El fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, fue a Medellín para atender el caso del abuso sexual a niños entre 2 y 5 años en un hogar infantil de Santa Cruz.
La cabeza del ente judicial comentó que ya se adelantan las investigaciones, desde el pasado 28 de junio. Señaló que ya se está adelantando el proceso de recolección de las entrevistas y demás material necesario.
El funcionario también habría comentado que ya se instauró un equipo interdisciplinario de investigación. Este equipo estaría brindando atención especial forense para los niños víctimas de los hechos.
“Está conformado por fiscales, investigadores, expertos y médicos de Medicina Legal, quienes deben entregar el resultado de la investigación en el menor tiempo posible. No descartamos ninguna hipótesis en esta investigación”, comentó el fiscal.
Hasta ahora se conoce que el operario de alimentos del hogar infantil fue apartado de su cargo. Sin embargo, no han emitido una orden de captura en contra de él.
Los padres de familia están dentro una denuncia general en donde están instaurando los procesos legales individuales según cada caso.
Cabe recordar, que la Procuraduría también asignó un grupo de procuradores al caso. Por su parte, la Defensoría del Pueblo puso a disposición a un defensor público a que acompañara el proceso de las familias que fueron afectadas.
14 niños habrían sido abusados por violador en serie en jardín infantil en Medellín
Una alarmante denuncia dio a conocer la Alcaldía de Medellín. Estos niños habrían sido víctimas de abuso sexual en un jardín infantil de la comuna 2 (Santa Cruz), en el nororiente de la ciudad.
Actualmente, la Alcaldía de Medellín informa que la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía tiene conocimiento de los hechos a partir de dos denuncias radicadas. Esto en el marco de la activación de las rutas de restablecimiento de derechos de los niños y niñas de la ciudad.
Un contratista de la entidad prestadora del servicio es acusado de estos graves hechos sucedidos en el centro infantil.
Por tanto la Alcaldía precisa que el presunto abusador se desempeñaba como auxiliar de nutrición. También informaron que es contratista de la entidad prestadora del servicio de atención integral que opera la sede.
A la fecha, se encuentra suspendido de actividades que le permitan tener algún contacto con los niños y las niñas, en tanto avanza la investigación por parte de las autoridades.
A la zona se envía un equipo psicosocial para escuchar a las familias de las presuntas víctimas del abuso sexual y brindar acompañamiento psicológico.
También, la alcaldía ordena la activación del Código Fucsia. Además, del protocolo para la detección y atención de casos de presunta inobservancia, amenaza y vulneración de derechos de los niños.
Esto establecido en las orientaciones técnicas para la Operación de la Modalidad Entorno Infantil 8 Horas.
Según la Alcaldía, el centro infantil se cierra temporalmente y los 72 niños que eran atendidos allí seguirán recibiendo acompañamiento en casa.
Los niños abusados fueron remitidos al programa Jugar para Sanar. Allí se brinda atención especializada frente a estos casos.
El Secretario General de las Naciones Unidas afirmó este lunes que la forma en que se violan los derechos de los niños durante los conflictos es alarmante y dolorosa e instó a las partes de todos los escenarios de guerra a respetar y proteger esas garantías todo el tiempo.
António Guterres presentó su más reciente informe sobre niños y conflictos armados durante un debate de alto nivel del Consejo de Seguridad sobre el tema.
Según ese reporte, el año pasado se violaron gravemente los derechos de unos 19.300 jóvenes afectados por combates en países como Afganistán, Siria y la República Democrática del Congo.
“No hay lugar para los niños en los conflictos y no debemos permitir que éstos pisoteen los derechos de los niños”, recalcó Guterres.
Explicó que el reclutamiento y el uso de los menores en hostilidades continúan siendo las principales violaciones, seguidas de asesinatos, mutilaciones y denegación del acceso humanitario.
“Además, surgieron tendencias nuevas y profundamente preocupantes, entre ellas el aumento exponencial del número de niños secuestrados y de la violencia sexual contra niños y niñas”, dijo.
Guterres citó también los ataques y saqueos constantes a escuelas y hospitales, así como la destrucción o uso con fines militares de estas instalaciones.
Niños Iraquíes reciben ayuda humanitaria al este de Mosul. Foto: UNICEF/Khuzaie
La pandemia dificulta el trabajo humanitario
En el debate participó también la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), quien destacó el deterioro de las condiciones en que viven las personas en las zonas de conflicto debido a la pandemia de COVID-19.
“Esperábamos que las partes en conflicto desviaran su atención de la lucha entre ellos a la lucha contra el virus, como lo pidió el Secretario General de la ONU pero, como muestra este informe, el llamado no tuvo respuesta”, lamentó Henrietta Fore.
Añadió que, en vez de deponer las armas, las partes en conflicto siguen luchando, lo que dificulta que el acceso de los organismos humanitarios a los niños que viven en esas zonas.
“Los confinamientos y las limitaciones de viaje hicieron más difícil la de por sí desafiante tares de apoyar a estos niños, afectando nuestra capacidad para llegar a ellos apoyo vital”, acotó.
Del mismo modo, esas restricciones coartaron la labor de liberar a los niños de las filas de los grupos armados y desaceleraron el trabajo de localización y reunión de los niños con sus familias para empezar su reintegración a las comunidades.
Un niño soldado en la República Centroafricana. UNICEF/ Pierre Holtz
Impacto invisible y duradero
El actor Forest Whitaker, activista de los derechos de los niños, fue otro de los oradores de la sesión, en la que afirmó que las violaciones que estos jóvenes han sufrido acarrean «impactos invisibles» duraderos, que incluyen meses o años de educación perdida.
“Esas brechas se convertirán en oportunidades reducidas”, recaló y añadió que, en muchos casos, serán limitados por el estigma social.
Whitaker es fundador de una iniciativa de paz y desarrollo que busca restaurar el vínculo entre los niños afectados por el conflicto y sus comunidades en Sudán del Sur, Uganda y otros países.
En su turno al micrófono, el ganador de un Oscar y enviado especial de la UNESCO para la Paz y la Reconciliación, relató que un ex niño soldado llamado Benson Lugwar se ha convertido en una figura respetada en su comunidad en el norte de Uganda.
Los jóvenes como él tienen un mensaje de esperanza y resistencia, subrayó.
Cuando conocí a Ahmed, estaba en un cuarto solo y encadenado. Su cuerpo estaba marcado por las palizas que le habían dado. No sabe cuántos años tiene, pero probablemente tiene 10.
La escuela en la que lo encontré es una de las 23 instituciones islámicas en Sudán, conocidas como khalwas, que filmé encubiertamente durante un período de dos años, empezando a comienzos de 2018.
Fui testigo y filmé a muchos niños, algunos de apenas 5 años, que recibían severas golpizas, rutinariamente encadenados y recluidos sin comida o agua por los jeques, u hombres religiosos, encargados de las escuelas.
Algunos de los niños que no aparecieron en nuestro documental me dijeron que habían sido violados o sometidos a otras formas de abuso sexual.
Hay unas 30.000 khalwas en todo el país, según datos del gobierno sudanés. Reciben dinero del gobierno y de donantes privados tanto de Sudán como alrededor del mundo.
A los niños se les enseña a memorizar el Corán. Debido a que no cobran nada, las familias las consideran una alternativa a la educación tradicional, especialmente en las aldeas remotas donde no hay escuelas administradas por el gobierno. Los estudiantes son internos y sólo regresan a sus hogares durante las festividades.
Para muchos, estas escuelas que han operado durante generaciones son elementos centrales de la cultura sudanesa y son vistas como parte de la identidad nacional.
Sin embargo, en años recientes, los videos de niños golpeados han sido compartidos ampliamente en las redes sociales y se han publicado historias en los medios locales sobre jeques acusados de violación en las khalwas.
Los medios, el gobierno y hasta las organizaciones de derechos humanos han ignorado las denuncias.
Quise revelar lo generalizado que es el abuso y darles una voz a estos niños que no tienen la oportunidad de compartir sus historias.
Hasta yo tuve mis propias experiencias. Como adolescente, asistí a una khalwa. Cada día era un suplicio para tratar de evitar recibir una golpiza de los maestros.
Sabía que me pelearía con amigos y familia por esta investigación, pero la historia había que contarla. En el camino algunas de las personas que entrevisté me acusaron de ser parte de un «complot occidental para atacar a la educación religiosa».
Cuando contacté a la BBC, ya había estado varios meses filmando encubiertamente por mi cuenta. Una de las primeras khalwas que visité se llamaba Haj el-Daly, donde me dijeron que se habían perpetrado abusos.
Entré en la mezquita de la escuela con todos los demás durante las oraciones de mediodía y filmé secretamente con mi teléfono.
Cuando me arrodillaba, escuché un sonido metálico. Mi corazón se detuvo. Levanté la mirada y enfrente vi que los niños tenían grilletes en las piernas. Estaban encadenados como animales.
Concluidas las oraciones, los niños salieron arrastrando los pies. Pero cuando yo salía, escuché gritos violentos y llantos reprimidos.
Los sonidos me guiaron a un cuarto de estudio con poca luz, donde encontré a un niño llorando calladamente, con sus piernas juntas encadenadas. Empecé a filmar secretamente lo que veía.
Este era Ahmed. Me dijo que quería regresar a casa. Intenté tranquilizarlo, pero podía escuchar las voces de los jeques acercándose, así que dejé de filmar y me fui de la khalwa.
Pero regresé al día siguiente para poder revelar más de lo que pasaba allí.
Cuando estaba filmando con mi teléfono, me di cuenta de que un estudiante mayor me miraba. Salió súbitamente y regresó un poco más tarde con el jeque encargado de la escuela.
El jeque me gritó, preguntándome por qué estaba filmando a los estudiantes. Logré salir rápidamente por la puerta hasta la calle.
La administración de Haj el-Daly le dijo a la BBC a partir de entonces que hay un nuevo jeque encargado de la escuela y que las golpizas y el encadenamiento han cesado.
Regresé a casa perturbado. Si el enfrentamiento con el jeque se hubiera agravado, nadie sabría dónde estaría.
Pero también estaba traumatizado por lo que vi. Me trajo recuerdos de mi propio paso por una khalwa cuando era adolescente, donde las golpizas eran cosa común, aunque no encadenaban a nadie.
Anticipaba con tanto entusiasmo mi primer día en esa khalwa cuando tenía 14 años. Me probaba mi jalabiya -la vestimenta tradicional- y esperaba impacientemente la mañana.
Pero muy pronto me di cuenta de que algo no andaba bien. Noté que los otros niños parecían atemorizados por los jeques y los maestros.
El abuso empezó en las sesiones vespertinas. Si estábamos soñolientos o cerrábamos los ojos, el jeque nos azotaba. Eso sí que te despertaba.
Me quedé en la khalwa como un mes, aguantando muchas golpizas. Cuando regresé a casa, le dije a mis padres que no quería volver, aunque no podía confesarles el abuso que había sufrido. No estaban contentos con que yo interrumpiera mis estudios, pero no me forzaron a regresar.
Después del altercado con el jeque encargado de Haj el-Daly, tuve dificultades para recuperar mi confianza y seguir filmando en las khalwas.
Llevé mis pruebas al grupo Reporteros Árabes de Periodismo Investigativo (ARIJ, por sus siglas en inglés), quienes me pusieron en contacto con el Servicio Árabe de la BBC. A partir de entonces, todo cambió.
Mi editor en Londres me asignó un productor, Mamdouh Akbik. Él es sirio y yo soy sudanés, y aunque ambos hablamos árabe, nuestros dialectos son muy diferentes. Pero no pasó mucho tiempo antes de que trabajáramos juntos muy bien.
Planeamos qué khalwas investigaríamos, recopilamos evidencia y hablamos sobre seguridad y logística. Pero el momento crucial fue cuando recibí equipos de grabación encubierta. Eso me dio confianza para continuar con mi trabajo.
Sudán es un país extenso, que abarca montañas, el mar Rojo y amplios desiertos. Durante la investigación, debí haber atravesado más de 4.500 kilómetros del territorio, casi todos en autobús.
Conocí familias cuyos hijos habían sido muy maltratados. En algunos casos habían muerto mientras estaban internos y era difícil establecer la causas de sus muertes.
La dura batalla legal contra los jeques por las familias que se ve en nuestro documental es la excepción, no la regla. Muchas familias sinceramente creen que los jeques quieren lo mejor para sus estudiantes y si se cometen «errores», es la voluntad de Dios.
Mi propia familia comparte esas creencias y tuve que mantener en secreto mi investigación. Eso resultó ser particularmente difícil cuando visité una khalwa en nuestra localidad, en Dafur del Norte, donde muchos de mis parientes todavía viven.
Después de que se publicó el documental, me expulsaron de un grupo familiar de WhatsApp. Pensé que al menos querrían hacerme preguntas o debatir conmigo; en cambio me trataron como un extraño.
Pero recibí llamadas de mis padres, quienes me dijeron que me apoyarían, aunque estaban preocupados por mi seguridad. Sentí alivio de que mi familia fuera tan comprensiva.
La reacción al documental
El documental ha tenido un gran impacto en Sudán. Las familias en el centro de nuestra investigación han estado inundadas de ofertas de apoyo financiero, legal y emocional de parte de gente en sus comunidades locales y alrededor del mundo.
Ha habido clamor en las redes sociales, con llamados para cerrar las khalwas, mientras que otros dicen que nuestro documental es un ataque al islam y acusan a la BBC de propaganda antiislámica.
Pero hay una voz poderosa que ha relucido por su lenta respuesta: el gobierno de transición de Sudán, que en el último año ha estado hablando de reformar las khalwas.
En nuestra cinta, el ministro de Asuntos Religiosos, Nasreddine Mufreh, declaró que no habría más «golpizas, tortura, violación de los derechos humanos o los derechos de los niños de ninguna clase».
Tras el lanzamiento del documental, el gobierno sudanés dijo que abriría procesos contra todas las escuelas en las que la BBC filmó.
También emitieron una ley prohibiendo golpear a los niños en instituciones educacionales y cortaron el financiamiento de las khalwas mientras hacen una revisión de las escuelas.
Algunos de esos procesos son señales de que Sudán está lidiando con los fantasmas de su pasado reciente, pero la presencia de miles de niños encadenados y abusados en khalwas continúa creando problemas para el país.
Que el gobierno tome medidas será una prueba de su voluntad para desafiar a las poderosas instituciones religiosas en Sudán.
Importante la dignidad de menores de edad: senadora
No deben usarse como banderas particulares o políticas.
Graciela Rosales/La Voz de Durango
La senadora Margarita Valdez Martínez, promueve una iniciativa para modificar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en la que se privilegia el interés superior de la niñez, a fin de evitar que se lucre con su imagen, se busca respetar la dignidad de los menores.
Explicó que la iniciativa, busca evitar que se lucre con la imagen y la vida privada de niñas, niños y adolescentes y que no se permita emplear su enfermedad en aras de intereses particulares.
Ante el manejo de las imágenes de menores que padecen alguna enfermedad o se encuentran en estado vulnerable y cuya imagen se emplea a través de las redes sociales digitales, a fin de obtener un interés particular o político, la legisladora federal del Grupo Parlamentario de Morena propone modificar los artículos 76 y 77 de la referida ley.
Tales artículos, resumen que se considerará violación a la intimidad, el uso de imágenes con fines de lucro de niñas, niños y adolescente que están en condiciones de riesgo, dé vulnerabilidad o enfermedad en su vida privada y se sancionará con lo establecido en la ley, a toda persona que lucre u obtenga un beneficio de imágenes de niñas, niños y adolescentes en condiciones de riesgo, vulnerabilidad o enfermedad.
Finalmente, Valdez Martínez, considera que estas conductas deben ser sancionadas, porque es injusto que cualquier persona use a un menor en aras de obtener un beneficio, y so pena de exponer su vida privada.
Fuente de la Información: https://lavozdgo.com/2020/11/08/importante-la-dignidad-de-menores-de-edad-senadora/
Francesco Tonucci, psicopedagogo italiano, explica en seminario web que durante la pandemia nunca se ha pensado en el punto de vista de los niños en cuanto a la escuela
Como parte de un ciclo de formación permanente, la organización Otras Voces en Educación invitó al especialista en pedagogía Francesco Tonucci a disertar una charla, titulada «La escuela no puede seguir igual», que versó sobre la educación apoyada por nuevas tecnologías y en el confinamiento debido a la pandemia mundial por COVID-19.
Sin tomar en cuenta a los niños
Tonucci se refirió a que durante la contingencia sanitaria que ha golpeado al planeta han sido tomadas en cuenta voces especializadas obviamente en salud, en psicología y en tecnología, pero en ningún momento han sido consultados los niños sobre su papel en esta situación inédita.
Dijo que, en Italia, de donde es originario, por la televisión han sido ofrecidos consejos para los padres sobre la educación a distancia; sin embargo, los niños han expresado que lo que más extrañan es la convivencia con sus amigos:
«Los niños se han quedado con lo que menos les gustaba de la escuela, que son las clases y las tareas», aseguró.
¿Y los derechos de los niños?
El investigador italiano expresó que así como fue asegurado durante los confinamientos establecidos en cada país que se pudiera ir por comida, a pasear a las mascotas e incluso comprar el periódico, de igual manera es importante asegurarles a niños, niñas y adolescentes encontrarse con sus pares.
Hizo hincapié en que esto es igual de importante para los menores que para los adultos otras situaciones imprescindibles, y que no facilitarlo obedece a las visiones adultocéntricas que prevalecen en las indicaciones que son dadas a la población. Señaló que esto es una violación a los derechos establecidos en la Convención de los Derechos del Niño, que ha sido firmada y ratificada por la mayoría de los países del mundo.
Comentó que, hablando de Italia, la mayoría de alumnos se aburre y no quiere ir a la escuela, no aprende, y que el tema más dramático es que los alumnos que no aprenden son los últimos, y que ese sector es el que más le preocupa, que las escuelas deben tener como compromiso principal a los niños y a las niñas que no han recibido por nacimiento familias capaces de darles una formación cultural por lo menos adecuada a las necesidades sociales de hoy, del país en el que viven, y aseguró que la escuela tiene un papel muy fuerte.
Consejos escolares
Francesco Tonucci propuso que en todas las escuelas y en los colegios deben ser organizados consejos escolares conformados por niñas y niños en aras de tomarlos en cuenta para las decisiones escolares y educativas, ya que es poco común o inexistente consultarlos sobre cómo les gustaría aprender de acuerdo con sus aptitudes y vocaciones.
Además, lamentó que en esta pandemia una generación acostumbrada a utilizar los recursos tecnológicos y estar frente a una pantalla de computadora, de tableta electrónica o de televisor se encuentra harta de las pantallas debido a que la educación a distancia no cumple con los objetivos que necesitan, como convivir con sus pares.
Convención
En la Convención de los Derechos de los Niños se estipula en el artículo 31 que los niños tienen derecho al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar libremente en la vida cultural y en las artes.
La escuela
Tonucci asegura que la escuela tiene que estar ajustada a las necesidades del niño y de la niña.
COVID-19 y educación
La propuesta educativa debe ser sensible a la diversidad de los niños, expresó Tonucci.
Fuente de la reseña: https://www.debate.com.mx/mundo/Educacion-no-puede-continuar-a-distancia-Francesco-Tonucci-20200730-0050.html
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado su rechazo al ‘pin parental’ defendido por Vox, que supone una autorización previa de las familias para que sus hijos asistan a clases con contenidos de diversidad afectivo-sexual en horario lectivo. A su juicio, esto «resta» a los niños y niñas su «derecho» a una educación en valores y derechos humanos.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha expresado su rechazo al ‘pin parental’ defendido por Vox, que supone una autorización previa de las familias para que sus hijos asistan a clases con contenidos de diversidad afectivo-sexual en horario lectivo. A su juicio, esto «resta» a los niños y niñas su «derecho» a una educación en valores y derechos humanos.
En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, Montero ha defendido el «derecho» de todos los niños y niñas a «tener una educación inclusiva, en valores y derechos humanos». «No es un derecho de los padres, es un derecho de los niños asegurado en la Convención de los derechos del niño de la ONU», ha apuntado.
América del sur/Perú/12 Septiembre 2019/Prensa Latina
El avance del Estado sobre la educación de los menores es un problema que aqueja a la región, una bancada de legisladores peruanos ofrece una solución
El control del Estado sobre la educación de los hijos es un tema que ha sacudido a los países de habla hispana en los últimos meses. Desde Perú, surge una iniciativa legislativa que permitiría a los padres de familia revisar los contenidos emitidos por el Ministerio de Educación antes de su publicación.
Según el proyecto de ley, los padres de familia podrían: “vigilar que los contenidos y los materiales educativos sean adecuados al interés superior del niño y el adolescente”.
La iniciativa surgió por parte de la bancada de Acción Republicana, un partido que fue oficializado en junio del 2019 y tiene entre sus filas al presidente del Congreso de la República, Pedro Olaechea.
Diversas organizaciones de padres de familia despertaron la necesidad de revisar los contenidos por diversos errores en los textos escolares y enlaces a páginas de Internet que llevaban a contenidos sexuales inapropiados para menores en un sitio cubano; por lo cual la ministra de educación tuvo que pedir disculpas públicas.
Además, existen temas de distorsión histórica, desde la mención al terrorismo que acechó al Perú, hasta fallas en la enseñanza de comprensión lectora e incluso errores en material de matemáticas.
Julieta Sagnay Dra.@JulietaSagnay
En Peru.. el esposo de la Ministra de Educación cobra millones por el modelo de adoctrinamiento de genero
PanAm Post se comunicó con la legisladora que presentó el proyecto: Sonia Echevarría.
¿En qué consiste el proyecto de ley y qué busca?
Este proyecto surge como una respuesta a la denuncia ciudadana de padres de familia por los textos escolares de contenido sexual inapropiado para menores de edad que se distribuyeron en las escuelas públicas.
El proyecto de ley busca promover la participación y vigilancia activa de los padres de familia en el proceso educativo de sus hijos, respetando sus convicciones morales y religiosas. En este sentido, se propone que los padres de familia tengan la facultad de vigilar los contenidos de los materiales educativos distribuidos por el Ministerio de Educación, los cuales deberán ser adecuados al Interés Superior del Niño y a su desarrollo integral.
Al respecto, la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República del Perú, en la legislatura pasada, emitió un informe que determinó como responsables políticos a los últimos seis ministros de Educación por la vulneración de los derechos de los niños y adolescentes peruanos de las escuelas públicas.
¿Cómo se aplicaría, a nivel ministerial, en cada colegio o queda a potestad de cada padre?
Al Estado debe quedarle claro que la educación en las escuelas públicas debe ser igual o mejor que la que brindan las escuelas privadas, porque de nada sirve promover la erradicación de la pobreza, si no se hace efectiva la igualdad de oportunidades mediante una educación con contenidos de calidad y docentes suficientemente preparados. Entonces, si el propio Estado no puede hacer una efectiva acción de control sobre los materiales educativos, ofrecemos una alternativa sana: la vigilancia ciudadana a través de los padres de familia, que son los directamente interesados.
Actualmente, la revisión de los textos escolares de distribución gratuita en las escuelas públicas está a cargo de diversas instancias del Ministerio de Educación.
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