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Cómo superar el abandono escolar en América Latina

Por: Luis Scasso

Superar la baja matriculación de los jóvenes en centros de formación profesional es clave.

En marzo del 2020, la covid 19 obligó a la humanidad a realizar drásticas modificaciones en su modus vivendi y a las autoridades a tomar decisiones preventivas, masivas y radicales. Particularmente la suspensión de clases presenciales en —prácticamente— toda América Latina, puso al descubierto con total crudeza las desigualdades de acceso a la educación.

Al insuficiente acceso a las tecnologías, a la conectividad, y a recursos educativos en los hogares, se suma la incertidumbre de enfrentar un eventual incremento de la tasa de abandono escolar al comienzo del nuevo ciclo lectivo, que podría hacer retroceder en niveles históricos los esfuerzos sostenidos de los países durante los últimos 30 años para incrementar las tasas de cobertura, especialmente en la educación secundaria.

Hasta la aparición de la pandemia, en América Latina la tasa de titulados en secundaria era, en promedio, de un 60%, es decir, de cada 100 niños que ingresaban a primer grado, 40 no se graduarían de la secundaria. Hoy, según Unesco, en algunos países, por cada 100 estudiantes correspondientes al 30% de la población de menores ingresos solamente 15 finalizarán sus estudios secundarios; 23 de cada 100 se graduarán si pertenecen al 30% de ingresos medios; mientras que más de 50 lo harán satisfactoriamente si pertenecen al 40% de ingresos más altos.

Respecto a la educación superior, si bien la cifra de estudiantes en la región ha crecido a más de 30 millones, según cifras del Observatorio de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la OEI, Iberoamérica posee un margen de crecimiento potencial en el acceso a la universidad mientras mantiene modestas tasas de titulación universitaria.

Según la OIT, 23 millones no trabajaban, no buscaban trabajo y no estudiaban. Es decir, muchos jóvenes no finalizan sus estudios secundarios, solo una minoría accede a la Universidad, y menos aún se titulan satisfactoriamente.

Esta realidad nos invita a repensar algunas estrategias de vinculación del sistema educativo formal y no formal con el mundo del trabajo. La formación técnico-profesional en sus diversos formatos podría constituirse en una oportunidad para continuar los estudios, acceder rápidamente al mercado de trabajo o, incluso, finalizar los estudios secundarios en programas combinados.

En el marco del esfuerzo regional que realiza la OEI, en Argentina se viene impulsando la Mesa de Educación y Trabajo de la que participan empresas, sindicatos, gobierno y universidades, iniciativa que ha identificado aspectos que inciden en la baja matriculación de los jóvenes en centros de formación profesional o de educación técnica superior, como la falta de articulación entre niveles y modalidades educativas, lo cual obstaculiza las trayectorias estudiantiles y reduce sus márgenes de elección.

Un sistema más integrado permitiría que los jóvenes opten por la formación profesional al término de la secundaria y que luego, esos estudios sean reconocidos por las universidades como créditos para continuar estudiando. También que la educación secundaria les provea formación técnica en algunas áreas del conocimiento o que, si abandonaron la escolaridad, puedan finalizarla mientras realizan estudios de formación profesional.

Un registro único de competencias profesionales permitiría a los empleadores acceder a la información de la evolución formativa de sus trabajadores pudiendo reconocer en el salario y jerarquía las competencias adquiridas y debidamente certificadas, como ya lo hacen el Sistema Nacional de Cualificaciones de España o la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina.

Este tipo de iniciativas contribuyen a una formación profesional y técnica más atractiva para los jóvenes. Asimismo, una oferta educativa más integrada entre niveles de enseñanza, con contenidos articulados, sistemas de créditos y flexibilidad de tránsito entre modalidades y niveles otorgará a los jóvenes más oportunidades para finalizar sus estudios y más herramientas para acceder al mundo del trabajo creando mejores condiciones de inclusión y movilidad social en la región.

Luis Scasso es director de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Argentina.

https://elpais.com/educacion/2021-04-06/como-superar-el-abandono-escolar-en-america-latina.html

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La falta de acceso a las tecnologías frena la educación de millones de niños en México durante la pandemia

Los pocos recursos económicos de muchas familias impiden que los alumnos puedan conectarse a internet o disponer de televisión para seguir las clases virtuales.

 

Arturo Vazquez Moiza tiene 10 años y vive en la sierra de Sonora, en un pueblo de 200 habitantes llamado Bacanuchi, en el municipio de Aras las del país— suspendió las clases como medida sanitaria de prevención de la covid-19. La instrucción fue que el alumnado siguieran el curso a través de la televisión mediante clases impartidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y por internet de manera remota. En Bacanuchi no se puede hacer ni una cosa ni la otra. La mala calidad de la conexión a la red y la pésima recepción de las señales en este pueblo entre montañas deja incomunicadas a las familias cada dos por tres.

Es muy difícil que las clases puedan seguirse de manera regular y muchos niños abandonan la escuela en comunidades remotas que están en la misma situación que Bacanuchi en todo el país. Según un estudio de Mexicanos Unidos Contra la Corrupción. En Chiapas, por ejemplo, el 45% de los niños de comunidades pobres ha abandonado su formación debido a la falta de recursos económicos de su familia y al rezago tecnológico en el que se encuentran, como la falta de luz o internet para estudiar en casa.

“Para mandar la tarea tengo que subir al cerro que está a 40 minutos de mi casa, está oscuro y hay animales”, dice Arturo por teléfono en presencia de su madre, Thelma Moiza. La llamada se entrecorta numerosas veces. Tampoco hay buena señal de telefonía móvil. El niño y sus compañeros reciben la tarea por WhatsApp y tienen que responder a su maestra con una foto de los deberes hechos por esa misma vía. Lo que pareciera una acción sencilla, con una mala conexión a internet se convierte en una pesadilla. “Cada día había que ponerle saldo al celular porque hacer la tarea y consultar el internet consume todos los datos”, dice la madre del niño. 100 pesos (5 dólares) al día que muchas familias campesinas no pueden añadir a sus gastos.

Las autoridades educativas decidieron a inicios de agosto que el ciclo escolar se desarrollaría a través de clases a distancia y con más de 30 millones de estudiantes siguiendo los cursos por televisión. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un convenio con las grandes televisoras privadas del país (Televisa, Azteca, Grupo Multimedios y Grupo Imagen) para que retransmitan los contenidos escolares, además del uso de internet y teléfono como medios de apoyo. Algunas familias como la de Gloria Simpson, también de Bacanuchi pagaban servicio de televisión satelital al principio de la pandemia, pero después de algunas complicaciones económicas, su familia no pudo costearse los 400 pesos (20 dólares) al mes que costaba el servicio. “No tenemos televisión para ver las clases de la SEP. En el pueblo no hay acceso a nada que tenga que ver con tecnología, ni tele ni internet, muchas veces ni señal para hacer una llamada de emergencia”, se lamenta la mujer.

La iniciativa de las clases por televisión se enfrentó al rechazo de los maestros y a las críticas de expertos en educación, que expresaron su preocupación por la desigualdad económica y el rezago tecnológico que sufren amplias zonas del país. Las cifras del Inegi, el instituto de estadística mexicano, desvelan que más de 16 millones de hogares no tienen conexión a internet, mientras que un informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conavel) publicado en 2018 muestra que de las más de 226.000 escuelas públicas del país el 66,1% tiene energía eléctrica y el internet solo llega al 22,7% de ellas, un total de 51.387. La iniciativa Aprende en Casa ha dejado en evidencia la enorme brecha que existe en México en las zonas más vulnerables del país. Los Estados que más pobreza concentran son también los que menos conexión a internet tienen: Guerrero, Oaxaca, Chiapas; seguidos de Veracruz, Tabasco y Campeche, según una encuesta realizada por la Asociación de Internet MX. Aunque Sonora se encuentre entre los Estados con más usuarios conectados en el país, todavía hay muchos de sus rincones que se escapan a las estadísticas, como Bacanuchi, en plena sierra.

“Las desigualdades en el acceso a la tecnología perpetúan las brechas, el desarrollo humano y condenan a un porcentaje importante de población a vivir en pobreza”, afirma Pablo César Hernández, experto en educación y nuevas tecnologías y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Solo el 47,7% de las zonas rurales de México tienen acceso a internet, según el Inegi. “Si la población no tiene este acceso a la tecnología nos veremos rezagados como país. Eso tiene un fuerte impacto no solo en el conocimiento de los estudiantes y su desarrollo, sino que también limita el tipo de aprendizaje que reciben los niños”, agrega Hernández.

Uno de los grupos que más criticaron la decisión del Gobierno de cerrar las escuelas e impulsar el aprendizaje a distancia fue la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación (CNTE), un sindicato que cuenta con 600.000 integrantes, que criticó lo limitado que puede ser el acceso a la educación en áreas remotas donde no hay conectividad. Lev Velázquez, secretario de Gestión Educativa del CNTE en Michoacán, afirma que han tenido que adaptarse a la nueva realidad educativa haciendo uso de las tecnologías, pero también a través de llamadas con aquellos estudiantes que cuentan con un aparato de teléfono y de perifoneo, es decir, bocinas adaptadas a algún medio móvil para hacer anuncios de entregas de tareas en las comunidades más remotas del Estado. “Nos hemos desplazado para hablar con los padres, hemos hecho visitas a las casas con los alumnos un día a la semana o un día cada quince días”, explica el también maestro.

Para evitar deserción escolar, Velázquez añade que los maestros viajan largas distancias para buscar a los estudiantes que han dejado de comunicarse con ellos e incluso los maestros de zonas rurales han tenido que imprimir cartillas educativas con su propio dinero para distribuirlas entre los estudiantes más pobres. “Si ellos ya tenían carencias, ahora la situación es más complicada. Muchos no tienen para comprarse libretas, menos un juego de geometría, lo que propicia el abandono”, explica Velázquez. “Vivimos una situación que no esperábamos y por eso necesitamos pensar en nuevas formas de aprendizaje”, agrega.

El académico Hernández, de la UAM, concuerda con el maestro. El especialista señala que desde el Estado y la academia se deben generar estrategias para combatir el rezago de los estudiantes en las zonas más empobrecidas del país. Menciona, por ejemplo, impulsar centros tecnológicos en esas regiones, que sean gestionados por la comunidad y donde los estudiantes tengan acceso de forma gratuita a internet y computadoras. “El punto es generar espacios con electricidad y servicios básicos, tecnología y conexión gratuita, en los que se capacite a la comunidad en su uso y gestión, como una forma de combatir la brecha digital”, explica. “Estas iniciativas deben ser pensadas de forma colectiva, planeadas a partir de la intervención del Gobierno, las universidades, los líderes locales, maestros y padres”, agrega. Para Hernández “estamos en un momento histórico, inédito, que nos abre la posibilidad de ver los rezagos que existen, pero también de poder innovar y hacer cambios y transformaciones”, apunta.

Desesperadas ante el abandono, algunas familias de Bacanuchi, acompañadas por la organización PODER, presentaron un amparo ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en agosto de 2020 y expusieron las dificultades que enfrentan cada día para acceder a los servicios básicos de comunicación, que vuelven aún más precaria su situación de bienestar y educación. Hasta la fecha ni las autoridades locales ni las federales han dado una respuesta a la demanda de las familias. “Mi hija necesita estudiar para que sea algo en la vida y tenga con qué defenderse”, dice Manuela Bacame, una de las madres que han impulsado la demanda. Sabe que cuando no se tiene mucho, como es el caso de su familia, ir a la escuela puede marcar la diferencia. “Yo solo fui hasta 6º de primaria y no quiero eso para mi hija. Quiero que estudie y tenga un porvenir en la vida”.

Fuente: https://elpais.com/mexico/2021-03-22/la-falta-de-acceso-a-las-tecnologias-frena-la-educacion-de-millones-de-ninos-en-mexico-durante-la-pandemia.html

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Panamá extenderá educación básica obligatoria hasta 12 grado

El Ministerio de Educación evalúa hoy la posibilidad de establecer la educación básica obligatoria en Panamá desde prekínder hasta duodécimo grado para evitar que el 60 por ciento de los estudiantes abandonen la escuela.

 

En entrevista con el diario La Estrellas de Panamá, la titular del ramo, Maruja Gorday, aseguró que para ello trabajan en la elaboración de un proyecto de ley, con el cual buscan evadir la deserción de más de 14 mil alumnos cada año y aportar competitividad internacional al país.

Precisó que la idea es presentar la propuesta en el mes de marzo ante la Asamblea Nacional, la cual contempla otros aspectos como políticas de equidad digital, trayectorias educativas, modalidades flexibles y un plan de servicio básico.

Se refirió a regiones como la fronteriza provincia de Darién, donde solo hay tres escuelas de nivel medio, y al nombramiento de 400 docentes para cubrir la demanda de planteles multigrado de primaria.

Al hablar de la atención a la primera infancia, la ministra de Educación reconoció la falta de centros encargados del aprendizaje de los más pequeños, que en el caso de las comarcas de difícil acceso es de apenas un 20 por ciento, mientras que en el área urbana la cobertura es del 60 por ciento.

De igual forma, ofreció detalles sobre el programa de aprendizaje acelerado para los 10 mil 563 estudiantes que no terminaron sus estudios, el cual incluye dos ciclos escolares con materias priorizadas en un año lectivo, modalidad actualmente presente en algunas naciones de la región.

Sobre el retorno a las aulas, Gorday aseguró que será un proceso gradual, progresivo y semipresencial a partir del segundo trimestre, tal y como en este momento ocurre en el 20 por ciento de las escuelas del área.

La víspera, el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, informó que sostuvo conversaciones con la titular de Educación y todos los sectores involucrados en la enseñanza para evaluar la posibilidad de reanudar las clases presenciales.

‘No queremos cometer errores, puesto que en otros países han abierto los planteles y se han convertido en una fuente de contagio como ocurrió en la India’, afirmó Sucre al justificar la cautela.

No obstante, adelantó que algunos colegios han abierto paulatinamente tras consensuar todos los protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades sanitarias y educativas con el objetivo de salvaguardar la salud de estudiantes, padres y maestros.

Dos días después de la confirmación del primer caso positivo a la Covid-19, el 9 de marzo de 2020, Panamá cerró los centros docentes para evitar la propagación de la enfermedad y desde entonces la enseñanza ha sido a distancia, proceso que a juicio de la Unicef es el más largo del mundo.

Actualmente la legislación establece que la educación básica obligatoria en la nación istmeña es hasta noveno grado.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=436295&SEO=panama-extendera-educacion-basica-obligatoria-hasta-12-grado
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OPINIÓN: Agenda 2021

Por:  Tlachinollan

Para la clase política de Guerrero, las elecciones que se realizarán en el mes de junio, será el tema central, en torno al cual girará el devenir del estado en este naciente año. La lucha por los cargos públicos será ríspida y hasta con visos de violencia, por las divisiones internas que resaltan al interior de los partidos políticos. La multiplicidad de facciones desgasta y debilita a los partidos, porque se lucha por los cargos y no por la transformación de nuestra sociedad. Los intereses económicos son los que ahora rigen al interior de los institutos políticos, y no los principios ideológicos, que son meros referentes de lo que antaño fue la identidad de los partidos.

Las disputas políticas al interior de los mismos institutos se tornan graves, por los enconos y rivalidades que se profundizan, sin que existan mecanismos eficaces para contener y atemperar estas rivalidades. Ante el temor de que haya agandalle en los cargos públicos, cada facción se organiza con su líder o dirigente, para dar la pelea en cada distrito y en cada municipalidad. El pleito es al interior del partido, porque de ahí depende de que sus candidatos aparezcan en las boletas electorales. Este trance requiere hacer méritos, sobre todo, tener aportaciones de todo tipo, para congraciarse con la dirigencia.

El escenario se complica por la colusión que existe entre los grupos de la delincuencia con los grupos políticos. En los últimos trienios hemos visto como algunos líderes políticos, han coqueteado con el crimen organizado y establecido vínculos con jefes de la delincuencia, para dar la pelea con recursos mal habidos. Esta situación anómala no solo pervierte el proceso electoral, sino que atiza la violencia en un terreno minado por las rivalidades que existen entre los grupos de la delincuencia, que se disputan férreamente el control territorial. El empoderamiento de estas organizaciones ha puesto contra la pared a las mismas autoridades municipales, al grado que prefieren alinearse y supeditarse a su lógica delincuencial. Los mismos cuerpos de seguridad no dan confianza a la población, por sus nexos con la delincuencia y porque no están capacitadas para realmente prevenir el delito y apoyar en la desarticulación de las redes del crimen.

El desbordamiento de los márgenes de la legalidad, propiciado por la delincuencia, no garantizará un proceso electoral dentro de un ambiente de libertad y seguridad, por el contrario, estará marcado por un clima de miedo, amenazas y vendettas. El asesinato de precandidatos, precandidatas y candidatos a puestos de elección popular en los pasados procesos electivos, son los focos rojos que siguen activados, y que requiere acciones coordinadas de los tres niveles de gobierno.

No basta que se incremente el número de efectivos policiales o militares, porque los actores armados no son los más idóneos para garantizar la paz y la legalidad. El gran desafío lo tienen los partidos políticos y las mismas autoridades, que están obligadas a actuar con pulcritud y transparencia, y no ser comparsas de la ilegalidad y de componendas con actores delincuenciales, que se han enquistado al interior de las instituciones gubernamentales y de los mismos partidos políticos. La corrupción que se encuentra adherida dentro de las estructuras del poder, no se puede extirpar de forma abrupta, mientras no se depuren a los funcionarios y agentes que se acostumbraron a vivir de la extorsión y los moches, como si fuera parte de la gobernabilidad. Se tienen que acabar con las zonas porosas que existen dentro de las estructuras del poder público, que son las que permiten las transacciones ilícitas, al amparo del poder. Las mismas autoridades tienen que mantenerse al margen de esta contienda, porque su injerencia es lo que genera enojo, desconfianza y encono, porque se lucra con la pobreza y se toman banderas partidistas que desprestigian a los mimos partidos.  El destino del presupuesto público debe de manejarse con transparencia, sin la carga electorera que tradicionalmente utilizan los gobernantes., al igual que la construcción de obras, que siempre llevan el sello o el del partido que gobierna en el municipio o en el estado, como si fueran los dueños de estos fondos. Aun estamos lejos de que las contiendas electorales sean transparentes y pacíficas, porque quienes nos gobiernan no se manejan bajo estos principios, les pesa todavía la visión clientelar, facciosa, coactiva, utilitarista y mafiosa de los procesos electorales, que miden la calidad de nuestra democracia.

Mientras esto ocurre entre clase política, la población guerrerense se sigue hundiendo en el pantano de la pobreza. Cada mañana lo corroboramos en las principales avenidas de las ciudades, con las decenas de personas ambulantes, desde niños y niñas hasta adultos mayores. El crecimiento desmedido del ambulantaje nos invade por todos lados. La deserción escolar se incrementa en la medida que no hay alimento seguro en la casa y no hay dinero para comprar medicinas. Miles de familias del campo han cerrado sus casas para contratarse como jornaleros y jornaleras agrícolas en los estados fronterizos de Chihuahua, Sonora y Baja California. Mas de 15 mil personas indígenas de la Montaña, se han registrado en la casa de jornalero, siendo el 30 por ciento de niños y niñas.

El hambre será el principal flagelo en este 2021 para las familias guerrerenses, porque no hay ingresos seguros. Ni las ciudades turísticas cubrieron las expectativas económicas de los empresarios y trabajadores. Las remesas ya son insuficientes para cubrir las necesidades básicas y los subsidios gubernamentales, se diluyen ante los altos precios de la canasta básica. No hay dinero que alcance para comprar suficiente maíz y las medicinas básicas para sobrellevar los síntomas del Covid-19. El escenario se vislumbra incierto, sin opciones para hacer frente a esta calamidad. Los programas federales, ha pesar de su incremento en el presupuesto, no podrán atender la multiplicidad de necesidades básicas que requieren las familias pobres. Se necesita implementar programas especiales para cada región, tomando en cuenta su potencial productivo y las características de su población y de su habitat.

La falta de medicamentos tiene costos muy altos, no solo por lo inalcanzable de sus precios, sino porque en población vulnerable, como niños y niñas prematuras, mujeres con alto riesgo en su embarazo, adultos mayores con problemas de comorbilidad, que se encuentran en comunidades apartadas, tienen sus días contados. El numero de personas que fallecen por falta de atención médica, se ha incrementado y agravado con la llegada del coronavirus. Los pacientes y sus familias prefieren atenderse en sus domicilios, porque saben que en el único hospital que recibe pacientes en general, no cuenta con suficientes camas, con personal médico especializado, con estudios de laboratorio ni con medicamentos. Con estas deficiencias, hay fundados temores de que la gente muera en el hospital, no solo por Covid-19, sino por la obsolescencia de los servicios.

El grave problema de la violencia y la inseguridad, en la percepción de la gente común, la situación va de mal en peor. No hay un municipio que garantice seguridad a sus habitantes. Hemos constatado que los grupos de la delincuencia tienen controladas rutas y regiones, donde la población tiene que adaptarse a sus modos de operar. En la Tierra Caliente, la cuota, es una práctica generalizada entre los comerciantes que quieren mantenerse con sus giros económicos. En la región Norte, las disputas por las plazas y ciertos territorios mantienen en constante zozobra a la población. En la zona Centro y la Sierra, varias comunidades están en medio del fuego cruzado y en la disyuntiva de permanecer en sus domicilios o desplazarse fuera de la región. En el puerto de Acapulco, los asesinatos diarios muestran el nivel de empoderamiento de los grupos de la delincuencia, que están en constante pugna. En la Costa Grande, la población sigue padeciendo las peleas a muerte por el reparto territorial entre los grupos del crimen organizado, dejando inerme a la población. La Costa Chica y la Montaña, empiezan a resentir las divisiones que se han dado al interior de los grupos de la policía comunitaria, que ha sido aprovechada por la delincuencia, para irse posicionando de algunas cabeceras municipales.

Este panorama deja ver que la guardia nacional, no ha dado los resultados esperados. Su presencia, además de insuficiente, es meramente testimonial. Los mismos grupos de la delincuencia saben que no tienen órdenes para desarmarlos ni para desmantelar su estructura. En los lugares donde se han suscitado hechos de violencia, a causa de los conflictos agrarios, no han querido establecerse, porque requieren lugares seguros para acampar y que las partes en conflicto, lo soliciten por escrito. Pesa más el criterio burocrático entre los pueblos indígenas que requieren con urgencia su presencia para disuadir la confrontación, que contrasta con su intervención inmediata, para desalojar a los migrantes centroamericanos.

El 2021 llega con mucha pesadumbre, por la violencia imparable, sobre todo contra las mujeres y niñas que han sido víctimas de feminicidios y de un sistema de justicia patriarcal, que da un trato discriminatorio que vulnera sus derechos como víctimas. Lo más desolador es que en este año las autoridades estatales y municipales, sobrellevarán los problemas más agudos, con el pretexto de que no habrá presupuesto suficiente. La población por su parte, seguirá luchando por su sobrevivencia, sorteando su vida, en medio del coronavirus, el hambre y la violencia delincuencial. También será testigo de la disputa que protagonizarán los partidos políticos y sus candidatos, para agenciarse los cargos públicos, donde hay dinero seguro, protección garantizada y servicios de calidad. La brecha entre la clase política y el pueblo trabajador, seguirá ensanchándose y profundizándose en nuestro estado, mientras los que ambicionan el poder, sigan haciendo negocios privados,  pisoteando los derechos de la gente pobre.

Centro de derechos humanos de la Montaña, Tlachinollan

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-agenda-2021/

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Indonesia: Is It Safe For Children To Go Back To School?

Is It Safe For Children To Go Back To School?

Athira Nortajuddin

Teachers put face masks on students as a preventive measure against the COVID-19 coronavirus at an elementary school in Banda Aceh. (AFP Photo)

Back in November, the Indonesian government instructed all schools to be ready to reopen in January 2021. But the Indonesian Paediatric Society (IDAI) stated that reopening schools will lead to an increase in COVID-19 cases in the country. The group believes that virtual learning is the safest learning method for now.

Nevertheless, Nadiem Makarim, the archipelago’s Education and Culture Minister said that parents are free to determine whether to allow their children to go back to school or not.

In neighbouring Malaysia, the Ministry of Education announced that all educational institutions across the country will reopen on 20 January, 2021 after a nationwide closure since early November. The announcement however was met with mixed opinions as expressed by Malaysians on social media.

On one hand, unsurprisingly, parents are worried about sending their kids to school with Malaysia reporting some 1,000 to over 2,000 new cases of COVID-19 every day in recent months. On the other hand, some observers commented about the irony of parents bringing their children out in public but remain afraid to send them back to school.

The debate on reopening schools is not exclusive to Southeast Asian countries, but in other regions as well.

In the United Kingdom (UK), rows continue over whether pupils should return to school given the current virus restrictions as many of England’s primary schools are re-opening today. Nevertheless, UK Prime Minister Boris Johnson has urged parents to send their kids to school, adding that the risk was “very, very low.” But some parents are still unconvinced.

Education In A Pandemic

As of April 2020, when governments were still scrambling to contain the coronavirus, 188 countries around the world had imposed nationwide school closures, affecting over one billion pupils. Today, although some countries have eased virus restrictions, over 100 million learners worldwide are still affected.

Youth out of school COVID-19

School closures have caused the world’s children to face an “unprecedented education emergency,” according to Save the Children as almost 10 million kids may never return to school following the devastating health crisis.

Shuttered schools have also shifted face-to-face learning to e-learning where classes and lectures are conducted online such as via Zoom or Google Classroom. However, as not everyone has the luxury to access the internet or even own learning equipment such as a computer – COVID-19 has indeed deepened the digital education divide worldwide.

Girls particularly are vulnerable to the impacts of education disruption caused by school closures.

According to the United Nations Children’s Fund (UNICEF) as referenced in an article titled, ‘COVID-19 Leaves Millions of Girls at Risk of School Dropout in Asia-Pacific’ published in November – 20 percent of girls in East Asia and Pacific, close to 40 million of them in total, have not been able to access distance learning amid the pandemic and 69 percent of girls reported studying and learning less than usual.

Other than that, learning online in an informal setting at home can also affect students’ concentration and focus. Some may even resort to dropping out as they have lost interest in learning.

Malaysia has reported an increase in dropout rates among children at primary and secondary levels in 2020 – since the beginning of the pandemic. A 2020 survey jointly commissioned by the United Nations Population Fund (UNFPA) and UNICEF which aimed to evaluate the socio-economic state of households in low-cost flats in the nation’s capital city of Kuala Lumpur found that one out of five respondents said that their children had lost interest in school or are demotivated during the pandemic.

Therefore, it isn’t entirely a surprise that some parents are eager to send their children back to school to resume their education.

“Parents and students want schools to reopen and children back in school with much more stringent SOPs, including providing face masks to those who cannot afford them,” Tunku Munawirah Putra, honorary secretary of the Parent Action Group for Education Malaysia (PAGE) told local media.

“Some students may not be able to follow online learning, which makes them completely disinterested in schooling and learning,” she added.

Musa Nordin, a Malaysian consultant paediatrician and neonatologist also said that children rarely had severe symptoms of infection, were less likely to transmit the virus and were rarely responsible for household transmissions. However, he stressed that children should be taught basic precautions such as hand hygiene and physical distancing for them to practise at school.

In Vietnam when school reopened for the new academic year back in September, precautionary measures against COVID-19 including temperature checks and maintaining a safe distance were strictly imposed. Prior to the opening, schools conducted disinfection on the whole campus and classrooms, and were equipped with items like hand sanitizers, thermometers, medicine and face masks among other medical supplies.

«None of us can assume that this or that area is completely free of COVID-19, but we still have to continue our lives and kids need to head back to school with new normalcy,» said Le Bao Chau, the Vietnamese mother of a fourth grader.

In the UK, when asked if schools and nurseries should be re-opened or remain closed, Gemma Cocker told local media that “morally, I think they should close, but practically, no. It’s a hard one.”

Fuente de la Información: https://theaseanpost.com/article/it-safe-children-go-back-school

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EDUCACIÓN HONDURAS: Por la covid-19, un millón de jóvenes abandonaron las aulas

Centroamérica/Honduras/Noviembre 2020/https://www.oncenoticias.hn/

La covid-19, al igual que en muchas otras naciones, golpeó duro a todos los sectores del país, la educación no fue la excepción y más de un millón de niños perdió el año escolar por culpa de la pandemia.

Aproximadamente un millón de niños y adolescentes abandonaron el sistema de educación en el país por la suspensión de clases y el “encierro” aplicados para contener el virus.

“Casi un millón de jóvenes renunciaron a la escuela en Honduras este año”, alertó la organización Casa Alianza, en un informe presentado.

En el mismo, la organización que vela por la protección de menores en América Latina, anunció que, de casi 1.8 millones de alumnos matriculados, más del 60% dejó sus estudios en el abandono.

Se detalló además, que la “deserción escolar”, afectó principalmente a las escuelas y colegios públicos de zonas de bajos recursos económicos.

Por otro lado, se aclaró que las escuelas privadas también sufrieron esta problemática, ya que los padres de familia perdieron sus empleos y no pueden pagar una “educación virtual”.

Honduras que ya suma más de 105 mil contagios y más de dos mil fallecidos, impuso el confinamiento obligatorio en marzo cuando aparecieron los primeros casos de coronavirus en la población.

Los países del triangulo norte, mantienen las tasas de homicidio más altas del mundo, producto de las pandillas y el crimen organizado que siembran el terror.

Casa Alianza concluyó que el abandono estudiantil  “es grave”, pues los menores están en riesgo de caer en exclusión social o unirse a estos grupos criminales que operan en el país.

Fuente: https://www.oncenoticias.hn/educacion-por-la-covid-19-un-millon-de-ninos-abandono-las-aulas/?

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Colombia: Casi 100.000 niños abandonaron el colegio por la pandemia

América del Sur/Colombia/01-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

A reporte de agosto, había 102.880 niños retirados del sistema educativo, según cifras del Ministerio de Educación.

Esta semana, el Ministerio de Educación publicó las estimaciones y proyecciones de deserción escolar en los distintos niveles de formación para determinar cuántos niños, niñas y adolescentes abandonaron el colegio por la emergencia causada por el COVID-19.

De acuerdo con esta cartera, a reporte a agosto, el número de estudiantes retirados según el Sistema de Matrícula (SIMAT) es de 102.880 niños, de los más de 9 millones de niños del sistema, lo que representa el 1,1%, cifras que se continuarán consolidando en el transcurso del año.

El año pasado, se estima que el 2.99% de los estudiantes desertaron. La cifra se calcula comparando el número de retirados al final del año lectivo versus el total de matriculados.

De acuerdo con la Encuesta Pulso Social (DANE – EPS), que se aplica en 23 ciudades capitales de departamento y áreas metropolitanas (aproximadamente 15 mil personas – jefes de hogar), arrojó que en el 87,4% de los hogares continuaron las actividades educativas o de aprendizaje desde que se cerraron las escuelas/colegios a causa de la pandemia y en el 4,5% no continuaron estas actividades educativas. En el restante 8,1% de hogares los niños o niñas no participaban en estas actividades educativas antes de la pandemia.

¿Quiénes son los más afectados?

Los estudiantes de formación preescolar y media son los más afectados de manera particular por la reducción de ingresos en sus familias. Según el MEN, el Ministerio de Hacienda creó una línea de crédito para el pago de pensiones de jardines y colegios privados, que a la fecha reporta una cifra de otorgamiento de créditos para 57.776 estudiantes y sus familias, condonables en un 100% para los estratos 1 y 2, y que actualmente se encuentran en proceso de legalización.

¿Dónde están las fotógrafas colombianas?

En cuanto a universidades, el 83% de las Instituciones de Educación Superior (IES) reportaron que, tras casi seis meses de pandemia, esperan que los efectos en los indicadores de educación superior para el segundo semestre de 2020 (inscripciones, matrícula, deserción y ausencia intersemestral) serán significativamente menores a los que se esperaban al inicio de la pandemia. Se destaca por ejemplo que cerca del 70% de las IES públicas del país no perciben disminución en sus matrículas de pregrado e incluso el 45% reconocen un crecimiento en su matrícula para este segundo semestre.

“La dinámica misma de la pandemia, el proceso de desarrollo de la vacuna y el proceso de inmunización, como lo ha expresado el Ministerio de salud, es un proceso que requiere del concurso de todos y justamente de poder interpretar desde los distintos sectores el momento que vivimos. Lo cual en nuestro sector implica promover escenarios educativos que logren observar los protocolos de bioseguridad, las medidas de distanciamiento social, y autocuidado y al mismo tiempo le devuelvan al proceso educativo espacios de presencialidad combinándolo con el trabajo en casa”, dice el Ministerio de Educación en un comunicado.

Algunos sindicatos de maestros como FECODE se han pronunciado sobre el llamado “modelo de alternacia” convocando a paros virtuales, en muestra de desacuerdo. “Hay inconveniencia del regreso a clases presenciales sin condiciones y en medio del contagio, sumado a la congestión del precario sistema hospitalario dentro de las condiciones caóticas de la salud pública. También planteamos los argumentos legales y la deficiencia de las condiciones en la infraestructura y las dotaciones de las Instituciones escolares de la ciudad”.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/100000-ninos-abandonaron-el-colegio-por-la-pandemia/

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