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La época de cosecha apenas da respiro a la crisis alimentaria en Sudán del Sur

15 de noviembre de 2017 / Fuente: https://www.unicef.org

Las tasas de desnutrición aumentan, especialmente entre los niños, y el periodo de escasez amenaza con adelantarse

La temporada de cosecha en Sudán del Sur no terminará con la crisis alimentaria mientras continúe el conflicto en el país y la hiperinflación deje los alimentos fuera del alcance de muchos. Así lo revela la Fase de Clasificación de Seguridad Alimentaria Integrada (IPC por sus siglas en inglés) lanzada hoy por el gobierno de Sudán del Sur, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros aliados humanitarios.

Es probable que el número de personas en situación de inseguridad alimentaria grave descienda a 4,8 millones entre octubre y diciembre, frente a los 6 millones de junio. Sin embargo, estos 4,8 millones de personas son 1,4 millones más que el mismo periodo del año pasado, y gran parte de este aumento se ha dado en la categoría de emergencia (fase 4 –de 5- en la escala del IPC).

“La época de cosecha no ha traído demasiado alivio a los millones de personas en Sudán del Sur que no tienen alimentos suficientes. El cinturón verde del país ha sido devastado por los combates, y encontrar una solución pacífica a esta tragedia creada por el hombre debería ser prioritario. Si no, esta situación será incluso peor el año que viene”, asegura Serge Tissot, representante de la FAO en Sudán del Sur.

Se prevé que la situación de inseguridad alimentaria empeore a comienzos de 2018, y que el periodo de escasez –cuando normalmente los hogares se quedan sin alimentos antes de la siguiente cosecha- empiece tres meses antes de lo normal. Mucha gente tiene muy pocos medios para afrontar el periodo de escasez, y se espera que la situación sea cada vez más inestable.
“Una respuesta humanitaria contribuyó a detener la hambruna en algunas partes del país este año. Pero incluso en el periodo de cosecha, millones de personas necesitan ayuda de manera sostenida para sobrevivir”, explica Adnan Khan, representante del PMA en Sudán del Sur. “Es estremecedor ver que, en el peor de los escenarios, se podrían producir situaciones similares en muchos lugares durante el periodo de escasez en 2018”.
Los equipos que han realizado el análisis han identificado dos condados –Wau y Ayod-, donde 25.000 personas se enfrentan a un estado catastrófico según la escala del IPC. Preocupa especialmente en Gran Baggari, subdistrito del antiguo Wau, donde al menos el 15% de la población afronta una situación similar a la de hambruna debido a que la inseguridad ha limitado seriamente las actividades de subsistencia y la ayuda humanitaria.

Se necesita urgentemente un corredor de ayuda humanitaria entre Wau y la zona de Gran Baggari para que las agencias puedan proporcionar una atención integral.

Niveles críticos de desnutrición

La desnutrición también ha empeorado respecto al mismo periodo del año pasado. Las encuestas muestran que las tasas de desnutrición en la mayoría de comunidades están por encima del umbral de emergencia, que la OMS establece en el 15%. Más del 30% de la población sufre desnutrición en varios condados.

Más de 1,1 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición en 2018, incluidos 300.000 gravemente desnutridos y en alto riesgo de morir.

“Demasiados niños pasan hambre en Sudán del Sur. Más de uno de cada cinco niños que luchan por poder alimentarse tienen menos de cinco años”, lamenta Mahimbo Mdoe, representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Esto ha creado una crisis de desnutrición que está poniendo muchas vidas en riesgo”.

Aumento del precio de los alimentos

La inseguridad sigue dificultando la producción alimentaria y perjudicando a los mercados. Esto, unido a una crisis económica, ha llevado a precios extremadamente altos. Básicos como el sorgo, maíz o la harina de trigo han aumentado su precio hasta un 281% más que el año pasado, y llegó a ser hasta un 560% más alto en mayo, en el pico del periodo de escasez.

En Juba, un saco de 100 kilos de sorgo cuesta 11.285 libras sur sudanesas, frente a las 4.314 de hace un año; esto va mucho más allá de lo que la mayoría de las familias se pueden permitir.
Millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir en Sudán del Sur, pero si las condiciones de seguridad amenazan aún más las operaciones de las organizaciones, la situación empeorará rápidamente.

El informe alerta de que el conflicto permanente, unido a las limitaciones de acceso a la ayuda y a una inestabilidad económica, derivará en un deterioro de la ya desesperada situación en muchos lugares de Sudán del Sur durante 2018.

Respuesta rápida

Los equipos humanitarios se enfrentan a unos retos logísticos y de seguridad enormes para llegar a las comunidades que lo necesitan.

La FAO ha proporcionado kits de pesca, de cosechas y de cultivo de verduras a más de 4,2 millones de personas, muchas de ellas en zonas en conflicto o difíciles de alcanzar, para ayudarles a cultivar o cazar su propio alimento. Además ha vacunado a más de 4,8 millones de animales para protegerlos, ya que son el medio de subsistencia de las familias vulnerables.

UNICEF y sus aliados han tratado a más de 160.000 niños con desnutrición severa aguda en lo que va de año. El objetivo para todo el año era llegar a 207.000 niños desnutridos en todo el país. Como parte del planteamiento multisectorial para abordar este asunto, UNICEF ha proporcionado agua potable a más de 750.000 personas y acceso a instalaciones de saneamiento a otras 230.000.

El PMA y sus aliados han entregado en lo que va de año ayuda en efectivo o alimentos a 4,6 millones de personas en Sudán del Sur, incluyendo apoyo nutricional para niños menores de cinco años.

Los equipos móviles de emergencia, que han realizado 135 misiones, la mayoría en helicóptero, en zonas aisladas por el conflicto, han dado apoyo a 1,8 millones de personas este año.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_101452.html

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La violencia amenaza la educación de 4,5 millones de niños en Yemen, alerta UNICEF

Yemen / 22 de octubre de 2017 / Autor: Carla García / Fuente: Radio ONU

El conflicto en Yemen tiene un impacto terrible en los niños, quienes además de no poder educarse adecuadamente, sufren desnutrición y trauma.

 

 

La violencia en Yemen afecta profundamente al sistema educativo nacional. Muchas escuelas han cerrado, los maestros no han recibido salario durante un año y 4,5 millones de niños sufren las consecuencias, advirtió este miércoles el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

El director regional para Medio Oriente y África del Norte de esa agencia explicó que los más de dos años y medio de conflicto armado en Yemen tienen un efecto demoledor en los niños quienes, además de todo el sufrimiento que acarrean los enfrentamientos armados, no tienen garantizada una rutina educativa normal.

En un comunicado, Geert Cappelaere detalló que durante el último año no se ha pagado a tres cuartas partes de los profesores y el 10% de las escuelas han cerrado por haber sido destruidas o porque son utilizadas para propósitos militares o como albergues para las familias desplazadas.

Hasta el momento, UNICEF estima en 2 millones la cifra de niños yemenitas que no van a la escuela.

Cappelaere señaló, además, que los menores que aún van a la escuela padecen desnutrición y trauma, lo que afecta su capacidad de aprender.

El director regional de UNICEF exhortó a colocar el bienestar de los niños por encima de cualquier otro objetivo y pidió a todas las partes del conflicto proteger las escuelas y trabajar unidas para encontrar una solución urgente a la crisis salarial de los profesores para que los menores puedan continuar su educación.

Fuente de la Noticia:

http://www.unmultimedia.org/radio/spanish/2017/10/la-violencia-amenaza-la-educacion-de-45-millones-de-ninos-en-yemen-alerta-unicef/#.Wefxf1vWzcs

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El aumento del hambre cuestiona avances de las últimas décadas, dice estudio

Por: EFE

Tras casi 20 años de reducción del hambre y el mundo países de la Africa Subsahariana y Venezuela ven incrementada la situación, lo que cuestiona los caminos.

Los niveles de hambre a nivel mundial han descendido en más de una cuarta parte desde 2000, pero de forma «desigual» y «precaria», como demuestra el aumento registrado recientemente en varios países.

Así lo pone de manifiesto un nuevo estudio difundido hoy por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), en colaboración con la ONG alemana Welthungerhilfe y la irlandesa Concern.

El Índice del hambre global de 2017, elaborado a partir de datos procedente de 119 países, apunta que la mitad de ellos están en niveles «alarmantes» o «serios» tras estudiar sus cifras de desnutrición, mortalidad infantil y los problemas de crecimiento y peso en los niños.

Destaca la hambruna que amenaza Sudán del Sur, Somalia, el Yemen y Nigeria (los dos primeros no son evaluados por falta de datos), mientras los conflictos y el cambio climático siguen golpeando sobre todo a los más pobres y a otros grupos con menor poder político, económico y social como las mujeres y las minorías étnicas.

Además, los obstáculos para reducir el hambre en algunos países dificultan los esfuerzos para erradicar esta lacra, reto al que la comunidad internacional se ha comprometido para 2030.

La República Centroafricana es el único país donde la situación es «extremadamente alarmante», según la máxima categoría del índice, seguido de Chad, Sierra Leona, Madagascar, Zambia, el Yemen, Sudán, Liberia, Níger y Timor Este, con las peores cifras.

Otros como Sri Lanka, Mauritania y Venezuela registran también mayores niveles de hambre en 2017 en comparación con 2008, después de dos décadas de progresos, de acuerdo al estudio.

El director general del IFPRI, Shenggen Fan, señaló en un comunicado que se necesitan sistemas alimentarios «resilientes» proporcionando ayuda a las zonas que afrontan las peores crisis y construyendo políticas a nivel nacional e internacional «para abordar las causas estructurales que crean la persistente inseguridad alimentaria».

El informe también subraya que el hambre en países en desarrollo cayó un 27 % desde 2000 y, en ese periodo, un total de 14 países -entre ellos, Senegal, Azerbaiyán, Perú, Panamá, Brasil y China- mejoraron en al menos un 50 % sus niveles.

Por regiones, el Sur de Asia y África subsahariana son aquellas en las que más se concentra el hambre, al tiempo que en Oriente Medio existen grandes disparidades entre países.

El informe agrega que en América Latina los niveles de hambre son bajos, aunque reconoce el caso particular de Venezuela, donde estos han aumentado a «moderados» después de que «las turbulencias políticas y los disturbios alimentarios hicieran que el hambre creciera un 40 % desde 2008».

Fuente:https://elpais.com.uy/vida-actual/aumento-hambre-cuestiona-avances-ultimas-decadas-dice-estudio.html

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El crecimiento del hambre en el mundo y contradictorias políticas de las Naciones Unidas

25 septiembre 2017/Fuente: Actuall

Según un reciente informe de la FAO sobre el hambre, seis de cada diez personas que padecen hambruna en el mundo viven en países en conflicto. El cambio climático es otro factor de alto riesgo.

Acaba de publicarse un informe de la FAO -Institución de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en el Mundo- y otras organizaciones internacionales sobre el estado del hambre en el mundo a finales de 2016 [1]. El informe señala que si bien en el momento actual se producen suficientes alimentos para abastecer a toda la humanidad existen núcleos importantes de población que sufren una tremenda desnutrición.

En el informe se señala que había 815 millones de personas crónicamente desnutridas a finales de 2016, aproximadamente el 11% de la población mundial, con una especial incidencia en el África subsahariana, Sudán del Sur, Yemen, Somalia y el Norte de Nigeria, y también en el sudeste y oeste de Asia. Esto supone una marcha atrás respecto a la tendencia de reducción del hambre en el mundo que se venía registrando en los últimos años, que de 900 millones de personas desnutridas a principio de siglo se había reducido a 777 en 2015.

Tal como se refleja entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, uno de los mayores desafíos con los que se enfrenta el mundo es cómo asegurar que una población mundial en crecimiento –con una previsión de cerca de 10.000 millones de personas en el 2050– disponga de suficiente alimento para satisfacer las necesidades nutricionales de todos. Para alcanzar ese objetivo, según previsiones de la FAO, sería necesaria una producción de alimentos un 50 por ciento superior a la actual a nivel mundial.

Gran parte del reciente incremento de la falta de alimentos puede atribuirse a un aumento de la inseguridad ciudadana

En su análisis el informe señala que gran parte del reciente incremento de la falta de alimentos puede atribuirse a un aumento de la inseguridad ciudadana debida a la mayor cantidad de conflictos bélicos, a menudo exacerbada por incidencias relacionadas con el cambio climático. Si bien es cierto que ambas causas pueden dificultar el acceso y la producción de alimentos, sin duda no son los únicos factores a tener en cuenta.

Habría que preguntarse si, aun concediéndoles la importancia que tienen, se está haciendo lo suficiente por parte de los países más desarrollados por solucionar el problema del hambre en el mundo. Es decir, si las políticas de los países ricos son suficientes y sí las Naciones Unidas, que tan eficazmente se implica en otras causas, está impulsando las medidas necesarias con relación al hambre en los países subdesarrollados… Parece evidente que no. Pero vayamos por partes.

Sobre el cambio climático

Respecto al problema del cambio climático, que es una realidad que se viene denunciando desde hace varias décadas ¿se ha hecho algo mínimamente suficiente? A juzgar por los lamentables efectos crecientes del deshielo de los polos, las inundaciones, las sequías, la desertificación, las alteraciones meteorológicas por el desequilibrio atmosférico, etc., se siguen manteniendo dudas sobre qué hacer y quienes más podrían hacerlo miran hacia otro lado.

Muchas conferencias y declaraciones pero los principales países implicados en la emisión de gases contaminantes causantes del calentamiento global, con Estados Unidos y China a la cabeza, han hecho poco caso al problema, y lo poco que se había avanzado tras la celebración en París de la XXI Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -COP21-, ha sido desestimado en cuanto han cambiado las circunstancias políticas.

Es muy significativo de la despreocupación galopante de los países ricos por los menos afortunados la indiferencia por los estragos causados por el huracán Irma en Cuba y el despliegue mediático y las noticias sobre sus efectos, significativamente mucho menores, en el opulento estado de Florida.

Dar soluciones al cambio climático basadas en una gestión adecuada de los recursos naturales y de la industria

En un artículo anterior publicado en Actuall analizamos el problema y dijimos que aún estamos a tiempo para dar soluciones al cambio climático basadas en una gestión adecuada de los recursos naturales y de la industria. La recuperación del medio ambiente proporcionaría comida y agua potable para todos y beneficios para la salud humana.

Es cierto que el uso sostenible de la biodiversidad y de los recursos genéticos tiene una especial incidencia en las poblaciones más vulnerables. Se trata de una obligación moral y un ejercicio de solidaridad intergeneracional, como con tanta insistencia reclama el papa Francisco, especialmente en su carta encíclica ‘Laudato si’.

La creciente presión de los conflictos

El segundo factor al que se achaca el aumento de la hambruna en los países africanos y asiáticos que la padecen es el incremento de los conflictos. Según el informe, seis de cada diez personas que padecen hambre en el mundo viven en países en conflicto. Si bien es cierto que existe un vínculo entre la paz y la seguridad alimentaria, como aducen los responsables de la FAO y restantes instituciones responsables del informe, habría que formular la misma pregunta que con el cambio climático ¿se está haciendo algo mínimamente suficiente?

Qué duda cabe que las emigraciones en masa, con el abandono de las pequeñas granjas o campos de cultivo, solo pueden conducir a aumentar el problema del abastecimiento de alimentos a la población. Por poner un ejemplo, la ofensiva militar contra Boko Haram, que mantiene un conflicto en el Norte de Nigeria, ha determinado que cerca de dos millones de personas se desplacen de sus campos de cultivo y de sus pequeñas granjas, y que pierdan los recursos que los alimentaban, sin ningún tipo de esperanza de encontrar un asentamiento similar u oportunidades sociales que les provean nuevos recursos alimenticios.

Lo grave es además que de la tragedia humanitaria que esto supone los países desarrollados ni la conocen ni la valoran, y aun menos se implican en darle solución, no mediante una intervención militar, sino con políticas de fomento de la paz o con inversiones para ayudar al desarrollo y la capacidad de prosperar de los países más pobres y vulnerables, o con políticas comerciales justas y adecuadas que permitan una mejor distribución de los alimentos en el mundo.

Lo que se está haciendo en las políticas de producción y distribución  de los alimentos es insuficiente

Si bien es cierto, como señala el informe, que la seguridad alimentaria requiere un enfoque global, está claro que lo que se está haciendo en las políticas de producción y distribución  de los alimentos es insuficiente. Probablemente, si analizáramos comparativamente la eficacia de lo logrado por las Naciones Unidas, sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, suscritos por 195 países en 2015, podríamos sacar algunas conclusiones.

Los objetivos eran los siguientes: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo creciente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructuras; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo sostenibles; acción por el clima; conservar la vida submarina; conservar los ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; y alianzas para lograr los objetivos. Todo muy necesario, aunque si analizamos objetivo por objetivo, ni todos son de equivalente importancia para el bienestar de la humanidad, ni las Naciones Unidas se ha volcado con la misma intensidad en  todos ellos, ni tampoco se han valorado lo suficiente sus límites y sus consecuencias.

Por poner un ejemplo, mientras aumenta el hambre y la inseguridad alimentaria, se estimulan políticas pro-aborto y de deconstrucción de la familia, con una rapidez y una eficacia extraordinarias. En muchos países, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, y en España es evidente, se ha operado una eficacísima labor de “ingeniería social” que en nada va a beneficiar a nuestras futuras generaciones.

El VI “Congreso Mundial de las Familias”, que se celebró en Madrid en julio de 2012 aprobó un Manifiesto final, la “Declaración de Madrid” [2], en la que se denunciaban los ataques a la vida de los no nacidos y a la familia, que se están produciendo de la mano de las ideologías del estatismo, el individualismo atomista y la revolución sexual.

“La familia natural es la unión de un hombre y una mujer a través del matrimonio”

En esta declaración se afirma que: “El aborto, la eutanasia y todas las formas de manipulación de los seres humanos en estado embrionario o fetal… son ataques contra la vida humana”, y que “la familia natural es la unión de un hombre y una mujer a través del matrimonio creado con el fin de compartir el amor y la alegría, engendrar niños, proveer su educación moral, construir una economía doméstica, ofrecer seguridad en tiempos de crisis y unir a las generaciones…”.

Si traemos este ejemplo a colación es para reforzar algo que en el informe de la FAO se intuye como importante a tener en cuenta… que todos los objetivos que se desean para aumentar el bienestar de la humanidad pueden ser necesarios, pero que su aplicación debe hacerse de forma equilibrada y procurando no alterar o degradar aquello que supone nuestra mayor riqueza, como en este caso lo son el reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos, el derecho a la vida de los no nacidos y la defensa de la familia, una institución natural patrimonio de la humanidad.

[1] FAO, IFAD, UNICEF, WFP and WHO. 2017.  The State of Food Security and Nutrition in the World 2017. Building resilience for peace and food security. Rome, FAO.

[2] Declaración final del VI Congreso Mundial de las Familias. 27 de Mayo de 2012. Madrid.

Fuente: https://www.actuall.com/criterio/democracia/el-crecimiento-del-hambre-en-el-mundo-y-contradictorias-politicas-de-las-naciones-unidas/

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Matrimonio forzado, trabajo infantil y guerra: la infancia robada de 700 millones de niños en el mundo

Por: Icíar Gutiérrez

Uno de cada cuatro menores en el mundo «no puede disfrutar de su infancia» por el matrimonio precoz, el trabajo infantil o el desplazamiento forzoso, denuncia Save The Children

«Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», relata una menor afgana obligada a contraer matrimonio.

Ahlam, Kamal, Majerah, Tawa, Yassira, Juan y Saida son niños que han dejado «demasiado pronto» de ser niños. El matrimonio forzado, el trabajo infantil, el hambre, los embarazos precoces, el abandono de la escuela o la violencia truncan cada año la infancia de muchos menores en el mundo, según el informe Infancias robadas elaborado por Save The Children.

En el estudio, la organización analiza cómo estos factores han creado «una crisis global para la infancia de enormes proporciones». A pesar de los avances, las cifras aún se cuentan por millones: s e estima que uno de cada cuatro niños en el mundo, al menos 700 millones, «no puede disfrutar» de su niñez por alguna de estas situaciones.

La causa última, casi siempre, es la misma: la pobreza. La investigación, que clasifica a 172 países en función del impacto de estos factores en la infancia, revela la brecha existente entre los países ricos y los países empobrecidos e n un ranking encabezado por Noruega y con Níger en el último puesto. 

Ahlam, desplazada en Irak

La historia de Ahlam es la de dos huidas. La primera, cuando el ISIS tomó el control su ciudad, Baiji, al norte de Irak. La segunda, cuando el grupo terrorista llegó dos años después a Hawija, de donde tuvo que volver a escapar junto a su familia. «Caminamos siete horas durante la noche por las montañas. Íbamos por la carretera y se producían explosiones. Había minas que explotaban. Las vimos», recuerda Ahlam, de 12 años, en un testimonio recogido por Save The Children.

Ahora vive en un campo de desplazados en Qayyara, al sur de Mosul. «Allí dejé mis juguetes, mi escuela… Lo tenía todo. Aquí no tengo juguetes. Prefiero volver a casa. Hace mucho que no vemos nuestra casa. También tenía un columpio. Teníamos un televisor en casa. Solía ver dibujos animados», comenta la menor, que ahora cursa quinto curso y quiere ser «ingeniera o médica» de mayor.

Casi 17 millones de niños y niñas como Ahlam se convierten en desplazados en sus países. Otros 11 millones son refugiados y solicitantes de asilo. En total, uno de cada 80 niños ha abandonado su hogar. El informe denuncia que en «demasiados casos» los menores migrantes son detenidos, lo que tiene «unos efectos demoledores en su desarrollo».

Irak es uno de los países donde los niños «sufren más por los conflictos», según la ONG, junto a Siria, Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana, Colombia, Afganistán, Yemen, Sudán y Eritrea.

Kamal, forzado a trabajar en India

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes.

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes. NILESH NIKADE/SAVE THE CHILDREN

Empujado por la pobreza y forzado por sus padres, Kamal, de India, tuvo que dejar la escuela a los 11 años y ponerse a trabajar en un restaurante de carretera. Pasó dos años cocinando, limpiando y sirviendo mesas para ganar los únicos ingresos que entraban en su casa, 73 dólares al mes.

Tras varios obstáculos y la negativa de sus padres, Kamal pudo matricularse de nuevo en el colegio con el apoyo de una ONG local y Save The Children. Ahora tiene 14 años y ha empezado a ganar carreras de atletismo. «Yo trabajaba, nunca pensé que podría volver a estudiar o representar a mi distrito en competiciones deportivas», dice el adolescente.

Cerca de 168 millones de menores en el mundo son forzados a trabajar para mantener a sus familias, según la investigación. La mitad, 85 millones, lo hace con trabajos peligrosos como la pesca en aguas profundas, las fábricas textiles, la recogida de algodón, la minería o la construcción. Las tasas nacionales más altas de trabajo infantil se encuentran en países del África subsahariana como Camerún, (el 47% de los niños), Somalia (49%), Guinea-Bissau (51%), Benín (53%) y Malí (56%).

Majerah, obligada a casarse en Afganistán

El sueño de Majerah de convertirse en médica se «hizo añicos» cuando la obligaron a contraer matrimonio y abandonar sus estudios. Tenía 14 años. «Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», lamenta la joven, que vive con su marido, que es 10 años mayor que ella y «la ha golpeado en varias ocasiones».

También vive con su familia política, quienes «la tratan como a una esclava» y la menosprecian «porque no ha sido capaz de tener un hijo», según la ONG. «Ya no me siento viva. No se puede vivir sin esperanzas y sueños», lamenta Majerah, que ahora tiene 17 años.

El matrimonio precoz tiene «consecuencias devastadoras» para la vida de las niñas, según Save The Children, que calcula que 40 millones de menores de entre 15 y 19 años están casadas o viven en pareja. Cada año, cuatro millones de niñas menores de 15 años contraen matrimonio.

«Es un problema mundial que trasciende países, culturas, religiones y etnias», concluye la ONG. África subsahariana y Asia meridional presentan las mayores cifras con países como Sudán del Sur (40% de niñas de entre 15 y 19 años casadas) y Bangladesh (44%), aunque también varía por regiones en función de sus índices de pobreza.

Tawa, madre adolescente en Sierra Leona

Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.
Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.MICHAEL DUFF/SAVE THE CHILDREN

Cuando el brote de ébola estaba llegando a su fin en Sierra Leona, Tawa se quedó embarazada de un joven con el que tuvo relaciones una sola vez. Al enterarse, el chico huyó a Liberia y Tawa no ha vuelto a saber nada de él. Durante el embarazo, tuvo que enfrentarse a los comentarios y las burlas de sus vecinos. Ahora tiene 17 años y una hija, Mary, de 10 meses.

«Estoy muy estresada, cuando mi hija se pone enferma, incluso me cuesta trabajo encontrar el dinero para llevarla al hospital. Es difícil hasta obtener alimento que darle», explica la joven.

Se estima que cada dos segundos, una menor da a luz en el mundo. Cada año, 17 millones de menores tienen un hijo. Un millón de ellas no llega a los 15 años. Las complicaciones en el embarazo y el parto son «la segunda causa de muerte» de la adolescentes en el mundo, alerta Save The Children. Siete países concentran la mitad de todos estos embarazos: Bangladesh, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Estados Unidos.

Juan perdió a su primo en El Salvador

«Era como mi hermano». Así recuerda Juan, un salvadoreño de 13 años, a su primo, asesinado por las bandas el año pasado. «Llegué a casa y me encontré a mi hermano y a otra prima llorando. Sentí algo extraño, la cabeza me daba vueltas. Le pregunté a mi prima qué pasaba y no me respondió, seguía llorando. Me dijo ‘Le han matado’. Sentí que mi corazón se partía por la mitad», relata.

«He soñado con él tres veces. En el sueño me abraza y me dice que siempre estará conmigo. Hace la maleta, se da un baño y me dice que se va a hacer un largo viaje del que no volverá. Me desperté del sueño y quería compartir mi tristeza. Decidí que nunca me autolesionaría como hacen otros cuando tienen problemas, porque pienso que no es bueno» añade el menor, que recibe terapia psicológica de la ONG.

«Sufrir, presenciar o temer la violencia no debería formar parte del crecimiento», sentencia el estudio, que revela que más de 75.000 niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados en 2015. El Salvador, forma parte de los cinco países con mayores tasas de homicidio infantil junto a Honduras, Venezuela, Colombia y Brasil.

Saida padece desnutrición en Yemen

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana'a, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años.

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años. SAVE THE CHILDREN

Pasar hambre ha marcado para siempre la vida de Saida. Sufrió desnutrición de pequeña y, como consecuencia, tuvo retrasos en su crecimiento: no pudo desarrollar todo su potencial, ni mental y físico. A sus 18 años, Saida parece que tiene ocho. Según la ONG, aunque su alimentación mejoró, tras el estallido de la guerra en Yemen ha vuelto a caer en la desnutrición y está siendo tratada en Saná.

En Yemen, el 47% de los niños sufre retrasos en su crecimiento como consecuencia del hambre. Que un bebé no obtenga nutrientes suficientes durante sus primeros 1.000 días de vida es «en gran medida irreversible», según Save The Children, que denuncia que los niños que sufren estos retrasos –156 millones de menores de cinco años en total– «afrontan una vida de oportunidades perdidas en cuanto a educación y trabajo».

Yassira abandonó la escuela en Níger

Yassira, de 11 años, tuvo que dejar los estudios para ayudar económicamente a sus padres. Atrás dejó su escuela, y a sus amigos. «Ahora van por delante de mí. Me han dejado atrás», apunta la pequeña. Con el apoyo de la ONG, su madre se ha unido a un grupo de agricultoras y Yassira ha vuelto a la escuela en febrero. «Mi asignatura favorita es la lectura, cuando sea mayor quiero ser profesora», dice.

En África subsahariana las escuelas «suelen estar demasiado lejos y las familias son demasiado pobres como para sostener la educación de sus hijos», explica el informe. En el mundo, hay más de 263 millones de niños y niñas fuera del sistema educativo.

Amina perdió a dos hijos en Nigeria

En una aldea del noreste de Nigeria vive Amina, que ha perdido a dos de sus cuatro hijos por enfermedades «tratables» y «evitables», según la ONG. Su primer hijo, de seis meses, murió en 2009.

«No sé por qué murió, pero sufría diarrea severa y estaba muy desnutrido. No tenía ni idea de cómo ayudarle porque en nuestra aldea no hay centro médico, hospital o enfermería. Me sentí muy triste cuando murió. En segundo lugar tuve una niña, que hace cuatro años que murió», dice.

El estudio revela que cada día mueren 16.000 niños antes de cumplir cinco años por causas que se pueden «evitar» y «tratar» como los nacimientos prematuros, la neumonía, las complicaciones en el parto y la diarrea.

(*) Algunos de los nombres utilizados son ficticios para preservar la identidad de los menores.

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Historias-infancias-matrimonio-infantil-embarazo_0_651985176.html

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Los más pobres del mundo están en África

África/29 mayo 2017/Fuente: TRT.net

En el mundo donde el número de los humanos al borde de la hambruna llegó hasta mil millones, cada uno de las nueve personas no pueden alcanzar a la alimentación suficiente para vivir.

Casi la mitad de los pobres en el mundo vive en África.

Según los expertos que África es el lugar donde la desigualdad de hambruna e ingreso se vive más intensa en el mundo, casi la mitad de los pobres en el mundo está en este continente.

El Dr.Siyogi Shifa, el director de la Oficina de África de la Unión Internacional de las Cooperativas señaló que el 41% de los pobres es africano.

Shifa señaló que la mitad de los muy pobres vive en la zona Subsahariana ubicada al sur del Desierto del Sahara, pidió que se determinen las prioridades del continente de África para la facilitación de la integración entre los paíse

Fuente: http://www.trt.net.tr/espanol/vida-y-salud/2017/05/25/los-mas-pobres-del-mundo-estan-en-africa-739348

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Urgen al Estado de Guatemala a resolver problemas de la niñez

Centro América/Guatemala/27 Mayo 2017/Fuente: Prensa Latina

Cientos de representantes de sectores civiles urgieron hoy al Estado de Guatemala a trabajar por acabar con el maltrato infantil, la violencia intrafamiliar, la trata de personas, la desnutrición y las irregularidades en el sistema de enseñanza.
Los participantes en el Diálogo Nacional por la Niñez y la Adolescencia, cuya sede central fue la cabecera departamental de Chiquimula, exigieron a los tres poderes estatales actuar de manera coordinada en aras de enfrentar esos desafíos.

Asimismo, reiteraron su aspiración de que el órganos Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, suscriban un acuerdo para responder de modo urgente a los problemas derivados del incumplimiento de leyes y tratados internacionales suscritos en favor de los derechos humanos de este sector de la población.

Funcionarios de distintos ministerios, de organismos internacionales, de alcaldías municipales, iglesias, y otras instituciones, asistieron a la cita, que tuvo réplicas en los 22 departamentos del país.

Conforme con la metodología establecida para este tipo de encuentros, realizados desde el pasado año por iniciativa de la Comisión del Menor y de la Familia del Congreso de la República, los menores de edad analizaron de manera previa los factores que atentan contra su desarrollo y las causas desencadenantes de estos.

A partir de estos debates la población infantil y adolescente desarrolló varias propuestas que deberán ser evaluadas y cumplimentadas por las entidades estatales vinculadas a los distintos temas por resolver.

Este tipo de diálogos nació con el objetivo de dar respuesta a las anomalías detectadas por los congresistas miembros de la Comisión del Menor y de la Familia en varios controles realizados a instituciones encargadas de proteger a la niñez desamparada y a centros de reeducación para menores de edad en conflicto con la ley.

Según fuentes del equipo parlamentario, los resultados de estas reuniones serán sistematizados y presentados a los distintos poderes del Estado para la elaboración de propuestas de políticas públicas, iniciativas del ley y estrategias que den las soluciones integrales y con visión de futuro que requiere la niñez en Guatemala.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=88752&SEO=urgen-al-estado-de-guatemala-a-resolver-problemas-de-la-ninez
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