drogas, el juego y las apuestas, las actividades de riesgo en las que ponéis en peligro vuestras vidas, y las fiestas de hombres.

Os tratan como eternos menores de edad para que necesitéis una mujer que os  haga «sentar la cabeza», porque vosotros solos no podéis madurar, ni respetar las leyes, ni cumplir vuestra palabra, ni asumir la responsabilidad de vuestros actos.

Cuando accedéis a casaros para dejar la eterna gloria de la juventud, vosotros sois responsables de traer el dinero a casa, y os veis obligados a trabajar para cumplir con vuestro rol de proveedor.
Nosotras, mientras, somos las responsables de que nuestra relación vaya bien y que el esposo viva esposado.

¿Qué ocurre si pese a nuestra vigilancia, nuestro marido busca a otras mujeres? El patriarcado nos dice que es culpa nuestra porque:  -no sabemos complacerle, no le damos lo que necesita y tiene que buscarlo en otras mujeres,-no sabemos controlarle, no le vigilamos bien, no cumplimos con nuestro deber de carceleras-el mundo está lleno de mujeres deseando robarte el marido, y el pobre no puede resistir la tentación por sí solo, porque es un hombre.

Para nosotras la culpa, para vosotros la disculpa.

La doble moral os atribuye a los varones humanos un apetito sexual insaciable e infinito. Por eso, muchas mujeres saben que a pesar de su férrea vigilancia y sus métodos de castigo, siempre los hombres encuentran sus momentos especiales para escaparse. A nosotras nos enseñan a resignarnos y mantenernos alerta. A la infidelidad masculina le llaman echar canas al aire», y se castiga a los hombres como si fueran chiquillos: les toca dormir tres días en el sofá, y al cuarto pueden volver al lecho conyugal.

Las mujeres, además de vigilar al mentiroso, tenemos que vivir en guerra constante con la mujer a la que hemos sustituido: nuestras relaciones entre suegras y nueras están basadas en la competencia de a ver quién os cuida más y mejor.

Es un estrés vivir siempre en alerta, como si fueras una mujer soldado en una guerra. Nos hacen creer que los hombres no pensáis con el cerebro y no tenéis voluntad propia, y por eso no podemos confiar en vosotros: vuestra palabra no vale nada porque debido a vuestras bajas pasiones y falta de control, no paráis de mentir.  Tenemos que resignarnos a vivir con miedo constante a que nos pongáis los cuernos y nos dejéis por otra mejor.

Si somos demasiado celosas, nos decís que estamos locas. Se supone que todas tenemos que vivir con nuestros cuernos con dignidad, y sin protestar. Muchas mujeres nos compadecemos de vosotros pensando que sois incapaces de ser adultos y necesitáis ayuda, pero también ocurre que en nuestro papel de salvadoras y cuidadoras, nos sentimos útiles y necesarias.

El patriarcado nos ha hecho creer que si nos convertimos en mujeres imprescindibles, tendremos más poder sobre vosotros. Pero en realidad es una trampa para todas nosotras: nunca podremos ser libres ni disfrutar del amor en relaciones de dependencia, ni en relaciones basadas en la dominación y la sumisión, y atravesadas por luchas de poder.

Mujeres criadas y sirvientas

Otro rol patriarcal de las mujeres es el que nos mueve al sacrificio y al trabajo gratis «por amor». El amor es el único instrumento capaz de doblegarnos y de someternos, sólo por amor nos desvivimos por  hacer feliz a un hombre.  Ahora que en muchos países se reconoce que las mujeres somos libres y tenemos derechos, sólo nos podéis explotar en beneficio propio si nosotras lo hacemos voluntariamente, y si creemos que entregarse por completo a un hombre es un acto de amor. 

¿Cuál es el resultado? Que en todo el mundo las mujeres tenemos doble y triple jornada laboral, porque sobre nosotras recaen las tareas básicas para la supervivencia: cuidado de la familia, crianza y trabajo doméstico. Y eso tiene un impacto directo en nuestra salud y nuestra calidad de vida. A vosotros no os enseñan a cuidaros, ni quieren que tengáis autonomía para que necesitéis siempre una mujer a vuestro lado que os cuide y os cubra vuestras necesidades básicas. Primero se ocupa mamá y luego le toca a la esposa. Y si no, siempre se ocupará una hermana, una sobrina, una hija.

Los hombres de todo el mundo vivís como reyes en vuestros hogares: hasta el hombre más pobre del planeta es el amo de su casa y tiene una criada gratis a su disposición. Sólo tiene que enamorarla, hacerle muchos hijos, y mantenerlos a todos.

En todo el planeta los hombres tenéis más tiempo libre que las mujeres: en algunos países, el doble. Esta enorme diferencia del uso del tiempo libre pone al descubierto la explotación en la que vivimos las mujeres, una explotación emocional, sexual, doméstica y reproductiva que nos lleva a vivir como sirvientas de un rey en un sistema que funciona por absolutismo. Os gusta vivir en un país en democracia, pero no hay democracia en la mayoría de las parejas: hay desigualdad y sistema de servidumbre disfrazado de amor.

Las cosas están cambiando: las mujeres nos estamos hartando. 

Atentos a este dato: si antes el principal motivo de divorcio en los países desarrollados era la infidelidad, ahora el principal motivo es el desigual reparto de la energía y el tiempo dedicado a las tareas domésticas, de crianza, y de cuidados. Esto significa que necesitáis un cambio radical en vuestras vidas si queréis adaptaros a los nuevos tiempos y si queréis que vuestras relaciones funcionen.

Mujeres compañeras 

Somos cada vez más las mujeres conscientes de la colosal dimensión de la estafa romántica que nos somete a los hombres por amor. Hemos aprendido que no hay otro camino para la liberación que abandonar nuestros roles de mujer soldado y de mujer sacrificada. Ya sabemos que tenemos derecho al placer, y que nos merecemos disfrutar de la vida, rodeadas de gente que nos quiere y nos cuida.  Las mujeres nos hemos dado cuenta de que no queremos ser criadas, ni carceleras de los hombres: sólo queremos relacionarnos con vosotros como compañeras, de tú a tú, de igual a igual. Ahora os toca a vosotros entender que el amor ha de ser recíproco, y los cuidados, mutuos. 

¿Qué cambios tenéis que hacer en vuestras vidas para dejar de aprovecharos de las mujeres que os quieren?, ¿qué podéis hacer para cuidar las relaciones con las mujeres de vuestras vidas?

Hombres compañeros 

No podéis mantener por más tiempo vuestra condición de reyes: la monarquía doméstica está llegando a su fin. Os tenéis que quitar la corona y bajaros del trono con humildad. Si queréis relacionaros con mujeres libres, lo primero es trabajaros la autonomía y la honestidad. 

Y además:

  • desmontar los mitos de la masculinidad-hacer autocrítica amorosa, individual y colectiva-desobedecer los roles y los mandatos patriarcales-cuestionaros vuestros privilegios y vuestra forma de ejercer el poder, -romper con el pacto de silencio que protege a los hombres, -asumir vuestras responsabilidades y obligaciones en el hogar-comprometeros con vuestra responsabilidad en la crianza y los cuidados,  -caminar hacia la igualdad, aboliendo la explotación de vuestras relaciones,-aprender a relacionaros de una forma horizontal, y tratar a las mujeres como compañeras-trabajaros por dentro para crecer y evolucionar, -aprender a cuidaros a vosotros mismos,-cuidar vuestros vínculos y relaciones con hombres y con mujeres.

Nosotras ya hemos empezado a transformar el mundo: estamos en la cuarta ola feminista. Estamos haciendo crítica y autocrítica, denunciado y visibilizando la explotación y la violencia patriarcal de la guerra contra las mujeres, estamos despertando conciencias, estamos luchando por nuestro derecho a tener una buena vida.

Lo personal es político es uno de nuestros lemas principales: si cambiamos todos y todas, si cambiamos nuestra forma de relacionarnos y de organizarnos, si ponemos en el centro los cuidados, cambiamos el mundo, de arriba a abajo. Empezando por la pareja, y siguiendo por la familia, las amistades y la comunidad, podemos cambiar la sociedad entera. Se trata de dejar de explotarnos, y de aprender a relacionarnos desde el respeto, la cooperación, el disfrute, el apoyo mutuo, la responsabilidad afectiva, la ternura radical y los cuidados compartidos.

Las mujeres y los hombres podemos compartir la vida y disfrutar del amor si somos compañeros, si nos relacionamos en libertad, si nos cuidamos con amor, si nos tratamos siempre de tú a tú, siempre de igual a igual.

Fuente: https://rebelion.org/ni-criadas-ni-carceleras-companeras-como-aprender-a-relacionarse-con-mujeres-libres/

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Education Plus: justicia de género para chicas adolescentes y mujeres jóvenes en África

“Imagina conmigo por un momento. Imagina descubrir que has contraído el VIH a través de un chico que ni siquiera sabía que era positivo y no se creyese que te lo hubiese transmitido él”, comentó Akosua Agyepong, una líder para la juventud de Ghana, en un evento virtual junto a los principales asociados de una nueva iniciativa emblemática: Education Plus.

La Sra. Agyepong compartió la historia de su amiga, una joven de 18 años con problemas para estudiar, acceder al tratamiento y acabar con la discriminación que muy a menudo tienen que afrontar los jóvenes que viven con el VIH tanto en sus casas como en las escuelas, los sistemas sanitarios y la comunidad.

Esta experiencia, por desgracia, no forma parte del pasado. En África subsahariana se estima que, cada semana, 4500 chicas adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen el VIH, una epidemia alimentada por las injusticias y la violencia de género. Cinco de cada seis nuevas infecciones en adolescentes corresponden a chicas. África subsahariana también es la región con las tasas más altas de matrimonio infantil y embarazo adolescente.

En el evento, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, imploró a la audiencia que reflexionara sobre estos hechos mientras presentaba Education Plus, una nueva iniciativa que cambiará las reglas del juego y que ha sido creada como respuesta a esta realidad, agravada por la pandemia de COVID-19.

“Education Plus aúna los distintos gobiernos con el objetivo de demostrar que existe liderazgo para comprometerse a introducir una educación secundaria gratuita y hace un llamamiento a las instituciones financieras y a los países donantes para que apoyen el liderazgo de los gobiernos africanos. Hermana los movimientos de chicas, de mujeres, de derechos humanos; todos aquellos que se preocupan por los derechos de las chicas y por el derecho a la igualdad de oportunidades”, indicó la Sra. Byanyima.

“Esta situación no es inevitable. Puede cambiar, y ha estado cambiando. Necesitamos liderazgo; necesitamos solidaridad; necesitamos colaboración para cambiarla”, añadió.

Education Plus, dirigida por ONUSIDA, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y ONU Mujeres, demanda compromisos multisectoriales que garanticen la calidad de la escolarización secundaria gratuita para todos los chicos y chicas. Pide que se garanticen los entornos libres de violencia, el acceso a educación integral sobre sexualidad, el cumplimiento de la salud y los derechos sexuales y reproductivos y que se asegure el empoderamiento económico de las mujeres jóvenes a través de transiciones exitosas de la escuela al trabajo.

Los ministros de género, educación y salud de los países africanos recordaron la importancia del enfoque holístico de Education Plus, al igual que los representantes de las principales instituciones asociadas, incluida la Comisión de la Unión Africana, el Banco Africano de Desarrollo, la Unión Europea y la Alianza Mundial para la Educación.

Khumbize Kandodo-Chiponda, Ministra de Salud de Malawi, se basa en su experiencia de vida para referirse a Educación Plus como una intervención oportuna. «Me toca muy de cerca porque tenía 16 años cuando me quedé embarazada. Así que puedo ponerme en la piel de nuestras jóvenes, especialmente las en las zonas rurales. Tuve la suerte de tener la oportunidad de volver a la escuela; de hecho seguí estudiando y me gradué en la universidad», dijo. «Muchas de nuestras jóvenes no tienen la misma oportunidad. Así que estoy muy contenta con la iniciativa Educación Plus».

Valentine Uwamariya, Ministra de Educación de Ruanda, dijo que la educación secundaria no debería ser un lujo. «Para acabar con la amenaza al bienestar de las adolescentes, incluso para protegerlas del VIH, es fundamental la finalización de la enseñanza secundaria. La calidad de la educación supone la introducción de una educación integral sobre sexualidad, como hizo Ruanda en el nuevo plan de estudios basado en el enfoque por competencias».

«Todas las niñas merecen el derecho a una educación que no solo sea inclusiva, sino también asequible, alcanzable y accesible, además de no tener miedo a ser juzgadas y a recibir un trato irrespetuoso, así que chicas, ¡a darlo todo!», dijo Hazel Jojo, una educadora inter pares de Zimbabwe.

Vanessa Moungar, Directora de Género, Mujeres y Sociedad Civil del Banco Africano de Desarrollo, pidió inversiones inteligentes. «Tenemos que seguir trabajando con nuestros gobiernos para que la inversión en la educación de las niñas sea tan prioritaria como la construcción de carreteras y puentes».

«Necesitamos más de estas intervenciones dirigidas que abordan las causas fundamentales de la desigualdad de género y tienen resultados inmediatos», dijo Franz Fayot, Ministro de Cooperación para el Desarrollo de Luxemburgo. Véronique Tognifodé Mewanou, Ministra de Asuntos Sociales y Microfinanciación de Benin y Presidenta del Comité Técnico Especializado sobre la Igualdad de Género de la Unión Africana, se comprometió a apoyar la iniciativa.

En consonancia con el énfasis de la iniciativa de poner en el foco el liderazgo de las jóvenes, el evento fue moderado por dos líderes jóvenes, Jennifer Kayombo, de la República Unida de Tanzania, y Lorence Kabasele, de la República Democrática del Congo. El evento fue patrocinado por los gobiernos de Benin y Luxemburgo el 17 de marzo y se celebró en ocasión de la 65ª sesión de la Comisión de la condición jurídica y social de la mujer de las Naciones Unidas.

Entre las principales promotoras de la iniciativa estaban Pauline Nalova Lyonga Egbe, Ministra de Educación Secundaria de Camerún, Sarah Mbi Enow Anyang, Comisionada de Educación, Ciencia y Tecnología e Innovación de la Unión Africana, Henriette Geiger, Directora de la Dirección de Desarrollo Humano, Migración, Gobernanza y Paz de la Comisión Europea, y Alice Albright, Directora General de la Alianza Mundial para la Educación.

Educación Plus, una oportunidad para aprovechar plenamente el poder transformador de la inversión en niñas adolescentes y mujeres jóvenes, se pondrá en marcha durante el Foro Generación Igualdad en París, Francia.

Fuente: https://www.unaids.org/es/resources/presscentre/featurestories/2021/march/20210319_education-plus

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Noam Chomsky aboga por las tres causales en carta a arzobispo y todos los obispos dominicanos

Exhorta expresamente al arzobispo Francisco Ozoría Acosta a parar «el odio y las injusticias que generan esta situación».

El afamado lingüista, filósofo y activista político estadounidense Noam Chomsky firmó una carta pública dirigida al arzobispo Francisco Ozoría Acosta, «y todos los obispos dominicanos», en la que se aboga por la despenalización del aborto en tres circuntancias puntuales.

El legendario profesor laureado de lingüística de la Universidad de Arizona destaca en esa carta, con fecha 24 de marzo de 2021, que «han sido muchos los sacerdotes y monjas que han luchado y dado su vida porque las mayorías puedan vivir sin explotación, con oportunidades, con derechos y sin injusticias» y exhorta a los jerarcas católicos dominicanos a alinearse en ese sentido.

En la misiva se reconoce que República Dominicana está dividida, entre aquellos que apoyan y quienes desconocen el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, lo que «ha traído y seguirá trayendo malestar, odios y encono en todo el país», se apunta.

«De no aprobarse la despenalización en 3 causales, los abortos clandestinos y las muertes de niñas y mujeres continuarán y se incrementarán», advierte.

Recuerda diversos pasajes en distintas épocas y lugares en los cuales «la Iglesia ha sabido tomar el camino correcto cuando ha sido necesario y lo ha hecho de manera ejemplar», subraya.

«Esperamos que usted -dice en alusión directa al arzobispo- tome por iniciativa propia» la senda de «ayudar a detener el odio, ayudar a detener las injusticias que generan esta situación y abrir su capacidad visionaria, con tolerancia, para que la nación en su conjunto pueda elevar a la categoría de personas libres y con derechos, a las mujeres dominicanas.

Carta pública de Noam Chomsky y José Santana al Arzobispo Ozoria y a todos los Obispos dominicanos

24 de marzo, 2021

Su Excelencia

Reverendísimo Francisco Ozoría Acosta

Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo

Espero que al recibir esta correspondencia sienta la paz y sabiduría para hacer una pausa en el importante papel que le ha encomendado la vida y así quizás leerla con la mayor objetividad posible, separándose—aunque sea de manera abstracta—de su investidura.

En más de 2,000 años la Iglesia Católica ha jugado un papel significativo en la vida de millones de seres humanos. Algunas veces, ese desempeño ha sido heroico y se ha puesto a la altura de las circunstancias, encarnando en sí el mensaje de Cristo por los más necesitados y más desposeídos.

Han sido muchos, los representantes de la Iglesia Católica que durante largos años han asumido la salvación cristiana como una lucha que debe ser complementada por la disminución de las desigualdades económicas, por la participación política de los más necesitados, por la reivindicación de los derechos de hombres y mujeres como signos tangibles de la dignidad humana. Han sido muchos los sacerdotes y monjas que han luchado y dado su vida porque las mayorías puedan vivir sin explotación, con oportunidades, con derechos y sin injusticias.

Sé que usted conoce esa parte de la historia de la Iglesia y que no le son ajenos los nombres de hombres y mujeres de fe como: Ernesto Cardenal, Arnulfo Romero, Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Camilo Torres, Gaspar García, Elsa Támez, María Pilar Aquino, Ivone Gebara, María Clara Bingemer y Clelia Luro.

Por otro lado, esa misma historia de más 2,000 años tiene episodios oscuros y tenebrosos, de lo cuales sabemos que hoy día pesan como un lastre condenatorio sobre la Iglesia Católica y que esos episodios oscuros se vieron también florecer en los momentos de las dictaduras en muchos países del mundo en las cuales la Iglesia Católica fue el Concertino de esas orquestas fúnebres que dejaron miles y miles de muertes.

También han pesado mucho los escándalos de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia contra niños y niñas que estaban supuestos a ser protegido bajo el manto de la fe cristiana y resultaron vejados indecorosamente por aquellos que estaban llamados a protegerlos.

Como ve Su Excelencia, la Iglesia ha sabido tomar el camino correcto cuando ha sido necesario y lo ha hecho de manera ejemplar.

Actualmente, les toca a ustedes decidir de qué lado de la historia colocarse y aunque esta carta pueda no tener ningún efecto sobre sus posturas, bien servirá de testimonio para los años venideros, años en los que esperamos que ningún dominicano y dominicana tenga que decirles: “Se lo advertimos”.

La República Dominicana está dividida, entre aquellos que apoyan el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en 3 causales y quienes no lo apoyan.

Esta división ha traído y seguirá trayendo malestar, odios y encono en todo el país. De no aprobarse la despenalización en 3 causales, los abortos clandestinos y las muertes de niñas y mujeres continuarán y se incrementarán.

La práctica de negarle a los seres humanos las posibilidades de tomar decisiones sobre sí mismos es conocida como “esclavismo” y resulta incompresible a toda luces, que hoy en día, la sociedad dominicana esté dividida entre aquellos que pueden decidir ser padres o no y aquellas “esclavas” que están obligadas por ley a ser madres en caso de quedar embarazadas, aun en contra de su voluntad, aun cuando ese embarazo sea resultado de una violación o incesto, aun siendo niñas de 9 años o aun corriendo peligro de muerte.

Como hombres que defienden la causa de las mujeres a decidir por sí mismas, si desean ser madres o no, es difícil entender la inequidad, diferencias e injusticias que existen cuando se trata la temática del derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente el embarazo. Normalmente las mujeres han tenido que tomar decisiones sobre sus cuerpos que les cambia la vida para siempre, cosa que no ocurre cuando se trata de nosotros, los hombres.

Debemos asumir sin conocerlo, que en su corazón palpita la voluntad de que este país llegue a un entendimiento justo sobre la despenalización de las 3 causales. Ustedes están llamados a dar un paso hacia adelante y hacia el futuro entendiendo que la despenalización de las 3 causales no es “carta abierta para el aborto” más bien todo lo contrario; es el derecho de las mujeres a decidir si desean ser madres o no, es el derecho a que las mujeres dominicanas tengan acceso a las atenciones de salud mínimas y asistidas para que no corran riesgo. Mujeres y niñas, que en su mayoría son las más desposeídas, tan desposeídas que muchas veces se les roba la infancia como resultado de las violaciones y el incesto.

El 18 de septiembre de 2013, Su Santidad, Papa Francisco, manifestó que: “La Iglesia católica debe dejar de lado su obsesión con las enseñanzas sobre el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad y volverse más misericordiosa o se arriesga al derrumbe de toda su edificación moral como un castillo de naipes

Fue visiblemente notorio que la Iglesia se mantuvo en un segundo plano durante el referéndum irlandés sobre la Octava Enmienda a su Constitución el 25 de mayo de 2018. De igual forma, en noviembre, 2016 el Papa Francisco anuncio públicamente a todos los sacerdotes que absuelvan a las mujeres del “grave pecado” del aborto, extendiendo indefinidamente el permiso especial que había otorgado por la duración del Año Santo de la Misericordia.

El Papa Francisco escribió en su Carta Apostólica hecha pública que “no hay pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y borrar cuando encuentra un corazón arrepentido que busca reconciliarse con Dios”.

Lo que sucedió en Irlanda y Argentina, sin embargo, fue una clara indicación de que las cosas han cambiado, sobre todo por los escándalos de abusos sexuales que, sin dudas, han tenido un efecto importante. Muchas cosas están cambiando en el mundo actual, pues más de tres generaciones de mujeres en todo el mundo han demandado la necesidad de aceptar el aborto en 3 causales. El mundo ha cambiado y seguirá cambiando, porque varias generaciones de mujeres han luchado y continuarán luchando por sus legítimos derechos a la educación, por sus legítimos derechos al trabajo digno, por sus legítimos derechos a ocupar cargos públicos y por sus legítimos derechos a la no violencia y abuso sexual generalizados en los que tantas mujeres, niñas y niños han llegado a perder la vida.

Todas estas luchas no son producto de ningún tipo de conspiración orquestada en las oficinas de ningún magnate millonario con el objetivo de desestabilizar el mundo en su beneficio, son el resultado de años de opresión, de humillación, de ultraje que definitivamente la mujer de hoy no está dispuesta a tolerar.

Esperamos que vea estos cambios como algo bueno y los anime.

En el debate sobre las 3 causales, se dice que éstas son inconstitucionales porque la Constitución dominicana lo prohíbe. Sin embargo, es oportuno aclarar (y usted conoce los hechos históricos que así lo corroboran) que si bien es cierto la Constitución es la Ley Fundamental del Estado Dominicano y este tiene el PODER de hacer cumplir cierto concepto de lo que es legal bajo el precepto de la Constitución, PODER no implica JUSTICIA. La Constitución, el Código Penal y el Estado pueden definir las 3 causales como ilegal y estar equivocados al hacerlo, porque eso no necesariamente implica que lo que hoy es LEGAL sea JUSTO.

Ojalá nuestras palabras no resulten proféticas al decirle que la no inclusión de las 3 causales traerá consecuencias devastadoras para la sociedad dominicana en el futuro, ensordeciendo a millones de jóvenes que se alejarán cada vez más de la espiritualidad que la iglesia pueda ofrecerles y se aferraran más a un mundo material donde sentirán que solo ellos pueden ser sujetos de su propia historia.

Tanto la decisión de tener un aborto como la de llevar un embarazo a término tienen consecuencias. Estas consecuencias pueden ser físicas, sociológicas y/o psicológicas. Por eso es importante que la decisión se deje en manos de cada mujer para que decida por sí misma con qué consecuencias puede vivir. Por esta razón, el acceso a la atención médica segura con relación al embarazo y el aborto, en 3 causales, deben estar disponible para todas las mujeres, en todo el país.

Como dijimos anteriormente no estamos seguro de que esta comunicación pueda revertir la posición que ustedes han mantenido con respecto a las 3 causales, pero bajo el manto de la creencia cristiana siempre existe esa posibilidad y esperamos que usted tome por iniciativa propia ayudar a detener el odio, ayudar a detener las injusticias que generan esta situación y abrir su capacidad visionaria, con tolerancia, para que la nación en su conjunto pueda elevar a la categoría de personas libres y con derechos, a las mujeres dominicanas.

Con sinceros sentimientos de respeto, se despiden.

“Firmo esta carta en apoyo al derecho de las mujeres dominicanas a interrumpir voluntariamente el embarazo en las circunstancias citadas”. José M. Santana

“I am signing this letter in support of the right of Dominican women to voluntarily interrupt pregnancy in the cited circumstances.” Avram Noam Chomsky

Fuente: https://acento.com.do/actualidad/noam-chomsky-aboga-por-las-tres-causales-en-carta-a-arzobispo-y-todos-los-obispos-dominicanos-8927694.html

 

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Entrevista a la escritora Elvira Sastre: Mientras siga habiendo una mujer que viva con miedo no habremos conseguido nada.

Por: Marisa Kohan
Fuentes: Público [Foto: Elvira Sastre, escritora. — Gloria Nieto]

Elvira Sastre llena teatros y auditorios a ambos lados del Atlántico con algo de consumo tan poco masivo en nuestros días como es la poesía. Tiene ya ocho libros publicados bajo diversas editoriales y una legión de fans y seguidores en redes sociales que supera el medio millón de personas. Cualquiera que mire estos datos pensará que se trata de una escritora con una extendida carrera. Pero Sastre (Segovia, 1992) publicó Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, su primer libro de poesía, hace apenas ocho años. Ahora está trabajando en un nuevo proyecto editorial y ampliando su shop, una tienda de productos online con camisetas, bolsos y complementos ilustrados con versos de su poesía.

En esta entrevista, realizada a pocos días de la celebración del 8M, Sastre se muestra convencida de que a pesar de los avances hay que seguir reivindicando los derechos de las mujeres. «El objetivo es una igualdad real, y hasta que no se consiga habrá que presionar y hacer más», afirma la poeta. Y añade con rotundidad: «Mientras siga habiendo una sola mujer que ha sido asesinada o es maltratada o siga habiendo un despido improcedente o salarios que no son iguales o algún tipo de desigualdades, nos seguirá quedando muchísimo camino».

Usted se ha convertido en un ídolo de masas capaz de llenar  teatros y salas con algo tan poco masivo  a priori como la poesía. Muchas jóvenes se miran en usted como un referente. ¿A qué cree que se debe esto?

No sabría decirte. Yo como lectora de poesía, cuando doy con un libro de alguien que escribe cosas que yo no sé expresar, siento mucho agradecimiento. Y puedo entender que la gente cuando lee mis libros o lee poemas que le resuelven cosas o hace que se sientan acompañados y entendidos, sientan agradecimiento. E incluso la pasión de algunos que quieren darte un abrazo porque le has dado luz en este rincón de su vida. Me pasa cuando leo y cuando escribo. Creo que esto viene por ahí.

También creo que la salud emocional está un poco abandonada, no se cuida, no se trata a no ser que uno lo busque. La poesía ahí da un poco la respuesta y por eso creo que ha llegado a tanta gente. En este momento de tanta inmediatez y tanta superficialidad, de repente te cruzas entre selfie selfie con un poema que le llega dentro y funciona. Estos años me he dado cuenta que hay mucha gente que acude a la poesía porque le gusta y mucha que no sabía que le gustaba y la ha descubierto así, sin buscar. Y creo que por eso funciona. La poesía al final es emoción y emoción tenemos todos. Es algo común a todas las personas.

¿Considera que su poesía es feminista?

Creo que el feminismo no es una intención. Es algo que forma parte de nosotras. Como yo me considero una persona feminista, no me supone un esfuerzo escribir un poema feminista. Creo que todo lo que hago está impregnado de feminismo porque yo soy así. También es verdad que hay poemas con temática feminista que he hecho a propósito por una necesidad de soltar cosas y de expresarme, y que siempre los leo con ese empeño y con ese discurso, y que además me paro y lo digo. Y el hecho de viajar y conocer tantas culturas distintas me ha hecho aprender mucho de esto. Cada vez que viajo a Argentina vuelvo con el escudo morado porque es alucinante lo que aprendo allí e intento luego transmitirlo aquí. Cuando doy recitales y leo un poema, intento contar lo que está pasando ahí afuera y cómo es la lucha de las mujeres fuera de nuestro país. Irremediablemente el feminismo está en todo lo que hago y hay algunos poemas en que está de una manera más explícita.

La literatura, al igual que otras artes, ha utilizado tradicionalmente las historias de amor para cosificar a las mujeres ¿Qué vías ha encontrado para hacer de la poesía un vehículo del feminismo?.

Yo hablo siempre en mi poesía de mujeres, por lo que de una manera irremediable, cuando le escribo un poema de amor a una mujer, la estoy viendo como una igual, y no hay un artificio que tal vez habría si yo fuera un hombre y le estuviera haciendo un poema de amor a una chica. Creo que por esa parte me he salvado casi sin pretenderlo. Yo escribo siempre sobre mujeres y esto me hace estar muy cercana a la mujer que no soy yo, la que tengo enfrente, la que es mi compañera y me hace ver cosas de ella que en mí no veo y al verlas en ella las veo en mí.

Yo escribí una novela que se llama Días sin ti que va sobre un personaje que es la abuela y el nieto y esa abuela está basada en mi propia abuela. Tengo referentes personales en mi familia, de mujeres muy luchadoras que lo han dado todo, que han sobrevivido a todos los obstáculos que les ha puesto la vida, con mucho esfuerzo y como es la historia de mi vida y lo he visto desde siempre, no me cuesta. También hay muchos referentes que ni siquiera hay que buscarlos a poco que te informes. Al final, este tema lo ideal o la utopia es que en esta sociedad no tengamos que buscar esos ejemplos, sino que los estemos recibiendo constantemente. Esa es la forma de educar: rodearte de todo eso. Creo que para generaciones futuras lo estamos consiguiendo.

Las niñas y las mujeres en general tienen muy pocos referentes femeninos. ¿Considera importante recuperar esos referentes, especialmente en la literatura?

Sí. Yo creo que es básico. Al final los programas educativos se lo suelen saltan un poco, aunque quiero creer que cada vez menos y que está habiendo algún cambio. Yo me he encontrado con muchas maestras que hacen esa labor. He ido a institutos a dar recitales y a charlar con alumnos y muchas veces veo el trabajo de esas profesoras que contactan conmigo, que emplean parte de su tiempo libre en preparar una actividad para acercar a sus alumnos y alumnas a nuevas voces, y sobre todo a voces de mujeres. Incluso son a veces los mismos estudiante las que lo piden.

Y es cierto que faltan referentes, pero creo que es una generación que está mucho menos cansada que mía y que las generaciones anteriores a la mía, que llevamos ya muchos años de lucha. Están más frescos, tienen más herramientas, tienen un desparpajo muy distinto y es algo que me tranquiliza. Porque pienso que nosotras lo haremos mejor o peor e intentaremos dejarles el mundo lo mejor mundo posible, pero ellas van a enderezar lo que no esté bien y en eso vamos a estar salvadas.

En las últimas décadas se ha avanzado mucho en los derechos de las mujeres social y legislativamente. ¿Qué nos queda por conquistar? ¿Dónde hay agujeros negros?

Mientras siga habiendo una sola mujer que ha sido asesinada o es maltratada o siga habiendo un despido improcedente o salarios que no son iguales o algún tipo de desigualdades, nos seguirá quedando muchísimo camino. El objetivo es no conformarnos, sino conseguir la igualdad al 100%. Si no es al 100%, a mí no me vale. Porque con qué cara te plantas al mundo diciendo que hemos llegado al 80% y nos conformamos. No. El objetivo es una igualdad real y hasta que no se consiga habrá que presionar y hacer más. Es cierto que se han hecho muchas cosas, pero mientras siga habiendo una mujer que viva con miedo no habremos conseguido nada.

¿Es importante reivindicar en las calles el 8M?

Yo creo que sí. En la calle es donde está la lucha al final. Yo este 8M no voy a salir a ningún sitio porque soy persona de riesgo y llevo sin salir mucho tiempo. Llevo saliendo lo justo todo el año. Pero creo que tenemos herramientas para que esta lucha se pueda hacer desde distintos focos. Considero que hay una realidad que no podemos cambiar y es que ante este feminismo haya un sector, más pequeño de lo que parece, al que le molesta y tampoco hay que darles herramientas para que puedan atacar. Es cierto que hay otras manifestaciones sobre las que no se ha dicho nada, que se han hecho miles de cosas, pero soy de la opinión de que es mejor hacer las cosas bien. Podemos luchar desde casa, desde las plataformas de redes que mueven muchísimo y alzar la voz desde todos los sitios que podamos. A mi la manifestación del 8M me da una fuerza que me dura hasta el año siguiente y eso nos va a faltar este año, como nos han faltado un montón de cosas. Pero creo que hay que hacer las cosas con cabeza y se pueden hacer otros planes.

Recientemente hemos visto que en el Teatro comienza a asomar un tímido #Metoo. ¿Se necesita un #Metoo en el mudo de la literatura, en el mundo editorial?

Yo no conozco ningún caso de esa gravedad. Si creo que hay muchísima desigualdad. Yo lo veo. Cuando me invitan a festivales o voy a viajes o a congresos, son todo hombres por encima de 50 o 60 años, con trajes y corbatas y apenas hay mujeres.  Yo me he visto en situaciones muy incómodas, de llegar a un hotel y ver cómo te miran todos pensando ‘¿esta chiquita quién es?’ Son momentos ante los que me crezco de alguna manera. Recuerdo que me invitaron hace unos años al congreso internacional de la Lengua en Córdoba (Argentina) y estaba lleno de académicos. Me pusieron en una mesa con otros ponentes. Ese día iba a leer un poema que había escrito a Argentina, pero de repente vi que esa muy curioso porque todos los invitados eran hombres y todos los asistentes prácticamente eran mujeres. Entonces decidí usar la plataforma y los medios para leer el poema que escribí para el día de las mujeres, que es el más feminista que tengo. Y decidí leerlo porque a lo mejor son cosas que ellos no quieren escuchar de manera voluntaria, pero como estaban aquí tienen que escucharme. Ese fue un momento brutal porque el público hizo una ovación de varios minutos. Fue un momento muy mágico. Y al día siguiente te miraban de otra manera.

Eso lo he tenido que luchar, porque es un mundo muy de hombres. Das con hombres buenos, por supuesto. Yo me rodeo de hombres buenos, porque a los malos no los quiero cerca. Son hombres que te ayudan y te impulsan y te hacen camino. Es verdad que falta aire. Yo tengo las dos experiencias: tengo edictores que son hombre y editoras que el equipo son casi todas mujeres y me siento muy a gusto en las dos partes. Pero creo que en cuanto a visibilidad, a nivel representativo de autores y autoras aún nos falta. Hay algo que a mí me enfada mucho es esto de que te inviten para llenar al cartel y que haya alguna mujer. También me da rabia, y me ha pasado, que te llamen para hacer un prólogo porque el epílogo ya me lo ha hecho un hombre. Y no. Si quieres que te haga algo es por lo que yo escribo. Al final un libro no tiene género. No quiero rellenar una lista ni este falso feminismo. Si quieres algo que sea por mi trabajo y no por el género que yo tenga o que decida tener.

Muchas de sus seguidoras afirman haberse tatuado palabras o poemas suyos y usted ha afirmado tener algunas palabras tatuadas en su cuerpo ¿Qué palabras han marcado su vida?

Aquí tengo [muestra el brazo derecho) una que pone ‘palabras’, que está escrito con la letra de mi padre. También tengo este dibujo que es de mi perrito que falleció, de Tango, y algunas cositas. Todas con mucho significado. Es verdad que hay mucha gente que se tatúa cosas mías, que incluso me lo piden escrito a mano porque que se lo quieren tatuar así. Yo siempre digo que mi letra es muy fea, pero a la gente les gusta, les hace ilusión. Y es verdad que me piden todo tipo de cosas. Peticiones de matrimonio también…. Un montón de cosas que a veces me dan un poco de cosa, pero ya que estoy ahí vamos al lío y que esto salga bien.

¿Y hay alguna palabra que sea particularmente especial?

Hay una que es como firmaba cuando empecé a escribir en un blog de Internet, que es ‘saudade’. La descubrí en el instituto en el libro de lengua y me gustó mucho lo que significaba, porque era una mezcla entre añoranza, nostalgia, melancolía, que acompaña mucho mi obra. Viene del gallego y el portugués que tienen palabras que significan cosas muy bonitas y es una palabra que me ha acompañado siempre.

Hay muchas vivencias de las mujeres que siguen siendo tabú para la literatura en nuestra sociedad. ¿Se puede hacer arte con aspectos claves de nuestra vida como el aborto, la menstruación o la menopausia?

Si. Sin duda. De hecho mi vertiente de traductora me ha permitido estar en contacto con obras de otros países, otras lenguas, que es un efecto como cuando viajo. Ves como se tratan ciertos temas en otros países. Tuve un encuentro maravilloso con Rupi Kaur a la que traduzco desde su primer libro (lleva tres) y recuerdo ese primer libro en el que narraba los abusos que había sufrido en su niñez por parte de un familiar, como había salido de ello. No lo escondía y ese libro me marcó muchísimo, porque cuando traduces un libro es un paso más allá de leerlo. Te metes por completo. Luego pude conocer en persona a Rupi Kaur y es un ser de luz. En sus libros habla de estos otros temas que no son de amor o desamor. Y como sus relaciones son con hombres trata mucho el tema del hombre en las relaciones con las mujeres y sobre experiencias muy nocivas que ella ha tenido y de hombres buenos que ha conocido y lo que ha aprondido de ellos.

Creo que hay autoras, incluso en nuestro país también. Luna Miguel, por ejemplo, tiene obras maravillosas que hablan de mil cosas interesantes para las mujeres o cuando Paula Bonet hizo ese libro sobre el aborto, que son temas que llevados a la literatura, sobre todo en momentos como este, son imprescindibles. Hay que leerlos para conocer de primera mano algo tan emocional y tan íntimo como un poema, que además hable de un tema tan emocional e íntimo como estos, es una fuerza y un golpe tremendo.

¿Veremos a los hombres leyendo este tipo de literatura?

Ojalá. Yo conozco hombres que los leen. Tengo amigos que los leen, que son sensibles y que tienen muchas ganas de aprender y de reaprender. Que son lectores habituales y escriben poesía y se dan cuenta de que también leyendo estos poemas y estos libros pueden reaprender cosas que la sociedad les ha enseñado de una manera errónea y por ahí conectan. Yo en mi círculo lo he visto. Ya he dicho que yo me rodeo de hombres buenos y tal vez estoy muy alejada de los hombres malos que no quieren saber nada de esto. Confía en que poco a poco lo terminen haciendo y que si deciden no hacerlo sea la sociedad la que los eche a un lado y no les quede más remedio que aprender o desaparecer.

Fuente: https://www.publico.es/entrevistas/elvira-sastre-siga-habiendo-mujer-viva-miedo-no-habremos-conseguido.html

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