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Foto del mes | Enric Fontcuberta, EFE

Por varios días se reiteraron las protestas en Madrid y Barcelona contra la detención del rapero español Pablo Hasél, condenado a nueve meses de prisión y una multa de 30.000 euros por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona de España. Para detenerlo la Policía ingresó el martes 16 de febrero a la Universidad de Lleida, en Cataluña, donde se había atrincherado. Su encarcelamiento fue repudiado por organizaciones como Amnistía Internacional y por las manifestaciones diarias que terminaron con decenas de heridos y detenidos. Barcelona, 17 de febrero.

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Febrero 2021 | Saul Loeb, AFP

Richard Barnett fue uno de los partidarios del expresidente estadounidense Donald Trump que tuvieron más visibilidad el 6 de enero, cuando una multitud tomó por asalto el Capitolio para evitar que el Congreso ratificara la victoria electoral de Joe Biden. Llegó hasta la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y posó allí para los fotógrafos. El episodio terminó con cinco muertos y los congresistas evacuados del edificio.

Barnett fue también uno de los primeros en ser detenidos, cuando volvió a Arkansas. Está acusado de entrar de manera violenta a un edificio con acceso restringido, participar en disturbios y robar propiedad pública, en este caso, cartas que encontró en la oficina de Pelosi.

En sus redes sociales, Barnett, de 60 años, había defendido posiciones afines al supremacismo blanco y había dicho que estaba preparado para una muerte violenta.

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Foto: Saul Loeb, AFP


Enero 2021 | Juan José Peralta / ABI / AFP

Después de unas 20 horas de debate, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó el 11 de diciembre el proyecto de ley que legaliza el aborto hasta la semana 14 de gestación. Una multitud celebró frente al Congreso el resultado de esa sesión, que permitió que el proyecto pasara a consideración del Senado. Votaron a favor 131 diputados, 117 lo hicieron en contra y seis se abstuvieron. La iniciativa, identificada con los pañuelos verdes, ha sido un reclamo emblemático del movimiento feminista argentino.

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Foto: Ronaldo Schemidt, AFP


Diciembre 2020 | Juan José Peralta / ABI / AFP

El domingo 8 de noviembre el economista Luis Arce y el dirigente sindical David Choquehuanca tomaron posesión de sus cargos como presidente y vicepresidente de Bolivia ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, en La Paz. El evento marcó el retorno al poder del Movimiento al Socialismo, liderado por el depuesto presidente Evo Morales, luego de casi un año en que el país fue gobernado por un régimen de facto encabezado por la abogada Jeanine Áñez.

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Foto: Juan José Peralta / ABI / AFP


Noviembre 2020 | Martin Bernetti / AFP

Manifestantes a favor de una nueva constitución chilena festejan los resultados del plebiscito del domingo 25 de octubre en la Plaza Italia, a la que renombraron Plaza Dignidad. Un año después de que más de un millón de personas llenaran el centro de Santiago en el levantamiento social de 2019, los chilenos votaron para cambiar una constitución que fue aprobada en dictadura y que sustenta la desigualdad en el país. Más de 78% de los votantes se manifestaron a favor de iniciar un proceso constituyente, y 79% aprobó que la nueva constitución sea elaborada por personas elegidas para ese fin, en lugar de incluir también a legisladores actuales.

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Foto: Martin Bernetti / AFP


Octubre 2020 | Ernesto Ryan

La Marcha por la Diversidad fue convocada este año, el 25 de setiembre, con la consigna “Orgullo es luchar”. Esta edición fue la primera desde que llegó al gobierno una coalición que incluye en sus filas a representantes de los sectores más abiertamente contrarios a las políticas inclusivas.

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Foto: Ernesto Ryan


Setiembre 2020 | Ernesto Ryan

A 26 años de la protesta del Filtro, se realizó una nueva marcha que reclama justicia por las muertes de Fernando Morroni y Roberto Facal. En 1994 el gobierno de Luis Alberto Lacalle accedió a extraditar a España a tres ciudadanos vascos acusados de pertenecer a la organización separatista armada ETA. En la noche del 24 de agosto la Policía realizó el operativo de traslado de los vascos que estaban internados en un hospital Filtro rodeado de miles de personas que se oponían a la extradición. Hubo muchos heridos y dos muertos: Morroni, tiroteado por la espalda con múltiples impactos de bala, y Facal, que fue hallado muerto en la entrada de su casa. En la foto, Norma, madre de Fernando Morroni, al finalizar la movilización, junto a integrantes del Colectivo de Acción Callejera.

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Foto: Ernesto Ryan


Agosto 2020 | Ernesto Ryan

Francisco Bustillo y José Mujica en la sede de la cancillería, el 20 de julio, poco antes del discurso de asunción del nuevo ministro de Relaciones Exteriores. En ese discurso, Bustillo marcó un cambio en la política exterior respecto de su antecesor, Ernesto Talvi. Una de las definiciones del nuevo canciller fue la de calificar a Venezuela como una dictadura.

Foto: Ernesto Ryan.
Foto: Ernesto Ryan.


Julio 2020 | Ernesto Ryan

En plena emergencia sanitaria, 37 familias, integradas en su mayoría por migrantes dominicanos, han estado bajo amenaza de desalojo de la pensión en la que viven, en el barrio Aguada. Primero fueron engañadas, convencidas de que estaban comprando su habitación, después se les exigió un alquiler, y finalmente se les informó que debían irse. Les dieron fecha de desalojo para el 11 de mayo, y luego para el 21 de junio. La intervención del consultorio jurídico de la Facultad de Derecho permitió que el desalojo fuera suspendido.

En la foto, Carlos, Alexander, Soila, su hija Ailín y Marlene, al momento de enterarse de que no iban a ser desalojados.

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Foto: Ernesto Ryan


Junio 2020 | Ernesto Ryan

Intervención organizada por Covipostal 4, en el cantero central de Avenida Italia, frente a la cooperativa de viviendas. Se sabía que esta vez la Marcha del Silencio sería atípica. Este 20 de mayo no era posible llevar a las calles, tal como los últimos 24 años, el reclamo de que se conozca la verdad sobre los desaparecidos y termine la impunidad. Pero esta marcha, una de las mayores movilizaciones del país, se reinventó y se llevó adelante de distintas maneras, con actos presenciales o mediante señales en ventanas y veredas, para mostrar que la distancia social no atenúa la memoria.

En un nuevo aniversario de los asesinatos de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo, William Withelaw y Manuel Liberoff, ocurridos en Buenos Aires en 1976, grupos de personas se reunieron para hacer distintas intervenciones utilizando los símbolos que por décadas identificaron a esta lucha.

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Mayo 2020 | Mariana Greif

Romina Vergara y su hija en el merendero del asentamiento nuevo Comienzo, en santa Catalina, el lunes 20 de abril. La ocupación espontánea del predio comenzó a principios de enero, y en la actualidad unas 1.000 familias habitan allí. Algunos de los ocupantes enfrentan un proceso judicial por usurpación, a cargo del fiscal Diego Pérez, y son intimados a abandonar el lugar. La acción judicial comenzó en medio de la epidemia de coronavirus y motivó manifestaciones de los ocupantes frente a Presidencia de la República y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio ambiente. Los vecinos llevan adelante una olla popular, hacen obras para asegurar el suministro de agua y construyen un salón comunal.

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Abril 2020 | Ernesto Ryan

Barrio Punta Carretas, cerca del shopping, el 18 de marzo. Cinco días antes, el viernes 13, el gobierno declaró la emergencia sanitaria, tras detectarse los primeros cuatro casos de coronavirus SARS-Cov-2 en Uruguay. Se suspendieron los espectáculos públicos, y ese fin de semana también fueron suspendidas las clases en escuelas, liceos y universidades.

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Foto: Ernesto Ryan


Marzo 2020 | Mariana Greif

Comparsa Tronar de Tambores en el Desfile de Llamadas, el viernes 14 de febrero de 2020.

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Febrero 2020 | Ernesto Ryan

Entre el 11 y el 19 de enero, el Encuentro Internacional de Músicos Jazz a la Calle copó, en su decimotercera edición, la ciudad de Mercedes. En la imagen, el espacio Manzana 20, uno de sus epicentros.

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Enero 2020 | Alejandro Pagni

Durante la ceremonia de traspaso de mando en Argentina, el 10 de diciembre, el nuevo presidente, Alberto Fernández, el saliente, Mauricio Macri, y la ex jefa de gobierno Cristina Fernández, que asumió la vicepresidencia, se encontraron en el Congreso. El gesto de ella ante el saludo de Macri fue una de las imágenes más comentadas de la asunción. Algunos se indignaron por el desplante y otros defendieron la actitud de la ex presidenta. Uno de los políticos más cercanos a la dirigente, el senador Oscar Parrilli, dijo que “es una de las principales virtudes de Cristina que no sea hipócrita”.

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Diciembre 2019 | STR

“Estoy renunciando para que mis hermanas y hermanos, dirigentes, autoridades del Movimiento al Socialismo [MAS] no sean hostigados, perseguidos, amenazados. Lamento mucho este golpe cívico”, dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, el domingo 10 de noviembre, tras denunciar que la casa de su hermana había sido incendiada. Pocas horas antes había anunciado que llamaría a nuevas elecciones. Los resultados de los comicios del 20 de octubre, que lo dieron ganador, habían sido cuestionados, y esta situación originó una serie de violentas manifestaciones populares. Sin embargo, el jefe del Ejército, Williams Kaliman, le “sugirió” al presidente que dimitiera. Las protestas continuaron tras la partida de Morales a México: en la imagen se ve cómo la Policía arresta a partidarios del MAS en una manifestación en contra de Jeanine Áñez, la senadora que asumió como presidenta de facto.

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Noviembre 2019 | Martín Bernetti

Después de una suba en el precio de boleto del metro y de varios días de que usuarios evadieran el pago como medida de protesta, el 18 de octubre estallaron en Chile manifestaciones masivas, que incluyeron la destrucción de infraestructura en varias estaciones e incendios en distintas partes de Santiago. El servicio de metro fue suspendido y el presidente chileno, Sebastián Piñera, decretó el estado de excepción en el área metropolitana y encomendó al Ejército el patrullaje de la capital. El toque de queda y la decisión del gobierno de suspender el alza en el precio del boleto no fueron suficientes para terminar con las protestas, que revelaron tener razones más profundas.

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Octubre 2019 | Saul Loeb

El 24 de setiembre el Partido Demócrata estadounidense anunció, a través de su líder en el Congreso, la senadora Nancy Pelosi, que iniciará el proceso de juicio político contra Donald Trump, presidente de ese país. La decisión es consecuencia de la divulgación de una conversación telefónica en la que Trump solicitó a su par ucraniano, Volodímir Zelenski, que investigara los negocios en Ucrania del hijo de Joe Biden, ex vicepresidente de Estados Unidos y actual precandidato presidencial demócrata. En la imagen, Trump y Zelenski (al centro) conversan durante una reunión en Nueva York, el 25 de setiembre, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

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Setiembre 2019 | Lula Sampaio

Ya perjudicados por la deforestación, los bosques del área son vitales para la regulación climática de América del Sur, e incluso del planeta entero. Por eso, la política medioambiental del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió duras críticas de gobernantes de todo el planeta.

Especialmente fuertes fueron las expresiones de Emmanuel Macron, el mandatario francés, que fue anfitrión de la cumbre del G7 desde el 24 al 26 de agosto, quien llegó a amenazar con vetar el acuerdo Mercosur-Unión Europea si Brasil no aborda la protección de la zona amazónica. Finalmente, el gobierno brasileño dispuso la movilización del Ejército y la Fuerza Aérea para apagar los incendios, al tiempo que la comunidad internacional liberó diversos mecanismos de ayuda. En la imagen, una zona próxima a Boca do Acre, en el estado de Amazonas, el 24 de agosto.

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Agosto 2019 | STR

El 17 de julio, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, le trasladó la presidencia pro tempore del Mercosur a su par brasileño, Jair Bolsonaro, durante la cumbre del organismo en Santa Fe. El tema más notorio del encuentro fue el acuerdo comercial celebrado entre la Unión Europea y el Mercosur, que debe ser ratificado por varios de los países miembros de los bloques.

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Julio 2019 | Evaristo Sa

El 9 de junio, el sitio The Intercept comenzó a publicar una serie de investigaciones basadas en conversaciones reservadas entre ex juez Sérgio Moro y los fiscales de la Operación Lava Jato. El trabajo periodístico muestra que Moro no actuó con imparcialidad en el caso por el que se condenó a Lula, y que existió la intención de dejarlo fuera de la competencia electoral. Gracias a la investigación, la defensa del ex presidente comenzó a trabajar en nuevos argumentos para solicitar su liberación, al tiempo que Moro, devenido ministro de Justicia en el gobierno de Jair Bolsonaro, ha debido justificar su accionar, mientras se desdibuja su imagen de luchador contra la corrupción. En la imagen, Moro comparece ante la Comisión de Justicia y Constitución del Senado en Brasilia, el 19 de junio. Foto: Evaristo Sa, AFP.

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Foto: Evaristo Sa, AFP


Junio 2019 | Ricardo Antúnez

Como ocurre desde 1996, el 20 de mayo miles de uruguayos marcharon por 18 de Julio en reclamo de verdad y justicia sobre las desapariciones ocurridas durante la dictadura cívico-militar. Este año se anunció la reapertura de la causa judicial de Roberto Gomensoro, muerto en 1973. Su caso volvió a ocupar la atención pública tras la vuelta a la escena del teniente coronel retirado José Gavazzo, quien admitió haber arrojado su cuerpo al río Negro. Foto: Ricardo Antúnez.

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Foto: Ricardo Antúnez


Mayo 2019 | Ricardo Antúnez

El comandante en jefe del Ejército, Claudio Feola, junto a Tabaré Vázquez, durante la ceremonia de asunción del cargo, el 8 de abril. Feola fue el tercer general en asumir la jefatura del Ejército en un mes. El 1º de abril, el presidente Vázquez había descabezado a la cúpula militar por no haber dado pase a la Justicia ordinaria los casos de violaciones a los derechos humanas confesados por José Gavazzo en un tribunal de honor. El entonces comandante en jefe del Ejército, José González, llevaba 12 días en el cargo, que ocupaba tras la destitución de Guido Manini Ríos, ocurrida el 12 de marzo y relacionada con su postura respecto del mismo tribunal de honor.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/lento/articulo/2021/3/foto-del-mes-enric-fontcuberta-efe/

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Conclusión del Foro Social: renovarse para la acción política o morir

Pantalla de la asamblea de clausura, el 31 de enero, del Foro Social Mundial 2021, que se realizó en formato virtual desde el 23 de enero. Las dificultades de organización de una reunión inédita, a través de medios digitales, no impidieron que, según los organizadores, hubiera 9561 participantes de 144 países y 1360 organizaciones en 751 actividades, entre talleres, mesas redondas, debates y asambleas sectoriales.

La democracia amenazada en una cantidad creciente de países, millones de muertos por la covid-19 y otras grandes crisis mundiales urgen a una renovación del Foro Mundial Social (FSM) para que protagonice acciones políticas en los procesos claves, según la conclusión de algunos de sus destacados miembros.

“Si no se renueva, se muere”, dictó Oscar González, exdiplomático mexicano y activista de los derechos humanos, en un debate sobre “El futuro del Foro”, cuando se cumplieron los 20 años de la iniciativa surgida bajo el lema de que “otro mundo es posible”.

Este fue un tema tan determinante como polémico de la 16 edición del FSM, la primera en forma virtual a causa de la pandemia de covid, que contó con 9561 participantes de 144 países y que involucró 1360 organizaciones en 751 actividades.

Durante los nueve días de debates, del 23 al 31 de enero, las búsquedas en el sitio digital del FSM superaron las 122 000, según los organizadores.

La realización constituyó una hazaña de centenares de voluntarios que tuvieron solo tres meses de preparación y reavivó las esperanzas de una revitalización del foro de la ciudadanía global, que tendrá su próximo encuentro en México, probablemente en enero de 2022, y de vuelta en forma presencial.

Pero la de 2021 estuvo lejos de los más de 100 000 participantes en algunas ediciones iniciales. Además la participación de este año estuvo demasiadamente concentrada en Brasil, con 58 por ciento del total, vale decir 5570 personas. En este país sudamericano, en la ciudad de Porto Alegre, surgió el FSM en enero de 2001.

“El Foro perdió legitimidad”, diagnosticó Cándido Grzybowski, uno de los principales organizadores de las primeras ediciones, cuando era director del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicas (Ibase).

Su frustración lo llevó a “desistir” de la intensa actividad organizativa e incluso la participación en los encuentros mundiales de los últimos años, aun siendo miembro de su Consejo Internacional, la instancia coordinadora del FSM.

“El foro se desconectó del mundo real, dejó de acompañar los grandes hechos que conmueven la humanidad”, justificó en entrevista por teléfono a IPS desde su finca en las afueras de Rio de Janeiro.

En la década pasada hubo grandes movilizaciones de la sociedad, como la llamada “Primavera árabe”, el movimiento de los indignados en España, el “Occupy Wall Street” y las masivas protestas del “Black Lives Matter (las vidas negras importan)» el año pasado, sin que repercutieran en el FSM, se lamentó.

Reunir, articular y así empoderar los movimientos de la sociedad civil mundial es la misión asumida por el FSM desde su inicio hace años en Porto Alegre.

Pero su Carta de Principios lo limita a un “espacio abierto” para el debate plural y el intercambio de experiencias, “sin carácter deliberativo”. “Nadie estará autorizado a manifestar, en nombre del Foro y en cualquiera de sus encuentros, posiciones que fueran atribuidas a todos sus participantes”, es la regla.

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de quienes lidera propuestas para transformar el Foro Social Mundial de "espacio abierto de debates a espacio de acción", para tomar posiciones políticas e intervenir en las cuestiones globales relevantes, como la migración y la desigual distribución de las vacunas anticovid-19. Foto: Mario Osava/IPS

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de quienes lidera propuestas para transformar el Foro Social Mundial de «espacio abierto de debates a espacio de acción», para tomar posiciones políticas e intervenir en las cuestiones globales relevantes, como la migración y la desigual distribución de las vacunas anticovid-19. Foto: Mario Osava/IPS

Además el Consejo Internacional toma decisiones por consenso o consentimiento, es decir en la práctica cualquiera de sus miembros tiene derecho de veto.

Eso tiende a inviabilizar el cambio pretendido, de “espacio abierto a espacio de acción”, teme Grzybowski, quien aceptó la invitación del Grupo Renovador al debate sobre el futuro del FSM. Se trata de un autonombrado grupo que promueve nuevas líneas de debate y acción, para responder a una realidad mundial muy diferente a cuando surgió el Foro Social.

La esperanza del grupo es que, en el próximo foro, en México, una asamblea general pueda revisar la Carta de Principios y reorganizar el FSM de manera que tenga alguna instancia de decisión política, por mayoría, que “podría ser de 75 por ciento”, para adoptar posiciones y promover acciones en los procesos internacionales relevantes.

“México representará la renovación del Foro”, sostuvo el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de los que encabezan el intento de renovación.

Es necesario que el FSM tenga un “pensamiento estratégico” sobre los temas claves, como el capitalismo, el racismo, el patriarcado y la reforma de las Naciones Unidas, propuso en el debate del grupo, coordinado por la socióloga belga Francine Mestrum, autora del libro “Los comunes sociales” y exprofesora de varias universidades.

Para desarrollar tal pensamiento convendría crear un centro de investigación (think tank) del FSM, sugirió Aleksander Buzgalin, coordinador del Foro Social Ruso y profesor de economía en la Universidad Estatal de Moscú.

Una forma democrática de tomar decisiones políticas, sobre cuestiones globales como  migración, las ciudades y tráfico de personas por ejemplo, es otra recomendación de Santos. Posiciones minoritarias serían consideradas, acotó.

Una política de información y comunicación es otra necesidad del Foro para que no vuelva a frustrar sus participantes. “Nadie sabe lo que piensa el FSM sobre lo que sea”, arguyó.

“Queremos ser democráticos, ser diversos, pero también queremos existir”, realzó. En su evaluación, “hay demasiado miedo en el mundo y esperanza de menos, tenemos que organizar la esperanza”.

Falta representatividad en el actual Consejo Internacional para conducir los destinos de FSM, añadieron varios renovadores. En 2001 esa instancia coordinadora se componía de 175 organizaciones de todo el mundo, cantidad que bajó a 35 desde 2017, señaló Grzybowski.

Captura del debate del informal y autonombrado Grupo Renovador sobre el futuro del Foro Social Mundial, que parte de la propuesta de convertirlo en un sujeto político global, con toma de posiciones e intervenciones en los grandes temas actuales, como las amenazas a la democracia y la pandemia de la covid. El debate fue una de las 751 actividades que se realizaron durante la edición virtual del FSM, del 23 al 31 de enero. Foto: Mario Osava/IPS

Captura del debate del informal y autonombrado Grupo Renovador sobre el futuro del Foro Social Mundial, que parte de la propuesta de convertirlo en un sujeto político global, con toma de posiciones e intervenciones en los grandes temas actuales, como las amenazas a la democracia y la pandemia de la covid. El debate fue una de las 751 actividades que se realizaron durante la edición virtual del FSM, del 23 al 31 de enero. Foto: Mario Osava/IPS

De todas maneras el encuentro virtual de 2021 reveló ciertos consensos sobre el “otro mundo posible” que defienden los activistas. Un síntoma de debilidad, sin embargo, es la concentración en la contraposición negativa, las luchas son anticolonialistas, antirracistas, antisexistas, antipatriarcado, antineoliberales, antimilitaristas.

Algunas excepciones son propuestas afirmativas, como la renta básica universal, el ecosocialismo, la economía feminista y la creación de un parlamento del ciudadano planetario.

La agroecología aparece como un camino para la solución de muchos problemas actuales, desde la seguridad alimentaria, la reducción del uso de los agroquímicos y la consecuente mejora en la salud humana, menos deforestación favoreciendo el ambiente y la biodiversidad.

Una falsedad difundida en el mundo es que el agronegocio o agricultura comercial alimenta el mundo, un rol que cumple la agricultura familiar, según João Paulo Rodrigues, uno de los coordinadores del brasileño Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra.

La solución del hambre en Brasil depende de una reforma agraria que permita a ese sector triplicar su área sembrada, que hoy se limita a 30 millones de hectáreas, mucho menos que la gran agricultura empresarial que produce soja y maíz para exportar, aseguró Rodrigues como un ejemplo de lo que puede hacerse.

Además reduciría la deforestación, provocada por la expansión del agronegocio, y los efectos climáticos ya sentidos en la merma de lluvias que afectan extensas regiones brasileñas, acotó.

La expansión de la agroecología y un acercamiento campesino a los consumidores urbanos ayudaría a “construir una nueva sociedad”, concluyó.

Los pequeños agricultores enfrentan condiciones adversas en casi todo el mundo dominado por políticas que favorecen los grandes negocios. En India centenares de miles de campesinos protestan hace meses contra leyes que afectan su producción y sus vidas.

El #FSM2021 concluyó con varias asambleas sectoriales que aprobaron un programa de manifestaciones en todo el mundo para fechas como el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) y Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre).

La Asamblea de los Movimientos Sociales, de Paz y Ambientales destacó una gran movilización a ser promovida el 15 de mayo, en contraposición al Foro Económico Mundial que tendrá lugar del 13 al 16 de mayo en Singapur, tras sostener una edición virtual en paralelo al FSM, entre el 25 al 29 de enero.

Se convocarán manifestaciones por el derecho a la salud y la protección social, especialmente con una protesta contra la mala distribución de las vacunas para inmunizarse contra la covid, que está favoreciendo los países ricos en desmedro de los más pobres.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2021/02/conclusion-del-foro-social-renovarse-la-accion-politica-morir/

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2021: Urgencias y prioridades en la agenda de Primera Infancia mexicana

Ante la crisis sin precedentes urge la reactivación de manera inmediata de servicios esenciales centrados en la niñez como son la aplicación del esquema de vacunación, los servicios básicos de salud, los programas de nutrición, el registro de nacimientos, los programas de cuidado y de educación inicial.

Existen escasos antecedentes en la historia contemporánea de la humanidad de fenómenos que hayan moldeado de manera tan dramática la vida en sociedad como lo es la irrupción en 2020 de la pandemia causada por el coronavirus. Los impactos negativos de la emergencia global en la salud pública, la economía, la política, la educación, la convivencia, la seguridad, en síntesis, en el bienestar social son todavía insospechados y en consecuencia el futuro es presa creciente de la incertidumbre, miedo y desconfianza.

Bastan dos hechos para ilustrar la magnitud de la tragedia que ha representado la pandemia en nuestro país. El primero, de acuerdo a las cifras oficiales más recientes y en contraste con el escenario catastrófico previsto, desafortunadamente han fallecido más de 150 mil personas por COVID-19, lo que la convierte ya en la primera causa de mortalidad, superando las defunciones por enfermedades del corazón.1 El segundo es la crisis económica más severa en las últimas décadas, pues también de acuerdo a la información oficial, en 2020 la economía mexicana registró una caída del 8% en el Producto Interno Bruto.2

Ante este nefasto escenario, las afectaciones directas e indirectas de la pandemia al desarrollo adecuado de la infancia, en muchos sentidos se encuentran invisibilizadas, pese a que es la población que mayores estragos experimenta en el corto y largo plazo por sus consecuencias y la coloca en mayor desventaja en el disfrute efectivo de sus derechos, explicado en parte, por la idea errónea de que el virus no afecta o lo hace en menor medida que en otros grupos poblacionales.

Sin embargo, las amenazas que enfrenta la infancia además de las infecciones por COVID-19, son la interrupción de servicios públicos esenciales como son las intervenciones en materia de educación, atención básica a la salud, inmunización, nutrición y protección; además del incremento en la pobreza y la desigualdad por la recesión económica que ha afectado a millones de familias por la pérdida de empleos e ingresos.

De acuerdo a un estudio reciente de UNICEF las consecuencias sociales, económicas y de salud por el COVID son devastadoras en las niñas y niños, las cuales se han traducido ya en una crisis de escala mundial que amenaza la viabilidad de toda una generación: una tercera parte de los 140 países analizados registraron una reducción de al menos un 10% en la cobertura de una serie de servicios de salud como las vacunaciones, la atención ambulatoria de las enfermedades infecciosas infantiles y la salud materna; la cobertura de los servicios de nutrición para mujeres y niños ha registrado una disminución del 40% en 135 países.

Además, cerca del 30% de los estudiantes de todo el mundo no disponen de la tecnología necesaria para acceder a la educación a distancia desde su hogar, siendo los más afectados los niños en edad preescolar: 2 de cada 3 no pueden acceder a esta opción educativa. La pandemia de COVID-19 también está desencadenando una grave crisis en el aprendizaje y la atención de los niños en primera infancia, al menos 40 millones de niños de todo el mundo han dejado de recibir atención y educación por el cierre de los centros de educación temprana y las guarderías infantiles.

Finalmente, se estima que, a nivel mundial, el número de niños que viven en una situación de pobreza multidimensional –sin acceso a la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento o el agua– se ha disparado en un 15%, es decir ha sumado a 150 millones de niños.3

Ante esta crisis sin precedentes y que implica riesgos de vulneración sistemática de derechos de la niñez, la urgencia de la agenda de primera infancia que deben abordarse para el 2021 en nuestro país es la reactivación de manera inmediata de servicios esenciales centrados en la niñez como son la aplicación del esquema de vacunación, los servicios básicos de salud, los programas de nutrición, el registro de nacimientos, los programas de cuidado y de educación inicial, por mencionar algunos.

Postergar la reactivación de estos servicios significa arribar a un escenario sin precedentes para la primera infancia: el resurgimiento de enfermedades previamente controladas por la aplicación de vacunas y el incremento de la mortalidad infantil; un deterioro severo en la salud de la niñez ante la limitada detección y tratamiento de afecciones; un retroceso en la prevalencia de desnutrición crónica infantil; mantener invisibilizados y excluidos a cientos de miles de niñas y niños al limitarse su derecho de identidad; así como la pérdida de oportunidades irrepetibles de aprendizaje para alcanzar su pleno potencial.

En este sentido, la reactivación necesariamente debe considerar la atención extraordinaria de los cientos de miles de niñas y niños que no pudieron acceder a dichos servicios durante el 2020 y que suman al rezago histórico previo a la emergencia del mundo COVID, además de los correspondientes a la operación ordinaria de los mismos. De no hacerse, los costos de toda índole para la sociedad en su conjunto serán altísimos y la aspiración de un país más próspero, sano, justo y seguro quedará sepultada por décadas.

Lo anterior, sin duda entraña un reto de primer orden, ante la esperanza que implica que nuestro país haya iniciado la implementación de la política nacional de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, y haciendo votos para que sea un éxito en términos de cobertura universal, de logística y blindada de apetitos electorales, se prevé de acuerdo a lo anunciado por la autoridad sanitaria, que en este 2021 los esfuerzos gubernamentales estarán monopolizados por la aplicación paulatina de vacunas, lo que conllevaría el riesgo en postergar aún más la atención de los problemas asociados a la primera infancia.

Por ello, es imprescindible que el gobierno, alinee la prioridad de la vacunación contra el COVID y el interés superior de la niñez, pues de ninguna manera son excluyentes; de no hacerlo el riesgo de perder el potencial de una generación es demasiado alto. Una vía que se advierte para que ello ocurra es avanzar en la implementación de la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia, la cual señala el rumbo y los mecanismos para la promoción, protección y garantía integral de los derechos de la primera infancia. Es tiempo de actuar y dejar atrás la simulación, las excusas y la tibieza: el presente y futuro de la primera infancia lo exige.

Fuente: https://www.animalpolitico.com/pacto-por-la-primera-infancia/2021-urgencias-y-prioridades-en-la-agenda-de-primera-infancia/

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Racismo estructural, desigualdad y salud en Estados Unidos

Por: VientoSur.info

En los 5 años desde que uno de nosotros publicó «#BlackLivesMatter – A Challenge to the Medical and Public Health Communities» en el Journal /1 , hemos visto un cambio radical en el reconocimiento del racismo como un rasgo duradero de la sociedad estadounidense y de su alto costo en vidas de personas negras. Tanto los funcionarios electos como los dirigentes empresariales y académicos utilizan el lema «Black Lives Matter», que también ha sido adoptado ampliamente por el público, que por millones protestó por la ejecución extrajudicial de George Floyd /2 . Este encuadre queda plasmado en el término «racismo estructural».

No existe una definición «oficial» de racismo estructural -o de los conceptos, estrechamente relacionados, de racismo sistémico e institucional- aunque se han ofrecido múltiples definiciones /3-7. Todas las definiciones dejan claro que el racismo no es simplemente el resultado de los prejuicios privados de los individuos /8, sino que también es producido y reproducido por leyes, normas y prácticas, sancionadas e incluso aplicadas por diversos niveles de gobierno, y que está arraigado en el sistema económico, así como en las normas culturales y sociales /3,8.

Como legado de la esclavitud africana, el racismo estructural afecta tanto a la población como a la salud individual en tres ámbitos interrelacionados: la política de líneas rojas y la segregación residencial racial, el encarcelamiento masivo y la violencia policial, y la desigualdad en la atención médica. Estos ejemplos, entre otros, comparten ciertos rasgos cardinales: los daños tienen un fundamento histórico, implican a múltiples instituciones y se basan en metáforas culturales racistas.

Líneas rojas y segregación residencial racializada

En 1933, el gobierno federal estableció la Corporación de Préstamos a los Propietarios de Viviendas (HOLC) para expandir la propiedad de viviendas como parte de la recuperación de la Gran Depresión /8. Para guiar las determinaciones de la solvencia hipotecaria, HOLC creó mapas de al menos 239 ciudades de los Estados Unidos. Utilizando la composición racial como parte de su evaluación, el personal de HOLC literalmente dibujó líneas rojas (por lo tanto, «redlining») alrededor de las comunidades con grandes poblaciones negras, señalándolas como áreas de inversión peligrosas cuyos residentes no recibirían préstamos de HOLC. El trazado de líneas rojas hacía que las hipotecas fueran menos accesibles, lo que hacía que los posibles compradores de vivienda negros fueran vulnerables a condiciones depredadoras, con lo que aumentaban las ganancias de los prestamistas, se reducía el acceso a la propiedad de la vivienda y se privaba a esas comunidades de un activo que es fundamental para la transferencia intergeneracional de riqueza. Las hipotecas federales fueron rechazadas independientemente de las opiniones raciales de los oficiales de préstamos hipotecarios; no fue algo personal.

Esta práctica aprobada por el gobierno validó otras maniobras racistas, como los pactos restrictivos que prohibían a las personas negras ser propietarios de viviendas mediante acuerdos legales establecidos por los propietarios anteriores, la infravaloración de los bienes inmuebles en los barrios negros y la violencia de las turbas contra las personas negras que se trasladaban a los barrios blancos. Aunque la política de líneas rojas terminó oficialmente con la Ley de Vivienda Justa de 1968, su impacto se ve hoy en día en la geografía social de las ciudades. La segregación residencial constituyó una plataforma para una amplia desinversión social, especialmente en la infraestructura de los barrios (por ejemplo, espacios verdes, parque de viviendas y carreteras), servicios (por ejemplo, transporte, escuelas y recogida de basura) y empleo.

La segregación racial residencial sigue siendo un poderoso factor de predicción de la desventaja de las personas negras /3,5,9. Hay un legado directo de la política de líneas rojas en la salud y el bienestar: los nacimientos prematuros, el cáncer, la tuberculosis, la depresión materna y otros problemas de salud mental se producen en mayor medida entre los residentes de las zonas señaladas por la política de líneas rojas /3-5. Los mecanismos plausibles de los efectos continuos de la política de líneas rojas sobre la salud merecen ser estudiados más a fondo, teniendo en cuenta la exposición a las toxinas ambientales (teratógenos, carcinógenos, contaminantes atmosféricos, etc.) y el impacto físico sostenido de los factores estresantes psicosociales concentrados /5,9-11. Las mejores calificaciones de los vecindarios HOLC se asocian con niveles más bajos de carcinógenos en el aire y niveles más altos de cobertura de las copas de los árboles (que mitiga los contaminantes del aire y el calor) /12. Los vecindarios predominantemente blancos generalmente tienen niveles más bajos de contaminación del aire /13, mientras que las exposiciones más altas contribuyen a la incidencia de asma y bajo peso al nacer en las comunidades negras /14.

La política de líneas rojas requirió la cooperación del gobierno; de las industrias bancaria, crediticia e inmobiliaria y los promotores privados; así como de los propietarios de viviendas. Juntas, estas partes ayudaron a avivar las creencias culturales de que las personas negras eran malos vecinos, cuya presencia disminuiría los valores de los inmuebles y aumentaría la delincuencia. Además, el racismo estructural que permite y sostiene la segregación facilita el racismo estructural en otras formas, incluyendo el encarcelamiento masivo y la violencia policial y la injusta distribución de la atención médica de alta calidad.

La violencia policial y el estado carcelario

Los Estados Unidos tienen la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, y la policía de los Estados Unidos mata a civiles mucho más a menudo que la policía de otros países ricos /15,16. Un gran número de investigaciones científicas documenta tanto los resultados de la desigualdad racial como los prejuicios raciales en prácticamente todos los aspectos del sistema jurídico penal, y la comunidad negra sufre resultados más duros que los blancos en los encuentros con la policía, la fijación de fianzas, la duración de las sentencias y la pena capital /17,18. La historia de los tribunales, las prisiones y la policía como instituciones que mantienen la jerarquía racial es clave para comprender la naturaleza profundamente punitiva y racialmente desigual del sistema jurídico penal de los Estados Unidos, con importantes y persistentes implicaciones para la salud de las comunidades negras.

La policía contemporánea de los Estados Unidos tiene sus raíces en las patrullas de esclavos, que se establecieron por primera vez en la Virginia colonial del siglo XVIII en un esfuerzo por capturar a los fugitivos y sofocar las revueltas. Tras la abolición de la esclavitud y el efímero progreso de la Era de la Reconstrucción, la policía y las prisiones sirvieron como instituciones clave para reafirmar el dominio de los blancos, especialmente en el Sur. Las fuerzas del orden sancionaron, permitieron y participaron en el linchamiento de personas negras, que las turbas blancas solían llevar a cabo con el pretexto de castigar el delito; en realidad, el linchamiento a menudo tenía motivos económicos y políticos más amplios /19. Los blancos del Sur también utilizaron la policía y las prisiones para hacer cumplir las leyes de vagabundeo y los sistemas de arrendamiento y aparcería para obligar a las personas anteriormente esclavizadas a regresar a los campos – «la esclavitud con otro nombre», como dijo un autor famoso /20.

Cuando el Congreso aprobó las Leyes de Derechos Civiles de 1964, los linchamientos se habían vuelto raros y el sistema de arrendamiento de convictos había sido abandonado hacía mucho tiempo. Pero sólo unos meses después, el Presidente Lyndon Johnson declaró una «Guerra contra el crimen», a la que siguió en la década siguiente la «Guerra contra las drogas» del Presidente Richard Nixon, que apeló a los temores sobre la supuesta criminalidad de la población negra. Estos acontecimientos propiciaron un aumento de siete veces el tamaño de la población encarcelada, y los negros eran encarcelados en una proporción cinco veces mayor que la de los blancos /21,22. Al igual que en la era posterior a la Reconstrucción, el desarrollo del encarcelamiento en masa también tenía dimensiones económicas, por ejemplo, la expansión de las prisiones proporcionaba empleo en las zonas rurales blancas desindustrializadas /23.

A finales del decenio de 1960 también se produjo un aumento masivo de los asesinatos de hombres negros a manos de la policía /24, y no fue hasta el decenio de 1980 que la Corte Suprema de los Estados Unidos impuso restricciones que pueden calificarse de modestas al uso de la fuerza por parte de la policía -por ejemplo, declarando inconstitucional que la policía dispare a un civil que huye de la escena de un crimen pero que no causa daño a los demás /25.

La policía aplicó en su día restricciones raciales en las ciudades que segregaban a las personas negras fuera de las horas de trabajo (sundown towns); ahora se dirige de manera desproporcionada a los negros que entran en los vecindarios de los blancos /26. La actividad policial que dio lugar al tiroteo mortal de Breonna Taylor por parte de la policía en Kentucky ha estado vinculada a un plan de «revitalización urbana» /27.

La actividad policial y el encarcelamiento tienen profundas consecuencias adversas para la salud de las personas negras. Algunas de esas consecuencias son directas: el uso de la fuerza por parte de la policía mata a cientos de personas de raza negra cada año y causa heridas no fatales a muchos miles más. Las personas encarceladas -que son desproporcionadamente negras- corren un alto riesgo de morir después de ser liberadas /28, y las prisiones y cárceles han sido los principales lugares de transmisión de enfermedades durante la pandemia de covid-19 /29. También hay efectos indirectos -por ejemplo, la violencia policial puede perjudicar la salud mental de comunidades enteras mediante la vigilancia constante y la amenaza de violencia /30, y la rotación dentro y fuera de la cárcel puede dar lugar a la propagación en la comunidad de infecciones de transmisión sexual u otras enfermedades infecciosas, como el covid-19 /31.

La idea de que la reforma de la policía por sí sola resolverá la violencia policial es incompleta y engañosa. Un enfoque desde el racismo estructural nos permite ver cómo la policía y las prisiones han cumplido su objetivo de control social de la población negra, que durante mucho tiempo se ha impuesto mediante la violencia. Para que el cambio sea efectivo, debemos determinar qué sectores (como la salud mental y los servicios sociales) deberían participar en el tratamiento equitativo de la seguridad pública sin que sea necesaria una respuesta policial.

Atención sanitaria desigual

La medicina moderna americana tiene raíces históricas en el racismo científico y en los movimientos eugenésicos. El racismo científico reificó el concepto de raza como un atributo biológico innato, y más tarde genético, utilizando la teoría y la investigación científica culturalmente sesgada /32. Los científicos estadounidenses, como Samuel Morton, continuaron esta tradición, utilizando características anatómicas como el tamaño y el volumen del cráneo para clasificar las razas de manera que consagraran la superioridad de los blancos /32,33. El movimiento de eugenesia moderna se extendió por los Estados Unidos a principios del siglo XX, dando lugar a leyes que prohibían el «mestizaje» y la esterilización forzada de «razas» indeseables en un esfuerzo por crear una nación mejor, más inteligente y más blanca /32.

Respetados doctores en medicina, catalogaron a las personas negras como enfermas innatas y deshumanizaron su sufrimiento, utilizando argumentos científicos para dar la ilusión de neutralidad y objetividad. Por ejemplo, en 1851 el médico sureño Samuel Cartwright describió la drapetomanía, una «enfermedad mental» que, según él, causaba que los africanos esclavizados huyeran de su encierro; sostenía que podía evitarse manteniendo a los negros en sumisión y que podía curarse con latigazos /34. Cartwright también «descubrió» la disestesia aethiopica, una enfermedad de los negros caracterizada por la reducción de la capacidad intelectual, la pereza y la insensibilidad parcial de la piel /34. De manera análoga, el médico J. Marion Sims, aclamado como el padre de la ginecología moderna, debía su éxito en la reparación de la fístula vesicovaginal a las repetidas operaciones realizadas, sin anestesia, en mujeres negras esclavizadas, mujeres para las que el consentimiento informado no tenía sentido /35.

Las concepciones racializadas de la susceptibilidad a las enfermedades persisten hasta el día de hoy. En su informe de 2003 titulado Tratamiento desigual: Confronting Racial and Ethnic Disparities in Health Care, el Instituto de Medicina examinó más de 100 estudios y llegó a la conclusión de que los sesgos, los prejuicios y los estereotipos contribuían a las diferencias generalizadas en la atención de la salud por raza y etnia /36. Quince años más tarde, el Informe Nacional sobre la calidad y las disparidades de la atención sanitaria de 2018 documentó que los pacientes negros, los indios americanos y los nativos de Alaska, y los nativos de Hawai y las islas del Pacífico seguían recibiendo una atención más deficiente que los pacientes blancos en el 40% de las medidas de calidad incluidas, con poca o ninguna mejora respecto de las décadas pasadas /37. Por ejemplo, en un estudio realizado en 2016 para evaluar las actitudes raciales, la mitad de las y los estudiantes y residentes médicos blancos tenían creencias infundadas sobre las diferencias biológicas intrínsecas entre las personas negras y blancas. Esas falsas creencias se asociaban con evaluaciones del dolor de los pacientes negros como menos grave que el de los pacientes blancos y con decisiones de tratamiento menos apropiadas para los pacientes negros /38.

Sería miope pensar que el prejuicio y la discriminación individuales por sí solos conducen a una atención deficiente. La desinversión sistemática en los sectores público y privado dentro de los barrios negros segregados ha dado lugar a instalaciones con pocos recursos y menos médicos, lo que hace más difícil contratar proveedores de atención primaria y especialistas experimentados y bien acreditados y, por lo tanto, afecta al acceso y la utilización /3. Independientemente de la intención, las acciones de las partes que van desde las escuelas de medicina a los proveedores, las aseguradoras, los sistemas de salud, los legisladores y los empleadores han garantizado que las comunidades negras racialmente segregadas tengan una atención limitada y deficiente /3.

La aceptación de este trato desigual como «normal» está históricamente arraigada y apoyada por la creencia de que el pueblo negro es intrínsecamente propenso a las enfermedades y, implícita o explícitamente, no merece una atención de alta calidad. Al igual que en el caso de la policía, el desmantelamiento del impacto del racismo estructural en la atención sanitaria no es una cuestión de «unas cuantas manzanas podridas»; debemos reflexionar sobre la forma en que nuestras prácticas cotidianas y aceptadas cosifican la raza, es decir, tratan la construcción social de la raza como una diferencia biológica intrínseca, ejemplificando así y contribuyendo a un sistema más amplio de racismo estructural.

Nuestro papel en el desmantelamiento del racismo estructural

El racismo estructural se remonta a los comienzos de la historia de los Estados Unidos, se extiende a través de sus instituciones y su economía, y habita en nuestra cultura. Su durabilidad contribuye a la percepción de que la desventaja de los negros es intrínseca, permanente, y por lo tanto normal. Pero considerar el racismo estructural como una causa fundamental no es una analogía moderna de la teoría de que las enfermedades son causadas por miasmas – algo que está en el aire, amorfo e indiferenciado. El racismo estructural funciona para dañar la salud en formas que pueden ser descritas, medidas y desmanteladas. Las acciones para desmantelar el racismo necesariamente involucran a toda la sociedad. Ir más allá de la educación individual y la percepción personal para cambiar la política y las normas sociales requerirá la participación de muchas instituciones, pero las comunidades médicas y de salud pública pueden contribuir directamente en al menos cuatro áreas clave.

La primera es la adopción del proyecto intelectual de documentar las repercusiones del racismo en la salud. A pesar de la larga y continua historia del racismo, las investigaciones empíricas que muestran sus repercusiones en la salud rara vez se publican en las principales revistas médicas. Aunque consideramos que las pruebas de los efectos del racismo estructural en la salud son convincentes y están respaldadas por más de un siglo de amplios estudios teóricos y empíricos, siguen siendo marginadas y eclipsadas por otras prioridades de investigación /3-6,39. Cuando las principales revistas médicas abordan el racismo estructural, a menudo se limitan a comentarios y editoriales, como si estos temas fueran adecuados para el debate pero no para los descubrimientos. Se necesita un amplio acuerdo -por parte de los financiadores, editores y revisores- en que el racismo y las desigualdades en los determinantes sociales de la salud en general son temas tan válidos para la investigación como los marcadores biológicos (y ciertamente ambos pueden combinarse).

Además, debe mejorar la disponibilidad de datos que incluyan la raza y el origen étnico, y hay que apoyar los esfuerzos por desarrollar y mejorar la medición del racismo estructural, en particular los que utilizan las bases de datos administrativas disponibles. Esa labor está en marcha y creemos que debe ser ampliamente fomentada /6,40-44.

En tercer lugar, las comunidades médica y de salud pública deben mirar hacia sí mismas, tanto como instituciones como cada individuo. El profesorado y los estudiantes necesitan una visión más completa tanto de la historia de los Estados Unidos como de las formas en que la medicina y la salud pública han participado y siguen participando en prácticas racistas. La reflexión incluye el reconocimiento de los daños derivados del uso acrítico de las categorías raciales, lo que refuerza las suposiciones implícitas de que las diferencias raciales son de origen genético. Además, incluye la medición del éxito de las intervenciones en función de la medida en que reducen las desigualdades en materia de salud (en este caso, entre negros y blancos) en lugar de centrarse únicamente en la población en general. Se han propuesto normas rigurosas y claras para publicar las investigaciones sobre las desigualdades en materia de salud racial /45.

Mientras tanto, abordar la cada vez mayor escasa representación de estudiantes negras y negros en la facultad de medicina /46, y la desventaja que enfrentan las y los investigadores negros en la búsqueda de premios de los Institutos Nacionales de Salud /47 no deben esperar. Deberíamos cuestionar las afirmaciones de que hay un grupo inadecuado de solicitantes negros cualificados para ser reclutados, contratados y promovidos.

En cuarto lugar, deberíamos reconocer que el racismo estructural ha sido desafiado, tal vez con más éxito, por los movimientos sociales de masas. El cambio requerirá políticas que reestructuren las oportunidades de una vida saludable para la gente de color, corrigiendo los errores cometidos por la jerarquía racial fundacional que continúan moldeando la vida cotidiana. La medicina organizada y la salud pública tienen una larga historia de oposición a la desegregación y a un acceso más amplio a la atención médica (por ejemplo, Medicare), de prohibición de médicos negros, de defensa del racismo científico y de consagración de la raza como una variable biológica. Nuestros campos tienen mucho que lamentar, y aún tenemos mucho que ofrecer para corregir nuestros errores históricos. No nos quedemos al margen.

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16/12/2020

The New England Journal of Medicine

Traducción viento sur

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México: Efectos de crisis por COVID impactan más en mujeres: OIT

Tras advertir que el impacto de la crisis por COVID no ha tenido los mismos efectos para mujeres trabajadoras que para hombres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoció que sin el pago de subsidios salariales que se dio en algunos países, las y los trabajadores hubieran perdido 6.5 por ciento de la masa salarial entre el primer y el segundo trimestre de 2020; en el caso de las mujeres, la pérdida hubiera sido de 8.1 por ciento frente al 5.4 por ciento en el de los hombres; es decir, tres puntos de diferencia por sexo.

Al presentar su “Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021” este 2 de diciembre, el organismo internacional dijo que “esta diferencia se deriva sobre todo de la reducción de las horas de trabajo, más que de la diferencia en el número de despidos. La masa salarial perdida a consecuencia de la caída de las horas de trabajo fue del 6.9 por ciento en el caso de las mujeres, frente al 4.7 por ciento en el de los hombres”.

En el mundo, aproximadamente 327 millones de personas asalariadas perciben una remuneración equivalente o inferior al salario mínimo por hora vigente. Esta cuantía representa 19 por ciento del total de las personas asalariadas y abarca a 152 millones de mujeres, de acuerdo con la OIT.

Pese a que en números absolutos hay más hombres que mujeres percibiendo el salario mínimo o un monto inferior, las mujeres son mayoría en esta categoría: aunque constituyen 39 por ciento de los asalariados del mundo con un sueldo superior al mínimo, representan 47 por ciento de las personas asalariadas que perciben una remuneración inferior o equivalente al salario mínimo.

Por lo general, dijo la OIT, las mujeres predominan entre las y los trabajadores mal pagados; los estudios indican que en muchos casos el salario mínimo reduce la brecha salarial de género.

En todas las regiones la proporción de mujeres que perciben el salario mínimo o un monto inferior es mayor que entre quienes perciben un monto superior al del salario mínimo. También predominan las y los trabajadores jóvenes (menores de 25 años), los que tienen un nivel de instrucción inferior y los trabajadores rurales, lo cual apunta a que el salario mínimo también reduce la brecha salarial entre estos y otros grupos, de acuerdo con el organismo internacional.

Por lo que respecta a las características laborales, el informe indicó que quienes perciben el salario mínimo o una suma inferior tienen más probabilidades de trabajar con un contrato temporal o a tiempo parcial que quienes gozan de un nivel de remuneración más elevado; además en promedio trabajan más horas.

México, la desigualdad

De acuerdo con el más reciente reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), al tercer trimestre de 2020, la pobreza laboral de los hombres ocupados presentó un aumento de 2.0 puntos porcentuales respecto al primer trimestre de 2020, mientras que la pobreza laboral de las mujeres ocupadas se mantuvo en 15.6 por ciento, en el mismo periodo.

Esto quiere decir que en nuestro país los hombres ocupados reportaron un ingreso laboral real mensual de 4 mil 516.86 pesos, mientras el ingreso de las mujeres fue de 3 mil 822.51 pesos. En términos relativos para este trimestre, en México el ingreso de los hombres ocupados es aproximadamente 1.2 veces mayor al de las mujeres.

En términos absolutos, entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020 (antes de la pandemia), el ingreso laboral real promedio de los hombres disminuyó 24.59 pesos, mientras que el de las mujeres aumentó 289.60 pesos.

“Este incremento en el ingreso laboral real promedio de las mujeres indica una recuperación de 314.19 pesos respecto a la brecha del mismo periodo del año anterior”, dijo el Coneval.

Fuente  e imagen: CIMAC Noticias

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Libro (PDF): Trabajo femenino, las nuevas desigualdades

Reseña: CLACSO

El objetivo de esta investigación es estudiar la incorporación de las mujeres en el mercado de trabajo, así como las diferencias y desigualdades con respecto de la situación masculina. Durante mucho tiempo, aun en los países más desarrollados, la desigualdad entre los sexos consistió, sobre todo, en que la mujer se topaba con la imposibilidad de acceder al mercado de trabajo. Hoy, la “nueva desigualdad” se observa en todos los aspectos y circunstancias que conforman el ámbito laboral.

Autor/a:                               Chapoy Bonifaz, Alma de María-  Chávez Hoyos, Marina – Rodríguez López, Patricia – González Marín, María Luisa Rueda Peiro, Isabel
Editorial/Editor: UNAM Universidad Nacional Autónoma de México IIEc
Año de publicación:  2010
País (es): México
Idioma: Español
ISBN :  978-607-02-1949-8
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Fuente e imagen:

 

http://biblioteca.clacso.edu.ar/

 

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Más embarazos, matrimonios y violaciones: niñas africanas que sufren la pandemia por partida doble

Los efectos de la pandemia actual por la covid-19 afectan de manera desigual a la población y aquellas personas que se encuentran en las intersecciones de diferentes desigualdades (género, pobreza, etnia u orientación sexual) son las que se están viendo más perjudicadas.

Tal y como desgraciadamente ha ocurrido en momentos de crisis a lo largo de la historia, están creciendo los casos de violencia de género, la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, los embarazos en adolescentes y los matrimonios infantiles, aumentando así la discriminación de género.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas , durante períodos de confinamiento la violencia de género aumenta mundialmente de media un 20%. Esto significa que después de seis meses de confinamiento han tenido lugar 31 millones de casos adicionales de violencia de género.

Las medidas de confinamiento así como el cierre de las escuelas han significado que muchas niñas se vieran obligadas a volver a casa de sus padres, un lugar que no siempre es un espacio seguro. En Sierra Leona, distintas ONG como Save the Children pusieron en marcha un programa para dar de comer a niñas vulnerables que viven en asentamientos informales en las zonas más pobres del país.

Pretendían así evitar el aumento de embarazos de adolescentes que se produjo durante la pandemia del Ébola en 2014. En aquel momento el número de embarazos en menores aumentó un 65% respecto a años anteriores y la mayoría de estas niñas habían sido forzadas a tener sexo transaccional a cambio de cubrir sus necesidades básicas alimentarias.

En Uganda y Kenia, los expertos se han hecho eco de los embarazos de adolescentes derivados de la convivencia de las niñas con personas que han abusado de ellas o han utilizado las relaciones sexuales como moneda de cambio para cubrir sus necesidades básicas. En el caso de Uganda, para aminorar esta situación, se ha creado un Comité de Protección Infantil con la colaboración de organismos internacionales como World Vision en áreas con una mayor incidencia.

Trece millones de matrimonios infantiles

Según la ONU, debido a la pandemia se espera que en la próxima década haya 13 millones de matrimonios infantiles adicionales, de los cuales 4 millones se producirán en los próximos dos años. Este número se suma a las 12 millones de niñas que son casadas anualmente. El siguiente mapa muestra la prevalencia de matrimonio infantil en el mundo.

Figura 1. Prevalencia de matrimonio infantil en el mundo

Leyenda: De 0 (gris) a 76% (verde oscuro). Girls not Brides, 2020, con datos de UNICEF

En el África Subsahariana central y oeste se encuentran 6 de los 10 países donde esta práctica tiene una mayor prevalencia: 4 de cada 10 niñas se casan antes de los 18 años. Níger es el país del mundo con una mayor prevalencia de matrimonios infantiles: 3 de cada 4 niñas se casan antes de los 18 años y 1 de cada 3 antes de los 15 años.

Una práctica arraigada a la desigualdad de género

Esta práctica está arraigada en la desigualdad de género y las estructuras patriarcales, así como a factores de pobreza, falta de nivel educativo e inseguridades económicas que se exacerban durante periodos de crisis. Además, cabe mencionar que en muchas zonas de África aún se practica la mutilación genital  a las niñas antes de casarlas.

Etiopía es el decimoquinto país del mundo con el índice de matrimonios infantiles más elevado. Aunque su Código Penal criminaliza el matrimonio infantil, el país cuenta con un total de 15 millones de niñas casadas. Aunque en las últimas dos décadas había disminuido el número de matrimonios infantiles del 60% al 40%, actualmente estos avances se están perdiendo debido al confinamiento y al cierre de las escuelas. Los centros educativos realizaban rastreos de casos y mediaban con la legalidad nacional.

En Kenia, el cierre de las escuelas significó para muchas niñas la clausura de sus espacios seguros donde habían escapado de la ablación o de matrimonios forzados. Varios centros escolares han expresado su inquietud por el posible no retorno de muchas niñas y adolescentes a la escuela cuando estas reabran.

En Sudan del Sur, un país donde el 45% de su población son menores de 18 años, 3,1 millones de niños y niñas no pueden ir a las escuelas porque el 60% están destruidas. Según UNICEF, el 52% de las mujeres se casan antes de los 18 años y el 9% antes de los 15 años, siendo Sudan del Sur el sexto país del mundo con una mayor prevalencia de matrimonios infantiles.

Campañas de sensibilización durante el confinamiento

Con el fin de revertir esta situación, varios grupos de mujeres activistas han estado haciendo campañas de sensibilización durante el confinamiento en diferentes zonas con alta incidencia de matrimonios infantiles y embarazos en adolescentes.

En estas campañas han recalcado la importancia de la educación para las niñas y han desmitificado rumores de ciertos sectores de la población que dicen que estas se deben casar antes de que termine la pandemia. Se han dado situaciones donde las niñas se han visto obligadas a casarse por falta de sostén económico en casa y a la espera que el marido pague los gastos escolares.

Es necesario, sobre todo en épocas de crisis como la actual, proteger los derechos de las niñas asegurando un espacio seguro para su buen desarrollo. Esto implica, necesariamente, disfrutar de la educación primaria y secundaria completa y no ser forzadas directa o indirectamente a tener relaciones sexuales o a casarse. Hay que acabar con el ciclo de pobreza que la maternidad infantil implica y asegurar a estas niñas sus derechos fundamentales.

Fuente: https://theconversation.com/mas-embarazos-matrimonios-y-violaciones-ninas-africanas-que-sufren-la-pandemia-por-partida-doble-149932

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