Page 7 of 7
1 5 6 7

Conferencia de Ramón Grosfoguel, Descolonización epistemológica

PDF Imprimir E-mail
Escrito por Marcelo Javier Neira Navarro
Domingo, 01 de Mayo de 2016 19:06
Ramón Grosfoguel es un sociólogo puertorriqueño pero radicado en Estados Unidos. Su pensamiento está ligado a la filosofía de liberación latinoamericana, a la perspectiva de la colonialidad del poder y a través del «world systems analysis» (Braudel, Wallerstein), a la búsqueda de nuevas perspectivas geopolíticas del conocimiento no eurocéntricas.

A continuación presentamos la conferencia «Descolonización epistemológica»

 

Fuente de la reseña: http://estudiossociales.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=274:2016-05-01-19-11-07&catid=2:ultimas-noticias&Itemid=10

Fuente de la imagen de cabecera: http://www.zetaestaticos.com/aragon/img/noticias/0/853/853447_1.jpg

Comparte este contenido:

Bolivia. Trabajo infantil y el proyecto gubernamental de descolonización que desafía la Organización Internacional del Trabajo OIT

 Por Cristiano Morsolin

En 2014, el Gobierno del Presidente Evo Morales promovió una ley que establece que el trabajo infantil en el país puede desarrollarse desde los 10 años, el único país del mundo en haber aprobado una norma de ese tipo. El código de Niñez y adolescencia establece que los niños pueden trabajar a partir de los […]

En 2014, el Gobierno del Presidente Evo Morales promovió una ley que establece que el trabajo infantil en el país puede desarrollarse desde los 10 años, el único país del mundo en haber aprobado una norma de ese tipo. El código de Niñez y adolescencia establece que los niños pueden trabajar a partir de los 10 años en el entorno familiar, y desde los 12 años para terceros.

Segundo Encuentro Plurinacional de Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores

“Yo trabajo desde hace cuatro años. Lavo los platos en el puesto de comida de mi vecina y estudio por las tardes. El dinero que gano es para ayudar a sostener a mi familia, porque el sueldo de mi mamá (trabajadora del hogar) no nos alcanza”, afirma Mario. Tiene 15 años y en retribución a su labor recibe 400 bolivianos al mes.

Su testimonio fue uno de los que se escucharon el viernes 29 de abril de 2016 en el Segundo Encuentro Plurinacional de Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores, organizado por el Ministerio de Educación. “No me avergüenza trabajar, contó el adolescente. Todos mis amigos y mis maestros saben que trabajo, pero muchos profes no toleran los atrasos. Quisiera que consideren”.

Como Mario, en el país hay 34.000 estudiantes que trabajan, ganan un sueldo y estudian a la vez, reveló el ministro de Educación, Roberto Aguilar. Precisó que el dato se obtuvo por primera vez a través del Registro Único de Estudiantes (RUDE), relata la periodista Verónica Zapana.

Al inicio de gestión se consultó a todos los escolares del país si trabajaban y si obtenían remuneración por ello. “34.000 dijeron que sí , vale decir que son el 1,22% de los 2,8 millones de colegiales que registra el sistema educativo”, informó.

De acuerdo a los datos del RUDE, hay otro grupo de escolares que trabaja, pero no recibe un salario. “Cuando uno considera el trabajo doméstico o el familiar se incorpora a otros 260.000 niños”, precisó Aguilar.

Según la representante de la Unión de Niños y Niñas Adolescentes Trabajadores de Bolivia, (UNATSBO), Lizeth Reina Castro, en Bolivia hay más de 34.000 niños trabajadores, pero estos no estudian. Pidió por ello que dé carnets a esta población para tener un dato real de este sector. “En nuestros registros tenemos a más de 800 mil”, afirmó.

El Ministro de Educación comentó que lo que se busca con el encuentro, es lograr la inclusión de todos los niños al sistema educativo.

En el pleno del evento consultó a un centenar de niños ¿quienes están estudiando? Todos levantaron la mano. Este es uno de los temas que queremos que se fortalezca, que tengan las condiciones adecuadas y que desarrollen sus estudios sin que los discriminen, maltraten o estigmaticen por su labor”, apuntó.

En Bolivia, el Código Niño, Niña, Adolescente -promulgado en junio de 2014- permite el trabajo infantil desde los 10 años.

Aguilar explicó que el Estado admitió esa situación porque el trabajo infantil es una realidad en el país. “Si se negaría, se ocultaría esta realidad y sería esclavizante para los niños que deben seguir estudiando”, dijo.

En el evento, los niños, niñas y adolescentes trabajadores (NNATs) analizan, en mesas de trabajo, los cuatro puntos del plan de acción para operativizar el Programa de Atención Diferenciada para esta población.

El primer punto del plan consiste en que los NNATs tengan una credencial para que así se identifique a estos niños en el ámbito educativo.

La segunda propuesta consiste en la habilitación de la línea gratuita 800100050 para denuncias de discriminación y maltrato.

Asimismo, plantean un programa de apoyo pedagógico y becas de estudio para los menores trabajadores, informó el jefe de la Unidad Intra e Intercultural del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez (1).

El Ministro de Educación remarcó que este encuentro de los NNAT busca adaptar un currículo educativo que fortalezca ciertas áreas o incorporar otras para que puedan desarrollar una actividad adecuada. En dicha reunión se discuten alternativas como la adecuación de días u horarios de clases para un niño que trabaja, apuntó Gutiérrez.

Para este objetivo, el Ministerio de Educación propondrá un plan de acción para operativizar un programa de atención diferenciada para los niños trabajadores.

Éste incluye un programa de nivelación y apoyo pedagógico para estudiantes trabajadores con rezago escolar. “Un niño trabajador improvisa y en ocasiones utiliza gradas u otros espacios para hacer las tareas, y puede ser que se proporcione una mochila o tablero”, comentó el jefe de la UPIIP. Para reforzar el plan se trabajará en el programa de sensibilización dirigido a maestros y autoridades. Se propondrá un sistema de asignación de becas de universidades (2).

Con el compromiso del Estado de garantizar la educación concluyó el pasado sábado 30 de abril el II Encuentro Plurinacional en Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores que se instaló el pasado viernes. El ministro de Educación, Roberto Aguilar Gómez, anunció una serie de acciones que fueron debatidas con los representantes de organizaciones de este sector.

“La condición de niño, niña o adolescente trabajador no puede privarles de su derecho a la educación. Si un niño no está insertado en el sistema educativo, vamos a trabajar juntos, con sus organizaciones, para incorporarlos al sistema educativo”, afirmó la autoridad. Recordó que los niños con dificultades económicas o desventaja social “se ven en la necesidad” de trabajar desde temprana edad para apoyar a sus familias.

Como resultado del encuentro, el Ministerio de Educación emprenderá un proceso de adaptación de la currícula educativa vigente con el propósito de brindar condiciones favorables a los procesos educativos de la niñez y adolescencia trabajadora. Esta modificación se acompañará con la sensibilización de los maestros.

“Asimismo, se ha definido la creación de centros de apoyo integral pedagógico en diferentes zonas del país que apoyen los procesos educativos de estos niños”, puntualizó Aguilar.

La especialización de docentes que se dediquen a la enseñanza de niños, niñas y adolescentes trabajadores también fue anunciada como un pilar fundamental de las políticas para garantizar la educación de este sector de la población.

El Gobierno de Evo Morales enviará a un grupo de niños trabajadores a Ginebra para Conferencia de la Organización Internacional de Trabajo (OIT)

El Gobierno de Evo Morales enviará a un grupo de niños trabajadores a Ginebra para defender ante la Organización Internacional de Trabajo (OIT) una reciente ley que permite el trabajo infantil en Bolivia a partir de los 10 y 12 años que la organización, en cambio, fija a partir de los 14 años.

El ministro de Educación, Roberto Aguilar, explicó el viernes que la delegación de niños irá a explicar que el Gobierno dictó una ley en 2014 con normas que protegen a los menores que trabajan en Bolivia.

Por ejemplo, los niños deben contar en sus labores con dos horas para estudiar, y quedan excluidas faenas pesadas como la “zafra” (o cosecha de caña de azúcar), entre otras normas. El código laboral para el trabajo infantil permite que los menores desde los 10 años trabajen en el entorno familiar, y desde los 12 años, para terceros.

El viaje está motivado porque Bolivia figura entre los países que ratificó el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de 14 años de admisión laboral.

“En la OIT va haber una evaluación del código niño, niña (de Bolivia). No sólo lo han cuestionado, no lo reconocen y están poniéndolo en una situación de llamada de atención a Bolivia. En Ginebra se va a tomar la decisión si se sanciona o no internacionalmente a Bolivia”, mencionó Aguilar.

“Tenemos que prepararnos de manera conjunta porque internacionalmente se cree que es lo peor que ha podido hacer Bolivia para los niños trabajadores y por eso necesitamos mostrarle que no es una violación de los derechos de los niños sino más bien se quiere normar y velar por los niños que trabajan”, agregó el ministro Aguilar.

El jefe de la Unidad de Políticas Intracultural, Intercultural y Plurilingüismo (UPIIP), del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez, dijo que los mismos niños trabajadores pidieron asumir su defensa. “Llevarán una propuesta. También se hará reuniones con los ministerios de Trabajo y de Justicia para sustentar nuestra posición y defender el Código 548”.

Lizeth Castro, de 16 años de edad, coordinadora nacional de la Unión de Niños y Adolescentes Trabajadores de Bolivia, llevará junto con otros niños la experiencia de los menores bolivianos. La adolescente comentó que esta ley es un avance para el sector ya que les puede ofrecer condiciones para trabajar. “Queremos que se nos escuche. Esta ley, la hemos pedido al Gobierno porque nuestra realidad es diferente. Acá en Bolivia los niños trabajamos desde pequeños, no podemos negar nuestra realidad y la ley establece eso y norma que no se nos explote”, explicó. El viaje a Ginebra está previsto para fines de mayo para asistir a la 105ta Conferencia Internacional del Trabajo, del 30 de mayo al 10 de junio 2016 (3).

Políticas emancipadoras de consenso con los “actores directos”

El Gobierno nacional está elaborando la respuesta a las observaciones efectuadas por la Unicef y OIT respecto de la norma que permite el trabajo infantil desde los 10 años, informó el ministro de Educación, Roberto Aguilar.

De acuerdo con la autoridad de Educación, la respuesta será presentada en la reunión de mayo a realizarse en Ginebra, Suiza.

Aguilar sostuvo que la norma fue de consenso con los “actores directos”, niñas y niños trabajadores, que el Estado lo asumió y respaldó, porque no fue fruto de la “presión”.

“Se están preparando documentos, testimonios y se llevará a un grupo de niños trabajadores para que hagan conferencias paralelas y ellos puedan exponer que este no es un tema de arbitrariedad del Estado”, dijo.

Asimismo, sostuvo que el poder visibilizar el trabajo infantil establece emitir sanciones contra quienes hacen mal uso de la flexibilidad laboral.

“En otros países no se cumple, porque hay niños esclavizados, niños ocultados en condiciones infrahumanas”, afirmó Roberto Aguilar a Cambio (4).

DISERTACIÓN DEL DR. ROBERTO AGUILAR GOMEZ – MINISTRO DE EDUCACIÓN DE LA REPÚBLICA PLURINACIONAL DE BOLIVIA

El Ministro de Educación de la República Plurinacional de Bolivia, el Dr. Roberto Aguilar Gómez, disertó en el III Encuentro del Movimiento Pedagógico Latinoamericano que se ha desarrollado en Costa Rica el Jueves 03 Diciembre 2015.

“Envío un saludo fraterno de nuestro Presidente Evo Morales.” Así comenzó el Ministro, arrancando un aplauso caluroso de la Congresales Latinoamericanos.

El Ministro Aguilar Gómez presentó un trabajo denominado “Avances y desafíos que enfrenta la educación. Bolivia: REVOLUCIÓN EN LA EDUCACIÓN”.

Una síntesis de la historia de la educación en Bolivia de la colonia a nuestros días.

Como para dejar en claro algunas ideas sobre evaluación expresó: “Las pruebas PISA son mecanismos de control sobre la educación. Es una imposición neoliberal.”

“Queremos hacer de la educación nuestra principal bandera.”

“Bolivia vive en un constexto en América Latina, articulado y estimulado con lo que acontece en América Latina y el mundo.

Hay un nuevo espacio de redistribución del mundo donde las potencias van por los recursos naturales , base del desarrollo económico. Por eso el imperialismo intenta la desarticulación de los gobiernos vinculados al pueblo.

En 2005 la renta de hidrocarburos en Bolivia era de 300 millones de bolivianos, luego de la nacionalización en 2014 la renta fue de 6600 millones. Por eso es imprescindible para los grupos de poder recuperar estos espacios: con intentos de golpes de Estado en distintos países de nuestra Región.”

“El imperialismo no perdona nuestra soberanía de los centros financieros internacionales y nuestras políticas sociales en beneficio del pueblo. Los grupos transnacionales, de derecha quieren desandar las formas de manejar el Estado y la economía en nuestro país, en los países con gobiernos populares.”

En la reseña histórica de la educación señaló distintos momentos:

-1825-1950 – Herencia Colonial: excluyente y discriminador.

-1955-1993 – Universalista : homogenizador – urbano / rural

-1994-2014 – Ley 1565 de Reforma Educativa.

“La Ley de Educación empezó a revertir años de una educación neoliberal privatizadora, que provenía del Banco Mundial. Las disposiciones generales que surgieron de esta Ley fueron por consenso. En algunos puntos sobresalientes inamovilidad funcionaria – cargos por concursos, anteriormente eran por decretos -, la sindicalización y la organización estudiantil.

Un avance importantísimo fue la decisión de incorporar en la Ley que la formación docentes quedaba en manos del Estado – anteriormente en manos privadas -.”

“Esta Ley fue asumida por las organizaciones sociales con un amplio nivel de participación”.

“Estos cambios fueron posibles gracias a la sanción de una nueva Constitución que obtuvo el 64 % de apoyo popular. La nueva Constitución fue “irreverente”, con una mirada del pueblo y no con la visión sacrosanta de Europa. Empezar a construir un Estado Plurinacional, representando la memoria, la historia, la ciencia, los saberes y los conocimientos de los pueblos y naciones. Esta Constitución tiene un sentido unitario, social de derecho, plurinacional, comunitario, respeto a los 36 pueblos y naciones indígenas originarios campesinos y plurilingüe.”

“A partir de esta nueva Constitución construímos nuestra propia visión en educación: la educación es un derecho “fundamentalísimo”. Tuvimos que luchar contra las herencias coloniales.

Establecimos la educación como un derecho para todas y todos, un derecho a lo largo de la vida. El Estado asumió la responsabilidad de la educación.

La educación es gratuita, hemos disminuido la tendencia privatizadora – de 1200 establecimientos privados ahora hay 800 -.

Antes la educación inicial era privada ahora la garantiza el Estado.

La educación es obligatoria hasta el secundario.

Otro logro fue haber disminuido al 1,2 % el analfabetismo, gracias a la ayuda de los hermanos venezolanos.

Hemos puesto en marcha una educación descolonizadora. La educación se da en la lengua de la cultura de cada pueblo. Hemos armonizado la curricular.

Nuestra educación es intra-cultural, intercultural y plurilingüe.

Hemos aumentado el presupuesto educativo: más inversión, mejoras salariales, mejor infraestructura.

En 2005 había 18300 profesores de nivel secundario, en 2015 hay 49000.

Pasamos de 5000 docentes de nivel inicial a 9000 en la actualidad.

Hemos puesto en marcha Programas de Formación Docente complementaria de dos años. Ya se han titulado como licenciados 45 mil y habrá más de 100 mil a fines de 2016. Este proyecto es socio –productivo – comunitario. Hemos sistematizado más de 15 mil experiencias de prácticas docentes.”

“Más de 21 mil docentes evaluaron la aplicación de la curricular.”

“Estos son algunos de los avances en nuestra educación a partir de la decisión del Presidente Evo Morales y de la participación de las organizaciones populares que hemos dado vuelta la historia de una educación colonial.”

“La educación será fundamental para seguir avanzando en más derechos”, ha concluido el Ministro Aguilar (5).

Reconocimiento del trabajo infantil en condiciones dignas y proyecto decolonial

Un aspecto importante del Buen Vivir y del proyecto decolonial boliviano es el aporte del trabajo de los niños/as a la economía familiar como espacio de dignidad, socialización y empowerment: hay que recordar la fuerza emancipatoria del movimiento de los niños/as y adolescentes trabajadores organizados en UNATSBO, un sindicato con 10.000 miembros y un archipiélago de grupos y organizaciones de base que han pedido al presidente Evo Morales de investigar las ONGs de cooperación internacional; la nota publicada por la Cámara de Diputados el día 20 de diciembre de 2013 es muy clara: “Algunas ONGs de Bolivia están manipulando a niños con fines políticos y financieros”.

Contra la tendencia de las convenciones internacionales que prohíben el acceso al empleo por debajo de los 14 años, el Parlamento del Estado Plurinacional de Bolivia aprobó el 2 de julio de 2014 un nuevo Código del Niño y del Adolescente que da paso, bajo ciertas condiciones, al trabajo de los niños a partir de los 10 años.

Es un proceso contracorriente que yo he acompañado personalmente, realizando varias investigaciones, artículos, libros como por ejemplo “Diversidad en movimiento” (6) que en junio de 2011 he presentado en La Paz durante el seminario internacional “Los niños y la calle en los países andinos. Precariedad, socialización y dinámicas urbanas” (7) gracias al apoyo de IFEA y de la Embajada de Francia en Bolivia y con una nota publicada en 6 idiomas de la agencia FIDES del Vaticano (8). Esta visión contra-hegemónica que desafía la visión euro-centrista de la infancia y adolescencia no se limita a Bolivia, es parte de un movimiento de acción y pensamiento crítico a nivel mundial que yo he documentado en el libro On children’s rights debt – Reconsidering the debates about working and street children in a globalized world” (9), un trabajo colectivo que he coordinado juntos a expertos de México, Bolivia, Brasil, Italia, Senegal, Zimbawe, India.

Concluyendo, agradezco a René Fernandez, Embajador de Bolivia ante la Unión Europea, que me ha enviado un importante respaldo del Gobierno Plurinacional del Presidente Evo Morales con relación a mi trabajo de investigación y lobby, un respaldo político publico publicado en mi libro “Emancipaciones de calle” (Ed. Mediafactory, 2015) que yo he presentado en el Parlamento Europeo (10) y en la Universidad Católica de Lovaina el pasado 20 de octubre de 2016.

Notas

  1. http://www.paginasiete.bo/sociedad/2016/4/30/bolivia-34000-ninos-trabajan-estudian-revela-primer-registro-94975.html

  2. http://www.la-razon.com/sociedad/NNAT-ninos-alistan-defensa-infantil-OIT_0_2481951815.html

  3. http://www.emol.com/noticias/Internacional/2016/04/29/800460/Ninos-bolivianos-defenderan-en-Ginebra-ley-que-permite-trabajo-infantil-desde-los-10-anos.html

  4. http://cambio.bo/?q=node/5428

  5. http://ctera.org.ar/index.php/internacionales/ie-ieal/item/2029-sobresaliente-disertacion-del-dr-roberto-aguilar-gomez-ministro-de-educacion-de-la-republica-plurinacional-de-bolivia-en-el-iii-encuentro-del-movimiento-pedagogico-latinoamericano-en-costa-rica/2029-sobresaliente-disertacion-del-dr-roberto-aguilar-gomez-ministro-de-educacion-de-la-republica-plurinacional-de-bolivia-en-el-iii-encuentro-del-movimiento-pedagogico-latinoamericano-en-costa-rica

  6. http://bifea.revues.org/4107

  7. http://www.fides.org/es/news/31560-AMERICA_BOLIVIA_La_distincion_necesaria_entre_trabajo_infantil_y_explotacion#.VMEq7otZjIU

  8. http://alainet.org/active/73946

  9. NEW BOOK EDITED BY MORSOLIN: On children’s rights debt – Reconsidering the debates about working and street children in a globalized world

Fuente del artículo: http://kaosenlared.net/bolivia-trabajo-infantil-y-el-proyecto-gubernamental-de-descolonizacion-que-desafia-la-organizacion-internacional-del-trabajo-oit/

Comparte este contenido:

Bolivia: Trabajo infantil y el proyecto gubernamental de descolonización que desafía la Organización Internacional del Trabajo OIT

Bolivia/ 03 de mayo de 2016/ Fuente: kaosenlared

En 2014, el Gobierno del Presidente Evo Morales promovió una ley que establece que el trabajo infantil en el país puede desarrollarse desde los 10 años, el único país del mundo en haber aprobado una norma de ese tipo. El código de Niñez y adolescencia establece que los niños pueden trabajar a partir de los 10 años en el entorno familiar, y desde los 12 años para terceros.

Segundo Encuentro Plurinacional de Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores

“Yo trabajo desde hace cuatro años. Lavo los platos en el puesto de comida de mi vecina y estudio por las tardes. El dinero que gano es para ayudar a sostener a mi familia, porque el sueldo de mi mamá (trabajadora del hogar) no nos alcanza”, afirma Mario. Tiene 15 años y en retribución a su labor recibe 400 bolivianos al mes.

Su testimonio fue uno de los que se escucharon el viernes 29 de abril de 2016 en el Segundo Encuentro Plurinacional de Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores, organizado por el Ministerio de Educación. “No me avergüenza trabajar, contó el adolescente. Todos mis amigos y mis maestros saben que trabajo, pero muchos profes no toleran los atrasos. Quisiera que consideren”.

Como Mario, en el país hay 34.000 estudiantes que trabajan, ganan un sueldo y estudian a la vez, reveló el ministro de Educación, Roberto Aguilar. Precisó que el dato se obtuvo por primera vez a través del Registro Único de Estudiantes (RUDE), relata la periodista Verónica Zapana.

Al inicio de gestión se consultó a todos los escolares del país si trabajaban y si obtenían remuneración por ello. “34.000 dijeron que sí , vale decir que son el 1,22% de los 2,8 millones de colegiales que registra el sistema educativo”, informó.

De acuerdo a los datos del RUDE, hay otro grupo de escolares que trabaja, pero no recibe un salario. “Cuando uno considera el trabajo doméstico o el familiar se incorpora a otros 260.000 niños”, precisó Aguilar.

Según la representante de la Unión de Niños y Niñas Adolescentes Trabajadores de Bolivia, (UNATSBO), Lizeth Reina Castro, en Bolivia hay más de 34.000 niños trabajadores, pero estos no estudian. Pidió por ello que dé carnets a esta población para tener un dato real de este sector. “En nuestros registros tenemos a más de 800 mil”, afirmó.

El Ministro de Educación comentó que lo que se busca con el encuentro, es lograr la inclusión de todos los niños al sistema educativo.

En el pleno del evento consultó a un centenar de niños ¿quienes están estudiando? Todos levantaron la mano. Este es uno de los temas que queremos que se fortalezca, que tengan las condiciones adecuadas y que desarrollen sus estudios sin que los discriminen, maltraten o estigmaticen por su labor”, apuntó.

En Bolivia, el Código Niño, Niña, Adolescente -promulgado en junio de 2014- permite el trabajo infantil desde los 10 años.

Aguilar explicó que el Estado admitió esa situación porque el trabajo infantil es una realidad en el país. “Si se negaría, se ocultaría esta realidad y sería esclavizante para los niños que deben seguir estudiando”, dijo.

En el evento, los niños, niñas y adolescentes trabajadores (NNATs) analizan, en mesas de trabajo, los cuatro puntos del plan de acción para operativizar el Programa de Atención Diferenciada para esta población.

El primer punto del plan consiste en que los NNATs tengan una credencial para que así se identifique a estos niños en el ámbito educativo.

La segunda propuesta consiste en la habilitación de la línea gratuita 800100050 para denuncias de discriminación y maltrato.

Asimismo, plantean un programa de apoyo pedagógico y becas de estudio para los menores trabajadores, informó el jefe de la Unidad Intra e Intercultural del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez (1).

El Ministro de Educación remarcó que este encuentro de los NNAT busca adaptar un currículo educativo que fortalezca ciertas áreas o incorporar otras para que puedan desarrollar una actividad adecuada. En dicha reunión se discuten alternativas como la adecuación de días u horarios de clases para un niño que trabaja, apuntó Gutiérrez.

Para este objetivo, el Ministerio de Educación propondrá un plan de acción para operativizar un programa de atención diferenciada para los niños trabajadores.

Éste incluye un programa de nivelación y apoyo pedagógico para estudiantes trabajadores con rezago escolar. “Un niño trabajador improvisa y en ocasiones utiliza gradas u otros espacios para hacer las tareas, y puede ser que se proporcione una mochila o tablero”, comentó el jefe de la UPIIP. Para reforzar el plan se trabajará en el programa de sensibilización dirigido a maestros y autoridades. Se propondrá un sistema de asignación de becas de universidades (2).

Con el compromiso del Estado de garantizar la educación concluyó el pasado sábado 30 de abril el II Encuentro Plurinacional en Educación de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores que se instaló el pasado viernes. El ministro de Educación, Roberto Aguilar Gómez, anunció una serie de acciones que fueron debatidas con los representantes de organizaciones de este sector.

“La condición de niño, niña o adolescente trabajador no puede privarles de su derecho a la educación. Si un niño no está insertado en el sistema educativo, vamos a trabajar juntos, con sus organizaciones, para incorporarlos al sistema educativo”, afirmó la autoridad. Recordó que los niños con dificultades económicas o desventaja social “se ven en la necesidad” de trabajar desde temprana edad para apoyar a sus familias.

Como resultado del encuentro, el Ministerio de Educación emprenderá un proceso de adaptación de la currícula educativa vigente con el propósito de brindar condiciones favorables a los procesos educativos de la niñez y adolescencia trabajadora. Esta modificación se acompañará con la sensibilización de los maestros.

“Asimismo, se ha definido la creación de centros de apoyo integral pedagógico en diferentes zonas del país que apoyen los procesos educativos de estos niños”, puntualizó Aguilar.

La especialización de docentes que se dediquen a la enseñanza de niños, niñas y adolescentes trabajadores también fue anunciada como un pilar fundamental de las políticas para garantizar la educación de este sector de la población.

El Gobierno de Evo Morales enviará a un grupo de niños trabajadores a Ginebra para Conferencia de la Organización Internacional de Trabajo (OIT)

El Gobierno de Evo Morales enviará a un grupo de niños trabajadores a Ginebra para defender ante la Organización Internacional de Trabajo (OIT) una reciente ley que permite el trabajo infantil en Bolivia a partir de los 10 y 12 años que la organización, en cambio, fija a partir de los 14 años.

El ministro de Educación, Roberto Aguilar, explicó el viernes que la delegación de niños irá a explicar que el Gobierno dictó una ley en 2014 con normas que protegen a los menores que trabajan en Bolivia.

Por ejemplo, los niños deben contar en sus labores con dos horas para estudiar, y quedan excluidas faenas pesadas como la “zafra” (o cosecha de caña de azúcar), entre otras normas. El código laboral para el trabajo infantil permite que los menores desde los 10 años trabajen en el entorno familiar, y desde los 12 años, para terceros.

El viaje está motivado porque Bolivia figura entre los países que ratificó el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de 14 años de admisión laboral.

“En la OIT va haber una evaluación del código niño, niña (de Bolivia). No sólo lo han cuestionado, no lo reconocen y están poniéndolo en una situación de llamada de atención a Bolivia. En Ginebra se va a tomar la decisión si se sanciona o no internacionalmente a Bolivia”, mencionó Aguilar.

“Tenemos que prepararnos de manera conjunta porque internacionalmente se cree que es lo peor que ha podido hacer Bolivia para los niños trabajadores y por eso necesitamos mostrarle que no es una violación de los derechos de los niños sino más bien se quiere normar y velar por los niños que trabajan”, agregó el ministro Aguilar.

El jefe de la Unidad de Políticas Intracultural, Intercultural y Plurilingüismo (UPIIP), del Ministerio de Educación, Wálter Gutiérrez, dijo que los mismos niños trabajadores pidieron asumir su defensa. “Llevarán una propuesta. También se hará reuniones con los ministerios de Trabajo y de Justicia para sustentar nuestra posición y defender el Código 548”.

Lizeth Castro, de 16 años de edad, coordinadora nacional de la Unión de Niños y Adolescentes Trabajadores de Bolivia, llevará junto con otros niños la experiencia de los menores bolivianos. La adolescente comentó que esta ley es un avance para el sector ya que les puede ofrecer condiciones para trabajar. “Queremos que se nos escuche. Esta ley, la hemos pedido al Gobierno porque nuestra realidad es diferente. Acá en Bolivia los niños trabajamos desde pequeños, no podemos negar nuestra realidad y la ley establece eso y norma que no se nos explote”, explicó. El viaje a Ginebra está previsto para fines de mayo para asistir a la 105ta Conferencia Internacional del Trabajo, del 30 de mayo al 10 de junio 2016 (3).

Políticas emancipadoras de consenso con los “actores directos”

El Gobierno nacional está elaborando la respuesta a las observaciones efectuadas por la Unicef y OIT respecto de la norma que permite el trabajo infantil desde los 10 años, informó el ministro de Educación, Roberto Aguilar.

De acuerdo con la autoridad de Educación, la respuesta será presentada en la reunión de mayo a realizarse en Ginebra, Suiza.

Aguilar sostuvo que la norma fue de consenso con los “actores directos”, niñas y niños trabajadores, que el Estado lo asumió y respaldó, porque no fue fruto de la “presión”.

“Se están preparando documentos, testimonios y se llevará a un grupo de niños trabajadores para que hagan conferencias paralelas y ellos puedan exponer que este no es un tema de arbitrariedad del Estado”, dijo.

Asimismo, sostuvo que el poder visibilizar el trabajo infantil establece emitir sanciones contra quienes hacen mal uso de la flexibilidad laboral.

“En otros países no se cumple, porque hay niños esclavizados, niños ocultados en condiciones infrahumanas”, afirmó Roberto Aguilar a Cambio (4).

DISERTACIÓN DEL DR. ROBERTO AGUILAR GOMEZ – MINISTRO DE EDUCACIÓN DE LA REPÚBLICA PLURINACIONAL DE BOLIVIA

El Ministro de Educación de la República Plurinacional de Bolivia, el Dr. Roberto Aguilar Gómez, disertó en el III Encuentro del Movimiento Pedagógico Latinoamericano que se ha desarrollado en Costa Rica el Jueves 03 Diciembre 2015.

“Envío un saludo fraterno de nuestro Presidente Evo Morales.” Así comenzó el Ministro, arrancando un aplauso caluroso de la Congresales Latinoamericanos.

El Ministro Aguilar Gómez presentó un trabajo denominado “Avances y desafíos que enfrenta la educación. Bolivia: REVOLUCIÓN EN LA EDUCACIÓN”.

Una síntesis de la historia de la educación en Bolivia de la colonia a nuestros días.

Como para dejar en claro algunas ideas sobre evaluación expresó: “Las pruebas PISA son mecanismos de control sobre la educación. Es una imposición neoliberal.”

“Queremos hacer de la educación nuestra principal bandera.”

“Bolivia vive en un contexto en América Latina, articulado y estimulado con lo que acontece en América Latina y el mundo.

Hay un nuevo espacio de redistribución del mundo donde las potencias van por los recursos naturales , base del desarrollo económico. Por eso el imperialismo intenta la desarticulación de los gobiernos vinculados al pueblo.

En 2005 la renta de hidrocarburos en Bolivia era de 300 millones de bolivianos, luego de la nacionalización en 2014 la renta fue de 6600 millones. Por eso es imprescindible para los grupos de poder recuperar estos espacios: con intentos de golpes de Estado en distintos países de nuestra Región.”

“El imperialismo no perdona nuestra soberanía de los centros financieros internacionales y nuestras políticas sociales en beneficio del pueblo. Los grupos transnacionales, de derecha quieren desandar las formas de manejar el Estado y la economía en nuestro país, en los países con gobiernos populares.”

En la reseña histórica de la educación señaló distintos momentos:

-1825-1950 – Herencia Colonial: excluyente y discriminador.

-1955-1993 – Universalista : homogenizador – urbano / rural

-1994-2014 – Ley 1565 de Reforma Educativa.

“La Ley de Educación empezó a revertir años de una educación neoliberal privatizadora, que provenía del Banco Mundial. Las disposiciones generales que surgieron de esta Ley fueron por consenso. En algunos puntos sobresalientes inamovilidad funcionaria – cargos por concursos, anteriormente eran por decretos -, la sindicalización y la organización estudiantil.

Un avance importantísimo fue la decisión de incorporar en la Ley que la formación docentes quedaba en manos del Estado – anteriormente en manos privadas -.”

“Esta Ley fue asumida por las organizaciones sociales con un amplio nivel de participación”.

“Estos cambios fueron posibles gracias a la sanción de una nueva Constitución que obtuvo el 64 % de apoyo popular. La nueva Constitución fue “irreverente”, con una mirada del pueblo y no con la visión sacrosanta de Europa. Empezar a construir un Estado Plurinacional, representando la memoria, la historia, la ciencia, los saberes y los conocimientos de los pueblos y naciones. Esta Constitución tiene un sentido unitario, social de derecho, plurinacional, comunitario, respeto a los 36 pueblos y naciones indígenas originarios campesinos y plurilingüe.”

“A partir de esta nueva Constitución construímos nuestra propia visión en educación: la educación es un derecho “fundamentalísimo”. Tuvimos que luchar contra las herencias coloniales.

Establecimos la educación como un derecho para todas y todos, un derecho a lo largo de la vida. El Estado asumió la responsabilidad de la educación.

La educación es gratuita, hemos disminuido la tendencia privatizadora – de 1200 establecimientos privados ahora hay 800 -.

Antes la educación inicial era privada ahora la garantiza el Estado.

La educación es obligatoria hasta el secundario.

Otro logro fue haber disminuido al 1,2 % el analfabetismo, gracias a la ayuda de los hermanos venezolanos.

Hemos puesto en marcha una educación descolonizadora. La educación se da en la lengua de la cultura de cada pueblo. Hemos armonizado la curricular.

Nuestra educación es intra-cultural, intercultural y plurilingüe.

Hemos aumentado el presupuesto educativo: más inversión, mejoras salariales, mejor infraestructura.

En 2005 había 18300 profesores de nivel secundario, en 2015 hay 49000.

Pasamos de 5000 docentes de nivel inicial a 9000 en la actualidad.

Hemos puesto en marcha Programas de Formación Docente complementaria de dos años. Ya se han titulado como licenciados 45 mil y habrá más de 100 mil a fines de 2016. Este proyecto es socio –productivo – comunitario. Hemos sistematizado más de 15 mil experiencias de prácticas docentes.”

“Más de 21 mil docentes evaluaron la aplicación de la curricular.”

“Estos son algunos de los avances en nuestra educación a partir de la decisión del Presidente Evo Morales y de la participación de las organizaciones populares que hemos dado vuelta la historia de una educación colonial.”

“La educación será fundamental para seguir avanzando en más derechos”, ha concluido el Ministro Aguilar (5).

Reconocimiento del trabajo infantil en condiciones dignas y proyecto decolonial

Un aspecto importante del Buen Vivir y del proyecto decolonial boliviano es el aporte del trabajo de los niños/as a la economía familiar como espacio de dignidad, socialización y empowerment: hay que recordar la fuerza emancipatoria del movimiento de los niños/as y adolescentes trabajadores organizados en UNATSBO, un sindicato con 10.000 miembros y un archipiélago de grupos y organizaciones de base que han pedido al presidente Evo Morales de investigar las ONGs de cooperación internacional; la nota publicada por la Cámara de Diputados el día 20 de diciembre de 2013 es muy clara: “Algunas ONGs de Bolivia están manipulando a niños con fines políticos y financieros”.

Contra la tendencia de las convenciones internacionales que prohíben el acceso al empleo por debajo de los 14 años, el Parlamento del Estado Plurinacional de Bolivia aprobó el 2 de julio de 2014 un nuevo Código del Niño y del Adolescente que da paso, bajo ciertas condiciones, al trabajo de los niños a partir de los 10 años.

Es un proceso contracorriente que yo he acompañado personalmente, realizando varias investigaciones, artículos, libros como por ejemplo “Diversidad en movimiento” (6) que en junio de 2011 he presentado en La Paz durante el seminario internacional “Los niños y la calle en los países andinos. Precariedad, socialización y dinámicas urbanas” (7) gracias al apoyo de IFEA y de la Embajada de Francia en Bolivia y con una nota publicada en 6 idiomas de la agencia FIDES del Vaticano (8). Esta visión contra-hegemónica que desafía la visión euro-centrista de la infancia y adolescencia no se limita a Bolivia, es parte de un movimiento de acción y pensamiento crítico a nivel mundial que yo he documentado en el libro On children’s rights debt – Reconsidering the debates about working and street children in a globalized world” (9), un trabajo colectivo que he coordinado juntos a expertos de México, Bolivia, Brasil, Italia, Senegal, Zimbawe, India.

Concluyendo, agradezco a René Fernandez, Embajador de Bolivia ante la Unión Europea, que me ha enviado un importante respaldo del Gobierno Plurinacional del Presidente Evo Morales con relación a mi trabajo de investigación y lobby, un respaldo político publico publicado en mi libro “Emancipaciones de calle” (Ed. Mediafactory, 2015) que yo he presentado en el Parlamento Europeo (10) y en la Universidad Católica de Lovaina el pasado 20 de octubre de 2016.

Fuente: http://kaosenlared.net/bolivia-trabajo-infantil-y-el-proyecto-gubernamental-de-descolonizacion-que-desafia-la-organizacion-internacional-del-trabajo-oit/

Imagen: http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/reunion-bolivia.jpg?itok=_zVzLSe0

Comparte este contenido:

Calidad de la educación

Ali Ramón Rojas Oyala

Debemos estar alerta cuando incorporamos a nuestro léxico político modas epistémicas eurocéntricas tales como aprendizaje por competencias, posmodernismo y -más recientemente- calidad educativa. Ellas forman parte de estrategias hegemónicas para disfrazar oscuras intenciones. La calidad de la educación tiene su génesis en el término empresarial “gestión de la calidad total” (Total Quality Management) que el estadístico estadounidense William Edwards Deming aplicó en Japón después que dos de sus ciudades fueran destruidas por sendas bombas atómicas. El traslado de ese concepto al campo educativo tiene como propósito mercantilizarlo, tal como lo explica el colombiano Renán Vega Cantor: “La educación debe considerarse como una empresa que produce mercancías”, las cuales “deben estar sujetas a procesos de control que apunten a generar mejores resultados, que pueden ser cuantificados y estandarizados”. La calidad educativa, dice el español Antonio Bolívar, “funciona como una práctica discursiva”. Para este autor, “calidad se convierte en un término fetiche que permite dar un barniz de excelencia a las prácticas cobijadas”. De esa manera, “calidad tiene el don de la ubicuidad: la podemos colocar ante los más diversos objetos, acciones, o productos; al tiempo que entenderla de múltiples formas”.

Documento mimeografiado

Ahora, si lo que queremos es acompañar la palabra “educación”, que no sea con el nombre “calidad”, sino con el apellido “popular”, tal como lo hizo Simón Rodríguez para quien la educación tiene dos grandes objetivos, el primero derrotar al colonialismo; el segundo, acabar con la división de los seres humanos en clases sociales. En la época de Rodríguez la educación monárquica era de calidad: “Erudición y Habilidades. Profesiones y Oficios, en tumulto. Herencias, Privilegios y Usurpaciones es la divisa de las Monarquías. La de las Repúblicas debe ser Educación Popular”, es decir, “Destinación a Ejercicios útiles” y “aspiración fundada a la propiedad”. ¡Leamos a Rodríguez y dejémosles tanta basura epistémica a los neoliberales!

La luciérnaga y el murciélago

En la vida hay seres que encienden luces y hay quienes las apagan. Las luciérnagas poseen luz propia y con ella vencen la sombra. Los murciélagos son enemigos de la luz, su hábitat es la sombra, la oscuridad.

Simón Rodríguez en 1828 creó la educación popular: “Dénseme muchachos pobres” para formar sus corazones para la libertad, la justicia, lo grande, lo hermoso en escuelas que serán fábricas, huertos, laboratorios. Con ellos tendremos “la industria que pedimos, la riqueza que deseamos, la milicia que necesitamos, en una palabra, la ¡Patria!”.

En el año 2009 el cardenal Urosa Savino propuso una pedagogía opuesta a la rodrigueana, la de la sumisión: “los hijos de familias pudientes, llamados a ir a las universidades y, más tarde, tomar las riendas de empresas, negocios, ejercer las profesiones libres y ocupar los cargos más altos de la administración pública, deben ser educados para alcanzar estos fines”; por otra parte “los niños que, por su origen socioeconómico, tienen desventajas, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, en la diligencia, en la modestia y, sobre todo en el mensaje cristiano del amor”.

La educación de Rodríguez, argumenta Urosa, de concretarse, “nos llevará al caos” porque “los niños de los estratos más pobres querrán acceder a las mismas posiciones que sus compañeros más afortunados, creándose la inconformidad y alimentándose la envidia”; y “los de los estratos superiores perderán motivación para estudiar y alcanzar el éxito”.

Róbinson decía que la religión “da el derecho de oprimir al prójimo, y al prójimo le impone el deber de aguantar. Por este principio, los ministros del altar son instrumentos serviles de especulación. Predican a todo fiel cristiano, sumisión a los hacendados, a los fabricantes y a los mercaderes, llamando resignación, la ciega obediencia de los brutos y virtud, la estúpida conformidad con la voluntad del patrón”.

Rodríguez fue un obrero de la luz, una luciérnaga. Propuso la pedagogía para la emancipación. Urosa es un mercader del templo, un murciélago. Propone la pedagogía de la sombra. Dice Róbinson: “la luz, en su progreso, alumbra primero las cimas que las simas: en éstas, quedan, por algún tiempo, sombras”. En ellas aletea el cardenal.

Obreros de la ciencia y la virtud

El 15 de enero se celebró en el país el Día del Maestro, decretado por Isaías Medina Angarita en homenaje a la lucha por las reivindicaciones que en 1932 gestaron los obreros de la ciencia y la virtud contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. Es una fecha vital para recordar que debemos poner en práctica el pensamiento socioproductivo y de conciencia de clases que Kléber Ramírez Rojas sintetizó en “producir alimentos, ciencia y dignidad”.

El referente sin dudas de esta síntesis es Simón Rodríguez. Para él, el saber y el trabajo van de la mano: cada fábrica debe ser una escuela, cada aula un taller y un sembradío, porque el aula es el crisol donde se fragua la esperanza. Rodríguez vivió en la sociedad esclavista en Estados Unidos y conoció la cicatriz que la revolución industrial dejó en los proletarios europeos. Para Robinson es fundamental que un gobierno verdaderamente popular dé “de comer al hambriento, vista al desnudo, dé posada al peregrino, remedios al enfermo y distraiga de sus penas al triste”. Esto es posible si los medios de producción están en manos de la clase obrera, pero ésta forja su conciencia con la formación política que debe proporcionar la vanguardia. “Educación popular, destinación a ejercicios útiles y aspiración fundada a la propiedad”.

El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa nos convocaba a “luchar por el establecimiento de un régimen de igualdad, donde el poder económico esté en las manos del pueblo mediante el control de las industrias básicas y las palancas del poder económico del crédito, representado en los bancos, donde la tierra laborada por los campesinos organizados en grandes cooperativas produzca para todos y no para beneficio de una casta. Una estructura económica así organizada devolvería a la democracia su prístina esencia de régimen de la mayoría organizada de los que generan la riqueza. En ella el pueblo liberado de la coyunda oligárquica puede organizar las escuelas para formar ciudadanos y no ‘lacayos sumisos’ ni ‘trabajadores’ para producir a las órdenes de un amo”. ¡Maestros, leamos a Kléber Ramírez Rojas, Prieto Figueroa y Simón Rodríguez y compartamos sus legados con los estudiantes: es hora de sembrar conciencia!

La escuela de Rodríguez

En el libro capital de Simón Rodríguez, Sociedades americanas en 1828; cómo serán y cómo podrán ser en los siglos venideros; en esto han de pensar los americanos y no en pelear unos con otros”, escribe: “la suerte de mis compatriotas me llevó al patriotismo, el patriotismo a Napoleón, Napoleón a Bolívar, Bolívar a Venezuela. De allí volví a ver la América y en la América hallo las Repúblicas, que son las que me atormentan”. Inmediatamente, en su esencia de cimarrón sentipensante, reflexiona: “Bolívar estaba unido con la América y yo con él y con ella. Él ocupa toda mi memoria y ella toda mi atención”.

Robinson hace un análisis geopolítico: “En la fisonomía de los dos nuevos gobiernos, las primeras facciones se ven en la revolución de Francia, y las segundas en el genio de los dos hombres que, en estos últimos tiempos, han dado movimiento, a las ideas sociales, en mayor extensión de terreno”. Seguidamente Rodríguez hace una comparación de los dos genios políticos: “Napoleón en Europa” y “Bolívar en América”. “Napoleón se encerraba en sí mismo, Bolívar quería estar en todas partes. Napoleón quería gobernar al género humano, Bolívar quería que se gobernara por sí”, es decir, quería crear un gobierno popular. Y acá Rodríguez se inmiscuye en el estudio comparado con el propósito de dar solución al sueño bolivariano: “y yo quiero que aprenda a gobernarse”.

Para que un pueblo se gobierne, es decir, para que tenga la capacidad de la autodeterminación, para que desarrolle y privilegie su cultura, para que visibilice a sus tecnólogos populares de manera que reconstruya una ciencia con conciencia, para que asuma la economía con los medios de producción en manos de la clase trabajadora y por ende consolide la soberanía alimentaria con producción y eficiente distribución de los insumos, debe estar formado. Sin pedagogía política no hay conciencia revolucionaria. La escuela de Robinson forja la conciencia de clase, utiliza la práctica transformadora, la investigación y la acción, el análisis y la coyuntura, la amáutica y la filosofía como culturas que se integran y concretan en estudiar y luchar.

Rodríguez “hará todo el bien que alcance a hacer y los caballeros verán lo que sus padres no vieron, y lo que ellos no esperan ver”, es decir, que las personas “conozcan sus derechos cumpliendo con sus deberes sin que sea menester forzarlas o engañarlas”. Rodríguez aún espera al pueblo: “quiero que venga a aprender a mi escuela”.

El pueblo sentipensante

Sentir y pensar son dos acciones vitales en la obra de Simón Rodríguez. Para este visionario el Poder Popular se forja en la conciencia de clase desde la fusión del sentimiento y el pensamiento. Cuando tenía 35 años formó a Simón Bolívar como cuadro político entre 1804 y 1805 en Europa cuando tenía 21 años. El examen fue el juramento en el Monte Sacro. Bolívar vuelve a Venezuela, Rodríguez no: es un perseguido político. Diecinueve años después Bolívar se entera de que el genio caraqueño se encuentra en la Colombia nacida en Angostura un 17 de diciembre de 1819 y le escribe desde Pativilca: “Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso”. En estas dieciséis palabras de reciprocidad subyace la esencia de la Causa Social de Rodríguez: el sentipensamiento.

La pedagogía en Rodríguez es eminentemente política, no va dirigida al cerebro, sino al corazón. Sabe que “de la combinación de sentimientos forma cada hombre su conciencia, y, por ella, regla su conducta. En sociedad cada individuo debe considerarse como un sentimiento, y han de combinarse los sentimientos para hacer una conciencia social”. Para este científico “el hombre que piensa procede en todo según su conciencia, y el que no piensa, imita. No habrá, pues, armonía social donde no haya principios que reglen la conciencia pública”.

La división de los seres humanos en clases sociales la aborda Rodríguez desde la sensibilidad y de acá a la acción. “¿Cómo se hará creer a un hombre, distinguido por ventajas naturales, adquiridas o casuales, que el que carece de ellas es su igual? ¿Cómo, por el contrario, creerá otro que nada le falta, cuando está viendo que carece de todo? Y ambos, ¿cómo se persuadirán de que han pasado a otro estado, si se ven siempre en el mismo? Se discurre, se promete, se hermosean las esperanzas ¡Pero nada de esto se toca! El hombre sencillo no gusta de hipótesis porque no sabe suplir (tal vez no puede). Procédase de otro modo y se excitará su sensibilidad”.

Potencialidades

Existe en un importante sector educativo una terquedad a revisar, estudiar, analizar y poner en práctica el legado de Simón Rodríguez. La insistencia en desarrollar el currículo basado en competencias es antirobinsoniano. ¿Por qué repetir las modas epistémicas eurocéntricas aún a sabiendas de que Rodríguez nos alerta: “Los filósofos europeos convencidos de la inutilidad de su doctrina en el mundo viejo, quisieran poder volar hasta el nuevo, a emplear sus últimos días propagándola” ¿Qué hacemos? Tenemos dos opciones: permitir que vuelen hasta acá y que propaguen su basura epistémica o ponemos en práctica, de una vez por todas, la educación popular como instrumento para concretar la causa social, proyecto político de Rodríguez, para lograr la República verdaderamente popular donde se garantice la mayor suma de felicidad posible.

El artículo 102 de nuestra Carta Magna es muy claro en cuanto a desarrollar las potencialidades: “La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social, consustanciados con los valores de la identidad nacional y con una visión latinoamericana y universal”. Rodríguez sabe que “millones de hombres se pierden en la abyección, por no conocer los medios de elevarse –o por no poder adquirirlos– o porque la pereza mental los abate o porque no se les permite aspirar a ser más de lo que son”. Fíjense que “el hombre más extraordinario del mundo, como lo llamó Bolívar, define las potencialidades como “medios de elevarse”. No seamos tercos, seamos firmes. Hagámosle caso a Rodríguez: “La terquedad pertenece al capricho” y “La firmeza es propia de la razón”.

Un hombre peligroso

El ingeniero falconiano Ibrahim López García fue profesor universitario e investigador de la UCV, LUZ y ULA. Su hijo Ibrahim López Zerpa explica que su papá propuso la “imitación a la naturaleza” al utilizar las formas curvas de las estructuras membranales como las de las palmeras, flores, hojas y árboles. Ejemplos de estas estructuras son las gradas del estadio de beisbol José Pérez Colmenares de Maracay y los hongos de la alcabala Los Médanos en el istmo de Paraguaná.

El creador de los trompos voladores fue considerado un hombre peligroso al punto de ser segregado de la academia universitaria por varias razones que expone Nelson Suárez: “Porque fue comunista, porque no escribía para revistas norteamericanas o europeas, porque sus “propuestas tecnológicas implicaban un cambio en los paradigmas del desarrollismo tecnocientífico que los países industrializados impusieron en el mundo entero”. Sobre este punto, en el documental sobre su obra del cineasta Marc Villá, se atribuye la peligrosidad de la obra de este ingeniero a que “los circunspectos señores del claustro universitario, los prósperos constructores del cemento y la cabilla, los vendedores de gas y energía eléctrica, los fabricantes de licores y cigarrillos, los importadores de aviones y automóviles, sintieron amenazados sus sacrosantos intereses y declararon la guerra a los sueños de Ibrahim”. Era tal la peligrosidad de este hombre de ciencia que “saboteaban el proceso de sus experimentos y robaban los resultados de su trabajo”, pero ante el empecinamiento del ingeniero “cambiaron de táctica y lo declararon loco, apedrearon su casa, le negaron el pan y el agua, y pretendieron sepultarlo debajo de una espesa capa de silencio”.

El día del entierro de este hombre de pueblo en el cementerio de la capital falconiana, el poeta coriano Rafael José Álvarez (1934–2004) en su discurso de orden preguntó a la multitud: “¿Está el señor gobernador?, y el gentío le contestó, – ¡No, no está! ¿Está el señor alcalde de Coro? – ¡No, no está! ¿Está el señor obispo? – ¡No, no está! ¿Está el rector de la Universidad de Coro? – ¡No, no está! ¿Está el director del Centro Tecnológico de Coro? – ¡No, no está!, entonces, estamos todos, ¡podemos comenzar!” Esa es la peligrosidad del Poder Popular.

Volemos en trompos

El 30 de enero de 1847, Simón Rodríguez escribe a José Ignacio París una carta que termina con estas palabras: “Ni me acuerdo de los muchachos con quienes jugué al trompo”. Precisamente será este juguete el que más vueltas dio en la cabeza del científico del pueblo, Ibrahim López García, un ser de esos que tienen poderes creadores. Un ingeniero de las causas justas. Un pedagogo de la ciencia, digno pupilo de Róbinson. Nació en Cabure en 1925 y murió en Coro en 1994. A comienzos de la década de los ochenta fue un férreo ecologista defensor del Cerro Galicia.

Un día se detuvo a ver cómo caía una flor de un caobo. Observó su movimiento giratorio en su descenso. Esto bastó, como lo explica su colega Heberto González, para que aquel hombre creara el motor giroscópico: “Le metió matemática a las formas de las plantas y copió el modelo para optimizar la utilización del material y lograr estructuras de longitud con mínimos espesores”.

Para el año 1970, el profesor propuso en su trabajo de ascenso de la Universidad Central de Venezuela un platillo volador electromagnético, basado en la estructura, diseño y funcionamiento del trompo. Esta investigación, llamada: Sobre trompos, cúpulas y vuelos, fue aprobada por el jurado calificador, el cual estaba conformado por el matemático y físico Raimundo Chela, el ingeniero aeronáutico Enrique Campderá y el ingeniero mecánico Edgar Caraballo. Con la masificación de este vehículo, creado en armonía con las leyes aerodinámicas de la naturaleza, se establecería un nuevo modelo de transporte que acabaría con el uso del petróleo como combustible y con la deforestación ocasionada al construir carreteras y autopistas.

El poco conocimiento que se tiene de la obra de este científico falconiano, que fue fiel a sus profundas convicciones políticas, se debe, según el ensayista Nelson Suárez, a que “los poderes hegemónicos que decidían en la industria de la construcción continuaron la senda de las tecnologías laudables”. Decía Ibrahim que el “orden cósmico sugiere que el universo mismo sea tal vez una sucesión de remolinos gigantescos” e invitaba a seguir “este camino de la naturaleza y veamos hasta dónde podemos llegar, partiendo de lo más pequeño y aparentemente más insignificante de nuestra vida diaria”. Giremos, pues, los trompos con los que jugó el niño Simón Rodríguez, y volemos con Ibrahim López García.

Vivián Trías: pedagogía antiimperialista

Dentro de la pedagogía del Alba hay un profesor que enseñó la historia no contada. Se trata del uruguayo Vivián Trías. Nació el 30 de mayo de 1922 y murió el 24 de noviembre de 1980. Fue profesor de historia en un liceo de su ciudad natal, Las Piedras, hasta el golpe de Estado de 1973. Entre 1959 y 1962 fue secretario general del Partido Socialista. Fue diputado entre 1956 y 1962 y desde 1972 hasta 1973. Desde su curul transformó el parlamento en escuela política desde donde propuso una ruptura con la “dependencia del pensamiento europeo”, una oposición al estalinismo y una crítica a la Unión Soviética “a partir de los propios textos de Marx y Lenin”.

El profesor Julio Louis señala que su “sólida formación marxista” y su capacidad para romper con los esquematismos le permitían facilitar la traducción de “la teoría en práctica y a partir de la práctica enriquecer la teoría”

Para Trías entre geopolítica e imperialismo hay “una relación profunda, orgánica y sutil, que es imprescindible desentrañar en las difíciles y complejas circunstancias del mundo actual”. Esta relación la compartía con sus estudiantes quienes colectivamente analizaban sus ensayos: «El imperialismo en el Río de la Plata» (1960), «Las montoneras y el Imperio Británico» (1961), «Reforma agraria en el Uruguay» (1962) e «Imperialismo y rosca bancaria en el Uruguay» (1972). El profesor Heber Freitas cuenta que Trías “veía los programas con una visión revisionista” y contaba la historia “desde los protagonistas más humildes, los ignorados”, tal es el caso de Encarnación Benítez, uno de los guerreros de Artigas.

Con su pedagogía reinterpretaba el artiguismo y su proyecto radicalmente social “unificador, republicano, igualitario”. Con ella entusiasmó a jóvenes de distintas toldas políticas. Sus ensayos «Historia del imperialismo norteamericano» en tres tomos (1977) y «Por un socialismo nacional» (1985) están vigentes. Los americanos del sur, como nos llamaba Artigas, estamos en la obligación de leer el legado del rodrigueano Vivián Trías.

La pedagogía de Nora y Jesús

Los pedagogos venezolanos Nora Castañeda y Jesús Rivero concibieron el aula como tribuna y trinchera. La pedagogía de ambos era rodrigueana, es decir, era emancipadora, socioproductiva y comunitaria. Compartían del Libertador Político de América su pensamiento: “Si los americanos quieren que la revolución política les traiga verdaderos bienes, hagan una revolución económica. Venzan la repugnancia a asociarse para emprender y el temor de aconsejarse para proceder. Formen sociedades económicas que establezcan escuelas de agricultura y maestranzas”. Ambos trabajaron para grupos humanos históricamente excluídos: ella para las mujeres, él para los obreros.

Nora Castañeda hizo del Banco de la Mujer, una maestranza que acogía a las mujeres en situación de exclusión y discriminación y las organizaba en colectivos solidarios, tal como lo encomendaba Bolívar, “para lo cual podrán acomunarse o acompañarse” a fin de promover su participación protagónica, soberana e igualitaria, en la construcción de un sistema socialista.

Jesús Rivero por su parte hizo realidad su sueño cuando creó la Universidad Bolivariana de Trabajadores y Trabajadoras, allí casó al saber y con el trabajo. Sabía que esta unión generaría capacidades para la transformación radical de la sociedad venezolana.

Nos decía Nora Castañeda, refiriéndose a su esposo Jesús Rivero, que “la práctica revolucionaria requiere de una teoría revolucionaria, también en la acción administrativa pública. De allí que este trabajador de la docencia, al calor de la Pedagogía del Oprimido y como lector crítico incansable que era, elaboró y compiló múltiples trabajos destinados a la acción educativa, entre otros: Planificación Administrativa y Administración Social; Metodología de la Investigación-Acción; Sistemas de Dirección; y, Evaluación de la Gestión Pública”.

Ambos sabían que hay dos modelos contrapuestos: el de la antipatria y el de la patria tal y como lo decía Rodríguez: las mujeres y “los hombres no están en el mundo para entredestruirse, sino para entreayudarse”. Hoy Nora y Jesús siguen haciendo patria.

Rufino Blanco Fombona

La pedagogía del escritor Rufino Blanco Fombona es bolivariana y antiimperialista. Nació en el seno de una familia burguesa el 17 de junio de 1874 en Caracas, entre las esquinas de Pinto y Gobernador en la parroquia Santa Rosalía, y murió en Buenos Aires el 16 de octubre de 1944.

Blanco Fombona desde muy joven conocía el peligro que significaba la injerencia estadounidense. Por ello, y consciente de que una revolución para que sea irreversible debe ser cultural, aplaude el criollismo. En 1902 en su artículo “Estado actual de la Literatura en Venezuela” lo define como “la pintura, à outrance, de las costumbres populares, con los tipos y en el lenguaje del bajo pueblo”. En 1908 complementará: “los criollistas, enemigos de todo lo exótico, tienen razón. Ellos fomentan nuestra literatura del porvenir. Hoy por hoy el criollismo es corriente poderosa y fecunda”.

En 1905, estando detenido en Ciudad Bolívar por combatir el monopolio del caucho en su rol de gobernador de Amazonas, escribió “El hombre de hierro”, en la cual describe el triste e impotente papel de la clase media venezolana en la política a través de Crispín Luz, burócrata servil que acata las órdenes de su patrón extranjero Perrín.

Fue un opositor al panamericanismo porque desde Estados Unidos se mueven todos los hilos para que se haga lo que ellos dispongan. Sobre las convocatorias panamericanas decía: “no es la América de Bolívar la que nos convoca, sino la América de Washington quien impone su hegemonía”. Sobre este país argumentaba: “Los Estados Unidos son el único pueblo de la tierra que no tiene nombre. Pueblo práctico, saca provecho hasta de sus defectos. En verdad os digo que llegará un día en que seréis aborrecidos por el mundo entero”. En 1924 publicó su libro “Crimen del Imperialismo Norteamericano” que desnuda la perversidad de la acción Imperial de Estados Unidos con particular énfasis en México y Nicaragua.

Visibilicemos a este bolivariano que al Libertador llamaba el “Héroe, que ansioso de infinito su caballo endereza al Sur”.

Pedagogía de la unidad

El 24 de noviembre de 1912 bajó del atalaya del Universo la energía bolivariana y envolvió con el manto de Iris a una niña que nacía en Cañar: Nela Martínez Espinosa. Su vida la dedicó a la lucha contra la política estadounidense intervencionista e imperialista. Su pedagogía fue (1) feminista: creó y lideró  la Unión Revolucionaria de Mujeres Ecuatorianas y la Alianza Femenina Ecuatoriana, (2) indigenista: creó la primera organización indígena del Ecuador, la Federación Ecuatoriana de Indios, (3) obrera: creó el sindicato Confederación de Trabajadores del Ecuador del Frente Continental de Mujeres contra la Intervención de Estados Unidos. ¿Por qué debemos asistir al aula donde imparte clases la pedagoga ecuatoriana Nela Martínez Espinosa? Porque su pedagogía es la de la unidad.

El 9 de septiembre de 2000 el presidente Gustavo Noboa decretaba la muerte del Sucre y dolarizaba el país. En el año 2001 dice: “En un Pacto llamado de la Paz y que es de infamia, nos han conducido a la participación en el Plan Colombia y en la guerra del Imperio. Tenemos una larga y dolorosa historia para reconstruir el sueño de Ecuador soberano y digno. Es nuestra obligación el hacerlo. Y sólo hay un camino: la revolución socialista. Unidos y organizados podemos lograrlo”.

En otro discurso de ese año expresa: “La luz de esperanza que de generación en generación nos unió, desaparece entre la corrupción de los vende patria, de los usurpadores de los ahorros de los pobres, del voraz apetito que quita el pan a los hambreados para aumentar el poder de los bancos, de los poderosos. Volveremos a ser dignos de nuestra historia, seremos libres. No somos colaboradores ni vendidos. No caerá sobre nosotros la maldición histórica de los cobardes. Para este honor y esta necesidad convocamos nuevamente a todos, a todas, a los jóvenes y aún a los niños. Es la hora de la prueba, del conflicto, pero también del triunfo. Para ello la unidad es indispensable”.

El 30 de julio de 2004 Martí la recibió en La Habana para que su antorcha alumbre eternamente los caminos de nuestra América.

Nela Martínez Espinosa

La pedagogía del Alba es la utopía posible del proyecto político de Simón Rodríguez (causa social) con sus tres bastiones: la Educación Popular como instrumento, la Economía Social como medio material y el pueblo como sujeto protagónico. La pedagogía del Alba tiene en la ecuatoriana Nela Martínez Espinosa una de sus más importantes exponentes.

Comenzó a escribir desde niña. En su adolescencia se incorpora al Partido Comunista. Es una de las protagonistas del derrocamiento del dictador Carlos Arroyo del Río hecho conocido como la revolución La Gloriosa del 28 de mayo de 1944 que derrocó al dictador Carlos Arroyo del Río. Presidió el gobierno por dos días aunque sin nombramiento oficial. Nela Martínez Espinosa se convirtió en la primera mujer diputada de la Asamblea Nacional del Ecuador. Su verbo es crítico, incendiario y pedagógicamente claro. Cuando recibió el premio Manuela Espejo el 8 de marzo de 2002 dijo: “El Plan Colombia es para establecer la política global fascista”. El 21 de mayo de 2003 le escribe desde Quito a Fidel Castro: “La Independencia de Cuba es la esperanza de una humanidad que aspira a tenerla. Defenderla es nuestra obligación irrenunciable. Yo, la más humilde de sus amigas, levantaré el hecho de mis noventa años como una enseña de vida y lealtad. Ofrezco mis manos a Cuba, para la tarea que necesite”. El 27 de mayo de 2003 en Quito, Nela Martínez Espinosa recibe la condecoración Dra. Matilde Hidalgo de Prócel. En su discurso dirá “Concretamente la tierra del luchador y presidente Eloy Alfaro es hoy norteamericana: Manta es base de barcos e implementos de guerra y en préstamo para la nueva arremetida yanqui. Puede ser que yo nunca más pueda hablar en público. Pero ahora, si éstas son mis últimas palabras, es para llamar al sentido y espíritu patriótico de los que no hemos vendido el alma al diablo de la traición”. Allí pregunta “¿Cómo es posible cantar el Himno Nacional si asistimos impasibles a la entrega de nuestra independencia?”

El hijo de Otero

Francisco de Paula Otero fue un militar del Ejército Libertador. Nació argentino en Jujuy, Virreinato del Río de la Plata, el 2 de abril de 1786 y murió peruano, en Tarma, el 12 de abril de 1854. Su honrosa hoja de vida la orló en 1824 cuando combatió en la Batalla de Ayacucho al mando del Batallón N° 1 del Ejército del Perú. Tras la victoria el Libertador Simón Bolívar lo nombró prefecto de Arequipa, ciudad en la que se juró la independencia el 6 de febrero de 1825. Murió 43 días después de su amigo Simón Rodríguez.

EL 13 de febrero de 1832 Otero le encomendó su hijo al maestro de América con “una lista de ropa perteneciente al niño y una libranza de 200 pesos”. Rodríguez le escribe el 10 de marzo de 1832 una carta desde Lima a Otero en la que le cuenta que él se reencuentra con Bolívar para que hiciese valer sus ideas a favor de la causa. “Estas ideas eran (y serán siempre) emprender una educación popular para dar ser a la República imaginaria que rueda en los libros y en los Congresos. Con los hombres ya formados no se puede hacer sino lo que se está haciendo: desacreditar la causa social”.

En la casa de Rodríguez, además del hijo de Otero estaban el sobrino y el cuñado de José Domingo Cáceres, el sobrino de Cesáreo Sánchez y dos niños más. En pocos días aprendieron a sembrar y a hacer velas, y a dominar la Albañilería, Carpintería y Herrería porque Rodríguez les explicaba que “con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias”.

En la referida carta le informa: “Cuando el niño salga de mi casa, al cabo de algún tiempo, sabiendo lo que es razón o disparate, verdad o mentira, modestia o hipocresía, hablando en castellano o en quechua, según convenga (pero no todo junto), lo poco de que un muchacho puede hablar, escribiéndolo con las letras que debe, y leyéndolo con sentido, no a gritos, ni en tono de cigarrón… habrá el señor general Otero conseguido mucho para cimentar la educación de su hijo, lo demás él lo hará, y yo tendré la satisfacción de haberle servido de algo”.

Documento mimeografiado

Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/U2rP672dsL0/maxresdefault.jpg

Comparte este contenido:

Geopolítica del Conocimiento: repensar el Acceso Abierto desde el Sur

Santiago José Roca P.

Palabras clave: Acceso Abierto, publicaciones científicas, institucionalización de la ciencia, geopolítica del conocimiento, decolonización del saber.

Introducción

A partir de la emergencia del capitalismo cognitivo como estadio relativamente reciente del capitalismo mundial, se hace necesario comprender categorías como “conocimiento libre” a través de marcos de interpretación que no se encuentren limitados por nociones técnicas, jurídicas o económicas restrictivas, con la esperanza de encontrar en el saber un punto de apoyo para el despliegue de las potencialidades humanas en América Latina (Petrizzo, 2010; Ochoa, 2013). Tras este enunciado subyace una idea: la comprensión de “conocimiento libre” no tiene por qué ser la misma en diferentes contextos socioculturales. Motivados por ello, en este ensayo nos interesa examinar las políticas de Acceso Abierto a las publicaciones científicas (AA) de forma que nos aproximemos a responder: si lo pensamos desde el Sur ¿qué puede aportar el Acceso Abierto en América Latina?

Este trabajo estudia el discurso actual del Acceso Abierto (AA) a partir de la crítica a la colonialidad del conocimiento (Lander, 2000; Quijano, 2000; Mignolo, 2001). Desde cierta perspectiva, el Acceso Abierto es una propuesta que surge como parte del reclamo por la apertura del mercado de artículos científicos, enturbiado por las prácticas monopólicas de grandes empresas editoriales. Sin embargo, en cuanto que el AA surge en las redes académicas del Norte, se echa de menos la preocupación por los temas socioculturales de la ciencia del Sur (De Sousa, 2009). De ahí que surja la necesidad de revisar las políticas de AA en el contexto más general de ciertos procesos de institucionalización de la ciencia, con miras a fomentar contenidos epistemológicos y mecanismos organizacionales que contribuyan con la fundamentación de una ciencia y de una cultura autónoma.

Un seminario sobre el libro de Francisco Pividal, Bolívar. Pensamiento precursor del Antitimperialismo, dictado por el Profesor Alberto Rodríguez Carucci, nos proporciona una oportunidad para agregarle una dimensión histórica a esta preocupación. El pensamiento y la acción de Bolívar estuvieron enmarcados en los registros culturales de su época, en medio de la pugna simbólica entre americanos y europeos, unos por inventarse a América y otros por asimilarla en su visión del mundo. El pensamiento ilustrado encontró en la Independencia nuevos retos a los que responder y, en este sentido, la herencia republicana y la praxis anticolonialista de Bolívar se acrisolaron en propuestas para la unión de la América Hispana como estrategia para crear un balance que ayudara a hacer frente a la política imperial de las viejas y las nuevas potencias.

Precisamente, el republicanismo y la unión americana como alternativas al colonialismo y el imperialismo destacan como propuestas geopolíticas en los difíciles momentos de la ruina del viejo imperio, la emergencia del nuevo, y la lucha por la Independencia. Tal parecía ser la inclinación de Bolívar, quien lo señaló en la Carta de Jamaica como parte de su prospectiva sobre el futuro de las entonces colonias:

El distintivo de las pequeñas repúblicas es la permanencia, el de las grandes es vario; pero siempre se inclina al imperio. (…). Muy contraria es la política de un rey cuya inclinación constante se dirige al aumento de sus posesiones, riquezas y facultades. (…). Por estas razones pienso que los americanos ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura, preferirían las repúblicas a los reinos, y me parece que estos deseos se conforman con las miras de la Europa (Bolívar, 1815).

Republicanismo y unión antiimperialista son coordenadas claves del pensamiento político bolivariano, y prefiguran una constante en las relaciones entre América Latina y el mundo. Tal consciencia geopolítica mantiene vigencia en tiempos de la “globalización” de los códigos culturales de Occidente, los “choques” civilizatorios y los “fines” de las ideologías con los que nos ha abrumado el discurso académico en tiempos recientes. Tiene importancia como fundamentación del apoyo a un mundo multipolar y por la posibilidad de pensar en la globalización “desde abajo”, particularmente porque la lógica de las relaciones de poder incubadas en la modernidad y reforzadas en el último siglo es básicamente la misma. Es por ello que hallamos, en la preocupación por la geopolítica del conocimiento, una herencia de la consciencia geopolítica de Bolívar, quien elaboró aportes sin los cuales no sería posible pensar en creaciones de la filosofía latinoamericana, como el concepto más reciente de “liberación”.

En formas de organización como el republicanismo, en cierto modo afín con la autogestión comunal de los bienes comunes (Ostrom, 2008), subyace una idea de libertad que no está limitada al rechazo a los grandes agentes de control, sino que también encuentra en la integración un valor necesario para satisfacer sus fines últimos. En síntesis, diríamos que la diferencia estriba en que en la idea de “libertad” como ausencia de control la comunidad política es tácita (la identidad del sujeto es difusa), mientras que en la idea de “libertad” como integración se presupone la existencia de una comunidad política, y por tanto, es explícita (la identidad del sujeto es compleja). Esta diferencia es importante al momento de evaluar el contraste entre una noción de acceso al conocimiento basada en la ausencia de restricciones y otra en la cual pueden crearse restricciones en los modos de producción y acceso para garantizar el disfrute equitativo de los bienes intangibles. La primera sería una perspectiva más liberal, la segunda, una perspectiva más institucionalista.

En suma, para conformar una política científica autónoma (Varsavsky, 2006; 2007), parece coherente que las propuestas del AA sean re-interpretadas en el marco de políticas institucionales que apunten a superar las limitaciones de la ciencia encuadrada en la periferia, con miras a que las instituciones científicas contribuyan con la autonomía cultural y con la integración sociopolítica regional, y pensando en la formación de una ciencia del Sur. En las siguientes líneas nos acompañará esta preocupación, que tiene como trasfondo la consciencia geopolítica de Nuestra América.

  1. La colonialidad del saber y la geopolítica del conocimiento

1.1. El eurocentrismo y el colonialidad del saber en América Latina

El surgimiento de la modernidad involucró la expansión de una visión del mundo eurocéntrica, como resultado de la fusión del etnocentrismo europeo con conceptos como “racionalidad” y “raza”, sobre la base de las transformaciones de las relaciones de producción y de trabajo (Quijano, 2000, 201). En este transcurso tuvo lugar el surgimiento del capitalismo mundial, de manera que “en el proceso de constitución histórica de América, todas las formas de control y de explotación del trabajo y de control de la producción-apropiación-distribución de productos, fueron articuladas alrededor de la relación capital-salario (en adelante capital) y del mercado mundial” (Quijano, 2000, 204).

En la esfera del conocimiento se ejecutó el mismo esquema de distribución autoritaria de funciones en razón de la posición en el sistema mundial de generación de capital. De este modo, el eurocentrismo cristalizó como parte de las dinámicas de producción de conocimientos (Quijano, 2000, 218). El eurocentrismo está caracterizado por los siguientes aspectos:

a) una articulación peculiar entre un dualismo (precapital-capital, no europeo-europeo, primitivo-civilizado, tradicional-moderno, etc.) y un evolucionismo lineal, unidireccional, desde algún estado de naturaleza a la sociedad moderna europea; b) la naturalización de las diferencias culturales entre grupos humanos por medio de su codificación con la idea de raza; y c) la distorsionada reubicación temporal de todas esas diferencias, de modo que todo lo no-europeo es percibido como pasado (Quijano, 2000, 218).

La modernidad engendra entonces el surgimiento de un conocimiento de rasgos colonialistas. De acuerdo con Lander, este tipo de conocimiento cumple el papel de combinar los valores del eurocentrismo en la matriz racionalizadora de la ciencia moderna, de forma tal que los aspectos concretos de la historia cultural de Europa se convierten en el eje de evaluación del resto de las culturas. Como resultado, desde una perspectiva lineal y evolutiva de la historia: “la sociedad industrial liberal es la expresión más avanzada de ese proceso histórico, (y) es por ello el modelo que define a la sociedad moderna” (2000, 23). Además, en términos epistemológicos, las categorías creadas para la comprensión de la sociedad moderna se consideran de valor universal, por lo que son las únicas significativas para describir la realidad, con menoscabo del acumulado cognitivo de otras culturas.

Siguiendo a Mignolo (2001, 2003), todo pensamiento se encuentra condicionado por el lugar de enunciación, de forma tal que se identifica con el conjunto de valores del sujeto que lo enuncia. Por lo tanto: “el lugar de enunciación de las disciplinas es, precisamente, un lugar geopolíticamente marcado” (Mignolo, 2001, p. 13) y puede hablarse de una “geopolítica del conocimiento” porque el pensamiento se encuentra marcado territorialmente (Mignolo, 2001). Así, para este autor: “los lugares de enunciación generan (…) las geopolíticas del conocimiento en sus diversas y complejas relaciones con los diversos imperialismos occidentales (…) y, por otro, las condiciones para la toma de decisiones éticas, políticas y epistémicas para la descolonización del saber y la contribución a crear un mundo críticamente cosmopolita” (Mignolo 2003, p. 54).

Estos fenómenos tienen sus raíces en corrientes profundas como la “colonialidad del poder”, o la voluntad de expansión de Europa, que a su vez origina la “colonialidad del saber” (Quijano, 2000). Pero “colonialidad” y “geopolítica” no son conceptos abstractos, sino categorías que califican la racionalidad de formas concretas de integrar otras culturas en la órbita simbólica y territorial de Europa, por lo que el “lugar de enunciación” existe en un contexto de relaciones entre sujetos geopolíticos y genera mecanismos concretos de resistencia, de pugna o asimilación.

Como intentaremos ilustrar a continuación, el conocimiento eurocéntrico es uno de los elementos que permite caracterizar las relaciones de colonialidad en el sistema mundial, y el desarrollo de una conciencia geopolítica puede contribuir a señalar el carácter histórico y situado de ese conocimiento, con miras a la visibilización de otras dinámicas de formación del saber.

1.2. El caso de las instituciones y las publicaciones científicas

La colonialidad del saber requiere el diseño de instituciones capaces de organizar las relaciones cognitivas para la conservación del poder colonial como condición para la continuar la expansión del eurocentrismo y de las relaciones capitalistas. Por lo tanto la ciencia, como institución, debe ejecutar modos de control sobre los investigadores y la producción científica que aseguren que el conocimiento eurocéntrico sea mejor valorado que otros complejos epistémicos rivales.

Estos son procesos que pueden rastrearse a través de los hitos históricos del desarrollo institucional de la ciencia y que fueron canalizados por la relación entre las instituciones científicas de los países industrializados y las comunidades científicas de los países de periferia (Vessuri, 1995). En tal sentido: “La institucionalización de la ciencia occidental en el mundo en desarrollo se ha dado como instrumento de los intereses de los países más avanzados y (…) de los esfuerzos de las naciones subdesarrolladas por dominar los conocimientos que constituían la promesa de modernidad” (Vessuri, 1995, 227). Para sondear esto nos parece necesario revisar la caracterización de las publicaciones y las instituciones científicas.

Las comunidades científicas son motivadas para integrarse en la denominada “ciencia de centro”, a través de la publicación en revistas que reproduzcan los intereses y valores de aquella. Este es el modo de optar a la asignación de recursos institucionales, dado que se ha constituido en un criterio estándar para la evaluación de la investigación. Uno de los indicadores de publicación es el factor de impacto de los artículos, por lo que los investigadores deben publicar en revistas indexadas de alta visibilidad. En consecuencia, este tipo de publicaciones condicionan las agendas de los centros de investigación latinoamericanos (Vargas, 2014, 381-384; Lander, 2005, 45-46).

Esto influye en la orientación de las investigaciones y en el carácter de los productos de investigación, debido a que la mayoría de las publicaciones deben hacerse en inglés, en revistas extranjeras cuya importancia es medida por el factor de impacto, y cuyos temas reflejan los parámetros de la ciencia de centro (Vargas, 2014, 385-386). De este modo, la producción de la ciencia en los países latinoamericanos es determinada por criterios formados en las instituciones académicas del centro capitalista.

Además, en las últimas décadas, la ciencia de centro se ha desplazado hacia las aplicaciones susceptibles de capitalizarse en el mercado. El espacio cedido por el financiamiento público al capital privado facilitó un cambio en la ética de los investigadores, de forma que el tipo ideal de la ciencia académica liberal ha sido reemplazado por una ciencia de intereses mercantiles (Lander, 2005, 40). Esto tiene eco en la relación de los centros de poder con la ciencia y los recursos de América Latina, de forma tal que:

Llevando esta postura colonial a sus últimas consecuencias, el conocimiento y los recursos de las empresas y las universidades del norte tienen que ser protegidos bajo un régimen estricto de propiedad intelectual. El conocimiento y los recursos de los pueblos del sur constituyen parte de la herencia común de la humanidad a los cuales empresas y universidades del norte tienen libre acceso (Lander, 2005, 39-40).

En este sentido, “los saberes no sólo están presentes indirectamente o como dispositivos de legitimación, sino que inciden inmediata y directamente en el establecimiento de nuevas subordinaciones y nuevas relaciones de dominio y explotación” (Lander, 2001, 1). De este modo, la mercantilización del conocimiento académico no pueden sino reforzar la colonialidad del saber eurocéntrico en la región.

  1. Una respuesta a la mercantilización del conocimiento: el Acceso Abierto

2.1. El Acceso Abierto a la producción académica

Como hemos visto, las publicaciones científicas revisadas por pares son un elemento que facilita la difusión de conocimientos generados en investigaciones financiadas por instituciones que muchas veces reciben fondos públicos. No obstante, algunas empresas editoriales importantes comenzaron a ejecutar prácticas de carácter monopólico, tales como el aumento en el costo de las suscripciones, licencias de consulta y contratación por paquetes de publicaciones. En consecuencia, las universidades y los centros de investigación de los países del Norte han comenzado a tener dificultades para acceder a este tipo de recursos, por lo que en efecto se está llevando a cabo la privatización de la investigación financiada con fondos públicos (Suber, 2012).

De este modo, el AA reclama nuevas políticas de acceso a los artículos de investigación, por lo que surge para responder a la presión de las empresas editoriales, cuyas prácticas monopólicas atentan contra el desempeño de universidades y centros de investigación. Esto se fundamenta en que el conocimiento tiene la característica de que no se agota por el hecho de compartirse; lo cual, aunado al auge de internet como medio de almacenamiento y transmisión de información, incide en la propuesta de modos de circulación de saberes que no se encuentren estrictamente regidos por normativas orientadas a controlar la explotación mercantil del conocimiento, y que, en cambio, procuran mantener la producción científica generada con recursos públicos al alcance de los investigadores (Suber, 2012).

En la Declaración de Berlín para el Acceso Abierto al Conocimiento en las Ciencias y las Humanidades (2003)1, emparentada con la Iniciativa de Budapest (2002) y a la Declaración de Bethesda (2003), tres hitos de la constitución de políticas de esta corriente, se establecen como políticas de Acceso Abierto los siguientes puntos:

  1. El (los) autor(es) y depositario(s) de la propiedad intelectual de tales contribuciones deben garantizar a todos los usuarios por igual, el derecho gratuito, irrevocable y mundial de acceder a un trabajo erudito, lo mismo que licencia para copiarlo, usarlo, distribuirlo, transmitirlo y exhibirlo públicamente, y para hacer y distribuir trabajos derivativos, en cualquier medio digital para cualquier propósito responsable, todo sujeto al reconocimiento apropiado de autoría (los estándares de la comunidad continuarán proveyendo los mecanismos para hacer cumplir el reconocimiento apropiado y uso responsable de las obras publicadas, como ahora se hace), lo mismo que el derecho de efectuar copias impresas en pequeño número para su uso personal.
  1. Una versión completa del trabajo y todos sus materiales complementarios, que incluya una copia del permiso del que se habla arriba, en un conveniente formato electrónico estándar, se deposita (y así es publicado) en por lo menos un repositorio online, que utilice estándares técnicos aceptables (tales como las definiciones del Acceso Abierto), que sea apoyado y mantenido por una institución académica, sociedad erudita, agencia gubernamental, o una bien establecida organización que busque implementar el Acceso Abierto, distribución irrestricta, interoperabilidad y capacidad archivística a largo plazo.

Así, lo que caracteriza a las políticas de Acceso Abierto es que los propietarios del derecho de autor de una obra conceden a terceros permiso para acceder, utilizar, copiar, distribuir, transmitir y difundir públicamente el trabajo; así como también de realizar y distribuir obras derivadas, a través de medios digitales y respetando el reconocimiento de la autoría original. Adicionalmente, se establece que la versión completa de la obra y los materiales que genera, incluyendo la licencia, se adjuntará en formato electrónico en un repositorio que cumpla las condiciones para garantizar el acceso, la distribución y el archivado sin restricciones.

Las políticas de Acceso Abierto proponen eliminar dos formas de barreras de acceso a la producción científica: el conjunto de prácticas comerciales que favorecen al monopolio de las empresas editoriales sobre la difusión de artículos revisados por pares, y las barreras surgidas en el marco del derecho de autor (Suber, 2012). Lo que caracteriza a estas políticas es que el propietario del derecho de autor concede permiso para acceder, utilizar, copiar, distribuir, transmitir y difundir públicamente su trabajo; así como también para realizar y distribuir obras derivadas a través de medios digitales, en tanto que se respete la autoría original. Además se propone la figura de repositorios para que la versión completa de la obra, incluyendo la licencia, pueda estar disponible en formato electrónico para su consulta, distribución y archivado sin restricciones (PloS, 2014).

2.2. Algunas limitaciones de las políticas de Acceso Abierto

El Acceso Abierto aparece como resultado de la confrontación entre las prácticas monopólicas de las editoriales y el interés de los grupos académicos en participar libremente en el mercado global de artículos de investigación. En este sentido: “la intervención del OA (Open Access) está dirigida contra los monopolios editoriales que limitan la realización cabal de los ideales normativos del programa científico moderno” (García y Rendueles, 2014, 52). Por tanto, el AA puede examinarse como una reacción ante el avance de diversas formas de mercantilización del conocimiento, aunque esto se aproxime más a un reclamo por las condiciones de competencia en el mercado que al cuestionamiento de la lógica capitalista y colonial de la ciencia mercantilizada.

García y Rendueles (2014) afirman que el discurso del AA evade el debate de fondo entre una perspectiva mercantil y una perspectiva institucionalista sobre las publicaciones científicas, con lo cual deja de lado la oportunidad de trascender el problema de las editoriales para responder a las causas profundas de la mercantilización del conocimiento (pp. 52). Como consecuencia de ello, el AA comprende sus retos como problemas financieros y jurídicos, por lo cual: “las iniciativas de ciencia abierta se están autolimitando al aceptar discutir en un terreno donde los conflictos institucionales y políticos tienden a minimizarse al concebirse como problemas formales solucionables técnicamente” (p. 56).

Esto tiene como consecuencia que el Acceso Abierto sea un movimiento de editorialistas y universitarios, que se legitima por la búsqueda de la apertura de acceso a los artículos de investigación, mientras que evita el cuestionamiento de las formas institucionales que facilitan las restricciones al mismo. Con ello, “sus mayores éxitos no han tenido lugar en el terreno de la producción científica, sino en el de la difusiónde la información científica” (García y Rendueles, 2014, 47; resaltado nuestro).

Frente a lo acotado de esta perspectiva se pueden proponer formas de pensar el AA de manera que no excluya los problemas que son comunes a las formas de producción de la ciencia. De este modo: “cabe imaginar un proyecto alternativo con un programa ampliado que tomara en consideración cuestiones como el eurocentrismo, el género, la clase social o la interferencia de intereses económicos espurios en la investigación e información científica” (García y Rendueles, 2014, 53).

Además de ello, puede decirse que toda iniciativa de AA encuentra retos desde una perspectiva geopolítica. De acuerdo con Reygadas (2014), América Latina es la región del mundo con mayor porcentaje de publicaciones en Acceso Abierto:

Se calcula que la mayoría de las revistas electrónicas que se publican en América Latina son de acceso abierto, lo que contrasta con los datos a nivel mundial, en donde ni siquiera el 10% tienen esta característica: según la base de datos Ulrich en América Latina 51% de las revistas en línea son de acceso abierto frente a sólo 7% en el mundo; de acuerdo con la base de datos de Scopus son de acceso abierto 74% de las revistas electrónicas de América Latina, frente al 9% mundial. (pp. 326)

Esto tiene como contraparte una diferenciación en términos geopolíticos o, a decir del autor, una “brecha geopolítica”, en cuanto que “reproduce, en versión digital, un viejo desequilibrio: pareciera que América Latina abre a los países ricos una porción de su producción académica mucho mayor que la que estos países colocan en modalidad de libre acceso” (Reygadas, 329-330). Tal desequilibrio parece ser congruente con la constitución de una institucionalidad colonialista.

La búsqueda de alternativas a la colonización del saber y el programa de una ciencia autónoma deben trascender las medidas de apertura del mercado y el rescate de la narrativa liberal de la ciencia, dado que en el fondo se trata de la superación de un sistema colonial de extracción de recursos y de conocimientos. Por lo tanto, es necesario re-interpretar las políticas de AA desde una perspectiva consciente de los retos de la investigación científica en América Latina, para tener la oportunidad de plantear políticas científicas novedosas con carácter no sólo antimercantilista, sino también decolonial.

  1. Pensar el Acceso Abierto desde una perspectiva decolonial

El escenario ideal de las propuestas de AA es un mercado de publicaciones donde todos los agentes que producen/consumen artículos de investigación tienen las mismas oportunidades de participación. Problemas de fondo, como la ampliación de la legislación en propiedad intelectual, la privatización del saber sobre la vida y la desigualdades entre el Norte y el Sur global escasean en el discurso predominante sobre el Acceso Abierto en razón de que el sujeto político permanece tácito. Así mismo, en cuanto que se hace énfasis en la difusión de información, falta un cuestionamiento de las variables problemáticas de la ciencia como institución. Desde un punto de vista geopolítico, este cuestionamiento debe manifestarse desde otro lugar de enunciación, de manera que el sujeto político pueda manifestarse de forma explícita.

La emergencia de un modo de concebir la construcción del conocimiento en el que sean visibles las fronteras entre el pensamiento eurocéntrico y la pluralidad de saberes “subalternos” depende en cierto modo de transformar el conjunto de relaciones políticas y económicas que se materializan en la ciencia institucionalizada, con miras a buscar relaciones que permitan el cultivo de saberes plurales que atiendan intereses regionales. De este modo podría visibilizarse el apoyo de la esfera académica a procesos de decolonización del saber y del poder.

En este sentido, el propósito de una política científica decolonial consistirá en proponer maneras de generar y compartir el conocimiento que vayan más allá de la difusión de los artículos en cuanto que productos de investigación, y que, sin descuidar la publicación de resultados y la acreditación de los investigadores, faciliten la transformación de las relaciones identificadas por los procesos de producciónde saberes, enmarcadas en las organizaciones y las normas que caracterizan a las instituciones académicas.

No corresponde a este ensayo describir el contenido de tales cambios, si bien recomendamos la consulta de una amplia bibliografía que trata sobre la construcción de formas de producción de saberes con una lógica crítica y autónoma (entre sus autores se cuenta a Orlando Fals-Borda, Edgardo Lander, Rigoberto Lanz, Walter Mignolo, Boaventura De Sousa Santos, Aníbal Quijano, Oscar Varsavsky y Hebe Vessuri). Nuestro énfasis está en que la producción de conocimientos debe contrarrestar el “imperialismo académico” y emprender modos sustantivos de revertir la colonialidad del saber. Las políticas de libre acceso, entonces, se enmarcarán en programas de re-institucionalización y socialización de la producción de la ciencia, con una orientación geopolítica preocupada por el fortalecimiento epistémico de la ciencia del Sur y por su integración equitativa en el concierto de la ciencia mundial.

3.1. Compromisos de una política de Acceso Abierto

En un documento publicado por la UNESCO, tituladoDirectrices para Políticas de Desarrollo y Promoción del Acceso Abierto (Swan, 2013), se plantea una comprensión del AA que trasciende la aprobación de mandatos y se plantean algunas orientaciones para la formulación de políticas más integrales en este sentido. Entre algunas de estas propuestas se encuentra la formulación de acciones institucionales de carácter nacional y la ejecución de campañas para dar a conocer los términos del AA; además de las consabidas propuestas para el desarrollo de infraestructuras y sistemas de información (pp. 38-41). De este modo, más que sólo establecer una norma para el libre acceso a los productos de investigación, se apunta a que el AA sea conocido y asimilado institucionalmente. Desde la perspectiva de este trabajo, el mismo enfoque puede implementarse para el fomento de la vocación autónoma de las agendas de investigación en América Latina.

La implementación de políticas de AA contiene varias ventajas en el campo de la producción científica, tal como ha sido expuesto por especialistas en el tema (Suber, 2012; Swan, 2013). De hecho, una de sus atractivos es que garantiza mayor visibilidad para el resultado de las investigaciones latinoamericanas en el ámbito de la ciencia mundial (Babini, 2011). Ahora bien, además de favorecer la difusión de resultados de investigación, las políticas de Acceso Abierto pueden ayudar a modificar la distribución de poder en los espacios de decisión en ciencia y tecnología, en tanto que exista el interés de aceptar nuevos criterios de organización en las redes de generación de conocimientos2.

Las políticas de AA pueden engranarse con la formulación de políticas de fomento de la actividad científica, de manera que al mismo tiempo puedan incidir en el diseño de las agendas de investigación e incentivar la investigación de interés local, nacional y regional. Por lo tanto, uno de los puntos de importancia sería revertir el carácter exógeno de las agendas de investigación para reforzar su carácter endógeno e integrado en términos de bloques regionales. La formación de redes regionales de investigación podría ser un paso especialmente importante para concentrar esfuerzos en la atención de los retos de la región. De esta forma, el acceso al conocimiento tendría sentido no por el acceso mismo, sino por la oportunidad que presenta para la creación de las redes regionales y el fortalecimiento de la endogeneidad de las agendas de investigación.

Este tipo de medidas pueden vincularse con la creación de formas novedosas de evaluar la investigación, acreditar a los investigadores y de exponer los resultados del financiamiento de las instituciones científicas. Así, por ejemplo, el interés en incorporar el diálogo entre diferentes culturas cognitivas -un aspecto importante desde una perspectiva decolonial- puede articularse con la formulación de nuevos estándares para la evaluación de la investigación y de las publicaciones científicas (Ruíz y Dávila, 2013).

Además es importante que la definición de las agendas de investigación se realice de forma concertada con los centros de investigación, pero conservando el interés estratégico de fomentar la atención de los problemas regionales y el fortalecimiento epistemológico de la ciencia del Sur. Con ello se buscaría establecer los fundamentos de una política científica nacional-regional que integre la formación y experiencia de los investigadores con la atención de las necesidades concretas de la región.

3.2. Propuestas desde las políticas de Acceso Abierto

Las medidas concretas de AA son diversas y se derivan en un abanico de alternativas que definen, por ejemplo, qué tipos de soporte se consideran de acceso abierto y cuánto tiempo debe pasar para que un artículo de investigación sea colocado en repositorios (PloS, 2014). Así, se establecen distinciones como los tipos de acceso abierto según se publique en repositorios o revistas, como pre-print o post-print, las características de los repositorios digitales, el tiempo que debe transcurrir hasta el depósito, los tipos de contenidos a liberar (documentos y datos) y las consideraciones con respecto al uso de la información y los derechos de autor (Swan, 2013, 42-53).

El estudio y la definición de tales temas puede representar una oportunidad para que investigadores y otros sujetos sociales participen directamente en la formación de acciones para la intervención de los procesos de investigación y de la implementación de los resultados. Esto resulta como ventaja de hacer énfasis en los procesos de producción y no sólo en losproductos, y puede ser de particular importancia desde una perspectiva decolonial, dado que, como señala Reygadas: “además de los mandatos hay que provocar dinámicas que susciten la colaboración de diversos actores para sostener un régimen de acceso abierto” (2014, 335). Sobre todo debe ampliarse la convocatoria de manera que incluya a aquellos actores previamente excluidos que pueden contribuir con una re-institucionalización de la actividad científica en nuevos términos.

La inclusión de otros actores debe conducir a la visibilización de nuevas demandas en el conjunto de las políticas de libre acceso, que trasciendan las exigencias académicas, técnicas y económicas convencionales. Por ejemplo, Reygadas destaca la necesidad de integrar otras dimensiones entre las acciones por el libre acceso al conocimiento, de manera que tal esfuerzo contribuya a crear condiciones para un “acceso” sustantivo al saber, en lugar de restringirse al “acceso” en un sentido técnico o instrumental:

Para promover la inclusión en las redes del conocimiento el acento debe ponerse en el empoderamiento de los sectores excluidos, mediante la creación de la infraestructura necesaria para el acceso al conocimiento en las zonas en desventaja y, sobre todo, el fortalecimiento de las capacidades de aprendizaje y del capital educativo, cultural y cognitivo de los grupos que han sufrido la exclusión o la inclusión precaria en la sociedad contemporánea y en las redes de conocimiento (2014, 316-317).

Finalmente, es necesario contrarrestar las asimetrías que surgen por la implementación de acciones que sirven a la extracción de saberes y recursos del Sur. El activismo por el libre acceso al conocimiento puede ser también una oportunidad para reclamar la soberanía sobre los recursos intangibles de la región, impulsar cambios necesarios en las políticas de propiedad intelectual y confrontar las prácticas de apropiación privada del conocimiento.

Así, pueden proponerse “barreras justas” contra la mercantilización del conocimiento, las cuales pudieran servir para fomentar acciones de intercambio recíproco con otras regiones del globo y el fortalecimiento de las redes académicas nacionales y regionales (Reygadas, 2014). El cuestionamiento que presenta el diseño de “licencias abiertas” y de formas alternativas de aprovechar los derechos patrimoniales sobre los productos de investigación tienen en frente la oportunidad de realizar aportes concretos al surgimiento de formas de derecho plural, que incluyan el interés colectivo en el campo de la liberación y protección del conocimiento, y que no solamente eleven una crítica a las relaciones capitalistas sino que también adopten carácter decolonial.

Conclusiones

El Acceso Abierto se basa en la exigencia de apertura del mercado de productos del intelecto humano como forma de contrarrestar el monopolio de las grandes empresas editoriales. Esto se refleja en la competencia entre el ethosliberal de la ciencia y el ethos neoliberal del entente academia-industria (Lander, 2005), y toma forma en el reclamo antimonopolio y la creación de formas novedosas de compartir los resultados de investigación a través de licencias de derecho de autor. En América Latina se ha adoptado institucionalmente la causa del Acceso Abierto para facilitar la difusión de contenidos y, en términos quizá menos utilizados, para enfrentar la expansión del capitalismo cognitivo y la mercantilización del conocimiento (Figueroa, 2012; Barandiaran, Araya y Vila-Viñas, 2015), lo cual evidentemente guarda importantes implicaciones geopolíticas. No obstante, la defensa del ethos y de la institucionalidad de la ciencia moderna tiende al ocultamiento de la colonialidad de las prácticas de validación de la ciencia, las cuales pueden comprenderse como el traslado de modos organizacionales formados en el centro industrializado hacia los espacios culturales-territoriales de la periferia del capitalismo (Vessuri, 1995).

El colonialismo, de acuerdo con los teóricos de la decolonialidad, es consecuencia de la fuerza expansiva de la cultura eurocéntrica (colonialidad del poder) y genera modos de cultivar el conocimiento que refuerzan tales dinámicas (colonialidad del saber). Rastreamos éstos últimos entre las características esenciales de la epistemología eurocéntrica y en los modos organizacionales de la institucionalidad científica, aspectos que se refuerzan entre sí para incentivar a los investigadores latinoamericanos a adaptarse a las agendas y las dinámicas de validación dirigidas culturalmente desde instituciones del Norte, incluyendo a las publicaciones académicas. Tal modo de relación engendra dependencia cultural en cuanto que, con la expectativa de aproximarse a una ciencia de centro, se utilizan modos institucionales que mantienen los esfuerzos científicos del Sur integrados en una dinámica de subordinación de saberes.

Dado que la adecuación de normativas de Acceso Abierto en América Latina ha convertido a la región en uno de las más abiertas en cuanto a difusión de contenidos, sería necesario complementar el empuje del Acceso Abierto con un mayor énfasis en las condiciones de producción del conocimiento, sin disminuir el énfasis en la difusión. El discurso convencional del Acceso Abierto hace énfasis en las condiciones de difusión de los productos de investigación, pero un mayor foco en las condiciones de producción podría poner en relieve los factores institucionales que entablan las relaciones de colonialidad entre “centros” y “periferias”, entendiendo por tales las prácticas de generación y validación de conocimientos (entre otros ejercicios de fomento de las actividades científicas) que sirven a los fines de la colonialidad del saber y del poder.

Esto pasaría por encarar algunos problemas que el discurso convencional del Acceso Abierto parece evadir en razón de su preferencia por el problema del acceso y los medios técnicos (García y Rendueles, 2014), y en particular tiene que ver con la visibilización del sujeto histórico de una política decolonial. Significaría, de hecho, confrontar sociocríticamente la historia de los procesos de institucionalización de la ciencia en América Latina, para entonces generar propuestas que, si se considera valioso el interés por la autonomía cultural, podrían apuntar a procesos de re-institucionalización de la actividad científica-tecnológica, con miras a crear condiciones para la emergencia de una práctica científica mejor orientada a los problemas y recursos de la región.

Esto tiene importancia geopolítica porque los esfuerzos para formar una actividad científica menos dependiente de las instituciones del Norte, aunque tiene sus riesgos -por ejemplo, en términos de cooperación, capacitación y financiamiento- puede proporcionar apoyos para enfrentar largos procesos históricos de integración subalterna del Sur en el sistema internacional de generación de capital. Por poner un caso, el perfil extractivista de las economías / sociedades latinoamericanas encuentra su correlato en el devenir de una ciencia y tecnología que no han ayudado a superar el papel de productores de materias primas para facilitar procesos de desarrollo endógeno, lo cual evidentemente se encuentra ligado con el lugar que ocupa la región en el conjunto de relaciones capitalistas internacionales. A este problema debe sumarse la expansión del capitalismo cognitivo, que encuentra en América Latina una fuente de recursos, y las constantes amenazas de privatización de los saberes y el patrimonio genéticos de la región.

Por esto no deja de ser pertinente la pregunta que hacíamos en un principio: si lo pensamos desde el Sur ¿qué puede aportar el Acceso Abierto en América Latina? La creación de sistemas de publicaciones abiertas en la región que son un ejemplo para el mundo (tales como Redalyc y Scielo), representa por sí un caso significativo de integración científica y cultural. Tales sistemas pueden utilizarse para rastrear los contenidos desarrollados en América Latina y poder valorar el carácter endógeno / exógeno de la investigación en la región, con lo cual podríamos visualizar qué problemas son priorizados por los investigadores y de ahí estudiar las “agendas” de investigación. Aún más, estas experiencias representan formas vigentes de cooperación institucional que, si bien se encuentran enfocadas en el tema de la visibilización de la ciencia latinoamericana, también merece que avancen hacia el estudio de los contenidos como expresión de los procesos de producción de la ciencia. En este sentido, el Acceso Abierto puede ayudar a revisar los modos de validación de la investigación científica, más allá de los estándares conocidos y las prácticas para proyectarse hacia la ciencia de centro.

Al realizar mayor énfasis en la producción institucional de la ciencia -sin demérito de la importancia de la difusión de los artículos- se puede apoyar procesos de re-institucionalización que faciliten mayor gobernabilidad pública y auditabilidad democrática de la inversión científico-tecnológica en la región. Además, esto podría contribuir al fortalecimiento de los sistemas nacionales / regionales de cooperación científica, lo que se traduciría en el fortalecimiento de redes regionales de cooperación que apuntarían al surgimiento de ecosistemas de investigación y producción (Reygadas, 2014). Ahora bien, esto significa comprender la libertad de acceso como un espacio de regulación pública estatal y ciudadana, y no sólo como un espacio en el que priva la ausencia de entes de regulación en beneficio de la capacidad individual de maniobra.

No obstante, este razonamiento puede que nos esté llevando cada vez más lejos de las raíces liberales del discurso del Acceso Abierto, cuyo rechazo podría dirigirse no sólo contra los monopolios, sino también contra el control público (administrativo o autogestionado comunalmente). Pero no es lo mismo afirmar que el conocimiento es de “nadie” para que pueda ser utilizado de acuerdo a la posición estratégica de los investigadores y productores en el mercado (en la lógica académico-industrial), que afirmar que el conocimiento es de “todos” para su distribución y aprovechamiento justo y equitativo a través de medios consensuados y construidos socialmente (en una lógica institucionalista y comunal). En síntesis, no es lo mismo establecer vedas a la apropiación mercantil del conocimiento que formular modos organizacionales para que los procesos de creación y sus resultados sean gestionados participativamente, aunque esto último supone lo primero.

Esta diferencia pasa subrepticiamente a través de los discursos a favor del Acceso Abierto y del conocimiento libre. En este sentido, el enfoque de autogestión de los bienes comunes (Ostrom, 2008) contrasta vivamente con el laissez faire del liberalismo clásico. La autogestión del conocimiento requiere formas de control comunal que favorecen no solamente el respeto a la propiedad común del saber, sino además la identificación de éste como expresión de la identidad de una comunidad política plural. En este sentido, ¿es posible que un conocimiento más comunal pueda ser también un conocimiento menos colonial?

Construir una respuesta para esta interrogante no está libre de retos, desde el problema de evitar los parcelamientos territoriales -ahora “desde abajo”- que pudieran llevar a una fragmentación de las identidades regionales e incluso a la replicación de patrones aprendidos, hasta los intentos de establecer formas de control burocrático-clientelar de las políticas de investigación nacionales. No obstante, la propuesta de fomentar modos cívicos -participativos- de institucionalizar y practicar la ciencia y la tecnología no deja de ser promisoria para motivar a que se desarrollen las potencialidades regionales. El comunalismo autogestionario y el republicanismo bolivariano representan formas alternativas de pensar el libre acceso al conocimiento más orientadas a la adopción de una idea de libertad como integración colectiva que como individuación personal. Al mismo tiempo, en la posibilidad de construir espacios de encuentro en una ciencia regional vibra con el espíritu de multipolaridad que aún resuena en nuestros tiempos. Tras ello se encuentra la necesidad de resolver las asimetrías geopolíticas en cuanto a las formas de apropiación de los bienes comunes que ha generado la humanidad.

Bibliografía

Babini, Dominique (2011). “Acceso Abierto a la producción científica de América Latina y el Caribe. Identificación de principales instituciones para estrategias de integración regional”. En: Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad CTS, 2011, vol. 6, n. 17, pp. 1-24.

Barandiaran, X. E., Araya, D., & Vila-Viñas, D. (2015) . “Ciencia: investigación participativa, colaborativa y abierta” (v.1.0). En Vila-Viñas, D. & Barandiaran, X.E. (Eds.). Buen Conocer – FLOK Society. Modelos sostenibles y políticas públicas para una economía social del conocimiento común y abierto en el Ecuador. Quito, Ecuador: IAEN-CIESPAL..

Bolívar, S. (1815) “Contestación de un americano meridional a un caballero de esta Isla (Henry Cullen)”. En: Pérez, M. (Compilador). “Doctrina del Libertador”. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 2006; pp. 66-87.

De Sousa Santos, B. (2009). Una epistemología del Sur. México: Siglo XXI – CLACSO.

Figueroa, M. (2012). “El acceso abierto electrónico y el conocimiento libre en las instituciones de educación universitaria: referentes desde la investigación y la experiencia para la sostenibilidad de prácticas de conocimiento libre en instituciones educativas universitarias”. Eduweb. Revista de Tecnología de Información y Comunicación en Educación. Volumen 7, Número Especial, Julio 2013, pp. 131-157.

García, D. y Rendueles, C. (2014). “Abierto, libre… y público. Los desafíos políticos de la ciencia abierta”. Argumentos de Razón Técnica, nº 17, 2014, pp. 45-64.

Lander, E. (2000). “Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos”. En: Lander, E. (Comp.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas.

Lander, E. (2001). “Los derechos de propiedad intelectual en la geopolítica del saber de la sociedad global”. En: Comentario Internacional. Revista del Centro Andino de EstudiosInternacionales, no. 2, II semestre, 2001.

Lander, E. (2005). “La Ciencia Neoliberal”. En: Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. (11) 2. Caracas, Venezuela.

Mignolo, W. (Comp.) (2001). Capitalismo y geopolítica del conocimiento. Buenos Aires: Ediciones del Siglo.

Mignolo, W. (2003). Historias locales/diseños globales. Colonialidad, conocimientos subaltemos y pensamiento fronterizo. Madrid: Akal.

Ochoa, A. y Jerardino, B. (2013). “La economía del conocimiento: una exploración desde el concepto del don”.Eduweb. Revista de Tecnología de Información y Comunicación en Educación. Volumen 7, Número Especial, Julio 2013, pp. 15-36.

Ostrom, E. (2008). “El gobierno de los bienes comunes desde el punto de vista de la ciudadanía”. En: Helfrich, S. (2008).Genes, bytes y emisiones: Bienes comunes y ciudadanía. México: Ediciones Böll.

Petrizzo, M. (2010). “Del Conocimiento Libre al Conocimiento Emancipado: El Tránsito Posible”. Revista Conocimiento Libre y Licenciamiento. Vol 1, No 1.

Pividal, F. (2006). Bolívar. Pensamiento precursor del antiimperialismo . Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República .

Public Library of Science – PLoS (2014). “How Open is it? Espectro de Acceso Abierto”. Disponible en:http://www.plos.org/wp-content/uploads/2014/11/PLOS-HOII-leaflet_Spanish-V2_3.pdf

Quijano, A. (2000). “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”. En: Lander, E. (Comp.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas.

Ruíz M. y Dávila, J. (2013). “Conocimiento como producto versus conocimiento como servicio: una visión crítica sistémica de los programas públicos de financiamiento a la ciencia”. Eduweb. Revista de Tecnología de Información y Comunicación en Educación. Volumen 7, Número Especial, Julio 2013, pp. 105-130.

Suber, Peter (2012). Open Access. EUA: Massachussetts Institute of Technology.

Swan, Alma (2013). Directrices para Políticas de Desarrollo y Promoción del Acceso Abierto. Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura. Paris, Francia: UNESCO.

Varsavsky, Oscar (2006). Hacia una política científica nacional. Caracas: Monte Ávila.

Varsavsky, Oscar (2007). Ciencia, política y cientificismo. Caracas: Monte Ávila Editores.

Vessuri, H. (1995) “El proceso de institucionalización”. En: J.J. Salomón y C. Sachs (Comps.) Una búsqueda incierta. Ciencia, tecnología y desarrollo. México: Fondo de Cultura Económica/UNU.

1Disponible en: http://www.geotropico.org/Berlin-I-2.pdf

2Hemos presentado una perspectiva general sobre el tema en dos ensayos anteriores: “¿Para qué una Ley de Acceso al Conocimiento Libre? (I). El libre acceso al conocimiento como estrategia nacional”. Disponible en:http://conocimientolibre.cenditel.gob.ve/2014/11/19/para-que-una-ley-de-acceso-al-conocimiento-libre-ii-elementos-para-una-politica-nacional-de-libre-acceso-al-conocimiento/; y “¿Para qué una Ley de Acceso al Conocimiento Libre? (II). Elementos para una política nacional de libre acceso al conocimiento”. Disponible en:http://conocimientolibre.cenditel.gob.ve/2014/11/19/para-que-una-ley-de-acceso-al-conocimiento-libre-ii-elementos-para-una-politica-nacional-de-libre-acceso-al-conocimiento/

Nota: Este artículo se publicó en El Conocimiento Libre a la luz del Pensamiento Bolivariano. Revista Conocimiento Libre y Licenciamiento. Año 6 N°10 (Especial). Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres. Mérida, Venezuela. Disponible en:http://convite.cenditel.gob.ve/clic/clic-10-2015/.

También publicado el 19/12/2015 en Rebelion.org

Imagen: “Presencia de América Latina”, de Jorge González Camarena.

Comparte este contenido:

Tradiciones orales en la era digital: “El reto más difícil es aprender a escucharnos”

El investigador uruguayo Néstor Ganduglia destaca la importancia de narraciones y relatos orales en la memoria colectiva y su importancia en la sociedad actual.

Por Redacción LAVOZ / 11/04/2016

Las tradiciones orales tienen y han tenido una gran importancia en la historia de los pueblos. Aunque en medio de la revolución digital, la sociedad moderna caracterizada por el acceso inmediato y los contactos mediados por aparatos, va relegando su importancia.

Néstor Ganduglia, investigador uruguayo de temas relacionados a culturas populares en Latinoamérica y orador del último TEDx Córdoba, hace hincapié en lo que estas “narraciones mágicas” significan para una comunidad y el gran reto que tenemos en la era posmoderna para que estas no mueran.

“Las leyendas, mitos e historias orales mantienen vivos los aprendizajes de la comunidad construyendo conocimientos, saberes y valores que enriquecen la experiencia de cada generación y que se heredan a la siguiente. Si no aprendemos de ellas, cada generación vive como si fuera la primera”, asegura el investigador, en diálogo con La Voz. 

Una narración de la comunidad Wuayuu, que Ganduglia narró en TEDx y que ejemplifica con claridad este concepto:

«Los wayuu son un pueblo que habitó por milenios una península en el mar Caribe entre Venezuela y Colombia que se llama “La Guajira”. Ellos dicen: ‘Nosotros morimos tres veces: la primera es la que ustedes conocen, la que se ve, la que se toca. Es triste y dolorosa pero ni siquiera se acerca al horror de la segunda muerte, que es cuando morimos en el corazón de la gente que hemos amado. Sin embargo, no hay nada tan frío y espantoso como la tercera muerte que es cuando morimos en la memoria de la comunidad a la que pertenecimos’. Yo mismo he tenido la fortuna de ver cómo cada wayuu se levanta todas las mañanas de su vida pensando qué va a hacer hoy para ganarse un lugar digno en el corazón y en la memoria de su gente porque esa es la única manera de vivir para siempre».

El investigador y narrador que ha dedicado su vida a rescatar y registrar miles de historias orales de comunidades y pueblos originarios, sostiene que el reto más importante que tenemos como sociedad es la de aprender a escuchar y tomar eso que escuchamos como un conocimiento tan valioso como el que aprendemos en los libros.

“Hemos sido criados en una sociedad donde el sinónimo de civilización y comportamiento ciudadano tiene que ver con el endiosamiento de las jerarquías, es decir creemos que el saber y el conocimiento sólo lo tiene el profesor, el doctor, que la autoridad la tienen los generales, los políticos y no nuestros pares como los abuelos, los paisanos, etc”.

PERÚ. Néstor Ganduglia junto a la comunidad de Chinchero (Gentileza).

Escuchando a nuestros pares se lograría “descolonizar el conocimiento”, sostenía Aníbal Quijano. Ganduglia retoma este idea y aclara: “Con esto no digo que haya que desdeñar el conocimiento científico racional y tecnológico, pero sí estamos llamados a generar síntesis nuevas entre los conocimientos populares y académicos que rompen para siempre los círculos viciosos del desarrollo desde la concepción misma de qué cosa es el progreso”.

Ciudades vs. pueblos y jóvenes vs. abuelos

En los pueblos y zonas rurales las tradiciones orales están más arraigadas que en las grandes ciudades. Y esto sucede también porque es más fácil el contacto cara a cara.

Ganduglia explica por qué en las ciudades la gente tiene menos memoria colectiva que en los pueblos. “En las ciudades es donde más se ve el desprecio sistemático a todo conocimiento que no venga de voces autorizadas que hace que despreciemos los saberes de las personas mayores, a las de las campañas y que los creamos como ignorantes, supersticiosos, etc”.

Al ser consultado sobre el rol de los abuelos y adultos mayores en nuestra sociedad, el investigador asegura que al estar inmersos en una sociedad de mercado donde este regula no sólo los bienes sino también los valores, hoy se asocia la vejez con la incapacidad para producir por lo tanto a la “inutilidad”. “No sé si existe otra cultura que desprecie de la misma manera a la gente mayor”, sentencia Ganduglia.

“Fijate que hay muchas historias que hablan sobre el encuentro con los abuelos y con sus palabras justas en momentos de dolor o de confusión. Hoy con una pastilla creemos solucionar todo. El abuelo nunca te va a contar una de sus historias porque sí, sino porque lo cree necesario en ese momento y eso forma parte de la educación y aprendizaje de una persona”, agrega.

Ganduglia hace hincapié en que es necesario “reencontrarnos con el encanto mano a mano y aprender a escuchar” para poder tomar esos conocimientos, transmitirlos a las futuras generaciones y poder vivir por siempre en la memoria colectiva de nuestra comunidad.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/tradiciones-orales-en-la-era-digital-el-reto-mas-dificil-es-aprender-escucharnos

Comparte este contenido:

En Bolivia FFAA incluirá el antiimperialismo en pénsum de institutos militares

 La Razón (Edición Impresa) / Williams Farfán / La Paz / 14 de abril de 2016

El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, adelantó que las Fuerzas Armadas (FFAA) trabajan en incluir en el pénsum de los institutos militares la descolonización, el antiimperialismo y una nueva concepción geopolítica tecnológica.

Agregó que este aspecto se debate en el primer congreso educativo de las FFAA que se desarrollará hasta el viernes en el Círculo de Oficiales del Ejército (COE). En ese espacio se consensúa la doctrina educativa de institución con la Ley de Educación 070 Avelino Siñani-Elizardo Pérez.

“Esperemos unificar y hacer una red del nuevo currículo para implantar el nuevo modelo que se trabaja. Sabemos que los perfiles son el tema de la descolonización, otro elemento importante es que se debe tener una concepción antiimperialista y, tercero, la vinculación de la actividad académica a la nueva concepción geopolítica y concepción de tecnología que deben tener las Fuerzas Armadas”, explicó Ferreira.

Añadió que solo debe haber una línea del pénsum transversal dentro de todos los institutos de formación de las FFAA, pese a que es complicado porque existen tres fuerzas y se tiene que trabajar en adecuar de forma general.

“Hoy estamos en el escenario donde no es la cantidad, sino la calidad; donde no importa el número de uniformados, sino la tecnología con la que se cuenta; es una estructura y la idea es hacer una red de remisión para que haya compatibilidad”, sostuvo.

Ferreira destacó el congreso educativo de los militares, ya que es el primero en su clase en la historia de las FFAA porque, de acuerdo con los informes que existen, antes se hicieron solamente seminarios o talleres. El Ministro de Defensa también indicó que todo se elaborará con base en un modelo sociocomunitario productivo, que tiene el fin de conocer la identidad y saber qué tipo de culturas y cuántas existen en todo el país.

 Fuente de la noticia : 
http://www.la-razon.com/nacional/seguridad_nacional/FFAA-incluira-antiimperialismo-pensum_0_2472352805.html
Fuente de la foto:
http://hoybolivia.com/imagenes_noticias/PN07082009232334.JPG
Comparte este contenido:
Page 7 of 7
1 5 6 7