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Llega «Insumisas», documental que desvela la violencia contra mujeres saharauis por parte de Marruecos

Esta película, que presentará el Instituto Hegoa hoy 4 de mayo a las 19:00 horas en los cines Golem Alhóndiga, documenta el trabajo de activistas que actúan en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y ofrece datos estadísticos sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas contra las mujeres saharauis desde la invasión marroquí en 1975.

Las fuerzas de seguridad marroquíes rompieron el 13 de noviembre de 2020 los casi treinta años de alto el fuego y precipitaron el retorno a la guerra en la última colonia africana, el Sáhara Occidental. Semanas antes, las mujeres saharauis que viven en los territorios ilegalmente ocupados por Marruecos ya lo veían venir: el asedio contra la resistencia y la presencia militar en las calles habían aumentado desde septiembre de aquel año.

Aquella madrugada de noviembre significó un punto de inflexión que intensificó la represión por parte de las fuerzas de seguridad, profundizando una rutina de violencias que estas activistas ya conocían bien. Desde la invasión del territorio en 1975, tras la entrega ilegal a Marruecos y Mauritania de la entonces llamada provincia 53 por España, las mujeres habían sido el blanco preferente de la represión a causa de su rol central en la lucha saharaui por la autodeterminación.

Sus historias de desapariciones forzadas, tortura, violencia sexual, discriminación y censura eran largamente denunciadas, pero escasamente estudiadas y documentadas. Este documental realizado por el Instituto Hegoa (UPV/EHU) y producido por Forward Films, da continuidad al trabajo iniciado con el informe Que salga todo a la luz. Violaciones de derechos humanos de las mujeres en el Sáhara Occidental ocupado (1975-2021)que fue elaborado de manera colaborativa entre un equipo de Hegoa y un equipo de activistas saharauis.

El informe Que salga todo a la luz, lanzado en febrero de 2022, sistematiza 81 testimonios de mujeres víctimas de la represión en las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental. La película, a su vez, trae a la pantalla las historias de algunas protagonistas de este proceso, en su triple rol de víctimas, investigadoras y defensoras de derechos humanos: El Ghalia Djimi, Mina Baali y Soultana Khaya. Presenta también el análisis de las diplomáticas Jadiyetu El Mohtar y Omeima Mahmud, que actúan en las representaciones de Euskadi y Ginebra, respectivamente. Además de recuperar sus trayectorias, el documental las acompaña en su trabajo de denuncia e incidencia en Europa y revela la perspectiva de las mujeres saharauis sobre el retorno a la guerra y el giro en la posición histórica de España con relación al Sáhara, anunciada en marzo de 2022.

Con una mirada sensible y cercana a las experiencias de las activistas saharauis, complementada con animaciones y datos estadísticos poco conocidos, Insumisas es un registro de la gravedad y extensión de las violencias ejercidas por Marruecos contra las mujeres, pero también, y sobre todo, una fotografía del colonialismo a partir de la cuestión de género que sitúa en primer plano la fuerza inquebrantable de estas activistas para luchar por los derechos su pueblo.

Codirigido por la brasileña Laura Daudén y el colombiano Miguel Angel Herrera,Insumisas es un corto documental de 25 minutos realizado por el Instituto Hegoa y producido por Forward Films con la financiación de la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes – Euskal Fondoa. El lanzamiento de la película se realizará el próximo 4 de mayo en los cines Golem de Bilbao.

Tras la proyección del documental, la investigadora Irantzu Mendia Azkue, directora del Instituto Hegoa,expondrá las principales conclusiones del informe Que salga todo a la luz. Tras ello, se abrirá un coloquio moderado por la periodista Pilar Kaltzadaen el que participarán también El Ghalia Djimi, defensora saharaui y  Laura Dauden, directora del documental.

La actividad de lanzamiento cuenta con el apoyo de Euskal Fondoa, así como con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de Bilbao. El proyecto de cooperación en el que se enmarca la elaboración y presentación de este documental recibe financiación de los siguientes ayuntamientos (por orden alfabético): Arrasate, Donostia-San Sebastián, Guëñes, Hernani, Ibarra, Lasarte-Oria, Legorreta, Lezama, Oiartzun y Tolosa.

Fuente: https://rebelion.org/llega-insumisas-documental-que-desvela-la-violencia-contra-mujeres-saharauis-por-parte-de-marruecos/

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Paraguay: Desalojaron violentamente a otra comunidad campesina

En un desmedido operativo, la policía desalojó a los cien integrantes de la comunidad y llevó detenidas a diez personas, nueve de ellas, mujeres.

El martes 28 de junio ocurrió un nuevo desalojo forzoso en Paraguay. Esta vez fueron 450 policías con aparatoso despliegue contra 100 personas de una comunidad campesina, en el distrito de Tembiaporã del departamento de Caaguazú.

Detuvieron 10 personas. Nueve de ellas son mujeres y pertenecen a la comisión sin tierra Jóvenes Unidos, de las cuales dos son madres en estado de lactancia.

Los desalojos forzosos contra comunidades campesinas e indígenas son constantes de este gobierno. Los operativos policiales se desarrollan con las mismas características de violencia y atropello a los derechos humanos.

En marzo de 2022, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), junto a organizaciones sociales habían logrado una audiencia con la CIDH para denunciar los casos de desalojo forzoso.

Durante la audiencia se expusieron los casos por parte de la Codehupy y también participaron representantes del Estado. Luego de escuchar a ambas partes la CIDH había señalado su preocupación ante los casos de desalojos forzosos a comunidades campesinas e indígenas denunciados.

A pesar de esto, en la mañana del 28 de junio, hubo un nuevo desalojo a una comunidad campesina en el distrito de Tembiaporã. Un contingente de 450 policías con carros hidrantes, helicóptero, y policía montada desalojaron a 100 personas de una comunidad campesina de la Federación Nacional Campesina. Durante el operativo destruyeron las casas, la producción e incautaron motos. Hirieron con balines de gomas a varias de las personas y hubo diez detenidos.

La preocupación de las dirigentas

Conversamos con la dirigenta nacional, Teodolina Villalba, secretaria general de la Federación Nacional Campesina (FNC) y Elida Giménez, dirigenta de la comunidad Guahory. Ambas manifestaron que ven como mucha preocupación esta situación de atropello.

El desalojo forzoso ocurrió en el inmueble conocido como ex Zavala Cue. La FNC denuncia que se trataría de tierras mal habidas, tierras que la familia Zavala volvió a vender. “La comunidad vecina incluso fue atropellada por la Policía Nacional, no solo la comunidad ocupante, cerca de 10 detenidos, entre ellos señoras. Para nosotras es una preocupación y repudiamos la actitud de las autoridades. Cómo van a dar este tipo de respuestas a las necesidades de la gente” expresó con preocupación Villalba.

Por su parte, Elida manifestó que la comunidad campesina desalojada no esperaba la actitud agresiva de la policía y GEO. “No puede ser que el latifundista tenga 27 policías como capataz en una propiedad, en donde están asentados los sin tierras desalojados. El Ministerio Público debe tomar nota, ya se está haciendo la denuncia, muy agresivo el señor que encabeza la guardia en la propiedad”.

Un ataque a las y los campesinos

Teodolina Villalba explicó que la gente necesita tierra para poder producir. Realizan las gestiones ante las instituciones con todo el papeleo, y el Estado responde con un desalojo forzoso.

Ante la versión de que las campesinas y campesinos se enfrentaron a los 450 policías, señaló que eso no tendría sentido al ser un número reducido de 100 personas.

“Ellos atropellan con balas, ellos enfrentan a la gente. Dejaron vacío ese lugar, cómo esa gente va a defenderse”, señaló Teolodina ante la situación que atraviesan las comunidades desalojadas o con amenazas de desalojo en el país.

Según manifestó la fiscala Rita Prieto, la Cerealista Campo 9, del distrito de J. Eulogio Estigarribia, es la empresa que reclama las tierras. La FNC sostiene que se trata de tierras mal habidas.

Detenidas 9 mujeres y 2 sin posibilidad de amamantar a sus bebés

Las 10 personas detenidas durante el desalojo se encuentran en la Comisaría 2da. de Caaguazú. Si bien cuentan con abogado, para acceder a la imposición de medidas deben presentar varios documentos: fe de nacimiento de sus hijas e hijos, vida y residencia, título de propiedad como garantía. Esto último es el documento que tienen dificultad para presentar.

“Una de las compañeras está enferma, le llevamos medicamentos. Siguen detenidas en la comisaría 2da de Caaguazú, dos de ellas tienen bebé y se quedaron al cuidado de sus parientes. No le pueden amamantar, una de ellas su pecho se endureció y para la otra compañera apenas nos dieron 10 minutos y por esos motivos no le pueden amamantar”, cuenta la dirigenta Elida Giménez.

El hecho de que las madres no puedan amamantar a sus bebés es otro grave atropello a derechos humanos básicos. Según Giménez, las madres detenidas se encuentran bien físicamente, pero están angustiadas por sus hijas e hijos, a quienes tuvieron que dejar al cuidado de otras familiares. Esto las afecta psicológicamente, sumado a haber vivido un violento desalojo.

“Afecta a las mujeres, sobre todo a quienes dejaron a sus hijos. Están preocupadas las que dejaron a sus bebés y sus hijos menores de edad, no se esperaba estos atropellos e injusticia por parte de las autoridades departamentales y nacionales”, afirmó la dirigenta.

Movilizaciones de repudio a la violencia estatal

El miércoles por la mañana realizaron un mitin frente al Ministerio del Interior en Asunción. En la acción la policía intentó evitar, pero finalmente la FNC acompañada por organizaciones como la Conamuri lograron manifestarse.

Además, hubo un despliegue a nivel nacional en distintos departamentos del país. En el departamento de Caaguazú, frente a la Fiscalía y Poder Judicial de la ciudad de Caaguazú y frente a Cerealista Campo 9 en J. Eulogio Estigarribia.

En el departamento de San Pedro, frente a las comisarías de Santaní, Santa Rosa, San Vicente y Guayaibí. En Canindeyú, frente a las comisarías de Curuguaty, Maracaná, Yhovy y Puente Kyha. Departamento de Guairá, frente a la comisaría de Melgarejo; en Misiones, frente a la comisaría de Santa Rosa y el departamento de Concepción, frente a la comisaría de Horqueta. Mientras que en el departamento de Itapúa se manifestaron frente a la comisaría de General Delgado.

Manifestación de solidaridad

La Conamuri, organización de mujeres campesinas e indígenas lanzó un comunicado en solidaridad con las 9 mujeres detenidas. Señalando que el Estado paraguayo una vez más demuestra el desprecio a las comunidades desfavorecidas y especialmente a las mujeres. “Sabemos que, en nuestro país, a lo largo de la historia, socialmente le fue negado el acceso a la tierra a las mujeres. Con lo ocurrido el día de ayer, se demuestra que la institucionalidad también está atropellando el derecho a una vida libre de violencia en el territorio, donde se debiera garantizar la vigencia de todos los derechos para el desarrollo de las familias y las mujeres mismas”.

Por su parte la Asociación de Mujeres Campesinas de Caaguazú (AMUCAP) también se manifestaron en solidaridad a la comunidad desalojada. “Hoy en el asentamiento San Jorge de Tembiaporâ departamento de Caaguazú, unas 100 familias sufrieron los violentos atropellos. Se demostró una vez más la crueldad y cobardía del gobierno colorado, con la destrucción de casas, sembradíos de los legítimos dueños de esas tierras con torturas, herid@s de bala y apresamientos” dice parte del comunicado que abordó otras problemáticas referentes a la lucha por la tierra en Paraguay.

Las dirigentas de la FNC manifestaron que continuarán en movilización permanente.

Fuente: https://agenciapresentes.org/2022/06/30/paraguay-desalojaron-violentamente-a-otra-comunidad-campesina/

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Colombia: Indígenas urgen reunión con comandantes de las FF.MM.

Autoridades indígenas recuerdan que la Guardia de sus comunidades es un grupo con respaldo constitucional.

ras los hechos ocurridos en el departamento del Chocó, en los que nueve soldados fueron retenidos por miembros de la comunidad Indígena Consuelo Parte Baja en El Carmen de Atrato, los miembros de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, y los voceros de la guarida indígena se pronunciaron e hicieron tres solicitudes puntuales al Gobierno Nacional y las autoridades militares.

La primera solicitud que hicieron los voceros de esta guardia indígena, es una reunión urgente con los comandantes de las fuerzas militares y el Ejército Nacional para hablar sobre la situación que se presenta en esa y otras regiones del país, y de cómo debe ser el comportamiento de los militares dentro de los resguardos indígenas, como en el que habita la mencionada comunidad.

Como Guardia Indígena solicitamos un diálogo con el Ejército Nacional y con los altos mando de esa Institución, nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo, pero nos preocupa mucho la gravedad de los señalamientos que nos han hecho”, señaló Luis Acosta, coordinador nacional de la Guardia Indígena Colombiana.

Frente al hecho y al accionar de la denominada Guardia Indígena, los voceros de las comunidades destacaron que son: “una autoridad legítima de los Pueblos Indígenas, somos más de 70.000 guardias indígenas haciendo control territorial y cuidando la vida, no nos vengan a hacer ver como los malos, los secuestradores y narcotraficantes”.

Por otro lado, los indígenas también destacaron que es necesario que se cree una comisión internacional urgente, con el objetivo de verificar a la situación actual de las comunidades ancestrales en el territorio colombiano y particularmente, en el departamento del Chocó, donde se ven enfrentados ataques constantes, por parte de los grupos armados organizados y el mismo Ejército Nacional.

“A los pueblos indígenas nos vinculan como guerrilleros cuando cuidamos y hacemos el control territorial en los territorios, yo hago un llamado a los organismos internacionales para que verifiquen las acciones del Ejército Nacional”, explicaron los voceros de la Guardia Indígena.

Como tercera solicitud, las autoridades indígenas y los voceros de la Onic, además de los miembros de la guardia que representan estos pueblos ancestrales, pidieron celeridad en las investigaciones de hechos o ataques que se han realizado, por parte de las Fuerzas Militares contra las comunidades indígenas, así como los casos de violación de niñas a manos de militares o la muerte de miembros de estas comunidades por balas disparadas por soldados.

Además de las tres solicitudes,  la Mesa Indígena del Chocó, desmintió y rechazó los señalamientos por parte del Ejército Nacional y miembros del Gobierno Colombiano, al calificarlos de secuestradores, luego de lo que definen como “una incursión armada en el resguardo El Doce Quebrada Borbollón en Carmen de Atrato».

Fuente: https://www.lafm.com.co/colombia/indigenas-urgen-reunion-con-comandantes-de-las-ffmm

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Panamá: Un proyecto de reconexión con la comunidad indígena

A través de la fotografía documental, un grupo de jóvenes tiene como objetivo destacar las costumbres y tradiciones de los siete grupos indígenas que habitan en Panamá.

El plan maestro ‘Abya Yala – Reconexión con la madre tierra Panamá’ posee un gran potencial en materia de patrimonio natural, cultural y turístico, concentrándose la mayor parte de estos atractivos en las zonas rurales del país, donde las comunidades indígenas constituyen la pieza clave para un desarrollo turístico sostenible.

La misión de este proyecto es realzar la identidad cultural de los pueblos indígenas como pioneros del turismo sostenible, por ser los primeros moradores del istmo panameño, así lo explicaron sus creadores, en entrevista con La Estrella de Panamá.

Con esta iniciativa se busca deshacer las barreras estructurales que enfrentan a los pueblos indígenas, las mismas que limitan su inclusión social y económica, sufriendo de exclusión y marginación. Los pueblos indígenas forman una parte esencial del país, ya que ayudan a proteger el medio ambiente, luchan contra el cambio climático y crean resistencia ante los desastres naturales, pero sus derechos no siempre se protegen.

Más del 20% de carbono de los bosques tropicales del mundo se almacena en los territorios de los pueblos indígenas; con este plan se desea garantizar la seguridad territorial, así como el control sobre sus recursos naturales que conectan sus visiones y espiritualidad propia.

“Sabemos que este proyectó será una gran ventana para conservar nuestra naturaleza en buen estado”, dijo Pimentel.

De acuerdo con Pimentel, el sector turístico está sufriendo de una manera alarmante las consecuencias del impacto de la pandemia. Un escenario en el que las amenazas avanzan mientras los territorios se encuentran no solo aislados por el virus, sino también desprotegidos y olvidados.

Pimentel resaltó que Abya Yala beneficiará en gran medida al turismo, puesto que al trabajar directamente con los pueblos indígenas “podremos asegurar un turismo sostenible, siendo ellos los mejores aliados de la madre tierra. El trabajo turístico de este plan es resaltar cada rincón de sus comunidades, la belleza de sus mujeres indígenas y su modo de vida diario”.

La metodología de planificación de este plan maestro busca crear una conexión con los ancestros indígenas y su enlace profundo con la madre tierra. Se trata de trabajar con los siete pueblos indígenas del país y sus distintos congresos. “Actualmente en Panamá hay siete pueblos originarios indígenas, que son los Ngäbe, Buglé, los Guna o Dule, los Emberá, los Wounan, los Bri Bri y los Naso Tjërdi.

Según el censo nacional de 2010-2020 se concluyó que el 12,8% de la población panameña está conformada por indígenas, un total de 438,559 personas.

El trasfondo turístico de este plan es resaltar cada rincón de estas comunidades.Anthony Tapia

El programa desea elevar la información y conocimiento del territorio indígena, así como fortalecer y crear nuevas alianzas con nuestros pueblos ancestrales.

Sostenibilidad y raíces

Abya Yala también persigue hacer un uso sostenible de los recursos a través de las mejoras de los servicios.

De acuerdo con Pimentel, el plan tiene como base comunicar el valor de los siete pueblos indígenas, igualmente pretende que cada indígena siga respetando y valorando sus raíces ancestrales, sin miedo al rechazo por parte de la sociedad.

Realizar el trabajo fotográfico y documental de los siete pueblos indígenas y desarrollar el libro documental “Abya Yala”, basado en la cosmovisión cultura, tradiciones y modo de vida de los pueblos indígenas, son otras finalidades que presenta el plan ‘Abya Yala – Reconexión con la madre tierra Panamá’.

Las comunidades indígenas se enfrentan a serios desafíos, especialmente relacionados con su reconocimiento, los derechos territoriales, su identidad cultural, su cosmovisión, las tradiciones y su entorno cotidiano, que deben ser abordados como los grandes pilares de un turismo sostenible.

“No quiero que el proyecto solo sea de fotos lindas, quiero que la empatía con ellos sea mutua”
ANTHONY TAPIA,
FOTÓGRAFO.

Pimentel explicó que actualmente no han tenido el apoyo de ninguna entidad gubernamental u organización, “nos valemos siempre del el apoyo mutuo del equipo Abya Yala y de nuestro capital monetario”.

Inversión y planificación

A su vez, Pimentel, fundadora del proyecto, estima que en los 12 años de trabajo para llevarlo a cabo han realizado una inversión de $11,000 sin mencionar que los gastos totales para la publicación del libro documental y el apoyo turístico serían de $75,000, lo que abarca aspectos de turismo sostenible, cultura y fotografía. Tras la realización de los recorridos, aclara Pimentel, se hará el lanzamiento del libro documental “Abya Yala”. “El plan sería dedicar un año a cada grupo indígena”, explicó.

Una de las estrategias para dar a conocer el plan maestro ‘Abya Yala – Reconexión con a madre tierra Panamá’ será la fotografía documental y la fotografía de retrato, así mismo compartir las experiencias de cada viaje de convivencia con los siete pueblos indígenas.

Anthony Tapia, fotógrafo y cofundador del proyecto, indicó que uno de los objetivos es mostrar quiénes integran los siete grupos indígenas, por medio de la fotografía.

Tapia argumenta que, en la actualidad, hay un gran desconocimiento en torno a las diferentes comarcas.

En esencia, ambos aseguran que pretenden estimular el aprovechamiento del turismo dentro de estas comunidades.

“No quiero que el proyecto solo sea de fotos lindas, quiero que la empatía con ellos sea mutua”, manifestó.

La metodología de planificación de este plan maestro busca crear una conexión con los ancestros indígenas.Anthony Tapia

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los pueblos indígenas poseen una fuente de conocimientos que podría ayudar a reequilibrar la relación de los seres humanos con la naturaleza.

Sin embargo, la mayor parte de esta población carece de acceso o tienen insuficiencia de servicios primordiales como la salud, el agua limpia y el saneamiento, lo que los mantiene en constante abandono.

Así mismo la ONU se refiere a las mujeres de estas comunidades; al ser las encargadas de alimentar a sus familias padecen la suspensión del quehacer económico, puesto que no pueden comerciar sus artesanías o productos agrícolas.

Las amenazas y la violencia han estado presentes constantemente en los pueblos indígenas, que son expropiados de sus tierras y recursos, y, en algunos casos, asesinados cuando defienden sus derechos, resaltó el portal.

Fuente: https://www.laestrella.com.pa/cafe-estrella/planeta/210217/proyecto-reconexion-comunidad-indigena

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Por un Pacto Ecosocial con la desobediencia

Por definición un pacto plantea un acuerdo entre dos o más partes, muchas veces solemne, donde se establece una obediencia a cumplir los puntos establecidos en lo que puede ser o no un contrato formal, en ocasiones conseguido incluso debajo de la mesa.

Tan agobiante definición puede generar confusiones, más cuando erradamente se mete en un mismo saco a todos los pactos nacidos en estos convulsos tiempos. Pese a ello, el Pacto Ecosocial del Sur no plantea un acuerdo formal para cumplir una hoja de ruta cerrada ni propone un listado de demandas dirigidas a los gobernantes. No es un pacto con el poder, ni para acceder al poder; este pacto enuncia ideas de cambio de las fuerzas sociales que lo impulsan.

Vivimos la peor crisis moderna de la humanidad; una crisis que rebasa al azote sanitario del coronavirus pues se descubren las fracturas multifacéticas y sistémicas de la civilización dominante. En medio de esa crisis, y pese al aislamiento físico, un grupo de personas sintonizadas desde hace tiempo elaboró un documento corto proponiendo -lo que a mi juicio es- un pacto con la desobediencia, buscando alternativas sistémicas y concertadas con diversos procesos sociales.

En clave de transiciones (en plural), sin olvidar el horizonte utópico, se plantean nueve puntos de acción:

  • una transformación tributaria solidaria donde “quién tiene más, paga más”; anular las deudas externas estatales y construir una nueva arquitectura financiera global, como primer paso de reparación histórica de la deuda ecológica y social contraída por los países centrales desde la colonia;
  • crear sistemas nacionales y locales de cuidado donde la sostenibilidad de la vida sea el centro de nuestras sociedades, entendiendo al cuidado como un derecho que exige un papel más activo del Estado en consulta y corresponsabilidad permanente con pueblos y comunidades;
  • salir de la trampa de la pobreza extrema con una renta básica universal que sustituya las transferencias condicionadas focalizadas de herencia neoliberal;
  • impulsar la soberanía alimentaria combinada con políticas que redistribuyan la tierra, el acceso al agua y una profunda reforma agraria, alejándose de la agricultura industrial de exportación y sus nefastos efectos socioambientales;
  • construir economías y sociedades postextractivistas para proteger la diversidad cultural y natural desde una transición socioecológica radical, impulsando salidas ordenadas y progresivas de la dependencia del petróleo, carbón y gas, de la minería, y de los grandes monocultivos, frenando la deforestación masiva;
  • recuperar y fortalecer espacios de información y comunicación desde la sociedad, actualmente dominados por los medios de comunicación corporativos y las redes sociales que forman parte de las corporaciones más poderosas de nuestros tiempos, para disputar los sentidos históricos de convivencia;
  • fortalecer la autonomía y sostenibilidad de las comunidades locales frente a la fragilidad de las cadenas globales de producción, para potenciar la riqueza de los esfuerzos locales y nacionales;
  • y, concluyendo este listado siempre preliminar, propiciar una integración regional y mundial soberana favoreciendo los sistemas de intercambio local, nacional y regional, con autonomía del mercado mundial globalizado y enfrentando al monopolio global corporativo.

Muchas de estas ideas aparecen en otros documentos elaborados en estos años, no solo durante la pandemia. La diferencia radica en que este Pacto Ecosocial propone acciones concretas a corto plazo sin olvidar las utopías y la imperiosa necesidad de construir imaginarios colectivos, para acordar un rumbo compartido de transformaciones radicales y una base para caminar con plataformas de lucha en los más diversos ámbitos de nuestras sociedades.

La crisis desnudada por la pandemia ha potenciado las desigualdades y muestra, quizás con más brutalidad que antes la incertidumbre y fragilidad de nuestro futuro, siempre en juego. Nos toca enfrentar un mundo desigual e inequitativo en extremo, plagado de todo tipo de violencias (patriarcales, racistas, extractivistas…) que aumentan aceleradamente con la pandemia. Pero también es una enorme oportunidad para (re)construir nuestro futuro desde principios básicos para una vida digna: el cuidado, la redistribución oel reparto, la suficiencia y la reciprocidad, desde bases comunitarias y autonómicas antes que estatales. En concreto, el campo principal de acción aparece en donde podemos actuar propiciando vidas mancomunadas, en espacios comunes: plurales y diversos, con igualdad y justicia, con horizontes construidos colectivamente, para resistir el creciente autoritarismo y construir simultáneamente todas las alternativas posibles.

En realidad este Pacto viene desde abajo, desde los movimientos sociales y la Madre Tierra (origen y base de todos los derechos); eso sin ocultar la responsabilidad de quienes lo redactaron. Este Pacto surge, en definitiva, desde múltiples luchas de resistencia y de re-existencia en nuestra región, incluso se sintoniza con la larga memoria de los pueblos originarios, algunas de cuyas más importantes organizaciones lo respaldan.

Así, desde esas luchas, reflexiones y realidades se propone este Pacto Social, Ecológico, Económico e Intercultural desde el Sur, desde América Latina, desde Abya Yala y Afro-Latinoamérica, proyectándolo a los sures del mundo, convocando a desobedecer y confrontar al poder para enterrar al mundo del capital y crear un mundo nuevo. Y para conseguirlo, caminando desde el aquí y el ahora, quienes escribimos este Pacto buscamos horizontes de transformación civilizatoria, en esencia postcapitalistas, tanto para superar el antropocentrismo, como la colonialidad, los racismos y el patriarcado. El fin es construir un mundo donde quepan muchos mundos -un pluriverso- pensados desde las perspectivas, deseos y luchas de los pueblos y sus derechos.-

Fuente: https://rebelion.org/por-un-pacto-ecosocial-con-la-desobediencia/

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Legado de Gandhi perdura en las luchas sociales del Siglo XXI

Redacción: TeleSUR

El 1 de agosto de 1920 emprendió una campaña de desobediencia civil que permitió la independencia del país del dominio británico.

Hoy en día, el legado de la resistencia no violenta y la desobediencia civil impulsado por  Mahatma  Gandhi, líder del movimiento de independencia de la India,  se ve reflejado en un sinnúmero de movimientos sociales que luchan por defender sus derechos y el respeto a sus pueblos.
Gandhi también inspiró movimientos como el del estadounidense Martin Luther King contra la discriminación racial en Estados Unidos en la década de los 60 del siglo pasado y movimientos de resistencia, como el de los indignados en Europa en 2015.

En América Latina, directa o indirectamente, luchas de resistencia, como la que protagonizan en Colombia, comunidades indígenas y campesinas, continúan prolongando la herencia de Gandhi, a pesar de la campaña sistemática de exterminio en contra de sus líderes.

La caravana en el noroeste de Brasil para exigir la liberación del expresidente Luiz Inázio Lula Da Silva, que concluye este viernes, lidereada por el Partido de los Trabajadores y colectivos, es una ejemplo más de la envergadura del legado de la resistencia no violenta.

En Arequipa, Perú, donde la comunidad se organizó para evitar la instalación del proyecto minero Tía María, mientras los indios en la amazonia  brasileña reclaman sus derechos ante los intentos del presidente Jair Bolsonaro de privatizar tierra, nacieron con el germen de la herencia de Mahatma.

Un ejemplo más hoy en día son los chalecos amarillos en Francia, uno de los movimientos con mayor duración en los últimos años en Europa, cada sábado salen a las calles de París ante la advertencia policial de reprimir el movimiento en demanda de que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron cambie su política de reformas liberales.

La reciente salida del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló ante las manifestaciones que exigían su dimisión tras conocerse polémicos mensajes que el gobernante mantuvo con sus colaboradores en un chat privado, pueden enmarcarse en un movimiento social que impuso sus demandas justas sin ejerce la violencia.

Primavera árabe y «los indignados»

Otro ejemplo, es la llamada primavera árabes en 2011, en Túnez y Egipto principalmente, cuando cientos de miles, movilizados a través de las redes sociales,  exigieron la salida de gobiernos impopulares y tiránicos, además de reclamar sus derechos políticos y sociales, que culminó con la caída de esos gobiernos.

En España, en 2011, el llamado movimiento de «indignados», un movimiento ciudadano que comenzó siendo parte de una manifestación marginal, sin el apoyo de los sindicatos y las fuerzas políticas mayoritarias, bajo el espíritu de la desobediencia civil y la no violencia .

Pero fue la intervención de las fuerzas del orden público, intentando desalojarlos, lo que prendió la mecha. En Madrid, la Puerta del Sol se convirtió en símbolo de resistencia cuando en todo España creció el clamor de acabar de una democracia más participativa que terminó en la creación del partido de izquierda Podemos.

El Movimiento de los Sin Tierra

Uno de los colectivos sociales más importantes de Latinoamérica, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) nació en Brasil a mediados de los 80 del siglo pasado para presionar a favor de una reforma agraria en un país donde la propiedad de la tierra ha estado históricamente muy concentrada.

Este mismo año, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, ha anunciado  hará frente al MST y calificará las invasiones de áreas de cultivo como actos de terrorismo, a pesar de que este colectivo es de los principales productores de producto orgánicos en Brasil.

El grupo se encuentra entre los movimientos sociales más grandes de la región iberoamericana, contando entre sus miembros con más de un millón y medio de campesinos sin tierra organizados a lo largo de 23 de los 27 estados de Brasil.

El movimiento de desobediencia civil de Gandhi

Recordando la lucha que Gandhi encabezó está la protesta no violenta que protagonizó el líder indio el 12 de marzo al 6 de abril de 1930, conocida como marcha de la sal (salt satiagraha).

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Gandhi y su comitiva recorrieron en 25 días los 388 kilómetros que los separaban del mar de Arabia, desafiando la injusta ley británica que prohibía la extracción de sal en su colonia.La marcha fue brutalmente reprimida, que causó la indignación mundial.

Este hecho que preparó el camino de la India hacia la independencia de la India del imperio británico en 1947 sin uso de las armas o la violencia.

Honrado en la India como el padre de la nación, fue pionero y practicó el principio de Satyagraha: la resistencia a la tiranía a través de la desobediencia civil masiva no violenta.

Lideró campañas a escala nacional para mitigar la pobreza, expandir los derechLos de las mujeres, crear armonía religiosa y étnica, y eliminar las injusticias del sistema de castas,
Gandhi aplicó de forma suprema los principios de la desobediencia civil no violenta para liberar a India del dominio extranjero.

“Existen muchas causas por las cuales estoy dispuesto a morir, pero ninguna por la cual esté dispuesto a matar”, escribió en 1927. Una afirmación que recoge la esencia de su filosofía, la no violencia de Gandhi.

“La fuerza no proviene de la capacidad física sino de la voluntad indomable”, afirmaba Gandhi, quien añadió: “Me opongo a la violencia porque cuando parece causar el bien este solo es temporal. El mal que causa es permanente”

Gandhi influyó en la conciencia del mundo entero con su concepto de no violencia. Los líderes de derechos civiles mundiales desde Martin Luther King, Jr., hasta Nelson Mandela han reconocido a Gandhi como fuente de inspiración en su lucha para conseguir igualdad de derechos para su pueblo.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/india-gandhi-desobediencia-civil-resistencia-no-violenta-legado-20190731-0053.html

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Libro: Derechos de los pueblos originarios y de la Madre Tierra Una deuda histórica (PDF)

Clacso

Autores: Ana González, Mariana Katz, Angélica Mendoza y Luis Romero Batallanos Wamani

Este cuaderno desarrolla parte de los contenidos del mó- dulo correspondiente a “Derechos de los Pueblos Indígenas y de la Madre Tierra” impartidos por Ana González a lo largo de varios años como profesora adjunta de la Cátedra Cultura para la Paz y Derechos Humanos, cuyo titular es el arquitecto Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980. Por ser un Cuaderno de Cátedra se sujeta a los contenidos básicos que todo universitario de Ciencias Sociales debe conocer sobre los Pueblos Indígenas.

Pero también es un texto que puede ser introductorio para el conocimiento de derechos de los pueblos originarios para toda persona interesada y preocupada por conocer a nuestros paisanos y apoyar sus luchas y demandas. El texto recoge ideas y desarrollos expresados, en conferencias y artículos, por la antropóloga Ana González. También se nutre de la experiencia y la reflexión desarrolladas a lo largo de más de dos décadas en el apoyo a las luchas de los Pueblos Indígenas de Argentina y de Nuestra América, en particular Guatemala y México. Se suman los aportes de la joven abogada Mariana Katz, de Luis Romero Batallanos Wamani y de Angélica Mendoza, todos integrantes del Equipo de Pueblos Originarios del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ)1 . La primera 1 El Servicio de Paz y Justicia es un organismo de Derechos Humanos regional que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. 16 es ayudante de la Cátedra y ha litigado, y litiga, en defensa de comunidades y pueblos originarios, Angélica Mendoza es una militante de larga trayectoria en la causa indígena, mientras que Luis Romero Batallanos Wamani conjuga su experiencia en el Equipo del SERPAJ, con ser él mismo miembro de un pueblo originario.

descarga completa: Derechos_de_los_pueblos_originarios

*Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20190621051430/Derechos_de_los_pueblos_originarios.pdf

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