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Es criminal

Por: Marisol Vicens Bello

Esta crisis sanitaria mundial, si bien ha golpeado todos los países, habiendo iniciado incluso en los más ricos y en las clases sociales más altas, desnuda crudas realidades, desmonta muchos mitos y penosamente pone en evidencia que, si bien el virus afecta por igual a todos, existen grandes desigualdades para enfrentar sus consecuencias y tener la posibilidad de protegerse de este o curarse.

La República Dominicana es quizás de los países de la región menos preparados para soportar la crisis, entre otras razones por algo denunciado desde hacía años, la baja inversión en salud y la mala calidad de esta, principalmente por la corrupción y la deficiente gestión.

La crisis nos encontró con un sistema sanitario muy deficiente a pesar de que en los últimos años las autoridades han invertido importantes recursos públicos en construcción, remodelación y equipamiento de hospitales, pero con muchas falencias y corrupción, en el cual se ha invertido poco en la buena preparación de los recursos humanos tanto médicos como paramédicos y en garantizar la formación en especialidades importantes en las cuales tenemos grandes carencias.

Aun bajo los efectos de esta pandemia que ha arrodillado al mundo y que debería servir como una gran lección para la humanidad la gente generalmente actúa simplemente como es, el generoso, haciendo el bien, el malvado haciendo el mal, el responsable cumpliendo, el irresponsable violentando y los corruptos aprovechándose del sistema como siempre lo han hecho.

También con un mercado laboral con un altísimo porcentaje de informalidad de alrededor de 57%, un Código de Trabajo desactualizado a pesar de años de discusiones y de existir un anteproyecto de modificación presentado por la comisión tripartita que fuera designada a los fines, el cual entre otras cosas no está al día en las tendencias internacionales del trabajo a distancia que el covid19 nos ha impuesto realizar a algunos, y una escasa conciencia sobre la carga laboral de los empleos formales y baja valoración de estos, por enfocarse únicamente en el monto de los salarios y olvidar la importancia de contar con las protecciones y derechos de que goza un empleado formal.

Con un sistema educativo público que a pesar de la inversión del 4% del PIB en educación ejecutada por la presente administración tiene enormes asimetrías con el privado, las cuales se reflejan en la odiosa dicotomía de que mientras en el público los estudiantes no están recibiendo clases y no se sabe aún que pasará con el año escolar, en buena parte del privado esto no impactará por poder continuar con el programa virtualmente.

Una justicia anclada en el pasado, con reformas pendientes de nuestros códigos napoleónicos del siglo XIX con un pernicioso hiper formalismo y necesidad de actuaciones presenciales y de depósitos de documentos físicamente, que forzosamente en limitados casos finalmente ha implementado la tecnología de audiencias virtuales. Y es que a pesar de la propaganda estábamos muy lejos de una República Digital, y eran muy limitados los procesos en línea.

Un sistema de compras y contrataciones públicas con muchas debilidades, con un marco normativo deficiente cuya modificación hace tiempo se espera, que ha provocado que las instituciones que quieren hacer las cosas transparentemente como ha sido el caso del Tribunal Constitucional, el Ayuntamiento del Distrito Nacional y otras, se vean en la necesidad de buscar en organismos internacionales como el PNUD la vía para escapar de los entuertos y riesgos del sistema, y que muchas empresas reconocidas prefieran no licitar por los intríngulis de unas contrataciones manejadas muchas veces para favorecer a proveedores favoritos que cambian de objeto social como de camisa.

Aun bajo los efectos de esta pandemia que ha arrodillado al mundo y que debería servir como una gran lección para la humanidad la gente generalmente actúa simplemente como es, el generoso, haciendo el bien, el malvado haciendo el mal, el responsable cumpliendo, el irresponsable violentando y los corruptos aprovechándose del sistema como siempre lo han hecho.

Esa malvada corrupción que históricamente tanto daño nos ha causado en momentos como estos adquiere ribetes patéticos y fuerza admitir que simplemente es criminal cualquier intento de aprovecharse de la tragedia, aunque esto no sea nuevo en el país, ni sea único en el mundo, independientemente de la seriedad de algunos buenos funcionarios que lamentablemente ni ayer ni hoy han podido garantizar que se erradique este execrable mal.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8803353-es-criminal/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/dna-genetic-material-helix-proteins-3539309/

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Libro (PDF) Exclusión social y violencias en territorios urbanos centroamericanos

Reseña: CLACSO

El presente libro contiene los principales hallazgos empíricos y conclusiones analíticas del proyecto “Exclusión, violencia y respuestas comunitarias en las ciudades centroamericanas: explicando variaciones para orientar políticas”, que ha llevado a cabo un equipo compuesto por investigadores de la sede de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Costa Rica y el programa FLACSO-El Salvador. Dos objetivos que funcionaron como premisa fueron: generar una mejor comprensión de la relación entre violencia urbana, pobreza y desigualdades e identificar las estrategias más eficaces para hacer frente a estos desafíos y contribuir a la creación de los marcos teóricos y conceptuales y de los enfoques metodológicos que orientarán la investigación futura sobre estas cuestiones.

Autor/a: Salazar Sánchez, Karla – Zetino, Mario – Montoya, Ana Margarita – Brioso, Larissa – Calderón Umaña, Rodolfo –  Pérez Sáinz, Juan Pablo –  Pérez Sáinz, Juan Pablo.        

Editorial/Editor:  FLACSO sede Costa Rica

Año de publicación: 2015

País (es): Costa_Rica

Idioma: Español.

ISBN :   978-9977-68-286-0

Descarga:   Exclusión social y violencias en territorios urbanos centroamericanos

Fuente  e Imagen:    http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?a=q&r=1&hs=1&t=1&q=violencia&j=dl&c=general&fqf=TX&Submit=buscar+en+CLACSO

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Libro(PDF): «Alicia Ziccardi. Ciudades latinoamericanas. La cuestión social y la gobernanza local. Antología esencial»

Reseña: CLACSO

La obra de Alica Ziccardi es muy amplia y tiene por constantes la objetividad, el desarrollo conceptual, la originalidad, la calidad expositiva, el método riguroso, el pensamiento crítico, la visión para transformar y la meta última que es su utilidad para guiar futuros mejores. Además, le acompañan principios morales invariables: el interés colectivo de la nación, de las sociedades, de las ciudades, de las comunidades, de América Latina. Así como también es característico su continuo enfrentamiento contra las desigualdades de todo tipo: sociales, urbanas, de género, basando su análisis en las reglas del conocimiento científico y en el sustento intachable de una investigación rigurosa.

Tonatiuh Guillén López

Autores (as): María Mercedes Di Virgilio. Alicia Ziccardi. [Autoras]

Editorial/Editor: CLACSO. IIS – Instituto de Investigaciones Sociales.

Año de publicación: 2020.

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-589-1

Descarga: Alicia Ziccardi. Ciudades latinoamericanas. La cuestión social y la gobernanza local. Antología esencial

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1838&orden=&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1377

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Mundo: Unesco alerta sobre cierre de escuelas por coronavirus

Mundo/26-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Más de 130 países han ordenado el cierre de los centros educacionales para frenar la pandemia es la cifra que maneja la Unesco.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señaló este martes que ha aumentado el número de jóvenes y adultos que no asisten a escuelas o universidades, debido al cierre de centros educativos como medida preventiva ante la expansión del coronavirus.

Según el monitoreo de la Unesco, más de 130 países han implementado cierres en el ámbito nacional, impactando más de 80 por ciento de la población estudiantil mundial.

“Varios otros países han implementado cierres escolares localizados y, si estos cierres se hacen en todo el país, millones de estudiantes adicionales experimentarán interrupciones educativas”, dijo la organización.

UNESCO en español

@UNESCO_es

🔴ÚLTIMA HORA:

Casi el 80% de la población estudiantil mundial no va a la escuela debido al .

⛔ 1.370 millones de estudiantes privados de escuela en todo el mundo.

➡️138 países afectados por el cierre de escuelas.https://on.unesco.org/3bcI1Q6 

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Por su parte, la subdirectora general de Educación de la Unesco, Stefania Giannini, dijo que “las dificultades aumentan exponencialmente cuando se cierran las escuelas (…) Por imperfectas que sean, desempeñan un papel igualador en la sociedad, y cuando cierran, las desigualdades se vuelven mucho mayores”.

A la lista se sumó Cuba, tras decretar el cierre de sus centros educativos hasta el 20 de abril, dentro de una serie de medidas implementadas por el Gobierno para enfrentarse a la crisis sanitaria que vive el mundo por la pandemia.

La Unesco garantizó que brindará su apoyo inmediato a los países mientras trabajan para minimizar la interrupción educativa y facilitar la continuidad del aprendizaje, especialmente, para los más vulnerables.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/unesco-cierre-escuelas-mundo-20200324-0031.html

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Las desigualdades del sistema educativo

En estos días con motivo de la rendición de la que es la última PSU, ha vuelto a la discusión los cuestionamientos sobre la segregación que existe en el sistema educativo chileno y las situaciones desiguales que enfrentan los estudiantes al someterse a esta prueba, lo que es efectivo, asumiendo además que ya quedaron muchos en el camino y otros quedarán después de darla.

Ello, porque muchos no pudieron incorporarse a un pre-universitario pagado que trate de “tapar” los muchos hoyos que ha tenido su formación en educación básica y media, lo que les ha impedido tener una verdadera progresión en los estudios, y también por las muchas necesidades que el medio familiar, comunitario y escolar no siempre ha podido compensar.

¿Y cuáles son estas necesidades o carencias que el sistema educativo debe hacerse cargo y que no lo hace, en especial, en los sectores más desventajados?

Los problemas empiezan en el hogar y en la educación parvularia. Sin desear estigmatizar las dificultades que existen en las familias de escasos recursos materiales, en las cuáles hay muchos ejemplos de superación, lo cierto es que sabemos que la mayoría de ellas están encabezadas por una jefa de hogar que es la proveedora, y, por tanto, tiene que trabajar todo el día.

A sus 8 horas laborales externas, debe agregar las de desplazamiento que hacen sumar 2 más, y todo el trabajo en el hogar.

¿Cuánto tiempo le queda para tener momentos de esparcimiento con sus hijos, regalonearlos, jugar con ellos y “hablarles”?  Por todo ello, es que la jornada laboral de 40 horas era importante.

Pareciera extraño, resaltar el “hablarles”, pero múltiples investigaciones en Chile y en todo el mundo muestran que aquellos niños y niñas cuyas madres les hablan de asuntos que tienen interés para ellos, tienen mayor lenguaje y les va mejor en el rendimiento escolar.

Se ha medido también que párvulos de sectores populares tienen un tercio de las palabras de niños de sectores acomodados, que tienen un medio más letrado y oportunidades de todo tipo en sus familias y/o sustitutos que les cantan, leen, los sacan a pasear y conversan con ellos.

En este contexto la educación parvularia debería compensar algunas de estas carencias y lo hace, pero en parte. Las condiciones no siempre son las mejores como lo hemos señalado muchas veces en este espacio.

La posibilidad de interacciones afectivas y cognitivas de calidad que son las instancias donde se favorecen los aprendizajes valiosos  de los niños y niñas, están limitadas en los jardines infantiles – entre otros – por el inadecuado coeficiente existente de adulto-niños que se acrecienta por las licencias médicas del personal.

A ello se suma  la enorme burocratización en que se ha convertido la práctica docente y también por la equívoca sobreescolarización del nivel, que lleva a favorecer aprendizajes limitados, y no los valiosos:  el pensamiento, la creatividad, el trabajar con otros, el resolver problemas, entre otros, siempre acorde a su ser de niños y niñas.

Si la vida de un estudiante comienza así, ¿cómo sigue en educación básica y secundaria? Las discontinuidades en áreas como matemáticas, física o química, por ejemplo, son frecuentes.

“Mala base” dicen los padres y así continúan año tras año y llegan a dar la PSU. Pocos se preocupan de cambiar la metodología y superar estos aprendizajes, “Hay que pasar los contenidos de cada año”, dicen, los no logrados anteriores parece que no importan.

Por lo dicho y mucho más, urge no sólo una reforma del sistema educativo; ello no es suficiente, es un repensar e instalar un sistema más humano de educación donde los aprendizajes y necesidades de cada niña y niño, sean el eje del quehacer familiar y escolar, implica formar una sociedad educativa.

En este Chile de hoy que tenemos que reconstruir, la educación debería ser uno de los pilares centrales de instalar, y debiera ya empezar a trabajarse, y no sólo frente a los estallidos de diverso tipo que hemos tenido y que vamos a tener posiblemente en este sector, que no da más en su forma y fondo actual.

Hay que revisar todo: fines, principios, instituciones, agentes, normativas, coordinaciones, insumos, etc., con participación de todos los sectores con capacidad de diálogo y altura de miras.

Ojalá que aprovechemos este momento histórico para hacerlo, es la única forma de tener un Chile mejor.

Fuente del artículo: https://opinion.cooperativa.cl/opinion/educacion/las-desigualdades-del-sistema-educativo/2020-01-08/114512.html

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Xavier Bonal y Sheila González: “Es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa y de acompañamiento a las familias”

Por: www.educaweb.com

Los investigadores de la UAB, Xavier Bonal y Sheila González, explican algunas conclusiones y propuestas de su estudio Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, ganador de la 8ª Mención Enric Renau i Permanyer.

La 8ª Mención Enric Renau i Permanyer ha recaído en la investigación Desigualdades de aprendizaje en confinamiento, realizada por Xavier Bonal y Sheila González, miembros del equipo de investigación Globalisation, Education and Social Policies del departamento de Sociología de la Universitat Autònoma de Barcelona.

El estudio se basa en una encuesta dirigida a más de 35.000 familias y 59.000 estudiantes de entre 3 y 18 años de Catalunya durante las dos primeras semanas de confinamiento. La investigación describe la realidad socioeducativa de las familias; identifica las desigualdades existentes en el ámbito formal, no formal e informal; analiza el apoyo educativo facilitado por los padres y madres; mide el impacto del confinamiento en las actividades extraescolares, y realiza propuestas para avanzar hacia una igualdad educativa real.

El jurado de la Mención ha valorado la rapidez con la que se ha diseñado, realizado y analizado la investigación, el esfuerzo divulgativo a la hora de presentar los resultados y la inclusión de «conclusiones clave para la reflexión en la situación actual». En la siguiente entrevista, Bonal y González comparten las principales conclusiones de su estudio.

¿Cuáles han sido los principales efectos del COVID-19 sobre las desigualdades educativas?

Los resultados de nuestra investigación apuntan un efecto claro del COVID-19 sobre las desigualdades educativas. O bien porque ha intensificado aquellas desigualdades que ya sabíamos que existían antes de la llegada del virus, o bien porque están produciendo nuevas formas de expresión de esta desigualdad en el terreno educativo. Y esto lo observamos tanto en la educación formal como en la no formal o la informal.

La desaparición de la institución escolar durante el confinamiento, desde las guarderías a las universidades, ha puesto de manifiesto, por un lado, el sentido de su existencia -cuestionado a menudo por la irrupción de las plataformas digitales-; y, por otro, la multiplicidad de valores que van más allá de su función estrictamente educativa. Y es que los efectos educativos del confinamiento se han observado en el aprendizaje, pero también en la sociabilidad, socialización, la conciliación laboral-familiar y la salud mental, entre otros.

En cuanto a la educación obligatoria, el traslado del aprendizaje desde los centros educativos al ámbito privado ha dado mayor visibilidad y ha enfatizado una desigualdad que no es nueva, que existía ya antes de la llegada del virus, y que se manifiesta a través de diferentes lógicas, siendo la primera de ellas la brecha digital.

La conversión de las escuelas presenciales en escuelas a distancia nos permitió observar claramente la existencia de una brecha digital, pero también mostró las desiguales capacidades de los centros educativos para adaptarse a este nuevo entorno de aprendizaje.

A esta brecha de acceso se suma una importante desigualdad en la capacidad de uso de la tecnología, y es que el acceso a internet no resuelve por sí mismo el dominio de las aplicaciones, la capacidad de seleccionar información y las posibilidades de procesarla. Es en este terreno donde más se extreman las diferencias sociales, también entre escuelas.

La pandemia ha permitido observar con mayor claridad la concentración del alumnado vulnerable en determinadas escuelas, como consecuencia de la segregación escolar. En un escenario de extremada dificultad, hay centros que han tenido que responder a una gran complejidad de situaciones (gestionar becas comedor, violencias familiares, desconexión del alumnado…); y, en el otro lado, centros que sólo han tenido que reorganizar la docencia y han dispuesto de familias con recursos y de recursos en la escuela, en buena parte sufragados por las aportaciones voluntarias a través de las asociaciones de familias.

«Ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa».

¿Qué desigualdades educativas han detectado en función del nivel socioeconómico y cultural del entorno familiar del alumnado?

La sustitución repentina del aprendizaje guiado por el docente en el aula por un aprendizaje a distancia, con un apoyo más o menos intenso del docente, ha situado a las familias en muchos casos como acompañantes necesarios de las tareas escolares. Sabíamos que había desigualdades entre las familias en cuanto a los recursos a su disposición para acompañar a sus hijos e hijas en el itinerario académico, y esto se ha vuelto mucho más importante en un momento en que toda la educación se realizaba en casa.

En nuestra investigación, las madres han sido las principales responsables de este acompañamiento (prácticamente doblando los porcentajes de los padres) y, de nuevo, con diferencias sociales claras: el 48% de las madres con estudios universitarios apoyaban a sus hijos e hijas de la ESO en sus estudios, frente al 38% de las madres sin estudios.

La diferencia es todavía más clara en las motivaciones. Si bien la gran mayoría de familias han justificado el no acompañamiento porque el niño o la niña no lo necesitaba, una cuarta parte de las madres con estudios obligatorios afirmaba no disponer de los conocimientos necesarios para hacerlo (solo el 2,6% en el caso de las madres con estudios universitarios). Parece pues, que ni la escuela ni la sociedad estaban preparadas para aprender sin escuela presencial y todavía menos para hacerlo de manera equitativa.

¿Qué otras desigualdades significativas han percibido durante el confinamiento teniendo en cuenta la respuesta de los centros educativos y de las familias?

La reacción de las escuelas durante el confinamiento no ha sido igual y por tanto se ha producido un desigual seguimiento del curso escolar por parte del alumnado. Con el objetivo de medir la intensidad del trabajo escolar, construimos un índice de oportunidades de aprendizaje (IOA), que concentra información sobre las horas dedicadas a las tareas escolares, el contacto en línea con la escuela y el tutor, la realización de deberes y las tareas corregidas por la escuela por alumnado de ciclo superior de primaria o más grande. Este índice se mueve entre 0 y 100 en función de la frecuencia observada en la realización de estas tareas. Pues bien, a pesar de ser considerado un periodo no lectivo, a lo largo de las dos primeras semanas de confinamiento la mayoría de los niños y las niñas realizaron tareas escolares. Los datos, sin embargo, nos muestran diferencias importantes.

El confinamiento impactó también en la educación no formal o informal. Durante la segunda semana, el 70% de las actividades extraescolares se habían dejado de hacer. De nuevo, con diferencias destacadas según las características familiares. Antes de esta situación excepcional, entre las familias con niños de primaria que respondieron la encuesta, solo el 60% de aquellas con estudios obligatorios realizaban algún tipo de actividad extraescolar, el 94% en el caso de las familias con mejor nivel socioeconómico. En confinamiento, fueron las familias más instruidas las que más las mantuvieron (31,4%, respecto al 16% de las familias más vulnerables), incrementando así la distancia entre unos y otros niños.

¿Qué medidas deberían implementarse para reducir el impacto del COVID-19 en la educación?

El sistema educativo ya planteaba importantes limitaciones en su capacidad para eliminar las desigualdades sociales de partida y requería de más y mejores políticas. La acumulación de desigualdades educativas en tiempos de pandemia hace ahora urgente nuevas respuestas. Las modificaciones parciales a que estábamos acostumbrados parecen no ser válidas, y hace falta un replanteamiento más integral.

Evitar el incremento de la desigualdad educativa requiere de acciones durante los confinamientos y cuarentenas parciales, que tendrán lugar durante el curso actual. Durante el cierre escolar es básico garantizar el acceso a la conexión y los dispositivos, pero también hay que continuar facilitando instrumentos alternativos al aprendizaje online (materiales en papel, apoyo telefónico, programas educativos en la televisión) como han llevado a cabo algunas comunidades autónomas, ciudades o centros educativos por iniciativa propia.

Es también necesario repensar el rol de los y las docentes y de las familias en este proceso de aprendizaje a distancia, redefinir no solo cómo enseñamos sino también qué enseñamos, todo esto teniendo en cuenta que las condiciones de confinamiento y las necesidades de cada familia son altamente desiguales. Hay que completar la atención educativa con la garantía de que las familias pueden atender sus hijos e hijas durante las cuarentenas escolares, a través de permisos remunerados u otras formas de atención que eviten la desprotección de los menores.

Fuera del ámbito escolar es necesario ampliar los tiempos educativos del alumnado más vulnerable a través de un ocio educativo de calidad, que permita crear espacios de socialización, sociabilidad y aprendizajes más allá del horario lectivo. Las competencias del ámbito local, a pesar de ser limitadas, serán ahora imprescindibles. Los programas de acompañamiento en el estudio (refuerzo escolar, impulso lector, mentorías) se tienen que redefinir para continuar buscando la adhesión y éxito escolar, ahora a través de la conexión con la escuela.

La proximidad de la administración local a las familias y la existencia de canales de identificación de la vulnerabilidad social tienen que servir, con la coordinación con otros agentes educativos, para acceder a los niños con peores condiciones de educabilidad o en riesgo de exclusión, que se han visto incrementadas por el aumento de la pobreza y la precariedad, pero también por la carencia de tiempo que sufren madres y padres para conciliar. Los recursos municipales (bibliotecas, espacios deportivos, centros cívicos, programas de ocio) se tienen que incorporar para ampliar las oportunidades educativas de los niños y las niñas, especialmente de aquellos que más están perdiendo a causa de esta situación excepcional.

En conclusión, es necesaria una clara política de lucha contra la desigualdad educativa, que por supuesto debe tener en consideración la brecha digital y por tanto tiene que garantizar a todos los alumnos y alumnas el acceso a dispositivos para poder hacer un trabajo escolar correcto en casa. Pero también necesitamos políticas de acompañamiento a las familias, necesitamos refuerzo en las escuelas para que puedan dar respuesta a las necesidades diferenciadas de su alumnado. También hace falta una apuesta clara por el ocio extraescolar, que sabemos que es generador de igualdad de oportunidades. Por lo tanto, debemos apostar e invertir recursos en aquel alumnado que más ha perdido durante el tiempo de confinamiento.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/12/10/entrevista-autores-estudio-desigualdades-aprendizaje-confinamiento-19394/

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La prevención del extremismo violento mediante la educación: ¿cómo saber si funciona?

La prevención del extremismo violento mediante la educación: ¿cómo saber si funciona?

El 14 de noviembre de 2019, la UNESCO reunió a profesionales y especialistas de la prevención del extremismo violento (PEV) en su 40a Conferencia General, durante una mesa redonda cuyo objetivo fue identificar las respuestas que mejor han funcionado.

Durante su discurso inaugural, Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, nos condujo al momento en que, en 2015, los Estados Miembros decidieron confiar en la larga experiencia de la Organización en el ámbito de la educación en favor de la paz como modo de luchar contra el extremismo violento. Las Naciones Unidas llamaron la atención acerca de la ausencia de datos que prueben la eficacia de las actividades relativas a la PVE, algo que incitó a la UNESCO a encargar al Instituto para el Diálogo Estratégico un estudio sobre estas cuestiones. No obstante, el trabajo investigativo solo mostró la punta del iceberg. Un examen más profundo es necesario, como subrayó la Sra. Giannini, para “garantizar que los educandos y sus familias no sean estigmatizados – que los educandos no pierdan su confianza en las instituciones, que cada niño pueda expresar libremente sus ideas e inquietudes en un entorno abierto y seguro.”

En su presentación de las conclusiones principales del estudio, Lydia Ruprecht, oradora principal y especialista del programa de la UNESCO, alertó sobre el hecho de que a menos de disponer de datos que prueben la eficacia concreta de los métodos suaves como la educación, existe un peligro real de que los gobiernos sigan sin aplicar estrategias más duras. Sería una estrategia nefasta si no se tomaran en cuenta los numerosos factores del extremismo violento como son los conflictos sin resolver, la injusticia social, las discriminaciones y las desigualdades.

El estudio de la UNESCO (en inglés) tiene como objetivo ayudar a los diferentes gobiernos de todo el mundo a tomar decisiones pertinentes sobre sus prioridades de gastos en relación con la prevención de la difusión de las ideologías del extremismo violento.

Resultados positivos

El estudio reveló 45 resultados positivos en cuanto a actividades relacionadas con la PEV-E que combaten directamente los factores que generan el extremismo violento, tal como los definió el Secretario General de las Naciones Unidas en su plan de acción en favor de la prevención del extremismo violento (en inglés). Los resultados demostraron que las personas que participaron en estas actividades tenían menos probabilidades de apoyar la violencia, y se mostraban más abiertas en las cuestiones relativas al género, así como sobre las diferentes culturas y religiones. Dentro de las comunidades existe mayor confianza entre los gobiernos y la sociedad civil en cuanto a la manera de abordar los problemas vinculados al extremismo violento. Las actividades también permitieron reforzar las capacidades de las organizaciones en este ámbito.

Las actividades que mejor funcionaron fueron las que abarcaron el aprendizaje entre homólogos y el aprendizaje mediante la práctica, acopladas a las intervenciones que incitaron a la reflexión crítica, así como a la concepción de medidas concretas dirigidas a los educandos que corrían riegos. No obstante, la Sra. Ruprecht observó que aunque la investigación ha probado que la educación puede contribuir a la PEV, es necesario llevar a cabo urgentemente investigaciones suplementarias para determinar qué métodos de enseñanza funcionan mejor, y, sobre todo, qué actividades pueden provocar perjuicios.

Durante la mesa redonda que abordó la brecha existente en las actividades de PEV-E, Vivek Venkatesh, cotitular de la Cátedra UNESCO sobre prevención del extremismo violento de Canadá, subrayó que es necesario que los docentes desarrollen sus propias capacidades de reflexión crítica, antes de intentar reforzar estas competencias en las clases. También insistió en que los especialistas en materia de PEV-V deben trabajar codo a codo con los asociados en el terreno, quienes pueden ayudarlos a adaptar las actividades al contexto local.

Matthew Lawrence, director ejecutivo del Instituto Tony Blair, señaló la enorme brecha que existe entre las políticas públicas relativas a la PEV-V y su aplicación, y observó además que era necesario llevar a cabo más formaciones para ayudar a los docentes a comprender la cuestión compleja del extremismo violento. Asimismo, continuó su intervención mostrando la labor de apoyo de su instituto en favor de un compromiso mundial sobre la Educación para la Ciudadanía Mundial y la prevención del extremismo violento.

A continuación, Hanneen Thabet, coordinadora de proyecto del Centro Al Qantara para el Desarrollo de los Recursos Humanos, explicó cómo los clubes de iniciación a los medios de comunicación y la información en Jordania habían proporcionado un espacio vital que permitía que tanto estudiantes como docentes pudieran expresarse, adquirir competencias en retórica y tomar conciencia de las situaciones en las que se estigmatizaban a otras personas.

Guissou Jangiri, miembro de la Federación Internacional de Derechos Humanos y directora ejecutiva de OPEN ASIA/Fundación Armanshahr, rogó a los gobiernos que tomaran en cuenta las voces de las mujeres y las niñas a la hora de formular las políticas, y que crearan un espacio de diálogo en torno a las consecuencias de los conflictos en la historia común de las naciones, afirmando que: “Debemos hablar más de la guerra. Los temas acerca de la colonización, la guerra, las invasiones y la segregación no han sido abordados.”

Los discursos del odio – un tema recurrente

Hubo consenso por parte de los participantes al afirmar que las políticas educativas deberían alentar el pluralismo, y que se debería implicar a los jóvenes en la toma de decisiones políticas, en vez de consultarlos solamente. El discurso del odio ha sido un tema recurrente – se considera que la educación es esencial para solucionar este problema, pero todos los participantes acordaron que no podían violarse la libertad de expresión y otros derechos humanos.

Por último, Cecilia Barbieri, jefa de la sección de Educación para la Ciudadanía Mundial y la Paz de la UNESCO, reafirmó cuán importante es colocar a las mujeres y a las niñas en el centro de los esfuerzos de PEV-E, y de proteger el espacio democrático mediante el debate en el seno de la sociedad. Solo mediante un enfoque que haga un llamamiento a toda la sociedad, dijo, podremos erradicar el extremismo violento, razón por la cual la UNESCO tiende puentes entre la investigación, las políticas y la práctica colaborando estrechamente con los demás organismos de las Naciones Unidas y favorizando el diálogo.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/prevencion-del-extremismo-violento-mediante-educacion-como-saber-si-funciona

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