En sexto grado no saben resolver problemas matemáticos con fórmulas básicas, reconocer figuras literarias o utilizar términos científicos.
Centroamérica/Costa Rica/31.10.2017/Autor y Fuente: http://www.nacion.com
En sexto grado los escolares deben ser capaces de escribir un ensayo de al menos tres páginas con 20 párrafos que tengan secuencia de ideas, enlaces, buen uso de los signos de puntuación y ortografía.
La maestra Catalina Badilla, de la escuela Unidad Pedagógica José Rafael Araya Rojas, en La Florida de Tibás, San José, se ha topado una realidad muy diferente cuando le ha tocado hacerse cargo de un grupo de sexto grado al que no ha dado seguimiento.
«La mayoría solo llegan a escribir entre cuatro y seis párrafos. He tomado 10 grupos de sexto grado en varias escuelas, en los 14 años que tengo de trayectoria y, de esos, por lo menos en ocho uno observa las deficiencias en lectura, comprensión, mala ortografia.
Tiene uno que devolverse a explicar lo de tercer grado para que en sexto logren hacer una redacción; eso hace que uno se atrase en el programa que debe impartir en ese nivel», explicó la docente.
Esta educadora no está sola en su preocupación porque la situación afecta a la mayoría de los escolares del país.
El VI Informe del Estado de la Educación reveló que de acuerdo a una serie de pruebas para evaluar conocimientos, los niños en las escuelas se ubican apenas en los niveles más bajos de desempeño en Español, Matemáticas, Estudios Sociales y Ciencias.
«El dictamen es claro: la mayoría de ellos (los escolares) apenas están alcanzando las destrezas mínimas. Las principales causas asociadas a este mal desempeño refieren a aspectos en los que el sistema educativo puede incidir», explica el informe presentado en agosto.
Para Isabel Román, coordinadora de la investigación, el problema es que estos bajos resultados se arrastran e inciden en el mal desempeño que tienen los estudiantes cuando llegan a secundaria como lo ha evidenciado la medición internacional.
«El mensaje principal es que el país tiene que volver la mirada a este nivel educativo en materia especialmente de calidad. Preocupan, en particular, temas como la sobreedad en sexto grado y el alto porcentaje de niños con niveles bajos de desempeño en comprensión lectora», detalló Román.
Medición
El país utiliza dos herramientas para conocer el rendimiento de los estudiantes a través de «logros del aprendizaje».
Una son las Pruebas Nacionales Diagnósticas del II Ciclo (PND) que aplica el Ministerio de Educación Pública (MEP) a una muestra de los niños de sexto grado.
La otra son las pruebas internacionales Terce para alumnos de tercero y sexto grado, las cuales realiza el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe, de la Unesco.
Las PND miden a los alumnos en tres niveles de desempeño de acuerdo con el contenido de los programas de las cuatro materias básicas, donde el nivel I es el más bajo y el nivel II es el más alto.
«La mayoría de los alumnos de sexto grado se ubicó en el primer nivel de desempeño en Matemáticas, Ciencias y Estudios Sociales», explica el Estado de la Educación.
Esto significa que los escolares no son capaces de resolver problemas y situaciones a partir de las cuales extraer conclusiones , comprender relaciones de causa y efecto de los diferentes procesos de estudio y reconocer ventajas y desventajas; así como interpretar y hacer conjeturas.
Por ejemplo, no saben distinguir las figuras literarias ni tampoco resolver problemas matemáticos con fórmulas básicas.
Según el estudio, la habilidad de resolución de problemas destaca entre las principales fallas en todos los dominios evaluados (geometría, numérico, medidas, estadística y probabilidad).
En el caso de las pruebas Terce, estas consideran cuatro niveles de desempeño. La mayoría de los alumnos se ubicó en los niveles I y II que son los más bajos.
Incluso, en Matemáticas y Lectura, en la última medición, del 2013, los niños mostraron retrocesos con el estudio anterior hecho en 2008.
En comprensión lectora, los resultados de Terce evidenciaron «una grave deficiencia de los niños al finalizar primaria», pues no reconocen expresiones en lenguaje figurado, sinónimos, pronombres, ni la función de conectores, verbos y signos ortográficos.
Para Sterling Arce, docente de Matemáticas de sétimo año del Colegio Técnico Profesional Ricardo Castro Beer, en Orotina, el bajo desempeño de los alumnos en esta materia al llegar al primer año de colegio es»dramático».
«En setimo año, se realiza un repaso completo de lo visto en primaria para evaluar que tan preparados están, según su proceso en la etapa escolar. Resulta que los docentes se topan con la sorpresa de que prácticamente hay que iniciar desde cero», comentó.
Ocurre, por ejemplo, con operaciones combinadas con números naturales, que en teoría eso se ve por completo en primaria, no obstante, cuando lo vuelve a ver en sétimo año, a los estudiantes les resulta desconocido.
«El docente debe iniciar desde cero. Estoy hablando que sumar y restar números como 4+2 y operaciones por el estilo, es un dolor de cabeza para los jóvenes de sétimo año «, reiteró Arce.
Según los resultados de las pruebas Terce, en el área de Ciencias, el 63% de los alumnos de sexto se ubicaron en los niveles I Y II de desempeño.
La mayoría de los niños no puede reconocer partes o estructuras de los seres vivos, su función o utilizar términos científicos.
Principales causas
Para el Estado de la Educación, la calidad de los docentes, el gusto de los niños por las asignaturas, la disponibilidad de materiales y el uso de tecnologías de información y comunicación son las principales causas asociadas al mal desempeño de los niños.
Además, está la gran deuda pendiente en primaria porque solo el 5% de las escuelas reciben el programa completo.
Isabel Román explicó que influye el hecho de que la mayoría de los docentes en servicio se han formado en universidades privadas de carreras que no están acreditadas y cuya calidad se desconoce.
El 58% de los maestros de primaria obtuvieron su título en universidades privadas, según los datos del informe.
De las 1.605 carreras que ofrecen las 59 universidades del país, solo 139 tienen el sello de calidad otorgado por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (Sinaes) que certifica que la carrera cumple con estándares internacionales. Esa cifra representa el 8,6% de la oferta total de las 54 universidades privadas y las cinco públicas que existen en Costa Rica.
En abril del 2016, los diputados de la Comisión legislativa de Ciencia y Tecnología dictaminaron el proyecto de reforma a la Ley de Creación del Consejo Superior de Educación Privada (Conesup), que, entre otras cosas, obligaría a todas las universidades a demostrar ante el Sinaes la calidad de sus carreras relacionadas con educación, medicina e ingenierías de la construcción.
Esta realidad eleva la urgencia de que el MEP le dé mayor acompañamiento a los docentes en el aula, sobre todo en la aplicación de nuevos programas de estudio.
Heriberto Aguilar, director de Unidad Pedagógica José Rafael Araya Rojas, considera que el entorno también familiar influye mucho en el éxito de los niños.
«Los padres no están pendientes de las tareas ni del ayudarlos a mejorar. Desde cuarto año los papás les dan un teléfono celular a sus hijos y eso los distrae, pasan metidos en el teléfono, chateando y no ponen atención. Lo que ata a los docentes a la hora de dar la lección es la disciplina, nos tienen a manos atadas para poder corregir a los estudiantes; el padre no quieren que se les corrija y esto afecta todo el proceso de enseñanza», explicó Aguilar.
Sterling Arce no considera a los docentes los responsables del problema del desempeño.
Explicó que los maestros de primaria se ven contrariados por la presión de la dirección, la opinión de los padres y el MEP con su «propaganda de estudiantes aprobando al máximo en todos los niveles».
«Podemos ver ministros jactándose de su mayor índice de aprobación en su temporada de trabajo, pero nunca muestran las formas en que se logran. Por ejemplo, podemos ver un objetivo en secundaria que dice: ‘Sumar radicales en calculadora’, repito, en calculadora. Uno como docente se pregunta, ¿Si lo hace en calculadora, a quién le doy los puntos, al estudiante o a la calculadora?», declaró el docente.
Para Gilberto Cascante, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), el hecho de que el MEP haya cambiado los programas de estudio, y que no les dé a los docentes las herramientas ni capacitación para implementarlo, ha ocasionado que no los apliquen de la manera correcta.
«El hecho de que no se puedan poner en práctica puede ser una de las causas. Además influye la infraestructura del centro educativo y el poco recurso tecnológico que tienen los docentes para impartir lecciones», indicó el sindicalista.
En MEP renovó los programas de estudio de primaria en Español, Matemáticas, Ciencias e Inglés en los cuales se puso énfasis en el desarrollo de competencias en los niños, poniéndolos a actuar y a reflexionar, no solo aprender de memoria. Justamente, el Ministerio guarda la esperanza en esos programas para que los resultados mejoren.
«Esa medición se hizo con los anteriores programas, los nuevos entraron en vigencia posterior a esas mediciones. Los resultados en unas nuevas mediciones, sobre todo en las de corte internacional, nos permitirán tener un desempeño superior a los resultados que tuvimos en Terce en 2013. Viene una nueva medición en 2018. Las expectativas están en la implementación de los nuevos programas», indicó Anabel Venegas, del MEP.
Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Ninos-nivel-basico-salir-escuela_0_1665433514.html
Imagen: http://www.nacion.com/nacional/Clases-Matematicas-Pedagogica-Rafael-Florida_LNCIMA20171020_0169_5.jpg