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ACNUR: Casi 4 millones de niños refugiados no van a la escuela

Estados Unidos/19 de Enero de 2018/Ibercampus

En el último curso escolar, menos de la mitad de los menores refugiados pudieron asistir al colegio. Mientras el 91% de los niños del mundo están escolarizados, en contextos de emergencia las oportunidades para los menores se reducen a casi la mitad. En 2016, sólo un 45% de los 6,4 millones de menores refugiados y desplazados de entre 5 y 17 años, estuvieron escolarizados.

Además, si tenemos en cuenta que uno de cada tres refugiados vive en países de renta baja, estos niños refugiados llegan a tener seis veces menos oportunidades de ir al colegio que el resto de niños del mundo.

El informe titulado “Olvidados: la educación de los refugiados en crisis”, compara los datos de ACNUR sobre educación de refugiados con los de la UNESCO, que ofrecen una perspectiva mundial de la escolarización.

Según este informe, 1’5 millón de niños refugiados no tiene acceso a educación primaria y 2 millones de adolescentes refugiados no están matriculados en la secundaria. Su texto muestra 3 datos de escolarización de refugiados:

  • El 61% de los niños refugiados cursan educación primaria.
  • El 23% llega a educación secundaria. Una cifra cuatro veces por debajo de la media global.
  • Sólo el 1% de los refugiados va a la Universidad.

Sólo el 23% de los adolescentes refugiados va al colegio

Según los niños refugiados crecen, la brecha en su educación se vuelve todavía mayor. Sólo el 23% de los adolescentes refugiados acceden a educación secundaria frente a un 84% de los adolescentes a nivel mundial. Si analizamos los países de renta baja, la escolarización en secundaria de refugiados es del 9%.

Los estudios universitarios se convierten casi en un imposible para quienes se ven forzados a huir. A pesar de la inversión en becas y otros programas, sólo el 1% de los refugiados se matricula en estudios superiores comparado con un 36% a nivel mundial.

Éste es el segundo informe sobre educación de ACNUR tras la Declaración de Nueva York. Pero, a pesar de que ésta puso a la educación como un elemento central de la respuesta internacional, un año después los refugiados siguen abandonados a su suerte en materia de educación, en palabras del Alto Comisionado de ACNUR, Filippo Grandi.

“Garantizar que los refugiados tengan acceso equitativo a una educación de calidad es una responsabilidad compartida. Es hora de que todos pasemos de las palabras a la acción”, ha dicho. “El progreso observado en el aumento de la matriculación de los niños refugiados sirios indica claramente que es posible cambiar esta situación”, ha añadido el máximo representante de ACNUR.

ACNUR insta a los gobiernos a que incluyan a los refugiados en sus sistemas educativos nacionales para dar una respuesta más eficaz, equitativa y sostenible, como la que se ha llevado a cabo en países con recursos muy limitados como Uganda. Allí, la escolarización de un niño refugiado tiene un coste de 20 € al año, algo que muchas familias no pueden permitirse.

Puedes colaborar con la educación de un niño haciendo un donativo para la Agencia de la ONU para los Refugiados.

Fuente: https://www.ibercampus.es/casi-4-millones-de-ninos-refugiados-no-van-a-la-escuela-36107.htm

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Libro: Inclusión de TIC en escuelas para alumnos con discapacidad visual

18 enero 2017/Fuente: Openlibra

La educación inclusiva responde a un enfoque filosófico, social, económico, cultural, político y pedagógico que persigue la aceptación y valoración de las diferencias en la escuela para cada uno de los alumnos. En la escuela inclusiva los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades. Dentro de este marco se plantea la necesidad de repensar nuestra práctica docente, proponiendo nuevos desafíos que permitan generar, entre otros aspectos, estrategias pedagógicas alternativas para la construcción de:

  • Una cultura educativa en la cual todos se sientan partícipes.
  • Respuestas a las necesidades educativas para las personas con barreras para el aprendizaje y participación en distintos contextos.
  • La promoción de las alfabetizaciones múltiples.
  • El aprendizaje constructivo.
  • La valoración de las capacidades de todos los estudiantes.
  • El sentido de comunidad, solidaridad y pertenencia plural.

La educación especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles. En este contexto, el desarrollo de proyectos que incorporen la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (tic) puede facilitar una mejora cualitativa de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, desarrollar capacidades y competencias, atender a la singularidad y a las necesidades individuales de cada alumno y potenciar motivaciones que den un carácter significativo a los aprendizajes.

Fuente: https://openlibra.com/es/book/inclusion-de-tic-en-escuelas-para-alumnos-con-discapacidad-visual

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¿Qué hace la diferencia: la escuela privada o el alumno y su contexto?

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

 ¿Es mejor un entrenador que alcanzó el campeonato con un equipo conformado por jugadores de élite, a un entrenador que, contando con una plantilla modesta, logró apenas librar las últimas posiciones de la competición? ¿Quién tiene mayor mérito en un caso y otro? Las respuestas a estas preguntas seguramente pueden ser muy variadas y lo más probable es que no se encuentre una postura correcta única: desde quien privilegie el resultado final, hasta quien matice su respuesta considerando el esfuerzo y potencial de cada equipo. Algo similar sucede al discutir la calidad de las escuelas públicas y privadas. Una de las ideas que impera entre la población es que las instituciones educativas particulares son mejores que las públicas, tomando como justificación más frecuente la comparación del desempeño de éstas en pruebas estandarizadas. Sin embargo, a este supuesto generalmente escapa el análisis de un elemento trascendental: la conjugación de las condiciones escolares con las características del alumnado que atiende. De este modo, la supuesta superioridad de la escuela privada y la inferioridad de la escuela pública quedan relativizadas, al considerar los múltiples factores que determinan los alcances de cualquier institución educativa.

 De acuerdo con la SEP (2017), para el ciclo escolar 2016-2017, las escuelas de sostenimiento privado concentraban el 13.5% de los poco más de 36 millones de alumnos que integran la matrícula total del sistema educativo, es decir, aproximadamente uno de cada ocho estudiantes. La proporción de alumnos en escuelas privadas es desigual a lo largo de los niveles educativos, notándose un incremento a medida que se avanza en el trayecto educativo: 10.1% en educación básica, 18.7% en media superior y 29.4% en superior. La intensificación de la educación por sostenimiento privado en los últimos niveles llega a tal punto que, para la educación superior, existen más escuelas particulares (3,103) que públicas (2,208), fenómeno seguramente asociado a los altos índices de abandono y falta de cobertura en la etapa final del trayecto educativo obligatorio y la primera fase postobligatoria.

En términos de infraestructura y servicios, las escuelas privadas cuentan con mucho mejores condiciones que otros tipos de escuela (comunitaria, indígena, general, etc.). Según el INEE (2014), el 92.5% de centros escolares particulares tienen los tres servicios básicos (agua, luz y drenaje), cuando el resto de escuelas del país ni siquiera alcanza un tercio (31.8%).  Además, los alumnos de instituciones particulares tienen acceso a tazas sanitarias suficientes (97%), pupitres en buen estado (99.5%), computadoras (89.3%) e internet (68.2%) en mayor proporción que el resto de alumnos del país (57.1%, 68.2%, 32.2% y 11.3%, respectivamente). Las cifras anteriores reflejan una evidente superioridad de las condiciones materiales de las escuelas privadas sobre el resto de centros escolares del país, factor que sin duda favorece el aprendizaje al interior de estas instituciones.

Es común que, además de su infraestructura,  las instituciones educativas particulares promocionen sus resultados en pruebas estandarizadas para captar alumnado. Sin embargo, los hallazgos de la OCDE (2011) sobre los resultados de las escuelas públicas y privadas en la prueba PISA 2009 motivan a cuestionar si los puntajes favorables de las instituciones particulares son necesariamente un reflejo fiel de la calidad del centro escolar. Teniendo la reserva de que  los exámenes de este tipo son instrumentos limitados en cuanto a lo que pueden medir y sus resultados no siempre son sinónimo de la calidad del trabajo que se realiza en una escuela, vale la pena revisar las conclusiones de la OCDE acerca de los resultados en la prueba PISA de las escuelas públicas y privadas. Si bien se establece que el alumno promedio de una escuela particular supera al alumno promedio de una escuela pública, como quedó demostrado en la prueba de 2009, donde los primeros superaron a los segundos por 30 puntos en las actividades de lectura, se debe mirar más allá del puntaje para entender el éxito de las instituciones educativas privadas en este tipo de exámenes.

El buen desempeño de las escuelas privadas en la prueba PISA está asociado, según la OCDE (2011), a que “los centros privados tienen una población mayor de alumnos aventajados, más recursos materiales, menor escasez de profesorado y mejores climas disciplinarios que los centros públicos” (p.2). No obstante la conjugación de los elementos señalados anteriormente, la OCDE hace hincapié en la trascendencia del alumno y su entorno socioeconómico como factor detonante del éxito de una escuela en este tipo de pruebas, estableciendo que “los alumnos de los centros públicos que están inmersos en un contexto similar al de los alumnos de los centros privados suelen tener un rendimiento igual de bueno” (2011, p. 1).

A escala nacional, el análisis de los resultados de la prueba PLANEA 2015, confirman los supuestos de los párrafos anteriores. Al igual que en PISA, los estudiantes de sexto grado de educación primaria de escuelas particulares tuvieron mejor desempeño en Lenguaje y Comunicación que el resto de las escuelas: 603 por 459 puntos. En Matemáticas, también las escuelas privadas (588) aventajaron a las otras escuelas (470). Al analizar los resultados, el INEE (2017) advierte que las características demográficas y socioeconómicas de los estudiantes tienen una gran influencia en el logro de los aprendizajes medidos en la prueba mencionada. Al respecto, señala que “tanto el nivel de marginación de la localidad como los RFAB [Recursos Familiares Asociados al Bienestar] tienen un impacto considerable para explicar el logro educativo de los estudiantes” (p.146), de modo que el 87% de las variaciones en los puntajes en Lenguaje y Comunicación pueden ser explicados considerando variables del alumno como edad, sexo, marginación y entorno familiar.

¿Por qué entonces, según los dos casos anteriores, en igualdad de condiciones individuales un alumno de una escuela pública puede tener los mismos alcances que uno de escuela privada?  Para encontrar una respuesta debemos recordar una premisa básica: la enseñanza y el aprendizaje son dos fenómenos que no necesariamente se encuentran ligados por una relación de causa y efecto (Gvirtz y Palamidessi, 2006, p. 135), pudiendo suscitarse la enseñanza (incluso de la mejor calidad) sin que se produzca el aprendizaje o viceversa. Pareciera entonces una postura fatalista (la enseñanza no influiría en nada en el aprendizaje) pero no es así, pudiera decirse que una buena enseñanza incrementa las probabilidades, sin garantizar nunca, de que se consolide el aprendizaje. Así pues, todo lo referente a la enseñanza (infraestructura, prácticas pedagógicas, organización escolar, etc.) puede o no encontrar suelo fértil en función de las condiciones (sociales, culturales, biológicas, etc.) de quien intenta aprender.

La indiscutible superioridad en infraestructura, los recursos económicos adicionales que reciben y la organización de los centros escolares particulares son indudablemente condiciones que, sin ser determinantes, favorecen en gran medida el aprendizaje de los alumnos. A pesar de esto, sin afán de minimizar la influencia de los factores anteriores, es evidente que el origen de los alumnos tiene un papel decisivo en los alcances de cualquier escuela. Aunque la calidad de una institución educativa no necesariamente se mide con base en los resultados de pruebas estandarizadas, los análisis de las pruebas internacionales y nacionales, como PISA y PLANEA, permiten inferir el gran peso que tiene el contexto de los estudiantes en la consecución de los objetivos escolares.  Así pues, no son por sí mismas las instalaciones, el personal y la organización de una escuela particular lo que hace que obtengan mejor desempeño en pruebas de este tipo, sino su interacción con un elemento esencial: el alumno y sus características individuales afines al aprendizaje.

 Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS

GVIRTZ, Silvina y Mariano PALAMIDESSI. El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza. Buenos Aires: Aique, 2006.

INEE. Infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo educativo en las escuelas primarias. ECEA 2014. México: autor, 2016.

INEE. Informe de resultados PLANEA 2015. El aprendizaje de los alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria en México. Lenguaje y Comunicación y Matemáticas. México: autor, 2017.

OCDE. Pisa in focus. Centros privados: ¿a quién benefician? Disponible en: http://www.oecd.org/pisa/pisaproducts/pisainfocus/49184642.pdf  (Consultado: 09 de enero de 2018).

SEP. Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2016-2017. México: autor, 2017.

Fuente:

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México: Anuncian paro indefinido de labores educativas en Michoacán

México/18 enero 2018/Fuente: Dictamen 

Víctor Manuel Zavala Hurtado, líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, anunció que en la entidad cerca de 70 mil profesores de nivel básico, medio superior y superior se irán a paro indefinido de labores.
A partir de este miércoles, la Sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organizaciones sociales y sindicatos de la Universidad Michoacana, volverán a paralizar una parte del sector educativo por falta de pagos a sus quincenas y otras prestaciones, anunciaron líderes de dichos movimientos.

Víctor Manuel Zavala Hurtado, líder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, anunció que en la entidad cerca de 70 mil profesores de nivel básico, medio superior y superior se irán a paro indefinido de labores.

Indicó que será de aquí al viernes, el periodo para que paulatinamente informen a los padres de familia de esta movilización, en la que exigen, en su caso, pagos de al menos 12 bonos y la nómina de profesores egresados de las diferentes normales de la entidad.

Zavala Hurtado indicó que junto con el Frente Cívico Social, iniciarán con la paralización de actividades a partir de este miércoles en cerca de 10 mil escuelas de nivel básico.

Eduardo Tena Flores, líder del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), y Gaudencio Anaya Sánchez, del Sindicato único de Empleados también de Casa de Hidalgo (SPUM), también confirmaron el paro de labores.

Acusaron que a pesar de que el gobierno del estado se comprometió a ponerse al corriente con el adeudo que tiene con los empleados y profesores de la Máxima Casa de Estudios en la entidad, solamente se les ha cubierto una parte mínima.

Indicaron que a los casi 8 mil trabajadores de la Universidad michoacana representados en ambos sindicatos, todavía no les cubren el aguinaldo y las prestaciones de fin de año (2017).

En conjunto, los tres dirigentes, aclararon que no es una fuerza política la que los impulsa a la paralización de las escuelas, si no la defensa de los derechos laborales de sus agremiados y de la educación pública.

Expusieron que este paro atiende a dos exigencias principales que se circunscriben en, primero, el pago de salarios y demás prestaciones, así como hablar por la sociedad en cuánto al aumento en el costo de la gasolina y por consecuencia, el incremento en el precio de los productos de la canasta básica, transporte público y demás servicios.

Fuente noticia: https://www.eldictamen.mx/2018/01/nacional/anuncian-paro-indefinido-de-labores-educativas-en-michoacan/

Fuente imagen: https://www.informador.mx/__export/1516151162785/sites/elinformador/img/2018/01/16/cnte_marcha_efe_crop1516151114602.jpg_1970638775.jp

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Miles de niños y niñas con necesidad de atención temprana no la reciben, según las plataformas de familias

Por: Pablo Gutierrez del Álamo 

La plataforma de familias de Madrid llevará 35.000 firmas a la Asamblea para pedir su mejora. Otras comunidades también están en pie de guerra.

Tener un bebé con espína bífida o con un retraso madurativo. Tal vez con Trastorno del Espectro Aurista o con Síndrome de Down es un impacto emocional importante. Complicado de gestionar teniendo en cuenta las expectavias previas, por ejemplo También es un impacto en la vida cotidiana de la familia en la que ese bebé nace. De muchas maneras.

Una de ellas es la obligación, como familias, de ofrecer todas las soluciones y alternativas posibles a esa niña, a ese niño. Alternativas y procedimientos necesarios para que en los primeros tres años de su vida consiga la mejor y mayor estimulación posible en todos los sentidos, y con ella, el mayor desarrollo posible de las capacidades de cada menor.

Psicólogos, psicopedagogos, terapias con animales, estimulación temprana, logopedia… un largo etcétera que en cualquier caso comienza con una valoración que no siempre es tan rápida como debería. Óscar Hernández es portavoz de la plataforma madrileña de atención temprana. Se trata de un grupo de familias que llevan tiempo luchando por la mejora de las condiciones de vida de sus hijos e hijas, también por que la Administración pública se haga cargo. Asegura que tal y como están las cosas, al menos en Madrid, las familias se sienten maltratadas.

Esto es lo que hizo que hace algunos meses otro padre pusiera en marcha una petición en Change.org con la que han recogido 35.000 firmar que tienen intención de llevar a la Asamblea de Madrid el próximo 18 de enero, día en el que se celebrará un pleno sobre infancia y adolescencia.

Reclaman una atención desde el primer momento que comience cuando el cebrebro es lo más plástico posible. O que se terminen las listas de espera para la valoración y la intervención con estos menores. Asegura Hernández que según el INE el 7,5% de los menores tiene necesidad de esta atención o está en riesgo de tenerla, lo que significa que hay unos 30.000 menores en esta situación. La Comunidad de Madrid ha dicho que se ampliarán las plazas de AT este año hasta algo más de 3.000. “Según estas plazas, dice Hernández, hay un alto porcentaje de niños sin cobertura”.

Afirma también que esta situación es  un drama, no solo para las familias que han de pagar por los diferentes tratamientos y terapias (un coste que puede ser de entre 300 y 600 euros al mes y que muchas familias no pueden afrontar). También es un coste social enorme, puesto que estas niñas y niños no conseguirán alcanzar un grado de autonomía suficiente.

A esto se suma el que llegados a los 6 años estos niños y niñas dejan de tener derecho a la atención temprana. Entran en la educación obligatoria y dependen también de los recursos existentes que, si nunca fueron los suficientes, tras los recortes de 2012 nos prácticamente nulos.

Las prestaciones que se ofrecen “no están encaminadas al desarrollo global para que niños y niñas sean lo más autónomos posibles”, asegura Ana Olmeda, protavoz de la plataforma en Canarias. Allí la situación es mucho peor que en Madrid, puesto que no existe atención temprana pública. Sí algunos centros privados, pero no hay apuesta, todavía, por parte de la administración autonómica.

Este es uno de los problemas más importantes (las diferencias entre las autonomías a la hora de apostar por la atención temprana) que enfrentan las diferentes plataformas de atención temprana.

Cada autonomía va por libre

Antonio Guerrero es el portavoz de la plataforma en Andalucía. Asegura que mientras en el País  Vasco la administración invierte unos 6.000 euros al año en cada niño, la Junta solo gasta 500 euros.

En Andalucía la pelea comenzó en 2015 cuando varias familias formaron la plataforma para promover una Proposición No de Ley para debatir en el parlamento autonómico sobre la red de atención temprana. Una PNL que prosperó con los votos de la oposición, pero que al no obligar a nada al Ejecutivo andaluz, quedó guardada.

Después de eso, la plataforma redactó una propuesta de ley sobre atención temprana. Se debatió a primeros de 2016, pero, aunque contaban con el apoyo de toda la oposición (mayoría suficiente para su puesta en marcha), la víspera del debate Ciudadanos cambió el sentido de su voto, de manera que no prosperó. Hoy hay dos leyes sobre el mismo tema registradas en el Parlamento andaluz. Una la redactada por las organizaciones y la otra, del PSOE y C’s. Nadie quiere echar su proyecto a andar, aunque esta última podría aprobarse (con el coste que podría tener entre las familias con menos con necesidad de atención temprana).

En Canarias han tenido que trabajar muy duro para que empiece a andar la posibilidad de tener una red de atención temprana en los próximos años. Tal vez cinco. A base de presión y conversaciones con partidos y organizaciones, hoy se está trabajando en un plan de AT que podría tener su primer borrador a mediados de este año.

Hoy los serivicios de AT los ofrecen entidades privadas. Y algún que otro ayuntamiento cubre parte de las necesidades. Ana Olmeda cuenta que durante los últimos 26 años, algunas familias se han venido beneficiando de diferentes proyectos de investigación que la Universidad de La Laguna había puesto en marcha para tratar con niños y niñas con diversidad: síndrome de Down, espectro autista, trastornos del desarrollo… Se hacía en el Aula de Psicomotricidad Relacional.

Hoy por hoy, tras un largo tiempo cubriendo parte de un servicio público, se regularizó y ahora se ha conseguido la firma de un convenio para dar mayor cobertura a más niños y niñas con diferentes trastornos. También se han tenido cerrando convenios con otras entidades desde hace algunos años y que han ido dando servicio a las familias. La idea es que ahora sea la Administración autonómica (fundamentalmente desde Sanidad, aunque también desde Servicios Sociales y Educación) la que vaya asumiendo.

Según las estimaciones que han hecho en Canarias, serían unos 10.000 menores los que deberían atenderse en las islas. La Administración autonómica no tiene servicio ninguno hoy por hoy.

Todas estas diferencias hacen que muchas personas piensen en la conveniencia de que haya una Ley integral, para todas las autonomías, que estipule, como mínimo, una cartera de servicios mínimos en relación a la atención temprana. Una ley que contemplase servicios de atención temprana, en educación y sociosanitarios.

Autonomía personal frente a asistencia

El objetivo es que consigan avanzar por el sistema educativo y que, en un futuro, consigan algún nivel de cualificación suficiente que les permita obtener un trabajo con el que ser lo más autónomos e independientes posible.

Ana Olmeda lo resume fácilmente: “Sin inversión, lo que se consigue a futuro es crear personas dependientes o grandes depenientes”, con lo que esto supone en gasto sanitario y de servicios sociales según va aumentando la edad de las personas. Es decir, que en vez de aspirar a que chicas y chicos con diferentes trastornos o alguna diversidad fueran personas que acabaran cotizando a la Seguridad Social, se fomenta que acaben siendo parte de un importante gasto para el Estado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/16/miles-de-ninos-y-ninas-con-necesidad-de-atencion-temprana-no-la-reciben/

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Las violencias invisibles en la escuela

Por: Julio Rogero

Muchas de las violencias sociales (miedo al otro, situaciones económicas imposibles, competitividad) son asumidas por los centros educativos.

Las nuevas formas de violencia se van haciendo muy significativas en la sociedad actual de la modernidad tardía, dominada por los modelos de vida impuestos por la sociedad neoliberal del capitalismo salvaje. Esas violencias también se viven en la escuela, aunque, quizás, de forma más imperceptible y a menor escala.

Actualmente, nos solemos centrar en las violencias producidas en los conflictos entre iguales, que se muestran de forma explícita dentro del centro educativo y del aula. Son las formas de violencia que provocan situaciones de quiebra de la convivencia: el bullying y el ciberbullying como formas de acoso entre iguales, la violencia de género y las conductas disruptivas en el aula en sus diferentes formas. También se dansituaciones de dominio y sumisión de arriba hacia abajo. Estas formas de violencia son las más visibles, las más tratadas en la bibliografía y en las actividades de formación sobre convivencia, y las que se suelen tener en cuenta en los diferentes planes de convivencia de los centros educativos.

Decíamos en un artículo anterior que hay otras formas de violencia invisibles y silenciosas, propias de la “sociedad capitalista de rendimiento”, que también se reflejan en nuevas formas de hacer y de ser en la escuela.

Hay toda una violencia ejercida por la escuela como institución contra todos sus componentes, pero de forma especial contra el alumnado, cuando no se presta atención a la tensión que estos viven (también contra el profesorado y las familias, aunque son problemáticas diferentes) cada vez con más intensidad. Cuando no son tenidos en cuenta y cuando no se percibe el sufrimiento ante muchas situaciones de poca valoración, de insensibilidad ante lo que viven con frecuencia, tanto dentro como fuera de la escuela. Eso se refleja en un silencio pertinaz del alumnado, en una baja valoración de sí mismos, en otras reacciones de agresividad indiscriminada que manifiestan la situación que vive y que son llamadas de atención ante determinadas situaciones de violencia vivida en la familia, en la escuela, en su relación con los demás y consigo mismos/as, o en su relación con el propio profesorado.

La escuela se centra en lo que obliga al éxito académico, al emprendizaje, al sobreesfuerzo y a la explotación de sí mismo en los aspectos que se exigen para conseguir la excelencia, el mérito y la buena posición en la escala social. Hoy es casi lo único que le importa a la institución escolar neoliberal: los resultados (las evaluaciones-exámenes), el sentimiento de libertad para que nadie se interponga en el éxito y desarrollo personal.

Al alumnado se le propone algo contradictorio. Que aprenda a convivir y a cooperar con los demás y, a la vez, que aprenda a competir contra todos para poder acceder al mercado laboral con garantías de éxito económico y social. El precio por lograr la exigencia de buenos resultados, puede llevar a sufrir problemas de ansiedad, estrés y depresión ante una tarea que, con frecuencia, se muestra titánica ante sus ojos. Así, la escuela ejerce una violencia sutil que va modelando al “sujeto neoliberal de rendimiento” para que, configurado como un ser libre, que elige ser dueño de sí mismo como condición para tener éxito, centre su vida en la obtención de resultados de éxito. De este modo, él será el único responsable y, si fracasa, aunque persevere, es que no se ha esforzado lo suficiente. Hoy se han creado y siguen creciendo las expectativas desmesuradas sobre cada uno de los niños y niñas. Por eso están sometidos a presión constante para que hagan de todo por situarse en los primeros puestos de la escala social en un mundo hiperexigente. La mayor violencia son todos estos muros invisibles que esta sociedad impone a la escuela, de los que con demasiada frecuencia es inconsciente y le hace el juego.

Esto provoca la violencia que sufre, sobre todo, el alumnado de fracaso escolar ya que es estigmatizado como el perdedor en la carrera por el éxito. Es el comienzo de una vida en la que tiene el riesgo de anclarse como fracasado y padecer el “desprecio al perdedor” en la escuela hasta que es suspendido y expulsado, y ya fuera en una sociedad que solo nos propone modelos de éxito económico.

Otra de las violencias invisibles en la escuela es la insensibilidad manifiesta ante la desigualdad, la pobreza y la marginación heredadas e impuesta a la infancia más necesitada. Son también las víctimas de una violencia, poco tenida en cuenta aunque denunciada por muchos, mantenida sistemáticamente por un sistema educativo que segrega a los débiles y potencia a los fuertes, que selecciona y clasifica para la reproducción social de una sociedad hoy y cada día más injusta y segregadora. Es una violencia ejercida sistemáticamente de forma silenciosa porque los actores de la misma, con frecuencia, no son conscientes de ella. Es la inequidad educativa como violencia, manifestada en muchos de los rasgos que caracterizan la injusticia escolar, plasmada en repeticiones, suspensos, fracaso escolar, absentismo, abandono temprano, falta de apoyos, desinversión, recortes y políticas educativas favorables a las clases altas y medias.

La violencia de la producción de la homogeneización impuesta en las diferentes redes escolares, por mucho que se hable de inclusión en cada una de ellas. Esas redes producen el miedo al otro, al diferente, al distinto. Solo su desaparición puede ser garantía de caminar en la dirección alternativa. También se reavivan otros miedos que nos suelen acompañar a lo largo de nuestras vidas y que son necesarios para que el sistema social dominante perviva: el miedo al propio fracaso, a no estar a la altura de las expectativas sobre uno mismo, la desconfianza y la sospecha que impidan avanzar en la construcción de lo colectivo y lo común desde la diversidad y la singularidad de cada uno. Por eso el miedo hoy es un entorno que también envuelve a la escuela y forma parte del medio que somos y en que vivimos.

A veces la mayor violencia del sistema escolar sobre el alumnado es el ocultamiento que hace de las situaciones conflictivas que vive en el ámbito familiar y en su contexto social. Es ahí donde se dan gran parte de las violencias de las que son víctimas la infancia y la adolescencia: la violencia machista y patriarcal, la angustia y la tensión generada por el paro, la precariedad, el desahucio y las carencias de todo tipo.

A estas violencias sociales y escolares les acompañan también las que se viven desde la familia sobre las expectativas que se crean sobre los hijos e hijas para que se preparen bien para competir y triunfar. No es suficiente ser buenos y competentes, ahora hay que ser excelentes y los mejores.

Estas violencia escolares son un gran desafío para todas las personas que se toman en serio la construcción de una convivencia positiva en el seno de la sociedad y de la escuela. Es necesario seguir analizando las violencias sociales invisibilizadas que llegan a la escuela y ella hace suyas. La consecuencia es que van imponiendo formas de vida sometidas, traumatizadas y doloridas por estas formas de violencia, que se sitúan en el interior de la persona por la presión exterior.

La respuesta de la escuela se está dando ya en positivo en muchas comunidades educativas de convivencia positiva, que comienzan a tener en cuenta estas violencias invisibles y silenciadas, y a tratarlas en un nuevo marco convivencial. Es necesario seguir construyendo una nueva cultura escolar desde la convivencia positiva y pacífica, el respeto profundo a los demás como parte de mí mismo, la acogida, la atención y el cuidado mutuo, capaz de promover nuevas formas de ser, de vivir y convivir.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/15/las-violencias-invisibles-la-escuela/

Fuente imagen: https://mujeresyuniversidadsincifras.files.wordpress.com/2017/10/t9b.jpg

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Puerto Rico: Apuesta para atender las necesidades de los niños y jóvenes con autismo

Puerto Rico/15 de Enero de 2018/El Nuevo Día

Es un reclamo constante de padres de menores diagnosticados con trastornos del espectro autista: hacen falta más servicios para atender sus necesidades, más apoyo para lograr que tengan una vida independiente y mayor información para que la población en general entienda que interactuar con ellos no se trata de velar a niños y jóvenes malcriados.

Cumplir con estas peticiones es un reto, pero no es imposible, aseguró el educador Kevin Gersh, principal oficial ejecutivo (CEO) de The Gersh Organization.

En Puerto Rico, The Gersh Organization opera Gersh Academy en San Juan, una institución educativa privada que se especializa en atender a niños y jóvenes diagnosticados con autismo o problemas del desarrollo. El grupo Gersh atiende a unos 400 niños, adolescentes y jóvenes adultos en siete localidades en Estados Unidos –en Nueva York, Indiana, Washington y Puerto Rico– y su alianza con el sistema Meridian Behavioral Health –que se dedica a proveer servicios de salud mental– le provee cinco localidades adicionales para atender estudiantes.

Gersh define su norte de manera sencilla: hacer que la sociedad aprenda a interactuar con los individuos diagnosticados con autismo. “Las personas con impedimentos físicos, que usan sillas de ruedas, hace 30 años no podían entrar a una tienda, a una oficina de gobierno porque había escaleras. Hoy, por ADA (Ley de Estadounidenses con Impedimentos), las oficinas tienen rampas para que tengan acceso. A través de la concienciación, de la información, queremos que haya ‘rampas sociales’ para ayudar las personas con autismo a ser independientes y salir adelante”, dijo.

Uno de cada 62

El trastorno del espectro autista se compone de condiciones del neurodesarrollo que afectan principalmente la conducta y la comunicación social. La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V, por sus siglas en inglés) cataloga las condiciones dentro del espectro según su severidad y el nivel de funcionamiento de cada individuo.

La proporción de niños diagnosticados con autismo es un 10% mayor en Puerto Rico que el promedio en Estados Unidos. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), uno de cada 68 niños es diagnosticado con autismo en Estados Unidos; en Puerto Rico, es uno de cada 62.

El educador se confesó sorprendido cuando se enteró que más del 40% de la matrícula estudiantil total del sistema de enseñanza público forma parte del programa de Educación Especial, un porcentaje que podría aumentar ante el éxodo de estudiantes que se ha registrado.

Ante esto, Gersh adelantó que planifica establecer una nueva academia en Puerto Rico, preferiblemente fuera del área metropolitana. Gersh Academy, ubicada actualmente en Santurce, atiende a estudiantes de Educación Especial a quienes el Departamento de Educación no puede proveerles una educación apropiada.Actualmente, tienen una matrícula de 58 estudiantes, aunque podrían atender a 73, precisó el director ejecutivo de Gersh Academy, Gerardo Menchaly.

“Nos hemos reunido con el secretario (asociado) de Educación Especial, Eliezer Ramos, y es positivo trabajar con funcionarios que entienden que necesitamos unirnos para trabajar a favor de los niños”, sostuvo Gersh, quien no descarta ampliar los servicios de su organización para atender a más niños si se convierten en un proveedor de terapias.

Asimismo, están en conversaciones con Educación para que los estudiantes con impedimentos severos que son enviados a centros educativos en los Estados Unidos puedan ser ubicados en instituciones de Gersh, de modo que la academia en San Juan pueda funcionar como un enlace para que las familias en la isla tengan comunicación constante con los menores, detalló. Con el tiempo, se podrían establecer en Puerto Rico escuelas especializadas con un componente de salud mental para esta población estudiantil que Educación no puede atender en la isla.

Atender necesidades

Gersh fundó su primera escuela hace 30 años, cuando un estudiante de la escuela Montessori en la que trabajaba fue diagnosticado con autismo. En vez de aislar al niño o solicitar a los padres que lo cambiaran de la escuela, Gersh explicó modificó toda la dinámica del salón para atender las necesidades de ese estudiante. El niño sobresalió académicamente, hasta que pasó a una escuela pública tradicional.

“Todos nos preguntamos, ¿por qué salió bien aquí, pero en la escuela pública no podían ayudarlo? Así empezó todo, con un estudiante. Poco a poco fuimos recibiendo más niños, hicimos un salón para tres estudiantes, y después una escuela”, expresó.

“Todavía el autismo es un tabú y es algo que tenemos que cambiar. Todavía están los padres que piensan que si disciplinan con más fuerza a los nenes, van a mejorar. No se trata de hacer que los niños con autismo cambien para estar en una escuela, tenemos que nosotros adaptarnos a ellos”, sentenció.

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