Bolivia: ¿Cuáles son los beneficios reales del uso de la tecnología en aula?

¿Cuáles son los beneficios reales del uso de la tecnología en aula?

Buscar información académica más allá del consagrado Google, interactuar como en clase, pero de forma virtual y realizar cortos audiovisuales editados por uno mismo para enseñar demuestran que el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) escenifica un nuevo panorama en las aulas y cambia gradualmente el perfil de los docentes y estudiantes. Pero, lo más importante, otorga varias ventajas más allá de lo atractivo que pueda ser un dispositivo o una aplicación. ¿Cuáles son los beneficios reales?

El director de Educación Virtual en la Universidad Privada del Valle, Aaron Rioja, enfatiza que el uso de la tecnología en el aula trae varias ventajas en términos académicos como: ahorro de tiempo, motivación del estudiante y mejor entendimiento de conceptos. Sin embargo, aclara que ello es posible siempre y cuando las TIC estén acompañadas de una buena pedagogía. “Al final del módulo y/o semestre, la tecnología continuará siendo un medio más, no así un fin”, agrega.

El vicerrector académico de la Universidad Privada Boliviana (UPB), Alberto Sanjinés, coincide con ello y recalca que estas herramientas por sí solas no van a generar una mejora en la educación, deben ser empleadas eficazmente. “Es nuestra responsabilidad ofrecer a nuestros estudiantes una formación que los prepare para trabajar en un mundo tecnologizado”, adiciona.

El especialista en Marketing Digital y Educación Virtual de la Universidad Católica Boliviana, Enrique Revollo, señala que la población en la educación superior es diversa, pues interactúan la generación X, la generación Y y la generación Z. “Los educadores deben adquirir nuevas capacidades y destrezas para adaptarse a las nuevas olas tecnológicas y hablar el mismo idioma que sus educandos”, añade.

Sanjinés expone como otra ventaja que la tecnología en aula facilita el involucramiento de los estudiantes en las actividades de aprendizaje: trabajar en plataformas informáticas educativas como Moodle, Blackboard o Canvas, usar recursos abiertos como los canales educativos de Youtube, hacer trabajos en grupo en plataformas colaborativas y conectarse con sus docentes a través de videoconferencias, entre otras experiencias.

Rioja acota que existen estrategias didácticas que pueden ser bien aprovechadas con el uso de las TIC en el aula, como la clase invertida, la gamificación o el aprendizaje invisible, entre otras. Añade que la gamificación está siendo adoptada incluso en el ámbito profesional gracias a sus excelentes resultados. “Es el proceso de llevar la mecánica de los juegos a un entorno educativo”, adiciona.

Sanjinés resalta también que, gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, los profesores pueden usar métricas para el tiempo de dedicación, comparar las tareas, identificar competencias y muchos otros datos que les permiten evaluar el desempeño, logro y avance con mayor objetividad. “La utilización de herramientas o aplicaciones para el teléfono móvil orientado a la educación superior, de forma creativa e inteligente, genera mayor control, automatización, seguimiento y personalización en los contenidos impartidos”, acota Revollo.

¿EN QUÉ MOMENTO ESTÁ BOLIVIA?

“La revolución tecnológica ha llegado a nuestro contexto. Sin embargo, considero que Bolivia tiene aún un largo camino por recorrer respecto a la innovación tecnológica en el sistema educativo”, afirma Rioja. Dice además que si bien muchas de las instituciones de educación superior están apostando por la capacitación y equipamiento en sus instituciones, también es de conocimiento general que aún existe una brecha bastante grande respecto a la alfabetización digital en la población.

“Las condiciones que tenemos como país respecto a la velocidad de internet, costos y cobertura, en relación con otros países de Sudamérica, avanzan a pasos lentos, más aún en zonas alejadas de la ciudad”, apunta el especialista y subraya que esto impacta directamente en el uso y aplicación de TIC en la educación.

Sanjinés señala que en Bolivia faltan estudios para identificar el estado de desarrollo de la educación basada en recursos TIC. Desde su experiencia, comenta que conoce a varios docentes que introducen estas herramientas en actividades de manera creativa e innovadora. Además de universidades que han implementado las plataformas de Sistemas de Gestión Educativa o que han realizado importantes inversiones en recursos para el aula. “Esto no es masivo ni homogéneo”, añade. Sin embargo, destaca que el proceso de transición es cada vez menos traumático, pues los “grupos millennial” forman parte del cuerpo docente de las universidades y el uso de las tecnologías no es complicado para ellos.

“En Bolivia pude constatar con mucho entusiasmo la adopción de las nuevas tecnologías por parte del profesorado en distintos niveles”, afirma Revollo y menciona que hay varios eventos como Educa Innova, organizado por el Ministerio de Educación, además de ferias tecnológicas orientadas a las TIC. “Aún estamos en fase de crecimiento y experimentación”, resalta.

¿Qué tienen para decir los universitarios? Eduardo (nombre ficticio), estudiante de último año de ingeniería comercial (Cochabamba), cuenta que en su carrera utilizan pocas herramientas tecnológicas. Sin embargo, los conflictos sociales tras el fraude electoral el año pasado los impulsaron a trabajar con Google Classroom,ya que no podían seguir con las clases presenciales. Aprovecharon esta herramienta para pasar clases virtuales y entregar trabajos, entre otras tareas.

Gastón (nombre ficticio), estudiante de medicina (Cochabamba), relata que en su carrera sí conocen herramientas tecnológicas, pero que la mayoría de los docentes utilizan métodos comunes en aula (pizarra y diapositivas). Se limitan muchas veces al Google Classroom y Whatsapp para compartir información y diapositivas. Respecto al uso de simuladores virtuales y otros programas orientados a la práctica médica, pese a que en su universidad tienen varios equipos de este tipo, dice que no los utilizan ya sea por falta de capacitación o porque la misma casa de estudios superiores complica los permisos para su uso.

Si bien las nuevas herramientas en aula se materializan cada vez más, aún hay mucho que aprender desde las universidades, cuerpo docente y estudiantes.

APRENDER, EL PRINCIPAL DESAFÍO

Sajinés manifiesta que todo docente debe comprender las formas en las que ahora aprende el cerebro de los estudiantes que no es sólo un proceso racional, sino también emocional. “Si bien, no todos podemos convertirnos en especialistas en neuroeducación o psicología educativa, debemos tener un conocimiento básico y bien fundamentado de estos procesos”, recalca.

Rioja desde su experiencia considera que se debe aprender a desaprender. “Aceptar que el aprendizaje es interminable. Mucho de lo que conocemos ahora o en un futuro puede ser un tanto obsoleto y sólo queda aprender de nuevo”, adiciona. Asegura que si bien es natural resistirse al cambio y más aún adoptarlo, la diferencia está en empezar antes porque se contará con la ventaja de la experiencia que dejaron los aprendizajes previos.

“El principal desafío está en la actitud. En la decisión personal de perder el miedo a la tecnología”, enfatiza el especialista. Indica que una vez tomada la decisión, inicia el proceso de aprendizaje que es divertido, porque uno explora herramientas nuevas, enfrenta problemas y eventualmente los soluciona, más aún si se trata de inmigrantes digitales, es decir, quienes no nacieron con la tecnología y se ven en la posición de adoptarlas.

Sin embargo, Sanjinés insiste en la importancia de aprender el uso eficiente de los recursos y las plataformas informáticas e informacionales. “Existe un gran riesgo en el uso de los recursos tecnológicos, de que logremos involucrar y entusiasmar a nuestros estudiantes, pero que no alcancen a desarrollar un aprendizaje profundo y significativo. En otras palabras: que se diviertan, pero que no aprendan”, expone.

Para Revollo el desafío está en amalgamar los conocimientos tecnológicos, pedagógicos y de contenido para impartir clases integrales, creativas y llenas de sapiencia.

APLICACIONES RECOMENDADAS

Rioja, Sanjinés y Revollo comparten con los lectores algunas aplicaciones que sirven tanto a docentes como a estudiantes:

• Rioja explica que es posible potenciar las inteligencias múltiples con herramientas de la web 2.0 disponibles en internet, entre las cuales existen gratuitas y de pago. Por ejemplo, para fomentar la inteligencia interpersonal, se puede acudir a aquellas que permitan la colaboración e interacción entre docentes y estudiantes como el Office365, Google Drive o Delicious. Para la inteligencia visual espacial, el uso de mapas mentales en bubbl.us, mapas conceptuales con CmapTool e infografías en Canvas o Piktochart, viene muy bien. Por otro lado, la inteligencia lingüística puede ser potenciada con el uso del Issuu para subir documentos y visualizarlos de manera interactiva o el uso personalizado de juego de palabras como sopa de letras, crucigramas en Puzzlemaker. Asimismo, para un aprendizaje audiovisual, el uso de presentaciones interactivas con Emaze, Prezi, o videos animados con PowToon.

• Rioja recomienda apoyarse en algún LMS (Learning Management System) como Moodle, Edmodo o Canvas, que si bien son más complejos de utilizarlos a un inicio, permiten tener una organización secuencial de los recursos y actividades para los estudiantes, además de preparar y prepararse para un aprendizaje en la virtualidad.

• Sanjinés explica que Additio es una herramienta que permite al docente realizar y simplificar varias tareas. Es un cuaderno de docencia multiplataforma que ayuda a evaluar actividades en base a rúbricas u otros criterios, compartir con los estudiantes los resultados y permitirles ejecutar evaluación por pares o autoevaluación de grupos, entre otras funciones. Es de pago y requiere una inversión de 10 dólares al año que de acuerdo al experto se justifica plenamente.

• Los expertos también recomiendan Google Classroom para estar en contacto con los estudiantes, debatir, responder a preguntas, enviar tareas y material complementario. Es gratuita.

• “Para videoconferencias, quizás la herramienta más poderosa y versátil en este momento es Zoom”, dice Sanjinés, sin embargo, también señala otras muy buenas como Google Meet, sin despreciar Whatsapp o Telegram, que resultan ser útiles por su usabilidad y uso generalizado.

• Sanjinés recomienda como editor de videos: Camtasia. “Se hace cada vez más necesario que los docentes produzcamos videos cortos para exponer ideas, el resumen de alguna teoría, o técnicas”, afirma y añade que es importante promover recursos audiovisuales.

• Para generar grupos, estar en comunicación con los padres, temporizar actividades y compartir documentos digitales en clase, Revollo sugiere ClassDojo.

• “Crello tiene más de 20.000 plantillas para generar material gráfico educativo”, señala Revollo.

• Para estudiantes, Sanjinés recomienda el acceso a videos académicos en plataformas como Crash Course, Khan Academy y YouTube académico. También recomienda no caer en el error de buscar todo en Google y no usar recursos especializados como el mismo Google Scholar, Microsoft Academic o Dimensions.

Fuente de la Información: https://www.lostiempos.com/oh/tendencias/20200302/cuales-son-beneficios-reales-del-uso-tecnologia-aula

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