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Tres de cada cuatro niños de Sudán del Sur no conocen otra cosa que la guerra

Redacción: Noticias ONU

Desde 2013, 2,6 millones de bebés han nacido en medio en la guerra y 300.000 niños están al borde de la muerte por desnutrición, reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
«A medida que Sudán del Sur cumple siete años, una guerra aparentemente interminable continúa devastando las vidas de millones de niños», dijo Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de UNICEF que visitó Juba, Ganiyel y Bentiu a principios de este año.

El conflicto y el subdesarrollo han plagado el área durante décadas, dejando a sus niños sin educación, desnutridos y vulnerables a las enfermedades, el abuso y la explotación.

«Las partes del conflicto pueden y deben hacer más para recuperar la paz», dijo Fore, «los niños de Sudán del Sur merecen algo mejor».

A pesar de que 800 niños han sido liberados de los grupos armados desde el comienzo del año, se estima que otros 19.000 continúan sirviendo como combatientes, trabajadores y mensajeros y sufriendo abuso sexual.

Preocupantes cifras

La proporción de personas que no saben de dónde vendrá su próxima comida pasó del 35% en 2014 a casi el 60% en la actualidad, con algunas zonas del país a un paso de la hambruna, especialmente durante la temporada de escasez.

Las tasas de malnutrición están en niveles críticos, ya que más de un millón de niños están desnutridos, y de ellos 300.000 están al borde de la muerte.

Dado que una de cada tres escuelas fue destruida, ocupada o cerrada desde 2013, el conflicto también ha dejado a unos dos millones de niños sin educación. Actualmente Sudán del Sur ltiene la mayor cantidad de niños no escolarizados en el mundo.

Además, los esfuerzos para ayudar a quienes más lo necesitan se ven obstaculizados.

Desde que estalló la guerra, más de 100 trabajadores humanitarios han muerto, incluido un conductor de UNICEF la semana pasada.

Hacia la paz

La firma de un alto el fuego permanente entre las dos principales partes enfrentadas en Jartum el mes pasado fue un paso positivo, ofreciendo un destello de esperanza en lo que ha sido un proceso de paz incierto.

«Ahora contamos con el liderazgo y los comandantes para respetarlo y al mismo tiempo garantizar que los trabajadores humanitarios tengan acceso sin restricciones a quienes lo necesitan», dijo Fore.

La jefa de UNICEF recordó que Sudán del Sur fue el primer país que visitó desde que asumió su cargo.

«Vi por mí mismo lo perjudicados que han sido los niños con la guerra. Simplemente no pueden soportar más”, concluyó.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2018/07/1437402

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Violencia impacta en la niñez latinoamericana y caribeña

Por: Prensa Latina/06-06-2018
Un informe de Save the Children reveló que las tasas de homicidio más altas del mundo se concentran hoy en América Latina y el Caribe, lo que impide el pleno desarrollo de los infantes.
Según el estudio, cerca de 75 niños, niñas y adolescentes entre cero y 19 años mueren cada día debido a la violencia interpersonal, registrándose las cifras más altas en Honduras, Venezuela, Colombia, El Salvador, Brasil, Guatemala, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Belice, Panamá, Haití y Jamaica.

Si bien hay avances en muchos indicadores, la violencia sigue siendo la principal amenaza para los niños y adolescentes en la región, afirmó la directora para América Latina y el Caribe de Save the Children, Victoria Ward, quien mostró preocupación por estos indicadores.

‘A pesar de los avances en materia legislativa para proteger a la niñez, todavía vivimos en un contexto sumamente violento, donde decenas de niños y niñas son asesinados cada día’, apuntó.

En su segundo año de edición, el informe Las múltiples caras de la exclusión describe un panorama desalentador en la región, al reflejar indicadores asociados a problemas de salud, desnutrición, exclusión de la educación, trabajo infantil, matrimonio y embarazo precoz.

Solo en Guatemala, la mitad de los niños menores de cinco años tienen retraso en el crecimiento debido a la alta tasa de desnutrición, explicó Lyda Guarin, especialista regional de protección contra la violencia.

El texto refiere que entre las amenazas sobresale también la prevalencia de embarazos entre las adolescentes, un fenómeno ‘que parece estar disminuyendo en todas las regiones, excepto en América Latina y el Caribe’, acotó Ward.

Datos de Save the Children reflejan que actualmente en la región, el 11 por ciento de las adolescentes entre 15 y 19 años están casadas o en unión, siendo República Dominicana (27,5), Ecuador, Belice, Honduras y Nicaragua las naciones con más incidencia en este indicador.

Con respecto al embarazo, el informe develó que más del siete por ciento de las muchachas entre 15 y 19 años dan a luz cada año, lo que indica que el promedio regional supera en 1,5 veces el mundial.

‘El matrimonio y embarazo precoz en algo están asociados a la cultura, pero también tienen que ver con legislaciones. Hay varios países que están avanzando en la disminución de matrimonios de menores de 18 años y es algo en lo que hay que seguir pensando’, explicó Guarin.

Y subrayó: ‘Los embarazos en menores de 14 años hay que verlos con una mirada crítica, porque gran parte de estos embarazos están relacionados con la violación sexual’.

Ante esta realidad, el estudio resaltó la necesidad de que los gobiernos tomen medidas para que ningún niño o niña muera por causas evitables o tratables, ni sufra violencia extrema o se vea privado de un futuro debido a desnutrición, matrimonio y embarazo precoz o trabajo forzado.

*Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=184576&SEO=violencia-impacta-en-la-ninez-latinoamericana-y-caribena
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Los niños de Siria

Por: Leoncio Durán Garibay

“Los árboles y pájaros más bonitos que yo jamás haya visto, estaban cerca de mi casa. Hoy los árboles están quemados y los pájaros hambrientos, porque no hay nadie que los alimente.”  Con esta frase en forma de metáfora, uno de los 2.5 millones de niños sirios, que han huido de su país y que hoy viven en calidad de refugiados, intenta explicar lo que ahí sucede y en su desafortunada realidad. Además otros 6 millones  de niños viven en calidad de refugiados dentro de su mismo país, obligados a huir de su hogar, de su ciudad. El 85% de esos niños  están en condiciones de extrema  pobreza.

La desnutrición es un cáncer que afecta a muchos de estos niños, la situación es apremiante, miles de ellos podrían morir de hambre, porque en el mejor de los casos, un pan y un vaso de agua no son suficiente para mantenerlos sanos y con vida. Los extremos son por demás conmovedores, cundo una madre de familia se ve obligada a hervir agua, para engañar a sus hijos, haciéndoles pensar que ya pronto tendrán alimento y así con éste engaño, se queden dormidos y no sigan pidiendo comida.

   Pero la muerte es una fiera salvaje que acecha en todos los rincones del país, no sólo por desnutrición mueren los niños, también por las balas y  bombas que no respetan; ni escuelas, ni hospitales, menos hogares o refugios. Según datos de la UNICEF, tan sólo en los meses de enero y febrero del presente año, han muerto en Siria más de 1,000 niños, lo que representa que cada hora y media  muere un niño, ¡escalofriante verdad!  Las imágenes son por demás dramáticas, cuando un padre intenta salvar la vida de su hijo que está bañado en sangre, corre con él en sus brazos,  para  llegar a un hospital que quizá ya no exista. Otra imagen es la de esos niños con síntomas de asfixia,  víctimas de un atentado con bombas químicas.

   El derecho a vivir  una infancia feliz, es un anhelo difícil de alcanzar para estos niños; la educación se ha convertido en lujo, no hay escuelas,   son obligados a  trabajar para ayudar o para mantener la familia. La salud es un derecho que no existe, no hay medicamentos, tampoco hospitales.  Con frecuencia son violentados sexualmente, reclutados y obligados a formar parte del ejército o de los grupos terroristas, y qué decir de aquellos niños que han quedado mutilados de su cuerpo y mutilados en sus sueños.

Por ello, me permito escribir algunas frases, tomadas de niños que han sido entrevistados, en diversos reportajes, trasmitidos en varios  medios de comunicación del mundo, y que  pueden considerarse como una petición de esos niños, que hoy no tienen nada que festejar, pero sí mucho que anhelar, mucho que preguntar y quizá mucho que reclamar.

–Es como un mal sueño, no puedo creer lo que está pasando.

–Yo sólo quiero volver a mi país y a mi escuela, con mis amigos.

–Sólo pido que la guerra termine, ¿dónde está la ayuda de los demás países?

–Somos niños de Siria, miren lo que nos está pasando, estamos siendo masacrados, mutilados, desahuciados y el miedo nos domina.

–¡¿Qué hemos hecho para que nos asesinen?

–Ustedes sólo detengan la guerra y nosotros no vendremos más a sus países, sólo detengan la guerra, ¡sólo eso!

–Un misil cayó justo en mi casa, mis abuelos murieron y 40 niños más, sacaron a mi abuela en 4 trozos.

–Sólo quiero entender una cosa, ¿por qué nos están bombardeando? Por qué ellos pueden, ¿sólo por eso?

–Me han dejado sin pierna y sin brazo, nos han matado, ¿Quién les dio permiso para eso?

— “Por favor ayuden a los sirios”.

–¡Hola Sr. Trump!, ¿alguna vez ha estado sin comer y sin beber, durante 24 horas? Piense en los refugiados y en los niños de Siria.

–Le digo al presidente Bashar que nos ha matado, que puede matarnos de hambre, puede matarnos de sed, puede encarcelarnos, puede torturarnos, puede dejarnos huérfanos,  pero no va a poder cambiar lo que sentimos en nuestros corazones.

–Y estos países que apoyan y mandan armas, ¿Qué piensan?, ¿Qué os pasa? ¡Nos están matando!

–Los sueños de nuestra infancia permanecen  en nuestro interior y aún no han crecido, los han mutilado también, ¿con qué derecho?

Fuente: https://www.elsoldeparral.com.mx/columna/los-ninos-de-siria

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Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018

Por: UNICEF

UNICEF estima que necesitará casi 3.000 millones de euros este año para atender a 48 millones de menores alrededor del mundo. Casi un cuarto del presupuesto se destinará a los refugiados sirios, mientras el éxodo de los rohingya dispara la ayuda a Asia meridional. 

Educación y acceso a agua, saneamiento e higiene serán los pilares de la acción de Unicef para este año, según el informe Intervención Humanitaria 2018 divulgado este martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La organización estima que necesitará 2.920 millones de euros para hacer frente a las necesidades de 82 millones de personas en 51 países. Su objetivo es llegar a 48 millones de niños, uno de los colectivos más vulnerables, ya que uno de cada cuatro de ellos vive en países afectados por conflictos o desastres y casi 50 millones tuvieron que abandonar sus hogares debido a violencia, pobreza o catástrofes naturales.

Oriente Medio y Norte de África se mantiene como la región que acapara la cifra más elevada, con 1.509 millones de euros, repartidos principalmente entre atención a refugiados sirios y otras poblaciones afectadas en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía (767 millones de euros, alrededor de un cuarto del conjunto del presupuesto global), Yemen (272 millones de euros) y Siria (270 millones de euros). Nigeria y República Democrática del Congo son los principales destinatarios del presupuesto de África central y occidental (567 millones de euros en el conjunto), así como Sudán del Sur, Somalia y Etiopía en la zona meridional y oriental del continente (cuyo presupuesto asciende a 523 millones de euros).

Uno de cada cuatro niños vive en países afectados por conflictos o desastres

Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018
 En porcentajes, el Fondo de las Naciones Unidas prevé gastar un cuarto del presupuesto para que 8,9 millones de niños puedan tener acceso a la educación. Otra prioridad fijada por el informe es el acceso a agua, saneamiento e higiene (21% del total) para garantizar este derecho a 35,7 millones de personas. Unicef aspira también a tratar 4,2 millones de casos de malnutrición aguda infantil (a través del 18% del presupuesto) y vacunar a 10 millones de niños contra el sarampión. La protección de los menores concentrará el 11% del gasto anual con el objetivo de brindar apoyo psicológico para 3,9 millones de niños.

«Deberíamos estar hablando de desarrollo en estos tiempos, pero debido a la situación actual hemos tenido que volver a poner el foco en las emergencias», ha lamentado Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español este martes en la presentación del informe en Madrid.

Cinco crisis que marcarán 2018

1. El éxodo de los rohingya

Pese a que el número de nuevas llegadas se vaya estabilizando, la emergencia se mantiene elevada en el campo de refugiados rohingya Kutupalong, en Cox’s Bazar, uno de los distritos más pobres de Bangladés. A las 688.000 personas huidas del vecino Myanmar desde el pasado mes de agosto, cuando se recrudeció la persecución contra esta minoría, se suman otras 75.000 llegadas hace un año, además de una cifra estimada entre los 300.000 y 500.000 acumulada a lo largo de cinco décadas de éxodo. Unicef calcula que, incluyendo a los comunidades locales, los niños suman al menos 720.000.

“Responder a las necesidades de agua, higiene y saneamiento es un reto muy complicado, debido a la congestión del campo y la falta de letrinas”, explica Sara Bordas, jefa de operaciones del Fondo de las Naciones Unidas en Kutupalong. “En los centros de educación, se ven niños muy sucios, no tienen bases de higiene. Nos queda mucho trabajo por hacer”.

El hacinamiento y la escasez de higiene favorecen la proliferación de enfermedades. El campo ya ha registrado varios brotes de sarampión, difteria, infecciones agudas a las vías respiratorias y abre la puerta al riesgo de una epidemia de cólera.

Bordas se muestra preocupada también por los niveles de desnutrición aguda grave. “El ratio registrado el pasado mes de octubre era del 7,5%, muy por encima del límite de emergencia, fijado en el 3%”, asegura. “En el campo, además, también hay 80.000 mujeres embarazadas, muchas de las cuales ya están desnutridas”.

Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox's Bazar (Bangladés)
Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox’s Bazar (Bangladés) MANISH SWARUP AP
 “No hay mucho que hacer en el campo, pero los niños frecuentan centros de educación no formal, donde reciben también apoyo psicosocial, en especial las víctimas de abusos sexuales. Trabajamos también en la prevención, para que no vuelva a ocurrir en un campo en el que hay mucha gente desesperada”, asegura.

“Al principio, nos centramos en no perder vidas, trabajando en salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, pero ahora podemos agregar una parte de esperanza, basada en educación y protección. Solo estamos en el quinto mes de respuesta, pero aún no hemos alcanzado nuestros objetivos”.

Durante la presentación del Informe sobre Acción Humanitaria 2018 en Madrid, algunos niños intervinieron en directo desde Kutupalong para contar sus historias sin casi levantar la cabeza desde la hoja en la que dibujaban flores de colores. «Cuando llegaron al campo el pasado mes de septiembre, solo dibujaban helicópteros y gente que huía», explica Bordas.

2. El conflicto sirio y la crisis de refugiados en Oriente Próximo

El conflicto en Siria, a punto de cumplir siete años, ha causado más de seis millones de desplazados internos y más de cinco millones de sirios, entre ellos 2,5 millones de niños, viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Los fondos recaudados el año pasado apenas alcanzaron la mitad de la cifra necesaria para atender a las necesidades básicas en el país, especialmente las de los menores que viven en zonas sitiadas (se estima que sean 200.000) y en áreas de difícil acceso (1,7 millones).

El pasado mes de diciembre, organizaciones internacionales alertaron de un déficit de 60 millones de dólares (50,6 millones de euros) que pone en riesgo la atención a 1,5 millones de menores ante el frío del invierno.

A los estragos del conflicto, se suma el desplazamiento interno de personas como consecuencia del calentamiento global y de la progresiva desertificación de algunas zonas del país. Acnur calcula que los años de sequía consecutiva y crónica entre 2005 y 2011 obligaron a emigrar a más de un millón y medio de personas de las áreas rurales del sur de Siria.

Fran Equiza, representante de Unicef en Siria, ha aprovechado la presentación del informe para poner rostro a los niños de este país que en su vida solo han vivido y experimentado las consecuencias de la guerra civil. Y la vida para los que escapan, ha agregado, no es más simple. «Huyen de las balas, de las minas y del riesgo de ser reclutados por cualquiera de las partes en conflicto», ha explicado.

MÁS DINERO EN 2017, PERO MÁS EMERGENCIAS

Pese al incremento en comparación con el año anterior, la financiación en 2017 no fue suficiente para responder a las necesidades de los más vulnerables, sobre todo para emergencias crónicas, como la de República Centroafricana o de Malí. Unicef cerró el mes de diciembre pidiendo 3.790 millones de dólares (frente a los 3.360 millones de dólares estimados en enero), debido sobre todo a los flujos de refugiados y desplazados en Bangladés y en República Democrática de Congo; el riesgo de hambruna en Nigeria, Somalia y Sudán del Sur; el brote de cólera en Yemen; los huracanes en el Caribe y las inundaciones en Nepal.

A lo largo de 2017, los refugiados y migrantes que llegaron a Europa fueron 164.000 —incluyendo a 29.000 niños—, al mismo tiempo que distintos conflictos de larga duración se enquistaron alrededor del mundo. El de Siria, por ejemplo, está a punto de cumplir siete años y ha causado más de seis millones de desplazados internos, mientras que cinco millones de sirios, la mitad niños, viven como refugiados en los países vecinos. En Irak, casi nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Entre ellos, hay más de cuatro millones de niños. La escalada de violencia en República Democrática del Congo ha obligado a más de 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y los niños que sufren malnutrición aguda ya superan los dos millones. La crisis de la cuenca del lago Chad sigue afectando a 17 millones de personas en Camerún, Chad y Níger, al mismo tiempo que se recrudece la violencia y se incrementa el número de desplazados internos en la zona nororiental de Nigeria.

La sequía que azota el Cuerno de África ha afectado a 17 millones de personas en Etiopía, Somalia y Kenia, que quedan expuestas al riesgo de epidemias. El paso de los huracanes Irma y María por el Atlántico, por su parte, se dejó atrás a más de 1,4 millones de personas —un cuarto de ellos, niños— con necesidad de asistencia humanitaria.

En 2017 se registró también un incremento sin precedentes en brotes de cólera, en países como República Democrática del Congo, Irak, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Esta “emergencia en la emergencia” -como la define el informe de Unicef- en muchos casos está relacionada con los conflictos armados, a la raíz del colapso de las infraestructuras de agua y saneamiento.

El Gobierno de EE UU se mantuvo a lo largo de 2017 como el principal donante del Fondo para la Infancia con 441,8 millones de euros, a pesar de que la Administración Trump anunciara a principios de año su intención de aplicar un tijerazo de «al menos» un 40% de las contribuciones voluntarias a la ONU y otros organismos internacionales por parte de EE UU.

Equiza ha lamentado que en el país se registraran 72 casos de polio en 2017, una enfermedad a punto de ser erradicada, cuando en 2011 el 100% de los niños estaba inmunizado.

El representante de Unicef participó el pasado mes de diciembre en un convoy dirigido a Guta oriental, un distrito cercano a Damasco que lleva cuatro años bajo asedio, donde registraron índices de malnutrición de casi el 12%. «Hace unas semanas, intentamos volver, pero no nos autorizamos. Lamentablemente, ahora no sé cuál es la situación de estos niños».

3. La guerra en Yemen

La muerte el pasado mes de diciembre del expresidente Ali Abdalá Saleh, desalojado durante la Primavera Árabe, a manos de los Huthi hace temer que se recrudezca la guerra en el país.

Yemen acumula casi tres años de conflicto y está al borde de una de las hambrunas más terribles de la era moderna, con 17 millones de personas que no saben si comerán mañana. Las tasas de desnutrición siguen siendo de las más altas del mundo, con casi dos millones de pequeños desnutridos y, de ellos, 385.000 con desnutrición severa aguda.

El colapso del sistema de salud, la falta de agua y alimentos constituyen un caldo de cultivo que no permite bajar la guardia ante la posibilidad de un nuevo brote de diarrea aguda (cólera).

4. República Democrática del Congo

Las revueltas en Kasai, región del centro de la República Democrática del Congo (RDC), han originado cerca de un millón de desplazados internos, 30.000 refugiados a lo largo del último año, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Aunque se ha reducido la violencia, sube la alerta ante la crisis humanitaria. La desnutrición severa en menores alcanza el 10% y ya se cuentan 38.000 afectados por el cólera, mientras que los centros de salud han sido abandonados o carecen de medicamentos y personal.

5.Sudán del Sur

Más de un millón de niños sursudaneses sufren desnutriciónsevera. Las organizaciones humanitarias aún se enfrentan a muchos obstáculos para entregar ayuda en distintas zonas del país, consideradas demasiado inseguras desde que comenzó el conflicto en 2013.

La infancia en Sudán del Sur se enfrenta a muchos otros retos, más allá del hambre. Más de 2.300 niños han resultado muertos o heridos en los últimos cuatro años y se han registrado cientos de casos de violaciones y agresiones sexuales, según datos de Unicef. Dos millones de menores están fuera de la escuela y, si la situación actual se mantiene, es probable que solo uno de cada 13 niños acabe la escuela primaria, alerta Médicos sin Fronteras.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/26/planeta_futuro/1516964600_620547.html

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Aumenta en 24 millones la malnutrición en África, afirma FAO

África/20 noviembre 2017/Fuente: Invasor

La subalimentación crónica en África subsahariana afecta hoy a unos 224 millones de personas frente a los 200 millones registradas entre 2015 y 2016, aseguró la FAO.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó en su informe Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en África 2017, que tal situación se debe en mayor parte al cambio climático, a los conflictos y a la ralentización de la economía mundial.

Ante esas situaciones debemos crear resiliencia en las comunidades más afectadas, señala el texto publicado en Costa de Marfil.

El dato sobre el hambre supone que un 25 por ciento de los 815 millones de personas subalimentadas en el mundo en 2016 se encuentran en ese continente, destacó el representante regional de la FAO para África, Bukar Tijani.

Definió que entre los factores determinantes para el aumento del hambre en la región aparecen el incremento de la población con incapacidad para acceder a los alimentos, las condiciones climáticas adversas y los conflictos, factores que a menudo coinciden.

El estudio indica que, en la primera década del milenio, África subsahariana progresó en la lucha contra el hambre, la cual cayó desde el 29,1 por ciento al 20,6 por ciento. Sin embargo, este avance retrocedió en 2015 y 2016 en muchos países.

Tal retorno se debió, entre otras causas, al impacto de los conflictos y las condiciones climáticas —como las reiteradas sequías, a menudo relacionadas con el fenómeno de El Niño—, que dieron lugar a malas cosechas y la pérdida de ganado.

Según la investigación, existe un estrecho vínculo entre el hambre y los conflictos, y asegura que 489 millones de personas de los 815 millones que padecían subalimentación en el mundo en 2016 viven en países asolados por los conflictos, la violencia y la fragilidad.

En el caso de África subsahariana la mayoría de la población subalimentada se encuentra en naciones afectadas por conflictos, señala el documento.

Asegura que casi se duplican los países que padecen violencia y crisis prolongadas, al igual que sus resultados nutricionales.

Fuente: http://www.invasor.cu/es/internacional/15683-aumenta-en-24-millones-la-malnutricion-en-africa-afirma-fao
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La época de cosecha apenas da respiro a la crisis alimentaria en Sudán del Sur

15 de noviembre de 2017 / Fuente: https://www.unicef.org

Las tasas de desnutrición aumentan, especialmente entre los niños, y el periodo de escasez amenaza con adelantarse

La temporada de cosecha en Sudán del Sur no terminará con la crisis alimentaria mientras continúe el conflicto en el país y la hiperinflación deje los alimentos fuera del alcance de muchos. Así lo revela la Fase de Clasificación de Seguridad Alimentaria Integrada (IPC por sus siglas en inglés) lanzada hoy por el gobierno de Sudán del Sur, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros aliados humanitarios.

Es probable que el número de personas en situación de inseguridad alimentaria grave descienda a 4,8 millones entre octubre y diciembre, frente a los 6 millones de junio. Sin embargo, estos 4,8 millones de personas son 1,4 millones más que el mismo periodo del año pasado, y gran parte de este aumento se ha dado en la categoría de emergencia (fase 4 –de 5- en la escala del IPC).

“La época de cosecha no ha traído demasiado alivio a los millones de personas en Sudán del Sur que no tienen alimentos suficientes. El cinturón verde del país ha sido devastado por los combates, y encontrar una solución pacífica a esta tragedia creada por el hombre debería ser prioritario. Si no, esta situación será incluso peor el año que viene”, asegura Serge Tissot, representante de la FAO en Sudán del Sur.

Se prevé que la situación de inseguridad alimentaria empeore a comienzos de 2018, y que el periodo de escasez –cuando normalmente los hogares se quedan sin alimentos antes de la siguiente cosecha- empiece tres meses antes de lo normal. Mucha gente tiene muy pocos medios para afrontar el periodo de escasez, y se espera que la situación sea cada vez más inestable.
“Una respuesta humanitaria contribuyó a detener la hambruna en algunas partes del país este año. Pero incluso en el periodo de cosecha, millones de personas necesitan ayuda de manera sostenida para sobrevivir”, explica Adnan Khan, representante del PMA en Sudán del Sur. “Es estremecedor ver que, en el peor de los escenarios, se podrían producir situaciones similares en muchos lugares durante el periodo de escasez en 2018”.
Los equipos que han realizado el análisis han identificado dos condados –Wau y Ayod-, donde 25.000 personas se enfrentan a un estado catastrófico según la escala del IPC. Preocupa especialmente en Gran Baggari, subdistrito del antiguo Wau, donde al menos el 15% de la población afronta una situación similar a la de hambruna debido a que la inseguridad ha limitado seriamente las actividades de subsistencia y la ayuda humanitaria.

Se necesita urgentemente un corredor de ayuda humanitaria entre Wau y la zona de Gran Baggari para que las agencias puedan proporcionar una atención integral.

Niveles críticos de desnutrición

La desnutrición también ha empeorado respecto al mismo periodo del año pasado. Las encuestas muestran que las tasas de desnutrición en la mayoría de comunidades están por encima del umbral de emergencia, que la OMS establece en el 15%. Más del 30% de la población sufre desnutrición en varios condados.

Más de 1,1 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición en 2018, incluidos 300.000 gravemente desnutridos y en alto riesgo de morir.

“Demasiados niños pasan hambre en Sudán del Sur. Más de uno de cada cinco niños que luchan por poder alimentarse tienen menos de cinco años”, lamenta Mahimbo Mdoe, representante de UNICEF en Sudán del Sur. “Esto ha creado una crisis de desnutrición que está poniendo muchas vidas en riesgo”.

Aumento del precio de los alimentos

La inseguridad sigue dificultando la producción alimentaria y perjudicando a los mercados. Esto, unido a una crisis económica, ha llevado a precios extremadamente altos. Básicos como el sorgo, maíz o la harina de trigo han aumentado su precio hasta un 281% más que el año pasado, y llegó a ser hasta un 560% más alto en mayo, en el pico del periodo de escasez.

En Juba, un saco de 100 kilos de sorgo cuesta 11.285 libras sur sudanesas, frente a las 4.314 de hace un año; esto va mucho más allá de lo que la mayoría de las familias se pueden permitir.
Millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir en Sudán del Sur, pero si las condiciones de seguridad amenazan aún más las operaciones de las organizaciones, la situación empeorará rápidamente.

El informe alerta de que el conflicto permanente, unido a las limitaciones de acceso a la ayuda y a una inestabilidad económica, derivará en un deterioro de la ya desesperada situación en muchos lugares de Sudán del Sur durante 2018.

Respuesta rápida

Los equipos humanitarios se enfrentan a unos retos logísticos y de seguridad enormes para llegar a las comunidades que lo necesitan.

La FAO ha proporcionado kits de pesca, de cosechas y de cultivo de verduras a más de 4,2 millones de personas, muchas de ellas en zonas en conflicto o difíciles de alcanzar, para ayudarles a cultivar o cazar su propio alimento. Además ha vacunado a más de 4,8 millones de animales para protegerlos, ya que son el medio de subsistencia de las familias vulnerables.

UNICEF y sus aliados han tratado a más de 160.000 niños con desnutrición severa aguda en lo que va de año. El objetivo para todo el año era llegar a 207.000 niños desnutridos en todo el país. Como parte del planteamiento multisectorial para abordar este asunto, UNICEF ha proporcionado agua potable a más de 750.000 personas y acceso a instalaciones de saneamiento a otras 230.000.

El PMA y sus aliados han entregado en lo que va de año ayuda en efectivo o alimentos a 4,6 millones de personas en Sudán del Sur, incluyendo apoyo nutricional para niños menores de cinco años.

Los equipos móviles de emergencia, que han realizado 135 misiones, la mayoría en helicóptero, en zonas aisladas por el conflicto, han dado apoyo a 1,8 millones de personas este año.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_101452.html

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La violencia amenaza la educación de 4,5 millones de niños en Yemen, alerta UNICEF

Yemen / 22 de octubre de 2017 / Autor: Carla García / Fuente: Radio ONU

El conflicto en Yemen tiene un impacto terrible en los niños, quienes además de no poder educarse adecuadamente, sufren desnutrición y trauma.

 

 

La violencia en Yemen afecta profundamente al sistema educativo nacional. Muchas escuelas han cerrado, los maestros no han recibido salario durante un año y 4,5 millones de niños sufren las consecuencias, advirtió este miércoles el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

El director regional para Medio Oriente y África del Norte de esa agencia explicó que los más de dos años y medio de conflicto armado en Yemen tienen un efecto demoledor en los niños quienes, además de todo el sufrimiento que acarrean los enfrentamientos armados, no tienen garantizada una rutina educativa normal.

En un comunicado, Geert Cappelaere detalló que durante el último año no se ha pagado a tres cuartas partes de los profesores y el 10% de las escuelas han cerrado por haber sido destruidas o porque son utilizadas para propósitos militares o como albergues para las familias desplazadas.

Hasta el momento, UNICEF estima en 2 millones la cifra de niños yemenitas que no van a la escuela.

Cappelaere señaló, además, que los menores que aún van a la escuela padecen desnutrición y trauma, lo que afecta su capacidad de aprender.

El director regional de UNICEF exhortó a colocar el bienestar de los niños por encima de cualquier otro objetivo y pidió a todas las partes del conflicto proteger las escuelas y trabajar unidas para encontrar una solución urgente a la crisis salarial de los profesores para que los menores puedan continuar su educación.

Fuente de la Noticia:

http://www.unmultimedia.org/radio/spanish/2017/10/la-violencia-amenaza-la-educacion-de-45-millones-de-ninos-en-yemen-alerta-unicef/#.Wefxf1vWzcs

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