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La Guatemala del eterno abuso a los pueblos originarios

 Por: Ilka Oliva Corado


Guatemala, país de desigualdades eternas y racismo enraizado hasta en el azúcar del café. País de clasistas muertos de hambre. En esa Guatemala que se desborda de poesía y memoria en los huipiles de las mujeres indígenas y; de sacrificio y trabajo milenario en sus manos y espaldas, la exclusión la ponen los mestizos que desde siempre se han creído superiores por etnia y clase social.

En esa Guatemala de indígenas masacrados y desaparecidos en masa, en la Guatemala de la desmemoria colectiva, del abuso gubernamental, de la deforestación, de  los ecocidios, de la migración forzada, de las parvadas de clicas criminales saqueando el Estado. Esa Guatemala de mestizos jactándose de tener niñas indígenas de empleadas domésticas en sus casas. De indígenas rajándose el lomo cargando los bultos de los mestizos en el mercado La Terminal. De mestizos muertos de hambre.

Guatemala, donde se vivió uno de los genocidios más atroces de la historia latinoamericana que buscaba exterminar a los pueblos originarios. Poco ha cambiado desde entonces, los indígenas siguen siendo humillados, excluidos y explotados. Sus tierras siguen siendo robadas por oligarquías a las que el Estado solapa, las aguas de los ríos contaminadas dejando a comunidades enteras sin sustento. Porque en la Guatemala de las eternas desigualdades y el racismo los pueblos originarios son los más maltratados, pero también los más dignos. Lloran solos a sus muertos, como si la muerte de un indígena no valiera lo mismo que la de un mestizo, como si masacrar indígenas fuera como atacar plagas.

Se cuidan entre ellos, se abrigan entre ellos porque solo se tienen a ellos mismos, los indígenas en Guatemala como parte de la sociedad y la población solo existen para ser explotados. Guatemala está parada sobre sus lomos, resuella el país gracias a las remesas que envían miles de migrantes indocumentados, esos migrantes son en su mayoría indígenas que han tenido que abandonar sus pueblos para irse a buscar la vida a otro país. Entonces también, a pesar de ser discriminados por sus propios connacionales ellos los mantienen a flote con sus remesas. Guatemala no subsiste gracias los mestizos, logra medio respirar gracias a las remesas de miles de indígenas. Los mismos indígenas que probado está que en tiempo de crisis dan a manos llenas, se quitan el bocado de la boca para darlo a quien tenga necesidad sin detenerse a pensar en etnias.

Y esto se ve también en las luchas por la defensa del medio ambiente, son los indígenas los que ponen el pecho, los que defienden el agua de los ríos, los que defienden los bosques, los derechos humanos de sus pueblos. Y cuando atacan, violentan o asesinan a uno de ellos, son ellos los únicos que salen a denunciar. Está patente el caso de las mujeres ixiles que denunciaron haber sido violadas por miembros del ejército en tiempos de dictadura, en el juicio por genocidio en el 2013. La sociedad las dejó solas, no solo las acusó de mentirosas también las discriminó por su etnia.

Está el ejemplo de la Masacre de Alaska, el 4 de octubre de 2012 en donde 7 personas indígenas fueron masacradas   por soldados del ejército en el kilómetro 169, en la Cumbre de Alaska cuando se manifestaban pacíficamente junto  a otros cientos, en defensa de la educación y por el alza a la energía eléctrica.  Hasta la fecha los familiares de esas víctimas siguen luchando por justicia en la Guatemala de la eterna impunidad. La sociedad también los dejó solos, eran indígenas que los mestizos no reconocen como personas. Las poblaciones que en Petén, frontera con México son sacadas de sus casas por docenas de policías y soldados, para entregarles las tierras a finqueros. ¿Qué sociedad por ellas?

Cuando detienen y violentan a periodistas indígenas comunitarios solo los pueblos originarios con ellos.   Y como un ejemplo también reciente, la detención de la periodista comunitaria Anastasia Mejía Tiriquiz, directora de la estación de radio Xol Abaj Radio  y Xol Abaj Tv, en el municipio de Joyabaj, Quiché. A la que se le acusa de sedición, atentado agravado, incendio provocado y robo agravado, porque documentó e informó sobre irregularidades de gestión y manejo del alcalde de Joyabaj, Francisco Carrascosa y las manifestaciones de la población en su contra. Es decir, a las autoridades de turno no les gustó que la periodista documentara con video y audio las imágenes de la población manifestando su rechazo a su gestión en la alcaldía y de ahí su detención no solo para amedrentarla pero también para callar la expresión y denuncia.

Estas detenciones a periodistas comunitarios se dan con regularidad en un país donde la impunidad socaba toda lucha por la justicia, periodistas que son discriminados por parte del gremio, donde abundan los mestizos, clasistas y racistas que los denigran por sus etnias, pero también porque estos comunicadores no cuentan con el título universitario que los acredite. En el caso de la periodista Anastasia Mejía Tiriquiz se ha visto muy claro el racismo y el clasismo del gremio periodístico del país que cuando tocan a uno de los suyos brincan con uñas y dientes, pero no vaya a ser un indígena porque entonces que se defienda solo. Lo que no sorprende, porque en un país donde el racismo y el clasismo está hasta en las moscas del plato de comida, raro sería que el gremio actuara con solidaridad y por consecuencia humana; que ninguna de las dos la dan los cartones universitarios y vaya que si de eso sabrán los pueblos originarios más que nadie.

Con qué gran sacrificio los periodistas comunitarios escriben sus artículos de opinión, realizan sus videos, sus notas de audio, toman sus fotografías, denunciando lo que sucede en sus comunidades, pues no cuentan con los recursos materiales ni con el financiamiento de nada, es de su propia bolsa, no trabajan para ningún medio donde les paguen un salario, lo hacen por la necesidad de informar a sus comunidades. Para que encima de todo el abuso gubernamental, el racismo y el clasismo propios del país el gremio no se solidarice con ellos y los ignore con esto colocándolos en posiciones más vulnerables todavía contra el abuso. Pero ni falta que hacen, los pueblos originarios se han defendido solos desde siempre y lo seguirán haciendo.

Los pueblos originarios de Guatemala exigen la libertad inmediata de la periodista comunitaria Anastasia Mejía Tiriquiz. Y junto a ellos quienes creemos en el derecho a la libertad de expresión y en que un título universitario, una etnia o clase social no le da las agallas ni la dignidad a nadie, ni se las quita.

Fuente: URL: https://cronicasdeunainquilina.com

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Libro (PDF): Repensando la subalternidad : miradas críticas desde/sobre América Latina

Reseña: CLACSO

Esta compilación constituye una muestra del fructífero encuentro entre historia y antropología para comprender América Latina. Incorporando perspectivas innovadoras y replanteando convencionalismos, este libro representa un corpus reconocible para discutir las nociones de subalternidad, globalización, nacionalismo, desarrollo y desigualdad, desde un ángulo histórico y comparativo. Dirigido principalmente a estudiantes y docentes universitarios de ciencias sociales, busca fomentar la incorporación y discusión crítica de nuevas perspectivas en el ámbito académico latinoamericano, claves para entender viejos procesos y tópicos modernos con renovados enfoques y conceptos.

Autor/a:      Coatsworth, John – Cooper, Frederick – Méndez G., Cecilia – Mallon, Florencia E. – Klor de Alva, José Jorge – Dirlik, Arif – Chakrabarty, Dipesh – Sandoval L., Pablo – Sandoval L., Pablo – Compilador/a Hobsbawm, E. J. – Lomnitz-Adler, Claudio – Gootenberg, Paul

Editorial/Editor:               Envión Editores

Año de publicación:       2010

País (es):                           Peru

Idioma:                              Español

ISBN:                                 978-958-99438-1-6

Descarga:                          Repensando la subalternidad : miradas críticas desde/sobre América Latina

Fuente e imagen:           http://biblioteca.clacso.edu.ar/

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Libro (PDF): Temas y problemas en antropología social

Reseña: CLACSO

El presente texto tiene que ver con el programa de la materia Antropología Cultural y Social dictada en la Facultad de Psicología de nuestra Universidad de La Plata. Sus diversos capítulos cubren varios temas del curso y fueron antecedidos por otros textos temáticos menos formalizados, editados anteriormente por la Cátedra. Nos ha parecido siempre importante adaptar los conocimientos de la Antropología en el marco de las Ciencias Sociales y de la Antropología Social en particular -que constituyen el eje de la materia- con la intención de conformar un eje didáctico de materiales que sean de fácil comprensión y permitan una lectura ulterior de mayor profundidad y continuidad, según el avance en la construcción de los conocimientos por parte de alumnos. Esto es importante por cuanto la disciplina constituye, de acuerdo al nuevo perfil del Plan de Estudios, uno de los cuatro pilares de conocimiento básico de la Psicología.

 

 

Autor/a:                               Salva, María Cristina –   Ringuelet, Roberto –  Attademo, Silvia –   Archenti, Adriana –   Ringuelet, Roberto – Compilador/a o Editor/a  Weingast, Diana –
Editorial/Editor: Edulp
Año de publicación:  2013 
País (es): Argentina
Idioma: Español
ISBN :  978-950-34-1035-6
Descarga:   Temas y problemas en antropología social
Fuente e imagen:

 

http://biblioteca.clacso.edu.ar/
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El Salvador: Las mujeres de San Julián enfrentan el hambre y desigualdad con huertos caseros

El Salvador permaneció bajo cuarentena obligatoria durante tres meses. El gobierno de Nayib Bukele prometió que abastecería de alimentos a todas las familias afectadas económicamente por las medidas para contener la propagación de la COVID-19; pero en muchas zonas la ayuda nunca llegó. Una de esas zonas está en San Julián, Sonsonate, donde las mujeres lograron sobrevivir al hambre y sostener a sus familias gracias a la comida que ellas mismas cultivan. Contaron a GatoEncerrado que al verse encerradas en cuarentena, sin la posibilidad de salir a ganarse el sustento diario y sin transporte público para movilizarse a los mercados, las mujeres se metieron en cuerpo y mente a trabajar en sus huertos caseros.

Estas mujeres, apoyadas por organizaciones como la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), son la prueba de que los huertos caseros son la alternativa viable y necesaria para sobrevivir a la crisis económica y a la agudización de la desigualdad que dejará el impacto de la pandemia por COVID-19. Economistas han señalado que las medidas gubernamentales ante la pandemia en El Salvador dejará a más de cien mil personas sin empleo y que la desigualdad incrementará.

Uno de los informes más recientes de Oxfam, titulado «¿Quién paga la cuenta?«, señala que el impacto de la pandemia es tan grave que los países de América Latina y el Caribe (incluido El Salvador) tendrán un retroceso económico de 15 años. El informe también explica que entre los más golpeados están los más vulnerables y pobres de la región, pero no los ricos y multimillonarios. Entre los más vulnerables, como suele ocurrir en las crisis, están las mujeres. Por eso, la experiencia de mujeres que cultivan sus huertos caseros, como en San Julián, es valiosa para plantearse como una alternativa ante la crisis y desigualdad, según Jennifer Guzmán de Unes.

El informe de Oxfam también detalla que mientras los más vulnerables y pobres tienen que recurrir a medidas extremas para sobrevivir ante los impactos económicos de la pandemia, hay ricos que en medio de la crisis sanitaria se han hecho más ricos. Oxfam logró determinar, por ejemplo, que desde que iniciaron los confinamientos en la región hay ocho nuevos multimillonarios con un patrimonio mayor a los mil millones de dólares. Mientras tanto, hay mujeres en zonas como San Julián que lo único que tienen es su huerto casero.

María Avilés contó a GatoEncerrado que lleva 25 años cultivando su huerto casero. En tiempos de pandemia, crisis y vacas flacas, su huerto ha sido lo único que ha logrado sostener a su familia. Foto/Emerson Flores.

En su huerto, María Avilés siembra frutas y vegetales, pero en todo el proceso, según dijo, no utiliza químicos. Esto con el fin de garantizar que el alimento que llega a su mesa sea orgánico, sin preservantes artificiales. Foto/Emerson Flores.

«Muchas mujeres han tenido los beneficios de su propio empoderamiendo, ya que ahora ellas se visualizan a sí mismas como proveedoras de su hogar», aseguró Jennifer Guzmán, técnica territorial de la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes). Esta organización acompaña y apoya a las mujeres de San Julián, para que sigan cultivando en los huertos caseros. Por el momento, según Guzmán, la Unes tienen 35 iniciativas agroecológicas en la zona, junto al Comité Ambiental de San Julián.

En estos 25 años, María Avilés ha logrado ampliar su huerto. Gracias a su trabajo, no solo provee alimento a su familia, sino que su huerto también le da para vender en mercados y regalar alimento a sus vecinas. La crisis provocada por la pandemia le afectó menos, debido a que ella misma cultiva su comida: «Si yo quiero un tomate o mora, solo voy y la corto», explicó. Foto/Emerson Flores.

«Para mí es importante tener mi huerto, porque lo tengo cerca, lo tengo saludable. Yo sé lo que estoy consumiendo y sé que no lleva químicos», mencionó María Avilés, mientras mostraba su huerto. Foto/Emerson Flores.

Angélica María Monroy recibió un diplomado en Ciudad Mujer, en el que aprendió a cultivar sus propios alimentos. Hace más de un año empezó a recibir capacitaciones con la Unes y así empezó su huerto casero. Foto/Emerson Flores.

Angélica Monroy asegura que tener su huerto en casa le ayudó ante las dificultades económicas provocadas debido a la pandemia por las medidas que tomó el gobierno para evitar la propagación de COVID-19. Foto/Emerson Flores.

Angélica Monroy explicó que en su huerto siembra tomate, chile, cebolla, cebollines y maíz. Su esposo y uno de sus nietos le apoyan en el cultivo y cuidado de su huerto. Foto/Emerson Flores.

Sonia Esperanza Huezo también tiene su huerto, en el que cultiva maíz, yuca, hierba buena, espinaca y otro tipo de semillas que sirven para la alimentación de ella, su esposo y sus dos hijos. Foto/Emerson Flores.

«Esto es bueno, porque nos ayudamos y ya no gastamos dinero para salir a comprar comida. A mi esposo yo le enseñé a cultivar, ahora él es el que cultiva la milpa», dijo Sonia Huezo. Foto/Emerson Flores.

septiembre 10, 2020

 Fuente: https://gatoencerrado.news/2020/09/09/las-mujeres-de-san-julian-enfrentan-el-hambre-y-desigualdad-con-huertos-caseros/

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Las personas más ricas de Oriente Medio han ganado durante la pandemia dos veces lo que se necesita para reconstruir Beirut

Por: VientoSur 

Según la ONG Oxfam, en la región MENA (Medio Oriente-Norte de África), el 76% de los ingresos está en manos de solo el 10% de la población, y 37 milmillonarios tienen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población adulta.

La fortuna de las 21 personas más ricas de Oriente Medio y África del Norte ha aumentado en casi diez mil millones de dólares desde marzo, casi el doble de los fondos estimados necesarios para reconstruir Beirut después de la explosión, según indica Oxfam el jueves en un comunicado de prensa.

Para la ONG, la pandemia del coronavirus ha acentuado las desigualdades en la región y 45 millones de personas podrían caer en la pobreza.

Desde el inicio de la pandemia en marzo, “los 21 hombres más ricos de la región de Oriente Medio y África del Norte [MENA] han visto aumentar sus fortunas en casi diez mil millones de dólares”, ha estimado Oxfam.

Esta suma representa “casi cinco veces los fondos requeridos por el llamamiento humanitario de la ONU para combatir el COVID-19 en la región MENA”, ha señalado la organización.

“La pandemia ha puesto al descubierto las profundas desigualdades y los fracasos masivos de nuestros sistemas económicos, dejando a millones de personas de la región sin trabajo, sin acceso a la atención médica y sin seguridad social”, ha declarado Nabil Abdo, asesor principal de Oxfam en la zona MENA.

La ONG ha pedido a los gobiernos de la región que “actúen con rapidez y aumenten las cantidades destinadas a proteger a las personas más vulnerables de la sociedad”.

También ha comparado esos diez mil millones de dólares, según datos de la revista Forbes, con los destrozos causados por la mortífera explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto.

Esto es “casi el doble de la suma estimada necesaria para reconstruir la devastada capital del Líbano”, agrega el comunicado, refiriéndose a estimaciones de la firma auditora PwC después de la explosión que destruyó decenas de edificios y dejó otros 3.400 edificios inhabitables.

En total, 40.000 edificios se vieron afectados.

1,7 millones de personas perderán su empleo

La explosión, que según las autoridades se debió a una enorme reserva de nitrato de amonio almacenado en el puerto, provocó más de 180 muertes, 6.500 personas heridas y destruyó o dañó las viviendas de unas 300.000 personas.

Según la ONU, más del 55% de la población libanesa está ahora “atrapada en la pobreza  “.

En la región MENA, el 76% de los ingresos está en manos de sólo el 10% de la población “con 37 multimillonarios que poseen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población adulta”, detalla Oxfam.

Para la ONG, “si JordaniaLíbanoEgipto Marruecos hubieran aplicado un impuesto sobre el patrimonio del 2% a partir de 2010, estos países podrían haber recaudado 38 mil millones de dólares en ingresos fiscales, que podrían haberse invertido en mejorar la atención de la salud pública y reconstruir los sistemas de protección social”.

“Las medidas para proteger a las personas pobres han fracasado. Se estima que solo el 11% de los planes de recuperación económica en la región estaban destinados a medidas de protección social y salud. En este contexto, se estima que el 89% de los 16 millones de trabajadoras y trabajadores informales de la región se han visto gravemente afectados por las medidas contra la pandemia. Las inversiones extranjeras también probablemente disminuirán un 45% y se espera que 1,7 millones de personas pierdan su empleo, incluidas 700.000 mujeres, lo que costará 42.000 millones de dólares en salarios perdidos ”, añade la ONG.

Texto original: https://www.middleeasteye.net/fr/actu-et-enquetes/moyen-orient-riches-inegalites-economie-explosion-beyrouth

Traducción: Viento Sur

Fuente: https://vientosur.info/las-personas-mas-ricas-de-oriente-medio-ganaron-durante-la-pandemia-dos-veces-lo-que-se-necesita-para-reconstruir-beirut/

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Panamá: educación y desigualdad, agobios en pandemia

Por: Nubia Piqueras Grosso/Prensa Latina 

Panamá (Prensa Latina) En medio de la incertidumbre económica, sanitaria y social generada por la pandemia de Covid-19 en Panamá, estudiantes, padres y profesores suman una preocupación: ¿qué pasará con el curso escolar?

 

Tras la confirmación del primer caso de esa enfermedad contagiosa en el país el pasado 9 de marzo, la educación fue el primer sector en recibir el impacto de las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno con el cierre de escuelas y universidades a nivel nacional.

Desde entonces la enseñanza, en particular la pública, vive un verdadero Vía Crucis para evitar la paralización del curso escolar, que el 2 de marzo inició con algunos pendientes de infraestructura, recursos materiales y calidad de la enseñanza, entre otros temas de vieja data.

Módulos docentes, plataformas digitales, materias radiales y televisivas, incluso las redes sociales, se pusieron en función de los estudiantes para evitar que pierdan entrenamiento y conocimiento ante una prolongada suspensión de las clases presenciales.

Sin embargo, todo indica que ese novedoso método de aprendizaje a distancia no acaba de convencer, en especial a muchos padres, quienes ponen en duda su validez y en otros casos aducen la falta de implementos como celulares, tabletas o laptops para que sus hijos asuman la educación a distancia.

Una realidad que a juicio de Julio Escobar, asesor presidencial en Educación, resulta diferente para las escuelas privadas, que agrupan cerca del 15 por ciento del total de los estudiantes del país.

En ese sentido, aseguró que poco más del 75 por ciento de los hogares de estos alumnos cuentan con computadoras y más del 90 por ciento con acceso a internet, según estadísticas de las asociaciones de padres de familia y las instituciones oficiales.

Cifras que contrastan con el sector público, donde el promedio de disponibilidad de computadoras es de apenas el 30 por ciento y en las áreas comarcales no llega al 10 por ciento en general, por lo que las carencias son mayores, precisó Escobar.

Recordó que parte de la estrategia educativa actual es lograr una plataforma virtual como Ester, capaz de mantener las clases a distancia por un largo tiempo, responder a la variedad de la enseñanza en el país e incorporar diferentes soportes técnicos para que los profesores interactúen con los estudiantes.

Una encuesta realizada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales a finales de marzo arrojó que el principal problema que enfrenta hoy el país no es el sanitario, sino la gran desigualdad.

‘Esto quiere decir que el Panamá prepandemia, desigual, individualista y fragmentado, no va amanecer de manera repentina, porque lo necesitamos, como una sociedad que crea comunidades y que está cohesionada’, dijo el politólogo Harry Brown.

Las herramientas que teníamos antes de que llegara el nuevo coronavirus son las mismas que tenemos para enfrentar la situación actual y nadie estaba preparado para esto, aseguró.

El experto se refirió a las diferencias entre las naciones desarrolladas, que cuentan con todas las condiciones para enfrentar los retos de la educación, y las llamadas subdesarrolladas como Panamá, ‘un país a dos velocidades’, donde las oportunidades educativas no son iguales.

‘Dentro de Panamá hay una diferencia de 95 puntos entre los niños ricos y pobres y solo el 11 por ciento de los hogares tiene banda ancha de internet’, acotó Brown, quien consideró que la telefonía celular (más del 90 por ciento) no es suficiente para acceder a la educación virtual.

Por ello consideró necesario cerrar la brecha digital con un enfoque de derecho humano, entregar textos en las zonas y hogares que no podrán conectarse a internet en corto plazo y aprovechar otros medios de comunicación como la radio y la televisión con una mayor penetración.

Al referirse a la calidad de la enseñanza pública señaló que el 41 por ciento de los encuestados la calificó de mala y curiosamente el 51 por ciento afirmó que en el sector privado varía en dependencia de la escuela, resultado que derriba el mito de que toda la educación particular es buena.

Lo cierto es que educar de forma remota a través de medios digitales requiere crear habilidades entre los 45 mil docentes y casi 900 mil estudiantes que integran el sistema educativo en Panamá, dijo Escobar.

Pero, el proceso de educación que queremos rescatar también debe tener en cuenta el acceso a otros servicios básicos como agua, alimentación y electricidad, sobre todo porque el 68 por ciento de la población asegura que no hay igualdad de oportunidades en el país, señaló Brown.

‘Lo más importante ahora es la solidaridad y la tolerancia, independientemente de los ingresos y la posición socioeconómica que tengamos, porque solo el esfuerzo colectivo evitará perder el año escolar’, sentenció Escobar.

EXCLUSIÓN Y MIGRACIÓN EDUCATIVA

Según una reciente encuesta realizada en 345 escuelas públicas, la exclusión educativa en la nación istmeña es más severa en zonas pobres de la capital, del interior y las comarcas indígenas.

A juicio de la Fundación Excelencia Educativa, esta realidad impacta en un tercio de los planteles de la central provincia de Herrera, las occidentales Bocas del Toro y Chiriquí, la caribeña Colón, las regiones capitalinas Panama Centro, Norte y el distrito de San Miguelito, en el 25 por ciento de los centros de Panamá Oeste y las centrales Veraguas y Coclé.

De acuerdo con el profesor gremialista Diógenes Sánchez el principal problema de las grandes poblaciones urbanas marginales, en su mayoría situadas en terrenos fuera de planificación, es que muchos niños, niñas y jóvenes no tienen acceso a la educación, porque la cantidad de escuelas no corresponde al número de su población.

Situación que por demás genera el desarrollo de barriadas sin acceso a agua potable ni luz, y mucho menos a un centro docente, aseveró.

Estadísticas oficiales indican que entre 2018 y 2019 abandonaron las aulas 26 mil 507 estudiantes, cifra que podría crecer en el actual año lectivo, pues el Ministerio de Educación (Meduca) informó que tres de cada 10 alumnos en Panamá, el 29,5 por ciento de la población estudiantil total, no tiene conexión para recibir las clases a distancia.

Por otro lado, al menos tres mil estudiantes de colegios privados emigraron a los públicos debido al impacto que genera la falta de empleos como consecuencia de la pandemia de Covid-19.

Según el Meduca, la falta de ingresos estables obligó a muchos padres de familia a tomar esta decisión a cuatro meses de la culminación del curso escolar, que desde el inicio en marzo adoptó el modo virtual a causa de las medidas restrictivas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Esta situación provocó el cierre de seis escuelas particulares, las cuales generan empleos a más de 30 mil docentes en el país.

Al respecto, Katya Echeverría, representante de los Colegios Particulares de Panamá, aseguró que el Estado como garante de la educación debió crear una alternativa de ayuda colaborativa con los padres de familia y las escuelas para aliviar la carga económica y evitar el movimiento de los estudiantes.

Precisó que hay muchas instalaciones docentes privadas que ven con desespero la reactivación del año lectivo, con padres que no pagan las mensualidades o en su efecto solo el 10 por ciento puede asumir ese desembolso.

Ante esta realidad, el Meduca dio las ‘instrucciones a los directores regionales para que puedan aceptar y matricular a los estudiantes que han tenido que regresar al sistema público’, explicó la directora nacional de Educación Media, Isis Núñez.

Sin embargo, a juicio de algunos profesores, el sistema educativo público no tiene la infraestructura física ni curricular para absorber a tantos estudiantes, criterio con el cual coincide la funcionaria, quien destacó los esfuerzos para adaptarse a la situación y garantizar el acceso al estudio de todos los niños.

Cifras del Meduca revelaron que unos dos mil 236 alumnos ya fueron asimilados por las escuelas públicas, tras la reanudación de las clases el pasado julio en la modalidad virtual.

Aunque el número oficial de estudiantes emigrados representa menos del uno por ciento de los 800 mil existentes en el país, supone un reto para la educación pública, marcada por deficiencias materiales, estructurales y de calidad en la enseñanza acumuladas por años, expresaron expertos y docentes.

*Corresponsal jefa de Prensa Latina en Panamá

*Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=393302&SEO=panama-educacion-y-desigualdad-agobios-en-pandemia
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¿Es necesaria la decolonialidad para el pensamiento crítico?

Me han preguntado si es necesaria la decolonialidad para el pensamiento crítico. Mi respuesta inmediata es sí, aunque necesitemos aclarar algunas cuestiones.

La decolonialidad, ciertamente, no es la única vía para hacer pensamiento crítico. Al final todos los caminos nos conducen a la necesidad de transformar el orden vigente, cualquiera sea su nombre.

La decolonialidad enfatiza en la matriz colonial de muchos de nuestros problemas. Con ello, resalta la necesidad de leer a nuestros pensadores en nuestros contextos y reflexionar a partir de nuestra realidad.

Esto no es nuevo. Sin embargo, quedarse allí podría generar un nuevo dogma, etnocéntrico y aun chovinista. Esto demanda dialogar con otras miradas, en busca de las consecuencias del colonialismo más allá de éste.

La decolonialidad tampoco es un bloque monolítico ni tiene el monopolio de la crítica.  Tan solo — pero no menos — imprime criticidad al debate al poner en su centro más de quinientos años de exclusión.

Hoy, cuando encaramos las consecuencias de las desigualdades y la destrucción de la naturaleza, la crítica hecha en el arco de tiempo de lo colonial a acá nos permite bucear en el fondo de los problemas. De lo contrario quedamos enchufados a una matriz reproductora de cambios cosméticos.

Las desigualdades de hoy son el resultado de siglos de “colonialidad del poder”, como diría Aníbal Quijano. El progreso de esta modernidad capitalista generó las desigualdades de los seres humanos entre sí y en su relación con la naturaleza.

Progreso y desigualdad son dos caras de una misma moneda. La decolonialidad cuestiona el discurso lineal y triunfante de la modernidad capitalista.

Este modo moderno de ser, estar, pensar y actuar en el mundo mantiene en vilo la existencia de la vida en el planeta desde hace al menos cinco siglos. La decolonialidad es necesaria para encarar los problemas producidos por la modernidad capitalista, tanto política como epistemológicamente.

Así contribuye a que el pensamiento crítico se concentre en los problemas de fondo. Desde allí nos planteamos con Enrique Dussel la centralidad de reproducir la vida o, como diría Agustín Lao-Montes, las condiciones de posibilidad de un vitalismo radical. Es en ese sentido que la decolonialidad es necesaria para el pensamiento crítico.

Fuente: https://rebelion.org/es-necesaria-la-decolonialidad-para-el-pensamiento-critico/

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