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Investigadores están abandonando la academia

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Mucho antes del Coronavirus, científicos y académicos alrededor del mundo ya consideraban dejar sus áreas, pero la pandemia ha hecho la situación mucho peor.

La deserción en la academia no es nueva ni resultado de la pandemia. Desde hace unos años, los científicos están abandonando el trabajo en la academia a un ritmo sin precedentes. La incertidumbre laboral debido al creciente número de graduados y los pocos puestos de planta en universidades, la cultura del “publicar o morir”, el burnout y una crisis de salud mental en la academia, son solo algunos de los factores que han llevado a que cada vez más científicos dejen la ciencia.

En el 2018 se publicó una investigación sobre el cambio demográfico de las carreras científicas, específicamente en los campos de astronomía, ecología y robótica. Según sus descubrimientos, en la década de los sesenta, la vida laboral de un científico duraba 35 años, en comparación, para el 2010 la carrera científica promedio era de cinco años.

Para Staša Milojević, profesora asociada de la Escuela de Informática, Computación e Ingeniería de la Universidad de Indiana y autora del estudio, el cambio se debe en parte a la creación de puestos postdoctorales o “permadocs” ya que son trabajos supuestamente temporales de los que depende cada vez más la investigación académica. Muchos de estos puestos de apoyo eran pensados para estudiantes graduados y duraban de tres a cinco años; ahora se ha vuelto una especie de prerrequisito para puestos permanentes que muchas veces ni siquiera se les da. «La existencia del puesto de posdoctorado definitivamente ha cambiado la dinámica del laboratorio […] Ha permitido que las personas permanezcan más tiempo en el campo con la esperanza de conseguir un puesto más permanente. Creo que la existencia de tantos puestos de posdoctorado está conduciendo al cuadro de deserción que estamos viendo», dijo Milojević.

Además, Milojević y sus compañeros señalan en el estudio que la producción científica actual se ha caracterizado por un crecimiento exponencial de profesionales y publicaciones, el trabajo en equipo, lo cual ha sido impulsado por distintos factores como la necesidad de más técnicos y científicos de planta.

“La existencia de tantos puestos de posdoctorado está conduciendo al cuadro de deserción que estamos viendo”.

Ellos consideran que este trabajo en conjunto ha provocado que cada vez sean menos el número de científicos que son primeros autores en publicaciones. También han aumentado los títulos de doctorado pero el número de puestos no ha crecido a la par, generando falta de oportunidades. Por si fuera poco, aquellos académicos con experiencia tienen mayor posibilidad de encontrar trabajos más lucrativos en el sector privado. Por ejemplo, debido a la gran cantidad de aplicaciones de consumo, el área de científicos expertos en robótica tuvo una de las tasas de deserción más altas. Lo opuesto sucedió con los astrónomos, que son más propensos a quedarse en el mundo académico, según el estudio.

La academia y la pandemia

Aunque es muy temprano para conocer el impacto del COVID-19 en la academia, muchos investigadores están buscando un plan de salida. Este éxodo se debe a que la pandemia los ha hecho reevaluar sus oportunidades de obtener un empleo permanente en una institución. A medida que las universidades alrededor del mundo buscan adaptarse a los retos que ha traído el coronavirus, muchas instituciones han optado por congelar contrataciones o dan poca esperanza de ofrecer una carrera estable en la academia. Esto ha orillado a muchas científicas y académicos a buscar trabajo en el gobierno o el sector privado, enfrentándose a una dura competencia.

Además, muchos de los estudiantes de posgrado tienen un futuro incierto. Según el estudio, The Quiet Crisis of PhDs and COVID-19: Reaching the financial tipping point, se espera que cerca de un 45 % de estudiantes de posgrado desistan de sus investigaciones. Parte del problema es que han sido excluidos de laboratorios y bibliotecas por seguridad durante la pandemia, esto causó que ya no recibieron su pago ya que no tienen donde trabajar, a diferencia de aquellos que cuentan con un contrato permanente en las instituciones.

Debido al coronavirus, estos estudiantes se enfrentan a la necesidad de parar sus estudios ya que no tienen acceso a sus lugares de trabajo o, si su universidad lo permite, arriesgarse a contagiarse al ir al campus. Ante esta disyuntiva, muchas científicas y académicos han intentado seguir adelante con sus estudios y experimentos desde casa. Este último punto es viable para muy pocos ya que no cuentan con los medios ni para llevar a cabo las investigaciones ni para sobrevivir, ya que el sueldo de muchos se ve limitado por recortes de la universidad o porque no son empleados permanentes de las instituciones así que no cuentan con apoyos de emergencia para enfrentar esta situación.

Por otro lado, ante las cancelaciones de conferencias, eventos presenciales y los cierres de fronteras, se han perdido pasantías, colaboraciones internacionales, posibilidades de hacer networking y presentaciones, lo que ha complicado los medios de financiación.

Factores como la falta de apoyo económico, opciones laborales, motivación y problemas personales por la pandemia resultan en la deserción de la academia, correr el riesgo de presentar una tesis de menor calidad o no publicar nada durante estos meses de pandemia. Con cada vez más graduados y menos oportunidades laborales, esto perjudica sus posibilidades de tener un buen futuro en el área. Cada vez es menor el número de científicos que encuentran un empleo permanente y bien remunerado.

Preocupaciones globales: el caso de Australia

Un informe titulado “Impacto de la pandemia en la fuerza laboral investigadora de Australia”, reportó que cerca de 21 mil empleados universitarios están en riesgo de perder su trabajo debido a la pandemia. Esto ha dejado preocupados a aquellos investigadores con contratos a corto plazo o que están iniciando su carrera. Por otro lado, en una encuesta realizada por el “Foro Investigador de Carrera Temprana y Media de Australia” (EMCR por sus siglas en inglés), se preguntó a 333 investigadores australianos en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la medicina (STEM por sus siglas en inglés). En el reporte se descubrió que el impacto de la pandemia ha sido terrible, especialmente en su productividad y salud mental. Esto ha resultado en que consideren renunciar a la academia.

Los encuestados compartieron que su ansiedad ha aumentado y no sólo debido a la pandemia, sino también debido a la incertidumbre en su situación laboral. También temen por la pérdida de ingresos universitarios, además de recortes de empleos y salarios. Al igual que con los estudiantes de posgrado, muchos científicos han tenido que poner sus investigaciones en pausa o pasarlo a un segundo plano, ya que enfrentan mayor carga en sus trabajos de docencia y labores administrativas, además de cumplir con tareas personales como apoyar en la educación de sus hijos.

En el caso de la investigación científica, muchas veces el éxito profesional va acompañado de la acumulación constante de indicadores de desempeño como publicaciones, premios, ponencias o citas. Esto se ha convertido en un reto para los nuevos investigadores o los menos establecidos en el área, limitando sus medios de obtener financiación en el futuro o estabilidad laboral.

Cada investigador es el producto de más de diez años de educación y capacitación continua. Es una lástima que cada vez más investigadores no puedan asegurar un futuro estable en la academia, sea a corto o largo plazo. El apoyo a científicas y académicos y la creación de oportunidades es fundamental ya que podría llevar generaciones recuperar la fuga de talento que ha habido en los últimos años.

El estatus de «postdoc» debería de durar solo unos 3-5 años pero ahora se extienden cada vez más. Esto, en parte, es porque las universidades buscan producir un mayor número de artículos científicos y es más barato hacerlo a través de contrataciones temporales. Además, como se ve desde el 2018 con el estudio de Staša Milojević, cada vez se promueve más la producción científica en equipo, reduciendo la posibilidad de que académicos jóvenes puedan ser primeros autores, destacar, y avanzar en su carrera.

Para combatir esta problemática mundial se requiere una cooperación entre el gobierno, las universidades, los organismos de financiación y los propios investigadores para crear más empleos permanentes, dar más apoyo a los estudiantes de posgrado. Se necesita apoyar no sólo de manera económica pero dando el material para seguir con las investigaciones incluso en cuarentena, dar claridad sobre el futuro de aquellos que interrumpieron sus investigaciones, ya sea en fecha de presentaciones, financiamiento, solicitudes o evaluaciones. Después de todo, fue gracias al esfuerzo de un sinfín de científicos e investigadores alrededor del mundo que se logró desarrollar la vacuna contra el COVID-19 en tiempo récord.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/exodo-investigadores-academia

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Educación técnica ¿un camino para los que no pueden más?

Por: Catherine Piña

La invitación a hacerse técnicos no debe ser vista como una invitación a fracasados del sistema educativo, ni como una ruta corta que acaba con un certificado en mano que permite ejecutar una tarea, y ya.

Tengo más de una década trabajando única y exclusivamente con la educación técnica y su impacto en la empleabilidad y gracias a mi trabajo he conocido muchos jóvenes que han elegido hacerse técnicos. Al observarlos y ver su empuje y sus temores llego a la conclusión de que hay un mito que debemos desmontar de manera definitiva: la educación técnica no debe ser vista jamás como una invitación a los y las adolescentes fracasados del sistema educativo, ni como una ruta corta que acaba con un certificado en mano que permite ejecutar una tarea, y ya.   

Cuando hablamos de dignificar las carreras técnicas nos referimos a crear condiciones que las hagan más valoradas por la sociedad y que incidan en que al momento en que un joven va a elegir carrera, éste perciba que, dentro de todas las opciones, la ruta técnica es su mejor camino al éxito y no la ruta alterna que tuvo que elegir porque no quedaba de otra.

Para que esto sea así, lo primero que deberíamos tener asegurado como sociedad es que en nuestro país existan carreras técnicas como tales y no solo programas de educación o formación aislados entre sí. Necesitamos que los programas que existen y los que se creen, independientemente sean regulados por MINERD, MESCyT o INFOTEP, sean capaces de articularse entre sí como peldaños de un proceso, que permita a los y las jóvenes que elijan la ruta técnica, llegar tan lejos como quieran llegar. Cada uno de los títulos obtenidos en una ruta de carrera técnica, a la vez que conecta con un próximo nivel de educación o formación, debe permitir que la persona asuma responsabilidades que mejoren sus ingresos.

La ruta tradicional, la que indica que después de ser bachiller hay que completar una carrera de grado universitario para acceder a un empleo de calidad, exige un tiempo que no todos pueden esperar para empezar a cubrir sus propias necesidades, y un esfuerzo extraordinario que además es frágil ante cualquier eventualidad. La ruta de las carreras técnicas provee más rápidamente de destrezas para asumir una ocupación que la ruta académica tradicional y, además, las provee en un formato que, por ser más práctico, suele enganchar mejor al estudiante, lo que previene más efectivamente la deserción.

Las carreras técnicas son una ruta dignificante y ascendente, tanto para la formación y el estudio, como para el empleo. ¡De ninguna manera son la salida para los “fracasados”, los que no pueden porque no tienen recursos o porque no dan para más!

Son una ruta que genera bienestar social y, a la vez, modelan las capacidades productivas que nuestro país requiere para asegurar la oferta de productos y servicios de calidad que nos hagan competitivos local y mundialmente.

Actualmente, MINERD, MESCyT e INFOTEP como reguladores de los tres sistemas de educación y formación de nuestro país, están ocupados en los esfuerzos de intercomunicar y de diseñar programas que conduzcan a ocupaciones. A nosotros, como sociedad, nos toca reconocer y apoyar el esfuerzo, y orientar a los más jóvenes para que puedan tomar el camino que más le conviene para su futuro. Y trillar así, el sendero del éxito profesional.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educacion-tecnica-un-camino-para-los-que-no-pueden-mas-8902331.html

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El Salvador: Colegios con problemas de matrícula en educación inicial y preescolar

América Central/El Salvador:/22-01-2021/Autora: Susana Joma/Fuente: www.elsalvador.com

El hecho de que los niños no reciben educación presencial desmotiva a los padres, por lo cual algunos se abstienen de matricularlos. La matrícula de preescolar y kínder en colegios ha caído no menos de un 50 % y se ha roto la continuidad educativa, advierte especialista.

Los centros educativos privados que brindan servicios de educación inicial y preescolar, a niños de entre 0 y 6 años, han empezado el 2021 con problemas de matrícula escolar, informó Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES).

El fenómeno surge mientras el país experimenta alza en los casos de COVID-19 y las autoridades educativas han postergado de forma indefinida el regreso a clases presenciales, supeditando la enseñanza a la modalidad virtual.

“En el grupo etario de educación inicial y educación Parvularia definitivamente que el sistema educativo privado y también el sistema educativo público tiene serias dificultades para atenderlo”, afirmó el dirigente de la ACPES a mediados de la semana, durante una entrevista con este periódico.

Hernández Amaya explicó que este fenómeno se debe a que para formar a estos infantes es necesario darles atención presencial o semipresencial, en donde lo que se busca es lograr la adaptación de los pequeños al sistema educativo, pero que eso es algo que en este momento no es viable.

“Entonces cuando se van buscando principios de adaptabilidad, de aprendizaje, de manejo de la motricidad, de otros temas que tienen que ver técnica y exclusivamente para esos grupos etarios, el ofrecerles un servicio educativo virtual se vuelve de repente un motivo que significa la deserción o el ausentismo del estudiante en esos niveles”, comentó.

La deserción escolar en el nivel de parvularia y educación inicial obliga al cierre de instituciones de enseñanza. Foto EDH

El dirigente de la ACPES sostuvo que muchos padres que tienen hijos en edades que corresponden a estos niveles de enseñanza están optando por no matricularlos, ante el hecho de que no les pueden brindar atención presencial.
“Hemos experimentado algunas matrículas muy bajas en este año escolar en estos niveles”, aseguró.

Afirmó que si bien al cierre del año pasado 15 colegios que brindan varios niveles educativos habían definido cerrar operaciones por problemas financieros, resultado del impago de los padres, ya en este inicio del 2021 algunos colegios de educación preescolar, kínder y Parvularia en un momento dado le han externado intención de cerrar porque sus presupuestos, que dependen de la matrícula y colegiatura, no les resultan suficientes para continuar.

Comentó que una cadena de colegios que brinda estos servicios educativos, en la capital, se vio durante estas primeras semanas de enero precisamente en esa disyuntiva de cerrar tres de sus sedes, pero al final encontró una alternativa.

Aunque Hernández Amaya se abstuvo de brindar el nombre del centro educativo, porque dijo no tener autorización para hacerlo, señaló que al final las autoridades del centro educativo privado obtuvieron un permiso provisional del Ministerio de Educación (MINED) para reubicar a sus alumnos en otro local que significa menos inversión; esto evitó su cierre.

El mobiliario del kínder pasitos fue vendido a otras instituciones y a padres de alumnos. Foto EDH / Francisco Rubio

El viernes, al cierre de la semana, se conoció también que el Colegio María de Bruner, conocido como kinder Pasitos, cerró sus puertas luego de 35 años de funcionar. Las responsables informaron que tuvieron una deserción del 20 % de los niños.

Paralelo a la difícil situación de estos colegios, el representante de la ACPES externó preocupación ante el hecho de que este sector poblacional, sobre todo los del nivel inicial quede rezagado, pues a su criterio el sistema educativo público no está en condiciones de atenderlo.

Según afirmó, el sistema de enseñanza pública no tiene una mínima cobertura de educación inicial; además, este año tampoco brindará la educación presencial que está buscando el padre de familia, lo cual implica que el niño quedará sin acceder a servicios educativos.

Describió que si bien hay algunas oficinas de gobierno que cuentan con Centros de Desarrollo Infantil (CDI) para los hijos de sus empleados, esto no garantiza una cobertura total de esa población.

“Entonces lo que vamos a comenzar a ver es que la brecha que hay de no cobertura del nivel de educación inicial se va ampliar, educación Parvularia igual, consecuencia de que las oportunidades van a ir siendo cada día menores para ir atendiendo estos niveles”, advirtió.

El dirigente de la ACPES subrayó que en el marco de esta pandemia los niños quedarán fuera del sistema porque sus padres están a la espera de que el servicio educativo se dé un 50 % o 100 %; o van a tener que esperar cumplir la edad para poder entrar a un nivel en el que pueda ser más autodidacta de lo que es en este momento.

Señaló que es de lamentar la difícil situación en que están los colegios que brindan estos servicios educativos, puesto que a su criterio el que uno de ellos quiebre es impactante: “El cierre de un colegio es como la muere de un hijo, eso es durísimo. Ver a una persona que ha sido dueña de un colegio 30 años y después verlo frustrado es para darle un pésame”.

Para 2019, según datos oficiales, la matrícula final de estudiantes de Educación Inicial fue de 14,149 niños, mientras que en Parvularia alcanzó los 209,365.

Al iniciar el 2020 hubo 3,737 niños matriculados en Educación Inicial y 205,202 en Parvularia, pero todavía no se conoce cuántos de ellos finalizaron.

El especialista educativo, Óscar Picardo, a partir de sondeos que realiza estimó que la matrícula de preescolar y kínder en colegios ha caído no menos de un 50 % y se ha roto la continuidad educativa; con lo cual no descarta que centros más pequeños, débiles en sus finanzas cierren, sobre todo porque no tendrán ingresos con el tema de útiles y uniformes.

“El impacto pedagógico de preescolar y primer ciclo será dramático para el futuro escolar de los niños”, subrayó.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/clases-colegios-problemas-matricula-educacion-inicial-preescolar/796791/2021/
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Educación y salud, principales retos de El Salvador en el índice de progreso social

América Central/El Salvador/15-11-2020/Autora: Magdalena Reyes/Fuente: www.elsalvador.com

El Salvador ha tenido avances más lentos en estos indicadores, lo que lo posiciona en los últimos lugares a nivel de América Latina.

La baja matrícula en educación primaria y secundaria siguen siendo de los principales retos que tiene el país en el Índice de Progreso Social.

Así lo revela el documento titulado: “Cerrar las brechas de progreso social: prioridades y propuestas para El Salvador”, presentado ayer por la Fundación Poma, que junto al Centro de Progreso Social son los encargados del análisis y comportamiento del Índice de Progreso Social (IPS).

En el documento se analiza el país en tres momentos: la evolución del progreso social hasta el año 2019; una apreciación del impacto negativo de la pandemia durante 2020; y las dificultades económicas y fiscales que amenazan el progreso social en el futuro próximo.

“En el nivel de matrícula estamos en el último lugar de América Latina. Otro de los retos es la calidad de educación, poder hacer que los niños tengan acceso a calidad de educación”, se detalla.

El bajo acceso a internet que impide que los alumnos lleguen a los materiales remotos y las altas tasas de criminalidad son de los principales aspectos negativos que revela el informe.

En términos de inseguridad ciudadana, El Salvador se posiciona en el puesto 15 de 17 países.

“Los datos son de 2019, previo a la pandemia y antes que este Gobierno iniciara gestión”, detalló el coordinador del Centro de Progreso Social, Manuel Sánchez Masferrer.

Indicó que el objetivo del informe es ofrecer alternativas para aumentar el IPS de los salvadoreños.
El investigador destacó que el IPS está compuesto de varios indicadores agrupados en 12 componentes que representan diferentes aspectos del bienestar.

“En ese índice El Salvador está en la posición 14 de entre los 17 países de Latinoamérica y a nivel mundial está en la posición 94 entre 164 países”, explicó Sánchez Masferrer.

Esto significa que el país tiene un progreso social medio bajo, ya que a nivel de Latinoamérica únicamente está mejor posicionado que Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Hace 10 años estaba en la posición 85, pero esto se debe a que los demás países han avanzado de manera más rápida.

Necesaria inversión social
En un contexto impactado por el COVID-19, que ha exigido mayor gasto para atender la pandemia y ante la apremiante situación fiscal, no se puede dejar de lado invertir en lo social para no comprometer los niveles alcanzados en el IPS, indicó el experto.

ADEMÁS: Más de 44 mil estudiantes han abandonado los colegios privados debido a la difícil situación económica

“Estamos relativamente rezagados en comparación a la región, por eso es importante mantener aquellas cosas que son claves durante este periodo difícil en términos económicos”, apuntó.

Por su parte, el vicepresidente de Fundación Poma, Alejandro Poma, destacó la importancia del documento que están presentando.

“Además de estudiar los principales indicadores de bienestar a través de la metodología del Índice de Progreso Social (IPS), este documento es un esfuerzo que pretende brindar propuestas de política pública, basadas en un análisis técnico, objetivo y ejecutable”, subrayó Poma.

Agregó que desde el inicio de la pandemia, la Fundación Poma ha tomado un rol protagónico para aliviar necesidades urgentes en comunidades vulnerables y también ha contribuido, junto a organizaciones aliadas como el Centro de Progreso Social y ESEN, a la formulación de soluciones y propuestas en los momentos más críticos.

“Seguiremos poniendo al servicio de El Salvador nuestra experiencia, porque estamos convencidos de la importancia de cuidar los avances en materia de progreso social y evitar retrocesos”, enfatizó Poma.

¿En cuáles indicadores ha mejorado el país?

De acuerdo al análisis, El Salvador es un país con una mortalidad materna relativamente baja en América Latina; la mortalidad infantil también ha disminuido en los últimos 20 años.

Además revela que el acceso a la telefonía celular es otro indicador en los que está bien y que tiene pocas emisiones de gas invernadero.

También se ha mejorado en el goce de los derechos políticos y en el goce de la libertad religiosa.

Sin embargo, son componentes por los que se debe velar que no haya un retroceso, tomando en cuenta que el avance de El Salvador en el IPS ha sido lento, en comparación con los demás países.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/fundacion-poma-educacion-salud-indice-progreso-social/775287/2020/
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¿Educación a distancia en escuelas públicas?

Por: Tahira Vargas García

Las decisiones sobre cómo y cuándo iniciar el año escolar deben surgir de un proceso consultivo y de reconocimiento de la realidad y las condiciones microlocales y familiares en el ámbito nacional con énfasis en darle al estudiantado voz y voto.

El inicio del año escolar para la educación pública se muestra ante un dilema en el que se han planteado alternativas de educación a distancia combinada con educación virtual para los lugares con acceso a internet y el uso de la radio y televisión para aquellos hogares con dificultades de conectividad.

La experiencia de investigación en centros educativos ubicados en distintos contextos rural, urbano y urbano marginal nos presenta que un proceso educativo a distancia y/o virtual puede presentar ciertas barreras como las siguientes:

  • La educación a distancia necesita de la integración de la familia en el seguimiento y monitoreo del mismo sobre todo en la población infantil. Los hogares en nuestro país cuentan con estructuras familiares muy diversas como son: familias monoparentales matrifocales donde viven madres-hijos/as o abuelas/nietos/as, monoparentales patrifocales con padres-hijos/as, extensas con abuelas-tíos-tías-primos/as, nucleares formadas por padres o padrastros-madres-hijos/as y unipersonales en las que viven niños, niñas o adolescentes solos.
  • Las condiciones estructurales de pobreza y pobreza extrema presionan a casi todas las personas que forman parte del hogar (incluyendo a niños y niñas) a buscar alternativas de obtención de ingresos fuera del mismo. La asistencia al centro educativo de forma regular durante el día (más aun con las jornadas extendidas) favorecía su protección y seguridad, en caso contrario se quedarían solos en los hogares o con hermanos y hermanas mayores que muchas veces son también niños/niñas o adolescentes. Se dificulta así el proceso de seguimiento por las personas adultas responsables y estarían muchos niños, niñas y/o adolescentes solos en el hogar frente a un televisor/radio o laptop para recibir educación a distancia, lo que no garantiza su efectividad.
  • El proceso educativo ha descansado y descansa en las mujeres por el rol tradicional-sexista que le asigna la sociedad de madre y educadora. Establecer un proceso educativo a distancia sobrecarga a las mujeres de las familias que tienen que dedicarse a actividades productivas y reproductivas que de por sí ya las tiene bastante sobrecargadas por la escasa integración de muchos padres (en caso de que residan en el hogar) a las mismas, sea porque trabajan fuera del hogar, y cuando llegan o antes de salir tienen que preparar los alimentos y resolver labores domésticas o al regreso de realizar sus actividades como empleadas o en el sector informal. En el caso de las mujeres que no realizan actividades remunerativas tienen una gran sobrecarga con las tareas de cuidado de niños y niñas pequeños y las labores domésticas entre ellas la elaboración de alimentos.
  • Las familias tienen en su interior varios hijos, hijas, nietos, nietas o sobrinos/as de distintas edades y en diferentes cursos y niveles. Un solo dispositivo (televisor, radio o laptop) no resolvería la demanda de la población estudiantil al interior de las familias.
  • La ausencia de interacción entre estudiantes puede incrementar el desinterés de niños, niñas y adolescentes a recibir clases a distancia. Estudios realizados en centros educativos muestran que uno de los principales atractivos (a veces el único) para la asistencia de niños, niñas y adolescentes es la interacción con sus pares. La ausencia de esta interacción puede convertirse en un factor de riesgo para el ausentismo escolar.

Las condiciones antes descritas muestran un posible incremento de riesgo de ausentismo y deserción junto al trabajo infantil que se puede convertir en la opción para tener a niños, niñas y adolescentes integrados a la búsqueda de la sobrevivencia en medio de la crisis y la precariedad económica.

Las decisiones sobre cómo y cuándo iniciar el año escolar deben surgir de  un proceso consultivo y de reconocimiento de la realidad y las condiciones microlocales y familiares en el ámbito nacional con énfasis en darle al estudiantado voz y voto, junto al personal docente y de gestión de los centros, familias y comunidades para que la presión de tratar de salvar el año escolar no se revierta generando un incremento de las desigualdades, deserción, vulnerabilidad de la niñez y adolescencia perteneciente a los sectores más pobres.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY 

Fuente: https://acento.com.do/opinion/educacion-a-distancia-en-escuelas-publicas-8848088.html

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México: Por Covid-19, 10% de los alumnos abandonaron la escuela básica

América del Norte/México/09-08-2020/Autora: Laura Poy Solano/Fuente: www.jornada.com.mx

El subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, informó que en el contexto de la epidemia del Covid-19, al menos 10 por ciento de los 25 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria que cursaban sus estudios en México, abandonaron las aulas, cifra que alcanza 8 por ciento de los más de cuatro millones de estudiantes universitarios.  .

 Al presentar el programa Rechazo Cero con el que se prevé ofertar más de 37 mil 977 lugares en 185 instituciones de educación superior, públicas y privadas, señaló que se presentará la oferta de estudios por estado y municipio, a fin de que se puedan consultar en el portal electrónico www.rechazocero.gob.mx, cuya inscripción inicia a partir del 21 de agosto.

En conferencia vespertina en Palacio Nacional, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, anunció que también se contará con una nueva modalidad de servicio social en la que jóvenes que egresen de sus estudios universitarios podrá dar clases a niños y adolescentes en rezago.

Se trata de establecer relaciones de tutoría, para que quienes estudien una ingeniería pueda ayudar a niños y jóvenes a estudiar matemáticas, física o química, es una propuesta que vamos a presentar próximamente, explicó.

Carmen Rodríguez Armenta, directora general de Educación Superior, reiteró que el regreso a clases se dará “sólo de forma virtual para todos los estudiantes universitarios, hasta en tanto no exista otra indicación de las autoridades sanitarias”, por lo que recordó que existen protocolos y lineamientos para preparar el regreso a clases presenciales.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/08/08/por-covid-19-10-de-los-alumnos-abandonaron-la-escuela-basica-9747.html

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Persisten bajos niveles educativos en comarcas indígenas en Panamá

América Central/Panamá/27-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Altos índices de analfabetismo, reprobación y deserción escolar persisten hoy en los pueblos originarios de Panamá, pese a los avances registrados en este sector, la estrella del ‘buen gobierno’ del presidente, Laurentino Cortizo.
Según el Índice de Pobreza Multidimensional de Niños y Adolescentes, realizado por Naciones Unidas, entre el 81 y el 99 por ciento de los menores que residen en las comarcas Ngäbe-Buglé, Guna Yala y Emberá Wounaan viven en esta condición, por ende los niveles educativos distan mucho del resto del país.

En Panamá, ‘los altos índices de deserción y repetición en estos territorios están asociados a la crisis social y económica que impera en los pueblos indígenas y a la falta de propuestas y soluciones más eficaces, que requieren de la participación de las autoridades tradicionales’, precisó la Evaluación Sociocultural para el Plan de Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas (2018).

A juicio del diario local La Prensa, el sistema educativo panameño marca una diferencia de 95 puntos entre los alumnos con más y menos recursos, lo que no solo perpetúa la segregación social, sino que ahoga las expectativas de un futuro mejor.

El artículo, publicado tras conocerse los resultados de la prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), reveló que en una escala promedio de los exámenes de lectura, ciencia y matemática, el Itsmo ocupó el lugar 71 entre los 79 evaluados, lo cual constituye un reflejo de la desigualdad imperante.

La nación centroamericana invierte apenas el 3,3 por ciento de su Producto Interno Bruto en educación, uno de los más bajos del continente, de ahí que en el anterior gobierno (2014-2019) los gremios magisteriales escenificaron masivas protestas para exigir al menos el seis por ciento que establece la Constitución.

Recientemente el Consejo de Gabinete aprobó un crédito adicional de nueve millones 816 mil dólares al Ministerio de Educación para mejorar la infraestructura de los planteles docentes, que en el caso de las comarcas indígenas suelen ser ranchos escuelas.

Entre los anuncios realizados por Cortizo durante su recorrido por la empobrecida comarca Ngäbe Buglé en agosto último sobresalieron la creación de una universidad, la entrega de becas para continuar estudios superiores y de textos escolares de manera gratuita a los estudiantes de sus 378 escuelas, a partir del curso 2020.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=330381&SEO=persisten-bajos-niveles-educativos-en-comarcas-indigenas-en-panama
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