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Libro: Niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe: deudas de igualdad

Por: Cepal. 29-10-2016
Autor: Céspedes, Catalina – Robles, Claudia
Páginas: 100 p.
Editorial: CEPAL
Tipo: Asuntos de Género

Resumen

El presente estudio entrega un panorama sobre las desigualdades que experimentan las niñas y las adolescentes de la región y pretende aportar a la discusión sobre políticas que busquen eliminar todas las formas de discriminación que les afecten. Para ello, se adopta una perspectiva enfocada en las vulnerabilidades específicas que niñas y adolescentes enfrentan, reconociendo la diversidad de sus identidades e identificando las barreras que es necesario derribar. Esto es un imperativo, por una parte, para su ejercicio de derechos, la adquisición de activos y acceso a oportunidades y la construcción de su autonomía y ciudadanía, y por otra parte, para el desarrollo social y económico de los países en el presente y futuro, comprendiendo que las desigualdades que se padecen desde la infancia, además de ser fuente de injusticia en esta etapa de la vida, se proyectan y amplifican hasta la edad adulta. La información que se presenta busca aportar al diseño de políticas públicas pertinentes y eficaces que permitan garantizarles la realización de sus derechos con miras a cimentar en la región un desarrollo con igualdad, más aún en el contexto de la recientemente aprobada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ONU, 2015).

Índice

Resumen .– Introducción .– I. Ser niña, ser adolescente en América Latina y el Caribe .– II. Los hogares donde transcurre la vida de las niñas y las adolescentes .– III. El acceso a la educación y a la salud .– IV. La maternidad infantil y adolescente: implicancias para el ejercicio de derechos .– V. El tiempo interrogado para vivir la infancia y la adolescencia .– VI. Violencia de género en la infancia y la adolescencia .– VII. Reflexiones finales y recomendaciones de políticas.

Descargar el libro en el siguiente link: libro-ninas-y-adolescentes-en-america-latina

Fuente: http://www.cepal.org/es/publicaciones/40180-ninas-adolescentes-america-latina-caribe-deudas-igualdad

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Estados Unidos: CIDH llama la atención sobre constantes desafíos que las niñas y las adolescentes enfrentan en la región

América del Norte/Estados Unidos/Octubre de 2016/Fuente: CIDH

En el Día Internacional de la Niña la CIDH recuerda que existen múltiples problemáticas en la región que dificultan a diario el ejercicio pleno de los derechos para las niñas y las adolescentes. La magnitud y las consecuencias de estas problemáticas en muchos casos siguen siendo poco analizadas y conocidas, insuficientemente atendidas, e incluso aceptadas como normales por la sociedad. La CIDH hace un llamado a los países de la región a que presten mayor atención a los diversos retos que enfrentan las niñas y las adolescentes. Para ello exhorta a los Estados a que fortalezcan la perspectiva de género en el funcionamiento de los Sistemas Nacionales de Proteccion de la Niñez y a que consulten directamente y de forma periódica a las niñas y a las adolescentes sobre su realidad y sus propuestas para mejorar sus circunstancias, empoderándolas y haciéndolas partícipes del diseño de políticas públicas para garantizar sus derechos.

El contexto en el cual crecen las niñas y las adolescentes en nuestra región está profundamente marcado por la violencia y la discriminación contra ellas. Un alarmante número de niñas y adolescentes son víctimas de abusos, acoso, violencia física, psicológica y sexual, explotación y negligencia, en muchos casos por parte de personas cercanas a ellas como familiares, vecinos, conocidos, profesores y compañeros. La violencia contra ellas y las dificultades en el ejercicio de sus derechos están íntimamente vinculadas con las condiciones de discriminación estructural hacia las mujeres y por los estereotipos de género presentes en todos los países del hemisferio.

La violencia sexual es una de las formas de violencia más graves debido a que atenta contra la dignidad de las niñas y las adolescentes e impacta de forma severa en su vida, integridad física, psicológica y en su desarrollo personal. Esta forma de violencia tiene efectos en la salud reproductiva y frecuentemente resulta en embarazos no deseados y de alto riesgo, en abortos ilegales e inseguros e incrementa el riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Los niveles de prevalencia de la violencia sexual en la región son abrumadores, con países con algunas de las cifras más elevadas a nivel mundial, siendo las principales víctimas las niñas y las adolescentes, quienes representan un promedio de entre el 70% y el 80% de todos los casos de violencia sexual que son denunciados. Las cifras sin embargo no reflejan la magnitud de la problemática dado que existe un importante subregistro de los casos de violencia sexual contra las niñas y las adolescentes debido a la falta de denuncia a causa del estigma asociado con esta forma de violencia, por desconocimiento, por temores o engaños, por ser usualmente el agresor un familiar o una persona cercana o con una relación de superioridad con la víctima, o debido a presiones de los familiares. Existen además barreras estructurales para el acceso a la justicia para las niñas debido, entre otros motivos, a la carencia de servicios de asesoría legal gratuita para el tratamiento de sus casos, por el hecho que en algunos países se establecen limitaciones a quien puede interponer la denuncia, y por los plazos de prescripción de este tipo de delitos. Para la CIDH es motivo de profunda preocupación el reducido número de casos que son efectivamente investigados, enjuiciados y sentenciados, lo cual contribuye a que la violencia contra las niñas siga proliferando. Algunas legislaciones no han regulado correctamente algunos de los tipos penales, como por ejemplo el delito de trata con fines de explotación sexual, ni los protocolos de investigación de dichos delitos. Es fundamental además adaptar los procedimientos para no re-victimizar a las niñas y las adolescentes, así como facilitar el acceso a servicios integrales de apoyo que incluyan asesoría legal y la atención médica necesaria y adaptada. En lo tocante al acceso a los servicios médicos para las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, la CIDH ha recibido información preocupante sobre la ausencia de protocolos adecuados para la interrupción legal de los embarazos resultado de violencia sexual en niñas, lo cual lleva a que se  desarrollen embarazos indeseados y de alto riesgo para la vida, especialmente cuando se trata de niñas de corta edad.

En el marco de las estrategias para enfrentar la violencia y la discriminación es fundamental empoderar a las niñas y a las adolescentes en el conocimiento y el ejercicio de sus derechos. Entre las medidas debe considerarse el acceso a una educación sexual de calidad adaptada a la edad, y a servicios de salud sexual y reproductiva accesibles para las adolescentes. Un alto número de adolescentes no cuentan con el acceso a la información y a los servicios en materia de salud sexual y reproductiva, de manera oportuna, adecuada, accesible y sostenible para que puedan evitar el embarazo precoz o no deseado, prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual, y ejercer su derecho a decidir si desean entrar en una relación de pareja y con quien. La iniciación temprana a la actividad sexual de las adolescentes sin una adecuada información sobre su salud sexual y reproductiva resulta en muchos casos en embarazos no deseados, con riesgos para la salud, o en abortos ilegales e inseguros. En los casos de embarazos, frecuentemente las presiones familiares y sociales empujan a las adolescentes a matrimonios o a uniones precoces con impactos en sus oportunidades de desarrollo personal, educativo, profesional, y de tomar decisiones importantes sobre sus vidas, lo cual las hace más vulnerables. Las niñas y las adolescentes embarazadas son todavía discriminadas en centros educativos y no se les permite asistir a clases durante su embarazo.

En la región, las niñas y las adolescentes provenientes de familias de muy escasos recursos económicos o de grupos tradicionalmente excluidos y discriminados todavía enfrentan dificultades en la vigencia de su derecho a la educación, acceden solo a los niveles educativos básicos o bien abandonan los estudios porque deben colaborar con las tareas en el hogar, en el cuidado de familiares o en la obtención de recursos económicos para la familia. Los problemas de acceso y permanencia en el sistema educativo en los diversos niveles perpetúan la situación de vulnerabilidad en el ejercicio de los derechos de las niñas, de las adolescentes y de las mujeres en la región, así como su dependencia de otros. El nivel educativo tiene una influencia determinante en las oportunidades de acceso a un empleo formal en el futuro, y por tanto al acceso de recursos económicos para llevar una vida digna, autónoma, y permitir el ejercicio de otros derechos.

Las niñas y las adolescentes son también víctimas de explotación laboral e inclusive de formas modernas de esclavitud. En la región, uno de los fenómenos preocupantes y que tiene todavía implantación y aceptación social es el trabajo doméstico de niñas y adolescentes. De acuerdo con la información recibida por la CIDH, existe un alto número de niñas realizando trabajo infantil para contribuir a la economía familiar, en particular como empleadas domésticas, lo cual les dificulta el ejercicio de una serie de derechos, entre ellos su derecho a la educación, a pesar que muchas familias envían a sus hijas como empleadas domésticas a las ciudades en la creencia que tendrán un mejor acceso a la educación. Esta condición también las expone a malos tratos, abusos, violencia, negligencia y explotación, facilitado todo ello por la vulnerabilidad producida por la distancia y la falta de contacto habitual con su familia y el limitado contacto con personas de confianza de la niña. Un porcentaje alto de víctimas de trata tienen como antecedente el trabajo doméstico desde temprana edad.

Las niñas y las adolescentes con discapacidad, o de grupos indígenas, afrodescendientes, migrantes, así como de grupos tradicionalmente excluidos y discriminados, enfrentan mayor discriminación y obstáculos para acceder al ejercicio de sus derechos, tales como la educación, la salud, la cultura, y la participación social, y suelen ser más vulnerables a ser víctimas de diversas formas de violencia y de explotación, sexual y laboral. Los motivos radican en pertenecer a grupos tradicionalmente excluidos y discriminados, respecto a los cuales el Estado no ha tomado medidas adecuadas para garantizar un efectivo goce y ejercicio de sus derechos en igualdad de condiciones y oportunidades.

La CIDH urge a los Estados a que pongan en marcha las medidas de todo tipo que sean necesarias para romper el círculo de tolerancia e impunidad hacia la violencia y discriminación contra las niñas y las adolescentes, que tome en consideración su empoderamiento, y refuerce los servicios locales de protección de la niñez que puedan identificar tempranamente los riesgos y las violaciones, y responder adecuadamente.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.

Fuente: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2016/147.asp

Imagen: http://www.oas.org/es/cidh/actividades/visitas.asp

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Los hombres han ganado el 97% de los Nobel de ciencia desde 1901

Europa/España/15 Octubre 2016/Autor: Manuel Ansede/Fuente: El país

Las mujeres, un año más, no han recibido ningún galardón en la edición de 2016

Ninguna mujer ha sido galardonada este año con un premio Nobel, en ninguna de sus categorías. Los 11 premiados han sido hombres. En el caso de las disciplinas científicas, las cifras son escandalosas. Desde 1901, el 97% de los ganadores de premios Nobel de ciencias han sido hombres. Solo 18 mujeres se han colado en el grupo de 590 nobeles científicos. En este siglo largo, los hombres se han llevado el 99% de los Nobel de Física, el 98% de los de Química y el 94% de los de Medicina.

“Es muy triste”, afirma Capitolina Díaz, profesora de Sociología de la Universidad de Valencia. “Existe una discriminación a las mujeres que es sistémica, universal, que permea toda la estructura social y que ni siquiera se contempla como un problema”, señala. Díaz ha sido presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT), una organización que el año pasado denunció que en España las mujeres solo reciben el 7% de los premios científicos con una dotación económica mayor de 100.000 euros. La cuantía de cada Nobel supera los 800.000 euros.

«Existe una discriminación a las mujeres que es sistémica y que ni siquiera se contempla como un problema», lamenta la socióloga Capitolina Díaz

La socióloga española subraya que la ausencia de mujeres premiadas con el Nobel no se debe a la falta de candidatas. La francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna figuraban en todas las quinielas del Nobel de Medicina por haber desarrollado la técnica de edición genómica CRISPR —a partir del trabajo del microbiólogo español Francis Mojica —, que supondrá una revolución en el tratamiento de las enfermedades. La química estadounidense Carolyn Bertozzi, de la Universidad de Stanford, también sonaba como Nobel de Química por sus herramientas para manipular procesos en el interior de las células. La física danesa Lene Hau, de la Universidad de Harvard, también aparecía como posible ganadora del Nobel de Física, por haber conseguido reducir la velocidad de un rayo de luz hasta los 17 metros por segundo. Y son solo cuatro ejemplos.

Capitolina Díaz acaba de presentar al Ministerio de Economía y Competitividad una propuesta para que en todos las jornadas y conferencias científicas pagadas con dinero público se imponga la paridad en los comités organizadores y en los ponentes. En las disciplinas tradicionalmente más masculinas, la presencia de las mujeres sobre el escenario sería «como mínimo» proporcional al número de mujeres entre el público, según la propuesta de Díaz.

El objetivo es acabar con imágenes como la del jurado de los premios Rey Jaime I de este año, dotados con 100.000 euros en cada categoría y organizados por la Generalitat Valenciana. Los 23 miembros del jurado eran hombres. Y no premiaron a ninguna mujer. La AMIT también ha criticado la ausencia de mujeres en los premios Fronteras de la Fundación BBVA, dotados con 400.000 euros en cada categoría. Desde 2008, han sido galardonados 61 hombres y solamente tres mujeres, según ha denunciado la AMIT. Ninguna mujer ha sido premiada en las tres últimas ediciones.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/10/14/ciencia/1476437077_380406.html

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La conciliación es cosa de todos

Sonia Sierra

Cuando se entrevista a una mujer política es habitual que se le pregunte sobre la conciliación laboral y familiar, algo que no suele suceder cuando el entrevistado es un político. De la misma manera, cuando se realiza un debate o algún acto político solo de mujeres, siempre se le dedica mucho tiempo al mismo tema. ¿Por qué sucede esto? ¿Sólo tienen que conciliar las mujeres? ¿Acaso los hombres ya vienen conciliados de casa?

Hay dos razones fundamentales para ello. La primera son los estereotipos de género según los cuales, todo lo que tiene que ver con el hogar y el cuidado de la familia pertenece a la mujer y, con un poco de suerte, su pareja «ayuda en casa». La segunda es que, desgraciadamente, esto es así en la mayoría de los casos.

Es evidente que en los últimos años se ha avanzado mucho con respecto a este tema y la vida de la mayoría de mujeres actuales no tiene mucho que ver con la de nuestras abuelas, pero estamos todavía muy lejos de alcanzar la igualdad real.

Para cambiar los estereotipos y las ideas preconcebidas de lo que es ser hombre o ser mujer es fundamental incidir en la educación ya que pensamos que es ahí donde radica la clave de un cambio a mejor. Las escuelas, además de enseñar conocimientos y competencias son una fuente fundamental de transmisión de valores.

Así, desde la educación inicial es importante que los alumnos sepan que no hay una sola manera de ser mujer o de ser hombre, que no hay unos colores o unos juegos para niños y otros para niñas y, más adelante, que tampoco hay unas carreras femeninas y otras masculinas. Y es que, actualmente, la desproporción de género que nos encontramos en facultades de Educación o de Ingeniería no se corresponde con una sociedad que pretenda ser igualitaria.

Por otra parte, para que las tareas domésticas o el cuidado de los niños dejen de ser tareas que recaigan de forma mayoritaria sobre la mujer, es necesario fomentar la corresponsabilidad y para ello son necesarias medidas como por ejemplo tender a la igualación de las bajas de paternidad y maternidad siguiendo los modelos de los países del norte de Europa. Se trata de un cambio de paradigma imprescindible que debe afrontar el nuevo Gobierno en sus primeros cien días de mandato.

Esta medida ayudaría, además, a disminuir la tremenda brecha salarial entre hombres y mujeres que se agranda, especialmente, en la franja de edad en la que las mujeres deciden ser madres. Tenemos que acabar de una vez por todas con la pregunta de si «¿piensas tener hijos?» en las entrevistas de trabajo.

Para fomentar la conciliación familiar y laboral es necesario también racionalizar nuestros horarios, que son una excepción en todo el mundo. Durante la dictadura franquista, la precariedad de una gran parte de las familias españolas obligaba a los hombres a tener dos empleos. Y digo los hombres porque las mujeres se dedicaban, fundamentalmente, al cuidado de las familias y si tenían trabajo solía ser considerado de menor importancia que el del marido. Esos dos empleos los llevaban a comer a las tres de la tarde por lo que la hora de la cena se retrasaba considerablemente.

Eso, unido a las horas de sol hasta muy tarde por haber adoptado el horario de Alemania da como resultado unos horarios que dificultan la conciliación. Además, en España pasamos más tiempo en nuestros lugares de trabajo que el resto de nuestros países vecinos. Para acabar con esta anomalía proponemos acortar el tiempo dedicado a la comida, acumular horas en un banco de tiempo para poder trabajar menos los días que lo necesitemos y potenciar el teletrabajo.

Estas medidas son positivas para las mujeres y también para los hombres ya que acabar con los estereotipos es liberador tanto para unas como para otros y qué decir tiene de la mejor conciliación y la racionalización de horarios. Además, hay que potenciar el talento allí donde esté y, por desgracia, todavía hay demasiadas mujeres que se ven obligadas a tener que elegir entre la maternidad y su carrera profesional. Y es que, en definitiva, trabajar por una sociedad más igualitaria es trabajar por un mundo mejor.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/06/la-conciliacion-es-cosa-de-todos-84653.php

Fuente de la imagen: http://www.comunicarseweb.com.ar/sites/default/files/styles/galeria_noticias/public/biblioteca/images//1394048435_conciliacion_laboral_espana.jpg?itok=xPgbBPUa

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Los niños africanos supondrán el 43% de la pobreza mundial en 2030

África/30 de agosto de 2016/Fuente: abc

Más de 114 millones de niños vivirán con menos de un euro al día dentro de 14 años.

África subsahariana destaca por su juventud pero también por ser una de las regiones más pobres del mundo. Estos dos factores se han alineado para dar lugar a una previsión escalofriante: dentro de quince años los niños de esta parte de África conformarán el 43 por ciento de la población más pobre a nivel global. El doble del porcentaje actual.

En 2030 serán 144 millones de niños los que vivirán bajo el umbral de la extrema pobreza con tan solo un euro al día, según se desprende de un estudio realizado por el Overseas Development Institute (ODI). Ante esta perspectiva, el ODI reclamó a la comunidad internacional que deje de limitarse a «ambiciosas declaraciones en cumbre internacionales» y proponga soluciones reales basadas en tres pilares esenciales.

En primer lugar la educación se perfila como el factor clave para impulsar el desarrollo, pero debe acompañarse de medidas para frenar el matrimonio infantil, además de una mejora en la sanidad y en el acceso a anticonceptivos. También se reclaman más transferencias de ayuda en efectivo hacia el «contiente negro» para combatir la pobreza infantil.

 Las causas

Pero, ¿a qué se debe el que África subsahariana vaya a duplicar el número deniños en extrema pobreza?El rápido crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza, entre otras cuestiones, por el fuerte crecimiento demográfico en África. Este aumento de la población se debe a dos motivos, a la reducción de muertes infantiles y al elevadísimo índice de natalidad: cada mujer africana tiene una media de 4.7 hijos, el doble que en el sur de Asia.

En conclusión, los niños africanos viven más pero, a largo plazo, esto significará un mayor número de menores hambrientos. Por eso resulta indispensable cambiar el patrón demográfico. El coautor del estudio, Kevin Watkins, opina que «a través de la educación se obtienen habilidades, las chicas se casan más tarde y las mujeres ganan la confianza necesara para exigir cuidados médicos y tratamientos anticoncetivos».

No es una tarea fácil. Unicef estima que la tasa de menores que no han ido nunca a la escuela en África subsahariana es del 32 por ciento entre las niñas y de un 27 por ciento en los chicos. El frente de esta batalla a favor de la escolarización se encuentra en Nigeria, donde se registra más abandono escolar. «O se mejora la situación allí, o la región entera va a descarrilar», vaticinó el coautor del estudio Kevin Watkins.

Las condiciones políticas actuales de África -hay más democracia en el continente que nunca-, podrían ayudar a acabar con el matrimonio infantil o a combatir las desigualdades de género. Eso, junto con la ayuda internacional podría revertir la previsión del principio.

En 2030 la población juvenil africana en edad de trabajar se incrementará en 94 millones. Pero, mejorando la atención social y reproductiva, y con una educación decente, se podría generar un doble beneficio: una transición demográfica acelerada más la rápida reducción de la pobreza infantil.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-ninos-africanos-supondran-43-por-ciento-pobreza-mundial-2030-201608282250_noticia.html

Imagen: www.abc.es/media/sociedad/2016/08/29/nino-africa-pobreza-kh0F–620×349@abc.jpg

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