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Afganistán: Deben oírse las voces de las víctimas en las conversaciones de paz

Amnistía Internacional ha señalado la necesidad de que las víctimas del conflicto de Afganistán tengan voz en las conversaciones de paz entre el gobierno afgano y los talibanes, y de que se atiendan sus reivindicaciones de justicia.

En referencia a las mencionadas conversaciones, que se celebrarán en Doha (Qatar), la organización de derechos humanos ha pedido tanto a los equipos negociadores como al país anfitrión que incluyan las voces de las víctimas y que garanticen una verdadera participación de las mujeres en ellas, para que sus derechos sean respetados en el acuerdo resultante.

Pero para que las conversaciones de paz sean dignas de tal nombre, deben comprometerse a impartir justicia a las víctimas y a garantizar la rendición de cuentas frente a las violaciones graves de derechos humanos.
David Griffiths, director de la Oficina del Secretario General de Amnistía Internacional

“Nadie desea más la paz que la ciudadanía afgana, que ha sufrido tanto y durante tanto tiempo a causa del conflicto. Pero para que las conversaciones de paz sean dignas de tal nombre, deben comprometerse a impartir justicia a las víctimas y a garantizar la rendición de cuentas frente a las violaciones graves de derechos humanos. La participación de las víctimas es una salvaguardia esencial para garantizar que sus voces sean oídas», ha declarado David Griffiths, director de la oficina de la Secretaria General de Amnistía Internacional.

“La paz no puede ser sólo el cese de hostilidades. Para que la población afgana rompa con su doloroso pasado y las heridas cicatricen, las víctimas deben tener acceso a la justicia, y los responsables de delitos tienen que rendir cuentas. Si no se abordan las graves violaciones de derechos humanos cometidas por ambas partes, no sólo se traicionará a las víctimas, sino que persistirá la amenaza de un nuevo conflicto.”

Asimismo, Amnistía Internacional ha pedido tanto a los equipos negociadores como a las partes en el conflicto —y, en particular, al gobierno de Afganistán—, que impidan cualquier retroceso en relación con las conquistas de derechos humanos alcanzadas durante los últimos 20 años, y que los posibles acuerdos formalizados tengan como eje los derechos de la población afgana y, en especial, de las mujeres. Con respecto a los derechos las mujeres, el objetivo debe ser consolidar y fortalecer su capacidad para ejercer plenamente sus derechos humanos.

Crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad

Las conversaciones empiezan pocos días después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, haya sancionado a la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, porque su oficina está investigando los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por todas las partes en el conflicto.

Desde que Afganistán se convirtió en Estado Parte en el Estatuo de Roma, en 2003, Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos han venido documentando violaciones graves de derechos humanos contra la población civil afgana, incluidos torturas, desapariciones, homicidios selectivos y ataques deliberados contra civiles en crímenes de guerra. Como las autoridades afganas no investigaban seriamente esos delitos, la Corte Penal Internacional ha intervenido como “tribunal de última instancia”.

Las sanciones referidas llegan poco después de la polémica liberación, por parte del gobierno afgano, de presos talibanes acusados —con fundamento— de violaciones graves de derechos humanos, incluidos crímenes de guerra. La ausencia de rendición de cuentas por violaciones graves de derechos humanos —y, en particular, crímenes de guerra y de lesa humanidad—, reduce aún más las perspectivas de justicia para las víctimas.

“Al imponer esas inadmisibles sanciones a la fiscal de la CPI, el gobierno de Trump intenta de nuevo castigar a quienes buscan justicia por los delitos de derecho internacional cometidos en Afganistán. Con su actuación, Estados Unidos ha decidido proteger a los responsables de delitos frente a la rendición de cuentas y abandonar a las víctimas”, ha declarado David Griffiths.

“Los equipos negociadores del gobierno afgano y de los talibanes deben dejar de amparar a los perpetradores, apoyar la investigación de la CPI y comprometerse a garantizar justicia, dentro del país, a todas las víctimas de decenios de atrocidades. Si realmente quieren llevar la paz a Afganistán, deben demostrar que no tienen miedo de impartir justicia.”

Preservar las conquistas de derechos humanos

Las conversaciones de paz deben comprometerse también a preservar y fortalecer los avances que ha experimentado Afganistán durante los últimos 20 años en materia de derechos humanos.

En particular, el acuerdo de paz deberá ajustarse a las obligaciones internacionales de Afganistán y, por tanto, defender la celebración de juicios justos y los derechos de las mujeres y las niñas, de los menores de edad, de las minorías religiosas y étnicas, de los periodistas y de los defensores y defensoras de derechos humanos.

De momento, los talibanes no se han comprometido de manera explícita y creíble con los derechos humanos consagrados en la Constitución de Afganistán ni con el derecho internacional de los derechos humanos, lo que incluye los derechos al trabajo, a la educación, a la libertad de circulación, a la libertad de religión o credo y a la libertad de expresión.

“No se puede soslayar el hecho de que las autoridades afganas han incumplido sus propios compromisos de derechos humanos, pero tampoco se puede negar que se han dado grandes e importantes pasos durante los últimos 20 años en lo que se refiere a las libertades de las mujeres y las niñas, las minorías religiosas y étnicas, los periodistas y los defensores y defensoras de los derechos humanos, de igual forma que se ha avanzado en lo relativo al derecho a la educación. Pese a las graves amenazas a su seguridad, la población afgana ha ejercido sus derechos civiles y políticos. Es preciso consolidar estos logros, y no comerciar con ellos”, ha afirmado David Griffiths.

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/09/afghanistan-victims-must-be-heard-in-peace-talks/

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ONU ofrece asesoría a Gobierno colombiano sobre DD.HH.

Por: Telesur Tv

El organismo subrayó la importancia de una eficaz investigación, así como garantías de justicia para las víctimas.

La representante en Colombia de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Juliette de Rivero, ofreció este viernes al Ministerio de Defensa del país y al Gobierno asesoría técnica en materia de derechos humanos.

En nombre de la ONU, Rivero manifestó su disposición de ayuda en los temas referentes a la prevención para el empleo de la fuerza y las armas de fuego, así como en mecanismos que garanticen los derechos humanos de quienes participan en las protestas.

La funcionaria internacional expresó su disposición para «muy pronto tener oportunidad de reunirme con el ministro de Defensa y su viceministra para que podamos trabajar juntos».

Asimismo, precisó estar «segura de que la aplicación de todas las normas de derecho humano permite mayores avances en la democracia y el Estado de Derecho».

Sobre los hechos que ocurren desde este miércoles en Bogotá (capital) tras la agresión policial y el asesinato del abogado Javier Ordóñez, ONU Colombia expresó su solidaridad a las víctimas y a sus familiares.

Al respecto, afirmaron que el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley siempre debe seguir los principios de legalidad, necesidad, razonabilidad y proporcionalidad, y buscar proteger los derechos de las personas.

*Fuente: https://rebelion.org/hay-una-situacion-muy-grave-de-la-economia-estadounidense/

 

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Entrevista a Lizzy Osorio, comunicadora y activista por los DDHH: “En Paraguay se cometió un infanticidio”

Por Leandro Albani

El 2 de septiembre, las fuerzas armadas de Paraguay asesinaron a dos niñas argentinas en un supuesto operativo contra la guerrilla. El gobierno paraguayo busca reforzar la impunidad ante las crecientes denuncias por lo ocurrido.

“Es impostergable el desmantelamiento de las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC), que, en palabras de los propios pobladores del norte del país, tanto daño han hecho a las comunidades campesinas e indígenas”, afirmó a La tinta Lizzy Osorio, comunicadora y activista de la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia del Paraguay.

De esta manera, Osorio se refirió a la fuerza responsable de los asesinatos de Lilian Mariana y María Carmen Villalba, dos niñas argentinas, de 11 años, ocurrido el pasado 2 de septiembre en un supuesto operativo contra la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en el distrito de Yby Yaú, en la frontera entre los departamentos de Concepción y Amambay.

Luego de que el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez anunciara como un “éxito” el operativo, y de viajar hasta el lugar de los crímenes para tomarse fotos con los soldados, lentamente, se fue conociendo lo que el Ejecutivo tanto intenta ocultar: que las niñas fueron asesinadas, sus ropas cambiadas y enterradas, violando todas las leyes nacionales e internacionales.

Ante esta situación macabra, Osorio afirmó que “es necesario que la comunidad internacional, y me refiero tanto a instituciones como organizaciones sociales no sólo de la Argentina, expresen su solidaridad y se coloquen como observadores de estos hechos, de manera que se pueda esclarecer y aplicar las medidas necesarias para castigar a los responsables”.

Paraguay protesta por niñas asesinadas la-tinta

Desde la cancillería argentina, ya se pidieron explicaciones al gobierno de Paraguay, aunque las respuestas, hasta ahora, fueron reticentes. Al mismo tiempo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) criticó con dureza el operativo realizado por las fuerzas armadas paraguayas. La respuesta gubernamental a la ONU fue la negación del hecho.

—¿Cómo calificarías la postura del gobierno paraguayo con respecto al asesinato de las dos menores de edad argentinas?

—El gobierno de Abdo Benítez evidencia su política neoestronista y es la continuidad del régimen totalitario de Alfredo Stroessner, que no cayó en febrero de 1989, ya que sus fuerzas militares y toda la estructura siguen estando al servicio de los mafiosos, corruptos y asesinos. Lo sucedido en Yby Yaú fue un infanticidio, un crimen de lesa humanidad, que demuestra la magnitud de violación a los derechos humanos que estamos viviendo en nuestro país. Lo repudiable es que hasta el propio presidente festeje y catalogue como “exitoso” un operativo donde asesinaron a dos niñas. Ante esto, tanto Mario Abdo Benítez, los ministros de Defensa y de Interior, y el alto mando de la Fuerza de Tarea Conjunta son responsables de este hecho, que no debe quedar impune.

—¿Existe algún imputado o acusado en la justicia por los asesinatos?

—La Fiscalía General, como es una práctica en un Estado terrorista, no ha realizado ninguna imputación, pese a que estamos ante graves violaciones del derecho internacional. La actuación de los militares de la FTC supera toda racionalidad al manipular pruebas del sitio, al quemar la vestimenta de las niñas, que iban a contribuir con la investigación El gobierno, con el fin de querer tapar los hechos, rápidamente procede a enterrarlas sin siquiera identificarlas. Ante este ultraje, y gracias a la insistencia de la comunidad internacional, luego de tres días, se ha procedido a la exhumación de los cuerpos y el peritaje de los mismos, sin que la otra parte -abogadas, Cancillería argentina- tenga garantías de que las mismas no hayan sido torturadas por parte de los militares.
Es importante resaltar la complicidad del Poder Judicial con respecto a crímenes de la Fuerza de la Tarea Conjunta desde sus inicios, en 2013: atropellos con armas de guerra en instituciones educativas donde acuden niños campesinos, torturas a pobladores de los departamentos sitiados, restricciones para la realización de reuniones políticas, entre otros. Como antecedente, en la zona en la que hoy opera la FTC, se produjeron otros graves hechos, como el asesinato a una persona sordomuda por parte de la policía nacional, en 2012, alegando que era parte de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo, hecho absolutamente desmentido por la comunidad que acompañó este lamentable caso.

—¿Cómo está reaccionando la sociedad paraguaya ante lo que ocurrió?

—Al igual que el régimen totalitario de Alfredo Stroessner, que tenía como característica instalar el medio y la zozobra en población, quedando como patrón cultural de la sociedad paraguaya, el gobierno fraudulento de Abdo Benítez coloca, a través de los medios empresariales de comunicación, un “enfrentamiento entre las FTC y dos guerrilleras”. Frente a esto, se observa un repudio ciudadano por la ejecución de estas niñas, sumado a que la supuesta inteligencia de las Fuerza de Tarea Conjunta dispone de un presupuesto anual que supera los 17 millones de dólares anuales, según la Sociedad de Economía Política de Paraguay. Esto sucede en un país en que su población pobre supera el 50 por ciento, con políticas de despidos y que se sostiene a base de ollas populares.

Paraguay niñas asesinadas por el ejercito la-tinta

Estas expresiones de hartazgo de individualidades llevaron a acciones no violentas contra uno de los patrimonios culturales materiales de la capital del país. Esto desembocó a que esa misma clase política mafiosa, ese sector dominante como la Unión de Gremios de la Producción, entre otros, manifiesten su solidaridad con las paredes del Panteón de los Héroes, pero no así con las niñas asesinas.

Las organizaciones de derechos humanos, como la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia, han solicitado a las instituciones públicas encargadas de velar por la promoción, defensa y protección de los derechos humanos, a realizar todas las acciones para lograr una investigación amplia y eficaz, además de poner de vuelta en el debate público el rol de las FTC en el norte del país, y el carácter inconstitucional de las leyes de la Ley N° 5.036/13 que modifica y amplía la Ley N° 1.337/99 de Defensa Nacional y de Seguridad Interna, ya que autoriza el empleo de las fuerzas armadas en asuntos de seguridad interna.
—¿Cuál es la situación represiva general en Paraguay?

—El Estado paraguayo tiene una deuda, que pretende quedar en la absoluta impunidad, con respecto a varios crímenes cometidos durante la tiranía político-militar de Stroessner y los hasta ahora 31 años de la supuesta democracia, o “transición” como la llaman. Justamente, para no quedar en esa impunidad es la insistencia en la necesidad del juicio y castigo a los torturadores y perpetradores de estos atropellos a la dignidad humana.

Paraguay es un Estado terrorista por este tipo de actuar de las instituciones que deberían velar por la seguridad. Pero, al contrario, son quienes propician estos hechos con graves consecuencias en lo que respecta a violaciones de los derechos humanos.

El gobierno títere de Abdo Benitez ha profundizado la criminalización de la lucha social, la persecución y el hostigamiento a referentes campesinos y campesinas, indígenas, estudiantes, personas LGBTI+, presos políticos, entre otros sectores. La militarización del país, con el empleo de fuerzas como la FTC, el Grupo LINCE o civiles armados en comunidades indígenas y campesinas al servicio de la oligarquía, comprueba la situación de un Estado fallido. La tortura, los tratos crueles inhumanos y degradantes siguen acrecentándose en numerosas denuncias que presentan las organizaciones de derechos humanos.

—¿Cómo están actuando los grandes medios de comunicación del país frente al asesinato de las dos niñas?

—Los grupos empresariales de medios de comunicación están al servicio de la narcopolítica paraguaya. La concentración de los grandes medios está en manos de comprobados contrabandistas, como el ex presidente Horacio Cartés Jara y el Grupo A.J. Vierci, ambos relacionados con partidos tradicionales como la Asociación Nacional Republicana. Esto demuestra que, en Paraguay, se viola el derecho a la información objetiva y eficaz.

Desde la agencia mediática, no existe intención alguna de propiciar el esclarecimiento del asesinato de las niñas por parte de la FTC, sino que se impone la lógica oficial del discurso del gobierno de que esto se trata de “inteligencia y lucha contra el crimen organizado”, sabiendo que el crimen organizado es justamente perpetrado por esos mismos dueños de esos medios de comunicación.

Paraguay presidente campamento niñas asesinadas la-tinta

La Tinta

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Somalia: cómo un Estado fallido intenta levantar su sistema educativo

África/Somalia/10 Septiembre 2020/elpais.com

El país, asolado por hambrunas, sequías, terrorismo y un brutal éxodo migratorio, estrena el primer plan de estudios propio en 30 años para alumnos de Secundaria. Se estima que un millón de estudiantes se beneficiará y podrán usar, al fin, libros propios y no de otros países o lenguas

Iqra Isse Ahmed tiene 17 años y sueña con ser doctora en su país: Somalia. A pesar de que lo tuvo claro desde que era una niña, lo ve “muy complicado”: “Mis padres aún no han reunido el dinero para que vaya a la universidad y tampoco sé si tengo el nivel”, cuenta por teléfono desde su casa en Mogadiscio, la capital. Aunque ha atendido regularmente las clases en su instituto y ha aprobado todas las asignaturas, solo ha tenido acceso a libros de países vecinos y, en ocasiones, de cursos inferiores. “Era un desastre: repetíamos el contenido o estudiábamos con libros de alumnos mucho más pequeños que nosotros”, narra. Su caso no es una excepción: es el de todos los estudiantes de secundaria durante los últimos 30 años, quienes han hecho malabares con material de otros países, a veces incluso en idiomas extranjeros. La Asociación Nacional de Estudiantes Somalíes asegura que se han llegado a utilizar hasta 42 planes de estudios diferentes. Este miércoles, el Gobierno ha lanzado el primer plan educativo propio para Secundaria, compuesto por 13 asignaturas y disponible en somalí, árabe e inglés. “Al fin estudiaremos lo nuestro”, exclama Isse.

La falta de un plan de estudio durante tres décadas solo se explica con una situación de caos como la que ha estado inmersa Somalia (15 millones de habitantes), situada en el Cuerno de África. En un país polvorín, que sufre la fragilidad del Estado, hambrunas, un brutal éxodo migratorio, terrorismo y durísimas sequías, el sistema educativo estaba a la cola de las preocupaciones del Gobierno.

Exámenes en turco, libros de países árabes, aulas improvisadas en casas de los vecinos y alumnos que se graduaban a la vez de primaria y de secundaria. La ausencia del Gobierno en la educación de Somalia dio pie a la improvisación de los agentes sociales que “hacían lo que podían”. Kassim Hish, especialista en Educación de emergencia de Save the Children en Somalia, lamenta que las medidas de la Administración hayan tardado tanto, pero espera que den resultados: “Hemos normalizado el olvido educativo y el caos que se deriva del mismo por la situación del país, pero aún estamos a tiempo. Tenemos que recuperar a muchos alumnos”. Tan solo el 35% de los menores de edad asiste a clase y, de ellos, cerca del 20% deja la escuela antes de llegar a Secundaria, según datos de esta organización. La Unesco estima que alrededor de 4,4 millones de niños están sin escolarizar.

Es una medida celebrada por todos. Estudiantes, profesores y organizaciones internacionales involucradas en la educación aplauden la iniciativa y consideran que es el primer paso para el desarrollo de un país con una de las tasas de matriculación más bajas del globo, donde un 40% de la población adulta es analfabeta, según datos del Gobierno. Mohamed Abdullahi Farmajo, presidente de Somalia, lo calificó como una “victoria para la nación”: “Después de una larga lucha, hemos vencido”, afirmaba a medios locales. “A partir de hoy, nuestros niños aprenderán la cultura, la historia y las necesidades de nuestro propio país”, añadía.

Hace apenas un año que inauguró también un plan de estudios propio para los estudiantes de Primaria, del que se beneficiaron más de tres millones de alumnos, según datos oficiales. “Esperamos alcanzar otro millón de alumnos de Secundaria en todo el país”, deseaba Farmajo el pasado miércoles. El Presidente aseguró, además, que se monitoreará la implementación de las nuevas dinámicas de estudios a lo largo del curso y que iniciará un proceso de formación para los profesores. Save the Children, en colaboración con el ministerio de Educación somalí, está a cargo de más de un millar de docentes. Hish también espera que los sueldos aumenten: “Hoy por hoy, el sueldo de un profesor ronda los 100 dólares (85 euros). Ellos también necesitan una motivación económica”.

Para David Bondia García, catedrático en Derecho internacional público y experto en Derechos Humanos, la medida educativa es una pieza clave “para cambiar la imagen de estado fallido en Somalia”: “En una nación totalmente desestructurada, en conflicto armado, con miles y miles de desplazamientos y que difícilmente tiene para alimentar a sus ciudadanos, la educación nunca ha sido una prioridad”, explica, “Que Somalia invierta ahora en educación es el primer ladrillo de esa reconstrucción”. Y una vía para contar la historia del país en primera persona.

Las voces que representan a los jóvenes se muestran muy optimistas. Mohamud Adan Mumin, presidente de la Unión Nacional de Estudiantes Somalíes y miembro de la Comisión de la Unesco en Somalia cree que la medida “traerá más igualdad y creatividad y servirá de herramienta de apoyo para los profesores”. Ahmed Adawe, representante de la juventud somalí en la Unión Africana, coincide: “Espero que así frenemos la enorme migración de gente joven que aquí no tenía opción de seguir estudiando”. Bondia, sin embargo, se muestra algo más crítico. “Lo que hace falta ahora es una mejora en las infraestructuras y un empeño sincero por cerrar la brecha de género en la escuela. Es un país muy cojo en materia educativa”. De hecho, Somalia ha sido el último país en ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño. Hace tan solo cinco años que se unió a la lista de los 196 países comprometidos con salvaguardar el bienestar de los menores. “Queda mucho aún”, incide Bondia.

Isse reconoce que envidia a los nuevos alumnos. Hace unos días que quedó con unas amigas que empezaron en el instituto a principios de septiembre y se las pasó hojeando el material y comparándolo con los pocos libros que aún no ha regalado y que guarda repletos de garabatos y anotaciones a lápiz. “Los que vienen van a poder estudiar sobre cosas que nos conciernen a nosotros como país”, dice, “Yo aprendí en Historia las guerras de otros continentes que nada tenían que ver con nosotros. Me enorgullece saber que los próximos alumnos estudiarán lo nuestro”.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/07/planeta_futuro/1599495843_086740.html

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El asesinato de don Tomás

Por: Luis Hernández Navarro

 

Tomás Martínez Pinacho se disponía a comer algo en la taquería Los Primos, en el municipio Ánimas Trujano, Oaxaca, cuando un comando fuertemente armado lo balaceó a mansalva. Eran las 18:30 horas del pasado 24 de agosto y regresaba de participar en un mitin de 2 mil 600 personas en la capital del estado. Quedó sin vida sembrado en su silla.

La biografía de don Tomás –como cariñosamente lo llamaban sus camaradas de la Sierra Sur– se cruza con las luchas sociales del distrito de Miahuatlán en los últimos 30 años. Ellos resumen su trayectoria, en una palabra: lucha. Organizó la Unión de Campesinos Pobres; gestionó mejores servicios de agua y recolección de basura; se opuso a la construcción del Cefereso en el municipio; se movilizó para que los recursos gubernamentales llegaran a comunidades, agencias y rancherías y no se quedaran en la cabecera; fue dos veces candidato a presidente municipal y en dos ocasiones regidor; apoyó las protestas de los maestros democráticos contra la reforma educativa y a favor de la enseñanza pública, y se opuso activamente a la minería a cielo abierto.

Nació en Miahuatlán de Porfirio Díaz, el 7 de marzo de 1956, en el seno de una familia muy humilde. Su papá era campesino. De niño, Tomás apoyaba a su mamá en la venta de tortillas en el centro. Estudió unos años de primaria entre 1965 y 1969, en la escuela Leona Vicario, y luego emigró a la Ciudad de México. En Naucalpan, estado de México, siguió sus estudios en la primaria nocturna Manuel Ávila Camacho y en el INEA. Vendió alimentos en el Teatro Blanquita. Trabajó en una empresa abarrotera hasta que regresó a su municipio natal entre 1990.

En Miahuatlán no había calles pavimentadas, ni agua potable, ni drenaje. Al llegar a su comunidad, formó el Comité de Salud de Barrio Abajo y promovió la adquisición del primer camión recolector de basura, junto con el que en esos años era alcalde. Gestionó que el IMSS local contara con un aparato de ultrasonido. Fue presidente de la coordinadora de padres de familia de la zona escolar 25 y veló por las demandas educativas.

La actitud y el compromiso del profesor democrático Germán Mendoza Nube, varias veces detenido y torturado por su participación en las luchas populares, lo marcó definitivamente. Tomás contaba cómo, en una ocasión en que un compañero de Germán fue a buscarlo porque tenía una dificultad, el maestro, a pesar de tener que moverse en silla de ruedas, se levantó de la cama, se montó en su silla y se fue a resolver el problema. La actitud de Germán impactó a Tomás. En ese momento se dijo: Yo tengo dos manos, tengo dos pies. Me regreso a mi comunidad y empiezo a luchar por los compañeros, por la gente.

Así lo hizo. A partir de entonces, Martínez Pinacho se incorporó a la Unión de Campesinos Pobres y al Frente Popular Revolucionario (FPR), en una lucha que sólo su homicidio frenó. Recorrió comunidades, nombró comités de base de la organización, recogió las demandas y las necesidades de las poblaciones, sus conflictos agrarios.

Tomás participó activamente como concejal de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006, en la que se exigió la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. Por ello fue perseguido, hostigado y obligado a esconderse.

En Oaxaca hay cerca de 300 concesiones mineras, tres de ellas en la Sierra Sur: en Suchixtepec, otra en los Coatlanes y una más muy cerca de Miahuatlán, en comunidades del Zompantle y el Ocote. Don Tomás desempeñó un papel medular en la resistencia a la minería a cielo abierto en la región, con el ingeniero Bernardo Vázquez Sánchez, asesinado el 15 de marzo de 2012, por oponerse al proyecto de Fortuna Silver Mines de San José del Progreso. En 2018 promovió, después de una labor de información y organización en las comunidades que arrancó en 2016, la formación del Frente Regional de la Sierra Sur en Defensa del Territorio, los Recursos Naturales y la Libre Autodeterminación de los Pueblos, en rechazo a la minería, en el que también participaron organizaciones sociales como el MULT, API-PUP, FPR, sección 22-CNTE, MAS y Coordinadora de Comunidades de Loxicha.

Desgraciadamente, homicidios como el de Tomás distan de ser una excepción en este gobierno. Según la organización Front Line Defenders, México es el cuarto país más peligroso del mundo para los defensores de los derechos humanos. Tan sólo en 2019 fueron asesinados 24 activistas, ambientalistas y defensores del territorio. En mayo, varios organismos, entre los que se encuentra la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México, documentaron que en el sexenio de López Obrador han sido ultimados al menos 30 defensores de derechos humanos.

Hijo de tortillera y campesino, sencillo, extremadamente humilde, Tomás siempre se preocupó por las personas que llegaban a verlo y por quienes lo buscaban para solicitar algún apoyo. Fue despedido en Miahuatlán por sus camaradas, amigos y familiares, en un masivo homenaje público, en medio de una interminable lluvia, el estallido de cohetes y expresiones inconsolables de rabia y duelo.

El crimen de don Tomás dejó en la Sierra Sur una mezcla de dolor y compromiso de mantener viva su saga. En palabras de su hijo José Alberto: A mí me duele mi padre, me duele mi mentor, me duele mi camarada de lucha, pero la lucha de Tomás Martínez sigue vigente. El Estado pensó que matándolo se acababa todo. Es lo contrario. Tomás Martínez revive en cientos, en miles que hoy piden unidos justicia.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/09/08/opinion/017a1pol?fbclid=IwAR1xK68xaEsMf5udNXh4lmr8tkV-lDOXSt_ETEuUCWqiN7r6DKG4jrQo3jI

Imagen: https://www.educaoaxaca.org/ejecutan-a-tomas-martinez-pinacho-dirigente-del-fpr-en-la-sierra-sur/

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Las niñas africanas se enfrentan a la prohibición de ir a la escuela por estar embarazadas

Un millón de niñas del África subsahariana en edad escolar podría no ser admitida en la escuela tras quedarse embarazadas durante la pandemia de la COVID-19, según denuncia el informe ‘Aftershocks – Access Denied’ publicado por la ONG World Vision.

No pueden ir a la escuela por estar embarazadas

Una de cada cuatro mujeres (27%) de entre 20 y 24 años se convierte en madre antes de cumplir los 18 en los países menos desarrollados. Aunque se trate de una tendencia a la baja a escala mundial (se ha pasado de 65 casos cada 1.000 mujeres en 1990 a 47 cada 1.000 en 2015, según los últimos datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas), el crecimiento de la población del planeta indica que el número de madres adolescentes también se incrementará en 2030, debido sobre todo a la explosión demográfica en África.

La ONG World Vision advierte de que muchas de las niñas que se quedaron embarazadas, debido a la violencia sexual, el matrimonio infantil y la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, perderán oportunidades en el futuro porque las políticas y prácticas de algunos países del África subsahariana no permiten que las niñas embarazadas o las madres jóvenes continúen su educación.

200 niñas de cada 1.000 son madres en África subsahariana

Las probabilidades de que una adolescente se quede embarazada son más elevadas en comunidades marginalizadas a consecuencia de la pobreza y la falta de educación y de oportunidades de trabajo.

En África occidental, por ejemplo, el índice se sitúa en 115 nacimientos cada 1.000 mujeres, frente a los 65 de América Latina y el Caribe, 45 del sureste asiático y los siete de Asia oriental. En África subsahariana, esta tasa es de 200 cada 1.000 mujeres, la más elevada del mundo.

Es la región del mundo en la que más niños y niñas no asisten a la escuela

Además de tener las tasas de embarazo en la adolescencia más altas del mundo, África subsahariana es la región del mundo en la que más niños y niñas no asisten a la escuela. En este contexto, las políticas frente a esta situación varían en toda la región y van desde la expulsión total de las niñas embarazadas hasta las estrategias que apoyan la educación continua de las madres adolescentes.

“Negar a las niñas su derecho a asistir a la escuela significa que nos enfrentamos a una nueva crisis en la educación de las niñas, a menos que los gobiernos actúen ahora”, asegura Isabel Gomes, directora global de Operaciones Humanitarias de World Vision para Servimedia, quien recuerda que la decisión de prohibir a las niñas embarazadas regresar a la escuela después del ébola en Sierra Leona tuvo graves consecuencias.

Nueva crisis en la educación de las niñas

“Estas niñas y sus hijos tuvieron menos oportunidades, mayores riesgos en la salud y bienestar, y mayor pobreza e inseguridad”, mantiene Gomes. Varias organizaciones están trabajando sobre el terreno para ayudar a este colectivo, pero aseguran que “no podemos hacerlo solos”.

Como apunta Isabel Gomes, en citas textuales de Servimedia, los países deben prepararse para el inminente aumento de estudiantes embarazadas y establecer políticas que faciliten su reingreso y educación continua. “Tenemos la oportunidad de prevenir nuevos impactos sociales y económicos como resultado de la COVID-19 y los gobiernos “deben actuar ahora antes de que sea demasiado tarde”.

Fuente: https://www.gndiario.com/africa-ninas-embarazadas-escuela

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México: Asesinan a activista trans en Chihuhua, la encuentran sin vida en su propia casa

Mireya Rodríguez era una pieza clave en la lucha por los derechos LGBT en el estado, diversas organizaciones y compañeros han exigido justicia para ella.

Mireya Rodríguez Lemus, fundadora de la Organización Unión y Fuerza de Mujeres Trans, fue asesinada en el interior de su domicilio en el fraccionamiento Solar del Valle en Chihuahua capital.

La activista trans fue encontrada sin vida la madrugada del miércoles, mientras que sus allegados reportaron que no habían tenido noticias de su paradero desde el sábado pasado.

De acuerdo a los primeros reportes, el cuerpo de Mireya presentaba señales de descomposición y violencia, no obstante, la Fiscalía General del Estado no ha dado a conocer los resultados de la necropsia.

Cuando se dio a conocer la noticia a través de diferentes redes sociales, el Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua exigió a las autoridades se esclarezca el asesinato, toda vez que Mireya era pieza fundamental en la lucha por los derechos de igualdad en la comunidad LGBT.

“Hacemos un llamado enérgico a las autoridades del estado y la Fiscalía General para que se abra la carpeta de investigación con perspectiva de género”, demandó la organización CHEROS A. C.

Mireya Rodríguez colaboraba permanentemente en actividades pro igualdad se derechos para la comunidad LGBT y enfocaba parte de su lucha en las trabajadoras sexuales, a quienes les procuraba, en diversas instancias, acceso a un entorno seguro y sin riesgos.

Es importante destacar que Chihuahua es el tercer estado con mayor número de asesinatos LGBT a nivel nacional, de acuerdo a cifras de la organización Letra Ese.

Fuente: https://periodicocorreo.com.mx/asesinan-a-activista-trans-en-chihuhua-la-encuentran-sin-vida-en-su-propia-casa/

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